miércoles, 9 de noviembre de 2016

Saint Francis (Spin off) cap 3


- Por que te tardaste tanto?
- Uffff…. Jessica me dio muchos problemas.
- Me di cuenta, hubieras dejado.
- Necesita respetarme. Apenas salio Rhonda del vestidor, empezó a burlarse. Cuando la obligue a entrar, y le di la orden de desnudarse me desafio. Le dije que si no lo hacia, debería desnudarla yo y me dijo: “Y vos enana crees que podrias obligarme?”. Entonces le di un fuerte tiron de oreja hacia la silla. Ella intento pegarme, pero le doble el brazo como nos pegaron, con mi peso, me tire hacia la silla y la hice perder el equilibrio, haciéndola caer en mis piernas. Luego use las técnicas que nos enseñaron, trabe sus piernas, sus brazos, puse su trasero desnudo, y le di una larga nalgueada. Cuando lloraba suplicando que pare, finalmente lo hice, la desnude y la vesti como hiciste con Kant. – Presumio Ortiz orgullosa. – Necesitaba darle una buena lección, sino nunca me respetaría. Ahora anda enseñando sus nalgas rojas a sus compañeras. – Se burlo Ortiz. Stella continuo con sus sospechas acerca de ella, pero ella se sintió triunfante.
Ortiz no mintió en su relato, realmente lo logro. Ella y Jessica debían medir lo mismo, pero por su rostro angelical, y complexión corporal, Ortiz se ve mas pequeña de lo que es. En ese momento Ortiz agradeció las horas de hacer pesas (que no comprendia por que ella quería ser maestra, no físico culturista), de practicar como inmovilizar en otk con sus compañeras y las veces que la inmovilizaron a ella OTK. Ejercisios en los cuales debía resistirse con todas sus fuerzas, y aprendia a tener la empatía suficiente como para predecir que movimientos haría la alumna para poder escapar. Hasta agradeció los castigos que recibió en carne propia y que la hicieron comprender la desesperación que sentío cintio ante el dolor. Fue difícil poner rojo ese gran y carnoso trasero, pero lo logro, y ahora seguramente debía estar aun sobándose.
Lo que no conto Ortiz, es que apenas tubo a la chica sobre sus piernas, inmovilizada y le dio su primer nalgada, ella repentinamente sintió una ola de adrenalina en su cuerpo que no había sentido nunca. Hacerla patalear, y suplicar que su castigo termine, fue una sensación que no imagino que iba a ser asi. Y quedaron grabadas en su retina, las imágenes de como obligaba a Jessica a desnudarse, y a vestirla. Y su rostro de humillación luego de haber sido nalgueada y obligada a cambiarse al uniforme de saint francis. En ese momento deseo poder humillarla mas, pero lamentablemente ya todas estaban lejos. Solo estaba Lind frente a la cual dijo: Ya esta, cambiada a su uniforme y con sus nalgas calentitas. Pero Lind ni siquiera reacciono. Estas imágenes se repetían una y otra vez en su cerebro, mientras presumia orgullosa su hazaña de vuelta, sin que Stella se lo haya pedido.
Mientras llegaban escucharon chicas pelear. Stella abrió rápidamente la puerta y enseguida les grito la orden.
Ante la orden, Amy que si había leído el folleto inmediatamente estiro sus piernas dando la espalda a las monjas, y apoyo sus manos en sus rodillas. Annie y Amy por ser gemelas tienen una conexión empatica, no debio haber pasado ni un segundo y Annie ya estaba imitando la posición de su hermana. Alice, sin embargo solo marcho al rincón y se arrodillo en un banquito. Pronto las chicas escucharon oraciones en voz baja, y la vieron apoyar sus brazos en una incomoda posición. Jessica dedujo que debía elegir un castigo como sus compañeras. Pero por que?Que hizo?Por pelear fue?Y hacer algo tan humillante?
- Pasaron 10 segundos. – Dijo Stella y le saco un liston. Luego de eso, Ortiz y ella se pararon al lado de las gemelas. Naturalmente una se veía mucho mas nerviosa que la otra y hasta sus piernitas temblaban. El jumper en esa posición no tapaba su trasero del todo, o mas bien tapaba la mitad. Pero sin embargo, ambas tomaron la decisión de levantarselo al mismo tiempo. La razón era simple, sus colas eran muy pequeñas, era difícil distinguir la unicacion del hueso de la cadera a simple vista. Desde su posición, Mariela estaba punto de presenciar un castigo por primera vez. Habia sentido muchos, pero nunca presenciado uno. Empezo sintiendo indignación, mucha… pero…
PAF!!!
Mariela observo como las monjas, dieron el primer azote a la cola de las gemelas, con una vara correctiva. Apenas alcanzaba a ver, que ambas varas llevaban un verso de la biblia inscripto en ellas. Las chicas al sentir el primer azote, saltaron y tomaron sus colas al unisono.
- AYYYYY ESO DUELE MUCHO- Gritaron ambas al mismo tiempo.
- Chicas vuelven a su posición ya mismo. –
Mariela pudo ver perfectamente como ambas, llenas de vergüenza y coraje volvían a su posición. Distinguio (gracias a sus calzones) que quien estaba nerviosa, muerta de miedo y con voz llorosa era Annie. En cambio a Amy, alcanzaba a ver entre sus piernas, su rostro lleno de enojo, su cara roja, y como apretaba los dientes esperando el próximo azote mientras sus trenzas colgaban hasta el piso. Ambas colitas, al mismo tiempo, empezaron a mostrar una marca de irritación que el calzon de algodón apenas alcanzaba a tapar, a pesar de sus dimensiones.
Ortiz sintió que la reacción de las niñas fue exagerada en cuanto al azote. El primero le informaron que debía ser fuerte, para llamar la atención de las jovencitas. Pero la sorprendio mucho la reacción y debía si o si darles 20, ahora que eligieron llamas. Luego de haber tenido que usar toda su fuerza para someterla a Jessica, darle una buena lección y cambiarla al uniforme reglamentario, ahora parecía que iba a tener que regular mucho su fuerza si no quería lastimarla. A su vez, empezó a sentir que el instrumento de madera le sobraba. Las gemelas eran como dos muñecas, seria muchísimo mas fácil que cada una alzara una gemela y la nalgueara en sus piernas como las niñas que son. Pero la directora es muy estructurada y solo le permite castigarlas de esa manera. Apoyo su mano en la espalda de la jovencita, y noto su respiración agitada y como la chica temblaba. Leyo en su calzon que la que le toco era Annie. Stella, luego de eso, empezó a darle rapidos y cortos azotes con la vara a Amy, quien se retorcia del dolor y gemia. Al instante que Stella lo hizo, ella hizo lo mismo, y enseguida noto que su niña comenzó a llorar desconsoladamente. La sensación fue extraña, le dio tristeza, pero no podía dar un castigo menos fuerte que su compañera, debían castigarlas a todas por igual. Sin embargo, verla llorar, verlas intentar mantener su posición a pesar del dolor y el coraje, y luego, verlas a ambas dar otro salto, tomar sus nalgas, y llorar al unisono: “Perdon, no lo volvemos a hacer!!” hizo que otra vez sintiera una ola de adrenalina.
- Si no se quedan quietas, empezaremos de vuelta!!
- P-Perdon…- Dijeron ambas, y débilmente volvieron a su posición. Ortiz sonrio por dentro, y calculando mejor la fuerza, comenzó a tostar la cola de la chica que le toco castigar. “Parece que están acostumbradas a ser castigadas juntas… reaccionan igual y al mismo tiempo” Penso.
Repartio las nalgadas por toda la cola, exceptuando los muslos, hasta que al final le dio el máximo de 5 permitidos en ellos. Annie sollozo y se retorcio del dolor al sentirlos, y cuando las soltaron, ambas dieron varios saltos en su lugar tomando sus traseros, hasta que finalmente Annie abrazo a Amy y lloro en su pecho.
- Dueleeeeeee…- Sollozo Annie.
- Ahora no llores todo el dia…- Protesto Amy, abrazándola contra su pecho y mimando su espalda.
- Chicas, paradas las 3 , una al lado de la otra. Kant, tu escucha lo que dire desde el rincón.
Las gemelas obedecieron. Annie, continuaba sobando sus ojos con una mano mientras que con la otra sobaba su cola. Amy, sobaba su cola con ambas manos, tenia sus ojos llenos de lagrimas, pero intentaba no llorar, y la cara roja del coraje. Jessica se encontraba confundida, y no sabia por que no la habían castigado.
- No pienso permitir que aca se peleen. Esperen mucho mas castigos en caso de que esta actitud continue. Van a vivir juntas, asi que deberán convivir en paz. Y voy a repetir estos castigos hasta que finalmente lo hagan. Entendieron?
- S-Si madre Stella….- Dijeron Annie y Amy al unisono. Annie bajo su cabeza arrepentida mientras que Amy desvio la mirada molesta.
- Las chicas en el rincón también deben responder.
- Si Madre Stella.- Dijo Alice poniéndose de pie, y uniéndose al resto de las chicas. Sus rodillas qudaron rosadas luego de tanto tiempo arrodillada. La mirada se fijo en Jessica y Stella amenazo.
- Cintio, ya perdiste tu liston, queres perder el otro?
Amy la miro a Cintio y negó varias veces con su cabeza. Cintio resignada respondio: No Madre stella. Perdon.
- Muy bien. Todas vengan aquí, las quiero en grupos de 3.
Las gemelas y Kant ya estaban en un grupo de 3, por ende las restantes solo se pararon detrás de ellas.
- Comenzaremos por aclarar algunos temas que necesitaran tener en cuenta si quieren salvar sus traseros. – Dijo Ortiz bromeando.
 “Que dice…” Penso Stella y ella continuo.
- Se pretende que todos sus uniformes se usen de forma impecable. El uso incorrecto de uniforme es motivo de castigo. Tambien lo es la falta de higiene, y de orden personal. Cada alumna deberá lavar diariamente sus calzones y usar el correspondiente. La próxima semana se les dara otra muda de uniformes, por lo cual deberán lavar los que usaron la anterior semana. Repito, la falta de higiene es motivo de castigo y la chequeare constantemente. Las habitaciones serán limpiadas por ustedes. Si no esta limpia, todas serán castigadas. Si su armario o cama esta desordenada, serán castigadas. El horario de desayuno es 5 a 7 y se espera que TODAS desayunen. Las cocineras toman nota de cada alumna que va a desayunar o a comer y anotan los nombres en una lista. Por ende quien no se presente puede esperar también ser castigada. Cualquier tipo de falta de respeto será motivo de castigo y hasta se les podrá retirar un liston por eso. Si una alumna sintie la urgente necesidad de interrumpir mientras alguna de nosotras hablamos deberá levantar su mano y esperar a que se le de permiso. Si…………–
Mientras Stella daba ordenes constantes, las chicas esperaban impacientes. Las gemelas intentaban recordar todas las ordenes ya que ya sintieron en carne propia lo que pasa al no hacerlo. La mente de Mariela, y en especial su mirada, estaban fijos en los muslos rojos de las gemelas.
Se sentía indignada de que compañeras suyas hallan pasado por tal humillación y tanto dolor. La indignaba y asustaba pensar también, que siendo ella otra alumna mas, podría pasar por lo mismo si no cumplia las numerosas ordenes. Y sin embargo, se moria de ganas de dibujarlas. Su mente se perdia de la conversación y se dirigía repetidamente a las numerosas escenas que quedaron grabadas en su cabeza. Como se retorcían ante el dolor en su cola, la forma en como saltaban y tomaban sus traseros, y como Annie sollozo en el pecho de su hermana.
- Bueno, como tenemos tiempo libre antes de la primer clase, daremos un tour por el Internado asi empiezan a sentirse en casa si?- Dijo Ortiz, intentando ser mas amigable. Luego de la eterna lista de reglas que las chicas escucharon y tienen que seguir, ninguna se sintió mas amigable. En especial Mariela que parecía perdida en su mundo.
- Mariela!! Escuchaste?- Dijo mientras todas hacían fila para salir.
- S-Si..- respondio e intento seguirlas. Aprovecho y camino detrás de las gemelas.
Mientras caminaban, Mariela las seguía de atrás y su mirada continuaba perdida. Ambas caminaban incomodas, y mientras se sobaban por debajo de su jumper, se podían ver sus calzones y sus colas rojas. En especial a Amy que se sobaba con ambas manos. No pasaron 2 minutos desde que salieron, y ya comenzaron sus peleas.
- No podíamos dejar que nos quiten los listones? – Protesto Annie mientras intentaba sacarse las lagrimas que le quedaban. Al fin dejo de llorar, pero quedo muy adolorida.
- Yo si lei el folleto, creeme que fue la mejor opción.- Aclaro Amy, comenzando a molestarse.
- Pero… por que alguien… en su sano juicio… si podía elegir rincón… eligio nalgadas!!- Exclamo Annie molesta.
- El rincón lo odio, es muy aburrido!!!Y deja de llorar, a mi también me duele!!! Sos una bebe!!-
- Vos sos!!!- Protesto Annie y enseguida Stella les dio un tiron de oreja a las dos.
- Niñas, siguen peleando y las voy a llevar asi. Portensen bien. No quiero escuchar peleas.
- S-Si Madre Stella. – Dijeron ambas al unisono. Apenas volvió a su posición, Amy la miro a su hermana e imito a un bebe chupándose el dedo. La otra molesta le saco la lengua.
Alice, quien escuchaba en silencio la situación, se tapo la boca y se rio.
- Son como dos nenitas. – Dijo Jessica, molesta frente a tanta tontería. Amy volteo y estuvo a punto de decir algo hasta que su hermana le tomo su mano y puso rostro de preocupación. Ella luego de eso volteo y ambas se tranquilizaron. Finalmente llegaron al lavadero y Ortiz explico. Su voz se volvió mucho mas dulce, ya que Ortiz ama enseñar.
- Bueno chicas, aca tienen todo lo necesario para lavar su ropa. Deberan lavarla a mano claro esta. Hay jabon en barra, aromatizantes….
Pero Stella, continuo con sus ordenes militares.
- Poseen todo lo necesario para una higiene decente. No se tolerara ni una mancha a partir de la semana que viene, y ni un olor desagradable. Quienes hallan sido tan mimadas como para no saber lavar su propia ropa les conviene aprender rápidamente. ¿Esta claro jovencitas? –
- Si Madre Stella…- Respondieron todas obligadas. Todas menos Jessica y Mariela. Jessica no era del tipo de chica que diría “Si señora” “No señora” todo el dia. Y Mariela… estaba perdida en dibujos de las gemelas.
- MARIELA GOMEZ!!- Exclamo y la chica reacciono sobresaltada.
- SI SI? –
- Escucho ALGO de lo que dije?
La chica bajo la cabeza.
- Cintio y Gomez. Llamas o arrepentimiento. YA!
Mariela se alarmo ante la sentencia. Ella no había leído el folleto, pero recordó lo que la gemelas y Alice hicieron. Sin embargo tener que hacerlo era tan humillante.
- Que hice!- Protesto Cintio, poniendo sus manos en la cadera.
- Se te ordena responder diciendo “Si Madre Stella” igual que el resto de las alumnas.
- Por eso me van a castigar? Por eso?
- Si no queres hacerlo por tu cuenta, yo te obligo. – Sonrio maliciosamente Ortiz.
Cuando Amy vio que Stella ya llevaba contados 5 segundos con su mano, exclamo: Marie, Adopta la misma posición que nosotras. Sino te van a sacar el liston. Y si te sacan los dos te mandan al purgatorio y es horrible.
- Dejalas ir. Va a ser divertido verlas en mameluco y con el culo lleno de Marcas de varazos. – Contesto Alice.
-  Alice, Llamas o arrepentimiento.- Ordeno Ortiz. – No tenes permitido hablar de esa forma.-
Alice se encogio de hombros, y busco un rincón notando que incluso ahí había uno pintado de rojo y con un banquito. Camino hacia el, arrodillándose en la posición de castigo.
Mariela, al escuchar lo ultimo suspiro, y Jessica también.
- M….- Protesto Jessica, y ambas se apoyaron en sus rodillas, exponiendo sus traseros. Ortiz se acerco a Jessica, y Stella a Mariela.
Las gemelas observaron espantadas, como la lluvia de azotes caia sobre las colas de sus compañeras. Mariela se retorcia y gemia sin parar, con su cara roja como un tomate. A partir del azote 30, comenzó a lagrimear levemente por la bronca, el dolor y la humillación.
- Asi van a ser nuestros siguientes 6 años aca…-
- Y hoy es solo el primer dia…-
Jessica y Ortiz tenían su propia competencia. Ortiz estaba decidida en darle otra lección a Cintio. Pero la chica orgullosa, no quería soltar sonido. Decidida a mantenerse en su posición y no otorgarle el placer de verla llorar, logro soportar 20 azotes sin gritar como lo hacían las demás chicas. A partir de los 20, comenzaron los gemidos de dolor, y aun asi, pocas veces se flexiono. Ortiz, molesta, dio azotes especialmente fuertes y repetidos obligándola a flexionar sus rodillas y quejarse. Pero había un limite para estos, y finalmente Jessica resistio el castigo sin llorar ni gritar y en perfecta posición. Mariela, en cambio, volvió a la fila sobándose, limpiándose las lagrimas y muy adolorida, soltando pequeños gemidos y con la cara roja como un tomate por la vergüenza. Mientras esperaban que Kant vuelva de su rincón, a todas empezó a llamar la atención que Rhonda parecía no estar ahí. Ella apenas podía se alejaba unos pasos, pero siempre mantenía cerca.
- Lynd, recuerda algo de todo lo que dijimos?
- Si.
- Podria recordárselo a la clase?
Y la chica efectivamente pudo. Kant finalmente volvió a la fila, y continuaron caminando al siguiente lugar. Primero vieron las regaderas, los baños y luego caminaron hacia donde estaría el comedor, el salón de ocio, la biblioteca, y el purgatorio.
Mientras caminaban, Mariela avergonzada y adolorida, sentía su mente confusa y trastornada. Quienes leyeron posiblemente habran descubierto que Mariela sintió disfruto bastante ell ver a sus compañeras castigadas. E incluso ahora, continua espiando sus traseros entre cada salto y movimiento torpe de las jovencitas, y obsecionada con el color rojo que alcanza a verse levemente asomar por los calzones y que el jumper no alcanza a tapar. Le llamaba la atención como las gemelas rápidamente olvidaron lo sucedido y continuaban jugando entre ellas y peleando. Amy era muy saltarina, solia molestarla a su hermana, a veces la jalaba y le hacia cosquillas en sus peleas. Constantemente las monjas debían regañarlas, y Mariela se moria de ganas de verlas nuevamente recibiendo varazos. Todos estos movimientos torpes hacia que pudiera espiarlas constantemente.
A partir de esta informacion para cualquier lector seria lógico suponer que Mariela se encontraba en un paraíso, y que a pesar de sus lagrimas, disfruto enormemente el castigo que recién se le impartio. Pues déjeme decirle que no y ese es el gran conflicto emocional de Mariela. Lo sufrio igual que cualquier otra. Sintio el miedo terrible al ver a Stella contar. La bronca e impotencia de tener que exponerse. La vergüenza y humillación de la posición. El pavor mientras sentía la vara apoyarse en su cola. El intenso dolor de los azotes. La bronca de tener que mantener la posición, de sentirse obligada. El llanto, la vergüenza, el dolor, la bronca, la impotencia. Y las lagrimas.

Ahora caminaba humillada y adolorida. Recordaba todas esas emociones con disgusto y bronca. Pero sin embargo, mientras veía a las gemelas, y sus traseros rojos, imaginaba las emociones en ellas y sentía placer. “¿Cómo podía sentir algo tan horrible?” Pensaba. “Solo debe ser inspiración, solo debo querer dibujarlas… tengo que hacerlo cuando nadie me vea.”

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