- Por que te tardaste
tanto?
- Uffff…. Jessica me dio
muchos problemas.
- Me di cuenta, hubieras
dejado.
- Necesita respetarme.
Apenas salio Rhonda del vestidor, empezó a burlarse. Cuando la obligue a
entrar, y le di la orden de desnudarse me desafio. Le dije que si no lo hacia,
debería desnudarla yo y me dijo: “Y vos enana crees que podrias obligarme?”.
Entonces le di un fuerte tiron de oreja hacia la silla. Ella intento pegarme,
pero le doble el brazo como nos pegaron, con mi peso, me tire hacia la silla y
la hice perder el equilibrio, haciéndola caer en mis piernas. Luego use las
técnicas que nos enseñaron, trabe sus piernas, sus brazos, puse su trasero
desnudo, y le di una larga nalgueada. Cuando lloraba suplicando que pare,
finalmente lo hice, la desnude y la vesti como hiciste con Kant. – Presumio
Ortiz orgullosa. – Necesitaba darle una buena lección, sino nunca me
respetaría. Ahora anda enseñando sus nalgas rojas a sus compañeras. – Se burlo
Ortiz. Stella continuo con sus sospechas acerca de ella, pero ella se sintió
triunfante.
Ortiz no mintió en su
relato, realmente lo logro. Ella y Jessica debían medir lo mismo, pero por su
rostro angelical, y complexión corporal, Ortiz se ve mas pequeña de lo que es.
En ese momento Ortiz agradeció las horas de hacer pesas (que no comprendia por
que ella quería ser maestra, no físico culturista), de practicar como
inmovilizar en otk con sus compañeras y las veces que la inmovilizaron a ella
OTK. Ejercisios en los cuales debía resistirse con todas sus fuerzas, y
aprendia a tener la empatía suficiente como para predecir que movimientos haría
la alumna para poder escapar. Hasta agradeció los castigos que recibió en carne
propia y que la hicieron comprender la desesperación que sentío cintio ante el
dolor. Fue difícil poner rojo ese gran y carnoso trasero, pero lo logro, y
ahora seguramente debía estar aun sobándose.
Lo que no conto Ortiz, es
que apenas tubo a la chica sobre sus piernas, inmovilizada y le dio su primer
nalgada, ella repentinamente sintió una ola de adrenalina en su cuerpo que no
había sentido nunca. Hacerla patalear, y suplicar que su castigo termine, fue
una sensación que no imagino que iba a ser asi. Y quedaron grabadas en su
retina, las imágenes de como obligaba a Jessica a desnudarse, y a vestirla. Y
su rostro de humillación luego de haber sido nalgueada y obligada a cambiarse
al uniforme de saint francis. En ese momento deseo poder humillarla mas, pero
lamentablemente ya todas estaban lejos. Solo estaba Lind frente a la cual dijo:
Ya esta, cambiada a su uniforme y con sus nalgas calentitas. Pero Lind ni
siquiera reacciono. Estas imágenes se repetían una y otra vez en su cerebro,
mientras presumia orgullosa su hazaña de vuelta, sin que Stella se lo haya
pedido.
Mientras llegaban escucharon
chicas pelear. Stella abrió rápidamente la puerta y enseguida les grito la
orden.
Ante la orden, Amy que si
había leído el folleto inmediatamente estiro sus piernas dando la espalda a las
monjas, y apoyo sus manos en sus rodillas. Annie y Amy por ser gemelas tienen
una conexión empatica, no debio haber pasado ni un segundo y Annie ya estaba
imitando la posición de su hermana. Alice, sin embargo solo marcho al rincón y
se arrodillo en un banquito. Pronto las chicas escucharon oraciones en voz
baja, y la vieron apoyar sus brazos en una incomoda posición. Jessica dedujo
que debía elegir un castigo como sus compañeras. Pero por que?Que hizo?Por
pelear fue?Y hacer algo tan humillante?
- Pasaron 10 segundos. –
Dijo Stella y le saco un liston. Luego de eso, Ortiz y ella se pararon al lado
de las gemelas. Naturalmente una se veía mucho mas nerviosa que la otra y hasta
sus piernitas temblaban. El jumper en esa posición no tapaba su trasero del
todo, o mas bien tapaba la mitad. Pero sin embargo, ambas tomaron la decisión
de levantarselo al mismo tiempo. La razón era simple, sus colas eran muy pequeñas,
era difícil distinguir la unicacion del hueso de la cadera a simple vista.
Desde su posición, Mariela estaba punto de presenciar un castigo por primera
vez. Habia sentido muchos, pero nunca presenciado uno. Empezo sintiendo
indignación, mucha… pero…
PAF!!!
Mariela observo como las
monjas, dieron el primer azote a la cola de las gemelas, con una vara
correctiva. Apenas alcanzaba a ver, que ambas varas llevaban un verso de la
biblia inscripto en ellas. Las chicas al sentir el primer azote, saltaron y
tomaron sus colas al unisono.
- AYYYYY ESO DUELE MUCHO-
Gritaron ambas al mismo tiempo.
- Chicas vuelven a su
posición ya mismo. –
Mariela pudo ver
perfectamente como ambas, llenas de vergüenza y coraje volvían a su posición.
Distinguio (gracias a sus calzones) que quien estaba nerviosa, muerta de miedo
y con voz llorosa era Annie. En cambio a Amy, alcanzaba a ver entre sus
piernas, su rostro lleno de enojo, su cara roja, y como apretaba los dientes
esperando el próximo azote mientras sus trenzas colgaban hasta el piso. Ambas
colitas, al mismo tiempo, empezaron a mostrar una marca de irritación que el
calzon de algodón apenas alcanzaba a tapar, a pesar de sus dimensiones.
Ortiz sintió que la
reacción de las niñas fue exagerada en cuanto al azote. El primero le informaron
que debía ser fuerte, para llamar la atención de las jovencitas. Pero la
sorprendio mucho la reacción y debía si o si darles 20, ahora que eligieron
llamas. Luego de haber tenido que usar toda su fuerza para someterla a Jessica,
darle una buena lección y cambiarla al uniforme reglamentario, ahora parecía
que iba a tener que regular mucho su fuerza si no quería lastimarla. A su vez,
empezó a sentir que el instrumento de madera le sobraba. Las gemelas eran como
dos muñecas, seria muchísimo mas fácil que cada una alzara una gemela y la
nalgueara en sus piernas como las niñas que son. Pero la directora es muy
estructurada y solo le permite castigarlas de esa manera. Apoyo su mano en la
espalda de la jovencita, y noto su respiración agitada y como la chica
temblaba. Leyo en su calzon que la que le toco era Annie. Stella, luego de eso,
empezó a darle rapidos y cortos azotes con la vara a Amy, quien se retorcia del
dolor y gemia. Al instante que Stella lo hizo, ella hizo lo mismo, y enseguida
noto que su niña comenzó a llorar desconsoladamente. La sensación fue extraña,
le dio tristeza, pero no podía dar un castigo menos fuerte que su compañera,
debían castigarlas a todas por igual. Sin embargo, verla llorar, verlas
intentar mantener su posición a pesar del dolor y el coraje, y luego, verlas a
ambas dar otro salto, tomar sus nalgas, y llorar al unisono: “Perdon, no lo
volvemos a hacer!!” hizo que otra vez sintiera una ola de adrenalina.
- Si no se quedan quietas,
empezaremos de vuelta!!
- P-Perdon…- Dijeron ambas,
y débilmente volvieron a su posición. Ortiz sonrio por dentro, y calculando
mejor la fuerza, comenzó a tostar la cola de la chica que le toco castigar.
“Parece que están acostumbradas a ser castigadas juntas… reaccionan igual y al
mismo tiempo” Penso.
Repartio las nalgadas por
toda la cola, exceptuando los muslos, hasta que al final le dio el máximo de 5
permitidos en ellos. Annie sollozo y se retorcio del dolor al sentirlos, y cuando
las soltaron, ambas dieron varios saltos en su lugar tomando sus traseros,
hasta que finalmente Annie abrazo a Amy y lloro en su pecho.
- Dueleeeeeee…- Sollozo
Annie.
- Ahora no llores todo el
dia…- Protesto Amy, abrazándola contra su pecho y mimando su espalda.
- Chicas, paradas las 3 ,
una al lado de la otra. Kant, tu escucha lo que dire desde el rincón.
Las gemelas obedecieron.
Annie, continuaba sobando sus ojos con una mano mientras que con la otra sobaba
su cola. Amy, sobaba su cola con ambas manos, tenia sus ojos llenos de
lagrimas, pero intentaba no llorar, y la cara roja del coraje. Jessica se
encontraba confundida, y no sabia por que no la habían castigado.
- No pienso permitir que
aca se peleen. Esperen mucho mas castigos en caso de que esta actitud continue.
Van a vivir juntas, asi que deberán convivir en paz. Y voy a repetir estos
castigos hasta que finalmente lo hagan. Entendieron?
- S-Si madre Stella….-
Dijeron Annie y Amy al unisono. Annie bajo su cabeza arrepentida mientras que
Amy desvio la mirada molesta.
- Las chicas en el rincón
también deben responder.
- Si Madre Stella.- Dijo
Alice poniéndose de pie, y uniéndose al resto de las chicas. Sus rodillas
qudaron rosadas luego de tanto tiempo arrodillada. La mirada se fijo en Jessica
y Stella amenazo.
- Cintio, ya perdiste tu
liston, queres perder el otro?
Amy la miro a Cintio y
negó varias veces con su cabeza. Cintio resignada respondio: No Madre stella.
Perdon.
- Muy bien. Todas vengan
aquí, las quiero en grupos de 3.
Las gemelas y Kant ya
estaban en un grupo de 3, por ende las restantes solo se pararon detrás de
ellas.
- Comenzaremos por aclarar
algunos temas que necesitaran tener en cuenta si quieren salvar sus traseros. –
Dijo Ortiz bromeando.
“Que dice…” Penso Stella y ella continuo.
- Se pretende que todos
sus uniformes se usen de forma impecable. El uso incorrecto de uniforme es
motivo de castigo. Tambien lo es la falta de higiene, y de orden personal. Cada
alumna deberá lavar diariamente sus calzones y usar el correspondiente. La
próxima semana se les dara otra muda de uniformes, por lo cual deberán lavar
los que usaron la anterior semana. Repito, la falta de higiene es motivo de
castigo y la chequeare constantemente. Las habitaciones serán limpiadas por
ustedes. Si no esta limpia, todas serán castigadas. Si su armario o cama esta
desordenada, serán castigadas. El horario de desayuno es 5 a 7 y se espera que
TODAS desayunen. Las cocineras toman nota de cada alumna que va a desayunar o a
comer y anotan los nombres en una lista. Por ende quien no se presente puede
esperar también ser castigada. Cualquier tipo de falta de respeto será motivo
de castigo y hasta se les podrá retirar un liston por eso. Si una alumna sintie
la urgente necesidad de interrumpir mientras alguna de nosotras hablamos deberá
levantar su mano y esperar a que se le de permiso. Si…………–
Mientras Stella daba
ordenes constantes, las chicas esperaban impacientes. Las gemelas intentaban
recordar todas las ordenes ya que ya sintieron en carne propia lo que pasa al
no hacerlo. La mente de Mariela, y en especial su mirada, estaban fijos en los
muslos rojos de las gemelas.
Se sentía indignada de que
compañeras suyas hallan pasado por tal humillación y tanto dolor. La indignaba
y asustaba pensar también, que siendo ella otra alumna mas, podría pasar por lo
mismo si no cumplia las numerosas ordenes. Y sin embargo, se moria de ganas de
dibujarlas. Su mente se perdia de la conversación y se dirigía repetidamente a
las numerosas escenas que quedaron grabadas en su cabeza. Como se retorcían
ante el dolor en su cola, la forma en como saltaban y tomaban sus traseros, y
como Annie sollozo en el pecho de su hermana.
- Bueno, como tenemos
tiempo libre antes de la primer clase, daremos un tour por el Internado asi
empiezan a sentirse en casa si?- Dijo Ortiz, intentando ser mas amigable. Luego
de la eterna lista de reglas que las chicas escucharon y tienen que seguir,
ninguna se sintió mas amigable. En especial Mariela que parecía perdida en su
mundo.
- Mariela!! Escuchaste?-
Dijo mientras todas hacían fila para salir.
- S-Si..- respondio e
intento seguirlas. Aprovecho y camino detrás de las gemelas.
Mientras caminaban,
Mariela las seguía de atrás y su mirada continuaba perdida. Ambas caminaban
incomodas, y mientras se sobaban por debajo de su jumper, se podían ver sus
calzones y sus colas rojas. En especial a Amy que se sobaba con ambas manos. No
pasaron 2 minutos desde que salieron, y ya comenzaron sus peleas.
- No podíamos dejar que
nos quiten los listones? – Protesto Annie mientras intentaba sacarse las
lagrimas que le quedaban. Al fin dejo de llorar, pero quedo muy adolorida.
- Yo si lei el folleto,
creeme que fue la mejor opción.- Aclaro Amy, comenzando a molestarse.
- Pero… por que alguien…
en su sano juicio… si podía elegir rincón… eligio nalgadas!!- Exclamo Annie
molesta.
- El rincón lo odio, es
muy aburrido!!!Y deja de llorar, a mi también me duele!!! Sos una bebe!!-
- Vos sos!!!- Protesto
Annie y enseguida Stella les dio un tiron de oreja a las dos.
- Niñas, siguen peleando y
las voy a llevar asi. Portensen bien. No quiero escuchar peleas.
- S-Si Madre Stella. –
Dijeron ambas al unisono. Apenas volvió a su posición, Amy la miro a su hermana
e imito a un bebe chupándose el dedo. La otra molesta le saco la lengua.
Alice, quien escuchaba en
silencio la situación, se tapo la boca y se rio.
- Son como dos nenitas. –
Dijo Jessica, molesta frente a tanta tontería. Amy volteo y estuvo a punto de
decir algo hasta que su hermana le tomo su mano y puso rostro de preocupación.
Ella luego de eso volteo y ambas se tranquilizaron. Finalmente llegaron al
lavadero y Ortiz explico. Su voz se volvió mucho mas dulce, ya que Ortiz ama
enseñar.
- Bueno chicas, aca tienen
todo lo necesario para lavar su ropa. Deberan lavarla a mano claro esta. Hay
jabon en barra, aromatizantes….
Pero Stella, continuo con
sus ordenes militares.
- Poseen todo lo necesario
para una higiene decente. No se tolerara ni una mancha a partir de la semana
que viene, y ni un olor desagradable. Quienes hallan sido tan mimadas como para
no saber lavar su propia ropa les conviene aprender rápidamente. ¿Esta claro
jovencitas? –
- Si Madre Stella…-
Respondieron todas obligadas. Todas menos Jessica y Mariela. Jessica no era del
tipo de chica que diría “Si señora” “No señora” todo el dia. Y Mariela… estaba
perdida en dibujos de las gemelas.
- MARIELA GOMEZ!!- Exclamo
y la chica reacciono sobresaltada.
- SI SI? –
- Escucho ALGO de lo que
dije?
La chica bajo la cabeza.
- Cintio y Gomez. Llamas o
arrepentimiento. YA!
Mariela se alarmo ante la
sentencia. Ella no había leído el folleto, pero recordó lo que la gemelas y
Alice hicieron. Sin embargo tener que hacerlo era tan humillante.
- Que hice!- Protesto
Cintio, poniendo sus manos en la cadera.
- Se te ordena responder
diciendo “Si Madre Stella” igual que el resto de las alumnas.
- Por eso me van a
castigar? Por eso?
- Si no queres hacerlo por
tu cuenta, yo te obligo. – Sonrio maliciosamente Ortiz.
Cuando Amy vio que Stella
ya llevaba contados 5 segundos con su mano, exclamo: Marie, Adopta la misma
posición que nosotras. Sino te van a sacar el liston. Y si te sacan los dos te
mandan al purgatorio y es horrible.
- Dejalas ir. Va a ser
divertido verlas en mameluco y con el culo lleno de Marcas de varazos. –
Contesto Alice.
- Alice, Llamas o arrepentimiento.- Ordeno
Ortiz. – No tenes permitido hablar de esa forma.-
Alice se encogio de
hombros, y busco un rincón notando que incluso ahí había uno pintado de rojo y
con un banquito. Camino hacia el, arrodillándose en la posición de castigo.
Mariela, al escuchar lo
ultimo suspiro, y Jessica también.
- M….- Protesto Jessica, y
ambas se apoyaron en sus rodillas, exponiendo sus traseros. Ortiz se acerco a
Jessica, y Stella a Mariela.
Las gemelas observaron
espantadas, como la lluvia de azotes caia sobre las colas de sus compañeras.
Mariela se retorcia y gemia sin parar, con su cara roja como un tomate. A
partir del azote 30, comenzó a lagrimear levemente por la bronca, el dolor y la
humillación.
- Asi van a ser nuestros
siguientes 6 años aca…-
- Y hoy es solo el primer
dia…-
Jessica y Ortiz tenían su
propia competencia. Ortiz estaba decidida en darle otra lección a Cintio. Pero
la chica orgullosa, no quería soltar sonido. Decidida a mantenerse en su
posición y no otorgarle el placer de verla llorar, logro soportar 20 azotes sin
gritar como lo hacían las demás chicas. A partir de los 20, comenzaron los
gemidos de dolor, y aun asi, pocas veces se flexiono. Ortiz, molesta, dio
azotes especialmente fuertes y repetidos obligándola a flexionar sus rodillas y
quejarse. Pero había un limite para estos, y finalmente Jessica resistio el
castigo sin llorar ni gritar y en perfecta posición. Mariela, en cambio, volvió
a la fila sobándose, limpiándose las lagrimas y muy adolorida, soltando
pequeños gemidos y con la cara roja como un tomate por la vergüenza. Mientras
esperaban que Kant vuelva de su rincón, a todas empezó a llamar la atención que
Rhonda parecía no estar ahí. Ella apenas podía se alejaba unos pasos, pero
siempre mantenía cerca.
- Lynd, recuerda algo de todo
lo que dijimos?
- Si.
- Podria recordárselo a la
clase?
Y la chica efectivamente
pudo. Kant finalmente volvió a la fila, y continuaron caminando al siguiente
lugar. Primero vieron las regaderas, los baños y luego caminaron hacia donde
estaría el comedor, el salón de ocio, la biblioteca, y el purgatorio.
Mientras caminaban,
Mariela avergonzada y adolorida, sentía su mente confusa y trastornada. Quienes
leyeron posiblemente habran descubierto que Mariela sintió disfruto bastante
ell ver a sus compañeras castigadas. E incluso ahora, continua espiando sus
traseros entre cada salto y movimiento torpe de las jovencitas, y obsecionada
con el color rojo que alcanza a verse levemente asomar por los calzones y que
el jumper no alcanza a tapar. Le llamaba la atención como las gemelas
rápidamente olvidaron lo sucedido y continuaban jugando entre ellas y peleando.
Amy era muy saltarina, solia molestarla a su hermana, a veces la jalaba y le
hacia cosquillas en sus peleas. Constantemente las monjas debían regañarlas, y Mariela
se moria de ganas de verlas nuevamente recibiendo varazos. Todos estos
movimientos torpes hacia que pudiera espiarlas constantemente.
A partir de esta
informacion para cualquier lector seria lógico suponer que Mariela se
encontraba en un paraíso, y que a pesar de sus lagrimas, disfruto enormemente
el castigo que recién se le impartio. Pues déjeme decirle que no y ese es el
gran conflicto emocional de Mariela. Lo sufrio igual que cualquier otra. Sintio
el miedo terrible al ver a Stella contar. La bronca e impotencia de tener que
exponerse. La vergüenza y humillación de la posición. El pavor mientras sentía
la vara apoyarse en su cola. El intenso dolor de los azotes. La bronca de tener
que mantener la posición, de sentirse obligada. El llanto, la vergüenza, el
dolor, la bronca, la impotencia. Y las lagrimas.
Ahora caminaba humillada y
adolorida. Recordaba todas esas emociones con disgusto y bronca. Pero sin
embargo, mientras veía a las gemelas, y sus traseros rojos, imaginaba las
emociones en ellas y sentía placer. “¿Cómo podía sentir algo tan horrible?”
Pensaba. “Solo debe ser inspiración, solo debo querer dibujarlas… tengo que
hacerlo cuando nadie me vea.”
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ResponderEliminarVa bien ��. FM
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