Alice apenas salio de dar el examen fue a
la sala de ocio y consulto en el centro de intercambio de puntos los “precios”.
Luego aprovecho y dio varias vueltas tranquilamente al internado, intentando
enterarse de todos los chismes .
Saco de su bolsillo la biblia que había
tomado en su habitacion. A todas les entregaron una, la cual esta en sus
armarios. Le tomo mucho tiempo superar la frustración de haber sido inscripta
aquí. Luego de los numerosos exámenes al inscribirse, la toma de medidas y las
suplicas fallidas a su padre, Alice Kant leyó cuidadosamente el folleto.
Aterrada demoro unos días en salir de su depresión. Mas suplicas no
convencieron a sus padres de cambiar de opinión. En especial a su padre,
inscribirla era la única forma de tapar este escandalo de venta de drogas.
Resignada, leyó el folleto repetidas veces y se preparo esa semana para tomar
medidas que le faciliten estar en ese internado.
En realidad su familia ni su escuela eran
muy religiosas. Para nada. Pero se aseguro de memorizar algunas oraciones antes
de venir, en especial las del rosario, para hacer los castigos los mas
llevaderos. El castigo continuaba siendo un castigo, era un poco menos vergonzoso
que las nalgadas, pero largo y la volvia el centro de atención. Al menos, sabia
que terminaría apenas reze a la perfeccion las oraciones, y no se prolongaría
por olvidarselas mientras lo hacia. Sabia que la indignaría tener que obedecer
sin chistar un castigo tan humillante, y eso afectaría su memoria.
Sus padres nunca la nalguearon, cosa que
era muy común en esa época. Le daba miedo ver a sus compañeras ser azotadas a
cada rato y sabia que resistir los 20 azotes le costaría mucho en un principio.
Pero también sabia que eventualmente debería hacerlo. Era mejor concentrarse en
soportar el dolor, dejar de lado la vergüenza, el miedo y todos esos
sentimientos que no le servían. Mientras mas pudiera seguirle la corriente a
sus tutoras, mas beneficios tendría y mas podría ocuparse a sus propias cosas.
Por eso, se forzó a intentar leer la biblia, sabia que le daría muchos puntos
en un internado tan religioso como el Saint Francis. Fue, en un principio parte
de su plan, llevarla todo el tiempo consigo. Afortunadamente, la blusa de
marinera tiene un bolsillo en donde puede guardar cosas, al igual que el
jumper.
Ahora, con su uniforme puesto, finalmente
había asumido ser una alumna mas y tenia una idea mas clara de lo que serian
sus siguientes 6 años. Dejando de lado, todo signo de depresión, decidio dar un
paso adelante y poner en marcha un plan. El internado era como una pecera. El
permiso para salir sin monjas cuidándote, y con ropa normal, por un dia era de
como 10mil puntos aproximadamente. Por ende, el mundo entero de las internadas
estaba regido por el gran predio del internado. Ella seria la reina aquí, al
igual que en el anterior colegio, y dado que las chicas no conocerán nada mas
en 6 años, también será una diosa.
Tomo su biblia y comenzó a hacer
anotaciones en un código que invento mientras se preparaba para ser internada.
Quienes lean la biblia pensarían que solo hay anotaciones de proverbios y
versículos, sin embargo era un meticuloso código con el cual podría describir
sus compañeras, tutoras, y detalles que no podían estar a la vista.
“Creo que 4 de cada 10 chicas usamos este
uniforme de novata. Cuando hay una con el de novata al lado de una de ocio,
definitivamente se ve mucho mas infantil.” Penso nuevamente.
“Hay monjas que usan un uniforme gris, en
vez del celeste que usan nuestas tutoras. Creo que solo supervisan los
pasillos”. Continuo razonando. Apreto los dientes sintiendo el dolor en su
propia cola mientras veía como azotaban a una. “Parece que también pueden
castigarnos”. Penso y vio que luego de hacerlo, sacaba de su botarga una
libreta y anota algo en su lapizera mientras la chica se retiraba sobándose. “Y
por lo visto, informan de lo sucedido a nuestras tutoras.” Continuo pensando.
En otra ocasión, vio lo que parecía un gesto aprobatorio, y que otra vez
anotaba algo. “Y también nos dan puntos…. Eso podría ser una gran ventaja.”
Continuo. Intento salir, pero no se lo permitieron debido a que no tenia
uniforme de ocio. Molesta, fue a la biblioteca e intento comprar una agenda.
“Puntos” Protesto llendose con las manos vacias. “Son necesarios para todo…”
Mientras continuaba caminando, noto que se
habían hecho las 6. En los pasillos se dio cuenta que se había vuelto una
caceria de brujas. Vio un par de chicas sin listones que caminaban nerviosas y
asustadas. Cuando una monja la veía, violentamente se las llevaba. Sintio el
ambiente cambiar abruptamente, y se sintió repentinamente ignorada. Las monjas
solo se concentraban en llevar a quienes no tuvieran listones al purgatorio. No
importaba la edad o el uniforme, chica vista sin listones era llevada de la
oreja. Pero quienes no eran totalmente ignoradas. Alice hasta vio unas
discutiendo muy acaloradamente. Normalmente ambas serian castigadas ya que las
monjas buscan cualquier excusa para hacerlo. Ahora las ignoraban. Alice paso
por el purgatorio y sintió que tanta diferencia con la cárcel juvenil que le
toco a sus colegas no había.
Una larga cola de chicas nerviosas y
asustadas, esperaban junto a la puerta. Todas tenían cara de terror, y eran
vigiladas por monjas en uniforme en gris, vara en mano. El ambiente se sentía lúgubre
a tal punto que Alice prefirió alejarse y opto por ir a su habitacion. Se
acerco al único espejo de la habitacion y con su cepillo espejo intento verse
mejor. Lo intento varias veces hasta que concluyo que era imposible verse bien.
Al menos sin ganarse una nalgueada.
Alice continuaba viéndose al espejo. La
habitacion de las chicas tenia 5 camas gemelas. Y era pensada para 20 alumnas.
Pero, solo había 6. Las camas gemelas, estaban separadas por una pasillo en
grupo de 2, hasta una ventana al final.
Por una cuestión de comodidad las chicas estaban asignadas a las camas y
armarios mas cercanos a la puerta.
La cama de Alice, era la mas cercana a la
puerta, y debido a una gran casualidad, justo del lado de donde se abria la
puerta. Compartia cama con Jessica cintio, quien se acostaba arriba. Del otro
lado del pasillo, compartían cama las gemelas, y detrás de ellas, Jessica y
Mariela. Mariela en la cama de abajo, y Rhonda en la de arriba. Esa ubicación
fue la que genero, que Mariela, al entrar hecha una zomby no halla notado que
Alice también estaba en la habitacion. Enseguida tomo su carpeta de dibujos y
en un estado de posecion empezó a dibujar. Alice sintió la corazonada, de que
debía saber que dibujaba. Era una oportunidad única. Sentia en ella una desesperación
de hacerlo, como una gran excitación. Como si fuera algo muy importante. Era
muy difícil definirlo.
Disimuladamente se acerco como una
serpiente, a escondidas y espio el dibujo apenas este comenzó a tomar forma.
“Desde que la vi supe que era rara….”
Pensó. Aun no se distinguia bien. Era un dibujo de dos chicas. Una se tomaba la
cola luego de un azote con una vara, mientras la otra esperaba nerviosa su
turno con las manos en sus rodillas. Inmediatamente, huyo de la habitacion sin
que Mariela se diera cuenta.
“No pasaron 12 horas, y ya se un secreto
bochornoso. “ Penso Alice contenta. Pronto la tendría comiendo de su mano. Solo
necesitaba una razón para querer hacerlo.
Mariela pasaba su propio proceso al igual
que el resto de las chicas. En el fondo no podia creer que tuviera que pasar
por esto. Solo por intentar suicidarse… 2 veces… Recordaba la explicación de
sus padres indignada. “Es lo mejor para ti, creenos”. “COMO PUEDE SER LO MEJOR
PARA MI SER ENCERRADA AQUÍ!!” Pero en realidad, Mariela nunca tubo amigos… no
había nadie a quien quisiera extrañar. Y posiblemente ahora tampoco lo habría.
Continuaria sola. Tampoco tenía ningún otro talento particular. Solo sabia
dibujar, y era lo único que la entretenia. Las dos chicas del boceto,
comenzaban a tomar forma. La silueta comenzó a tomar forma, en especial el
trasero que ya tenia perfecto detalle, hasta se veía el nombre en los calzones
de ambas. Eran las gemelas hastur. Mariela expreso todos los horribles
sentimientos que sintió en carne propia. Era… regularmente castigada por sus
padres en su casa. Pero nunca se vio en una situación asi, de tener que adoptar
una posición para facilitar su castigo por una simple orden, y que su corazón
le pidiera a gritos que lo haga. A tal punto que se tubo que tragar su orgullo,
obedecer, y soportar mientras sus compañeras observaban, los azotes que
parecían nunca terminar. Que la hayan escuchado suplicar era lo peor. Pero a su
vez, también expreso lo que vio, las veces que sus compañeras fueron
castigadas. En especial las gemelas, que se estaban volviendo una obsecion para
ella. Todo esto, ponía sus mejillas al rojo vivo y la llenaba de excitación.
Sentia fuertes e incomprendibles deseos de masturbarse. ¡¡¿¿Pero aquí??!! ¿Y
por que? ¿Pensando en que?
Annie y Amy, correteaban por los pasillos
como las niñas que aun eran. Su empatía les permitia sentir el profundo dolor y
tristeza en la otra. Sabian que luego de recorrer el mundo en los viajes de
negocios de sus padres, lo único que conocerían los siguientes 6 años serian
estos viejos pasillos.
De vez en cuando, alguna monja las regañaba
y les decia que no corran. Ellas caminaban por unos minutos, y luego seguían
con sus juegos y corridas. Pero pronto, Annie comenzó solamente a caminar. -
¿Qué pasa? Te dejare atrás. – .Enseguida Annie se limpio una lagrima.
- Vas a llorar bebita?- Bromeo Amy haciéndole cosquillas a su hermana
llorona. Ella siempre llora por todo. Pero esta vez no se rio, y eso le
demostró que eran lagrimas reales. Por reales no me refiero a que Annie las
finja, solo que las usa como relajación al igual que una niña apenas siente
algo malo. Nunca intento aprender a no llorar para no pasar vergüenza. Esto es
un buen ejemplo de lo malcriadas que estaban por sus padres ambas niñas.
- No llores… me vas a hacer llorar a mi…-
Suspiro Amy. La abrazo y Annie lloro en su pecho. Amy también lloro.
– Nos…abandonaron aquí… tan mal nos
portamos?-
- Eso fue mi culpa…- Suspiro Amy.
- No, fue la mia. Yo soy quien.
- No…- dijo
amy. Luego negó fuertemente con la cabeza, se limpio las lagrimas e
insistió.
- Ya!! Todo saldrá bien. ¡¡Y veras que aquí
también podemos divertirnos!!
- Tengo mucho miedo… Papi y mami nos
castigaban… pero nunca asi….-
- Ummm… ellos nalgueaban mas fuerte. –
recordó Amy sobándose.
- En serio? -
- Si…. En serio…. No lo recuerdas?-
Insistio Amy. Annie negó con la cabeza.
- Ay Annie. Tu por que solo lloras. ¿No
contaste cuantos azotes fueron?
Annie negó de vuelta.
- Pues las 20 veces fueron 20. Y …. Mejor
lee el folleto. Papa y mama nunca se conformaban con 20 azotes.
- Pero no usaban una regla horrible.
- Pero nunca se conformaban con solo 20!!
Tu lee el folleto. – Dijo.
- Creo… que si debería leerlo.
- Tara… Pues aquí esta!- Dijo Amy sacándolo
de su bolsillo.
- Lo guardaste?
- Se que una
hermanita floja que tengo, no lo iba a leer hasta que sienta que es muy
necesario. Y mas cosas que guardar en los bolsillos no tengo. Vamos a la sala
de Ocio. Se veía entretenida.-
mas
ResponderEliminarPorque todas las palabras que terminan en "osos" pusiste que twrminan en "conejitos"? xD
ResponderEliminarFuuuuuuuuuuuuck, gracias por avisarme de ese error.
EliminarDe nada, pensaba que era algun codigo o que significaba algo especial
EliminarDe nada, pensaba que era algun codigo o que significaba algo especial xD
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