Capitulo Dos.
Mientras caminaba por el pasillo apurada a la oficina de la
directora, vi las famosas chicas aparecer. Da susto verlas tan repentinamente
de la nada, pero solo eran dos niñas, asi que las ignore. Habia algo que me
tenia muchísimo mas asustada, el castigo que me esperaba. Me sente en el banco,
era la ultima de la fila. Las otras chicas esperaban tranquilamente, como si
fuera rutina para ellas. Yo, sintiendo el ardor de mis pompis contra el banco,
me sentía muy nerviosa….. Ya habían pasado 3 meses, pero la verdad no sabria
decir si paso un dia o un año. Con tanta disciplina, te obligan a ser un robot
o un androide con la cola roja. Es tu única opción, dedicarte constantemente a
los estudios o ser castigada. Con el tiempo las clases, igual, se pasaron
rápido. Soy muy inteligente, asi que no me costaba prestar atención. A
diferencia de otras chicas, que vivian portándose mal y siendo castigadas con
la regla. De todas formas, y como me dijo mi compañera de habitación (llamada
Paula)… la directora me tiene como hobbie. Mientras escuchaba los gritos de
quien estaba siendo castigada, recordaba las palabras de Paula “Te dije que te
iba a tomar como hobbie, siendo tan aplicada y con esa cara de nena, seguro le
das morbo a esa vieja asquerosa”. Algunas de las chicas que estaban junto a mi,
esperando su turno, eran ya conocidas para mi. Nada detenia su comportamiento,
vivian portándose mal, y vivian siendo enviadas con la directora. Ellas se
mostraban muy tranquilas, sin embargo yo estaba aterrada. De a poco llego mi
turno.
Era rutina… una rutina quew odiaba. Camine hacia al lado de
ella, y dije: “por favor edúqueme como corresponde” luego me recosté sobre sus
piernas, cerrando los ojos. A la directore le encanta tomarse su tiempo. Aunque
sea solo por llegadas tarde. Comenzo a nalguearme fuertemente durante un largo
tiempo. Luego de eso, me hizo pararme y tomo la paleta.
Obviamente quería portestar… pero solo alimentaria su
sadismo, intentando mantener la compostura, obedeci, pero el primer azote me
hizo llorar, y perder toda mi compostura.
-
Asi que te abusaste de un hombre en su casa
junto a sus amigos?- ME dijo la maldita.
Yo continuaba llorando por el dolor del
ukltimo azote, intentando no quebrar, le gustaba obligarte a mantener fija tu
concentración en el castigo. Hubiera sido maas fácil llorar desconsoladamente y
solo recibir los azotes, pero debía contarlos y sino, retomaba desde el
principio. Una vez lo hizo y no pude sentarme en una semana.
Respirando agitada, me prepare para el
siguiente azote y sentí la fuerza de la paleta impactar mis nalgas.
-AYYYYYYYYY 10 señora!!!!- Grite sin
querer, intentando no patalear ni moverme, pero sin excito.
Luego sentí su horrible mano en mi espalda.
-Mira vos- Dijo la vieja maldita- Antes
eras una delincuente, y ahora? Una correcta señorita siendo debidamente
re-educada. Podes pararte- Concluyo.
Me pare muy adoloridamente intentando
acomodar mi uniforme. A pesar de los 3 meses de estúpida disiciplina, aun me
costaba recuperarme. Suspirando dije:
Muchas gracias por educarme, intentare mejorar….
-100 veces “no debo llegar tarde” y podes
retirarte.- Dijo ella
- Si señora- Respondi resignada a través de
mis lagrimas, y me sente en uno de los pupitres a hacer mis líneas.
A pesar del dolor, debía apresurarme en
terminarlas. Era la ultima que iba a ser castigada y no tenia mucho tiempo, la
clase pronto comenzaría. Mientras repetía una y otra vez la tonta frase en mi
mente, y mientras maldecía a la vieja sadica de la directora y haber sido
enviada a ese lugar… también pensaba como iba a hacer para evitar llegar
tarde. Un poco me preguntaba como podía ser
tan horrible esa señora, pero cuando recordaba lo mal que se comportaban mis
compañeras…. Supongo que es la única ofrma de controlarlas. Ellas se toman
estos castigos como una broma.
La directora tubo que retirarse, y al igual
que hizo Paula el primer dia de clases, me pare un poco y frote mi pobre colita
mientras continuaba mis líneas. No tenia tiempo para parar y solamente frotarme
la cola, era terrible. Cuando ya alivie el dolor lo suficiente, me volvi a
sentar por miedo a que me descubra. Hasta ahora nunca me descubrió haciéndolo,
pero no quiero imaginar que pasaría si lo hace.
Antes de volver a enfocar solamente mi
atención a terminar la tarea, observe la dirección de reojo y me pegue otro
gran susto. Las niñas se encontraban ahí… como si estuvieran sentadas en un
pupitre. Me dio muchísimo miedo, no entendía que eran o que buscaban. Sin
embargo, no tenia tiempo, debía terminar las líneas rápido, quería tener tiempo
al menos para poder llegar al baño y lavarme la cara antes de clases.
Finalmente volvió la directora y yo ya había terminado mis líneas. Note que las
niñas extrañas ya habían desaparecido. Mejor pensé… LA directora me permitió
irme, y yo puede lavarme la cara y llegar temprano a clases.
Mi vida parecía estar condenada a solamente
eso, estudiar y ser castigada. Pero ese mismo dia…
Ya se había hecho de noche, y yo ya estaba
con mi pijama puesto. A las 10, cortaban la luz, asi que era conveniente
ponerse el pijama antes. Las puertas de la habitación, no se si ya lo mencione,
eran corredizas. Asi que si, 0 privacidad. Yo estoy intentando dormirme pero no
podía, no podía concentrarme debido a como me dolia la cola. No sabia que hora
podían ser, creo que me quede dormida, pero la verdad no me acuerdo. Mis ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad,
y mis pensamientos giraban en mi cabeza. Mi vida parecía estar condenada a
solamente eso, estudiar y ser castigada. Pero de repente la veo a Paula llegar.
Conociendola, no me extrañaría que se vuelva a meter en problemas. Y que haya visitado algún dormitorio a esta
hora. No sabia que hora era. Pero lo que me extraño, fue verla con su uniforme.
-
P-Paula?- Le pregunte.
-
Shhhhhhhh- Se quejo. Luego se acosto de forma
torpe al lado mio. –No hables nenita, vos sos muy chiquita para cosas de
grandes- Dijo ella. Por su forma de hablar era obvio que estaba ebria. Y bueno,
también por su botella de wodka.
-
Que haces con eso aca?- Dije en voz baja.
-
Shhhh, intento escapar un poco, del mundo
fascista en el que nos atraparon. Yo antes era una artista, mira como estoy
atrapada aca, paresco una boba. Hablando todo el dia acerca de números, esas
cositas estúpidas que ni siquiera existen!- protesto paula. Y para mi, no
estaba solamente ebria…
-
Por que estas usando tu uniforme?- pregunte.
Se metió adentro de las sabanas…
si… al lado mio. Y dijo: No hagas tantas preguntas.
-
No me voy a meter en problemas por tu culpa- Le
dije.
-
Mira, yo mañana me levanto un poco tarde, sin
desayunar, sin nada, ya tengo el uniforme listo. Y si me castigan es por
desprolija. La botella la escondi, no la van a encontrar.- Se quejo ella.
-
Pero… por que fuiste a ese dormitorio vestida
con tu uniforme- Pregunte. – No es mas fácil ir con tu pijama, y si te
encuentran, estabas perdida?- Pregunte.
-
No hagas tantas preguntas y dormi. – Me dijo.
-
Si no me decis por que, cuento lo que hiciste.-
La amenaze.
-
Artghhh Mañana te llevo, pero cállate- Protesto.
Y luego se durmió.
Yo pude conciliar el sueño, no se como.
Pero muy poco tiempo. A las pocas horas vino la enfermera. Ellas de vez en
cuando pasaban por las habitaciones para ver si había algún problema…. Y
solucionarlo. Yo pude levantarme a tiempo después de todo. Esa clase fue
difícil, entre el sueño y el ardor. Sin embargo a Paula no la vi en una semana.
Supongo que se habran enterado de lo que hice. Cuando la vi de vuelta, parecía
un robot, y hacia muchos gestos mientras se sentaba, firmemente en la silla,
mientras hacia su tarea. Estubo asi, una semana mas…. Hasta que una tarde,
dijo:
-
A la 1, tenes que levantarte y ponerte tu
uniforme si queres acompañarme.-
-
Pero, por que?- pregunte.
-
Por que el es un pajero, y le gusta vernos asi.
Igual es el único proveedor que conocemos. Las chicas mas peligrosas de aca, tienen
como 3 o 4 proveedores. Pero bueno, nuestro grupo solo pudo conocer a este….-
Me explico.
-
Proveedores? De que?- Le pregunte.
-
Adivina tonta…- Me dijo como sorprendida por mi
ignorancia. – Y si… por eso lo uso al uniforme, es un pajero, esa es la condición
para “negociar” con el. Te imaginaras cual es la condición para conseguir algo.
Si queres podes acompañarme.- Me explico.
No me gustaba para nada la idea. Pero ya
estaba harta de ser un Angel todo el tiempo ,y vivir siendo castigada. No me
importaban las consecuencias. Al menos si me descubrían, me darían un castigo
que merecía, y no solo para que la asquerosa VS lo disfrute. Asi que a la una,
me levante y decidi acompañarla.
Finalmente habíamos llegado al lugar.
Estaba bastante apartado, en una de las habitaciones de las chicas. Por lo
visto, su enfermera nunca la visitaba. Las de la habitación, le conseguían un
poco de drogas y alcohol, y la enfermera les mantenía el secreto. La puerta
corrediza no ocultaba toda la luz de la habitación, asi que estaba solamente
alumbrada por una linterna. Eramos unas 5 chicas, todas con nuestro uniforme y
el.
-
Deberias cambiar la regla esta de los uniformes,
es tan difícil llegar hasta aca sin que nos vean. Y si nos ven no tenemos
excusa- Protesto una de ellas.
-
Pero te ves tan sexy asi- Dijo “el” acercándose.
Era un hombre, de pelo oscuro, y tez
bronceada. Tenia buena figura, y por lo visto mantenía bien su cuerpo. En si,
era atractivo… y eso también era lo peligroso de el.
-
Y decime, alguna de ustedes fue una nenita mala
hoy? Se portaron mal?- Pregunto el.
-
Yo…- Dijo una levantándose un poco tímidamente.
El la tomo y la sento sobre sus piernas,
comenzó a besarla, mientras sobaba sus nalgas. -Pobre niñita…- dijo mientras la
acosaba. – Te voy a dar una golosina,
asi te sentís mejor- Explico. Metio su mano dentro de su jumper, acariciándole
un seno, y guardo algo en el bolsillo de su camisa. Luego dejo un poco la mano
ahí, mientras la tocaba. La chica reaccionaba ante el placer, y algunas veces
ante el dolor, ya que el no solo le sobaba la cola, a veces se la apretaba para
que ella sienta el dolor de los azotes.
Sin lugar a dudas el era un personaje igual
de desagradable. Por lo visto, se llamaba Mario. Y lo mas desesperante, es que
tenia unos 20 años. Pero con estas reglas tan estrictas, y estos ridículos
uniformes, parecíamos unas niñas junto a el, aunque tubieramos su edad.
-
Quien mas quiere un regalito- Pregunto.
Una por una, las chicas de ahí intimaron
con el. A el le encantaba que las hubieran nalgueado, por lo visto le daba
morbo, y a las que tenían la cola roja, solia regalarle drogas. Una botella de
alcohol siempre rondaba entre ellas, y podían escaparse por una ventana cercana
a la habitación (que la enfermera dejaba abierta a propósito) para poder fumar
si querían. No era muy agradable estar ahí, pero al menos me hacia olvidar un
poco de prisión.
Mario, luego de intimar con todas me vio a
mi.
-No vas a tomar nada? No queres algo?- ME
pregunto ofreciéndome algo.
- No… - Respondi secamente. Me indignaba
como se abusaba de la necesidad de todas.
- Ay tontis… no seas tan timida- Dijo,
mientras me tomo de la cintura. Yo me aleje. Pero el me dijo: Mira…. Aca o
participas, o sos buchona. Facil podemos sacarte del lugar, y que te castiguen
por andar paseando por los pasillos. Y yo no tengo forma de saber si no vas a
contar lo que hacemos, y si no vas a arruinar mi pequeña diversión.
Yo lo observe un poco indignada y una de
las chicas dijo: Espera!!! Con esa cara de nenita seguro es virgen, si es aun
una bebe podes castigarla vos en vez de la enfermera cuando la descubra.
-
Que nenita tan mala que sos- Bromeo Mario, y
todas le festejaron el chiste. Se sento
y palmeo su pierna, veni para un buen castigo, yo no te voy a pegar tan fuerte
como las enfermeras o la directora. Solo unos mimitos vas a ver- Explico el.
Indignada, se me llenaron los ojos de
lagrimas. “Para que la acompañe?” me pregunte.
Sabia que no iba a doler… Pero no quería
ser el juguete de ese idiota. Pero paula se acerco a el, arrodillándose
enfrente suyo y dijo: Hey… dejala en paz a la nenita, no preferís una adulta?
Cerre los ojos y mire hacia otra parte. En
Verdad odio presenciar esas cosas. La noche paso, y mientras volvíamos no pude
evitar decirle a Paula.
-
No te da vergüenza venderte por alcohol y
drogas?-
-
Te salve la vida pendeja… agradeceme.- Me dijo
enfadada.
Suspire y mire al piso… Si, fui injusta al
haberle dicho eso. Senti mucha culpa y le dije: Lo siento… como puedo
compensártelo.
Ella tomo mi mentón y me dijo: Me lo voy a
cobrar, no te preocupes…. Vos no nos volves a acompañar. A partir de ahora solo
estudio, y dormir como la niña buena que sos. Pero si queres volver a salir
conmigo… vas a hacerlo. Y yo voy a ayudar a Mario a “Educar a la nenita”.