viernes, 23 de diciembre de 2016

Cap 31

Fue un martes a la mañana, el dia en que las 4 chicas fueron destinadas al purgatorio. Pero el lector seguramente quiere saber lo que paso y el autor quiere escribirlo. Fue una tontería lo que motivo la gran pelea, pero primero falta cierta contextualización.
El efecto del alcohol y la marihuana empezaba a tener efecto en las chicas. Si bien Rhonda y alice estaban acostumbradas a ella, Jessica no tanto. A pesar de las ayudas de Alice, ella sencillamente no era buena estudiando y la marihuana hacia que el poco interés que tenia en hacerlo desapareciera en dos segundos. Cuando Alice empezó a ayudarla fue bien, pero desde la segunda hacia la tercera, gracias al escondite secreto, su  desempeño rápidamente cayo. Entregaba las tareas, pero mal hechas, y la vara correctiva caia una y otra vez en su trasero. Orgullosa como siempre, preferia ser azotada que ser expuesta en el rincón y demostrar que esos tontos castigos no servían en ella. Por eso era común verla adolorida, de mal humor y con el traste bien rojo. Cosa frente a lo cual se había desacostumbrado, durante el tiempo que se aplico con sus tareas, orden e higiene. Culo rojo que rozaba con el camison y punzaba, se sentaba en las odiosas sillas y punzaba, le caia agua caliente al bañarse y punzaba, hasta al sentarse en la cama,  y le recordaba constantemente su mal desempeño escolar y los castigos…Esto capaz, motivaba a que moleste aun mas a las gemelas como descarga. Cosa que a todas resultaba muy gracioso, ya que si, las gemelas parecían niñas. Y eso es lo que precisamente irritaba tanto a ambas. ¡¡La insistencia de Jessica y como todas parecían encima festejarlo!! Normalmente quien siempre le respondia era Amy, hasta que Annie se canso.
- La vaca burra de culo rojo no deja de molestar…- Protesto cansada.
- Annie…- Se sorprendio Mariela al escucharla decir eso con tanta frialdad.
El insulto dio justo en el clavo, y Jessica se enfado.
- Que te pasa pendejita de mierda? – Dijo y se lanzo contra Annie intentándola agarrar. Amy recordó cuando Jessica la alzo como una bebe y furiosa protegio a su hermana. La empujo con todas sus fuerzas dándole golpes, pero Jessica ni se inmuto, al contrario, agarro a ambas gemelas de los pelos.
- Conmigo no se metan esta claro!!- Exclamo Jessica hasta que Rhonda la tomo del cuello.
- Las soltas. – Ordeno. Y en ese preciso momento, entraron las Madres. Fue en ese preciso momento en donde, como si fuera en cámara lenta, Annie observo con lastima como le quitaban su liston a Rhonda, y con felicidad vengativa como se lo quitaban a Jessica. Cuando vio que Amy también termino sin su liston, comenzó a llorar sabiendo que compartiría su destino. Apenas alguna presto atención al sermón ante la horrible noticia de que finalmente estrenarían el purgatorio las de su dormitorio. La noticia cayo como un balde de agua fría a las 4.
- Q-Que vamos a hacer? Viste como salen las chicas de ahí? Quiero irme a casa, voy a llamar a papa..- protesto Annie.
- Al fin les van a quitar lo…- Se quejo Jessica, callándose al final. Molesta, tomo sus cosas y se fue. “Como sea…” Penso, intentando quitarle peso a la situación. Pero por lo que vio en otras alumnas la situación tenia demasiado peso. Sintio muchísimo miedo y sacudió su cabeza. “No va a doler mas que los cintazos de papa…” continuo pensando. Recordo el ridículo mameluco de castigo y continuo diciéndose “No es nada…”
Rhonda continuo en silencio, estatica. Pero las gemelas no dejaban de quejarse y protestar. Si no discutían se quejaban, sino, se peleaban entre ellas.
- Esto fue tu culpa!! Tu tuviste la idea.
- Y quien empezó la pelea?
- Yo no empece la pelea.
- Chicas…- Dijo Mariela, intentando tranquilizarlas. – Si las descubren peleando…
- Yo voy a hablar con papi. Ya no quiero estar mas aca… - Se quejo Annie.
- Ahora es nuestra próxima clase…
- Y que? Lo voy a llamar y le voy a decir que nos saque de aquí.
- Annie, si no van a su próxima clase las van a castigar…
- No nos van a castigar, por que ya no vamos a estar encerradas aca. – Protesto Annie molesta.
- Annie… - Dijo Amy preocupada por su hermana.
- Hasme caso y vamos a llamar ¡!
- Son las 6 AM, no creo que nos atiendan. – Se quejo Amy.
Ambas hermanas, se fueron a donde se realizaban las llamadas. Peleandose por el único teléfono del lugar, insistieron varias veces en llamar a sus padres, sin ningún tipo de éxito.
- Deben estar de viaje… - Dijo Amy. Los ojos de Annie se llenaron de lagrimas, mientras recordaba todas las chicas en mameluco de castigo que vio. Se los limpio y dijo: Pues a mi no me van a hacer nada. Si mis papas supieran lo harian.
- Annie, ya es nuestra primer clase… Si no vamos… - Suplico Amy, un poco mas realista que su hermana.
- Como sea!!- Protesto Annie.
Ambas hermanas caminaban juntas en silencio. Antes de la clase, todas estaban en su habitacion. Stella llego para el chequeo de uniformes habitual. Las chicas, obedientes, esperaron al lado de su cama. Todas menos Annie. Stella la observo de reojo a la niña, cruzada de brazos, con sus ojos llenos de lagrimas. Dedujo la razón rápidamente, pero sin embargo la ignoro. Reviso con detalle el uniforme de cada una, incluyendo el vergonzoso chequeo de ropa interior. Cuando fue el turno de Annie, pregunto en vez de castigar.
- ¿ Por que no esperas tu revisión como las otras?
- Nosotras ya nos vamos. Ya no queremos estar mas aquí. No pude hablar con mis papas, pero cuando lo haga pasaran por nosotras.
- ¿Y se puede saber la razón de eso?
- No! – Respondio Annie molesta. Stella fácilmente podría darle un buen castigo por eso, pero decidio ser paciente.
- No seas maleducada. Dime por que decidiste tan repentinamente que podrias convencer a tus padres de que te salgas de aquí. ¿Es acaso por que te quitamos tus listones?
- Si!!- Se quejo Annie.
- ¿Y como planeas convencerlos? ¿Contandole las razones por las que te los quitaron? Por que mejor no mencionas en voz alta la razón por la que te quitaron cada liston.
- N-No… No quiero.
- Es una Orden señorita. Y mientras sus padres no vengan por usted, sigue siendo una alumna de Saint Francis. Considere que he sido muy paciente con usted. Digalo, YA mismo.
Annie bajo su cabeza avergonzada y murmuro. – Por pelearme… Pero yo no lo empeze.
- Es absolutamente incorrecto que una señorita se pelee como un animal. Cualquier alumna de este instituto se queda inmediatamente sin listones al tener un comportamiento similar. ¿La otra razón?
Annie continuo cabisbaja y Stella Insistio: Con la cabecita alta, como si estubieras diciéndoselo a sus padres.
- Mentir e intentar espiar en su oficina…- respondio suspirando.
- Espiaste en su oficina? – Se sorprendio Mariela.
- ¿Piensas contarles eso y decirles que te saquen por que no quieres ser castigada?- Insistio Stella. Annie nuevamente bajo la cabeza y no contesto.
- Hasta que lo hagas y ellos vengan a buscarte, seguiras las reglas. Sere paciente ya que es tu primer visita al purgatorio y no será fácil. Aun asi, no estabas lista como las demás para tu inspección, y fuiste maleducada conmigo. No puedo darte un trato especial. Son dos castigos. Sin embargo sere considerada y te dare una advertencia antes de darte la orden de obedecer uno. Tu cola necesitara toda la resistencia posible para soportar el purgatorio. Ahora decide, Llamas o Arrepentimiento. – Ordeno Firmemente Stella.
Deprimida, avergonzada y asustada, Annie fue al rincón, adoptando la posición típica y comenzó a rezar. Rapidamente comenzó a llorar de la preocupación al hacerlo.
La primer clase fue un desastre. Jessica estaba muy nerviosa y preocupada, y lo transformaba en bronca. Rhonda, totalmente abstraída. Y las gemelas, muertas de miedo, apenas podían concentrarse en algo. Debido a la advertencia de Stella, ambas se la pasaron en el rincón, y para cuando termino la clase, tenían sus rodillas ya rojas. Por su parte, Jessica y Rhonda, fueron varias veces nalgueadas. Mariela y Alice solo observaron la clase, a la expectativas de sus compañeras.
 Ya en el recreo, cansadas de tanto castigo, las chicas tomaron caminos diferentes. Rhonda no tardo nuevamente en desaparecer. Jessica se quedo en la sala de ocio, negándose a estudiar con las demás. Ni que la vieran. Si, estaba muerta de miedo, y trataba de manejarlo sola, sin mostrárselo a nadie. Su padre la había criado a cintazos, pero su cola nunca quedo tan roja como la de las chicas del purgatorio. ¿Y varazos? Nunca había recibido un varazo antes. Recordaba como herbia la piel luego de los cintazos, y recordaba el humillante mameluco de castigo. ¿Rezar frente a todas en la sala de ocio? “No importa…” se repetia a si misma, con la pared roja frente a ella, como si estuviera esperándola. Rapidamente se fue del salón de ocio hacia el patio, aunque todo parecía recordarle lo que venia. Y hasta sentía que escuchaba conversaciones a cada rato acerca del tema. Se estaba volviendo loca. “No importa…” Pensaba de vuelta. Y pensaba en las tontas gemelas. Sus padres serian capaz de salvarlas a esas bebitas consentidas. ¿En cambio ella? Sus hermanas se burlarían, y su padre le diría que es exactamente lo que merece.
En cuanto a las gemelas, Mariela intento acercarse a ellas, pero estaban totalmente histericas. Annie intento nuevamente llamar a sus padres, pero nada.
- Deben estar de viaje. – Penso Amy.
- Tienen que sacarnos de aca!- Protesto. Amy abrazo a su hermana y dijo: Annie, sabes que no nos van a sacar, ¿no escuchaste a Stella?
Annie naturalmente volvió a llorar: Tengo miedo…
- Yo también…
- No sentís que todas nos miran? Parece que saben lo que nos va a pasar.
 - Debe ser por los listones. –
Mariela que estaba cerca, sintió muchísima preocupación y lastima por ellas. Se acerco y les dijo: Tranquilas… seguro será algo rápido. Y … yo las voy a ayudar.
- Ayudarnos como? Dibujandonos?- Se quejo Annie. Eso fue un golpe duro para Mariela quien bajo su cabeza deprimida.
- Perdonala, solo tiene mucho miedo. – Dijo Amy.
- N-No… tiene razón… lo siento…- Dijo Mariela, dispuesta a contar la verdad. ¿Cómo podia ser tan horrible como para burlarse de ellas con sus dibujos?
- Solo dejanos vengarnos… no es justo que solo nos castiguen. Nosotras también queremos tener poderes.

Mariela sonrio. Amy era mas madura de lo que pensaba. Y annie definitivamente muchísimo menos tierna. 

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