miércoles, 21 de diciembre de 2016

cap 27, 28 y 29

Me operaron de un tumor de pulmon. Pero sigo con vida :D ea ea.

- Chicas, estudiamos juntas? – Pregunto Rhonda. Annie y Amy la miraron asombradas.
- S-Si… claro. - respondieron al unisono.
La primer semana luego del domingo de gala fue mucho mas tranquila y un descanso para todas. Salvo para quienes andaban en mameluco de castigo, que en si eran muchas. Practicamente el 20% del Internado.
Y aunque ya estaban inmersas en la rutina, el domingo de gala, y por sobre todo los castigos de la directora las afectaron mucho a todas.
Rhonda finalmente asumió que pasaría mucho tiempo ahí con sus nuevas compañeras. Intento ser mas sociable con quienes siempre la buscaban para estudiar o pasar tiempo. En especial con Annie a quien empezó a practicar peinarla y hacerse trenzas ellas. Juego que Annie adoraba.
Jessica se propuso controlar mas su furia. El castigo fue humillante y nunca sintió tanta impotencia en su vida. Tuvo que tragarse su orgullo para poder concluirlo, y termino entendiendo que podría volver a pasar por lo mismo cada mes.
En cuanto a las gemelas, nunca se habían sentido tan inmaduras en su vida. No eran nalgueadas y mandadas al rincón desde sus 10 años aproximadamente. Era un castigo infantil, de niñas, frente a todas. Y lo peor, no podían cumplirlo, siempre alguna se movia. Jessica siempre se burlaba de ellas, y ahora tenia una nueva razón muy efectiva.
Mariela sentía un mix de sensaciones en su interior. Por un lado, gracias a Alice, se salvo de un humillante castigo. Le aterraba pensar que pasaría por lo mismo si no cumplia con todas las exigencias, y cuando recordaba la foto sentía su cara caliente. Pero por el otro, aunque le daba lastima y tristeza recordar las lagrimas de sus compañeras, también le daban mucho morbo. Intento contenerse, pero al final cedió a la tentación, alquilo su carpeta y termino dibujándolas, esta vez a escondidas.
¿Y alice? Alice fue premiada por haber sido felicitada por la directora. Tenia puntos de sobra y lo primero que hizo fue presumir una elegante blusa blanca, que usaba junto a su falda cuadrille del internado, y que le daban un estilo muy intelectual. Considero que lo mejor era gastar sus puntos en eso, la imagen era muy importante.
Alice, anoto en su biblia, varias conclusiones importantes. El domingo de gala, de cierta forma, supervisaba lo que sucedería en el mes. Esto hacia que deban ser especialmente cuidadosas. ¡¡No podia ni imaginarse la humillación de que Carl la vea recién castigada!!             Debia pensarlo dos veces antes de invitar a alguien.
- Me siento un robot…- Protestaba una y otra vez Jessica, mientras comia junto a Mariela y Alice.
- Hoy… esta llena de chicas en mameluco y uniforme de novata…- Penso Mariela en voz alta.
- Y ya es martes... – Contesto Alice. – Pero la fila para el purgatorio ayer no fue muy larga. Seguro fue por el domingo de gala… -
- Diganme, no parece un robot Stella? Ya me tiene cansada. Si viene seguro es por alto. – continuo protestando jessica.
- Jajajaa, capaz si sea un robot.- Se quejo Mariela. – Hoy volvió a hacer chequeos… los odio. –
- Pues esta mucho menos estricta que la semana pasada. Y ambas están mucho mas ordenadas últimamente. – Corrigio alice a ambas.
- ¿Estas de su lado?  - Se quejo jessica.
- Yo… estoy del lado de lo que me conviene. Y me conviene hacerles caso. ¿Si ya sabes como son, entonces para que les haces la contra…? –
- Es que me da tanta bronca…. Ojala pudiera…- Protestaba Jessica apretando su puño.
- Y por eso vivis en uniforme de novata. – Se encogio de brazos alice. – Recuerda que hoy tenemos tarea. –
Avergonzada por estar usándolo, Jessica se quedo callada, sonrojada y molesta. Aun no conseguia los puntos suficientes para alquilarlo, a diferencia de Mariela y Alice. Ahora que ya notaron que ahorrando puntos podían optar por usar algo mas juvenil, llevarlo puesto tenia una connotación vergonzosa. Entre las mismas alumnas, solian bromear y tratar como niñas a quienes debían usarlo. Y las monjas lo alentaban. En especial Ortiz, quien solia tratar con un tono infantil a quienes aun lo llevaban. Capaz por la ternura que les inspiraban las alumnas en el, o solo para humillarlas como motivación extra.
- Capaz son robots y te quieren convertir en robot Jess. – Bromeo Mariela.
- Jajaja, y ya convirtieron a Alice parece. – Contesto Jessica.
- Como quieras. Gracias a que yo si hago lo que corresponde, tengo puntos hasta para darle a ustedes dos si quiero. ¿Y gracias a mi no lo conociste a Carl?
- Shhh…. – Protesto Jessica sonrojada. – Si se enteran termino como ellas… Aparte… - Murmuro y luego hizo un silencio. Acercandose al oído de Alice, dijo: Mira… el y yo hablamos. Y quiere visitarme. Pero quiero verlo antes del domingo. El dijo que… hablen. –
- No te preocupes. Yo me encargo. – Sonrio Alice.
- ¿Como puedo agradecerte?
- Somos amigas, las amigas nos hacemos favores. – respondio. – Y me gusto la idea de la monja robot. Justo yo le había dicho a Mariela que me dibuje peleando contra un robot como si fuera una superheroina. – Menciono Alice.
- Es verdad!!! Cierto que me lo habias dicho.- Exclamo Mariela.
- Hey Marie, dibújame dándole un puñetazo a un monja robo. – Bromeo Jessica. – Al menos quiero poder hacerlo en un dibujo. – Sonrio.
- Q-Que… violenta…- Penso Mariela en voz alta. Pero ella también les tenia bronca. No la dejaban ni respirar, aunque Stella definitivamente había bajado el ritmo y ya no las obligaba a hacer reverencia. – Esta bien!! Cuando saque mi carpeta te dibujo. – contesto.

Luego de comer, Alice llamo por teléfono a Carl. Luego de conversar unos minutos, pensó “Perfecto.”

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- Rhondaaaa, me cepillas mi cabello?- Pregunto annie, ya en camison.
- Annieeee!- Protesto Amy .
- Queeee? – Se quejo imitándola.
Amy se cruzo de brazos super celosa viendo como su hermana efectivamente iba con su peluche y el cepillo al lado de Rhonda. Rhonda se había vuelto mucho mas complaciente con Annie. Comenzo a cepillarle su cabello hasta que Annie empezó a quedarse dormida. Amy por su parte se tomaba la cabeza. “Asi quiere que maduremos… Hace lo mismo que hacia cuando…” Protesto.
- Amy!! Necesito hablar con vos. – Insistio Alice.
- Si alice? – Sonrio Amy, mostrándose un poco exceptica.
- Ven. – Dijo y la tomo del brazo, ambas terminaron hablando en voz baja. – Necesito que me hagas un favor. – Dijo guardando silencio. Alice recordó vagamente, que una gemela era la hiperactiva y la otra era la floja. Intento recordar cual era cual, ya que la hiperactiva le servia mas. La floja era muy miedosa. Reviso el nombre de la chica en su camison y aposto a que era amy. Solia confundirselas bastante, y tanto con ellas no hablaba.
- Amy… recuerdas que te pedi un escondite?
- Si, el que uso jessica para co….- Dijo y Alice le tapo la boca.
- Estas loca? – Protesto.
- L-Lo siento…- Murmuro con las manos en su boca.
- Bueno, el escondite es ideal. Pero hay una enredadera que cubre la reja hacia el otro lado. Y se que tu y tu hermanita son muy curiosas. – Explico.
“Otra vez tratándonos como nenas…” se quejo Amy, pero la dejo continuar.
- Conoces una forma de abrir esa enredadera, ¿para que podamos acceder al otro lado?
- Si queres escapar es imposible…- Se burlo Amy poniendo sus manos en la cabeza. – Terminarias con mameluco de castigo y el culo lleno de varazos. –
- No, no es escapar. ¿Cómo crees?. Tu me entiendes Amy a que me refiero. Dale, yo se que en verdad no son unas bebes. – Bromeo Alice. Y dio justo en el clavo.
- Si, obvio que se a que te referis. – Dijo Amy, sin saber a que se referia. – Y lo haría, pero si es para Jessica, no lo hago ni en pedo. Ella nos trata mal siempre. – Se quejo.
- Bueno, nosotras tenemos que ser amigas como tu dijiste. ¿No recuerdas? Mira, a cambio pueden ir a estudiar con nosotras a la biblioteca, y yo las ayudo a estudiar. No van a querer ser castigadas de vuelta el domingo de gala. –
- Ummmm…- Penso Amy.
Estaba particularmente preocupada por eso. A pesar de que se esforzaron no alcanzaron a aprobar. Le daba miedo recibir otro castigo humillante el domingo de gala. Cuando lo recordaba se sonrojaba. Y sumado a eso, dependía de los puntos de los exámenes. Todos los reprobo asi que ya no tenia puntos. Era muy vergonzoso andar en uniforme de novata y ni podían salir afuera. Sumado a que la loca de Stella no les daba ni un segundo de paz. Pero ya no tenia un liston, y el purgatorio le daba terror. Cuando veía una chica en mameluco blanco ni se animaba a verlas.
- Si quieren podemos prestarle nuestro escondite secreto. – Dijo Annie.
- Annie…- Protesto Rhonda.
- Necesitamos buenas notas… y puntos…- Se quejo Annie.
- Esta bien. – Contesto Rhonda. Suspiro y recordó las palabras del asistente. Era mejor adaptarse. – Pero vamos a la biblioteca las 3. – Insistio, refiriéndose a ella junto a las gemelas.
- Esta bien… las 3. – Contesto Alice.
- Acercate. – Dijo, y las 4 hablaron juntas. – Ya le hice un corte yo… hace mucho…- Comento. – De ahí me hice unos amigos… es una larga historia.
- Amigos? – Preguntaron ambas gemelas al unisono.
- La enredadera tiene unos augeros… - Contesto Rhonda. Y en voz baja explico: Robe unas tijeras… Aun no las devolví… Y llame unos chicos. Me pasan alcohol y porros. – Explico.
Las gemelas nunca habían escuchado mencionar la marihuana antes. Alice si.
- Pero no quiero que nos descubran. Si quieren ir ahí tienen que seguir mis reglas. – Insistio.
- Por supuesto- Dijo Alice notando que Rhonda se adelanto a sus planes. – Pero que tan seguro es? – Pregunto. Bajo la voz y le dijo al oído. – Carl me paso un poco, lo escondimos por ahí, si hay un escondite mejor.
- Un poco? Cuanto es un poco? –
- Una petaca y 6 churros.
- Como hizo para pasar tanto?
- Es un internado de señoritas no una prisión, ¿quien lo va a revisar? El problema es que no quiero que nos descubran. –
- Bueno, no hay que ser estupida. Solo eso. –
- Rhonda y yo elegimos el lugar.  ¡Es super secreto! – explico annie.
- Por eso no dejabas de revisar arbustos…? – Pregunto Amy.
- Elegimos la ubicación perfecta. – Continuo explicando Rhonda. – Luego de la primer clase, te muestro donde es. – Continuo.
- A mi sola? –
- No quiero que nadie nos siga, solo vamos de a dos. –
- Mira…. Se que te preocupa que nos atrapen. Pero yo me he estado fijando. A partir de las 6, las monjas nos ignoran completamente. Solo se fijan en quienes no tengan sus listones. Los sabados y domingos a partir de las 8 solo ven el salón de ocio. Apenas sean las 6, podemos ir esta bien?
- Aun asi vamos solo nosotras 2. – Aclaro Rhonda.

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Habian pasado dos semanas desde el domingo de gala anterior. Y mientras Stella preparaba el informe, Ortiz continuaba quejándose. Se encontraba bastante molesta por el famoso sistema de Stanford. Pero mas que nada, enfadada por ser la que castigo a Jessica, y no a las gemelas en sus piernas como hubiera preferido. Si en este momento, alguien le preguntara a Ortiz como se siente, respondería muchísimas excusas. Y quizá eso es lo que provoca el conflicto con Stella. Pero la verdad oculta, casi inconsciente son las siguientes dos cuestiones.
Por un lado, debido a su condición de Monja, las chicas son la mayor cercanía a la maternidad que Ortiz tendrá en su vida. Su instinto maternal se manifestó fuertemente, y es muy conflictivo para ella. Intenta mostrarse fuerte y estricta, pero muchas veces se derrite por ellas, y la única que hasta ahora ha dejado que la abraze fue annie.
Y por el otro lado, hay una razón igual de importante. Desde niña, Ortiz crecio asistiendo al instituto Saint francis. Padecio su estricta educación y sus severos castigos. Y quizo ser maestra, por vocación. Le atemorizaba hacer pasar a sus alumnas por las vergonzosas cosas que ella había pasado. Pero desde que recostó a la fuerza a Jessica en sus piernas y la dejo derrotada y con su cola hirviendo sintió una mescla de sensaciones muy grandes. Y entre todas las sensaciones, había una prohibida que la motivaba a seguir hasta sastisfacerse. Dicha sensación es el placer, de dominar, de someter o de humillar. Su voto tenia prohibido tal sensación, y Ortiz fingia que no existía. Que no era viable. Con un millón de excusas y justificaciones, alimentaba esta sensación cuyo limite parecía no tener fin. Si la tecnología de la época lo permitiera, filmaría cada una de las muchachas durante los castigos. Pero no todos sus castigos. Nalguearla a Jessica en sus piernas fue perfecto. Era tratada igual que una niña, regañada, sometida, y no podia escapar. Recordaba la imagen una y otra vez. De la misma forma que ama su ritual de despertar a Annie en sus piernas con una nalgada. Varias veces aprovecho y dio mas de una. A pesar de la insistencia de Stella, de seguir el método protocolar de castigos. El método protocolar de castigos, no significaba nada para ella. Dificilmente sabia quien dominaba a quien. Ella solo contaba y las alumnas aterradas elegian el castigo que mas preferían. ¿Acaso eso es un castigo? ¿Qué ellas puedan preferir lo que quieren? Como puede imponer respeto, u orden, cuando solo puede dar una elección. El purgatorio se le hacia excesivo. Mil veces protesto con Stella, que deberían permitirle tomar a esas mocosas de la oreja, recostarla en sus piernas, y dejarle la cola roja como las niñas pequeñas que en realidad son. Estas quejas, si no quedan en la nada, generan conflictos a cambio. Ha apreciado varias veces, indignación, bronca, vergüenza, dolor y resignación en sus alumnas, mientras resisten los azotes. Pero no es lo mismo… Al menos se asegura que cada visita al rincón sea bien vergonzosa para ellas. O que quienes tengan la cola roja, recuerden a cada rato su mal comportamiento. Pero no es lo mismo……
¿Cómo puede ser que no nos dejen nalguearlas a cola desnuda? ¿ Que cada cosa se solucione con 20 azotes? Claro, asi yo también haría lo que quisiera, total luego elijo el castigo que menos me molesta y ya!! En el instituto no es asi. La de veces que habre pataleado en las piernas de Miss Hamilton por decir la MITAD de las cosas que dice Cintio diario.- protestaba Ortiz.
 - Y lo peor, la Directora, la que las obliga a seguir este tonto sistemita, se abusa de el. Uso el informe minucioso que ambas estuvimos obligadas a hacer, y ahora las pupilas están aterradas de los castigos que ELLA le pueda dar. Solo por que les da el castigo que ellas no eligen y tiene un dia para pensarlo. ¡Es injusto! Ellas deberían temernos a nosotras no a ella ni al purgatorio.¿¿ Somos quienes la cuidamos diario no es asi?? – Continuo quejándose Ortiz.
- No es tan fácil como te imaginas. El sistema funciona, Doy fe. – Contesto Stella, basándose en su propia experiencia.
“Claro, por que a ti te toco nalguear a las gemelas” Protesto Ortiz para sus adentros. Gran parte de su bronca era precisamente, que Stella pudo hacer lo que ella quería desde el dia uno. Nalguear a las chicas como niñas pequeñas, como lo hizo con Jessica. “Es muy distinto…” pensaba Ortiz. “Rapidamente determinas quien es la adulta y quien es la niña a quien van a corregir” Continuaba argumentando. “Una vez atrapada en tus piernas, no te limita un numero. Solo la reacción de la pupila que esta indefensa en tus rodillas. Si ella demuestra que se comportara como una señorita que aprendio su lección…” Pensaba. Recordaba lo poco que pudo ver del castigo, mientras se encargaba de Jessica. Como ambas pataleaban, lloraban, y suplicaban perdón. Como iban y volvían del rincón resignadas. Y sus bailecitos de dolor. Y lo vergonzoso que debio haber sido para dos chicas que siempre intentan demostrar que son grandes. Sus caras rojas. ..
“Castigar a Jessica estuvo divertido igual… A esa mocosita malcriada le di una buena lección y ya no anda tan provocadora conmigo. “ Penso. Y se detuvo en el pensamiento “¿Mas divertido?”. Rapidamente se justifico. “Las chicas necesitan que las guien. Ellas necesitan disciplina y constancia.” Sabia para sus adentros que disfrutaba de humillarlas y someterlas. Y a pesar de la culpa que a veces le daba y que las consideraba sus tesoros, sabia que ese placer era mejor que un displacer. Y que de todas formas tenia la orden de ser lo mas estricta posible con ellas.
- Las chicas se han portado bien últimamente. Parece que el domingo de gala tuvo la impresión deseada….- Comento Stella. – Sus notas y tareas han mejorado mucho. –
- Pffff…. Estoy segura de que algo raro están tramando. Mi sexto sentido me lo dice. -Insistio Ortiz.
Stella solo se guio por lo tangible, el informe detallado con castigos recibidos, escogidos, y puntos asignados.
- Sin embargo, si bien han mejorado bastante desde que llegaron… Todavia tienen torpeza con algunas cosas. Hay ciertos patrones de conducta que parece que aun no podemos modificar. Uniforme… higiene… llegadas tarde… desobediencia… orden… - Comento.
- Esa Alice, finge ser una angelita pero algo tiene entre sus manos. – Continuo comentando Ortiz, no muy interesada en lo que Stella comentaba. A ella no le interesaba ni el método disciplinario ni criar robots.
- Por eso necesito tu cooperación Ortiz. Si haces chequeos constantes veras que esos comportamientos rápidamente desaparecerán. – exclamo Stella.
- A mi me preocupa mas saber en que andan metidas, que dos botones mal puestos del uniforme. Es muchísimo mas importante. Aparte no van a cambiar nunca. Si total, eligen lo que mas le conviene y se salen con la suya. – continuo quejándose Ortiz. – Hay que descubrir en que andan metidas. -
- No seas terca. Es importante que corrijan rápidamente esos errores para el informe. Si eres constante veras como esos patrones de mal comportamiento rápidamente desaparecerán. Solo tienes que ser constante como yo. El resto no depende de ti. Si son descubiertas haciendo algo grave, serán enviadas al purgatorio. – Sentencio Stella.
Ortiz, disgustada con el comentario, sugirió: Vayamos a hacer un chequeo… deben estar en su habitacion. Falta poco para que comienzen sus clases. –
Mientras llegaban, comenzaron a escuchar gritos. Alarmadas, se acercaron rápidamente a la habitacion y vieron a Jessica, con las manos de una de las gemelas atrapadas en las suya, y tomando de la trenza a la otra que no dejaba de pegarle. A su vez, Rhonda tomándola del cuello. La cantidad de groserías que soltaban las 4 no tenían nombre.
- Me quieren decir que están haciendo??- Las regaño Ortiz.
- Esto es intolerable.- Sentencio Stella. Se acerco y tomo el ultimo liston de Rhonda y Jessica. Jessica puso un gesto muy grande de espanto, y comenzaron las protestas. Apenas tomo el de Amy, Annie comenzó a llorar.
- No por favor, no por favor!!!-
Todas comenzaron a meter excusas, y echarse la culpa. Hasta rhonda.
- Esta enana estupida me llamo Burra Vaca.
- No dejas de molestarnos!!
- Me estaba pegando.
- Yo solo la defendi!!
Finalmente las 4 quedaron sin sus listones y con una cita al purgatorio. La cara de terror, de las gemelas, con sus ojos llenos de lagrimas quedo grabada en el cerebro de Ortiz.
- P-Pero… P-Pero…!!!- Continuo suplicando Annie.
- Ese comportamiento es INTOLERABLE para una señorita. Pronto será su clase. Se preparan y asisten a ella. Habra chequeos apenas lleguen, y necesitaran toda la resistencia que puedan para la tarde.- Ordeno Stella, llevándosela a Ortiz.
Otra vez en su oficina, Ortiz protesto.
- Al purgatorio? Les quitaste sus listones?? Se supone que ambas debemos encargarnos de eso!! No podes decidir por las dos!!-
- Tu dices que merecen 20 azotes por pelearse? Ese comportamiento es digno de ir al purgatorio.
- Yo creo que se podría resolver…
- Mandandolas al purgatorio!- Levanto la voz Stella. – No recuerdas el sábado anterior al domingo de Gala? –
- si… Tanto te preocupa que nos castiguen? – Se quejo Ortiz. Naturalmente ambas monjas novatas son castigadas por el mal comportamiento de sus pupilas. Fue solo una advertencia que le ayudo a  tener mas empatía con la situación de sus alumnas.
- Todas las alumnas del Internado, al menos una vez al mes van al purgatorio. Tu eres demasiado blanda con ellas. Ya deberían haber ido. En especial Rhonda y Jessica. ¡¡Las gemelas estuvieron espiando nuestra oficina y no las mandaste!!
- Creo que con la amenaza es suficiente…- Respondio Ortiz, sintiéndose menos fuerte.
- Como sus Dorm Mom, nuestra obligación es acompañarlas en el proceso. Nunca participaste en un purgatorio no? – Pregunto Stella. Ortiz odiaba esa sobervia de su compañera, igual de novata que ella.
- Tu si? –
- SI… - respondio y puso un gesto de suspiro. Intentando calmarse contesto suavemente: No creo que tengas el estomago para verlas en ese estado. Debes entender que el sistema es asi y debemos seguirlo. Acompañarla costara un poco. –
- Se como es el purgatorio. – Se quejo Ortiz. Claro, solo se lo habían explicado como funcionaba. Y aunque un poco la entusiasmaba, le daba miedo la seguridad de las chicas.
- Annie llora con una nalgada… no se si soportara el cane. Espero que las Maestras Disciplinadoras no exageren con ellas. – Continuo mencionando preocupada.
- “Maestras”… - Se quejo Stella. – Su único trabajo es pegar lo mas fuerte que puedan con un cane y se hacen llamar Maestras. – Protesto, con bastante resentimiento. Ortiz noto como una mano de Stella inconcientemente se dirigía a su trasero. – No te prestaran atención . Se supone que deben ser imparciales. – Comento.
Ortiz noto nuevamente resistencia por parte de Stella. Dedujo que su crianza en el internado fue difícil. Algo raro también había en ella.
- Hoy será un largo dia….- Penso en voz alta.


2 comentarios:

  1. que feo que te hayan tenido que operar pero espero que estés bien

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  2. Deseando leer el castigo en el purgatorio... Cuídate mucho. Besos

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