jueves, 22 de diciembre de 2016

cap 30

….Una semana antes aproximadamente…
Efectivamente las chicas se estaban portando un poco mejor, gracias a la tutela de Alice. Sin embargo, ella no hacia milagros. Annie continuaba siendo floja, Amy continuaba aburriéndose con facilidad, y Jessica seguía odiando estudiar. Rhonda a veces se esmeraba. A veces. Y la friccion entre Jessica y las gemelas era constante. Pero a su vez, todas comenzaron a compartir un secreto en común. Un escondite secreto. El escondite secreto cumplia con su nombre a la perfeccion. Se encontraba en un angulo difícil de ver desde el colegio, medianamente cerca de otro galpón donde se guardan los productos de jardinería. Tenia dos arboles adelante, y estaba cerca de uno de los rincones de la reja. Era un gran e inmenso arbusto, con un gran hueco en su interior. Las rejas estaban cubiertas por una enredadera, pero se había hecho varios augeros grandes que permitían a las pupilas ver al exterior. Daba a una calle de barrio muy simple con muy poca gente. Del otro lado había varios arboles frondosos y esa vereda no era muy frecuentada. Rhonda había logrado esconder ahí alcohol, marihuana y cigarrillos.
- De donde los sacaste? – pregunto annie, cuando rhonda se los mostro a Alice.
- De chicos de la calle. -
- Y como quisieron dártelos… como te vieron?- Preguntaba annie curiosa.
- Saque mis tetas por los augeros y las vieron.- Contesto Rhonda con naturalidad.
¿Sorprendidos? Rhonda en serio vivía en la calle. Annie si se sorprendio. ,Pero aun asi, quería a Rhonda y “se lo perdono”. Una vez que Jessica estuvo con Carl, Alice ocupo el lugar. Mudo su provision de alcohol, cigarrillos y porros a ese escondite.
El escondite paso a ser ocupado oficialmente por Rhonda, Alice y Jessica. Sumado a eso, la vez que Carl visito a Jessica, en verdad fue para llevar mas provisiones a Alice. Alice, por anticipado, pago a Carl lo poco que le quedaba para que continue con estos favorcitos por un tiempo. Estar con Jess solo fue un plus y algo conveniente para los planes de Alice.
Amy, naturalmente empezó a sentir mucha curiosidad… Una vez, estaban justo Amy, Annie y Mariela juntas.
- Annie. Seguis llendo a ese escondite con Rhonda?
- Si…- Respondio Annie desilusionada. Antes era divertido esconderse. Pero ahora había muchas mas personas. Y ni Jessica ni Alice les caian bien.
- Nos llevas?? Porfa!! Quiero conocer. – Insistio Amy.
- Llevas? – Pregunto Mariela.
- Si, tu vienes también, es obvio. Dale Annie, llevanos. – Insistio Amy.
Dado a que Annie se sentía resentida por que Llevaron a Alice y a Jessica, ella termino llevándolas. Normalmente las reglas para entrar al escondite eran estrictas. En grupos pequeños, sin que nadie las vea o las siga. A pesar de su personalidad las obedecieron y terminaron en el. Dentro se encontraban Rhonda, Jessica y Alice fumando.
- No, no Vallanse. No queremos bebitas aquí. – Se quejo jessica.
- No somos bebes!!- Protestaron al unisono. – Y este escondite era mio y de Rhonda!!- Se quejo Annie.
- Tranquilas chicas, Somos todas amiga. Pueden quedarse. Solo que me gustaría que nos hagan un favor. – Comento Alice.
- Si? – Preguntaron ambas.
- Ven Mariela, siéntate conmigo. Chicas, saben donde habrá desodorante… o gotitas para los ojos? Podrian conseguirlos?
- Claro!! Vamos Annie. – Dijo Amy, y en poco tiempo robaron un par. Finalmente se unieron al grupo. Ya en el grupo, se sentaron junto a las demás, intentando no ensuciarse.
- Escuchen, nosotras les convidamos. Pero tienen que hacer caso. Se ponen desodorante y gotitas para los ojos si quieren fumar. Y comen chicles, yo intercambie en la tienda. Y no vayan a hacer tonterías. No tomen de mas. – Aclaro Alice, y Rhonda le paso una petaca de licor a Mariela. Mariela ya había bebido anteriormente, en alguna fiesta familiar, de parte de algún tio borracho. Puso un gesto disimulado de disgusto al beberlo, ya que no le gusto, pero por la presión del grupo lo hizo.
Amy y Annie observaban sorprendidas lo sucedido. Sus compañeras bebiendo y fumando. ¿Y eso era marihuana? Sus padres las habían criado en una burbuja de cristal acaramelado. Practicamente nunca las dejaron crecer, y por su apariencia infantil ni les permitían probar alcohol. Eran enviadas a jugar con los otros niños en las reuniones familiares.
Mientras Mariela bebia levemente la petaca, y hacia caras por el sabor a alcohol, intentaba convidarle a Amy.
- Queres? – Pregunto.
- N-No.. gracias.- Respondio amy.
- Vos annie?- Pregunto y ella negó con la cabeza.
- Son dos bebes. No fuman, no toman. Si quieren traemos chocolatadas asi no se aburren estando con nosotras. – Bromeo Jessica. Ambas gemelas se sonrojaron, pero se quedaron calladas. Mariela tomaba un poco de alcohol, pero no se animaba a fumar nada. En cambio ambas chicas no se animaban ni a probar gota. La amenaza del liston faltante las tenia aterrorizadas.
- Vamos chicas. Si es un poquito no va a pasar nada. – insistió Alice.
- …. Esta bien…- Se quejo Amy, mas obligada que por deseo. Cuando el liquido toco su lengua puso un gran gesto de desagrado. Luego saco su lengua. – Es horrible.
- jajajaja. – Se rio Jessica. – La próxima traeles una mamadera a cada una. – Se continuo burlando.
- Deja de molestar!!- Protestaron ambas al unisono. Avergonzadas se quedaron calladas.
En los siguientes días continuaron juntándose con las otras en el escondite. Pero lo hacían mas por la presión social que por deseo propio. No querían demostrar que eran unas bebes. Sumado a eso, había otra circunstancia muy incomoda para ellas. La forma en como Jessica y Rhonda convencían a los chicos de la calle para que les dieran cigarrillos u otros favores. Claro, ninguna era necesariamente una victima. Despues de todo, tenia Jessica tenia sus hormonas revolucionadas por Carl, y por sus quince años encerrada en un reformatorio de solo mujeres. Rhonda también lo hacia, pero menos gustosamente, aunque aun asi podia disfrutarlo. Las gemelas nunca habían ido siquiera a una escuela mixta. ¿Recuerdan lo que dije de la burbujita de cristal?
Ya hacia el lunes y en su habitacion. Mariela frente al espejo, alzo su falda y reviso las marcas en su trasero.
“Apenas esta rosa…. Pero este dolorcito es muy irritante…” Penso, y luego acomodo de vuelta su uniforme. Las ultimas dos semanas tuvo dificultad en concentrarse. Mas de lo normal. Y la ayuda de Alice no la salvo de la constancia de las monjas. Los 20 azotes caian una y otra vez en su trasero. Adolorida intento volverse a concentrarse, pero nunca dura demasiado tiempo, y termino escogiendo los tediosos rincones para dejar descansar su pobre cola. La razón es simple. El domingo de gala. Annie y Amy pataleando en las piernas de Stella y Stanford. ¡¡Necesitaba dibujar eso!! Finalmente no resistio la tentación y alquilo su cuaderno y herramientas de dibujos. Tenia la escena entera perfectamente grabada en su cabeza, como si hubiera descargado un video de internet y lo viera una y otra vez. No se decidia que escena hacer, hasta que decidio hacer varios dibujos, de lo que paso. Ellas siendo nalgueadas, haciendo su “Danza de la cola hirviendo” (que es muy característica de ellas), llendo al rincón, etc. Aparte, con sus uniformes de gala, se veian tan tiernas. Eran como dos muñecas. Mariela hasta sentía ganas de sentarlas en sus piernas y mimarlas.
Esta vez, decidio ser mas disimulada, e hizo los dibujos a escondidas. Nadie la descubrió haciéndolos esta vez. Pero luego de estudiar las 6 juntas, y por esas casualidades de la vida, terminaron Alice, Jess y las gemelas en la habitacion. Cuando Alice vio la carpeta de dibujos de Mariela, guardada, supuso que esta era su oportunidad.
- Jess, Viste que buenos son los dibujos de Mariela? – Dijo Alice, intentando sacar el team.
- Si, jajaja, al menos me pude vengar de stella. Aunque sea en un dibujo.
- ¿Dibujos? Yo solo vi que dibujaba para sus clases de arte. – Respondio Amy.
- Dibuja muy bien. Me dibujo peleando contra una monja robot. –
- En serio? – Respondio Amy, como una niña entusiasmada. – Ay, quiero verlos!!- Exclamo. Vio el escritorio de Mariela, y diviso su carpeta de dibujos guardada. Naturalmente, Amy fue y tomo la carpeta.
- Amy, no!- Protesto su hermana.
- Por que no? Son solo dibujos. – Se quejo Amy. Los reviso riéndose de los de Alice y Jessica. Pero luego se sorprendio poniéndose roja como un tomate.
- Y-Y esto? – Pregunto. Annie se acerco a ver. Eran ellas en uniforme de gala, dando los saltos que dan siempre luego de las nalgueadas. Jessica curiosa se acerco y se rio. – Jajajaja, son ustedes. Hasta hacen lo mismo. –
Las chicas continuaron revisando, y noto que había mas escenas de ellas siendo castigadas. Especialmente de las gemelas. Era raro, y vergonzoso. Pero a la vez, incomodo. ¿Por qué les gustaba tanto dibujarlas castigadas? Repentinamente llego Mariela y las preguntas comenzaron.
- Que es esto? -Pregunto Amy.
- Por que siempre nos dibujas castigadas? – Insistio Annie. La cara de Mariela se puso roja como un tomate. Y sintió que iba a ponerse a llorar. ¡Habian descubierto su secreto! NO se le ocurrio ninguna respuesta hasta que Alice se metio.
- Chicas. Tranquilisence. Es solo un comic que Mariela esta haciendo. Que no se vallan a enterar las Dorm mom. – Explico Alice. – Les gustan los comics?.
- Si…- Respondieron ambas al unisono, un poco confundidas.
- Bueno, son monjas robots que las capturaron y nosotras peleamos para liberarlas. ¿Entienden?
La idea a ambas las entusiasmo. Despues de todo, a ambas les daban comics como niñera sus padres cuando salían de viaje. Si bien, se les hacia extraño las aceptaron.
- Empezo haciendo dibujos donde las capturan. Y nosotras peleando, las vamos a salvar. Luego hara un comic. Las monjas parecen robots y nos quieren convertir en robots a nosotras por eso. Es una parodia. – Continuo explicando.
- Y… por que siempre nos nalguean a nosotras…- Pregunto Annie.
- Por que son unas bebes, no es obvio? – se burlo Jessica.
- ¡No somos bebes! – Protestaron ambas gemelas al unisono. Sin embargo la idea comenzó a parecerles mas interesante. Aunque era molesto, vergonzoso y humillante que por lo visto hasta Mariela las consideraba unas niñas a quienes debían rescatar.

Se acordaron de todas las veces que las monjas se comportaban como robots, de las obseciones de ellas y los castigos tediosos e injustos. 

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