….Una semana antes aproximadamente…
Efectivamente las chicas se estaban
portando un poco mejor, gracias a la tutela de Alice. Sin embargo, ella no
hacia milagros. Annie continuaba siendo floja, Amy continuaba aburriéndose con
facilidad, y Jessica seguía odiando estudiar. Rhonda a veces se esmeraba. A
veces. Y la friccion entre Jessica y las gemelas era constante. Pero a su vez,
todas comenzaron a compartir un secreto en común. Un escondite secreto. El
escondite secreto cumplia con su nombre a la perfeccion. Se encontraba en un
angulo difícil de ver desde el colegio, medianamente cerca de otro galpón donde
se guardan los productos de jardinería. Tenia dos arboles adelante, y estaba
cerca de uno de los rincones de la reja. Era un gran e inmenso arbusto, con un
gran hueco en su interior. Las rejas estaban cubiertas por una enredadera, pero
se había hecho varios augeros grandes que permitían a las pupilas ver al
exterior. Daba a una calle de barrio muy simple con muy poca gente. Del otro
lado había varios arboles frondosos y esa vereda no era muy frecuentada. Rhonda
había logrado esconder ahí alcohol, marihuana y cigarrillos.
- De donde los sacaste? – pregunto annie,
cuando rhonda se los mostro a Alice.
- De chicos de la calle. -
- Y como quisieron dártelos… como te
vieron?- Preguntaba annie curiosa.
- Saque mis tetas por los augeros y las
vieron.- Contesto Rhonda con naturalidad.
¿Sorprendidos? Rhonda en serio vivía en la
calle. Annie si se sorprendio. ,Pero aun asi, quería a Rhonda y “se lo
perdono”. Una vez que Jessica estuvo con Carl, Alice ocupo el lugar. Mudo su
provision de alcohol, cigarrillos y porros a ese escondite.
El escondite paso a ser ocupado
oficialmente por Rhonda, Alice y Jessica. Sumado a eso, la vez que Carl visito
a Jessica, en verdad fue para llevar mas provisiones a Alice. Alice, por
anticipado, pago a Carl lo poco que le quedaba para que continue con estos
favorcitos por un tiempo. Estar con Jess solo fue un plus y algo conveniente
para los planes de Alice.
Amy, naturalmente empezó a sentir mucha
curiosidad… Una vez, estaban justo Amy, Annie y Mariela juntas.
- Annie. Seguis llendo a ese escondite con
Rhonda?
- Si…- Respondio Annie desilusionada. Antes
era divertido esconderse. Pero ahora había muchas mas personas. Y ni Jessica ni
Alice les caian bien.
- Nos llevas?? Porfa!! Quiero conocer. –
Insistio Amy.
- Llevas? – Pregunto Mariela.
- Si, tu vienes también, es obvio. Dale
Annie, llevanos. – Insistio Amy.
Dado a que Annie se sentía resentida por
que Llevaron a Alice y a Jessica, ella termino llevándolas. Normalmente las
reglas para entrar al escondite eran estrictas. En grupos pequeños, sin que
nadie las vea o las siga. A pesar de su personalidad las obedecieron y
terminaron en el. Dentro se encontraban Rhonda, Jessica y Alice fumando.
- No, no Vallanse. No queremos bebitas
aquí. – Se quejo jessica.
- No somos bebes!!- Protestaron al unisono.
– Y este escondite era mio y de Rhonda!!- Se quejo Annie.
- Tranquilas chicas, Somos todas amiga.
Pueden quedarse. Solo que me gustaría que nos hagan un favor. – Comento Alice.
- Si? – Preguntaron ambas.
- Ven Mariela, siéntate conmigo. Chicas,
saben donde habrá desodorante… o gotitas para los ojos? Podrian conseguirlos?
- Claro!! Vamos Annie. – Dijo Amy, y en
poco tiempo robaron un par. Finalmente se unieron al grupo. Ya en el grupo, se
sentaron junto a las demás, intentando no ensuciarse.
- Escuchen, nosotras les convidamos. Pero
tienen que hacer caso. Se ponen desodorante y gotitas para los ojos si quieren
fumar. Y comen chicles, yo intercambie en la tienda. Y no vayan a hacer
tonterías. No tomen de mas. – Aclaro Alice, y Rhonda le paso una petaca de
licor a Mariela. Mariela ya había bebido anteriormente, en alguna fiesta
familiar, de parte de algún tio borracho. Puso un gesto disimulado de disgusto
al beberlo, ya que no le gusto, pero por la presión del grupo lo hizo.
Amy y Annie observaban sorprendidas lo
sucedido. Sus compañeras bebiendo y fumando. ¿Y eso era marihuana? Sus padres
las habían criado en una burbuja de cristal acaramelado. Practicamente nunca
las dejaron crecer, y por su apariencia infantil ni les permitían probar
alcohol. Eran enviadas a jugar con los otros niños en las reuniones familiares.
Mientras Mariela bebia levemente la petaca,
y hacia caras por el sabor a alcohol, intentaba convidarle a Amy.
- Queres? – Pregunto.
- N-No.. gracias.- Respondio amy.
- Vos annie?- Pregunto y ella negó con la
cabeza.
- Son dos bebes. No fuman, no toman. Si
quieren traemos chocolatadas asi no se aburren estando con nosotras. – Bromeo
Jessica. Ambas gemelas se sonrojaron, pero se quedaron calladas. Mariela tomaba
un poco de alcohol, pero no se animaba a fumar nada. En cambio ambas chicas no
se animaban ni a probar gota. La amenaza del liston faltante las tenia
aterrorizadas.
- Vamos chicas. Si es un poquito no va a
pasar nada. – insistió Alice.
- …. Esta bien…- Se quejo Amy, mas obligada
que por deseo. Cuando el liquido toco su lengua puso un gran gesto de
desagrado. Luego saco su lengua. – Es horrible.
- jajajaja. – Se rio Jessica. – La próxima
traeles una mamadera a cada una. – Se continuo burlando.
- Deja de molestar!!- Protestaron ambas al
unisono. Avergonzadas se quedaron calladas.
En los siguientes días continuaron juntándose
con las otras en el escondite. Pero lo hacían mas por la presión social que por
deseo propio. No querían demostrar que eran unas bebes. Sumado a eso, había
otra circunstancia muy incomoda para ellas. La forma en como Jessica y Rhonda
convencían a los chicos de la calle para que les dieran cigarrillos u otros
favores. Claro, ninguna era necesariamente una victima. Despues de todo, tenia
Jessica tenia sus hormonas revolucionadas por Carl, y por sus quince años
encerrada en un reformatorio de solo mujeres. Rhonda también lo hacia, pero
menos gustosamente, aunque aun asi podia disfrutarlo. Las gemelas nunca habían
ido siquiera a una escuela mixta. ¿Recuerdan lo que dije de la burbujita de
cristal?
Ya hacia el lunes y en su habitacion. Mariela
frente al espejo, alzo su falda y reviso las marcas en su trasero.
“Apenas esta rosa…. Pero este dolorcito es
muy irritante…” Penso, y luego acomodo de vuelta su uniforme. Las ultimas dos
semanas tuvo dificultad en concentrarse. Mas de lo normal. Y la ayuda de Alice no
la salvo de la constancia de las monjas. Los 20 azotes caian una y otra vez en
su trasero. Adolorida intento volverse a concentrarse, pero nunca dura
demasiado tiempo, y termino escogiendo los tediosos rincones para dejar
descansar su pobre cola. La razón es simple. El domingo de gala. Annie y Amy
pataleando en las piernas de Stella y Stanford. ¡¡Necesitaba dibujar eso!! Finalmente
no resistio la tentación y alquilo su cuaderno y herramientas de dibujos. Tenia
la escena entera perfectamente grabada en su cabeza, como si hubiera descargado
un video de internet y lo viera una y otra vez. No se decidia que escena hacer,
hasta que decidio hacer varios dibujos, de lo que paso. Ellas siendo
nalgueadas, haciendo su “Danza de la cola hirviendo” (que es muy característica
de ellas), llendo al rincón, etc. Aparte, con sus uniformes de gala, se veian
tan tiernas. Eran como dos muñecas. Mariela hasta sentía ganas de sentarlas en
sus piernas y mimarlas.
Esta vez, decidio ser mas disimulada, e
hizo los dibujos a escondidas. Nadie la descubrió haciéndolos esta vez. Pero
luego de estudiar las 6 juntas, y por esas casualidades de la vida, terminaron
Alice, Jess y las gemelas en la habitacion. Cuando Alice vio la carpeta de
dibujos de Mariela, guardada, supuso que esta era su oportunidad.
- Jess, Viste que buenos son los dibujos de
Mariela? – Dijo Alice, intentando sacar el team.
- Si, jajaja, al menos me pude vengar de
stella. Aunque sea en un dibujo.
- ¿Dibujos? Yo solo vi que dibujaba para
sus clases de arte. – Respondio Amy.
- Dibuja muy bien. Me dibujo peleando
contra una monja robot. –
- En serio? – Respondio Amy, como una niña
entusiasmada. – Ay, quiero verlos!!- Exclamo. Vio el escritorio de Mariela, y
diviso su carpeta de dibujos guardada. Naturalmente, Amy fue y tomo la carpeta.
- Amy, no!- Protesto su hermana.
- Por que no? Son solo dibujos. – Se quejo
Amy. Los reviso riéndose de los de Alice y Jessica. Pero luego se sorprendio
poniéndose roja como un tomate.
- Y-Y esto? – Pregunto. Annie se acerco a
ver. Eran ellas en uniforme de gala, dando los saltos que dan siempre luego de
las nalgueadas. Jessica curiosa se acerco y se rio. – Jajajaja, son ustedes.
Hasta hacen lo mismo. –
Las chicas continuaron revisando, y noto
que había mas escenas de ellas siendo castigadas. Especialmente de las gemelas.
Era raro, y vergonzoso. Pero a la vez, incomodo. ¿Por qué les gustaba tanto
dibujarlas castigadas? Repentinamente llego Mariela y las preguntas comenzaron.
- Que es esto? -Pregunto Amy.
- Por que siempre nos dibujas castigadas? –
Insistio Annie. La cara de Mariela se puso roja como un tomate. Y sintió que
iba a ponerse a llorar. ¡Habian descubierto su secreto! NO se le ocurrio
ninguna respuesta hasta que Alice se metio.
- Chicas. Tranquilisence. Es solo un comic
que Mariela esta haciendo. Que no se vallan a enterar las Dorm mom. – Explico
Alice. – Les gustan los comics?.
- Si…- Respondieron ambas al unisono, un
poco confundidas.
- Bueno, son monjas robots que las
capturaron y nosotras peleamos para liberarlas. ¿Entienden?
La idea a ambas las entusiasmo. Despues de
todo, a ambas les daban comics como niñera sus padres cuando salían de viaje.
Si bien, se les hacia extraño las aceptaron.
- Empezo haciendo dibujos donde las
capturan. Y nosotras peleando, las vamos a salvar. Luego hara un comic. Las
monjas parecen robots y nos quieren convertir en robots a nosotras por eso. Es
una parodia. – Continuo explicando.
- Y… por que siempre nos nalguean a
nosotras…- Pregunto Annie.
- Por que son unas bebes, no es obvio? – se
burlo Jessica.
- ¡No somos bebes! – Protestaron ambas
gemelas al unisono. Sin embargo la idea comenzó a parecerles mas interesante.
Aunque era molesto, vergonzoso y humillante que por lo visto hasta Mariela las
consideraba unas niñas a quienes debían rescatar.
Se acordaron de
todas las veces que las monjas se comportaban como robots, de las obseciones de
ellas y los castigos tediosos e injustos.
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