lunes, 23 de enero de 2017

cap 38


 “Viernes”  leyó Ortiz, mientras hacia chequeo de uniformes.
- Ya esta chicas, muy bien. En especial tu Annie. – Celebro.
La semana había sido dura para ellas. Aun en uniforme de novatas las 4 estaban encerradas, sin permiso de salir al campus. Sus colas comenzaban a recuperarse, excepto las de las gemelas que continuaban con banditas luego de visitar enfermería. Banditas que podían verse ya que los calzones no alcanzaban a taparlos o se veian abultados donde estaban. Esto generaba burlas entre las demás chicas, y hasta Jessica las apodaba “culo roto” a sus espaldas. Las banditas sin embargo no alcanzaban a aliviar el dolor para nada. No hubo mas ungüento para ellas, solo un poco de protección hasta que sus heridas se cicatricen mejor.  Amy padecio la peor parte. Su pobre cola no podia soportar ni una nalgada, tubo que hacer su mejor esfuerzo para portarse bien, o elegir rincón siempre. Las clases de gimnasia que tubo fueron terribles, y ni el bloomer protegia bien su adolorida cola. Estar sentada era una tortura. Si no fuera por Mariela, hubiera sido peor, ahora que por lo visto, su hermana era tan popular.
Desde el primer dia que volvió a su uniforme de novata, Amy y Mariela lo pasaron juntas.
- Te ayudo a sentarte…- Le decia Mariela a Amy, en la sala de Ocio llevándola de la mano.
- Ay…Si… Ay…- Respondio Amy sonrojada, pero agradeciendo la ayuda. Poco sabia ella del morbo que le daba a Mariela verla asi, y ver su colita castigada asomar por debajo de su uniforme como siempre. Ahora, junto a las banditas que le habían puesto y que volvían un espectacull para ella verla. Tambien, la aprisionaba la culpa. Hasta disfrutaba ver esos castigos tan pesados por lo visto.
- Seguiste tu historia? –
- Si, la voy a comenzar. La hacemos juntas? – Pregunto Mariela. Amy entusiasmada, asintió con su cabeza. Amy vio que ya boceteo la parte de la invasión a la tierra.
- Y ahora?
- Todos los días eran muy difíciles en la tierra. Convertida en un internado gigante, no había mas remedio que estudiar, estudiar y estudiar. Casi todas las especies se habían extinguido casi no quedaban mas arboles. El mundo era frio y gris.
- Como la escuela.
- Jajaja… si, como la escuela. – Se rio Mariela, y le apretó un cachete. Amy resulto ser muy cariñosa, y al igual que su hermana, le gustaba que la mimen. Mas alla de su insistencia de demostrar que no son niñas. Solia abrazar su brazo, o a ella de vez en cuando, o caminar de la mano con ella. Ahora estaban una al lado de la otra, y Amy de vez en cuando la abrazaba entusiasmada.
- Pueden ser nuestros mismos uniformes?
- Por que?
- Asi siento… que soy yo quien se rebela. Ojala pudiera rebelarme…- Suspiro Amy.
- Mmm.. Pero si descubren esto, se darán cuenta de que nos quejamos de ellas y me castigaran… - Penso Mariela en voz alta.
- Es verdad…. Sino que sea como el de mi antigua escuela. Jumper gris, corbata y ese tonto sombrero. – Dijo Amy.
- Claro, ese es mas común…- Dijo Mariela boceteandolo. – Y que en sus calzones lleven un código de barras asi las identifican antes de nalguearlas. – Dejo fluir su imaginación.
Amy se rio frente a lo que dijo. – Como será el primer comic? Hasta ahora solo boceteaste la invasión… Aunque siempre nos dibujaste a nosotras siendo castigadas. Y muchas veces. ¿Empieza el comic con que nos capturaron?- Pregunto Amy con autentica ingenuidad sin siquiera pasar por su cabeza las ideas de su amiga. Mariela se puso roja como un tomate y dijo: Eh… Si, si… Ustedes son una de las tantas que están atrapadas. Empiezo describiendo lo duro que es. Las monjas robot pueden transformar su brazos en una maquina de nalgadas y atraparlas en el .
- JAjaja, como Stella. – Penso Amy en voz alta.
- Shhh!!- La callo Mariela. – Me vas a meter en problemas. – Se quejo. Vio a Amy hacer un puchero y le dio un abrazo. – Solo se mas cuidadosa. Mira, ustedes están atrapadas en el centro de castigos conectadas a una maquina de nalgadas. Ahí nosotras las rescatamos y les enseñamos sus poderes.-
Amy asintió con su cabeza hasta que Mariela reviso la hora en uno de los paredones.
- ¿ Luego lo escribimos juntas dale? Ya es nuestra próxima clase. Dejame ayudarte a poner de pie.- explico.
Annie, por su parte tubo un poco mas de suerte. Padecio la clase de gimnasia, y la atemorizaba la de natación. Pero Ortiz comenzó a ayudarla en todo, a armar su cama, a armar sus trenzas y a veces hasta vestirse. Tambien la citaba y la ayudaba con sus tareas. Y lo peor, solia felicitarla luego como si ella lo hubiera hecho. Esta semana ninguna podia conseguir puntos, pero Annie vivía consentida, entre apretones de cachetes, revolvones de pelo y besos en la frente. A veces hasta era sentada a upa. Lo que en los primeros días era tierno, se comenzaba a volver un poco molesto. Pero Annie no podia rebelarse, eso estaba salvando su colita de Stella, quien continuaba igual de estricta con todas, sin importar que castigadas estén. Sumado a lo anterior, esto la alejaba de Rhonda… y de lo mucho que disfrutaba estar con ella. Y Viceversa, ahora que Annie se había convertido en la “mascota” de Ortiz – como Jessica bromeaba – no tenia mas tiempo para estar con ella. Obligadas a estar dentro de la escuela, ya no podían esconderse y estar juntas. “Despues de todo, solo somos buenas amigas… ni siquiera eso. Solo estamos juntas y ya.” Pensaba Rhonda deprimida. Con su culo lleno de varazos, ahora se sentía muy sola. Sola, adolorida e impotente. Lo mismo sucedia con Jessica, solo que ella no tenia ni Annies ni Marielas. Tubo que elegir rincón varias veces, ya que ni ella se animaba a recibir mas azotes. Y tubo que esforzarse lo mas posible en seguir las estrictas reglas de Stella. Comenzo a salirle, aunque se sentía muy tonta, perfectamente uniformada y obediente. “Acaso asi va a ser mi vida…” pensaba preocupada Jessica, en un uniforme ridículo, esforzandose por seguir las reglas de Stella, revisando su uniforme e higiene a cada rato por miedo a mas castigos. La única respuesta que tenia era “si”. Pero sencillamente acostumbrarse era tan difícil, tedioso y humillante. Sin embargo por ahora no parecía haber opción. Esto, mas que enfadarla, la tenia deprimida. Termino amigándose con el uniforme de novata al final, sabia que había cosas peores.
- Chicas. – Dijo Stella, mientras todas estaban ordenadas en fila. – Para que aprendan a comportarse como señoritas, Kan, Cintio y las Hastur serán asignadas a clases OBLIGATORIAS de etiqueta este fin de semana.
- Owwww…- Protestaron las 4.
- Sin quejas. – Dijo Stella entregandolesel nuevo itinerario. – Presentense en uniforme normal a la hora descripta. –
Todo parecía solo empeorar para ellas. Pero… ¿ Y alice y Mariela?
Si bien las 6 continuaban intentando estudiar juntas - y con intentar me refiero a la friccion entre las 4 castigadas- Mariela y Alice comenzaron a pasar mas tiempo juntas, en su escondite secreto. Mas que nada por la insistencia de Alice, aunque Mariela preferia muchísimo mas pasar mas tiempo con la pobre de Amy.
Finalmente llego el sábado y las 4 temprano tuvieron sus clases de etiqueta.  Luego de un par de horas de caminar correctamente, con libros en la cabeza, sentarse correctamente, y ser azotadas por realizar las poses, reverencias y ordenes incorrectamente, las 4 finalmente pudieron descansar un poco. Amy, aun mas adolorida que antes busco por toda partes a Mariela sin excito. Cuando vio a Mariela, noto que Alice inmediatamente se la llevo. Un poco triste y cansada, reviso los cursos en los que podría anotarse.
- Si Alice?
- Acompañame. – Dijo, y se la llevo al escondite secreto. Solian ir juntas mientras Mariela observaba a Alice tomar y fumar levemente. Mariela de vez en cuando bebia un poquito, aunque a fumar aun no se animaba.
- Vi que son muy amigas con Amy no? – Pregunto Alice.
- Si!! Amy es genial!!- contesto  Mariela.
- Si, lo es. Vi que estaban muy entusiasmadas haciendo el comic. Que suerte que te salve e invente lo del comic, sino ahora estarían enojadisimas con vos no? – indago Alice. Mariela se impacto ante el comentario, tan hiriente de su amiga.
- Si… muchas gracias. Me salvaste.
- De nada Marie, ¿las amigas nos hacemos favores no es asi?
- Si, claro que si. –
- Espero que vos también puedas hacer favores por mi. Veras… yo no me llevo muy bien con la limpieza… - Explico Alice. Mariela fruncio el seño.
- A donde queres llegar? – Respondio Mariela.
- No seas tan agresiva. Tu limpias muy bien y eres muy ordenada. Me gustaría que a cambio me ayudes con la limpieza, a cambio de ocultar tu secretito. Recuerda, yo te quiero por como eres Mariela. A otras sin embargo capaz tus acciones les parescan impuras o perversas..- Explico Alice, comenzando a dar en el clavo.
- Entonces… quieres que… limpie para que no cuentes nada? –

- No… no, para nada Marie. Solo quiero que me ayudes si? – Dijo Alice y continuo explicando: – Mira, no me gusta estar aquí yo sola. Solo te quería agradecer lo mucho que me gusta que me acompañes. Y que limpies por mi mi cama, ordenes mis cosas… podrias lavar mis uniformes junto con los tuyos… ¿De la misma forma que yo siempre te ayude con tu tarea entendes? Claro, si queres que sigamos siendo amigas… Y amiga de Amy. – 

2 comentarios:

  1. Me cae tan mal la Alice gggrrr...

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  2. Alice se está ganando un buen castigo... Que ganas tengo de que reciba un buen escarmiento.

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