“Muy estricta… “ se quedo pensando. Camino
un poco alrededor, intentando espiar a las despistadas alumnas. No tardo mucho
en ver muslitos rojos, caras de dolor, gestos incomodos al sentarse. Tubo una
fuerte e incontenible erección en ese momento. “Es el paraíso..” pensó el. Al
cabo de 20 minutos aproximadamente, vio pasar frente a el el grupo de Mariela.
Amy y Annie se sobaban sus traseros y lloraban llamativamente, mientras que
Rhonda y Jessica solo caminaban cabisbajas. Mariela se mostraba perdida en su
mundo, y Alice, igual de soberbia que siempre. Oswald se rio al ver a las
gemelas que parecían dos niñitas castigadas. Le recordaba castigos que alcanzo
a ver de sus primitos hace mucho tiempo. Cuando ambas vieron a Oswald, se
quedaron congeladas y pusieron sus manos rápidamente enfrente dejando de
sobarse. Ni siquiera Jessica quizo
permanecer a la vista de Oswald, pero aun asi, era momento de dar el informe a
cada uno de sus padres, y la foto mensual familiar.
Oswald, tubo que acercarse al grupo
familiar de Alice para la foto. Se rio un poco por dentro, viendo nuevamente a
Alice en ese vestido tan exagerado. Nunca imagino en su vida que la veria asi.
Incluso, es la primera vez que la veía usando trenzas. O coletas. O listones.
Las Dorm mom, no dejaron de festejar frente a sus padres, su brillante
comportamiento y notas, solamente destacando pequeños destellos de rebeldía.
Alice, sonrio triunfante en la foto mientras Oswald observava complice, su
disfraz de hija perfecta.
Jessica, tuvo que otra vez soportar
cabisbaja los regaños de sus padres y las burlas de sus hermanas. Intento
alejarse de ellos – y en especial de ellas- toda la tarde, pero finalmente la
atraparon y su hermanita menor la torturo con preguntas tontas. “¿Asi que
fuiste al purgatorio? ¿Y como es? ¿Y fue feo? ¿Todas van ahí? ¿Y por que? “
Rhonda y las gemelas, se sacaron las fotos
solo con las dorm mom. Pero annie quería estar sola. Sola con Rhonda. Cuando
fue a buscarla Amy opto por ir con Mariela. Pero Mariela otra vez estaba
perdida en su mundo. “Que le habrá pasado”. Penso y busco algo divertido que la
distraiga de su dolor de pompis.
Annie,
perdió toda compostura y comenzó a llorar otra vez como una bebe. Hasta que
finalmente Ortiz la abrazo.
- Annie, angelita, que pasa?
Annie no contesto, pero se dejo abrazar. La
mujer, la alzo como una niña y la sento en sus piernas. La recostó en su pecho
y la abrazo. Annie se sentía muy triste asi que nuevamente se dejo mimar.
- Extrañas a tus papis y encima te
castigaron? Ya bebe… no te preocupes. Mami Ortiz te va a cuidar. – Dijo ella
Maternalmente.
Mariela finalmente, fue felicitada pero a
la vez advertida acerca de lo distraída, y a veces desprolija que era. Se le
comento a sus padres que esto fue causa de numerosos castigos. Pero por suerte
para ella, no paso de eso.
Finalmente, Mariela volvió a su mundo.
Camino despacio y Oswald alcanzo a verla de espalda. “Que ridículo que es…
parece que llevaran alas…” Penso Oswald. “Y esos moños gigantes. Todo el rosa…”
Continuo analizándolo viéndola a Mariela de espalda. “Cuanto saldrá comprar
uno… Pero… debe ser imposible… Se ve que la tela es muy cara.” Suspiro. Le puso
una mano entre los olanes del hombro y pregunto: ¿Cómo te fue? ¿Te castigaron?
Oswald imagino que Mariela se voltearía
sonrojada y que protestaría. Sin embargo Mariela solo contesto continuando en
su trance: A mi no, a las gemelas las nalguearon sobre las piernas como dos
bebitas. Se veian tan tiernaaaas… - Penso en voz alta.
Oswald, sorprendido por una confesión tan
repentina intento indagar.
- ¿
En serio?
- Si. Mira, alla esta Amy. ¿no la vez?
Amyyyyy!!!- Exclamo Mariela, sin darse cuenta de que era Oswald quien el
hablaba.
Amy fue corriendo hacia ella, pero al ver
que tenia oswald detrás intento comportarse mas maduramente. Camino cabisbaja y
entrelazo sus manos adelante.
- ¿Cómo estas? ¿ Aun te duele?
Amy avergonzada negó con la cabeza y se
dando un pequeño salto apresurado. Con la crinolina, basto para que Oswald
divise fácilmente la cola roja de Amy.
- Que rara… - Penso Mariela. Volteo y noto
que le estaba hablando a Oswald. “que tonta soy!!” Penso poniéndose roja como
un tomate. “Se habrá dado cuenta de que me gusta ver como las castigan…?” Penso
preocupada. “Le habrá contado Alice???”
- Jajaja.. Estas roja de vuelta. ¿Entonces
a ti no?
Mariela negó con la cabeza. Y Oswald sintió
que tenia la oportunidad de indagar.
- Pero… es verdad que cuando hacen algo
malo… las nalguean? – pregunto. “Cualquier chica… se molestaría con lo que
dije. Pero ella es tan inocente. Seguro ni se dara cuenta de como me siento al
respecto”.
- Si… las monjas y la directora son muy
estrictas… Amy y Annie siempre tienen sus colas rojas por eso. – pensó Mariela
en voz alta. “Por que dije eso!!” se sobresalto. “Estoy tan nerviosa que hablo
en vez de pensar”. Claro, cuando Mariela hablaba de sus castigos, en verdad
solo pensaba en los castigos que le fascinaba ver de las gemelas.
“Si… no se dio cuenta.” Penso el. Le dio
ternura ver lo inocente que ella era. “Seguro hace todo lo que le dicen.”
Penso. Mientras aprovechaban, aprovecho lo despistada que ella era, y lo corto
del vestido con crinolina para espiar sus muslitos. Blancos como porcelana.
“Debe ser muy obediente.” Penso con cierto morbo. “Hace cuanto estará aquí…?”
Se pregunto, imaginándose la historia de una chica que desde pequeña le
enseñaron a obedecer sin chistar.
- Uy… pobrecitas. Si queres podes contarme.
– Dijo el. Ella lo veria mas como amigo, pero difícilmente alguna alumna
estaría tan dispuesta a contar sus castigos.
- ¿puedo contarte? – Pregunto Mariela.
Siempre quizo un complice, a quien poder contarle las deliciosas desventuras de
las gemelas.
- Claro que si – Dijo el abrazándola. –
Cuentame todo. ¿Son muy estrictas con ustedes? –
- Es….- Dijo Mariela. Pero luego pensó –
por primera vez desde que comenzó la conversación – en su propia cola. No le
convenia que la escuchen quejándose del internado.
- Si me escuchan quejarme… Seguro… - pensó
Mariela preocupada en voz alta. – En serio quiero contarte!!- comento.
Realmente necesitaba alguien con quien desahogarse.
- Esta bien, no te preocupes. Mira, si me
envias una carta, ¿nadie se enterara si? Puedes contarme todo. E intentare
visitarte siempre. Vivo cerca de aquí. ¿Me dijiste que dibujas? Puedes enviarme
tus dibujos.–
- En serio? – Contesto Mariela contenta.
Oswald vio su hermosa sonrisa por primera vez maravillado.
- En serio. – Dijo tomándole las manos. –
Alice me dijo que hay un escondite secreto. ¿no es asi? Vivo cerca de aquí, te
vendre a visitar.
- Harias eso por mi? Estoy tan cansada de
estar encerrada.
- Por supuesto, eres muy especial. – Dijo
tomándole las manos. – Ahora continuemos hablando. – Comento. Pasearon un poco
juntos, mientras Oswald le contaba sus aventuras. Mariela se asombraba viendo
que el príncipe azul bello y elegante era mas bien muy oscuro. Pero esto mas
que espantarla la entusiasmaba. En su cárcel de reglas y castigos, le fascinaba
escuchar intrépidas historias del mundo exterior. Mientras tanto, Oswald
maravillado constantemente veía muestras de lo estrictas que eran con ellas.
Mariela, a pesar de lo despistada que era, tenia como rutina tomar un minuto
para arreglarse de vez en cuando. Cuando Oswald se lo comentaba ella decia:
“Luego te lo cuento”. Oswald pensó, que Mariela era la clase de chicas bien
portadas que siempre estaban con su uniforme impecable. Hasta noto como siempre
llevaba su rosario, sin sospechar que era algo que uniformemente todas debían
llevar.
Amy, vio a lo lejos, a su amiga hablar
animadamente y de la mano con Oswald. “Mierda… se lo gano… ¿pero que tiene
ella? “ Protesto. Dejo de sobarse recordando las burlas, un poco deprimida por
ser nalgueada DE VUELTA al igual que una bebe frente las risas de todas. Pero
mas alla de eso, Amy rápidamente reconocio que el no era de buena calaña. Algo
en el, le despertaba la misma sensación que Rhonda. Se alejo, y vio a Annie
sola, buscándola.
- Adoptada de vuelta? – Pregunto Amy
burlona.
- Nos viste?- Contesto Annie, refiriéndose
a la escena con Madre Ortiz.
- Otra vez annie? Sos vos quien permite
estas situaciones. ¿Recordas lo que paso con el profesor de gimnasia?
Annie suspiro. Era normal que de vez en
cuando alguien mayor que ella la “Adopte”. Y también era normal, que se lo
tomen muy a pecho…
- No importa….
- Al menos te
perdona los castigos, mientras que a mi me vuelven loca. No cambias mas…- Se
quejo Amy.