Reglas

Tercer capitulo

Solto mis hombros y comenzo: primero, te referis a mi como: seniorita Y, y al senior x como "papa". Entendido?
Por que seniorita y no seniora me pregunte.
-si-
- Si que?- corrigio.
- S-Si seniorita Y-... dije nerviosa.
De repente se volvio muy estricta y me da miedo. Fuck, por que me habre vuelto tan sensible. 
- Segundo, absolutamente prohibido decir malas palabras. Se castigan con un castigo como el de recien, y una lavada de boca con jabon. Las mentiras tambien son malas palabras para vos.- aclaro Y.
Un castigo como el de recien por decir una mala palabra...- pense frotandome la cola.
- Tu papa y yo somos adultos, debes obedecernos en todo y pedir permiso antes de realizar las cosas. Yo soy la sirviente de mi senior X, y tambien de su hija. Pero el me dio la responsabilidad de educarte, asi que cuidadito- continuo explicando.
- Vas a tener distintos horarios, cuando te llamemos a comer tenes que venir sin chistar. A las 10 te quiero en la cama, con tu pijama puesto y preparada para irte a dormir- sentencio.
A las 10, era obvio... por que me meto en estas cosas...
- El resto de las reglas te las explicara tu papa, incluso, vamos a que te conozca- concluyo de explicar y me tendió su mano. Se la tome y me llevo. Mientras caminaba intentaba descubrir por que estaba tan sensibilizada. Seguro por la nalgueada de recién. Al caminar, mi vestidito se movia, y sentía el aire llegar hacia mi vagina. Me siento desnuda…y expuesta.

Finalmente llegamos al comedor. El señor X se encontraba frente a su laptop, trabajando. Con sus anteojos se ve muchísimo mas serio.

-       Aquí traje la niñita señor- Dijo y serivicialmente poniendo sus manos sobre mis hombros y mostrándome. Me sonroje por mi apariencia y baje la mirada, al hacerlo veía mi vestidito, y mis guillerminas. Comenze a sentirme dinminuta. El señor X se paro, y se acerco hacia mi. Dios, es gigante… Me acaricio una mejilla, pero yo baje la cabeza. Aun no controlo la vergüenza que me da que me vea asi.

-       Se ve muchísimo mas linda de lo que imaginaba, y me encanta el peinado, en verdad hiciste un gran trabajo- Comento el señor X.

-       Muchisimas gracias señor, habiendo tenido tantas hijas con dos colitas, pensé que este peinado le quedaría mejor. – contesto muy servicialmente Y. Senti como me apretaba los hombros.

-       Se nota que te encanta la niña- Dijo X.

Odio que hablen asi de mi!!

-       Es adorable señor, nena, saluda a tu papa- me dijo Y dulcemente acariciándome los hombros.

Uy… Me toca hablar a mi, no pienso llamarlo papa .

-       H-Hola… Padre…- Dije asustada y mirando aun al piso. Mientras lo decía, continuaba viendo mi vestido de frutillas, mis zapatitos de charol y mis soquetes y me preguntaba “En que me meti ahora?”.

En ese momento, escuche al señor X alejarse. Levante la mirada, y sentí la mano de Y apoyarse en mi espalda. Caminamos junto hacia la mesa, y el señor X me ordeno sentarme. Me sente sin poder disimular el gesto de dolor.

-       Deja que te traigo un almohadoncito Romi- Dijo la señorita Y. Pero el señor X la interrumpió.- Dejala asi-.

-       Si señor.- Se disculpo ella, y se paro al lado de el, servicialmente, a la expectativa de una orden. La imagen del señor X, sentado frente a mi, junto a su sirvienta, mientras yo me encontraba sentada sobre mi adolorida colita, era realmente muy intimidante.

-       La meta de nosotros, es tu correcto desempeño académico. Eso solo se puede lograr con esfuerzo y disciplina. Vamos a darte las herramientas necesarias, utiles, eestudios, transporte, dinero para libros. Mi sirvienta Y, te llevara hasta la facultad ida y vuelta. Ella también te ayudara con los estudios, en caso de que sea necesario. Sin embargo, deberas compensar el esfuerzo de nosotros, en tu progreso. Pretendemos que te esfuerces en tus estudios, y como nuestra hija putativa, seras castigada en caso de no mostrar irresponsabilidad ante estos. – Explico X.

Calladita y sin decir nada, intente acomodarme en la silla. Mientras estaba sentada, sentía que el calor en mi cola se acumulaba.

-       Cuantos años tenes?- Me pregunto. Me acorde aquella canción que decía “Quiero que me mientas cuando pregunte tu edad”. -20- Respondi.

-       De que provincia sos?-

-       La rioja-

-       Vivias con tus padres antes de venir aca?-

-       Con mi mama-

-       Y tu papa?- Me pregunto.

Me molesto la pregunta, asi que mire hacia otro lado.

-       Señor…- Dijo Y. Pero X aclaro: Nena, necesitamos saber sobre vos si vas a vivir con nosotros.

-       Murio cuando yo era una niña… no me acuerdo- Dije.

-       Lo siento- Respondio el, y luego continuo con la entrevista. – Que vas a estudiar?-

-       Psicologia-

-       Por que psicología?-

Por que psicología…

-       No se, me gusta- Respondi sinceramente.

Baje la cabeza intentando no ver su reacción. La verdad no se para que puedo servir, pero creo que la psicología me gusta.

-       Fuiste a una escuela privada o del estado? – Me pregunto.

-       Del estado-

-       Que linda con su delantalcito- Sonrio Y. – Capaz pueda conseguirle uno- dijo contenta.

El delantal es menos vergonzoso que este vestido asi que no me queje, pero vi que X observo disgustado a Y por su interrupción.

-       Lo siento señor- Dijo Y, y se retiro.

-       Los dos años luego de tus estudios, que hiciste?- Me pregunto.

-       Trabaje de camarera- Respondi. Y luego añadi: No tenemos mucha plata..

-       Entiendo- Dijo el señor X. – Tengo entendido que el máximo de materias para el CBC de Psicologia son solamente 3. Te vamos a inscribir en 3, y vamos a asegurarnos de que las apruebes. Asi terminaras el CBC en un solo año, eso será un avance enorme. Tus clases las tendras a la mañana. Y durante la tarde estudiaras lo del dia. Hasta que comienzen tus clases mi sirviente Y, se encargara de prepararte para el CBC. Tu educación es lamentablemente de bajo nivel, y tendras muchos problemas si empiezas el CBC asi. Te daremos un par de días para acostumbrarte a vivir con nosotros. Sin embargo, luego de esos días, comenzaran tus estudios. Utilizaras un uniforme escolar, el cual usaras mientras Y te enseñe o cuando te hayas portado muy mal y estes en capilla. Mientras lo uses, Y estará autorizada a darte correctivos necesarios con la regla. Nos tomamos tu educación en serio. Sin embargo, mientras estes con tus vestiditos, seremos relativamente permisivos. A mi sirvienta y a mi, nos encantan las niñas alegres aunque no lo paresca. Pero si te tendremos lo suficientemente cortita y queremos que seas obediente con tus reglas. Si sos obediente con ellas, te daras cuenta que en verdad, no somos tan malos como parecemos- Bromeo al final. Por lo visto, todo era sinónimo de mucho estudio y muchas nalgadas. Nalgadas… pensé sintiendo cierto morbo de vuelta. A pesar de la cola roja, no podía evitar volver a sentir morbo con los castigos, y tenerla asi me excitaba de vuelta. Senti mi vagina humedecerse de nuevo. Maldicion, estoy tan sensible. Recorde de nuevo que me ardia la cola, y comencé a moverme en el asiento.

-       Romi, te hice una pregunta- Me dijo el señor X serio.

-       Eh?-

-       Si entendiste todo lo que explique.- Me pregunto enojándose. Debe pensar que loo estoy ignorando. El señor X dentro de todo es atractivo, es alto y fuerte, y con sus anteojos se ve tan formal, parece un intelectual.

-       S-Si – respondi.

-       Si que?- Pregunto.

Fuck…

-       S-Si … Padre- Dije, evitando tener que llamarlo “papa”.

El hizo una sonrisa débil, y pronto llego Y con el almuerzo, salvándome del silencio incomodo. Ella sirvió la mesa, y luego se acerco con un pañuelo. Waaaaaa, odio eso, lo odio!

-       Quedate quietita romi, no quiero que te ensucies tu vestido comiendo- Dijo la señorita Y.

Con ella siento mas confianza, y quería berrinchearla y protestar, pero el señor X me miraba, y me da miedo. Una mescla de miedo, nervios y excitación. Por un lado imaginaba escenas todo el tiempo de nalgadas, pero no se si iba a poder soportar otra con mi cola asi. Sonrojandome me deje poner el pañuelo alrededor de mi cuello. Vi al señor X sonreir y Pau me acaricio la cabeza- Que nena tan obediente-

-       Puedo pararme? – Le pregunte a Y.

-       Si romi. – Me respondió. Y me pare, para frotarme la cola. Estar tanto tiempo sentada me dejo mucho ardor. Tontas sillas de madera.

Pau se rio, y vi al señor X sonreir. “Sonrie… aunque me molesta que yo sea la causa.” Pensé.

“Y” miro al señor X, y el señor X asintio con la cabeza. Y se fue apresuradamente y volvió con un almohadoncito, poniéndolo en mi silla.

-       Asi comes comoda, después de todo no fue un castigo- Explico Y.

Me sente sobre el almohadón, y ya no me ardia tanto. Al poco tiempo me relaje comiendo. La señorita Y es una excelente cocinera.

Finalmente retiro la mesa y el señor X se levanto y me dijo: Mi sirvienta y yo, vamos a estar un poco ocupados.

Vi cierto gesto en Y, como de solemnidad.

-       Vos mientras tanto entretenete jugando, en tu habitación hay muchos juguetes, sino podes ver televisión- Dijo el señor X. Se acerco, me mimo el pelo y se fue, llevándola a Y de la mano.