jueves, 31 de enero de 2013

Pescar

El primer pez, es solo un bagrecito. No le das importancia. No te preocupas. El segundo pez es una mojarrita, lo podrias pescar, pero no se da. Y el cuarto pez, es un pez de verdad. Es un pez gigantesco, sumamente valioso. Gastas todas tus energias en el. Te ilusionas al verlo, es un Dorado, deslumbra tus ojos, te hipnotiza. Deseas tenerlo. Parece que el fuera tu gran meta. Y a pesar de la gigantesca lucha, a pesar de dias de buscarlo... Descubris, tarde o temprano, que hace mucho ya lo habia pescado otro. Y quiza el ser humano sea caprichoso, los pescadores tambien. Te habian arrebatado tu meta. Te habian sacado tu presa ideal. Y es un sentimiento egoista, tipico de cazador. Pero era quien te definia como eras. Era tu maxima meta tomada. Crees nunca mas volver a ver un Dorado asi. Hasta que volves a ver otro. Increible. Otro dorado!!! Rapidamente dedicas lo maximo de vos, para que esta vez no se escape. Y tu ansiedad lo hace escapar. Otro Dorado que se escapa. Hasta que ves otro! Te tomas toda la paciencia, el tiempo del mundo. El dorado escapa. Ves un tercero. Ves un cuarto. y comenzas a sentir miedo. Quiza deberias relajarte. Quiza deberias rendirte y acabar con esta estupida casa. Pero tenes hambre, y necesitas llevar algo a casa. No es solo eso. No queres que el dia termine con vos siendo un perdedor. Asi que persistentemente, permaneces ahi. Y tu ansiedad, tarde o temprano, espanta todo. No queres una mojarrita, no queres un bagre. Queres Un Dorado. Debes conformarte con menos? Mereces algo mas que lo mejor? Y sin embargo, estas ahi. Tu ego, tu hambre, tu esfuerzo, todo lucha en un juego que se basa en paciencia. Cuando ves su brillo en el mar, ya sentis miedo. Cuando lo sentis picar, ya sentis un escalofrio. Por que desde el vamos, sabes que hasta ahora solo fallaste. Por que desde el vamos, tenes miedo de volver a fallar. Y por que ya aprendiste, lo doloroso que es ilusionarte, esforzarte, darlo todo, y ya esta. No era presa tuya, no era tu destino, es el logro de algo mas.
Una y otra vez, necesitas autoconvencerte. Si perseguis peces a lo pavote, solo lograras espantarlos. Una y otra vez, intentas convencerte, no podes clavarle al pez un anzuelo, debes esperar a que el pique.
Una y otra vez debes convencerte, hay muchos peces en el mar. Y no hay razones por las cuales desesperarse "Ya va a llegar".
Sin embargo, al primer tiron del hilo, el hambre gruge. Y el miedo tambien. El diablo se para en tu hombro, te rasguña la oreja con una de sus garras y susurra: Otra vez perderas. Y perdes. Una y otra vez, das la razon. A ese Diablo, a Todos los diablos. Perdes.
Asi ese pescador, se perdio en su puerto. Todos lo ven, parece loco. Sentado, dia tras noche, en las orillas, pescando la nada. Hace mucho su anzuelo, perdio la carnada. Hace mucho que solo revolea el anzuelo, intentando atrapar un pez. El dorado.

2 comentarios: