martes, 16 de agosto de 2011

u.u

Supongo que una de las ventajas de ser escritor, ademas de la catarsis es la de poder imaginar lo que uno quiere....





Habia una vez una niña muy especial llamada Marianita. Era muuuuy tarde, las 3 de la mañana y aun se encontraba despierta. Ella se encontraba usando su pijama favorito, enterizo, de ositos.  Se lo habian regalado hace muy poco y lo habia estrenado junto a su onee-sama en una pijamada. La niña se encontraba frente al espejo, cepillandose una y otra vez el pelo. Cerca de ella habia un oso de peluche marron, con un gran moño rojo en el cuello.
Una y otra vez, la pequeña se cepillaba el pelo, se armaba coletas, y se las desarmaba. Luego de hacerlo varias veces, miro su oso de peluche y suspiro.

4 dias antes....

Marianita, deja de jugar y apurate!- Protesto el papa.
No estoy jugando!- Se quejo la niña mientras se peinaba. Luego de mucho esfuerzo, finalmente le salio hacerse dos colitas bien ajustadas, con evillas de ositos. Al fin. Dijo la pequeña sastisfecha.
La niña estaba usando, un enterito rosa de jean hermoso, con dibujos de ositos en la pechera. Se lo habian regalado para su cumpleaños, y a ella le encantaba. Debajo del enterito, tenia una remera blanca y rosa a juego que ella misma habia elegido para que combine. Se veia muy pero muy tierna, aunque si mas pequeña de edad de lo que realmente era. Sin embargo a ella mucho no le importaba, sabia que a su onee-sama le iba a encantar como estaba vestida, y no tenia otra intencion que esa. Si queria salir comoda, tenia ropa de vestir comoda, y la unica persona que le interesaba que le diera una buena opinion era ella.
Marianita tomo su mochila de ositos, y guardo adentro un cuaderno, con algunos dibujos que ella hizo. Supongo que los lectores habran escuchado una palabra repetirse una y otra vez hasta ahora "ositos ositos ositos". Y sip, a Marianita le encantan los ositos. Pero sin embargo, ella eligio esa ropa a proposito "Para que combine". Hasta su ropa interior era de ositos. Y es por que ella, mucho que digamos no sabe acerca de ropa, pero puso su pequeño esfuerzo para poder verse linda.
Tomo su mochilita, y luego de eso partio con su papa.
El padre, hasta la parada del colectivo, la miro con mucho gesto de desconfianza. Ella tenia que tomar un largo viaje en colectivo, en donde se encontraria con nale, y unos amigos de ella, esperandola en la parada.
Voy a estar bien papi no te preocupes- Dijo Mariana sonriente. Sin embargo la apariencia inocente y tierna que irrradiaba daban mas ganas de protegerla, que de dejarla ir sola.
Luego de muchas insistencias, el padre finalmente la dejo ir. Mariana se sento en la primer fila, muy cerca del conductor para sentirse segura. El viaje fue largo e incomodo. Muchas veces se sonrojaba y tenia que esquivar la cabeza, cuando alguien veia la forma tan peculiar que eligio para combinar ropa. De ves en cuando se sentia perdida, y muerta de miedo le preguntaba al conductor si faltaba mucho.
Finalmente, llego a su destino, y se encontro a nale junto a sus amigos. Marianita!- La saludo nale cariñosamente, y el resto de sus amigos tambien lo saludaron. Marianita saludo modestamente, normalmente ya estaria a upa de nale, pero en frente de otros se moria de verguenza. Que bonita que estas!! Le festejaron los 3, casi al unisono. Mariana puso una sonrisa de oreja a oreja y dijo un gran "gracias". -Toma, feliz dia de la niña- Dijo Nale, dandole el oso de peluche con el gran moño. Wiiiiiiiiiiiiiii!!! Exclamo Mariana dando muchos saltos en el lugar de alegria. Gracias onee-sama. Grito sonriente, pero no se animo a abrazarla. La mujer que le hizo un par de mimos en el pelo, pero luego continuo sola.
Marianita estaba muy contenta, finalmente estaba con nale, le habian hecho un regalo, y iba a divertirse mucho. Sin embargo, pasaron cosas que ella no esperaba. Los dos chicos que la acompañaban se llamaban Luis y German. Ambos eran muy simpaticos y Mariana se divertia muchisimo con ellos. En un momento, cuando nale y german peleaban, y nale le pegaba, german protesto  " No me azotes por ser feo!!" haciendo la voz del jorobado de notredam. Mariana se murio de la risa.
Sin embargo, ella queria abrazarla a nale, y que le hagan muchos mimos. Pero la timidez hacia que no se anime "Y se enoja, y me echa, o me dice algo malo?" pensaba antes de hacerlo. Pero luego la vio a ella mimandolo mucho a Luis. "Es normal, son algo asi como novios" se repitio muchas veces, intentando ser racional. Sin embargo la racionalidad y la niñez no se llevan de la mano, y enseguida comenzaron los celos. "Yo tambien quiero que me mimen, o que me hagan cosquillas" se quejaba. Pero eso no pasaba. Y como Mariana no pudo  llamar la atencion por las buenas, la llamo por las malas.
Ella sentia muchas energias extras, debido a que tenia a su querida onee-sama cerca cuidandola. Y nale se encaraba siempre de vigilar su comportamiento. -Deja de retarme todo el tiempo :(- Protestaba Mariana. -Eso es por que no haces las cosas bien- le respondia nale. Sin embargo, se empezo a volverse mas y mas divertido jugar, y dejarse llevar. Eran jueguitos y bromitas inocentes, y como mucho sus berrinches solo le llevarian a un par de nalgadas.
-Dame tu mano- Dijo nale. Eh? Mi mano?- Pregunto Mariana curiosa. Al darsela Nale le dio un azote con su mano en la suya en frente de sus amigos. Au!!!- Protesto la niña. - Ahora portese bien-
Que verguenza.... Penso Mariana. Creo que es practicamente gual de vergonzoso que llevarme de la oreja al rincon ._. Ella estaba acostumbrada a los chas chas, y no a los azotes en las manos. Sin embargo una nalgada bien sonora, hubiera sido demasiado vergonzoso. Este castigo se repitio varias veces en el dia. Pero Marianita queria seguir jugando y berrincheando, y su comportamiento no mejoro.
Finalmente, y luego de pasear por la ciudad terminaron en la casa. Sin embargo, luego de muchos berrinches y desobediencias, nale termino de enojarse.
Estaban solas asi que comenzo a regañarla: Sos desobediente, no haces caso, te la pasas el dia haciendo berrinches, cada vez te portas peor, la ultima vez que te lleve a algun lado estubiste todo el viaje protestando y quejandote, y encima cuando te dicen algo haces exactamente lo contrario!
Marianita queria a su onee-sama con todo su corazon, y lo sentia a su corazon desquebrajarse con cada reto, pero debia escuchar cabisbaja hasta que terminen de regañarla.
- No puede ser que te portes tan mal todo el tiempo, jugando como una tonta en el supermercado!- Continuo protestando nale.
Cuando Mariana ya practicamente queria pedir permiso para poder ir al rincon, recibir su castigo y dejar de ser regañada escucho: "Y ahora andate con los chicos a esperar la comida y dejame sola, que ya bastante mal te portaste hoy".
El corazon de Mariana se termino de romper, hacia muchisimo tiempo que no la habian retado tanto, como para que se sienta tan culpable. Ella siempre sabia que si se portaba mal, era castigada, y el problema ya estaba sollucionado. Pero ahora habia quedado con mucho dolor en el corazon y eso no lo curaba con nada. Cabisbaja, tomo el oso de peluche que le habian regalado, y se fue a la habitacion con el resto de los chicos a esperar la comida.
Cuando llego la comida, nale la reto un poco mas: Yo hago todo por ustedes, pero parece que se estubieran abusando a proposito.
La niña contiinuo escuchando los retos en silencio. Y sin embargo, comenzo a sentirse mal. Empezo a sentir mucho dolor de estomago, y de cabeza. Los chicos seguian jugando, y nale se entretenia con ellos, pero Mariana sentia que la cabeza le daba punzadas. Onee-sama me siento mal...- Se quejo, pero la respuesta que escucho fue: Estas dramatizando. -Onee-sama yo se que me porte muy mal... Y que soy desobediente, prometo portarme bien, pero en verdad me siento mal, perdoname...- Suplico la niña, pero no hubo caso.
Si ella sencillamente se quedaba dormida, todo se hubiera solucionado, pero hizo un esfuerzo para seguir con ellos. Sin embargo solo logro que su cabeza duela mas y mas. Dentro suyo, esperaba que su onee-sama venga, y le haga mimitos para tranquilizarla y hacer que se sienta mejor. Pero eso no paso. Finalmente, la niña se durmio vestida y al otro dia, a pesar de pedir muchas veces disculpas, no logro que la perdonen.
Los otros dos dias, se la paso deprimida. Incluso se mando a si misma un par de veces al rincon, como penitencia por haberla hecho enojar a su onee-sama.
Y finalmente llegamos al momento actual, ella peinandose frente al espejo, haciendose las colitas que a ella tanto le gusta que le haga su onee-sama cuando la peina y preocupada por que aun siguen molesta con ella.
-No me importa <.< -Se quejo la pequeña. -Ahora que Nale ya no esta todo el tiempo retandome voy a hacer lo que quiera, asi que no importa si me desvelo.-
Asi se hizo mas tarde, hasta que si o si debia irse a dormir. Intento hacerlo, pero la cabeza le dolia del sueño, como si tubiera dos trenzas y se las estubieran tironeando.
A las dos horas, tubo que volver a despertarse, con mucho esfuerzo. Su papa no estaba, y a pesar de su corta edad, estaba acostumbrada a tener que ir sola al colegio cuando esto pasaba. Sin embargo se moria de sueño, y hoy le tocaba otra vez ese fastidioso profesor. Era un profesor muy desagradable, que sencillamente se divertia regañando a las niñas. No solo a ella, sino a todas las de la clase. Asi, podian llamarle la atencion, desde por el mal uso de su uniforme (generalmente su moño) hasta por usar lapicera en vez de lapiz o viceversa. Un par de veces tubo que ir al rincon frente a toda la clase por culpa de ese profesor. Y encima como ella es bastante rebelde, es el blanco favorito de este profesor.
-Bleh, tener que ir al colegio para ser regañada todo el dia por ese tonto- Protesto Mariana, y miro su jumper sin ganas. Se acerco a el, lo tendio, lo dio vuelta.... Pero poquisimas ganas de usarlo para tener que ir a la escuela. Al poco tiempo llamo por telefono a la escuela y explico que se sentia muy mal para tener que ir. En la escuela saben que su papa no esta siempre cuidandola, y rapidamente lo comprendieron.
Triunfante, se puso a dormir tranquila.
Cuando se desperto vio a una persona muy familiar viendola.
N-Nale?- Dijo sorprendida.
Por que no estas en la escuela?- Pregunto seriamente.
Hoy no tenemos clases- Dijo rapidamente Mariana.
Y eso?- Pregunto Nale, señalando el uniforme planchado y listo para ser usado.
Seguro mi papa se olvido....- Dijo Mariana intentando salvarse.
Nale suspiro. - Te habia venido a visitar, y te traje algunos caramelos... Creo que estube un poquito mal con vos- Dijo Nale
Mariana sonrio pero nale la interrumpio: No te ilusiones, seguis siendo muy traviesa, y desobediente, y mas luego de lo que hiciste hoy. Necesitas un buen castigo.... solo queria que sepas, que no estoy enfadada con vos... solo decepcionada por lo mal que te portas.
Mariana suspiro cabisbaja, y salio de la cama. Nale se encontraba sentada al lado de ella, asi que no le tomo mucho tiempo recostarse docilmente sobre sus piernas. Ella misma se desabotono la cola de su pijama, exponiendo sus pompis para un buen castigo. Quiza... si desde el vamos ella hubiera pedido que la castiguen la situacion no se alargaba tanto y no terminaba asi- Penso para si misma. Pero no hay nada mas vergonzoso que decir : Me porte muy mal, castigame!
Se puso comoda sobre las piernas de nale, sabiendo que el castigo iba a ser largo y luego de buscar la palabra correcta dijo: Estoy preparada... Lo siento onee-sama, perdoname.
La nalgueada comenzo debillmente, hasta que luego de que las pompis de marianita se pongan bien rojas. Luego de eso, le toco el turno al cepillo, hasta que Marianita termino en un largo y prolongado llanto. El castigo pronto termino, y se convirtio en muchisimos mimos y un largo abrazo. Y luego de 15 minutos en el rincon, Marianita termino con las pompis adoloridas, pero con la conciencia limpia y una onee-sama que ya no estaba mas enojada con ella. Mariana abotono lentamente su pijama para no generarse ardor, y en silencio, abrazo su oso de peluche, y recosto su cabeza sobre la falda de Nale.
-Aunque hayas sido castigada, creo que no se terminaron los problemas... es el mismo profesor de siempre no?- Dijo nale.
Mariana asintio con la cabeza.
- Bueno, ya faltaste demasiadas veces, y estoy segura que ya te vas a llevar la materia... Pero se me ocurrio una idea para conseguirte un certificado para entregar al colegio- Dijo Nale. Llamo a una clinica privada y metio a Marianita a la cama.
Al estar recostada sobre su cola, la cara de dolor y malestar de Marianita era muy genuina, y cuando el medico llego le creyo que se sentia mal. Si bien el estestocopio no revelo sintomas, aun existia la posibilidad de que sea una fiebre intensa.- Doctor, me permitiria por favor tomarle la temperatura a Marianita a solas? La pobre es muy timida entendera...- Dijo Nale, y el doctor le permitio.
Mariana se puso roja como un tomate, ya se imaginaba la tipica frase: "Ya sabes como se le toma la temperatura a las nenitas".
Cuando el doctor se fue, Nale giro a verla a Mariana. Para su sorpresa, ella ya estaba recostada boca abajo. Su cara estaba roja como un tomate. Hacelo rapido!- Protesto avergonzada.
Hey, no me mandes, es por tu bien creeme- Dijo Nale, y luego de desabotonarle el pijama, le puso el termometro en su colita. La niña cerro los ojos, debido a la sensacion desagradable. Y espero asi un par de minutos. Mientras esperaba sintio una luz, pero la ignoro. Finalmente le retiraron el termometro, y pudo volver a meterse a la cama.
El doctor volvio y dijo: Valla, si tiene fiebre! Pobrecita!
Nale sonrio triunfante. Y el doctor, luego de recetarle medicamentos finalmente le dio el certificado medico.
- Pero yo no tengo fiebre...- Penso Mariana.
- Pero tenes la cola bien calentita, y el termometro mide esa temperatura- Dijo Nale bromeando.
Mariana se sonrojo y Nale dijo: No te enojes, te salve, aparte, mira la foto que saque, no es hermosa?
Nale le mostro su celular, era la foto de la cola de Mariana, bien rojita, con el termometro puesto, y encuadrada en pijama de ositos. WAAAAA BORRALA!!!- Protesto Mariana muertade verguenza.
Pero nale aparto el celular de sus manos: Nop, Queda como mi recuerdo, conosco a un par que le va a gustar mucho la foto se ve muy tierna :D
Por favor, que verguenza!!!- Protesto Mariana.
Bueno, si no queres que la muestre portate bien, como fingiste estar enferma, en penitencia te quedas todo el dia en cama.
Mariana hizo puchero, pero Nale continuo: Sin embargo, como estas enfermita, voy a tener que cuidarte, mimarte mucho, y traerte el desayuno a la cama.
Mariana sonrio alegremente, y ambas se dieron un lindo abrazo.







FIN (Y si, no cambias la temperatura del termometro solo con chas chas u.u )


Yo se que soy pesado, que saturo, que me porto re mal, que vivo haciendo berrinches, que tengo 7mil caprichos, que soy extremadamente egoista aunque no quiera serlo (consecuencias de ser hijo unico u.u ), que teniendo 26 años y midiendo un metro 88 me comporto como si tubiera 6 <.< Que no te gusta que rollee todo el tiempo, y que vos tenes algo llamado VIDA Lo se -,- Solo queria que supieras, que en esta historia puse las cosas que siempre quise, y entre ellas, estas vos cuidandome.

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