Parte 9.2

Ese comentario, me hizo enfadar. Di un pisotón y proteste: Yo no soy asi!!!

-       Awwww, la nenita haciendo berrinches- Se rio Pau.

Me puse roja de vergüenza. Y respondi mal - Ayyyy la sirvienta haciéndome enojar al pedo-

Ella solo me miro y sonrio.

-       Ahora seguro me va a querer castigar, por que no tiene respuesta- Me queje aun mas.

-       Tara, Ahí esta, caparazón!- Bromeo Y.

-       Que te importa?- Me queje.

-       Si no sos realmente asi, por que estas vestida de esa forma?- Me dijo, no se si en serio o bromeando.

-       Por que no tengo opción, no te hagas la boluda!- Me queje. Esta vez no me importaba el castigo.

-       Caparazon de vuelta… . Dijo seria. –Nadie aca es una victima Romina… Sabias algo? No sos la primer chica que viene aca. Y no sos la primera chica que al ver nuestros juegos se va. Sin embargo, vos volviste. Y eso no fue por que no te gusto ser la nena de la casa, fue por que no te gusto el castigo. El sábado, luego de tomar o lo que hayas hecho, tenias la libertad de mostrarte como querías. Elegiste ser una niña por que me viste a mi, y en ese estado, un estado muy poco infantil.- Me explico.

Recalculando….

-       Pero… Yo no soy asi, y es mentira que soy falsa. A mi en verdad me gusta…-

Recalculando…

-       Vestirme, bueno, ser de la otra manera!-

-       Cuando a una chica no le gustan nuestros juegos, sencillamente no nos vuelve a ver. Y hasta bromea acerca de nosotros- Explico Y.

-       Yo no soy falsa!- Me queje. Me sentía confusa. Pero estaba convencida de que esa que estaba en el espejo no era yo. Si, ya se, estaba vestida asi, acepte hacerlo y bla bla bla. Era todo… algo… circunstancial.

-       Ahí te estas equivocando. Vos lo decis por haber venido con la remera esa?- Me pregunto.

-       Si, a mi me gusta mucho el metal- Use como argumento. – Y… Y capaz sea muy timida, pero puedo ser…- Intente explicar y me interrumpió. – A mi también me gusta Rammstein. Aunque me gusta mas Marylin Mansons y System. El señor X, sin embargo, tiene otros gustos…- Me explico.

-       Seguramente Musica de violines no se. –

-       Le gusta la música clásica, aunque también Raphsody, Sonata artica, nightwish.-

Me llamo la atención, y ahí dijo un poco con tono sobrador.

-       Crees que es muy rebelde el metal y vestirse de negro? Hoy en dia todo el mundo lo hace, esta de moda, queda bien casi siempre.-

-       Es algo que a mi me gusta!-

-       La gente no se caracteriza por una sola faceta, Yo tampoco tengo solo una faceta y el señor X…. Ni te imaginas. Solo no entiendo por que vos no aceptas esa! –

-       Me…. Da vergüenza, y no me gusta-  Suspire.

-       Y decime, Estas segura que no te gusta que te de vergüenza?- M pregunto sonrientemente.

Me puse roja como un tomate y baje la cabeza. De una forma, extraña y rara… en verdad me excita bastante que me de vergüenza.

-       Y en verdad no te gusta sentirte la nenita de la casa?-

Continue en silencio. Ella se acerco y me abrazo.

-       No no!- Proteste berrinchuda. “No me hagas entrar tanto en roll!” Pense para mis adentros. Ella me alzo y me sento a upa suyo.

-       No te voy a castigar por responderme mal recién. Solo se que es necesario un poquito mas de aceptación con nosotros. REcorda que podes mostrarte como sos.- Me explico Pau.

Me deje llevar y la abraze. “Soy chiquita…” pensé, y la abraze mas fuerte. Pero… a decir verdad. Cuando estuve aca, la semana pasada, me mostre bastante como era. Asi que…

-Ya esta Romi…- Dijo y me bajo de a upa suyo. La verdad me sentía absolutamente nueva. La mire y di un salto de alegría.

- Te sentís mejor?- Me dijo.

- Siiii!!- Exclame sintiéndome con muchas energias y de golpe y la abraze.

- Jajajajajaj, bueno señorita cariñosa, tenemos que ir abajo, no falta mucho para las 3.- Me dijo.

Baje jugando por la escalera, y di un salto, bajando 5 escalones de a golpe. Que divertido XD Pero de repente sentí una palmada en la cola.

-       Ay!- Proteste frotándomela.

-       Si saltas asi se te ve la bombacha nena- Me reto Pau.

-       Si no quiere que se me vea, para que me hacen usar vestidos tan cortos?- Proteste.

Otro chirlo. Paf!

-       Acaso no entendiste lo de “no debo desobedecer?” Tenes que acostumbrarte.- Me dijo.

Continue frotando mi colaa. Con lo adolorida que estoy, y encima ella me pega por tonterías.

-       Igual estamos solas…- Me queje.

-       Y cuando este tu papa, o halla visitas, también vas a andar mostrando tu bombacha? Segui contestando y te nalgueo de vuelta. Recorda que me retaron por no ser estricta con vos- Me advirtió.

Continue frotándola y me aleje. Es verdad, el señor X también esta. Ahora me da mucha vergüenza que me vea. Bah, asi me da vergüenza todo.

-       Y deja de frotarte la cola todo el tiempo. O te voy a nalguear- Me advirtió.

-       Eso también? –

-       Si, acordate que el ardor dura un par de días, y si te acostumbras a frotártela todo el tiempo en la calle lo vas a hacer también sin darte cuenta.- Me reto.- Tu papa me dio esa orden también.- Aclaro.

Es cierto… Intente dejar de hacerlo, aunque la verdad me habían dado muy fuerte.

-       Es que ardeeee…- Proteste.

-       Te quejas por eso? Y no te imaginas como me fue a mi- Bromeo Pau.

-       Cierto que a vos también te dieron.- 

-       Y no solo eso… Tube que estar sentada, con tu peso encima, y vos no dejaste de patalear ni un segundo asi que me frotabas contra la silla- Se quejo cerrando los ojos.

-       Auch… Lo siento Pau- Me disculpe.

Ahora que lo pienso, el señor X me había explicado algo acerca de que si yo me portaba mal  la lastimaba o algo asi. Pero en el momento no le preste atención. La observe a Y de reojo y pensé que yo, en cierta medida, era su  responsabilidad. Bueno, no solo en “cierta medida”.

-       Lo siento Pau…- Dije.

-       Soy señorita Y….- Me miro fijo. El señor X le pidió que sea mas estricta conmigo. Sin embargo yo la desobedesco. Debio haber sido dolorosísimo después de haber recibido un castigo como el que yo recibi, estar sentada en esa silla de madera, con mi peso encima, y refregándose constantemente. Si yo me porto tan mal, y la desobedesco… la meto en mas problemas. Y el señor X si es severo con ella.

-       Lo siento… Señorita Y- Dije con un puchero.

-       Jajajaja…- Se rio, y luego me acaricio el pelo, y la cara. – Que vos este saca es un capricho mio también. Pero yo se que es lo mejor para los 3. Incluso para el señor X.  Y aparte…- Dijo y me acaricio la espalda. – Me estoy cobrando el haberte extrañado, Te acordas?-

Me Rei sonrojándome un poco. Me pregunto si será gusto del señor X o de ella que yo deba vestirme asi. Pero cuando la veía mirarme con tanta ternura, y cuidarme tanto… sentía que un poco no importaba. O que quizá, lo valia.

Finalmente terminamos en el despacho de el señor X. El estaba concentrado en su trabajo.

-       Cierto, anda corriendo a buscar tu cuaderno que aun esta en el comedor- Me dijo Y.

No queda mucho tiempo .. Asi que Sali corriendo apurada, lo agarre y volvi.

Cuando llegue, ellos seguían en la misma posición. Pau parada firmemente, y el señor X ocupado con su trabajo.

-       Entregaselo y pedile perdón por portarte mal.- Me dijo Y.

Ok… Voy a ser obediente y no voy a berrinchear. Asi esta vez no la meto en problemas a Pau.

-       P-Perdon por portarme mal señor X. – Le dije sonrojándome y asustada, mientras le dejaba las líneas cerca.

-       Nena, como tenes que llamarlo al señor X vos?- Me reto Y.

Me da demasiada vergüenza llamarlo “papa”.

-       Padre…- Dije cabisbaja. El sigue en silencio, me da miedo y me asusta. Me puse a jugar con uno de los moños de mi cabeza.

-       Ahí esta..- Dije con la esperanza de que diga algo.

El interrumpió su trabajo, y tomo el cuaderno. Miro con seriedad las líneas. Waaaaaa que miedo, por que tiene que ser tan…. Frote mi cola con anticipación. Y la mire a Y. Ella me frunzio el seño. Cierto, no tengo que frotarme todo el tiempo. Asi que deje de hacerlo.

-       Muy bien Romi. Y Señorita Y…-

-       Si mi señor?-

Me miro de arriba abajo, y yo baje la cabeza, y jugué con el rulo de una de mis trenzas.

 -       Excelente trabajo- Dijo el señor X, mirandome con una sonrisa sastisfecha.