martes, 5 de febrero de 2013

Parte 9.1

No se si es, la parte 9.1 o la parte 9. (?) El fin del capitulo es arriesgadisimo. Siempre que escribo tengo miedo de saber si me van a decir WOOOOOOOOOOOOW, o si me mandan a la mierda xD







Ella se acerco, y tomo mi cuaderno. Reviso cuidadosamente y dijo: - Muy bien!!!- Luego me dio la mano, y me dejo pararme. – Podes frotarte si queres- Me aclaro y rápidamente me frote con la otra mano.

-       Ay… como arde estar sentada ahí tanto tiempo- Me queje. – Ay me duele toda la cola!- Continue protestando. Y ella rápidamente me abrazo,.

-       Pobrecita…. Bueno, hay ciertas reglas que vas a tener que obedecer si no queres ser castigada asi- Me explico- O al menos no cometer tantas faltas seguidas- Me explico.

Luego me subió la bombacha, y me ayudo a acomodarme el pantalón. Con el pantalón puesto no podía frotarme la cola. Asi que me lamente de no tenerlo bajo.

-       Aun tenemos tiempo para bañarte, cambiarte, y presentarte al señor X. Queres charlar un poquito? No vas a tener mucho tiempo mas como adulta en esta casa y quería darte la oportunidad- Me dijo Pau.

-       Esta bien…- Dije, y me llevo a la mesa.

-       Aparte no comiste.- Comento. Y tomo un almohadón, poniéndolo en una silla.

-       Gracias…- dije. Y me sente. La comida de Y, como siempre exquisita. Ella me miro sonriente, mientras comia.

-       Que te hicieron? Estabas muy adolorida recién- Pregunte.

-       El señor X es muy severo…- Me dijo.

-       Si, me di cuenta- Me queje con un poco de tono de broma.

-       Es muy estricto con muchas cosas. Y se preocupa mucho por que los rolles sean “reales” como el dice. – Me explico

-       Pero… el dice que me malcrias y yo no siento que lo hagas. –

-       Bueno, sos la única que le permitió volver a la casa una vez que se fue. Asi que supongo que el también te malcria. Es un poco complicado.-

-       Me da miedo…-

-       Le gusta dar miedo. Pero no es lo que parece. –

Y si no es lo que parece que será? Me pregunte.

-       Vamos a bañarte?- Me dijo sonriente y entusiasmada.

Apenas lo haga, iba a entrar en ese tonto roll de vuelta. Ya estaba entrando un poco asi que dije.

-       No no, espera un poco mas! Como se conocieron?- Pregunte.

-       Si te lo contara, el me mataria. Apenas te conocemos Romi.- Me dijo, y se paro de la mesa. Comenzando a llevar los platos al comedor.

Queda poco tiempo…

-       Eh… - Dije, pero me tomo de la mano.

-       Basta de “Ehhh…” , vamos!-  Dijo llevándome y riéndose.

Ok, esta disfrutándolo.

-       Pero paulita… Emmmm… Cuantas hijas tuvieron asi como yo hasta ahora?-

-       3…. Bueno, y una mas. Pero al señor X no le gusta que hable de eso. Con las otras chicas tampoco lo hablábamos para que no se comparen ni se pongan celosas. Igual esas 3 fueron las que se quedaron a vivir con nosotros hasta terminar la carrera. Hay muchísimas como vos que estuvieron un dia, se arrepintieron y se fueron. – Explico mientras subíamos las escaleras, y luego abrió la puerta del baño.

-       Pero pau…- Dije, y me tapo la boca.

-       Sin peros, señorita Y.- Me dijo. Y me saco la remera. Yo me deje con naturalidad. Obvio, si quería que lo haga. Pero resistirme… me… gusta. Me saco el corpiño, y el pantalón. Al final la bombacha dejándome desnuda. Me mire en el espejo del baño.

-       Valla que si te quedo la cola roja eh- Me dijo Y. Me rei un poco, aunque en verdad no era gracioso como me había quedado. Tomandome la mano me hizo entrar en la ducha, y luego de prenderla y ajustar la temperatura, me comenzó a labar con esa suavidad y dulzura marca “Y”.

Pero mas alla de lo relajante, y placentero… La ultima vez que ingrese a la casa, me sentí como Alicia cayendo por el pozo. Con vestido y todo. Sucedió todo tan de repente, y estaba tan absorbida por mi ataque de timidez, que parecía un sueño que pasaba rápidamente y sin controlarlo. Pero ahora era distinto. Sabia que iba a pasar. La idea me entusiasmaba, me daba nervios, y mucha vergüenza al mismo tiempo. A pesar de la nalgueada, y las líneas, aun me sentía una mujer adulta, teniendo una relación intima con una chica… realmente dulce como lo es Pau. Pero en poco todo iba a cambiar. Recorde un poco, y el roll ese de niña, realmente me deja las emociones a flor de piel. Me vuelvo tan vulnerable que no se manejarlo. Me asusta un poco…

Pau me continuo bañando, con una gran sonrisa. Me labo el pelo con mucha suavidad, y luego me seco. Despues me envolvió con una toalla, y me dejo sentada.

-       Estoy esperando hacer esto, desde que te vi entrar. Te vas a ver tan bonita!- Exclamo entusiasmada. Tomo mi ropa, y se la llevo.

Mientras estaba sentada recordaba la frase, “Despedite de tu vida adulta”. Al poco tiempo la vi llegar de vuelta. – Tengo que limpiarte bien la cara, se nota que no sabes maquillarte bien aun- Dijo mientras me la limpiaba.

Yo otra vez, sentí timidez, asi que me quede calladita dejándome limpiar. Que me “hagan” tantas cosas se sentía raro. Finalmente termino, y mientras la miraba desnuda, me hizo una sonrisa de oreja a oreja.

Luego saco una bombacha blanca de algodón con conejitos rosas. Ahí empezamos…

-       Puajjj…- Me queje al verla.

-       Volve a decir eso, y te labo la boca con jabon.- Me dijo Pau.

Ahí empezamos. Estire las piernas y me la puso. – No eran solo blancas?- Pregunte.

-       Antes no queríamos traumarte… Ahora… Ahora se volvió divertido hacerlo!- Bromeo Y. Esa sonrisa de recién era definitivamente sadismo. Me envolvió en una toalla, y me alzo. Es molesto ser tan petiza, pero si es Pau quien me carga no me quejo.

Al final llegamos a la habitación toda rosa y blanca que se supone, es mia. Me sento en la cama, pero como era alcochonada no me dolio tanto. Y luego dijo.

-       Desde que te vi entrar, y luego desde que vi tu bolso, que sencillamente T-E-N-I-A que hacer esto, que emoción!!! Por aca debe estar.- Me dijo llena de entusiasmo. Y se puso a buscar en “mi ropero”. Hasta que saco, otro vestido como el de frutillitas, pero este, Rosa y blanco.



-       ROSA? Odio el rosa, no, es horrible.. no pienso usarlo!- Me queje.

-       Romi…- Protesto Y frunciendo el seño.

-       Si te dije que no me gusta, por que justo traes uno rosa!- Me queje.

-       No dijiste que no te gusta, solo que nunca usas, consideralo un castigo por haberme hecho extrañarte una semana- Me respondió Y.

-AWWWWWWWWWWWWWWW- Dije alegre, al saber que me extraño. Pau es tan dulce a ve….- Espera! No quiero usarlo!- Proteste.

Pau me miro a los ojos. – Mi señor me dio la orden, de que te presente vestida y peinada correctamente a las 3, y con las líneas hechas. Si queres permanecer en esta casa, tenes que usarlo, son las reglas. Es tu única oportunidad de arrepentirte. Pero sino, podemos optar por el método tradicional. Te nalgueo y lo usas igual- Me aclaro Y.

OK…. No iba a pasar por el castigo y las líneas al pedo. Ya era tarde para arrepentirme. Por otra parte, mi cola me pedia por favor que no haga mas berrinches y obedesca. Asi que no hubo opción.

-       Esta bien…- Proteste.

-       Arriba esas manitos- Se rio ella.

-       Te odio…- Suspire, y obedeci. Cerre los ojos, y cuando los volvi a abrir. Tara! Ya era una nena boba vestida de rosa.

-       Parate dulzura..- Me dijo, tratándome como una niña. Al hacerlo, el vestido callo, envolviendo mi cadera. Se paro detrás demi, y lo abotono, hasta ajustármelo al cuello.

-        Rosa, rosa, rosa…. SHit…- Me queje.

-       Romina, se ingles, la próxima tu boca tiene una cita con el jabon.- Me advirtió. Y me hizo sentar. Saco unos odiosos soquetes con volados, y me los puso con cariño en mis pies. Luego me puso guillerminas.

-       Quedate quietita aca.- Me dijo, y se fue de la habitación.

Ya parecía que hacia juego con la habitación, y luego del trato y mi nueva apariencia, estaba otra vez, volviéndome a sentir como una niña. Me pare frotando mi cola, me sentía como … mas sensible. No me gustaba verme asi. Me daba vergüenza.

Cuando volvió, traia dos moños rosas y el cepillo.

-       Si haces un berrinche, el cepillo no va a ser para peinarte. – Me dijo muy segura, y sin darme opciones. Oficialmente me volvi la niña de la casa again.

-       Bleh…- Me queje, oficialmente sintiéndome la niña de la casa. Se sento en la cama, y me tomo de la mano.

-       Dale, dejame peinarte sin dar problemas, y quietita.- Me dijo esta vez con dulzura.

Me sente, y comenzó a cepillarme el pelo. Se sentía lindo, y la sensación de volver a ser “chiquita” me envolvía de vuelta. El lado lindo de serlo… los mimos, que me peinen.

-       Sos un libro abierto romi. Para mi lo sos, y para mi señor X seguramente también…- Me comento con dulzura, mientras comenzaba a armarme una colita.

-       Eh?....ay….duele…- Me queje.

-       Sin moverte amor…. Lo rápido que entraste en roll la semana pasada, La forma en como te fuiste de nuestra casa. La forma como te comportaste conmigo cuando estabas ebria-

-       No estaba ebria… Ayyy…. – Me queje, mientras me armaba la otra colita. Y ya sentía los moños rosas colgar a mis costados. Comenzo a hacerme una trenza en cada colita.

-       La forma en como viniste vestida… Y que tu bolso tenga ropa tan poco femenina…- Explico, e hizo un silencio, mientras se concentraba en terminar de armarme las dos trenzas. Luego me hizo parar. Me frote la cola, ya que haber estado sentada me hizo arder, pero ya me comenzaba a sentir demasiado infantil. Tomo mis hombros y me hizo caminar hasta el espejo, hasta que me vi, vestida con ese vestido, y las dos “Colitrenzas” con moños rosas. Me veía estúpida, y parecía una nena demasiado aniñada de 12.

-       Asi sos realmente, y ese…- Señalando mi bolso- Es tu caparazón, lo que impide que los demás te vean asi.

 

2 comentarios:

  1. me encanta Pau tan Dulce y tierna jajaja queriendo hace de Romina una nenita de caramelos
    Soy Teresa

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  2. Esta historia es una pasaaada es de woo y re woooooo

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