jueves, 15 de diciembre de 2011

Mitad Niña Mitad mujer.

Ok ok, esta historia la hice basada en una historia real. Mentira, no esta basada en una historia real, esta basada en una mini anecdota (que excluye spanking obviamente) modificada a mis ojos xD
Espero que les guste aunque no se.... A mi no me cierra del todo. Pero me caracterizo por ser inseguro asi que bueno.


Mitad niña mitad mujer


-          Me pregunto cuando ira a terminar…- Protesto la niña en voz alta.
Su profesor intento ignorarla, y continuo explicando. Ella estaba asistiendo a una clase de regularización con el desde hace un tiempo.  17 años, perteneciente a una escuela de muy alto nivel, venia asistiendo a la salida del colegio a estas clases de regularización. Si bien su uniforme, compuesto por una falda y un peto celeste cuadrille, le daban un cierto aspecto inocente, acompañado por su singular belleza… El profesor rápidamente se dio cuenta de por que la niña debía asistir a estas clases.
-Hiciste la tarea que te mande?- Pregunto el profesor.
- Para que, si esto es solo de practica.- Respondio la jovencita.
Sus respuestas rápidamente, colmaban la paciencia del profesor. Algunas veces sus alumnas piensan que su profesor no sabe como responderle, y sencillamente desconocen que no les responden por cordialidad.
-          Es solo otra mocosa malcriada, de clase alta- Pensaba el profesor. Sin embargo, notaba, en si, como su comportamiento cambiaba cuando tenia a su madre cerca. No le prestaba importancia, es normal que las adolescentes, sean angeles en frente de sus padres.
Sus clases iban mal como siempre, hasta que un dia sucedió algo que inevitablemente llamo la atención del profesor…
Era otra tarde común y corriente. La jovencita, de apariencia inocente, mostraba con su comportamiento lo rebelde que era. El profesor ya estaba prácticamente acostumbrado a verla sentada en su pupitre, con su rostro apoyado en una mano, y su uniforme desprolijo, esperando a que la clase termine. Ese dia su madre y su hermanita menor llegaron a la clase.
-          Como va la niña?- Pregunto la señora.
El profesor no le gustaba dar este tipo de noticias.. La clase ya era complicada debido a la poca predisposición de la alumna, si además se ganaba su odio seria peor.
-…. Sus notas van de mal en peor- Contesto fríamente el profesor, intentando no dar explicaciones.
- Ohhhh, Mi hermanita es una burra!!! – Bromeo la niña pequeña.
La jovencita, enfadada contesto: Callate pendeja!
Un silencio se hizo en el aula. Sin lugar a dudas la respuesta estaba de mas. Nadie comprendía del todo por que ella se comportaba asi.
Su mama, enfadada advirtió: Segui comportándote asi, y te doy tu buena nalgueada enffrente de Eduardo.
-          Si si, enfrente de Eduardo!!- Festejo su hermanita menor.
El profesor naturalmente observo curioso la escena. La jovencita se puso roja como un tomate, y le tomo un tiempo largo recuperarse. Pero la escena quedo grabada en la memoria del profesor. El resto de las clases no fueron iguales, si bien sus notas no bajaron, la mirada astuta, inquisitiva del profesor descubria la verdad detrás de su alumna. Su Madre era muy estricta, ella había sido castigada esa noche, su sensibilidad no era solo apariencia, sus malas notas eran pura rebeldía. La típica rebeldía adolescente, de querer llevarse el mundo por delante, y resistirse a la trágica realidad de que todos somos parte de un sistema.
El profesor, como parte de su enseñanza, le dio a la niña, la fecha  para un examen de practica. Y la jovencita directamente desapareció ese dia. Re apareció la próxima clase, en donde la volvió a ver, con su cara de mala gana,y su mejilla apoyada contra su mano.
-          Por que no viniste a tu examen?- Pregunto el profesor.
-          Por que NO quise hacerlo. No estoy interesada en estas estúpidas clases, solo vengo por que mi mama me obliga!- Protesto ella. Pero para su desgracia, la madre de ella se encontraba detrás de la puerta. Habia venido a ver los avanzes de su hija. Desde detrás de la puerta se escucho un “QUE DIJISTE?”. La jovencita rápidamente se paro asustada  y la mujer entro precipitadamente tomandola de la oreja.- Mocosita insolente, preparate, ya te dije que te estas portando muy mal, no podes contestar asi. Cuando lleguemos a casa, te espera la nalgueada de tu vida!- Amenazo la mujer. La niña se puso roja como un tomate, vio de reojo a su profesor, pero a pesar de todo dijo: No mami, por favor!!
-          17 años… Solo una niñita jugando a ser una adulta- Penso.
-          Señora, por favor!- Interrumpio el profesor tomandola de la mano.
-          No intente defenderla- Se quejo la señora.- Ella solo aprende de esta manera!-
El hombre contesto seria y fríamente: Si usted desea que yo siga dándole clases a su hija, déjeme tener una charla con usted a solas y envíela a su casa.
La mujer lo pensó, el profesor gozaba de gran reputación, y ella deseaba lo mejor para su hija. Quiza tenia algo importante para decirle.
-          Nena, te vas a tu casa, y me esperas en tu habitación.- Dijo la señora fríamente.
-          Si mami… -Respondio la jovencita, retirándose.
-          Si mami- Penso el profesor. -…Hasta su tono de voz cambia...-
La jovencita camino lentamente a su casa, pensando en la larga nalgueada que le esperaba. Mientras caminaba, recordaba las que había recibido, y lo difícil que era ir a la escuela con la cola roja. Lo mucho que dolia cuando era castigada, y como se desesperaba con cada azote. Perdia el control de si misma, se convertía prácticamente en una infante. La jovencita se abrazo a si misma, y continuo su camino. En su habitación, se cambio a un pijama, sabiendo su destino. De todas formas, quería estar comoda, y no iba a poder salir de suhabitacion. Luego de su nalgueada, seguramente tampoco querria hacerlo. Su hermanita se burlaría como siempre, y sentiría la vergüenza de que toda la familia sepa que fue severamente nalgueada como siempre.
Largas horas pasaron hasta que su mama llego.
La mujer entro, y la jovencita abrazo uno de sus peluches con nervios.
-          Tu profesor hablo conmigo. Agradeceme, hoy no vas a ser castigada. Mañana tenes un examen de practica. Espero que minimamente estudies, sino vas a vértelas con el señor cinturón- Dijo la madre. – Aunque no quieras salir de tu habitación, recorda que aun tenes que cenar con tu familia- dijo la madre.
-          El profesor… me salvo – Penso la niña, y se recostó en la cama abrazando su peluche. Ese profesor le resultaba atractivo. Siempre le gustaba como le explicaba. Pero no quería mostrarse como una nena de mama frente a el. Era normal que las chicas que asistían a colegios de alta clase fueran consideradas niñas malcriadas. Para poder atraerlo debía demostrarle que era toda una mujer. Sin embargo ahora el ya sabia que era una niña de mama, quien era nalgueada a menudo en su casa. Por miedo a su madre, estudio apresuradamente todo lo que pudo. Al menos ella podría dar un buen examen, presentárselo a su mama, y continuar como si nada hubiera pasado. Ella sabia que a los hombres, las chicas rebeldes y salvajes los atraían. Queria ser una chica asi. Pero eso podía esperar.
Al otro dia, la jovencita se presento en su clase. Y para su sorpresa, se encontró con su profesor y su mama. Antes de que la niña hable el profesor dijo: Es una lección oral, la vas a dar de pie, en frente de tu pupitre. Son 10 preguntas, y son fáciles, asi que vas a poder contestarlas bien si estudiaste.
La niña observo a su profesor y a su mama. Ella en si sabia, pero desaprobaba a propósito… por un lado para poder seguir viéndolo. Por el otro, para demostrarle que nadie podía con ella. No iba a mostrarse débil en frente de su madre. Asi que la primer pregunta la contesto mal. La madre se acerco, y tomo sus manos. Y el profesor tomo una regla. La madre puso las manos de la jovencita sobre su puprite, inclinándola.
EH?- Exclamo la niña asustada.
-          No te salvaste de tu castigo de ayer por que si- Exclamo la madre-.
-          Por cada respuesta incorrecta, 10 reglazos.
La niña se sorprendió de pánico. Sin embargo no iba a ponerse a gritar como una chiquilla.
-          Vamos, ya estas acostumbrada a esto.- se dijo a si misma. Los azotes cayeron una y otra vez sobre la cola de la niña, protegida solamente por su uniforme.
-          Nada de frotarse la cola ahora- Corrigio la madre, al terminar su castigo. La niña hizo su mayor esfuerzo para demostrar que no le importaba. Y la próxima pregunta también la contesto mal. A propósito.
Otra vez los azotes cayeron sobre sus pompis. Y esta vez era obvio que ella se encontraba adolorida.
-          Tercer pregunta- Dijo elprofesor. La niña intento concentrarse, y encontró la respuesta en su cabeza. Pero no quería demostrar que era tan fácil de convencer. Tan sensible y suceptible. No enfrente de su profesor. Otra vez cerro los ojos, y contesto mal.
-          Nada, de sobarte.- Dijo la Mama. Sus cejas arqueadas, y la forma en como se mordía el labio, mostraba como le dificultaba controlar sus emociones. Sus ojos se llenaron de lagrimas, mientras intentaba esquivar la mirada de su profesor.
-          Cuarta pregunta. – Dijo el profesor.
La jovencita dio un largo suspiro. Si seguía asi se iba a poner a llorar en frente de el y no quería. Sabia que no podía resistir tantos azotes, normalmente al quinto lloraría. Era su forma de descargarse. Sin embargo recibió 30 intentando contener sus gritos, solo para mostrarse fuerte frente a su profesor. Esta vez, ella respondió correctamente.
El profesor miro a la mjer y ella asintió como aprobación.
-          Como recompensa, vas a poder recibir unp poco de consuelo.- Dijo el profesor. La mujer le dio un abrazo reconfortante. La jovencita necesitaba la contención, y la acepto muerta de vergüenza. – Ya ya mi niña, sana sana colita de rana- Le dijo, mientras le sobaba las pompis, aliviando su ardor. Muerta de vergüenza miro a su profesor, Si, lo necesitaba… Pero no enfrente de el! Sin embargo, sintió un gran alivio al ver como el sencillamente la miraba, con gesto aprobador de “Esta todo bien”.
Sintiendose mas aliviada, respondió la quinta y sexta pregunta correctamente. Siendo otra vez consolada por su mama. – Ya lo sabe…- Pensaba para si misma muerta de vergüenza. Los nervios la hicieron contestar mal una pregunta mas. Recibiendo 10 azotes. El dolor revivió rápidamente, y la vergüenza se apodero. El profesor supo entender que ella estaba pasando por mucho, pero esta bien…. Sonrio un poco recordando el libro “La fierecilla domada”. Y continuo con el examen oral.
L a novena pregunta era muy difícil. Ella hizo un esfuerzo, pero no supo recordarla. Otra vez, su pobre colita recibió 10 azotes mas. Y la jovencita comenzó a lagrimear y a limpiarse las lagrimas con su mano. Estaba siendo humillada en frente de su tan querido profesor. Sin embargo… El profesor la hacia sentir que estaba todo bien. Que era parte de su educación y que quería enseñarle… no solo su materia, sino una pequeña lección.
La ultima pregunta, pudo responderla con facilidad. Muyt bien- Exclamo el profesor.
La jovencita comenzó a frotarse su adolorida colita con una mano.
-          Nada de frotarse!- Corrigio la madre pero el profesor, mientras revolvía el pelo de la niña con una mano, afirmo: No te preocupes, su examen ya termino. Es muchísimo mejor que los anteriores, creo que hubo un progreso.
La mujer extendió los brazos, intentando darle un abrazo a su hija, pero la jovencita, luego de juntar mucho valor dijo: …P-Puede darme mi profesor un abrazo?
-          El hombre, la abrazo, conteniéndola contra su pecho. La jovencita se abrigo en el, abrazandolo con una mano, mientras con la otra aun frotaba su cola. ¿Quien diría que el momento mas calido de su vida lo iba a tener con su cola roja?
-          Perdon… y gracias.- Susurro la pequeña.
Las siguientes clases… fueron mas normales. El profesor descubrió, lo simpatica y alegre que podía ser la jovencita. Y el entusiasmo que podía ponerle a sus materias. Su progreso escolar de ese ultimo año, fue tan bueno, que la madre hizo que el profesor le diera una mano con las otras materias. Luego de finalizar la escuela, la jovencita asistió a la facultad. Y el profesor continuo dándole clases. Y enseñándole… todo tipo de materias. Y no, sus exámenes no cambiaron desde entonces. Solo que sin la presencia de su mama, por supuesto.


Fin :D

4 comentarios:

  1. Me dan miedo los maestros D: naa mentira pro que trauma que te nalgueen en frente de tu maestro xP

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja pendeja rebelde [rebelde los mocos xD ]

    Onee~sama

    ResponderEliminar
  3. Oh muchas gracias, me hiciste recordar mis tiempos cuando daba regularización (fue mi primer trabajo cuando sali de la escuela), eran de nivel medio superior por lo regular, me hice experto en casos dificiles que hasta una vez una mama desesperada me dio la tutoría de su chamaco, un gordote altote de 16 años que ni le pedian IFE para entrar a los antros y era tan problematico que se madreaba a los de seguridad, jejeejje, solo yo lo pude sacar adelante, a veces los papas me daban carta abierta a que hiciera lo que creyera prudente con tal de que se aplacaran y lograran pasar sus materias y como en tu relato, la mama estricta, como que las familias de clase media y alta se fijan mas en esas cuestiones disciplinarias o al menos asi era hace poco mas de 10 años, no se ahora, parece que ya se pueden hacer a los profes como trapos viejos.

    Profe Wish

    ResponderEliminar
  4. es un relato magnifico, cambiaria un poco mas la forma de ser la chica a algo mas rebelde y orgullosa, en mi opinion y para mi gusto, de todas formas me ha encantado :)
    ojala me azotara a mi mi profesora.....

    ResponderEliminar