domingo, 1 de octubre de 2017

Obsecion 12


Desperte sobándome los ojos, y viéndome en pijama. Un nuevo dia comenzaba. Y un nuevo dia de clases. Apenas me levante, mi mama me dio la orden de bañarme y cuando escucho que termine, me busco y me envolvio en una toalla, llevándome a la habitacion. Alli, mi mama me presento mi nuevo uniforme.
- Te enseñare, asi diario te cambias y vistes sola. Volveras a tus calzoncitos semanales si?
- Si mami. – Sonrei , viendo como otra vez me asigno la confianza de vestirme sola. Me puse el de lunes, y luego de eso, un fondo de vestido, con olanes al final. Me puso mis clásicos soquetes con voladitos y puntillita rosa y luego, sentada en la cama, me mostro la blusa escolar. Se abotonaba por adelante, y tenia un enorme cuello redondo con un listoncito rosa  en que lo recorria, y parecía desprenderse de el, terminando en un liston en el cuello. Ademas, manguitas aglobadas, con un liston en el elástico que lo envolvía terminando en otros dos moños. Luego de ponérmela, saco el jumper rosa cuadrado abierto a los costados. Me lo puso, y lo abrocho atrás, ocultando los botones de los tirantes en cruz detrás de un gran moñor rosa que se abrochaba junto a la falda. Guillerminas negras, completaron el look. Me puse de pie, viendo como mi jumper, era distinto de las colegialas que veía normalmente en la calle. Ademas de mi blusa. El jumper tenia un poquito mas de vuelo, y era de tiro un poco mas alto, simulando obviamente un vestidito.
Me mire en el espejo moviéndome. No era tan corto como mis vestidos por suerte, y en movimientos bruscos, mi fondo de vestido tapaba mi ropa interior.
- Lo vas a usar asi esta bien?
- Sonrei y asentí muchas veces con la cabeza.
- A peinarte.
Cuidadosamente, me hizo dos colitas altas con grandes listones rosas y la raya en zigzag. Guarde mis cuadernos en la mochila de annie y me la puse, teniendo la apariencia mas llamativa posible. Pero ahora que legalmente era una niña de 10 no debía preocuparme. Lo que si me preocupo era lo muy a la ligera que me tomaba todo.
- Desayunemos, estas lista para tu primer dia. Si quieres puedes llevar tu oso en tu mochila.
- Asenti con mi cabeza y lo guarde. –
- Luego del cole, podes esperar a que t pase a buscar. Pero a la mañana estare ocupada. Sino Rocio, y Rodrigo van a tu misma escuela. Puedes ir con ellos.
- Si mami. – Sonrei, y me saco una foto frente a la cual pose.
Desayunamos juntas, pero nuevamente, la preocupación por lo fácil que dejaba pasar todo me envolvio. Aunque exagerado, mi nuevo look me gustaba… pero.
- Mami… No vamos hablar?
- Hablar de que corazón?
- De… Estoy mas chiquita ya lo sabes.
- Tatiana, tenes demasiada imaginación. Es imposible encogerse y lo sabes.
- Mami!! Me registraste como una niña y me inscribiste en un colegio! – Exclame.
- No se le levanta la voz a tu madre! Te vas al rincón.
- No me ignores!!- Proteste. Pero su gesto me dio a entender que mi cola estaba en problemas. – Mami… por fa… escúchame.
- Tatiana.
- Yo no me llamo Tatiana.
- Bueno, veo que estas muy rebelde y que necesitas una nalgueada. Siempre fuiste Tatiana, y solamente perdiste tu documento, y lo renovamos. Y es imposible que una persona se encoja, ojala yo pudiera encogerme. – Bromeo.
- Eso es lo que vas a querer hacerme creer ahora?
- Acaso queres decir que tu madre esta loca? No aprendiste de ayer.
Mi cola punzo con furia y dije: S-Si aprendi mami… pero…
- Entonces venga ya mismo y se acuesta en mis piernas. Hoy va al cole con la cola roja.
- Mi cola YA esta roja. – Proteste emberrinchada, y me recosté en sus piernas para otra dolorosa nalgueada, lagrimas, visita al rincón y lavada de cara.
- Vamos a ir en auto mami?- Pregunte mas tranquila sobándome.
- Mami tubo que vender su auto. Vamos a ir en colectivo,no queda lejos. –
Me llevo de la mano caminando, conmigo sobándome la cola cada vez que nadie me veia y mientras íbamos, vi varias niñas mas con uniforme. Y niños también, tenían una blusa similar con un liston celeste, y unos pantalones celestes. Los de secundaria, por lo visto, solo llevaban solo un pantalón celeste y una chomba. Note que mi blusa era igual al de las otras niñas, solo el jumper mas acampanado, y con el tiro un poco mas alto. Y ninguna llevaba el moño en la cintura, los tirantes se abotonaban en dos desprolijos botones a la falda, que impedían que esta caiga. O, algunos directamente se abotonaban en la parte delantera del jumper, viéndose desprolijamente. Lo cual hacia que el mio se vea muchísimo mas lindo que el de las demás.
Llegamos, y me despidió con un gran beso en la frente y una palmada en la cola.
“volvi al colegio” pensé entre risas, otra vez ignorando la gravedad de la situación. Mi mama ahora estaba convencida de que siempre fui su hija. Y pensaba convencerme de eso. Pero no tenia otra escapatoria, y el intentar buscar una me frustraba y deprimia. Nos formamos, rezamos, cantamos el himno y en fila fuimos llevados a la la clase, en donde aproveche, y me sente al fondo y en una esquina.  Despues de todo, la idea de volver a la primaria no me entusiasmaba demasiado, y solo intentaba acostumbrarme a mi situación sin tener demasiados problemas. No quería socializar con niños latosos.
Me quite mi mochila y la colgué en el asiento, e incómodamente me sente. Pero, los asientos eran de a dos, y al lado mio ¿Quién se sento? Milena. Si, la misma chica de mi cumpleaños. Alta, con una cola de caballo, y su jumper abotonado al frente.`
- Hola Tati. – Me dijo sonriente.
- Hola.- Respondi cortante, y la ignore. No quiero ser amiga de niños! Es demasiado raro. Observe el aula, y la vi llena de posters infantiles. Los chicos apenas entraron, hicieron bullicio y empezaron a jugar. Milena intento hablarme pero aunque me tenia encerrada la ignore. La maestra entro, una señora rubia, de rulos, y de unos 40 años.
- Hola chicos, yo soy la señorita Silvia y voy a ser la maestra de cuarto. A ver, digan: Buenos días señorita Silvia.
De repente, todos los niños se pusieron a gritar al mismo tiempo.
BU-E-NOS- DI-AS-SE-ÑO-RI-TA-SIL-VIA!!
- Muy bien!!! Ahora le voy a hacer un regalito a cada uno de ustedes con muchísimo cariño. Es un regalo de la seño a ustedes y quiero que lo usen si? A ver…- Dijo y paso, mesa por mesa, preguntando el nombre de cada uno.
“Mierda… definitivamente estoy en la primaria de vuelta..” suspire. “Como voy a salir de esta situación.”
- Nenita… ¿Cuál es tu nombre?- La vi preguntarme cuando llego a mi.
- Tatiana diaz. – Dije.
- Ah!! La hija de clarita. Por eso sos tan coqueta, con tus moños, que linda!! Ten , aquí tienes.
Con un alfiler, me abrocho en el jumper, un dibujo de una tortuguita plastificada, con mi nombre y curso. Note que se lo hacia a todos. Era bastante cursi, y me daba vergüenza. Pero a nadie parecía importarle.
- Que linda es la seño.- Me sonrio milena.
- Seguro lo hace para no olvidarse nuestros nombres.- Proteste. – Ay… a veces el alfiler me pincha, - Me queje quitándolo.
- No, no mi amor. Te dejas puesto el regalito de la seño. – Dijo abrochandolo rápidamente de vuelta. Siguio con el resto de los niños, mientras milena me decia: No debemos desobedecer a la seño…
“Genial, definitivamente volvi a la primaria.”
La clase, luego de eso, avanzaba en cámara lenta. Ademas de que OBVIAMENTE ya sabia lo de cuarto grado, los niños se dispersaban con infinita facilidad. A cada rato los callaba, cada vez que habia que hacer un ejercicio se ponian a jugar, y sumado a eso, repetia a cada rato las mismas cosas que enseñaba una y otra vez. Todo era demasiado aburrido para ser las 8 de la mañana y comenzó a darme sueño. Sin embargo, siendo mi primera clase, aguante los dictados y anote noto intentando ser una buena alumna . Pero estar sentada tanto tiempo, en un banco de madera, y luego de dos días de castigo no era nada fácil. Encontrar una posición comoda era casi imposible. Y mas hacerlo sin que los demás se den cuenta. “Al menos no estoy en pañales” pensé.
 Sono la campana y los niños corrieron desesperados al primer recreo. Yo fui la ultima en salir, y milena, quien me seguía. La vi de reojo siguiéndome, y la ignore. Me sente en uno de los asientos de afuera, y nuevamente sentí el ardor de mi castigado trasero.
- Aun te duele?- Pregunto Milena, y sonrojada, la ignore tomando el celular del bolsillo de mi camisa. Me estire intentando acomodarme, pero los banquitos eran de cemento, y mi cola adolorida volvia imposible encontrar una posición comoda.
- Jugamos con tu oso como en tu cumple?- Insistio Milena.
“No voy a ponerme a jugar con una niña.” Pense y conteste: No, gracias milena.
- Sabes, todos dicen que eres una niña muy rara, pero yo quiero ser tu amiga . – Sonrio ella.
“Claro que soy rara, ni siquiera soy una niña en realidad”.
- Gracias milena, sos una nenita re tierna. Pero quiero estar sola. – Conteste. Ella puso cara de extrañeza y se rio: Jajaja… encima te haces la grande. Las otras chicas dicen que te haces la linda. Y que nunca saludas cuando te hablan. –
Me di cuenta, que acababa de llamar a una chica de “mi edad” y mas alta que yo “nenita”. Y que estaba siendo maleducada.
- Lo siento milena. Estas siendo amable conmigo y yo estoy grosera.- conteste. Me sonroje y mire hacia abajo: Mi… mama…- Dije intentando confensar y continue: Si…aun me duele…
- No tengas vergüenza, somos amigas!!- Sonrio tomando mis manos. Era sorprendente lo rápido que decidio ser mi amiga. – Juguemos con tu oso, ¿lo trajiste?
- Si, pero no tiene ropa.- conteste. “Genial, ahora tengo que ser niñera.”
- Sino, podemos saltar la cuerda junto a las demás chicas. O jugar al elástico. ¿Sabes el mensu?- Dijo enseñándome las manos.
- Mensu?- Pregunte.
- Yo te enseño!! – Exclamo, me hizo imitar sus movimientos y canto una canción infantil mientras chocábamos las manos.
- Tu también canta!! Sino no vale!!... Mensu, mensu!! Mensu famelo melo..- Canto alegremente, y luego me miro con extrañeza. – Seguis deprimida por que tu mama te castigo? Que hiciste?- Curioseo. Negue rápidamente con la cabeza y comenze a cantar y jugar con las palmas también.
- Mensu!! Mensu!! – Cante con ella imitándola. “Ahora soy una niña…” pensé, viéndome jugar como una. Siempre fui aniñada, pero nunca pensé que terminaría viviendo una segunda niñez. Antes parecía solo un juego entre mi pareja y yo. Aunque no tubieramos nada, era como mi pareja. Ahora soy hasta mas pequeña que una niña de 10, y estaba llendo a una escuela junto a otros niños como una. Vi como las niñas saltaban la cuerda, jugaban al elástico, o con los juguetes que traían. Los niños también jugaban con muñecos, jugaban a la mancha, a la escondida, o sencillamente, peleaban imitando alguna caricatura. Eran muy violentos y de vez en cuando chocaban y terminaban llorando hasta que venia una maestra por ellos. Milena comenzó a hacer su juego de manos mas rápido, obligándome a aumentar la velocidad. Se la veía muy entretenida, cantando rápidamente. Me prendi en el juego y sentí como el alfiler del brochecito en mi jumper me pinchaba. Lo vi, sintiéndome ridícula y me lo quite.
- La seño se va a enojar si te lo sacas. – Me dijo milena.
- Que se enoje..- Conteste. Continuaba confundida por el cambio repentino en mi vida. Aunque intentaba relajarse y ser una niña normal me era imposible. Sentia una sensación de tristeza en mi corazón inexplicable. Finalmente, llego la próxima clase y……. la maestra era la misma. Claro, es primaria.
- Tati, ¿Qué pasa? No te gusta el regalo que te hizo la seño?
- Es que pincha…- Conteste.
- Damelo nena.
Se lo di y lo puso de vuelta.
- Asi no te va a pinchar. – Insistio.
“Tonta maestra… .no se puede acordar un nombre?” Proteste para mis adentros.
- No te lo quites de vuelta o le voy a tener que mandar una notita a tu mama. –
- S-Si…- Dije asustada.
- No ves como todos lo usan? Es muy lindo. – Dijo volviendo en frente.
Suspire y apoye una mano en mi mejilla. “Creo que ahora si no tengo escapatoria…” pensé. “ Aunque me escape paresco una niña. Legalmente lo soy!... Y si lo hiciera… no tendría donde ir. ¿mi familia estará preocupada por mi?... Solo podría escapar si me ganara la lotería…” suspire. Y sentí que milena me tomo la mano.
“Esta nena es demasiado amable….” Pense nuevamente. Y sentí escozor de estar tanto tiempo sentada. “Me duele la cola… y esta clase es tan aburrida…” saque mi celular, y revise Facebook. Lo cerre al instante que vi que estaba lleno de fotos mias, de mi cumpleaños y de mi pobre traste. “Es tan incomodo estar sentada asi… Recuerdo cuando disfrutaba estar sentada en una cola roja”.
- Tati, deja de jugar con tu celular. Estamos en clase no en el recreo. –
- si… - Conteste.
- ES “Si señorita” .
- Si… “señorita”. – Conteste. “Supongo que para ella solo soy una niña rebelde. O que se hace la linda, como dice milena.”
En el siguiente recreo, pude escaparme de milena, y di varias vueltas por el patio de recreo, caminando lentamente. Nuestro patio era de primaria, y estaba separado por un gran porton verde del de secundaria. Voltee a ambos lados, y dejándome llevar por la curiosidad entre al otro. Era obvio que era la única niña ahí, estaba llenos de adolescentes. El ruido del patio de primaria habia quedado atrás, ellos hablaban y los chicos a veces jugaban al futboll. A veces, ya que no querían verse inmaduros.
“Si me descubren…” Pense, pero rápidamente vi que la escuela no era lo que yo imaginaba. “Al pricipio pensé que era como Real Spankings Institute. Pero es una escuela normal. No le veo lo “Estricta”. Recorri un poco dejándome llevar por la curiosidad y de repente vi un rostro familiar. Un hermoso chico con bellos rulos dorados, solitario, timido, sentado solo y comiendo un sándwich. Era la viva imagen de cupido. “Me… resulta… conocido” pensé.
- Nenita. Este es el patio de secundaria, no podes estar aquí. – Escuche a un profesor decirme.
- Lo siento, me equivoque. – Me rei, y volvi al patio de primaria.













 A la salida del colegio, mire confundida y un poco preocupada alrededor. Con mi uniforme, la mochila, y mi nueva altura me sentia una niñita indefensa. “Mi mama aun no llega… donde estará?” Senti que me alzaban y patalee asustada.
- No no!!
- ROSITA!!- Exclamo abrazandome y luego me bajo.
- Me asustas!!!- Exclame golpeándola.
- Te ves taaaaaaaaaaaan tierna!!!- Exclamo, apretándome los cachetes hasta dejármelos morados, y luego me aplasto contra su pecho.
- Owwww…- Proteste sobándome, y luego me frote el pecho. Al apretarme, el alfiler del brochecito me pincho otra vez.
- Tu mama me encargo que te pase a buscar.- Dijo, mostrándome el pretal.
- Tengo que usarlo? –
- Sos una nena re inquieta y aca hay como 300 niñas. Te perdes y me mata. Dale, pórtate bien. ¿y tu oso? –
- Esta en la mochila…- Dije, lo saque, y aproveche para quitarme el broche y guardarlo. No quería que Rodrigo me viera usando algo tan infantil. Enseguida me puso el pretal aprovechando mi distracción y sonrio, mientras yo me sonrojaba. Pense… - y quizá estoy demasiado reflexiva, sepan disculparme – que era curioso como antes quería ser una niña y ahora me daba vergüenza ser tratada como una, y preferiría ser tratada como mas grande.
- ¿ que esperamos?
- Ves que sos inquieta? – Bromeo, y yo hice un mini puchero. – Rodrigo aun no sale. Va a salir en una hora. – Dijo sentándose en un cantero. Me sentia como un perro, ella parada, y yo del pretal, y con un esfuerzo, me trepe al cantero y me sente, no sin un gesto del dolor.
- Esta en detención. No solo a vos te castigan siempre. ¿Mami es muy estricta no?
Me sonroje notando que vio mi gesto y me quede cabisbaja.
- Detencion….?
- Uhhh… ya lo conoceras. Esperemos que no. ¿ como te fue en el cole?
- A…Burrido..- Conteste.
- Que bonito uniforme tenes. Le pediré a tu mama que me haga uno igual. Siendo la hija de una modista sos tan coqueta. – comento, y vi que su uniforme no tenia vuelo, caia desde la cadera, y llevaba dos botones en la parte de atrás. Pero estar sentada en un cantero de piedritas no ayudaba nada a mi pobre cola que aun se recuperaba de una cepillada, un cumple bizantino y una nalgueada matutina. Ella parecio notarlo, y dijo: Mejor vamos a dar una vuelta. Cerca de aquí hay esta el centro comercial, te lo mostrare. Hay muchos juguetes. Que tal si a tu oso le cosemos nuestro uniforme? Te enseñare a coser, vas a ver que es muy divertido hacerle distintas ropitas.
- Si!- Sonrei. “Es muy dulce conmigo”. Cuando caminamos, me llevo del pretal. Intente ser dulce, y la tome de la mano. En respuesta me sonrio.

“Jumbo”. Lei. No lo habia visto antes. Era un shopping grande de dos pisos. ¿aclare que la escuela queda en el centro del pueblito¨? Este es posiblemente el único centro comercial en 50 kilometros. Entramos, y estaba lleno de gente, en especial, de escolares que disfrutaban de su salida de clases. Muchos chicos en uniforme celeste y rosa correteaban por el lugar, seguramente de mi colegio. Solte su mano, mirando fascinada alrededor.
- WooooW!! – Exclame y camine en círculos soltándola de la mano. Estaba lleno de ropa, juguetes, locales de golosinas y hasta juegos electrónicos. Me entusiasme mucho curioseando hasta que impulsivamente intente alejarme y sentí que algo me frenaba. Me mire y era mi pretal. La mire a ella, quien estaba distraída con su celular, sosteniendo el pretal. Luego se rio.
- Este rodrigo jajaja… Rosita, vamos, ya salio.
- Ya? Tan rápido?
- Ya paso una hora Tati. Hey, te sacaste tu broche. – Dijo notándolo.
- Es…. Cursi.
- Pero si te perdes, van a saber quien sos. Sos demasiado chica para ser tan vergonzosa.
“Si, claro, demasiado chica.” Proteste. Pero ella lo saco de mi mochila y me lo puso por mi. – Dale, no pongas esa cara. Te queda lindo, y la seño se va a enojar si no lo usas. –
Volvimos a la escuela donde estaba solamente el, a la salida, con una cara de malhumorado gigante. Lo vi sonrojándome un poco pero no solo me ignoro sino que…
- ¿y Ella? No íbamos a…
- No seas grosero. Su madre me encargo cuidarla.
- Sos un tonto!!- Exclame sacándole la lengua, el me la saco también.
- ¿ahora por que fuiste a detención?
- Me descubrieron fumando en el baño.
- El primer dia? Que tal el señor guzman.
- ¿Qué te importa?- Contesto el enfadado, y ella se rio burlona.
- Ah, ´¿con que graciosa? – Protesto el, tomándola de la cadera. Luego me miro a mi , y continuo resignado. “siento que estorbo…” pensé preocupada.
Caminamos hacia la casa de Rodrigo, y mientras lo hacia le preste atención a la chomba de Rocio, la cual era una simple remera, sin el cuello infantil que tenia yo. Antes me sorprendia que usaramos uniformes tan coloridos, pero luego de caminar por las calles, sencillamente lo agradeci, y hasta agradeci usar estos soquetitos en vez de las clásicas medias escolares. El sol rajaba la tierra, y debía ser imposible andar con un uniforme gris como normalmente se usa. Ellos se habían soltado el uniforme lo mas posible, sin embargo yo no me animaba. De vez en cuando, intentaba estirar el cuello de mi camisa dejando mi cuerpo respirar. Pero apenas pensaba en desabotonármelo mi cola punzaba imaginando lo que pasaría. Llegamos a su casa, y me quite la mochila. Mire como se sentaron frente a la pc, y un poco molesta, me recosté boca abajo en la cama como siempre, y me puse a hacer mi tarea. Al hacerlo, el tonto brochecito me pincho otra vez. No me tomo mucho tiempo terminarla… obviamente. Aburrida, tome mi oso, y moviendo mis piernas, los vi jugar. “Estoy segura que antes si llegaba bien al piso”. Jugaron una, dos partidas, el, ella, el, el, el hasta que me moleste.
- ¿y yo cuando juego?
- Nunca. – Dijo el.
- Y ahora que te pasa!!- Proteste arrojándole mi oso.
- Ahora me toca ami. Rodri, anda y jugar con la nena.
- Pero perdi por culpa de..!- Dijo y ella lo callo con un beso. Desvie la mirada sintiéndome intrusa, y luego le dijo: Vas y jugas con la nena.
- Si…- Protesto el y se paro viéndome con gesto de resignación. – Nunca crei que pudieras ser mas rosa de lo que ya eras pulga. A ver que tengo para que te entretengas.
“Que le pasa a este tarado?” proteste. “Yo sere demasiado rosa, con jumper, moños, blusa, mochila y…. Si… soy demasiado rosa” pensé.
Reviso en un cajón, hasta que saco un gameboy advance.
- Toma. Tiene el Sonic advance uno. – Dijo dándomelo y se fue con rocio.
- Yo no se como jugar esto!!- Proteste. – Ni se como se prende!!
- NO SABES COMO JUGAR EL SONIC??- Protesto indignado.
- No, y este juego tonto no me gusta!!- Proteste tirando el juego a la cama, cruzándome de brazos y haciendo el puchero. Al cruzarme de brazos, otra vez me pinche con el brochecito. Enojada me lo saque y lo tire a la cama.
- Rodrigo. Queres jugar con la nena antes de que le de una rabieta y la mama la nalguee de vuelta? – Se quejo rocio.
- Mi mama no me nalgueo!!- Proteste sonrojada.
- Rosita estoy jugando. No puedo jugar con vos. Y ponete ese broche o lo vas a perder. Ay, ustedes dos me van a volver loca. Igual que este adc pelo….. Tonto!- Dijo callándose en frente mio.
- Ya hiciste botas?- Se acerco rodrigo preguntándole sobre el juego. Rocio lo miro mal, y le dijo: Si haces que Tatiana se entretenga y no le de una rabieta yo…- comento , mirándome de reojo antes de decir algo. Luego se acerco al oído y le dijo algo frente a lo cual rodrigo puso gesto de sorpresa. Luego de eso volteo y me dijo: Rosita!!!
Pero claro, yo ya estaba emberrinchada. Lo ignore cruzándome de brazos, y volteando la cabeza. El tomo el juego, y luego me alzo sentándome en sus piernas.
- Hey, N-No , no quiero upa!!- Proteste sonrojándome. Al sentarme en sus rodillas, solte un ay sin querer, y me sobe la cola.
- Te voy a enseñar mi juego favorito cuando era chico como vos. – Dijo, entre abrazandome y tomando el juego. Senti la calidez de su cuerpo, y un sentimiento calido me invadio en mi interior. “No puede ser que me guste alguien mas chico que yo..” pensé. Y luego continue “O mas grande?”. Pero estar sentada en sus piernas producia muchas sensaciones muy femeninas en mi, y poco apropiadas para “una niña de mi edad”. Despues de todo, vivo en permanente abstinencia sexual desde que llegue.
- Ves? Este es Sonic, con estos te moves, con este saltas, con este.
- No me gusta, y es tonto!!- Proteste, aun emberrinchada.
Con tono de molestia dijo: Bueno, mira, juga con esta. Es Amy y es rosa igual que vos. Dale, te enseño.
Me convencio, y empeze a jugar. Pero no paso ni 1 minuto que ya perdi.
- No me gusta!
- Si te portas bien y le pasas la primera pantalla, te regalo un helado. – dijo el. – Rocio, compra botas!
- Compro botas cuando quiero!-
Con el embobado, me distraje jugando al juego. Al principio, de mala gana. Sin embargo, disfrutaba estar sentada en sus piernas, y envuelta en sus brazos. Y ya que quería que lo juegue, me esforze en pasar la primer pantalla. Me costo un monton, ya que nunca habia jugado un juego asi.
- Ya la pase. – Dije fingiendo estar molesta.
- Es minuto 10, y aun no tenes botas!!- Protesto rodrigo. Vi que me ignoraba, pero disfrutaba estar a upa asi que segui jugando. Perdi, mori, perdi, mori. Pero con el tiempo le agarre la maña… Aun asi, el jefe final me ganaba siempre. Cuando toco su turno, y rocio finalmente lo dejo jugar, yo ya estaba entretenida con el tonto jueguito. Fue asi, que hasta me lo dejaron llevar.
“Quedatelo. Yo ya no lo uso.” Me dijo, mientras mi mama me llevaba a casa.
Llegando a casa, vi nuestra sirvienta limpiando apresuradamente. Al vernos entrar se jalo el vestido y se sonrojo.
- Ya terminaste pau?
- S-Si… solo me falta una casa mas.
- Okay, ya podes irte.- Dijo mi mama y ella se fue, mirando hacia todas partes. “siempre que la veo, me sorprende lo hermosa que es. Y esos rulos dorados. Es la viva imagen de cupido.” PEnse. Y luego re pensé. Y luego re re re re pensé. “Nah, imposible”.
- Ya hiciste tu tarea?
- Si mami.
- A ver mostramela.
Obvio, quizo saber como me fue, como no me fue y etcétera. Todo el roll maternal. Pero la verdad, ella ahora me daba miedo. Mas luego de lo que paso. Estando en lo de Rodri, me sentia tranquila… pero ahora.
La evite toda la tarde hasta que fue la hora de comer. Me puso el babero, y mientras comia comenzaron las preguntas.
- Y como te portaste en el cole.
- Bien…
- La seño? Le hiciste caso en todo?
- Si.
- Y jugaste con tus amiguitas.
- Si.
- Tatiana… No olvides darle me gusta a las fotos de tu fb y responder. Hay muchos que te escriben.
- Si mami. – Respondi. Y vi, molesta, que con solo decirle a todo “si mami” bastaba para que este contenta. Tome coraje y conteste.
- ¿ Y asi va a ser mi vida ahora? ¿ vas a seguir ignorando todo lo que paso y vas a intentar convencerme de que todo fue un sueño?
- Tati no empieces.
- No me llamo Tatiana!! ¿ va a volver a ser todo como antes? ¿Cuando era una bebe que solo estaba en la cuna todo el dia?
Ella suspiro. Se tomo la cabeza mostrando un gran malestar. Me sentí preocupada. Se que con estas acusaciones corro el riesgo de pasarme en pañales toda la semana. Pero que la haya afectado es raro.
- El otro dia, en el rincón, dijiste que llegaste aquí por que no tenias adonde ir, ya que perdiste tu trabajo y te quedaste sin dinero.
En el momento me sorprendi. No recordaba haber dicho eso. Me puse nerviosa y baje un poco la cabeza, metiendo las manos detrás de mi jumper. Era verdad, pero si lo escucho, era un poco cruel decírselo.
- No te imaginas lo mucho que sufri cuando te fuiste. Mi vida parecía ya no tener sentido. Cuando volviste, me alegre enormemente. Hice todo lo posible para que fueras feliz, para cambiar, para que seas mi hija, pero una hija alegre, feliz. Y luego de tanto tiempo de tenerte conmigo, me entero que yo soy “tu única opción”.
- Yo…- Titubee.
- Dejame hablar. No importaba lo que hubiera hecho, o como me hubiera sentido, solo importaba que vos no tenias escapatoria y por eso venias. Y apenas la tuvieras te irias entonces. Apenas la tuvieras perdería de vuelta a mi hija. ¿Pues sabes que? La familia no se elige. Ahora realmente sos mi hija, y vas a empezar todo de cero. Y capaz asi, seas una mejor adulta.
- Mami..
- Termina tu comidita nena. Luego de eso pijama y a la cama. Dobla bie tu uniforme que mañana lo vas a usar de nuevo, no lo vallas a dejar hecho un bollo o dormis con la cola roja.
- Si mami…- Dije. Y suspire, mirando mi comida. Empece a comer lentamente, pero empece a sentir mucha culpa y tristeza. ¿me porte muy mal? ¿Debi haber pensado mejor las cosas? Es verdad… al principio ella era muy buena. En el momento, me dio tanta culpa, que olvide todo lo abusiva que fue, y recordé solo las cosas tiernas que hizo por mi. Y después de todo, yo sentia un inmenso cariño por ella. Empece a lagrimear en silencio, y me limpie las lagrimas mientras comia., cuando termine, me quito el babero, me las limpia y me dio un beso en la frente.
- Nunca te voy a dejar de querer. Aunque vos no sintas lo mismo por mi. Anda a ponerte tu pijama. Ya casi es tu hora de dormir. -
Asenti con la cabeza y fui. Llegue a mi habitacion, coloque mi mochila en la silla y de a poco, me fui sacando el uniforme, doblándolo cuidadosamente. Colgue el jumper en una percha, con su brochecito puesto, y la blusa dentro, ya lista para usarse. Quede en bombachita, la cual me saque, y puse junto a la ropa sucia. Al hacerlo, vi que mi pobre cola continuaba un poco roja. O rosa. “La pulga rosa” pensé burlonamente. Busque en el armario la del martes, para tenerla ya lista junto a mi uniforme. Y luego de eso, busque uno de mis pijamas enterizos – por que obvio, todos mis pijamas lo son- . Tome uno celeste, con un dibujo grande de unicornio. Sentada en la cama, meti mis piernas como si fuera el pantalón, sintiéndolo ajustarse en mis tobillos hasta que los piecitos de el me calzaron. Me puse de pie, y meti mis brazos, luego abotone cada botón de adelante, y finalmente los de atrás. Me quite mis colitas y mis moños, cuidadosamente poniéndolos junto a mi uniforme, y luego de eso cepille mi cabello. Tome mi oso, y suspire. “Ya podría acostarme… pero…” Pense, y volvi al comedor.
- Tatiana, te dije que era hora de dormir.-
Baje mi cabeza y dije: quiero… mi beso de las buenas noches. Me lo dio, me revolvió el pelo, fui a mi habitacion, apague la luz y me meti en la cama.

Era un poco temprano, y no podia dormirme. Mis ojos se acostumbraron a la oscuridad y vi fijamente, mi uniforme colgado en la percha, con el ridículo brochecito abrochado y mi calzoncito semanal esperándome. “Mañana va a ser un largo dia…”











Pd: Para los argentinos a quienes seguro se les hace imposible imaginarse un uniforme asi. 
 Por centro america sin embargo es muy comun - o nosotros somos los raros en otras palabras. Se les hace muy ficticio lo de chicas de secundaria en jumper rosa?..... De hecho lo copie de uno de mis viajes por mex. Era un reeee pueblito, y si, los chicos usaban pantalon celeste las chicas usaban jumper rosa. En cuanto al brochecito, yo a los 6 lo tenia que usar (Lo recuerdo perfecto usandolo los primeros años de primaria) y LO ODIABA. Era cursi, infantil y me pinchaba todo el tiempo. Creo que solo yo me quejaba de el igual...

1 comentario:

  1. Este capítulo me dejó igual de intrigada que el anterior jeje
    Enhorabuena !!!
    Sk

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