“Bañarse
tranquila es imposible…” Pensaba Mariela, mientras el ejercito de
chicas desnudas se pavoneaba entre ellas. Cada dormitorio tiene su
propio vestuario y duchas. Quiza paresca exagerado, pero solo
recuerden lo cara que es la quota. Antes, solo las 6 lo compartían,
ahora son 20 compartiendolas. Mariela recordaba la vergüenza que le
daba al principio. Odiaba como el agua irritaba su trasero y hacia
parecer que la habían nalgueado. “Esa parece ser la moda ahora”
pensaba mientras escuchaba a las chicas presumir.
-
Y luego te atan a un potro y te dan mil varazos. – explicaba Gomez.
-
Increible… como pudiste soportar todo eso. A mi me vuelven loca. –
Se quejo una de ellas.
-
Este lugar es una mierda. – Insistio Violeta Gomez.
-
No hables asi! Acaso no te da miedo? –
-
A través de nalgaditas no me van a intimidar. – contesto
desafiante.
“Estupida…”
Penso Mariela. El dia que visito el purgatorio no paro de llorar en
toda la noche. Mariela salio lentamente de la ducha. Ahora que eran
tantas tenia una nueva fascinación. Observar los hermosos y
torneados cuerpos de sus compañeras. Fascinacion nueva que también,
la conflictuaba mucho. ¿ Acaso era lesbiana? Esa era una palabra, en
extremo prohibida para su contexto. Sin embargo, capaz la razón era
que sus ojos siempre se desviaban a las colitas rojas de sus
compañeras. Disfrutaba muchísimo verlas. Mientras se cambiaba vio
una ponerse su ropa interior. Cuando se puso el calzon, noto que se
confundio de dia. Mariela se rio recordando lo humillante que fue
cuando a ella le paso. Desde entonces es mucho mas cuidadosa. A esta
chica ya le había pasado anteriormente. Era timida y muy vergonzosa,
la obligaron a pasar por el mismo castigo que Mariela, y aun se
burlaban de ella por eso. Era un poco mas bajita que Mariela, blanca
como ella y rubia claro. Observando el calzon, diviso el nombre:
Celeste Kint. Si la volvían a ver con un calzon equivocado, además
de otro castigo las otras alumnas le harian la vida imposible.
“Deberia
decirle” Penso Mariela. Pero la chica, pudorosamente se puso su
jumper – aunque mal – solo para taparse.
Le
recuerdo al lector la dificultad que a Mariela le supone hablar con
gente extraña. Aunque sea por algo como esto. Mariela titubeo mucho,
y la siguió mientras ella también se vestia. Se puso su larga falda
y su chomba, mientras la vergonzosa chica se vestia e intentaba
alejarse de la gente.
Apresurandose
para seguirla, se fue junto a ella a armarse sus trenzas frente al
espejo. Por suerte, a la chica le tomo varios intentos.
“
Deberia decirle”. “ Y si le molesta que le hable?” “ Solo le
digo eso y me voy “ “ Y me va a preguntar: Como te diste cuenta,
me levantaste el vestido o me estabas espiando?” “ Si no lo hago,
se van a burlar de ella y la van a castigar”
Timidamente
dijo: H-Hola…
“No
dijo nada.” “Capaz no me escucho” “O Capaz solo me ignora”
“Seguro me ignora.” “BASTA MARIELA!!!” se exclamo a si misma.
-
Hey!! Celeste!!-
-
S-Si?
-
Te confundiste de calzon otra vez.
La
chica en un momento se puso roja como un tomate, pero luego se
enfado.
-
Tu también te vas a burlar de mi?? Ya me tienen harta!! Estaba
dormida!!! –
-
N-No, No, en serio lo digo. En serio, fíjate.
-
Ya me tienen cansada con esa broma.! – Se quejo.
-
No, en serio, te lo prometo. – Insistio Mariela.
Desconfiada,
levanto su jumper y se dio cuenta.
-
Ay… Gracias. Dios que vergüenza, por que soy tan tonta. Perdon por
tratarte mal, estoy tan nerviosa y este lugar es un infierno. Viste
lo que le paso a Gomez? Gracias… Ah… eres de las chicas con el
uniforme de ocio. Yo soy Celeste. Jajaja… cierto, ya lo sabes. Se
siente raro usar ropa con tu nombre no? Aun no me acostumbro. –
Contesto Celeste.
“Habla
sin parar…” Penso Mariela.
-
A mi me paso también… el segundo dia. Desde entonces intento nunca
cambiarme dormida. Siempre es para problemas. –
-
Gracias… lo tendre en cuenta. Tengo miedo… siempre escuche
rumores de lo terrible que era este internado. Y ahora estoy aquí…-
Suspiro cabisbaja viendo su uniforme y el nombre en su jumper. –
Me enviaron del colegio Saint Francis... y mis padres aceptaron. Y el
primer dia, lo que le paso a Gomez….. –
-
Vas a estar bien. No te preocupes.- dijo Mariela. Sorprendida vio
como la chica la abrazo.
-
Gracias!!!
-
Marie! – Escucho decir. Cuando volteo era Alice. –
-
Alice! Mira, ella es Celeste.
-
Si, me di cuenta por su uniforme de novata. – Contesto Alice
soberbiamente. – Ven aquí, quiero hablarte algo en privado por
favor. –
-
Celeste, nos vemos luego. ¡Recuerda cambiarte! –
-
Si! – Contesto sonrojándose.
Mientras
se alejaban Alice indago: Vi que te hiciste amiga de ella.
-
Solo le di un consejo- Contesto Mariela extrañada.
-
Ah, es que te recuerdo que dijimos que eramos un grupo, elite, y que
íbamos a estar siempre juntas. Eso excluye a otras chicas. –
-
Solo le di un consejo. – Protesto Mariela molesta.
-
Solo te digo. Tu siempre eres libre de tener otro grupo de amigas.
Claro, deberías contarle tus secretos también a ellas. Ah, pude
hablar con Oswald.
-
Oswald? – Pregunto Mariela. Alice vio su rostro brillar.
-
Si, este sábado a la noche lo veremos. Dice que espera su carta. –
-
Espera, ¿el sábado a la noche?
-
Si, debemos juntarnos con las chicas para hablar. Necesitamos estar
todas. –
…Esa misma tarde…
Las
5 esperaban impacientes la llegada de Amy. Cuando finalmente llego,
se unio al grupo con gestos de dolor y cara de molestia.
-
Amy, no llegues tardes a nuestras reuniones. – La regaño Alice.
-
No me molestes… esa vieja estupida de Ortiz… Ayyyy… me duele un
monton, ella no pegaba tan fuerte… -
-
Seguro algo hiciste. – respondio Annie molesta defendiendola. Amy
la miro seria como si tuvieran una discusión telepática.
-
Bueno, hablemos. Primer ítem. Oswald vendrá el sábado a la noche y
nos traerá provisiones.
-
Oswald? Genial. – Dijo Jess. – Y Carl?
-
Capaz venga también.
-
Que traerá?
-
Una petaca de vodka y 250 gramos de mota. Le pedi que los arme en
cigarrillos. No tendremos problemas en esconderlos.
-
Es un monton. Y es muy peligroso que nos descubran con eso. –
-
Pues no nos descubrirán. Las monjas están obsecionadas con las
nuevas. Ni en nuestros uniformes se fijan. Vendremos el sábado a la
noche en camison. –
-
¿En camison? – Preguntaron todas al unisono.
-
Si, aprovecharemos el momento de mayor distracción. Vi que varios
grupos de chicas se reúnen en una sola habitacion y hacen pijamadas.
Asi que no es tan raro que a esa hora nos vean por los pasillos en
camison. Si se nos hace tarde estamos listas para entrar a la cama.
Los sabados a la noches nunca vi a ninguna ser castigada. Bueno,
salvo a quienes llevan uniforme de novata. Entonces. Recuerden.
Sabado a la noche en camison. –
Mientras
Alice explicaba Mariela se preguntaba si se veria bien con ese tonto
camison. Al menos Oswald la conocería sin trenzas.
-
Pero nos dejaran salir en camison? –
-
Si, he visto chicas que salen a pasear un poco sin ningún problema.
Ahora el siguiente punto: ¡Es importante que intentemos ahorrar la
mayor cantidad de puntos posible si! Y eso implica ahorrar también
en uniforme de ocio.
-
Ay, pero nos vamos a pasar estudiando todo el fin de semana. – Se
quejaron todas.
-
Pronto empezara la escuela. Ustedes apenas consiguen los puntos
necesarios para conseguir el uniforme de ocio los lunes. Y ya vieron
los beneficios que da usarlo en días escolares. ¿No quieren empezar
con el pie derecho? Yo no volveré a prestar puntos. – Aclaro.
-
Esta bien…. Tienes razón. – Se quejo Jess.
-
Hay que esforzarse un poco mas. – Dijo Rhonda.
-
Umm…- Protestaron Mariela y amy.
- Es verdad que ahorrar en uniforme de ocio no es buena idea. Pero
intentemos ahorrar la mayor cantidad de puntos posible para cuando
comiencen las clases. Si logramos que nos vaya bien con la directora,
tendremos muchos puntos. ¡Se puede hasta intercambiar castigos por
puntos! No sabemos que tan bien nos vaya. Recordemos. Estemos juntas,
y ahorremos todos los puntos que podamos.
Uffffff me encanta, llevaba todo el día queriendo leerte, ese sábado en la noche promete.
ResponderEliminar