jueves, 31 de mayo de 2012

Y el trailer fue re entretenido de escribir nomas...

En si, solamente era una idea graciosa haciendo parodia a la tipica trama de "nenas fantasmales" de las peliculas de terror. Por cierto, No, no puedo ver una pelicula de terror. Me asusto demasiado. Ok, no es mi culpa ser tan infantil <.<
Y al final de cuentas, me re entretube escribiendo una historia acerca de un internado, ea :D
Bueno, espero que disfruten :)

El prendedor rojo.



Mama!!! Un Reformatorio?- Proteste.

-          No protestes mas romina, ya sabes que la decisiopn esta tomada.- Dijo ella.



Mierda… Por haber cometido esa tontería mira adonde estoy metida ahora….



Yo pertenesco a una familia muy adinerada, mis padres son muy estrictos también. Sin embargo tengo buenas notas,  asi que no se podían quejar. Me dejaban juntarme con mis amigos… por lo visto eran del tipo de amigos incorrectos… Al menos para mis papas.  Igual aunque ya tengo 16 años me tratan como a una nena. Con ellos podía mostrarme como soy.  Sin embargo estaban metidos en el alcohol y las drogas. Todas las drogas. De vez en cuando iban a bares y se ponían violentos. Yo siempre supe disimular las cosas con mis papas hasta que un dia….

Sucedió algo un poco… peligroso. Y ellos terminaron en prisión… Solo que yo…..



Ya lo hemos decidido con tu padre, es el mejor reformatorio del país- Dijo Mama.



No quería protestar tanto… Sabia que estaban enfadados. Ser complice de un crimen es algo muy grave… Nuncaentenderian que en si, ellos no querían robar la casa, solo jugar en ella y asustarlos. Yo solamente los acompañe.

Mi papa… es muy estricto… Y me dio un castigo horrible con el cinto. El suele castigarme seguido. …. Sin embargo.  El Reformatorio Sink, es conocido por ser uno de los mas importantes y estrictos del paistos. Por sobre todo, estrictos. Demasiado conocido por eso.

Mis papas estuvieron muy enfadados conmigo ese verano. Aunque mi papa me castigo solo esa vez, luego casi nunca hablamos. En cierta medida… sentía que merecía ser enviada ahí.

El primer dia mis papas me llevaron… Era un internado. En mi bolso solo tenia un pijama, y dos vestidos. Mas el pantalón y la remera que usaba. Apenas llegamos a la puerta, me hicieron sacarme mis piercings, dos señoras incluso me revisaron para ver si traia algo sospechoso. Dios mio, parecía una cárcel. Mis padres no pronunciaban ni una palabra.

All llegar a dirección entre. Una niña tan chica metida en un reformatorio?- Pense en voy alta. Habia una niña sentada en el escritorio. Se podía ver de lejos que eran una y otra vez las mismas líneas.  Ella escribia rápidamente su tarea.

Mi mama me respondió. – Es desde los 18, hasta los 21 años-.

Hice un largo suspiro….- 16 hasta los 20 años?....- La directora me lanzo una mirada estricta y yo me quede fría.

Pero luego pensé-:” Yo tengo 18… Esa niña tiene mi edad? Igual con ese uniforme realmente parece una niña… Pensar que lo voy a tener que usar. Quie suerte que aca no hay chicos.”

La directora se distrajo charlando con mis papas, y observe, como disimuladamente la chica esta rubia se paraba y se frotaba la cola, mientras continuaba haciendo las líneas.


Castigos corporales… Pense suspirando.  Realmente parece una niña.

Me tomaron de la mano, y me llevaron a un vestuario. Mis padres, me esperaron afuera, mientras que la Directora me pregunto si tenia alguna otra pertenencia. Le confese que no, y me dio el uniforme en mano. Luego de eso salió.

-Esto no puede estar pasando…- Pense. Me Desnude, y comenze a ponerme el vergonzoso uniforme, junto a la bombacha blanca. Y luego me mire en el espejo. Siendo peliruja se veía bien mi estilo punk… Pero si, es imposible no verte como una niña vestida asi. Sali del vestuario nerviosa, cabisbaja y llena de vergüenza.

- Mucho mejor, no es cierto señores?- Dijo La directora.

- Vas a ver mi amor, esto es por tu propio bien, además observa que linda te ves asi, sos una princesa- Dijo mi mama.

Ellos aun me ven como una niña… generalmente protesto, pero en este momento realmente no tenia opción. Mientras recorríamos los establecimientos hasta mi dormitorio la Directora explico:

- Pequeña, te has salvado de la Carcel, pero te han enviado aca. Mientras este saca, deberas comportarte como una señorita todo el tiempo o sufrir las consecuencias. Incluso, y con el debido respeto señores padres. Lo que haremos será Reeducarte como si fueras una niña desde 0. La disciplina será constante y las faltas graves serán premiadas con un prendedor rojo, lo cual me dara un momento a solas para disciplinarte. Esta entendido?-

No pude evitar estar distraída frente a lo que explicaba, debido al miedo que daba. Al escuchar la pregunta solo respondi: Si….

LA Directora dijo: - Con su permiso- Y mis papas asintieron con la cabeza. Rapidamente me tomo de la cintura, rescotandome sobre una de sus piernas. Ella era in mensa. Cai sobre su pierna tapándome la cola, pero puso mis manos sobre mi espalda. Su inmensa mano comenzó a nalguearme fuertemente, el sonido retumbaba en todo el pasillo. Era sorprendente lo fuerte que nalgueaba la mano de esa señora, inmediatamente comenze a patalear.

-Tenes que decir “Si señora” entendido?- Dijo la Directora.

Pataleando por el dolor dije :”Si ¡!
Perdon?- Pregunto ella, levantando mi falda.

AH AH!!!!- Exclame avergonzada. Los chirlos sobre mi bombacha comenzaron a arder mucho mas, mientras pataleaba, mis ojos se llenaron de lagrimas por el dolor, pero mas que nada por la vergüenza. Era un pasillo normal, aun no había pasado nadie, pero quien sabe.

-Si Señora!- Exclame.

 Me solto, y me incorpore acomodándome el uniforme.

-          Al final de cada castigo, deberas decir: “Muchas gracias por educarme, hare lo mejor por mejorar”.- Dijo la directora.

Llena de vergüenza y de bronca, mire mis pies y dije: Muchas gracias por educarme, hare lo mejor por mejorar…

-Mirandome a los ojos- Dijo secamente.

- Muchas gracias por educarme, hare lo mejor por mejorar…- Dije, ya llorando por la vergüenza.

- Rincon- Sentencio ella. Mi papa ya me había mandado al rincón luego de un castigo… Muerta de vergüenza, y llena de bronca, fui al rincón.

Desde el rincón, escuche a mi papa diciendo:

-           Se nota que le pone mucho empeño a su trabajo-

-          Llevo 30 años encargándome de chiquillas descarriadas- Explico la directora.

Dios… esto es el infierno pensé.

El ardor en mi cola distraía lo suficiente, esa vieja pega muy fuerte. Pero era muy poco, mas que nada eran los nervios y la vergüenza.

-          Debido a que dedicaran los siguientes años a estudiar, no habrá ni televisión, ni radio, ni ningún tipo de otra distracción- Explico la directora.

Si eso no bastaba para hacerme llorar, no se que bastaría.

Al fin me dejaron salir del rincón.

-          Tenes 30 minutos para prepararte para tu primer clase, tu compañera de cuarto te acompañara.- Explico fríamente la directora. Luego me dio una lista, en donde figuraba las clases que tomaria, y los recreos que tendría. Basandome en la lista, el esquema por lo visto, era que a las 5:30 de la mañana comienzan las clases.  Sin embargo debo estar para desayunar, a las 5 como corresponde. A las 10, paramos una hora para comer.  A las 15 paramos otra hora para Merendar. A las 20 terminan las clases, y debemos ir a comer. Inmediatamente luego de comer debemos ir a nuestros dormitorios. A las 22 cortan la luz.

Si, era como prisión. Entre a mi dormitorio, y la chica esta se encontraba recostada boca abajo, tenia un paño frio sore la cola. Y se notaba que estaba muy roja. No me anime a hablarle. Al poco tiempo llego una enfermera muy simpatica. Observando la situacion se acerco a la cola de la chica.

La rubia de apariencia tan tierna dijo: Y mujer, dame algún analgésico.

-          No tenes ninguna marca extraña, ni nada que pueda resultarte peligroso. Lo siento.- Explico la medica y rápidamente se fue.

Mierda… Y ya tenemos una clase.- Protesto la rubia.

Se paro y me miro extrañada, mientras se acomodaba la bombacha y el uniforme.

Si bien para mi eran comunes los castigos, era raro ver a una chica recién castigada. Y con lo tierna que se veía, su forma de hablar era muy agrsiva…

-          Que nunca viste una cola roja?- Pregunto. – Preparate, la Directora es una sadica, y vos tenes mucha cara de nena, estoy segura que vas a volverte su favorita….. ayyy…y espero que con eso me deje un poco en paz. Ella me obliga a usar coletas.- Se quejo. Por su forma de hablar, realmente no le crei.

Tomandome de la mano dijo: Rapido, ya va a ser tarde y tu primer clase va a ser difícil.

Rapidamente entramos a la clase.

La Profesora nos esperaba observando el reloj. Una de las chicas llego. – 1 minuto tarde…- Dijo la profesora. La chica inmediatamente puso sus manos sobre el escritorio inclinándose y la Profesora le dio 10 fuertes azotes con la regla en la cola.

Mi rostro se lleno de horror, viendo como los azotes caian firmemente mientras la chica intentaba contener el dolor sin gritar.

La Profesora comenzó a explicar lentamente, la clase era muy intensa y era muy difícil concentrarse. Frente al mas minimo error, las chicas debían pararse y recibir 5 a 10 reglazos sobre la cola. Era obvias las reacciones de dolor de las chicas al sentarse rápidamente luego de su castigo.



A mi incluso me dolia un poco la cola del castigo que me dio la directora aunque ya había pasado un tiempo. Seguro por culpa de esos duros bancos de madera. Este tipo de correciones eran frecuentes, y sucedían tan rápido. Las chicas en silencio, y casi sin pestañar se burlaban de quienes hacían mucha escena para recibir sus azotes. Por lo tanto, frente a la obligación de ser obedientes, las chicas mostraban su propia señal de rebeldía. Cuando debían obedecer un castigo, lo hacían sin demostrar el menor temor posible, y con absoluta obediencia. Sin embargo, era obvio que solo las mas fuertes tenían esa actitud, la mayoría o estaban muy adoloridas o la disciplina las había vuelto muy dóciles. Sin embargo ese era el modelo. En la tercer hora, mis esfuerzos para no distraerme fallaron.

-          Vos sos nueva…- Dijo mi profesora. Se acerco y me puso el prendedor rojo. Luego continuo con la clase.

Apenas termino, todas salieron. Mi compañero de cuarto me dijo: Romina.

-          Como sabes mi nombre?- Pregunte.

-          Anda lo mas rápido posible a Direccion cuando tengas el prendedor rojo. Te dije que la directora va a querer estrenarte- Explico.

Asustadisima obviamente y extrañada por lo que dijo camine rápidamente a Direccion. En el camino una profesora me cruzo tomandome de la mano.

-          Adonde vas señorita!- Me dijo.

Asustada respondi: A-A Direccion.

Dandome nalgadas en los muslos con la otra mano dijo: - Direccion no queda por este pasillo- Exclamando.

 Saco de su cartera una pequeña paleta y me tome de la mano. Instintamente me tape la cola, pero llevándome del brazo me hizo caminar mientras me daba azotes con la pequeña paleta. – Cuando tenes un Prendedor rojo te vas directamente a Direccion, ya hemos tenido demasiados problemas el anterior mes con chicas que se las ingeniaban para no ir a Direccion.- Me explico.

A paletazos me llevo, hasta adonde había un grupo de chicas sentadas.

 2 se veian muy serias y una llena de Nervios.

-Te quedas sentada aca.- Exclamo la profesora. Al sentarme sentí nuevamente el ardor de los azotes. Una chica salió de Direccion llorando y muy adolorida. La directora inmediatamente hizo pasar a la otra.

Fue un largo tiempo hasta que llego mi turno.

Temblando entre, con ese uniforme, y la inmensa directora, me sentía como cuando era una niña pequeña y me había metido en muchos problemas con mi papa. La señora se encontraba sentada en su dormitorio.

-          Directora…yo…- Dije nerviosa al ver que no hablaba.

-          La Profesora ya me explico todo por celular, no necesitas decirme nada.- respondió la directora.

Me quede expectante, sin saber que hacer, muerta de miedo.

 De repente vi como la señora, me vio con gruño serio y se acerco a mi tomandome del brazo. Fue tan rápido que mi intento de defenderme fue solo alejarme cuando me tomaba. Rapidamente me llevo a la silla, y de un tiron cai sobre sus piernas. Las nalgadas comenzaron a caer rápidamente en mi cola.

Intente contener el dolor y no quejarme aunque dolían mucho. Al ser solo con la mano, debía poder aguantarlo.

-          Soy una mujer ocupada, cuando sos enviada a dirección, debe caminar hacia mi lado derecho y decir: “Por favor edúqueme como corresponde”, luego de eso recostarte sobre mis piernas. Esta claro?- Pregunto mientras me nalgueaba fuertemente.

-          S-Si Directora!- Exclame llena de bronca mientras sentía los azotes.

-          Entonces que debes decir?- Pregunto.

En mi situacion no tenia ganas de ser rebelde…- Por favor edúqueme como corresponde!-

-          Muy bien.- Dijo La directora.

Levanto mi falda y comenzó a nalguearme fuertemente sobre la bombacha. Aunque itentaba quedarme quieta las nalgadas realmente dolían. Finalmente tomo una paleta pequeña, y me bajo la bombacha.

Iba a decir “no!!!” Pero mi papa me tenia acostumbrada a no decirlo. Cerre los ojos derramando lagrimas y no pude evitar gritar, y comenzar a llorar mientras pataleaba, agarrándome del banco para no taparme. Tambien los castigos con mi papa me enseñaron eso. Estubo uno o dos minutos asi. Hasta que me paro, y me hizo inclinarme sobre su escritorio.

-Este es el comienzo, de tu nueva vida. Y vas a ser Reeducada. Yo me voy a encargar de convertirte en un angel. Como todas las que se graduaron aquí. Moldeare tu carácter hasta volverlo correcto- Y dejo caer el primer azote con una paleta grande de madera. Di un salto y un grito, a pesar del dolor y las lagrimas me sonroje, sabiendo que mi grito fue demasiado fuerte.

- Luego de cada azote decis “1 No debo distraerme en clase”.

- No debo distraerme en clase…- Dije yo con un gemido de dolor. – Y luego dije : Uno…

Los Azortes cayeron lentamente. Mientras tanto, y entre medio de cada azote, la directora hacia discursos incomodos acerca de la disciplina. Era realmente extraña.

-          Quiero que cada vez que te sientes, recuerdes lo mal que te portaste- Explicaba mientras apuntaba a mis muslos con la paleta.

-          OUCH!!! 10 No Debo distraerme en clase.-

La directora paro y me dijo: Podes pararte.

Sabia que no debía frotarme, asi que me abraze a mi misma. Y luego recordé: Muchas gracias por educarme, hare lo mejor por mejorar…

-          Muy bien, al rincón.- Sentencio. Llorando desconsolada fui al rincón. Y en el camino, note que en el otro rincón había otra chica, y habían dos pupitres con dos chicas escribiendo.

Dios…. Esto es el infierno- Pense llorando en el rincón. Mientras lloraba escuchaba una chica salir ,y otra entrar. Y sus gemidos frente a los azotes. Al poco tiempo pude salir.

Me lave la cara en un baño y continue con el dia. El resto de las clases me tomaron muchísima concentración debido a lo mucho que dolia la cola. Ante la mas minima falta de respeto, te ponían un prendedor rojo. Todas llamaban a la directora VS o vieja sadica. La odiaban, y realmente temian ir ahí. Pero era imposible no ir al menos una vez por semana.  Y todas estaban acostumbradas a ser corregidas inmediatamente ante la menor imperfección en su disciplina. En los recreos se notaba que las apariencias engañan, a pesar de los uniformes, enseguida se podían ver bandas y grupos. Las chicas inspiraban miedo, aun con sus jumpers y sus colas rojas. Se dice que solo hay profesoras, por que antes, las alumnas seducían a los profesores y eso disminuía su disciplina. Se rumorea de algo de actividad lésbica…. Pero en si, era obvio para todas que las profesoras, y en especial la directora, disfrutaban ampliamente ser tan estrictas y castigarlas. Supongo que solo asi podrías cumplir este trabajo. Las chicas a pesar del régimen casi militar eran terribles. Y muchas vivian llendo a dirección hasta ser domadas… por un tiempo. Al llegar a mi habitación ese dia me recosté boca abajo como mi compañera. La misma bombacha me hacia doler. Asi que aproveche para dejar mi cola al aire. Si mi compañera podía hacerlo, yo también. Y los castigos eran tan frecuentes que no me daba vergüenza. Al poco tiempo vino una enfermera, mi compañera se encontraba estudiando. Se acerco a mi cola y yo la observe de reojo sonrojada. – Mmmmm, No estas acostumbrada a castigos tan fuertes, es aconsejable cuidar tu piel- Dijo la enfermera. Me coloco alcohol y algo de crema. Si bien el alcohol ardio, la crema me relajo mucho el dolor.

-          Gracias…- Dije, sabiendo la función.

La enfermera sonrio y se fue.

-          No digas gracias- Dijo La rubia.  – Son mas bien carceleras. Ella no te cuido por tu bien, solo para que tu piel pueda aguantar los castigos hasta salir de aca.- Me explico.

Y en efecto era verdad… Las alumnas frecuentemente eramos castigadas, y todas odiábamos los estúpidos prendedores rojos.  La vs disfrutaba humillarte, poniéndote en una posición sumisa, el castigo por no hacerla caso en todo era dolor y mas dolor. Tarde o temprano tenias que obedecerla. Sin lugar a dudas, todas la odiaban, y hacían lo imposible, por tener la menor cantidad de prendedores rojos por semana.

Un dia yo había recibido un maldito prendedor rojo. Aun tenia tiempo, y caminaba preparándome mentalmente para lo que me esperaba. Ni siquiera me habían dejado curarme, y odiaba tener que comportarme como la mascota de esas mujeres. Mientras caminaba, me cruze con la figura de una niña caminando cabisbaja por el pasillo. Era definitivamente japonesa, tenia dos trenzas, y se veía asusstada y nerviosa. Me llamaba la atención que su uniforme definitivamente no era el nuestro. Sin embargo me encontraba en problemas suficientes para no prestarle atención. Si una profesora me veía, me iba a llevar a paletazos hasta dirección. Ademas de doler mucho, me hace quedar como una miedosa y es muy vergonzoso. Si, soy miedosa, pero entre todas estas chicas rudas es realmente peligroso demostrarlo. Camine apuradamente, hasta que note la misma chica cruzar.

-Seguro esta perdida- Pense. Al doblar una esquina, note a dos chicas idénticas paradas, Tenian dos baldes de agua.

- Les pasa algo?- Pregunte un poco nerviosa, frenando la marcha. No respondieron, y ambas qudaron cabisbajas, con sus baldes en sus manos, en medio del pasillo.  La situacion sin lugar a dudas me puso nerviosa, hasta que sentí una mano tomar mi brazo, y una lluvia de azotes invadir mi cola.

- A dirección señorita!!- Dijo la profesora, al verme con mi prendedor rojo.

- Disculpe Profesora, solo me asuste por las  Gemelas!!- Gire para ver,… no habían gemelas. Estare loca?

- Encima mentirosa?- Pregunto ella.

Al llegar al banco donde las chicas aguardaban , la profesora se sento, y comenzó a nalguearme a ritmo rápido luego de recostarme sobre sus rodillas. – Esto le pasa a las mentirosas y desobedientes!- Se quejo mientras me nalgueaba.

AU AU AU AU!!!!- Proteste, mi cola estaba muy adolorida, y no podía ser fuerte, sabiendo que aun debía entrar a dirección.

El encuentro con la directora, fue horrible como todos….

Al llegar, y luego de que la enfermera me cure, mi amiga me dijo:

-          En verdad intentaste mentir? Aca es imposible. No trates de quebrar las leyes de forma obvia, tarde o temprano van a quebrantar tu barrera del dolor.- Explico fríamente.

-          No menti…- Me queje, muy adolorida para explicar demasiado.

-          Que dijiste?- Pregunto.

-          Es verdad, vi a dos japonesas gemelas con otro uniforme y con trenzas mirando hacia abajo. Tenian dos baldes de agua cada una.- Me queje frotándome la cola adolorida. Luego la mire a ella. Pensando lo que dije, seguro debe pensar que estoy loca o soy una boba.

Sin embargo se puso repentinamente paranoica.

-          No vuelvas a decir eso de las nenas- Me dijo, y observo para otros lados. –Vos sos masoquista acaso? Si te escuchan nos dan la paliza de nuestra vida. Mejor acóstate y dormi.- Aclaro.





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