martes, 17 de enero de 2017

cap 37


- Ortiz.
- Si stella?
- EScuchame…- Dijo Stella. Suspiro y la vio a los ojos. – Debes convencer a las castigadas para que hagan su tarea. Falta poco para la hora de comer y no quiero nalguearlas de vuelta.
Ortiz odiaba que su compañera se considere su jefa.
- Ya lo se.
- Se que no te animas a verlas. Este castigo fue muy fuerte para ellas y tu eres muy sensible.
- Por algo elegi este trabajo Stella. – Se quejo.
- Esta bien. Recuerda que ahora puedes castigarlas como quieras. – Menciono Stella. Un click en la cabeza de Ortiz se activo. – Ve con ellas, asegúrate que la hallan terminado. Deben acostumbrarse para cuando comienzen las clases. –
- Si, ya ire. – Respondio Ortiz. Ella marcho, preparando mentalmente el discurso hasta el dormitorio de las niñas.
Mientras abria la puerta dijo fríamente: Las castigadas espero que ya hallan hecho su tarea. Sino las llevare conmigo para que la hagan.
Hasta que finalmente vio a las chicas en uniforme de castigo. “AWWWWWWWWWW que tiernaaaaaaaas” Penso al instante. Ya había visto chicas en mameluco de castigo. Pero no a SUS niñas. “Rhonda esta consolando a Annie… y mira lo chiquita que se ve amy con el puesto. Hasta le queda grande. Hasta jessi se ve re tierna…”
- Niñas. Traigan sus tareas. Vamos a revisar si están hechas. –
Todas pusieron rostro de pánico y lentamente, entregaron sus cuadernos. Finalmente Annie lo entrego, con los ojos llenos de lagrimas.
- Que pasa Annie, por que vas llorar?
- N-No voy a llorar…- Se quejo Annie limpiándose las lagrimas.
- Te duele la colita y tenes miedo? – Pregunto Ortiz. Annie se quedo roja como un tomate.  Finalmente reviso los cuadernos y dijo: Ninguna hizo su tarea. Vamos al salón, las ayudo a terminarla.
- Afuera? – Preguntaron las 4 al unisono.
- S-Si, afuera. A pasear un poco esas colitas castigadas.
Rhonda la siguio de prisa, y Jessica, un poco titubeante las acompaño. Annie y Amy titubearon, pero Ortiz las tomo de las manos y las hizo caminar. La caminata era sumamente vergonzosa para todas. Sentia como los ojos se clavaban en su hirviente trasero. A su vez, con la cola tan roja, y la friccion de la tela, costaba un poco caminar. Sobarse, no era menos vergonzoso. Y finalmente….
“Otra vez se desabotono…” Penso Amy, intentando abotonarlo de vez, sintiendo vergüenza. “Cuanto tiempo abre caminado asi… Pero si los botones son tan grandes, por que estarán falseados los ojales… AY!! “ Continuo pensando hasta que Ortiz le desatapo la cola de un tiron, desabotonando todos a la vez y le dio una sonora nalgada.
- No te atrases ni te distraigas Amy.
- S-Si…- Respondio muerta de vergüenza. “Ya entiendo por que los ojales están rotos…” Penso mientras volvia a abotonarlos.  Ortiz ya tomo por costumbre aprovechar esos pijamas y darles un jalon dejando la cola lista para unas nalgadas a cola desnuda. Le recordaba mucho al que ella y su hermana usaban de niña, o al que sus sobrinitas usan. Era difícil no verlas nuevamente como niñas, con una apariencia tan adorable. Finalmente, ya en el aula, y luego de la tortura que fue para todas poder sentarse, ayudo a cada una con sus tareas, dejando el pijama abierto de las que daban mas problemas para poder darle nalgaditas de vez en cuando. Luego de eso, llevo todas a comer. Y finalmente, arropo a todas en sus camas, asegurando las cobijas debajo de los colchones.
- Mi conejito…- Se quejo Annie, al ver que lo habían llevado.
- Extrañas tu peluche bebe? Mañana va a estar de vuelta con vos si eres buena niña.- Dijo Ortiz, luego de darle un beso en la frente.
Las 4 se durmieron apenas fueron obligadas a acostarse, totalmente agotadas luego del largo dia.
- Como te fue con las chicas? – Pregunto Stella preocupada. – Ahora revisare que las otras estén en camison ya.
- Muy bien. No te preocupes, tu encárgate de las otras, yo me encargo de las castigaditas. – Sonrio Ortiz. No solo se veian muy tiernas, también estaban mucho mas dóciles y sensibles. Se dejaban tratar como niñas, a diferencia de antes. En especial Annie a quien hasta pudo ponerle un repasador alrededor del cuello mientras comia para que no se ensucie. Ortiz, no consideraba el momento por el que las chicas pasaban, a pesar de dar un par de nalgadas a culitos vareados. Al contrario, disfrutaba lo sensible que estaban sus colitas ahora. Y una ligera nalgada y hasta Jessica daba un salto y se sobaba. Lo mejor, ya no debía seguir esas tontas reglas. Podia educarlas como quería, como las niñas que eran. Esto no alegraba demasiado a las alumnas, que querían tener 15 años de vuelta, y no 8 como las trataba Ortiz. A todas menos Annie… quien extrañaba a su mama.
AL otro dia, todas despertaron a la orden de Ortiz. Quienes estaban castigadas, se podia ver con facilidad lo adoloridas que aun estaban. Todas menos Annie, quien fue despertada como de costumbre, pero que esta vez solto un solllozo.
- Pobrecita bebe. Duele mucho no es asi?
- Si Madre Ortiz…- respondio Annie con un puchero.
Enternecida, Ortiz la alzo como la miniatura que es, y con facilidad la sento en sus piernas, envolviéndola en un abrazo. La mimo varios minutos, mientras todas observaban la escena de reojo , en especial Amy quien suspiraba mientras armaba su cama.
- Deja que Madre Ortiz te enseñe a armar tu camita Annie. – Explico la monja. Juntas, armaron la cama. Luego de eso, se las llevo, haciéndolas marchar como antes, para que desayunen, y se bañen. Mientras, Stella chequeaba a Mariela y Alice. Y le daba puntos a Alice, mientras castigaba a Mariela. Nuevamente, Mariela estaba inspirada y por eso distraída. Se moria de morbo viéndola a Annie ser tratada asi. Y las caras de humillación que ponían las chicas, lo roja que estaba la cola de Amy y lo lindo que se sintió tocarla.
Ortiz, las hizo desayunar, y bañarse. Ya cambiadas, las devolvió a su habitacion para esperar su clase. Alice presencio a sus compañeras en mameluco de castigo por primera vez, estando ellas ya cambiada. “Esto… cambiara mis planes…” Penso Alice. Le alarmaba mucho saber que podría pasar por lo mismo si su plan era descubierto. El mameluco permitia ver sus rojos y marcados traseros, además de verse muy humillante de usar.  Era distinto ver que eran sus compañeras, y no una alumna cualquiera. Hasta Jessica se mostraba deprimida, mas que enfadada.
La clase comenzó, con las 4 aun en mameluco, mostrando grandes dificultades para sentarse. Mariela y Alice se sentían mas relajadas, ya que toda la atención se centraba ahora en las castigadas. Estas parecían no tener respiro ya que Ortiz amaba las nalgadas sorpresivas y jalonearle la parte trasera del mameluco, exponiendo sus traseros castigados. Durante los recreos, eran llevadas por Ortiz a su oficina o a sus dormitorios. Era tedioso y aburrida para las 3, salvo para Annie quien vivía sentada en las piernas de Ortiz.
- Yo no soy mi hermana! – Se quejaba Amy, cuando Ortiz se confundia y la alzaba. Pero annie se acercaba y gustosamente recibia los cariños.
- Madre Ortiz tiene una nueva bebe..- Murmuraba a veces Jessica, un poco molesta viendo como para ella esta tortura era un paseo. Si antes la escuela era mala, ahora era peor. Debia pavonearse, humillada de esa forma… su trasero aun herbia y no la dejaban ni hablar sin unos azotes. Debian dedicar todo su tiempo a “Estar arrepentidas”. Amy muchas veces era advertida debido a que le costaba quedarse quieta a pesar de la friccion que la tela generaba en sus nalgas al moverse. Las únicas que parecían estar tranquilas eran Rhonda y Annie, quien Ortiz vivía cargándola como si fuera su muñeca. Aparte ahora estaban vigiladas todo el tiempo.
La tarde se acercaba peligrosamente, y cuando comenzaron a preocuparse por el purgatorio, finalmente a todas, se les devolvió sus listones.
- Nunca crei que me sentiría contenta de poder usarlos de vuelta…- Bromeo Jessica.
- Y los mios? – Pregunto Annie.
- Tu vienes conmigo a mi oficina.
Ya en su oficina y a solas, se sento y la hizo pararse en frente.
- H-Hice algo malo?
- No hiciste nada malo. Annie, eres una chica muy especial. Se que las chicas aquí son muy rudas. Pero tu eres una niña muy buena. Prometes portarte bien?
- Si Madre Ortiz… prometo portarme bien… - contesto Annie.
- Muy bien, mira quien esta aquí. – Dijo, y saco el conejito de peluche de Annie con los dos listones puestos.
- Mis listones!!! Gracias!!- Exclamo Annie abrazándola.
- Te los mereces. Aquí ya tengo tus uniformes listos para cambiarte. Te ayudare a devolver tu mameluco, y llevar tus uniformes asi tu continuas tranquilita con tus cosas si bebe?
- Si Madre Ortiz…- Dijo sorprendida.
- Ven, te ayudare a cambiarte. – Dijo quitándoles los botones. Esto naturalmente activo una alarma en Annie quien retrocedio.
- Vamos, no tengas vergüenza, estamos solas aquí.
Suavemente, Ortiz las desnudo, y observo su cola aun roja, llena de banditas. Con mucha suavidad le puso el uniforme de novata y luego le armo sus trenzas con sus dos grandes listones. Finalmente Annie volvió al uniforme de Saint Francis. Annie intento resistirse… pero en vano. Amaba ser peinada y cambiada, como amaba los mimos y el trato cariñoso… que realmente necesitaba ahora.
- Ahí estas preciosa. – Dijo agarrándole los cachetes. - Tu ve a jugar ¿si ternurita? Yo me encargo de devolver esto a su lugar. – Dijo Ortiz, refiriéndose a su peluche, uniformes y mameluco de castigo.

- Si Madre Ortiz!!- Sonrio Annie y luego sonrio nuevamente con el beso en su frente. Finalmente dejo la oficina y se alejo. Mientras se alejaba, en uniforme de novata nuevamente, Annie volteo a ver la oficina. Dio un largo suspiro y pensó: “Otra vez lo mismo…. ¿Cómo voy a hacer?”

domingo, 8 de enero de 2017

Cap 36

Enfermeria era una amplia sala, con varias camas a donde las alumnas enfermas eran enviadas. Ahora solo se encontraban ellas dos. Fueron escoltadas por Stella, quien las llevaba de las manos y no les permitia tocar sus colas. Finalmente ahí encontraron a la doctora, Maricel.
- Del purgatorio dijeron que debían venir aquí luego de su castigo. – Explico Stella. Y maricel vio a dos gemelitas llorando.
- Bien, que se acuesten boca abajo en las camas. Y NO SE TOQUEN ESOS TRASEROS. Cuando yo termine se van a poder sobar todo lo que quieran. –
- Ya escucharon niñas. – Ordeno Stella.
Las niñas caminaban muy adoloridas, casi rengueando finalmente, luego de un par de intentos, se acostaron como indicado en las camillas. La mujer se acerco, y puso las manos en la cintura mientras veía a las dos niñas continuar llorando acongojadas, sus colitas rojas y llenas de marcas de varazos. Las marcas eran superficiales, pero el trasero de ellas alcanzo a hincharse bastante, dándole un color distinto, que junto al ungüento se veía muy brilloso. Las marcas, alcanzaban matices dorados en algunas partes, mostrando a la piel a punto de quebrarse o ya quebrada. Maricel apenas podia imaginar el insoportable dolor que debían haber pasado. Por mas  prestigioso que sea, agradecia nunca haber pertenecido al Saint Francis, solo a su personal.
- Valla, tenemos trabajo aca…- Dijo, la vio a Stella y menciono: Una hora.
- Una hora??  Ellas aun tienen tarea que hacer – Protesto Stella.
- Recuerda lo que dice la directora Stanford. La importancia de la Salud. Recibiran castigos en esa zona los siguientes 6 años. No pueden comenzar a llenarse de moretones y cicatrices. No van a poder ni sentarse. -
- Esa es la función del purgatorio, pero si tu lo dices…- Menciono Stella y se fue.
- G-Gracias… - Dijo Amy.
- No se preocupen…- Dijo Maricel revolviéndole el cabello. – Fue muy fuerte no?
- H-Horrible…- Sollozo Annie.
- Bueno, Confien en la Tia Maricel. – Bromeo la doctora.
Otra vez, tratadas como niñas. Pero ahora realmente no les preocupaba. La mujer volvió con un banco e inyecciones, un ungüento y dos grandes gasas. Cuando las chicas vieron las inyecciones se vieron asustadas.
- Tranquilas. Veran que se sentiran mejor. Confien en mi. – Luego de dos gritos e inyecciones que las dejaron super adoloridas y llorando de vuelta, comenzó a pasar el ungüento cuidadosamente por el trasero de las chicas.
- Las manitos adelante, déjenme trabajar. – Les decia Maricel con dulzura. Con suavidad, masajeo sus nalgas haciendo que estas absorban el liquido. Ambas gimieron y protestaron mientras sus adoloridos traseros eran masajeados, pero la doctora las ignoro y con mucha paciencia termino con ambas. Finalmente tomo una gran casa, la empapo en el y la puso a lo largo del trasero de cada una.
- Esperen asi, cuando baje la hinchazón continuo curandolas. –
Las chicas esperaron boca abajo.
- Esto… es humillante…- Penso Amy en voz alta.
- Alguna vez pensaste que terminaríamos asi? – Respondio Annie.
El efecto de la inyección y los ungüentos rápidamente hizo efecto. Sintieron una profunda relajación del dolor, y una fuerte sensación de frio/calor en sus nalgas. Duro aproximadamente 20 minutos, pero les sirvió para descansar. La doctora volvió, cuando ya habían pasado 40 minutos, saco las gasas y palmeo los traseros notando no solo que ya no estaban tan hinchados, sino que las chicas ya no estaban tan adoloridas como antes. Apenas podia tocarlas recién. La inyección además de desinflamante contenia un poco de analgésico. Es insoportable sino intentar curar traseros adoloridos. Comenzo con Annie, tenia la piel muy partida en su nalga izquierda y muzlo derecho. Preparo un par de gasas, les puso un unguento rojo y las termino poniendo en cada zona afectada, con una cinta en cruz. – AYYYY- Protesto Annie y se sobresalto cuando el ungüento rojo se aplico en cada zona. La doctora intento tranquilizarla acariciando su espalda. Annie volvió a llorar, pero la doctora la ignoro. Estiro sus nalgas y puso otra, mucho mas pequeña, cerca de entre sus nalgas en la izquierda. Annie grito de vuelta, pero con firmeza la puso en su lugar. Sin en el analgésico, estarían pataleando y sacudiéndose de seguro. Luego, le puso una curita a las marcas mas pequeñas, las que se veía que se convertirían fácilmente en moretones sin atención. En el muslo izquierdo, la nalga derecha, y otra mas cercana a los cachetes. Finalmente, tomo su pijama y con cuidado, abotono la solapa de este a través de los grandes y rojos botones. Le dio dos palmaditas a su cola y la ordeno pararse. La chica obedecio e inmediatamente comenzó a sobarse. Maricel, le revolvió el cabello debido a la ternura que la dinminuta chica inspiraba.
- Soportaran el agua, no te preocupes. Las dejaras ahí hoy y todo mañana. Pasado, a la mañana te las quitas antes de bañarte. Turno de ella…- Dijo, señalando a la otra gemela. Annie asintió con su cabeza obedientemente. Como si fuera un calco de su hermana, Amy termino con su cola llena de curitas y gasas en los mismos lugares que ella, guardadas dentro de su pijama.
- Traten de mantener esas colitas alejadas de castigos si quieren recuperarse. Siempre que le digo a las Dorm Mom que las dejen respirar por unos días nos ignoran. – Explico Maricel.
- ¿Perdon? – Protesto Stella, quien justo llego.
- Stella. Que bueno verte de vuelta. Las niñas ya están listas. A ver cuando vuelves a visitarme, la ultima vez que te vi fue cuando terminaste igual que ellas luego de visitar el purgatorio. – Bromeo Maricel. Las gemelas se sorprendieron.
- E-Ella visito el purgatorio? – Dijeron ambas al unisono.
- Fui internada al igual que ustedes…- Se quejo Stella, molesta por la acotación de Maricel.
- Me alegra que ya te hallan asignado tu habitacion. Siempre insistías con que algún dia serias Dorm Mom. – Dijo la mujer. Y stella se llevo a las gemelas.
Llegaron a la habitacion en donde había un ambiente incomodo, solo se encontraban Rhonda, Jessica, y Mariela, quien casualmente había llegado a retirar su carpeta. Jessica y Rhonda, Naturalmente acostadas boca abajo. Mariela, confundida, viendo los carteles “Arrepentimiento en proceso” en el trasero de sus compañeras y sin saber que decir. El rojo brillante de sus colas alcanzaba a verse con facilidad. Se veía increíblemente doloroso. Y para Mariela era un rojo hipnotizante como las llamas del fuego. Pero no se animaba a verlo, Rhonda se veía lúgubre, y Jessica triste y furiosa. Stella finalmente ingreso con ambas niñas de la mano. Al entrar, Annie corrió hacia Rhonda y la abrazo. Amy, celosa, hizo lo mismo con Mariela quien se sorprendio mucho.
- Chicas!! Quiero las 4 CASTIGADAS de pie en frente mio.
Lentamente se acercaron y se formaron.
- Ahora están usando su uniforme de castigo. Cualquier prenda y objeto personal les fue retirado. Tienen prohibido deambular por los pasillos. Si son vistas lejos de una dorm mom y sin una buena excusa serán rápidamente dejadas en el rincón y se notificara a su dorm mom. Solo deben concentrarse en la meditación y el arrepentimiento. Tienen prohibido ingresar a la biblioteca, sala de ocio, o cualquier sala en uniforme de castigo. Tienen prohibido llamar la atención, solo deben hablar lo justo y necesario, es motivo de castigo también. A las 9 pasaremos por ustedes para comer. A las 10 nos aseguraremos de que estén dentro de sus camas listas para dormir. Sus tareas deben completarla de igual forma, dejamos afuera los textos y carpetas a utilizar, pero sus mochilas también fueron confiscadas. Les recuerdo que en caso de comportarse mal, ya no podrán elegir castigo. Ahora lo elegiremos nosotras. Solamente si notamos un buen comportamiento, podrán volver a sus uniformes normales. Se les recuerda que solo deben desabotonarse sus pijamas para bañarse, o ir al baño, y deben mantener todos sus botones acordemente abotonados. Lo digo, por que hay muchas que se desabotonan los de la cola ya que les molesta la tela, tienen prohibido hacer eso salvo que una Dorm Mom se los ordene. – Sentencio Stella, y se retiro.
Jessica volvió a su misma posición. Escondio su rostro dentro de su almohada y continuo descansando. Habia pasado por muchos sentimientos esa tarde. Negacion, impotencia, bronca, dolor, vergüenza, sentimientos de venganza…. Y por ultimo tristeza y resignación.
“Estoy atrapada aquí…” Pensaba. “Y no hay forma de salir. Si mis hermanas se enteran de esto solo se burlaran… si mis padres se enteran me diran que lo meresco. Si intento escapar me atraparan y me harán ir de vuelta a ese horrible lugar…” Penso intentando no llevar las manos a su cola y demostrar que aun le dolia de forma horrible. “ No quiero volver a pasar por algo asi… ¿pero que hare? ¿Tendre que aceptar todas las locuras de las monjas? Pero estoy atrapada aquí… es como si pudieran hacer conmigo lo que quieran…. Tengo miedo…” Suspiro Jessica, para sus adentros. Pensaba que los azotainas que le daba su padre eran lo peor que podría recibir, pero se había quedado muy corta. “Me siento… tan sola…” Finalmente pensó y se limpio una lagrima.
Annie, tomo de la mano a Rhonda. Rhonda se sorprendio, y Annie la llevo a la cama. Rhonda entendio que quería. Ella también estaba adolorida pero no tubo problemas en acostarse boca arriba. En cuanto a fuerza, si la habían azotado asi antes. Lo mas tortuoso era la espera y los rituales. Annie se recostó y apoyo la cara en su pecho. Rhonda comenzó a mimarla suavemente, mientras Annie se quedaba dormida. Ella también estaba pasando por sus propios procesos conflictivos. Estaba dándose cuenta que el lugar al cual fue enviada no era tan tierno como ella pensaba que era y que su vida realmente había dado una gran vuelta. Ese castigo era inaguantable, y el pijama insoportable. Nunca había sentido su trasero arder tanto en su vida. Si, era golpeada, azotada frecuentemente en los orfanatos, a veces en el traste, otras veces en el cuerpo. Pero nunca de forma tan sistematica, de forma tan… humillante. El mameluco que uso las ultimas horas dado que fue la primera en llegar, era tan… se sentía tan… Hasta sentía que hacia friccion contra su castigado trasero reviviendo el dolor a cada rato. Realmente estaba a la merced de quienes cuidaban de ella. Definitivamente no quería pasar por lo mismo de vuelta, y sentía que la tortura aun no terminaba. Estaba realmente deprimida hasta que vio ese gesto de Annie. Annie, puede verse manipuladora. Practicamente la obligo a hacerlo. Pero había en ella una ternura, una calidez tan especial, capaz de alejar la depresión.
 - ¿Por qué…?
- Por que?
- Por que me buscas siempre.
- Por que se que podes protegerme…- Respondio Annie.
Amy por su parte empezó a padecer los efectos del analgésico desvanecerse. Celosa, deposito su cariño en su nueva amiga abrazándola mientras lloraba.
- Dolio tanto…- Suspiraba abrazándola. Mariela, sorprendida, se sento y ayudo a su amiga a subirse a la cama, acostándose boca abajo con la cabeza en sus piernas. Se veía sumamente tierna y adorable con su mameluco, y asi, recién castigadita. Se dejaba mimar y tratar como una niña, cosa que normalmente la enfurecería. Sus ojos, sin embargo estaban fijos en su colita tapada por el humillante cartel. Probo, disimuladamente palmearla y Amy se dejo, posiblemente demasiado sensible para quejarse.
- Ayyy… Duele…- Se quejo, sin meter sus manos.
- Amy… puedo ver como quedo?
- S-si.. Pero vamos para alla. No quiero que las otras me vean… - Dijo.
Se alejaron a las camas mas lejanas, y Mariela vio como Amy caminaba incómodamente. “M… debe doler…” Penso con mas impresión que morbo mientras se deleitaba con la imagen de ella en pijama enterizo, caminando mientras se sobaba. “Tengo que dibujarlo” pensó.
- Sniff…- Lagrimeo Amy y Mariela la abrazo.
- Tranquila amy, vas a estar bien.. – Dijo intentando consolarla. Amy asintió con su cabeza. En ese aspecto, Rhonda y Mariela se parecía. Dos chicas depresivas, dos chicas que las alegraban. Cada una a su manera. Amy volteo, y desabotono los grandes botones de su trasero, revelando su culo, aun rojo brillante, lleno de marcas, curitas y gasas. Mariela mordio los dientes al verlo.
- Ay….
- Nos llevaron a enfermería a mi y a mi hermana luego del castigo… sniff…-
- Puedo.. .tocar?
- Tene cuidado… arde mucho…- respondio amy permitiéndoselo. Mariela se deleito observando la pequeña colita castigada. Toco cuidadosamente con un dedo la parte sin marcas.
- …ay…- Gimio Amy.
- Te dolio? – Pregunto Mariela. Y la vio menear su cabeza. Continuo tocándola, Amy de vez en cuando se sobaba, mientras ella lo hacia. Toco Mariela la superficie de sus marcas.
- Que paso? Que te hicieron.

- Ufff… Fue terrible. Ahora te cuento…- contesto Amy.

viernes, 6 de enero de 2017

Maid Rangers 3

Ese momento en el que sentis que tu publico lentamente se va...

- Debes limpiar bien o sino nuestra ama te castigara. Mira, yo te ayudare – Dijo Lucy a Sylph, la hada del bosque ahora en forma humana. Se veía de la misma edad que las otras 2, pero con un llamativo pelo rosa. – No querras que te pase lo mismo que a Lilith. – comento al final.
- No me uses de ejemplo estupida!!!- Protesto la pobre demonio, convertida en sirvienta. Como venganza por haberla matado, la angelita la tenia de juguete. Sumado a su comportamiento rebelde, era jalada constantemente por la cadena para ser nalgueada. U otros actos humillantes. Fio por su parte, desde que tubo la oportunidad de transformarse veía el mundo con otros ojos. Le atraían las alturas y podia pasarse horas parada en la terraza. Todas, tenían sus poderes inhibidos. Ahora eran maids, solo debían servir a su ama. Finalmente las 4 fueron convocadas.
Sylph fue asustada. Los humanos y los angeles tenían fama de ser crueles y malvados. Y el dia que conocio a quien seria su ama, y a su nuevo uniforme, también conocio la expresión “no poder sentarse”.
“ Es tan raro… que una niñita te de ordenes” Pensaban Fio y Sylph mientras la Ama hablaba. Luego de un discurso, y de palabras elegantes – Que lucy escuchaba con absoluta atención- dijo: Maid Rangers.  Su Mision es buscar al gran dragon. Se encuentra en una cueva del norte. Azota las ciudades vecinas. Capturenlo y tráiganlo aquí. Les recomiendo transformarse antes de partir. Deben prepararse para la batalla.
Las 4 se transformaron. El color de Sylph resulto ser amarillo y el de Lilith, rosa.
- Rosa?? Yo rosa? Me están cargando.
- Se supone que voy a pelear en esto… ¿No seria mejor una armadura? – Pregunto Sylph.
- Nuestra ama… estuvo observando demasiados espectáculos infantiles. Ahora es una niña. Comprendanla. –
- Yo no voy a ir a ningún lado asi. Denme una ropa de combate decente.  – Insistio Lilith.
- Lilith. Quieres volver a la casa de muñecas?- Sonrio la Ama.
- N-No ama, no por favor. Y-Yo solo decia. –
- Las 3 van a ser castigadas antes de partir. –
Luego de serlo, los ojos de Lilith se pusieron en blanco y abrió un portal con una de sus dagas.
Ya en la cueva descubrieron que estaban en el ojo de un tornado., y adoloridas, comenzaron a buscar el dragon.
- Yo podría haber sido la roja…. Estupida angelita solo quiere humillarme.
- La roja soy yo por que soy la líder- contesto Lucy.
- Jajaja… por que obedeces en todo a la angeli….
- Lili, tu collar. – Exclamo Sylph.
- MI NOMBRE NO ES LILI. SOY LILITH, COMANDANTE Y PRINCE….. Ay… no…- exclamo mientras la cadena de su collar comenzaba a formarse. – Me puede escuchar aca? No… No… Lo siento mucho Ama. No volveré a hacerlo. A la caja de muñecas nooooo- Exclamo y fue arrastrada a través de un portal.
Lucy se rio y dijo: Eso le pasa por provocar a nuestra ama. ¿Sylph, antes de ingresar a la cueva, no quieres explorar tus nuevas habilidades?
Sylph desconfiaba de lucy. Como podia ser que estuviera tan feliz de ser esclavizada. ¿Capaz le contaba todo a su Ama, o como era que escuchaba todo lo que decían? Luego de ser capturada, azotada y uniformada, le explicaron las funciones de su collar de sumisión. Entre ellas, restringirle usar sus poderes y darle esta tonta apariencia humana. Desde entonces, su vida era solo limpiar y servir. Esto la tenia muy triste y desanimada. Pero los azotes de Ama eran muy dolorosos y debía esforzarse para imitarlos. Ama se comportaba igual que una niña y ellas parecían ser sus juguetes.
Intento volar como siempre que lo intentaba en la mansión y feliz descubrió que nuevamente podia hacerlo.
- Puedo volar WIIIIIIIIIIII- Exclamo y volo rápidamente en círculos por todos lados. Esparcio su polem alrededor suyo y muchas ilusiones de ella se esparcieron.
- Y multiplicarme. Me pregunto si…- Dijo e intento encogerse o hacerse gigante. – Imposible.-
Su escoba comenzó a brillar con un brillo dorado y de ahí salio un fuerte lazer.
- Genial. – dijo y luego disparo un rayo a donde estaban las otras dos.
- Hey!!-
- Intenta escapar!!!- Exclamo Lucy, viendo que desaparecieron todas las ilusiones, incluyéndola a Sylph.
Ambas quedaron en silencio y Fio respondio: Entonces…
- No te preocupes. Es imposible que escape de nuestra ama. Debe estar recibiendo un buen castigo en este momento. Tu tampoco intentes hacerlo. – Sonrio Lucy. – Mejor cumplamos con lo que nos ordeno y entremos a la cueva.
Recorriendo la cueva, varios minutos después, re- aparecieron por un portal una llorona Sylph, y una cabisbaja Lilith, con el rostro rojo como un tomate.
- He… pasado… por cosas que ninguna demonia… debería pasar…- suspiro.
- Asi aprenden a no faltarle el respeto a nuestra ama. – Dijo lucy, y una daga apareció de la nada y se clavo en su espalda. Ella callo contra el piso.
- Que fue eso!!!- Exclamo Lucy.
- Lo mismo digo. Yo creaba espadas, no daguitas…- Menciono Lilith caminando con la escoba en su mano. El Liston de ella brillo con una aura oscura. – Ya me tienes cansada. Sere… esclava de esa niña pero a ti puedo matarte. Total no moriras, solo volveras con ella, y a mi me torturaran de vuelta. – Exclamo Lilith. – Me podrán convertir en una payasita para entretener a una angelita malcriada, pero tu… - protesto y salto dando un golpe con ella.
- A-Apron shield!!- Exclamo Lucy tocando su pecho y su delantal se convirtió en un escudo en su brazo izquierdo, aun asi, el fuerte impacto la azoto contra el piso.
- Si tuviera mis espadas… te habría cortado a la mitad. Y “nuestra ama” - Dijo imitándola- seguro ha de ver esto y ahora no estoy en la casa de muñecas… asi que supongo que no habrá problema. Mantente callada. – Ordeno, y debajo de Lucy se abrió un portal. Ella callo a través de el, y vio que debajo la esperaba una cama de dagas. Antes de caer contra ellas se abrió otro portal que la hizo caer fuertemente contra el piso.
- Ahora veras, demonio ¡!!- Exclamo. Poniendose de pie salto hacia ella dando un golpe con la escoba, lo cual ella la bloqueo con la suya. El delantal volvió a su lugar original, permitiéndole a Lucy utilizar sus ambas manos. Pero Lilith tenia mas experiencia en la guerra y bloqueo sus ataques con facilidad.
- Pense que era tonto utilizar esto como arma… pero es poderoso. Tus golpes son contundentes. – Dijo Lilith tranquilamente. Hasta que una enredadera las envolvió, rodeada de un polem dorado.
- CUIDADO!!- Exclamo Fio y una fuerte ventisca callo contra ellas. Fue tan poderosa que salieron volando por los aires.
ARGHHHHHHH
El rugido del dragon fue tan poderoso que hasta arrojo a Sylph al piso.
- DE TODOS LOS GUERREROS, HECHIZEROS, DEMONIOS QUE HAN VENIDO A INTENTAR DERROTARME, USTEDES SON LOS MAS RIDICULOS!!!- Exclamo, y sacudió sus alas, arrojando una fuerte ventisca.
- Basta de pelear!!!- Exclamo fio mostrando sus orejas de gato.
- Si, debemos luchar!- Exclamo Lucy preparándose. Comenzo a lentamente conjurar un hechizo, pero el dragon le arrojo su cola. Sylph alcanzo a protegerla con su polem y enredadera, pero aun asi quedo estampada contra el piso. Luego arrojo varios polem beam contra ella, como si usara una escopeta mágica. Pero esto solo llamo su atención, haciendo que el dragon la persiga. Intento hacerlo pequeño, pero aun asi, el dragon era inmenso, y la persiguió por los aires. Multiplicandose, Sylph volo gritando socorro. Fio intento ayudarla, y entre ambas distrayeron al dragon.
- Ahora debemos trabajar juntas. – Dijo Lucy.
- Pfff…- Exclamo Lilith y abrió un portal bajo ella teletransportandola a la cabeza del dragon y callendo de cola contra el.
El dragon rugio nuevamente y una densa brisa lo envolvio. Pero Lilith invoco cientos de dagas a su alrededor que se clavaron malhiriéndolo. Finalmente salto a travez de un portal para darle un golpe en su cabeza, pero la magia de Sylph caduco y el dragon volvió a su forma original. Ya en su forma original, lanzo un poderoso mordisco a Lilith. Pero Sylph justo la volvió gigante, y alcanzo a bloquear el mordisco con su escoba. Las 3 restantes aprovecharon la oportunidad y knockearon al dragon de un fuerte golpe en la cabeza.
Finalmente quedaron exhaustas, recostadas debajo de la gigante Lilith.
- Mommys Little Baby…? – Pregunto fio viendo el inmenso trasero de la gigante Lilith.
- Jajajaja… Que lindo calzon- Se burlaron Sylph y Lucy.
Lilith se lo tapo avergonzada.
- Estupida!! Quien te pidió que me vuelvan gigante. Maldita angelita, prometio quitarme toda la ropa de la caja de muñecas antes de volver a la cueva!! La odio… - Se quejo Lilith, y vio su collar materializarse. – No, no , ama, perdóneme… Al menos dejenos llevarle el dragon!!- Suplico.


jueves, 5 de enero de 2017

Maid Rangers 2

Al otro dia, Lucy despertó muy confusa. Descubrio que solo se encontraba la ropa de su ama, y dos mujeres desnudas. Una era Fio y la otra… una chica extraña, de pelo largo oscuro… Noto que ambas tenían un extraño collar con una cadena rota en su cuello, y pronto sintió que ella también llevaba uno. Y de entro las ropas vio salir a una extraña niña, de pelo rubio y ojos azules.
- Gracias Lucy. Me salvaste.
- Quien eres niñita?
- Soy tu ama. No vuelvas a llamarme asi o seras castigada. – Dijo la niña con rostro serio.
- Jajaja- Se rio Lucy. De repente noto que su cuerpo, por su propia cuenta se daba vuelta y se inclinaba, levantando su vestido
- OW… AYYY…. AYYY!!!- Protesto. Debilmente vio de reojo a la niña pegándole con…. ¿¿Un paddle de luz??
- Espero que te halla enseñado tu lección.
- Q-Que fue eso? – pregunto Lucy. – Eres tu??? Pero… eres una niña…
- Te explicare… Pero primero…- Dijo intentando taparse. – Necesito.. .que me consigas ropa… -
Mas tarde, Lucy volvia encantada y le dejaba un vestido de marinera blanco, con una cruz dorada en su habitacion a su Ama.
- No había algo menos infantil? – Protesto ella.
- Para tu cuerpo no. – explico ella.
- Supongo que es el precio de renacer…- Protesto la niña. Lucy, fue y dejo un uniforme nuevo en la habitacion de Fio. Finalmente, fue a la habitacion de la chica de pelo negro.
Apenas entro, la chica se levanto rápidamente de su cama.
- Q-Que hago aquí. Por que tengo una apariencia humana??-
- Hola lilith. Nuestra ama nos espera. Ten, ponte tu uniforme. – Dijo entregándoselo.
- Una sirvienta? ¿Nuestra ama? Estas loca. TE MATA…. Mis poderes.. Que es este collar???- Protesto tomándoselo.
- Por favor, ponte tu uniforme y preséntate o nuestra ama te castigara.
- Yo no tengo ninguna ama humana estupida. Explicame que sucede ya mismo!!- Se quejo.
- Nuestra Ama fue misericordiosa y te perdono la vida convirtiéndote en su sirvienta. Ahora ponte tu uniforme si no deseas ser castigada.
La chica puso gesto de pánico.
- N-Nuestra ama??? Pero… Yo acabo de matar a una angel y luego …. Ay… - Dijo con pánico. Y Lucy exclamo.: - Ama! Lilith necesita ser castigada.-
 Una cadena comenzó a formarse a través del cuello de Lilith hasta que se abrió un portal y fue jalada a través de ella a donde estaba la Ama. Esta al verla, sonrio ampliamente:
- Planeaba darte un buen castigo por matarme. Ahora tengo una excusa extra. –
Luego de una hora Lucy fue llamada. Entro a la habitacion, y vio a Lilith en cuatro patas, y su Ama azotándola. Su culo se veía rojo fuego.
- Aquí esta su uniforme Ama. –
- Gracias Lucy.
- Nunca usare eso Angel asqueroso.
- En serio?? Pues estaremos mas tiempo.
3 Horas después, Lucy, Fio y Lilith se encontraban en uniforme impecable. El rostro de Lilith reflejaba humillación y dolor.
- Les explicare que sucedió. Los demonios nos invadieron, y atacaron nuestra mansión. La comandante de ellos es la nueva sirvienta, Lilith, quien esta aquí presente, como ven, muy contenta de servirnos. ¿No es asi Lilith?
- …. S-Si Ama…- Dijo Lilith llena de bronca.
- Lilith alcanzo a matarme obligándome a abandonar mis hechizos de sumisión y renacer. Por suerte alcanze a poner uno en ella antes de morir, por eso podemos verla en apariencia humana. Aun asi, eso no basto. Afortunadamente justo en ese momento aparecieron ustedes dos. Lucy se ofrecio por si misma para formar un contrato conmigo. Y Fio casualmente resulto ser una bestia mágica. Tube que domarla con otro collar de sumisión. Asi tengo 3 contratos, me faltan 2 mas para que mi regeneración comience. – Explico.
- Entonces soy una chica bestia?? No recuerdo nada desde que se cayo el techo.
- Fio, que hablamos acerca de interrumpir. -
- Lo siento Ama… -
- Te castigare por eso al final de esto. Maids, estamos en un momento alarmante. LA ciudad esta destruida y desolada. Y no sabemos cual de los reinos volverá a atacar pronto. Yo cuento con ustedes. Conseguiremos dos Maids mas y formaremos las Maid Rangers.
- Jajajajajaja- Se rio la demonio. – Con un grupito de sirvientas pensas enfrentarte a las demonios?? Mi padre pronto vendrá a mi rescate y se asegurara de… - se burlo lilith e involuntariamente se inclino, levanto su vestido y se bajo sus bloomers. Los azotes cayeron por todas su cola y piernas haciéndola gritar, luego volvió a la normalidad.
- Suena un poco infantil. Claro, mi ama es una niña. Gustosa la serviré. – Sonrio Lucy.
- No se en que podría ser de ayuda…-
- Eso lo descubrirán en su próxima misión. Cerca de aquí hay un bosque por donde los comerciantes frecuentemente caminan. Alli hay una hada que suele hacerles travesuras. Deben capturarla y traerla aquí. -
- Si Ama. – Dijo Lucy.
- Pero primero Fio necesita su castigo. – Dijo la Ama, y Fio inconcientemente se inclino. La niña la azoto varias veces con fuerza y luego, ordeno a Lilith a abrir un portal.
Los ojos de Lilith se pusieron en blanco. Estiro su mano y se abrió un portal. Lucy y Fio pasaron por el, y aparecieron en un bosque, muy verde y frondoso.
- Q-Que pasa… no puedo controlarme. – dijo Lilith asustada.
- Bueno, nosotras vamos a jugar.
Lucy cerro los ojos y sonrio.
–Nuestra ama ya me lo explico todo. –
- No entiendo nada… ¿que pasa?-
- Pertenecemos a nuestra ama. ¿No te pone contenta? Ahora te lo explicare… Ella no tardara en aparecer. Nuestra ama puede escucharnos en nuestro momento gracias a esto. – Dijo señalando el collar en el cuello de Fio.
- Aun… no entiendo bien… que es esto. –
- Manifesto un hechizo de sumisión en nosotras. Ahora le pertenecemos. Puede invocarnos cuando quiera y hasta controlar nuestros movimientos y lo que hacemos. –
- Como si fueramos… sus marionetas?
- Exacto!!!- Sonrio Lucy. Fio puso gesto de horrror. – Pero debemos ser buenas Maids y obedecer sus ordenes sin necesidad de que nos obligue. ¿La próxima que quiera castigarte tu sola debes permitírselo si? No le temas al dolor, solo siéntete feliz de que aprenderás gracias a ella.–
“Estube a punto de ser libre…” Penso Fio suspirando.
- Pero gracias a eso, ella nos concede parte de su poder. Y no debemos temer a la muerte, su poder nos protegerá siempre. En caso de sentir una herida letal, seremos teletransportadas a su lado y nos curara. – Sonrio Lucy. Estaba feliz realmente de poder ser tan útil a su ama.
- Pero… yo soy una chica bestia. Y ahora soy humana de vuelta. –
- De la misma forma que con lilith. Son muy peligrosas de esa forma. Nuestra ama nos cuida, por eso a ustedes les da una apariencia menos peligrosa. – Continuo explicando. -Nuestra misión es capturar el hada del bosque. Sino nuestra ama nos dara un buen castigo –
- Capturarme a mi??- Escucharon un eco. – Por molestar unos tontos humanos?? Pasan todos los días por mi bosque y molestan. – Se quejo. Un polen dorado comenzó a envolverlas y empezaron a escuchar muchas risas. De repente , una pequeña hadita se les apareció en frente. De alas de mariposa, con una malla de hoja, piernas y brazos que parecían ser envueltas en ramas. Fio intento atraparla, y desaparecio, apareciendo dos mas. Intento atraparlas de vuelta y se multiplicaron nuevamente. Pronto escucho “Polem beam” y sintió algo muy doloroso en su trasero, dando un salto y agarrando su cola.
- NO!!!- Protesto y escucho muchísimas risitas agudas.
- Fio es momento de transformarnos!!-
- Eh? Y eso como?
- Cierra tus ojos, pon tus manos en tu corazón y exclama: Maid Ranger make up!! –
- M-Maid Ranger??- Penso. Le recordó a espectáculos infantiles de la calle que alguna vez vio de niña. Pero dado que no había escapatoria, lo hizo. Luego de una transformación llena de fan service ambas terminaron en vestidos de maid hiper cortos a lo sailor moon. El vestido de Lucy era rojo y el de Fio era celeste. Ambos tenían un delantal blanco con muchísimos olanes y un gigantesco moño blanco en la cintura. Ademas, llevaban mangas aglobadas amplias, un enorme moño blanco en el cuello, guantes, guillerminas de plataforma, y una cofia blanca que terminaba en dos grandes moños del color de su vestido de donde salían sus coletas. Finalmente se les materializo una escoba a cada una con un gran moño cerca de sus cercas del color respectivo de cada una. Luego de la transformación, Fio jalo su vestido avergonzada.
- Asi se supone que debemos pelear? Yo no se pelear!!- protesto mientras corria e intentaba esquivar los multiples lazers.
- N-No… es el mejor traje de pelea. Nuestra ama ahora es una niña y… creo que tiene una visión distorsionada de… AYY!!- Protesto viendo que el hadita ahora también la atacaba a ella. Mientras  Fio corria unas enrededaderas atraparon sus pies. Ella cayo de cara contra el piso y varias hadas dispararon lazers a su cola haciéndola patalear.
- WAAAAAAAAAA no puedo quiero ir a casa!!!- Protesto.
- Si no la capturamos nos castigaran. – Se quejo Lucy, revoleando escobazos a la nada.
- Es lo mismo!!- Contesto Fio tapando su cola.
- Fio , concéntrate , tu puedes. Recuerda que tienes el poder de nuestra ama.-
Asustada Fio se concentro. Unas orejas de gato se crearon en su cabeza. Repentinamente, Fio sintió muchísimos deseos de matar esa hadita inquieta. Tomo su escoba y empezó a correrla, haciendo desaparecer todas las ilusiones de un escobazo. Cada vez que le pegaba a algún tronco, lo quebraba en dos con su fuerza. Se volvió tan agil y tan veloz que para la hada fue imposible esquivarla hasta que la volvió dinminuta.
- Jajajajajaja- Se burlo la hadita. Hasta que una bola de fuego choco contra ella.
- Se magia… - Exclamo Lucy asombrada, mientras que Fio volvia a la normalidad.
- Ya esta?- Se pregunto Fio. Pero una enredadera y un escudo de polem habían envuelto a la hada. Era el polem de cada una de las ilusiones. Finalmente la hadita se volvió gigante. La hadota, empezó a revolear golpes a la nada y a dar pisotones.
Lucy se asombro viendo como la timida fio, ya estaba a la caza, esquivando los lentos golpes y buscando la oportunidad para golpearla. Pero su golpe no era lo suficientemente contundente. Aunque alcanzaban a distraerla. Escondida, Lucy creo un circulo de magia muy complejo con sus manos como si dibujara el aire.
- Spirit Magical… Flora!!!- Exclamo. Una gigantesca enredadera envolvió a la hada gigante atrapándola.
- Estas loca, intentas atrapar una hada del bosque con una enredadera!!- Exclamo la hada. Sin embargo la enredadera era realmente fuerte y ya estaba atrapda. La hada lucho contra ellas hasta quedar exhausta y volvió a su forma original.
- Noooo!!!- Exclamo la hadita atrapada en ella. Repentinamente llegaron Lilith con un rostro de perdida y la Ama a través de un portal.
- Muy bien Maids. – Dijo y luego envolvió el latigo alrededor del cuello de la hadita.
- No me mates por favor. – sollozo la hada. – Yo solo jugaba…-

- Submission. – Dijo la Ama, y la hadita brillo en una fuerte luz blanca hasta volverse del tamaño de una chica normal, de pelo rosa.

miércoles, 4 de enero de 2017

Maid Rangers!

Ok, seguro estan esperando mas de Saint francis, ¡Lo cual es bueno! Pero luego de la operacion escribi muchisimo menos (estar 4 dias mirando al techo sin nada que hacer quema las ideas), y la verdad tanto no avanze con esa historia. Estamos cerca de lo ultimo que escribi asi que ahora la subire de forma mas lenta. Esta historia la hize de puro aburrimiento. Como veran por el nombre es mas bien tonta, parodia y divertida de escribir. Espero la disfruten:


- YO SOY LILITH!!! OFICIAL COMANDANTE DEL INFRAMUNDO!!!
Era una época de caos en donde cada reino luchaba por la supremacía. Ella, una poderosa angel, vivía en una ciudad humana como dueña de una notable mansión. Los angeles, solian usar los humanos como peones para sus guerras. Ellos rara vez se involucraban. Alguno siempre vivía en alguna mansión, rodeado de humanos para poder vigilarlos y comunicar sus actividades a los otros via telepatía. Cuando su ciudad se vio azotada por la guerra, todos los pueblerinos huyeron. Todos menos quienes no tenían adonde huir. Y con eso me refiero a dos huérfanas, Lucy y fio.
La primera, era de estatura mediana, de pelo castaño y con una cola de caballo. La segunda, mas pequeña y joven, llevaba siempre dos coletas bajas y de pelo castaño.
Entre ellas se llevaban 2 años, siendo la mayor Lucy. Ambas eran sirvientas de la mansión de la poderosa angel, desde muy pequeñas. Llevaban un uniforme simple, vestido negro largo, mangas cortas, delantal blanco, liston rojo en el cuello, cuello blanco recto y una cofia blanca. Pero había una gran diferencia entre ellas. Lucy amaba a su ama, la angel, y la servia devotamente. Estudiaba  magia en cada uno de sus tiempos libres en la biblioteca, y además, practicaba esgrima. En cambio… fio..
- Otra vez llorando fio? Nuestra ama te castigo otra vez? – Pregunto Lucy. Limpiandose las lagrimas fio asintió con la cabeza.
- Debes esforzarte mas, asi nuestra ama no te castiga siempre. Espero que te haya ayudado a aprender. A mi solo me castigo una vez esta semana. – Dijo Lucy contenta. Fio no podia entender como Lucy hasta parecía ponerse contenta de los horribles castigos. Y es que su ama, era fría, satira y un poco cruel. Siempre, cuando descansaba, miraba por las ventanas al jardín.
- Otra vez mirando los gatos Fio? –
- …. Ellos son libres. Pueden salir y entrar cuando quieran. – Explico.
- Que tonterías dices.
- Yo en cambio estoy atrapada aquí como un ave en una jaula. Lo estare toda mi vida…
- Deberias estar contenta. Si no fuera por ella, viviríamos en la calle. –
- Todos huyeron por la guerra. Solo nosotras estamos aquí. Tengo miedo…-
- No debes…. Ama!!
La elegante y alta mujer, de cabello dorado se apareció frente a ella.
- Donde va Ama? – Pregunto Lucy. Sus ojos siempre se iluminaban al referirse a ella. Lucy la admiraba como un dios. De hecho, no podia creer que tuviera la suerte de que su ama fuera una angel. ¨¡una angel!
-La guerra es inminente-
Finalmente, Lucy la vio pararse decidida en el patio de la mansión. Unas blancas Alas se manifestaron y ella salio volando, con una lanza de luz en sus manos.
- Mi ama es tan maravillosa… De seguro ella salvara el pueblo. -  Sonrio Lucy.
No paso mucho, hasta que la cosa se puso muchísimo mas tumultuosa. LA guerra entre los humanos del pueblo, y el ejercito de demonios que arrasaban con la ciudad a su paso se escuchaba. Tronidos, rugidos, el espectáculo auditivo daba pistas mas que suficientes.
- TENGO MIEDO!!! – Exclamo Fio. Lucy la abrazo.
- Nuestra ama nos protegerá. – Exclamo ella.
Su ama, realmente no procuraba protegerlas. Le preocupaba no tener donde vivir con la ciudad desolada y sin ningún tipo de humanos alrededor. Volo hasta lo alto, y mientras los demonios pasaban por la ciudad, destruyéndolo todo y arrasando por su paso, ella se paro firme frente a su mansión. Mato a todos los que pasaban por ahí hasta que llamo la atención de la comandante Lilith.
- Valla, un angel, me he ganado la lotería.
- Te atreves a intentar invadir mis dominios??-
- Y ahora prepárate, por que además invadiré tu #%#$%$# .
- Los demonios siempre son tan maleducados. Te educare. Ya veras. –
La guerra entre ambas comenzó. Lilith eran un demonio monstruoso, con espadas que salían de sus codos, manos, rodillas, piernas y cuernos. Se movia velozmente y podia materializar espadas que cortaban las dimensiones, creando portales por donde teletransportarse. Arrojaba poderosas esferas de energía oscura, que por poco hacían caer la mansión en varias ocasiones, y hasta podia crear demonios de la nada. Sin embargo, todas sus artimañas parecían no funcionar contra la Ama. Ella, hasta parecía predecir cada uno de sus movimientos. Con dificultad alcanzaba a defenderse del increíble poder de Lilith. Arrojaba poderosos ataques transformándose ella misma en luz.
- Veo que como todos los angeles, puedes leer lo que voy a hacer en mi próximo ataque. Pero no puedes reaccionar si soy mas rápida que tu. –
La ama predijo lo que iba a pasar. Esquivo las multiples espadas que iban hacia ella, los demonios, y las rapidas apariciones de lilith a través de los portales. Pero no pudo con tantos ataques al mismo tiempo y la velocidad de Lilith. Cuando intento atacarla con la lanza en un contraataque, una estocada la alcanzo, penetrándole la costilla. En un ultimo aliento dijo: Latigo. Su lanza se transformo en latigo y se envolvió en el cuello de Lilith.
Submission.
Por su parte, entre los fuertes estruendos de la pelea, las chicas vieron el techo demolerse ante ellas. Al suceder esto, Fio se asusto demasiado, se libero del abrazo de Lucy y salio corriendo aterrada. Lucy la persiguió, pero al llegar solo vio a una inmensa bestia con forma de tigre.
- Q-Que hago? – Dijo y huyo hacia el jardín donde vio a su ama desfallecida.
- AMA!!- Exclamo. En su distracción, la bestia le dio un poderoso sarpaso. La ama, abrió levemente sus ojos. En ese momento pensó en un plan.
- Lucy…. Lucy… estoy a punto de morir. Dame de tus fuerzas… por favor.

- Si ama!!! Que debo hacer!!- Exclamo Lucy. No le importaba lo que sucediera. Finalmente sintió un latigo de luz envolverse en su cuello y escucho “Submission”. Lo mismo sucedió con la bestia.

martes, 3 de enero de 2017

Cap 35

Las gemelas esperaban su turno, ambas en sus mamelucos de castigo y sobando sus pompis con ambas manos. Annie aun lloraba, mientras que Amy, con mas tiempo para recuperarse, solo lagrimeaba levemente. Los pijamas, a ambas le quedaban  un poco holgados y las mangas eran mas largas que sus brazos. A veces los elásticos de las puntas no alcanzaban para mantenerlos en su lugar y el brazo del pijama alcanzaba a cubrir sus manos, hasta que ellas debían devolverlo a sus muñecas. Esto las hacia ver mas pequeñas de lo que ya eran y les daba una imagen muy tierna. En la espera, ambas veian la línea de chicas esperando su turno, todas dando señales de haber recibido una reciente nalgueada. Quiza un movimiento o flexion de piernas, o alguna sobada. Ninguna era obviamente tan obvia como ellas. Y todas con el humillante cartel en su trasero, lo cual les recordaba como debían verse.
- como mami? – Pregunto Amy, viendo en su hermana el vivo reflejo de lo tonta que debía verse sobándose tanto. Lastima que no pudiera dejar de hacerlo.
- Si… sniff… Sniff…- Dijo, limpiándose las lagrimas. – Regañandonos… y… luego… Sniff..- Explico intentando hablar.
- Claro… si… es verdad. Si. –
- Niñas!!! En silencio!!- Les ordeno una monja. Ambas se quedaron calladas.
Jessica, finalmente paso a la camilla. Desde ahí, ya se escuchaban los llantos de la siguiente habitacion. Confundida se acostó como le ordenaron y vio de reojo como su mameluco era desabotonado revelando su aun rojo trasero.
- mirando hacia adelante nenita. – Ordeno la Doctora.
Mas asustada que molesta, Jessica obedecio.
- Vaya… tenemos una pequeña diablita aquí… Venis al purgatorio con tu cola tan roja?- bromeo la enfermera y comenzó a apretar sus cachetes y recorrerlos con sus manos.
- …Ay…-
- Silencio. Tu cola esta un poco hinchada… si te dan el resto del castigo asi vas a sangrar definitivamente. – Explico.
- Entonces…?- Dijo jessica, sintiendo un poco de esperanza.
- No creas que te salvaste. Solo te voy a tener que poner un ungüento diferente del que realmente deberías recibir. – Explico. Llego otra chica y le anoto algo en un papel que luego llevo. Luego de unos segundos, comenzó a untar la viscosa sustancia. Jessica comenzó a sentir una frescura muy intensa, casi dolorosa en sus nalgas. El ungüento estaba preparado para disminuir la hinchazón y preparar su piel para los varazos. Aun asi, los azotes dolerían mas, pero su piel estaría mas protegida y seria mas raro que sangre.
Ya de pie, Jessica volteo y cuando intento abotonarlo le dijeron.
- No, que haces. Asi. A la próxima habitacion. Lo dejas asi. – Le ordenaron.
Sintiendose avergonzada, Jessica obedecio y paso al próximo cuarto, donde sus ojos se dilataron a ver a sus compañeras siendo amarradas y recibiendo unos horribles varazos que cortaban el aire y las hacían gritar.
Finalmente, turno de Amy. Acostada en la camilla, colita al aire, la mujer las vio, reconociendo rápidamente que eran las famosas gemelitas que se habían hecho tan populares. Hasta sentía ternura. Cosa que rara vez sentía. Vio las dinminutas nalguitas, levemente rojas de amy y le dio un par de nalgadas pequeñas, frente a la cual la niña rápidamente reacciono meneando su trasero. Luego con sus manos, lo apretó, recorriéndolo. Amy, avergonzada y confundida intento pararse.
- N-No!!
- ¿Qué haces? Quieta!!!- Le exclamo. Asustada Amy obedecio, y ella continuo con la revisión. “Su cola es demasiado pequeña”. Penso. – No vas a poder resistir este castigo… Va a ser demasiado para vos. … Para ustedes. Ya que tienen el mismo cuerpo. – Dijo, viendo a su hermana.
Un rayo de esperanza ilumino su rostro. Vino la misma mujer, anoto algo en su libreta y tomo un ungüento. Todos los ungüentos hacían que los azotes ardan mas al caer en piel mojada, pero este tenia otro particular efecto. Volvia la piel mucho mas resistente, aunque era un poco mas espeso, parecía moco. La mujer masajeo las nalgas de Amy mientras ella luchaba por mantenerse en posición.
- E-Entonces me van a castigar?
- Obvio que si. Ve a la siguiente habitacion. No demores. Solo que luego de tu castigo seras traída a enfermería… Seran…- Dijo viéndola a Annie cuyo gesto de esperanza se desmorono. Amy marcho a la siguiente habitacion, y luego de tratar la cola de Annie, llego rápidamente a la misma conclusión. Finalmente ambas ya estaban en la ultima y mas aterradora habitacion. Facilmente podría ser una visión del infierno, si lo ven con ojos de chicas a punto de padecer el mismo destino. Los llantos, los gritos, la vara cortando el viento, la visión de esos traseros al rojo vivo, la fila de chicas de culos brillosos y rojos esperando su turno.
- T-Tengo miedo… - Dijo Annie, volviendo a llorar y tomando la mano de su hermana. El ambiente era tan denso que se podría cortar con un cuchillo. No había ni una sola que no termine en lagrimas y sollozos. Las mas débiles hasta suplicaban vanamente que el horrible castigo termine. Todas las chicas veian a cada una quebrarse en el potro a azotes de vara, vara que posiblemente no habían sentido antes, mientras esperaban su turno de pasar por lo mismo. Las gemelas sentían sus piernas de gelatina, cada varazo en la habitacion parecía que caia en sus propias nalgas. Finalmente llego el turno de Jessica quien temerosamente llego al potro y termino siendo amarrada. La Maestra disciplinadora leyó su informe sabiendo que debido a su rebeldía debía darle una buena lección. Jessica desde su posición, no alcanzaba a ver a su verduga ni siquiera de reojo, su trasero apuntando a las chicas en línea, su rostro hacia la ultima puerta.
Amy apretó la mano de Annie, dándole a entender que estaba jessica a punto de ser castigada. Ambas quisieron ver la escena contentas de poder vengarse de quien las metio en este problema.
Finalmente el primer doloroso varazo cayo en sus nalgas. Jessica solto un grito. Dolia muchísimo mas de lo que imagino que iba a doler. Apreto sus dientes e intento no ser una bebe llorona como todas las demás. Su cola comenzó a llenarse de marcas sumamente dolorosas, Jessica intentando no gritar. No paso mucho tiempo, pronto se agoto y los gritos comenzaron. Y en poco tiempo, hasta lagrimas y sollozos.
- NO NO NO!!!- Exclamo furiosa de que la logren hacer llorar. Lucho vanamente contra los amarres solo logrando agotarse mas mientras que la horrible vara dejaba de color rojo brillante su trasero y lo volvia a hinchar. Finalmente, era otra chica que lloraba. Annie y Amy, comenaron viéndola muy contenta como al fin recebia su merecida, pero cuando el llanto se transformo en sollozo, el terror se apodero de ellas. Si JESSICA no soportaba este castigo, ¿¿ellas?? Finalmente, una Jessica llena de lagrimas y muerta de cansancio, con el culo rojo, hinchado y brillante – debido al ungüento- fue enviada a rezar arrepentida en la sala de ocio.
Las gemelas observaran horrificadas cada chica en frente suyo pasar por el mismo proceso. Hasta terminaron observándolo en primera fila, como con la nalgueada sobre las piernas. Ambas lloraron con anticipación. Finalmente, fue el turno de Amy, y una de las monjas tubo que ayudarla a subirse al potro. Con su corazón a punto de reventar su pecho termino siendo amarrada.
“Sensibilidad extrema, prácticamente nula resistencia. “ Leyo la maestra. Suspiro disimuladamente, estos casos eran los peores. Tendian a hacer un circo y era difícil ver si la reacción era real o solo exagerada. Ademas, no había muchas técnicas para “Castigar levemente fuerte”.
Levanto la vara alto, e intento darle un buen azote. Apenas la vara corto el viento, Amy solto un grito que dejo sin tímpanos a todo el lugar. La maestra la vio molesta, no había dado ni un golpe y la niña ya gritaba. Finalmente decidio bajar su fuerza a ¼. Comenzo a dar asi, varios azotes.
Amy sentía un fuerte y punzante dolor de parte de cada dolor. Mas asustada que adolorida, gritaba constantemente. La mujer comenzó a aumentar la fuerza hasta convertirlo en un castigo.
- WAAAAAA WAAAAA BASTA POR FAVOOOOOR NOOOO WAAAA NO LO VUELVO A HACEEEER WAAAAAAA- Sollozo Amy. La maestra la ignoro, viéndola luchar contra los Amarres. Continuo hasta dejarle su colita bien roja, hinchada y marcada. De vez en cuando, solto un azote demasiado fuerte, y vio el efecto de eso en la cola de ella rápidamente, la cual se marco de mas al instante. Los gritos que soltaba Amy en cada uno de esos momentos eran insoportables. Podria haber indagado mas acerca de los sentimientos de Amy, pero ella estaba en piloto automatico desde que la ataron al potro. Solo gritaba y lloraba, no importaba lo que pasara.
Annie, mientras veía la escena desu hermana se sentía a punto de desmayarse. Otra vez, sabia que ella nunca soportaría mas que ella. Dio varios pasos hacia atrás aterrorizada.
- No, no… Yo no puedo, no… no…- Se intento alejar, pero una monja la tomo del brazo. Finalmente Amy termino solamente sollozando acongojada a todo pulmón, y hasta soltando mocos por su nariz. La maestra disciplinadora decidio que era suficiente, y fue liberada. Intento hacer la danza de la colita hirviendo, pero fue atrapada de las manos y enviada a la salida del purgatorio.
- No… NO… YO NO QUIERO!!- Exclamo Annie luchando contra la monja. Lucha que no sirvió de mucho. Se sacudió tanto que sin embargo, se necesito que la maestra disciplinadora la ayude a subirla al potro y atarla.
- NO QUIERO NO FUE MI CULPA YNO NO QUISE PELEARME NOOOO. – Suplico mientras era atada.
- NO POR FAVOR, NO POR FAVOR, POR FAVOR POR FAVOR POR FAVOR!!!- Suplico y comenzó a llorar acongojada. – Por favor por favor por favor… Por favor por favor por favor… por favor por favor por…… AYY!!- Exclamo, cuando el primer varazo cayo en sus nalgas.
“Definitivamente son las peores…” Suspiro la maestra disciplinadora. Hizo lo mismo que con su hermana, pero un poco mas rápido, ya que no quería soportar tanto bullicio. Annie grito, suplico, y protesto, y se quejo hasta quedarse sin fuerzas, finalmente solo sollozo y sollozo en un largo: WAAAAAA…. WAAAAAAAAAAAA…. WAAAAAAAA…. Hasta terminar exactamente igual que su hermana. Con una danza de la cola hirviendo trunca termino fuera del purgatorio. Realmente, las alumnas al salir del purgatorio, ignoraban todo lo que pasaba. Su mente estaba fija en su posterior al rojo vivo. Querian sobarse incontrolablemente y calmar esa horrible llama. Las monjas restantes sin embargo, impedían eso. Inmediatamente les colocaban las manos en su cabeza, el rosario en estas, las obligaban a ver la roja pared, pararse derechas y rezar el rosario completo, recordándoles que hasta no hacerlo no saldrían de ahí.
Jessica, continuaba ahí, mucho mas tranquila, intentando esta vez si terminar de rezar el rosario. A pesar de todo el tiempo que paso, su tarea se entorpecio bastante debido un par de razones. No se acordaba los rezos de memoria, debía rezar en voz baja y a ritmo normal. No estaba acostumbrada a hacerlo además, ya que nunca elegia ese castigo, y su hirviente trasero la distraía. Pero sumado a eso, lo peor era el “exorciso de pecados”.
- AYYYYYYYYY!!!!!!!- Exclamaba saltando y bajando las manos de su cabeza.
- Comenzas de vuelta.- Ordeno la monja.
- NOOO!!!- Protesto. Decidida intento soportar el dolor y rezar el rosario de corrido. Cada vez que caia el “agua bendita” en su trasero, sentía como si la quemara. Hasta que de repente, comenzó a sentir un fuerte olor a alcohol. “Claro… es alcohol puro…” Penso. Alcohol curo en una cola recién castigada por varazos, el cual se metia en sus heridas. De ahí el dolor horrible que sentía.
Annie, le toco una posición, afortunadamente cerca de su hermana. Al principio no podia ni hablar, estaba agotada, y el simple hecho de mantenerse en esa posición punitiva y NO sobarse era suficiente sobre esfuerzo. Pero vio a su hermana con sus ojos cerrados, concentrada en rezar.
- Padre nuestro que estas en los cielos… Santificado sea tu… AYYYYY … Nom…bree…..- Rezaba, mientras la monja hacia la cruz con agua bendita en su trasero. Lo hizo un par de veces mas, hasta que fue el turno de Annie. Annie grito, y se sacudió, bajando los brazos en cada una de las ocasiones, pero la volvieron a devolver a su posición. Comprendio que debía imitar a su hermana y entregarse a la penitencia. Suspiro, cerro los ojos, se paro derecha y tomo fuertemente el rosario. En posición perfecta, se concentro en rezar completamente el rosario. Parecian monjes tibetanos, o aquellos antiguos frailes, soportando estoicamente el castigo, incluso el alcohol puro en sus castigadas nalgas, y rezando sin parar. Finalmente termino, y Annie al salir vio que su hermana la esperaba afuera. Ambas se abrazaron y rompieron en llanto.
- Finalmente termino… Todo termino…- Dijo Annie.

- Niñas. Vamos a enfermería asi las tratan. – Menciono Stella, quien esperaba también que salgan. Ambas asintieron con la cabeza y con sus largas mangas se limpiaron la cara. Y de reojo, vieron a Jess, que otra vez rezaba desde el principio su rosario.

lunes, 2 de enero de 2017

cap 34

Saint francis se encontraba en un país muy contumbrista. Pais muy costumbrista y ficticio cuyo nombre es Drimanz, ubicado en el trópico, de un clima levemente caluroso, aunque frio en algunas zonas y epocas. Como era común en esa época, era un ambiente profundamente religioso. Y tenia características tanto latinas como anglosajonas y un toque europeas. Era un país, sin ningún sentido de la sexualidad, en donde solo las niñas usaban vestidos cortos como símbolo de ingenuidad y torpeza hasta los 12 años. La misma regla, se aplicaba con los niños pero con pantaloncitos extremadamente cortos. A partir de entonces, ambos sexos cambiaban a elegantes vestidos largos y pantalones de trajes. Gozaba de un pbi moderadamente alto y se auto consideraban primer mundo. La ciudad a la que pertenecía el internado era Berzegonia, una ciudad no muy popular y ruidosa, cuyos suburbios eran bastante tranquilos. Su centro era bullicioso como todos, y para tener un centro, significaba que dentro de todo era una ciudad bastante popular a pesar de no ser la capital del pais. El internado contaba con 5 sedes alrededor distribuidas estratégicamente alrededor del país, todas con el internado alejado de la ciudad pero cerca de la carretera y el instituto en el centro. Fue fundado anteriormente que la escuela por una mujer adinerada y religiosa, pero no fue hasta la aparición del Psicologo Wason que esta obtuvo su popularidad. Comprendera el lector, que si bien los catigos corporales y las nalgadas eran muy comunes en esa época, eran comúnmente dados puertas adentro, con cierta privacidad o minimamente frente a la familia o amigos. En las escuelas, lo mas común era el azote en las manos, y rara vez, por razones de pudir, se daban azotes en el trasero, como forma de humillar a algún alumna desvergonzado. Habia escuelas en donde el director azotaba con el paddle en su oficina, pero frente a faltas graves y en privado. Y quienes mas frecuentemente recibían esos castigos eran hombres.
Seguramente, el lector deberá estar puteando al autor, ahora que saco este tema, justo ahora que se ponía divertido. Pero sin embargo, sepa el lector comprender que hasta ahora no se ha dado la debida importancia al responsable del excito del Internado Saint Francis. Excito, que por ejemplo, lo vuelve responsable de la gran cantidad de profesionales femeninas y que le dio la universidad Catolica el apodo de “Universidad de la blanca flor” – La cual por cierto esta rodeada por las 5 sedes del Saint Francis- debido a la gran cantidad de licenciadas mujeres que trabajan ahí. Ni mas ni menos, que el prestigioso psicólogo Wason – cuyo monumento en el jardín de cada Internado es escupido miles de veces por dia por alumnas de culo adolorido-
Pero para dejar a los lectores mas picados y con mas bronca hacia mi persona les paso un pedazito de lo que pasara luego:
- Amy…. – Murmuro Annie. – N…o… sentís… que nalguea igual que mami? – Pregunto.
Volviendo al tema que nos compete, el internado fue fundado por la adinerada y religiosa Selestina Standford en 1800. Selena Stanford fue una mujer muy religiosa, perteneciente a grandes círculos de la época, Heredera de un gran terreno casualmente ubicado cerca del centro de Berzegonia, y otra gran fortuna familiar. Ella busco cumplir su sueño de crear un instituto dorado lleno de niñas de bien guiadas por el buen camino. Invertio una fortuna en el Saint francis, y si bien no pertenecia a la Iglesia, era profundamente religioso. Contrato diversas educadoras y monjas para que la ayuden en sus labores, y les pago muy bien, ya que seria la institución del futuro. Sin embargo, por azares del destino, arranco con muchos problemas. Casualmente quienes enviaron a sus alumnas solo querían deshacerse de sus hijas problemáticas. Chicas, que encajarían mejor en un reformatorio terminaron de ahí y eran mayoría. La generosa cuota tenia como condición permitirles estar hasta los 18 años. Las educadoras y monjas, rara vez podían lidiar con su rebeldía, ni habían sido preparadas para eso. El desempeño del internado, por ende, era mediocre y su reputación también. Stanford veía su sueño desmoronarse junto a las deudas y reclamos acumularse.
Wason, por su parte, era un psicólogo conductista buscando un doctorado. ¿Conocen el conductismo? ¿El perro de pavlov? Quien sabe por que su gran interés en castigar jovencitas, por que esto lo obsesionaba tanto. Para la época era un fervemente disciplinador, totalmente orientado a su causa. Para nosotros… posiblemente tengamos una mejor idea del por que. El creo este método disciplinario, y naturalmente quizo verlo aplicado, soñando con un futuro en donde pueda crear arquitectos o mendigos a gusto. Fue a numerosos internados femeninos (Por que obvio, debía ser de mujeres) y fue rechazado numerosas veces. Al ser un hombre de ciencia, tenia la polémica premisa de no creer en Dios. Sin embargo, abandono sus creencias y busco su esperanza en Internados religiosos. Los mas comunes después de todo. Luego de mas rechazos, utilizo como ultimo recurso algo de simbolismo, para mejorar mas el rostro de su curriculum. Y ahí fue cuando los destinos de Stanford (cuyo monumento lleva la misma cantidad de escupitajos en los jardines del Saint Francis ) y Wason se cruzaron.
12 años habían pasado desde que el Saint Francis fue creado y a Selestina Stanford solo le sirvió para sacarle canas verdes. Preocupada, llego a ella la carta de Wason, proponiendo un sistema disciplinario para su escuela. La psicología conductiva apenas era conocida en esa época, y parecía mas algo de magia negra que otra cosa. Sin embargo, la desesperación de Stanford la animo a aceptar la idea. Pronto, ambos se encontraron el despacho, y luego de una larga explicación, Stanford se quedo varios segundos en silencio.
- Que opina? – Pregunto Wason ansioso.
- No se… El sistema… parece militar…- Dijo recordando una y otra vez lo que dijo. ¿ Solo chicas de 15 a 21 años? – Respondio Standford.
- Saldrian de aquí totalmente graduadas. ¿Aparte las alumnas problemáticas con las que usted siempre trata no son exclusivamente de esa edad?  Por que no dedicarse enteramente a ellas, en vez de considerarlas una carga. Debe tomar el toro por las astas, considerar esto una oportunidad!–
- Uniformes personalizados? ¿Sabe usted lo que costaría personalizar cada prenda?
- Tengo entendido que este Internado posee el nivel suficiente. Y después de todo la cuota es muy alta. –
- Remodelar el instituto para crear una sala de castigos???- Insistio confundida. La idea…rebotaba en su cabeza. La confundia. Y el doctor, pues… parecía sospechoso. Tampoco gozaba de mucho prestigio ni siquiera esa extraña practica suya. Pero se encontraba desesperada.
- Mi estimada…- Dijo Watson, poniéndose de pie. – Entienda que para que mi modelo funcione, este debe ser un mundo totalmente distinto para las chicas. Sin lugar a dudas por como podemos ver no fueron criadas bien… Ellas necesitan comenzar desde un principio. Ver el mundo con nuevos ojos. – dijo y se interrumpio: Saber que pueden llegar al camino del señor…- dijo, antes de continuar con su sermón.
- El mundo a las niñas no siempre se presenta tal cual lo es. Este método lo presenta tal cual es, comenzaran desde 0, tendrán premios y castigos, conocerán el infierno si fracasan y la gloria si triunfan. Como lo ES en la vida misma. – Continuo explicando. Al verla duditativa, Wason insistió:
- Es un método basado en el arrepentimiento. ¿¿Acaso no dice eso la Biblia?? ¿Arrepientete de tus pecados?
Esto ultimo convencio un poco mas a Stanford. Se propuso a intentar ver con sus ojos.
- Muy bien. Peinados iguales. Expliqueme eso. –
- Todos somos iguales, nuestras acciones nos hacen distinguirnos. – Sentencio el.
- Uniformes de Ocio y de Novata. El de ocio no posee para nada el rigor de un internado. ¿Y el de novata, según usted propone, debe parecer un vestido infantil? Expliqueme usted eso.- Insistio.
- Es simple. Las chicas ingresaran como novatas. Al ser novatas deberán aprender todo de 0. Como niñas. Hasta no mostrar madurez no serán adultas. – Explico. Stanford comenzó a mostrarse un poco mas convencida con la idea de “tomar el toro por las astas” .
- Cada parte del uniforme debe llevar nombre de la alumna junto a su dormitorio asignado….  –
- Esto ayudara a la personalización. En algún momento cada una vera a alguna chica que le paresca divertida. Rapidamente reconocerá su nombre y a que dormitorio y aula va. Las monjas podrán hacer lo mismo sin problemas. Rapidamente sabran el nombre de quien le va muy bien, o quien le va muy mal. Sabran quien frecuentemente no alcanza a conseguir la cantidad adecuada de puntos y debe continuar en uniforme de novata como la que niña que – aparentemente- aun es. Comprenda que son procesos de condicionamiento muy complejos que a lo largo de los años, quedaran grabados en su cerebro. Esto le da, aun mas importancia al uniforme de castigo. Es un pijama enterizo, de tela muy liviana, algodón, identificado con el logo de nuestra sagrada institución. Comun del que todos hemos usado en nuestra infancia, para poder generar recuerdos de circunstancias similares en ella. Este será su única prenda y objeto personal hasta recuperar los listones y tendrá una abertura en la parte de atrás la cual permitiria a la castigada recibir disciplina adicional o realizar sus necesidades. La parte que tape la cola no será de la misma tela, será una ligeramente diferente, con la sentencia “arrepentimiento en proceso” que alertara a las demás de su condición, y una textura que recordara constantemente a la alumna que debe estar arrepentida de sus actos. Ninguno de estos mamelucos serán personalizados, al contrario, se harán por tallas, asi las alumnas se darán cuenta de su carencia de identidad. Las alumnas, ahora carentes de identidad, son almas que vagan intentando expiar sus pecados. Solo el arrepentimiento les devolvera la identidad. De ahí que el mameluco sea la única prenda y objeto personal que tengan permitido poseer, ya que su función hasta volver a su uniforme normal es concentrarse en la meditación. Lo usan para dormir, estudiar y arrepentirse de su mal comportamiento. Las alumnas que no estén en esta condición evitaran mirar a quienes llevan este castigo y ellas poseen una profunda humillación frente a su mal comportamiento. Recuperar sus listones, es el símbolo de volver al camino correcto, luego de arrepentirse de sus pecados  y re insentarse al sistema. Asi el, ciclo punitivo cumple su función. Un sistema disciplinario basado en el arrepentimiento de sus pecados y la punición, como dicta la biblia. Por eso el purgatorio se debe encontrar precisamente en frente de la sala de Ocio, con sus castigadas Orando y siendo exorcisadas de sus pecados. La vida constantemente nos da pantallazos de las miserias del pecado, lo cual nos motiva a seguir adelante. Entienda que estos profundos significados ellas no lo comprenderán en el momento, pero sin embargo, su cerebro inconcientemente lo capturara y grabara a lo largo de su vida. – Explico Wason.
La mujer hizo una pequeña pausa. Se mostraba mucho mas convencida con la explicación. Casi quería darle el si. El sistema disciplinario basado en el arrepentimiento casi la convencia. Wason, apenas noto esto puso muchísimo mas seguridad y optimismo en su discurso comportándose mas bien como un vendedor que como un psicólogo. Sin embargo, continuaba viendo algo turbio.. algo que por la ingenuidad de la época no alcanzaba a distinguir por que.
- Si.. si… Muy bien..- Dijo ella, intentando mostrarse segura. – Pero calzones con el logo del colegio obligatorios, su nombre, y dia de la semana?
- Es muy común que los uniformes posean calzones reglamentarios. Y todas las prendas deben ser identificadas. Lo del dia de la semana solo ayuda a asegurarse de la perfecta higiene que deben tener las alumnas. Ya saben los problemas que pueden llegar a traer la pubertad. Entienda que el sistema disciplinario tiene detalles, tan complejos, que debería estudiar psicología conductiva 10 años para comprenderlos en su totalidad. – Presumio Watson.
- Y por que solo azotes en el trasero?
- Acaso no es asi como nos han castigado nuestros padres por generaciones?
- Si… pero…
- Necesitan que este sea su mundo. Que ellas sean sus Madres. Ser educadas de vuelta. Los azotes en las nalgas son mas que necesarios. Les traerán reminiscencias de castigos dados por sus padres. – explico Wason. Y continuo: Curiosamente, también tiene que ver mucho con los calzones y el uniforme de Novata. La vergüenza, la humillación, es un factor punitivo importante. Las alumnas en uniforme de novata no podrán ocultar la frecuencia de sus castigos, rodillas rojas en caso de optar por el rincón, o un trasero rojo con un nombre para que reconozcan rápidamente quien fue castigada. – Dijo Wason, con cara de póker, mientras metia una mano disimuladamente en el bolsillo de su pantalón delantero.
Stanford, conocía chicas a quienes definitivamente quería hacer pasar por tal humillación.
- Muy bien Wason. Expliqueme, Sistema basado en el arrepentimiento. – Sonrio Stanford.
- A la alumna se le presentan las opciones de castigo Sistematico y la posibilidad de elegir uno en corto tiempo. Frente a esta situación, aprenderá con el tiempo a sencillamente elegir uno para evitar uno peor o una visita al purgatorio en donde expiara sus pecados como anteriormente mencione. Frente a esto la rebeldía rápidamente será remplazada por la nocion de que de nadie es la culpa mas que de ella de sus errores. Arrepentida, procura esforzarse y rápidamente observara los beneficios de seguir el camino correcto mientras que en su otro mano vera el duro camino de aquellas que optan por el mal. Luego de varios años, su inconciente grabara lo planteado hasta ahora y se volverá natural para ellas el camino del bien. – Finalizo Wason.
- Me ha convencido Wason. – Dijo Stanford dándole la mano. La conversación continuo, debatiendo distintas cosas, entre ellas, el sistema de puntos, de recompensas, o las clases. El internado paso por una gran remodelación, por sobre todo, en lo que era la Sala de Ocio y el Purgatorio, quienes debían ocupar un lugar central aunque antes no existían. Stanford gastaba una gran fortuna en remodelación y en contratar personal el cual debía ser entrenado para nalguear adolescentes rebeldes. Naturalmente, al principio solo se busco mujeres en muy buen estado físico, listas para dar una buena nalgueada a alumnas rebeldes.
- No pueden ser hombres?
- Hombres? No, para nada. Las jovencitas deben estar lo mas alejadas posible de la tentación del pecado. – Dijo Wason…. Convirtiéndose en el único hombre que alguna vez piso el interior del Saint Francis.

 Stanford reviso varios modelos modelos de uniforme hasta que finalmente se decidio. Se les informo a los padres de los cambios en la institución los cuales realmente no se interesaron. Mas bien se alegraron por que se liberaron de sus hijas 3 años mas. Finalmente y de un dia para el otro, el Metodo Wason se inauguro. Y junto a el, una larga fila de alumnas que camino hacia el purgatorio al revelarse ante las humillantes reglas. Quien sabe si fue una circunstancia especial, quien sabe si Wason tuvo razón, si fueron justo ESAS alumnas en quienes funciono o la gigantesca cantidad de dinero invertido…. Pero de poco a poquito, todas las alumnas comenzaron a enderezarse. Sumado a clases de etiqueta, hasta podían ser presentadas al Rey. A lo largo de los siguientes 38 años, la cantidad de azotes, minutos en el rincón, orden que debían dar las monjas, si sobre los calzones o no, lo que se podia comprar con puntos, o el intrumento a usar fueron intercambiados, convirtiendo a las alumnas en conejillos de indias frente a la obsesiva vista de Wason. Con el tiempo, se descubrió que la constancia era lo que mas beneficiaba este sistema. Y desde entonces ningún punto se volvió a ver. Wason murió, y sus logros no fueron recordados mas que por aquellas que de vez en cuando ven su busto en el jardín. Ambos se casaron y tuvieron una dulce hija, quien fue inscripta en el internado a sus 15 años por problemas de rebeldía. Wason murió antes de verla graduarse. Fue ella, Victoria Stanford, quien fundo el Instituto Saint Francis, Escuela de educativa de alto nivel, anexa al Internado, en pleno centro y quien posiblemente logro que Saint Francis termine de convertirse en sinónimo de excelencia, perfeccion y disciplina. Fue también, quien impuso la tradición de las mujeres Stanford, Todas ingresan al Internado apenas cumplen sus 15. Luego de eso, y a poco, hubo muchos mas avances. Entre ellos, las otras numerosas sedes, y la conexión tan intima con la Universidad Catolica.
 El excito de Saint Francis – popularmente-  solo fue lo adjudicado las Stanford y su deseo de cumplir su sueño. Claro, Wason también lo cumplio. Pero eso nunca nadie lo supo, solo algunas de sus conejillas de indias y por supuesto, Selestina Stanford.