miércoles, 7 de diciembre de 2016

cap 23

- Asi que ahí estas. Te estuve buscando. – Dijo un hombre, canoso, en traje negro.
Rhonda se sintió intimidada y avergonzada de ser vista en esa situación. Salio de su pequeño mundo blanco y rosa, y volvió a ser la chica que era siempre.
- ¿Qué queres?
- Tu padre me envio, para ver como estas. Y por lo visto estas bien. Debo quedarme hasta que me den el informe de tu comportamiento. – Menciono el hombre de traje.
- Bueno, informale de mi parte que ni piense que voy a estar encerrada aquí mucho tiempo. –
- Segura? – Dijo el. – No creas que este lugar es una prisión… Pero el uniforme de Saint Francis es muy bien conocido en la zona. ¿Pensas escapar? Terminarias en el purgatorio. –
“Sabe del purgatorio…. Leyo las reglas…” Penso.
- Si, me informe. Tambien se que se te exige un comportamiento impecable, y que por eso no me estas intentando golpear.
- Las veces que lo hice fueron justificadas Damian. – Se quejo.
- Si tu crees que se justifica golpear a alguien que le ordenaron averiguar sobre ti…-
- No voy a dejar que me abandone en este basural!!
- Ay nena!!- Dijo y le tomo los hombros. – Deja de intentar revelarte al mundo.
- Sueltame o llamo a las monjas!!-
El la solto y continuo: Sabes lo que costo inscribirte aquí?
- Si, lo se. Son todas niñas mimadas. Me di cuenta el primer dia.
- Pues si tienes en cuenta lo que le paso a tus compañeros, tu también eres una niña mimada.
- Que te….!?- Protesto Rhonda. Pero enseguida se contuvo. El hombre se sento en uno de los asientos.
- Tu padre decidio que te quedes aquí. No va a cambiar de opinión. Si intentas escapar, cuando te atrapen volveras aquí. Deberias resignarte.
- Ya… me resigne. Solo que no me sale hacerlo…- Suspiro cabisbaja. Vio sus gigantescos moños al hacerlo. “Asi se sentían las niñas…?” Penso. Sintio sus ojos llenarse de lagrimas frente a esa infancia que nunca tuvo.
- Aquí te darán la educación que nunca tuviste. Y finalmente dejaras las drogas. Te endereceras. Se que las medidas son extremas pero se que lograran enderezarte. -
- Callate!- Protesto, y se tapo la boca.
- Sabes… que podría contarle a las monjas de tu desubicación.
- N-No se lo cuentes… Lo siento.
- Aprende a valorar lo que tienes. Es algo que te va a servir toda tu vida…. Ahora tienes el Saint Francis. Valoralo por ti, no por tu padre. – Dijo.
Rhonda comenzó a lagrimear un poco, se lo limpio con sus guantecitos sin preocuparse de que se manchen. El hombre la vio, pero no le dijo nada. Solo espero.
Mariela por su parte, se había alejado de sus sofocadores padres. Pero tenia alguien peor, su hermano.
- Ayyyyyyyyyyy!!!- Se quejaba, mientras el no dejaba de apretarle los cachetes apenas se distraía. – Ya déjame!!!- Protestaba pegándole.
- No puedo evitarlo. Te ves tan tierna hermanita…- Bromeo. Roja como un tomate, bajo su cabeza. El la abrazo y dijo: No te deprimas. No creas que a mi me va mejor en el colegio militar.
- Como saberlo… al menos no te visten como niña.
- Que exagerada. Ni que fuera tan malo. Aparte sabes? Por alguna razón te veo mas contenta que las veces que me dejaban ir a tu casa.-
Mariela se encogio de brazos y luego vio a las gemelas.
- Mira, alla están las gemelas. – Dijo, sonriendo.
- Son tus amigas no?
- Mis amigas…..
- Si, por algo sonreís.
Ambas estaban aburridas y apenas la vieron a Mariela, se acercaron corriendo a verla.
- Marie aca estas!!!- Dijo Amy.
- Te estábamos buscando. Estamos aburridas. – Dijo Annie, y luego se dio cuenta de que su hermana no lo dijo al mismo tiempo que ella. Y rápidamente se dio cuenta por que.
El hermano de Mariela, era alto, de tez blanca, de pelo negro y ojos como los de su hermana. Tambien llevaba anteojos. Amy, al verlo, sintió una fuerte sensación que fácilmente se confunde con el amor.
- Hooooola…. Es tu hermano? Holaaaa, soy Amy …
- Como te llaaaaaamas???- Pregunto Annie entusiasmada.
“Mierda…” Protesto Amy. A su hermana siempre le gustan los mismos que a ella.
- Soy Robert. Y ustedes supongo que son Annie y Amy hastur no es asi?
- Wooooow, Como supiste? -
- Esta escrito en nuestra ropa… Tontas…- Se quejo Mariela señalando su nombre en su vestido.
- Jajajaja… es cierto…- Se sonrojaron las dos.
Mariela odiaba cuando las chicas se comportaban asi con su hermano. No creo que las gemelas fueran de ese tipo de chicas. Ambas comenzaron a comportarse muy servicialmente con el hasta el punto de volverse un poco sofocantes. Cada cosa que el decia la festejaban de forma obvia, o riéndose, o asombrándose, de lo que sea.
Mariela, molesta, se quejo.
- Perdonalas… son muy hiperactivas. Pero son muy simpáticas.
- Si, son dos nenitas re tiernas. – Dijo el.
- Nenitas?!Tenemos 15 años!!- Protesto Amy. Y luego se dio cuenta de que Annie estaba abrazando el brazo de Robert.
- Soy una nenita re tierna? En serio. Awww, gracias. Si queres puedo ser tu hermanita menor… Siempre quize un hermano mayor.- Insistio Annie.
Mariela se dio un facepalm y Amy protesto – ANNIE!!!!
- Que!!! En serio quiero un hermano mayor… Aparte si estamos aca y ya piensa que somos nenitas…. –
- Jajajaja…Esta bien, podes ser mi hermanita menor. Pero en juego eh?
- Wiiiii, yo también!!!???- Insistio Amy dándose cuenta que estando en el saint francis nunca podrían ser algo mas que una hermana menor. De todas formas, hermana menor es lo máximo que han sido de un chico hasta ahora. Y eso incluyendo a Robert.
- Jajaja, tu también. Tengo hermanas gemelas. – Bromeo.
- Puedo sentarme en tus piernas hermanito? – Insistio Amy. Annie la vio con cara de bronca, mientras ella le encajaba la crinolina a Robert, intentando sentarse en sus piernas. Repentinamente ambas gritaron luego de un doloroso tiron de orejas.
- Niñas… Espero que recuerden bien, que sucederá si cometen un comportamiento impropio. ¿No es asi?
- S-Si Madre Stella. – Respondieron preocupadas ambas, esta vez si al unisono.
- Pronto será el discurso, y la entrega de notas. Vuelvan con sus padres.
- S-Si!!!- respondieron, y se fueron corriendo con ellos.
- Y no corran!!- Les grito mientras se alejaban.
Mientras Mariela se agarraba su cabeza, Robert se reia.
- Es verdad son muy graciosas. Me recuerdan a ti cuando eras una niña.
- Por que?
- Tambien eras hiperactiva, cariñosa y habladora. Y usabas calzones semanales como ellas. Que gracioso que sigan usándolos. ¿En verdad tienen 15?
Roja como un tomate Mariela respondio:
- S-Si…. Son de mi clase… P-Pero… cuando…-
Mariela estaba punto de preguntar cuando se los vio, pero luego pensó que la pregunta era muy tonta.
Mientras tanto Jessica era invadida por las preguntas de su molesta hermanita menor, Cintia. -
- Es verdad que tienen una maquina de nalgadas?
- No.
- Es verdad que te sientan en una estufa?
- No.
- Es verdad que tenes que pedir permiso para comer?
- No!!
- Wow, en verdad has cambiado. – Dijo su hermana mayor, Diana. – Ya no hablas con insultos, y hasta soportas las preguntas de Cinty.
- Conosco… dos que son mas insoportables. – Bromeo Jessica.
- Ay hermanita, y vas a ir a la universidad católica. Hasta me das envidia. – Dijo con cierta malicia.
- Me estas????- Protesto Jessica. Pero inmediatamente se contuvo. Su hermana sentía bronca de que hallan gastado tal fortuna, solo para evitar que una mocosa estupida no “se desvie por el mal camino”. El simple hecho de tener garantizado el ingreso a la universidad católica haría que en un futuro tenga mas prestigio que ella. Jessica sabia eso, y se mentalizo apenas ingreso. Cuando vio una de sus compañeras acercarse, inmediatamente fue para intentar huir de sus hermanas.
- Alice, aquí estas! –

- Hola Jessica. Te presento a mi amigo, Carl.

martes, 6 de diciembre de 2016

cap 22


Finalmente volvieron las Madres.
-          Ya es hora, tomen sus rosarios, y llévenlos siempre en sus manos, asi. – explico Ortiz, y puso sus manos en posición de rezo. Las chicas la obedecieron.
-          Muy bien, vayamos. – Explico. Stella la interrumpió.
En un principio, marcharon silenciosamente. Pero apenas vieron que todo el internado estaba lleno de “Angelitas” comenzaron a relajarse mas. En especial las gemelas que el vestido le quedaba a la perfeccion debido a sus cuerpitos. Acostumbradas a ser las niñas mimadas de la casa y a andar en vestidos (por que vestidos de chicas de su edad sencillamente no les quedaban) ya no sentían vergüenza y se comportaban normalmente. Cosa especialmente molestaba a Alice y Jessica, pero hacia morirse de ternura a Mariela. Amy comenzó con su comportamiento hiperactivo, y junto a su crinolina y sus saltitos, mostraba sus calzones constantemente. Pronto, Amy y annie, comenzaron con sus quejas. Ellas solian caminar siempre una al lado de la otra, pero cada dos por 3 chocaban. Sus crinolinas hacían que chocaran constantemente. Ademas de eso, sus listones y olanes en los hombros hacían que la visión de los costados este reducida.
-          Chicas. Portense bien. La próxima que hable ahora, se queda sin liston. –
Finalmente el largo grupo de angelitas, se encontraba ingresando a la enorme iglesia que se encontraba exactamente detrás del internado. Nunca la habían visitado antes. Como les ordenaron caminaron en posición, mientras el grupo de padres intentaba verlas. Finalmente, fueron a misa donde el grupo de alumnas se sento en un lado, y el de padres en el otro. Cada grupo rodeado por ambas Dorm Mom. El padre dio sus sermones, mientras todas se ponían de pie, se sentaban, o arrodillaban. Si bien, arrodillarse les traia recuerdos poco gratos, sentadas no les iba mejor. No por sus nalgas esta vez, con la crinolina era difícil sentarse y pararse, y bastante incomodo.
Finalmente, se separaron y las chicas se reunieron con sus familiares antes del primer discurso de la directora.
Al fin, el momento vergonzoso llego. Jessica se mostraba roja como un tomate mientras sus padres la abrazaban y sus hermanas no dejaban de reírse.
-          Hija… querida, te extrañamos tanto!!! – Dijo su padre.
-          Espero que te hayas portado bien. – Pregunto su padre, aun llevando su uniforme militar.
-          Si papa, me porte bien…- Protesto molesta. Las madres estaban cerca, y sabia que mandarlos a la mierda, no valdría la pena. Stella esta muy decidida.
Los padres de Mariela eran de una clase media alta y por eso les salió muy caro inscribir a su hija en el saint francis. Esta en realidad parecía ser la única alternativa y ellos lo daban todo por sus hijos. Junto a ellos, se encontraba su hermano mayor, Robert, de 20 años, aun en uniforme militar.
-          Nena estas bien, me preocupe tanto.
-          Si, estoy bien pami.
-          Te vas tan linda asi… que alegría que te estén cuidando.
-          ….Gracias Mami…- Contesto sonrojada, mientras ambos la abrazaban.
Por su parte, apenas Annie vio a su papa, tomo carrera y corrió hacia el enloquecida.
-          Papiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ¡!! – Exclamo, y salto subiéndose a su espalda. Amy se rio, Annie continua saludando asi a su papa aunque ya tenga 15 años. Luego de besos, mimos y “Que linda te ves” la devolvieron a su lugar. Y fue el turno de Amy.
Al ver a sus padres, Alice los saludo cordialmente, y hasta hizo reverencia. Una forma de mostrarles lo enojada que estaba. Pero al ver al famoso carl, de 18 años, la cara de Alice se puso roja como un tomate.
-          Nunca crei verte asi en mi vida. – Bromeo.
-          Yo tampoco… como estas carl? Tenemos mucho de que hablar…
Ustedes capaz se pregunten ¡Y rhonda? Bueno, Rhonda sabia que su padre nunca vendría a buscarla.
En unos segundos, fue el turno del discurso de la Directora. Familiares y alumnas fueron juntos a escucharlos.
El primer discurso se dirigía en un principio a las nuevas inscriptas. Informaba a las padres que gracias al Saint Francis ahora ellas eran unas angelitas como podían apreciar. Que el camino seria largo, y seria un enorme esfuerzo. Pero que podían dar por asegurado que se convertirían en niñas de bien. Los padres en si, confirmaron que sus hijas ahora eran angelitas. Esos modales tan toscos que tenian, esas faltas de respeto que cometían, todas esas atrocidades rápidamente habían desaparecido. En cambio, se veian dulces, obedientes, tiernas y angelicales. Las hijas que todo padre podría querer. El enorme gasto invertido dio sus frutos en solo un mes. Finalmente, luego del primer discurso, la Kermes comenzó. Bebidas, platillos y música sana, para toda la familia. El lugar estaba lleno de niños correteando por todos lados. Aunque el instituto solo aceptaba señoritas de 15 años para arriba, esas señoritas tenian hermanitos menores, y eran invitados. Habia un gran bullicio en donde las únicas angelitas, que parecían resaltar entre la multitud, eras las alumnas de Saint Francis. Todas se veian especialmente serviciales y ningún padre suponía que la razón era el miedo a perder sus listones.
Las alumnas, por su parte, y en esto es algo general se deleitaban al ver hombres luego de un mes. Ni siquiera eran guapos, pero a ellas no les importaba. Eran hombres. El campus se había convertido en un caldo hormonal de chicas que nunca podían salir frente a los pocos hombres que estaban. Sean hermanos o amigos de alguien, toda chica rápidamente se “enamoraba”. Pero claro, lo frustrante y decepcionante, es que no solo pasarían toda la semana en el purgatorio en caso de ser descubiertas haciendo algo impropio. Era difícil verse atractivas viéndose asi, frente a chicos de su edad que naturalmente buscaban una chica mucho mas sexy. Solo podían comportarse serviciales, pero hasta un gesto tonto como agacharse para que vean su trasero, se veía frustrado por el vergonzoso calzon del uniforme.
Al fin, todas pudieron relajarse un poco, pasarían varias horas hasta el próximo discurso de la Directora, la entrega de notas, y el discurso final. Mariela, se alejo un poco de sus padres, y vio como las gemelas sonreían de oreja a oreja sentadas en las piernas de sus papas. Parecian haberse olvidado de la bronca de haber sido dejadas aca. A veces les daba envidia, ser como ellas, sin ningún tipo de preocupaciones.
Alice, por su parte se alejo de sus padres y comenzó a hablar con carl.
-          Toma, aquí tienes. Meterlo no me costo nada. – Dijo el, dándole una petaca y 5 porros.
-          ¡Me queres decir que haces con eso aca? Escondelo por dios…–
-          Te has vuelto muy religiosa desde que viniste aca. – Bromeo.
Alice suspiro, y burlándose de si misma, movio sus hombros como si fueran alas.
-          Te vuelven loca no es asi?
-          ES… Horrible…
-          No creas que te ha ido peor que a los demás. Los fui a visitar una vez. Alla nunca hubiera podido pasar tan fácilmente.
-          Si… Si, ya lo se. Mi padre, el gran político me salvo la vida. Y ahora tengo garantizado un futuro excitoso… lleno de controles. Pero ya no quiero quejarme. ¡Te fijaste?
-          Si, El predio esta rodeado de rejas. De lado a lado. Las rejas son amplias pero tienen una larga enredadera. Podes meterte dentro de la enredadera y del lado de afuera no hay seguridad. Es un internado, no una cárcel.
-          Pff… Se nota que no lo conoces.
-          Jajaja… claro…- Dijo Palmeandole la cabeza.
-          Que te pasa?
-          Perdon… Nunca crei que pudieras verte tan tierna.
-          Yo tampoco. Cortala con eso. Mira. ¿Ves esa chica de alla? – Dijo señalándola a Jessica quien continuaba con su familia.
-          Esa? La gordita. Bueno… tiene unas buenas tetas eh…
-          No es gordita creeme. La he visto semi desnuda. Solo son estos vestidos de mierda…. Espera, me veo gorda?
-          No, no te ves gorda. ¿Que pasa con ella? – Pregunto, un poco excitado luego de imaginarse pupilas semi desnudas.
-          Quiero que te la chapes.
-          Eh? Aca? Tan asi nomas.
-          Ufff… no te va a costar nada, creeme. Recorda lo que arreglamos. Espero que ya no te lo hayas gastado y lo estes usando bien.
-          No, no me lo gaste.- Se quejo el. La vio y penso: “Nunca pensé que estaría con una chica asi… Quien sabe que planeara .”
-          Solo esperame.- Dijo y diviso a las gemelas.
Se acerco fingiendo ser amigable.
-          Hola chicas!!!
Luego de leer el historial ambas desconfiaban, pero era su compañera de cuarto y debían llevarse bien.
-          Hola Alice!!
-          Escuchen, tengo un juego re divertido para ustedes.
Mala idea, ambas pusieron cara de culo y protestaron al unisono: No somos bebes!!
-          Ok ok, una competencia? O un favor.
-          Un favor. – Dijo Amy.
-          Esta bien. ¿ Conocen un lugar, cerca de las rejas, desde donde nadie pueda verte? Ustedes son tan curiosas y siempre recorren todo. Capaz sepan.
-          Ummmm--- PEnso Annie poniéndose una mano en el mentón. – Capaz el escondite de Rhonda. Pero Rhonda se enojaría si la descubren ahí.
-          ¿Quién quiere esconderse? Alguien de aca?
Alice pensó, hasta que Amy dijo:
-          Por que… Si es una chica de aca, debe tener cuidado donde se esconda. Recuerda que si nos manchamos nuestros vestidos.
“Es verdad… Es astuta” Penso Alice.

-          Si es asi, creo que conozco un lugar. – contesto Annie. Le dio instrucciones a Alice y alice se mostro muy agradecida. Luego de eso, ambas se sonrieron mientras Alice se alejaba.

domingo, 4 de diciembre de 2016

cap 21 y uniforme de gala

El domingo de gala finalmente había llegado. Un domingo en el que todas fueron despertadas a las 5 am, como toda la semana. Al menos el sábado pudieron descansar todo el dia. No hubo ningún tipo de actividades ya que todo el internado se preparaba para el gran evento.
-          Deja que yo me encargue. – Insistia Ortiz.
-          Se que eres mejor que yo para algunas cosas. Pero ya viste lo que sucedió ayer. – Contesto Stella.
-          Si, lo vi… y lo sentí. Y entendí mejor tu preocupación. Pero solo las alteras mas. Dejame hablar a mi. –
A primera hora, Ortiz se encargo de despertarlas. Y con todas- hasta annie – Despaviladas, comenzó su sermón.
-          Hoy es el tan esperado Domingo de Gala. Nuestros turnos para peluquería y vestuario son tempranos y anexos. Asi que por favor, a las 7 las llevaremos las quiero en fila aquí preparadas- Desyunen, no se bañen y me esperan todas en camisón.
A esa hora, todas se presentaron y Ortiz continuo.
-          Tomen su ropa interior del domingo, y síganme. –
La ropa interior, se la hicieron lavar, planchar y perfumar el dia anterior.
Mientras caminaban, notaron que Ortiz ya estaba ahí … y que iban a las regaderas.
-          Por que vamos a las regaderas?
-          Este no será un baño común.
-          Nos van a bañar?
-          No, para nada. Pero usaran productos especiales. Ahora por favor, procedan a desnudarse y meterse en las regaderas.
Una vez adentro, les dieron varios jabones y shampoos especiales mientras se bañaban. Sumado a una crema, salieron del baño con un suave y característico olor a rosas.
-          Ponganse su ropa interior, y vamos. – Ordeno Stella. Ortiz se enojo, ella intentaba sonar dulce.
Ya en ropa interior, las chicas notaron que guardaban sus camisones en una bolsa.
-          Pregunta, pregunta….- Protesto Alice levantando su mano.  – Se supone que tenemos que caminar semi desnudas? Y adonde?
-          Van a hacerle el corte de cabello reglamentario. – Intento explicar Ortiz con amabilidad.
-          Pero por que desnudas?
-          No están desnudas. – Interrumpio Ortiz. – Tienen su ropa interior. Acaban de limpiarse con esos productos, y no queremos que su higiene se vea afectada por ropa que no tiene la misma limpieza. Ahora caminen, o empiezo a repartir castigos. –
Intimidadas, todas taparon sus partes y caminaron por el pasillo. Se sintieron mas aliviadas al ver que no eran las únicas que pasaban por esa vergüenza. Apenas había chicas en los pasillos. Y las que estaban, o estaban en camisón o en ropa interior.
Finalmente llegaron a peluquería en donde había 3 peluqueras. De a 3, fueron sentadas para sus cortes de cabello. Las peluqueras, tuvieron que realizar un pequeño corte de pelo además de los peinados. Y aunque los peinados no fueran tan elaborados, tenian ordenes , precisas y casi matematicas de cómo debía verse cada alumna. Hasta tenian aclaraciones de la altura que debía tener cada liston con respecto a los hombros u olanes del vestido. Antes las peinaban con los vestidos puestos solo para calcular la distancia con los olanes, pero estos quedaban llenos de pelo. Luego de muchos años de experiencia ya cortaban el pelo asi, automáticamente. Aunque todas trabajaran en sus propios empleos, eran citadas solo para estos cortes de cabello y se les pagaba muy bien. Empezaban por hacer dos coletas altas, un flequillo y dos trenzas en esas coletas. Al final y al principio de cada trenza, les ponían dos gigantes y anchos moños rosas que debían estar en asimetría perfecta. Luego de esto, los almidonaban con la cantidad suficiente para que se vean siempre parados, pero se muevan levemente con el movimiento. El proceso era tan tedioso, que las gemelas, jessica y Mariela se ganaron varios tirones de oreja por impacientes. Finalmente, las 6 salieron de peluquería, sintiendo gigantescos moños rosas al costado de sus ojos y en sus hombros.
Dado que a las 10 era la misa, inmediatamente las llevaron a cambiarse. Esta vez, en los vestidores, además de las modistas, había ayudantes.
-          Escuchenme. Las van a vestir ellas. Sean obedientes y hagan caso. No tenemos mucho tiempo. –
Nerviosas, obedecieron todas, incluso las de carácter mas fuerte.
 Lo primero que hicieron, fueron ponerles sus guillerminas de charol, super brillantes y especialmente lustradas. Luego las calcetas. Los olanes ahora estaban almidonados de antemano, asi que se veian gigantes y llamativos. Chocaban entre ellos con facilidad y se escuchaban crugidos de la tela. Luego de eso, a todas se les puso una crinolina en la cintura, corta como el vestido.
-          Vamos a usar Crinolina???- Protesto Alice. Las modistas continuaron vistiéndolas sin preocuparse por lo que las chicas decían o protestaban.  Eran muy pocas las que estaban contentas con su trabajo, pero no les pagaban una fortuna para que las alumnas estuvieran contentas, solo para que se vean como la Directora quería.

Ya con la crinolina puesta y con muchísimo cuidado de no ensuciarlo, les ponían sus vestidos. Apenas lo tenian puestos, las chicas sentían como los gigantescos olanes se alzaban en sus hombros, hasta la altura de su mentón, haciendo que mirar hacia los costados se vea complicado. Sumado a eso, los enormes listones de sus trenzas.
Luego de abotonar los botones de sus espaldas, escucharon la orden de “Respira hondo”. Al hacerlo, les ajustaron fuertemente el enorme liston rosa en sus cinturas formando un gran moño. Y luego de eso, lo almidonaron para que se vea parado al igual que sus otros listones. Por ultimo, les pusieron unos guantecitos blancos de seda con pequeños olanes rosas. A Mariela le retiraron sus muñequeras, ya que los guantes tapaban sus cicatrices.
Si bien a las chicas no se les permitia usar maquillaje, por esta unicacion se les ponía un poco de rubor en las mejillas para acentuar su inocencia.
Mientras volvían a la habitación, todas se mostraban muy molestas. Pero Ortiz las veía enternecidas.
“Annie y Amy parecen haditas…” Pensaba, mientras veía como los olanes de sus hombros bajaban y su subían en cada uno de sus pasos como si fueran alas.
“Y alice es tan hermosa, que cualquier cosa le queda bien. A Mariela dan ganas de abrazarla!! Hasta Rhonda Y jessica se ven tiernas.”
Una vez en la habitación, las ordenes comenzaron:
-          No se pueden quitar sus guantes. Si la directora las descubre con una sola mancha las va a castigar. Si yo las descubro, les quitare un liston. Deben ser siempre obedientes, no quiero ningún signo de rebeldía. No tengo problemas en hacer que pasen toda la semana en el purgatorio. Hoy deben dar lo mejor de su comportamiento. Descansen y prepárense hasta las 9:30, hora en la que será la misa. Repito, quien no se presente, desobedesca, o intente llamar la atención se les retira un liston. Ahora no hay tiempo para castigarlas, pero en la semana habrá de sobra. ¿quedo todo claro?
-          Si Madre Stella. – Repitieron todas al unisono. Luego de eso, las monjas se fueron.
Hasta la misa, las 6 se mantuvieron en silencio. Si no fuera por las numerosas veces que las modistas las hicieron probarse el vestido, luego de ligeras modificaciones, posiblemente las 6 habrian terminado en el purgatorio. Sin mencionar lo insoportable que anda Stella, ninguna quería provocarla. 
“Que desperdicio de tela…” Pensaba Mariela, mientras veía su vestido.
“Me hace acordar a uno que use en un concurso de belleza a los….8 creo… ¿Asi me va a ver carl?” Continuo quejándose. Luego de eso, observo a las gemelas. Aunque en silencio, se hacían caras y se burlaban una de la otra. “ Para ellas… TODO es un juego” Pensaba.
En cuanto a Jessica, hubo varias revisiones en la semana. La directora estaba obsecionada con que las alumnas se vean como angelitas. Para mantenerlas alejadas de la tentación del pecado, quienes las vean deberían verlas como angelitas. Esto incluia ocultar cualquier índice de su femineidad. Sin embargo, ocultar la femineidad de Jessica era bastante difícil. Al principio, sus senos se marcaban en el vestidito dando una imagen casi pornográfica. Hubo distintas modificaciones, unas hacían que con su voluptuoso trasero paresca que tenga un pañal. Otras la hacían verse muy gorda. Directamente, el vestido caia en línea recta hasta su cintura, creando una bolsa. Intentaron por ende, crear pinzas, y darle un espacio a sus senos. Esto funciono un poco, pero no entro dentro de los conservadores criterios de la Directora. Finalmente optaron por un punto medio, el cual distraía un poco su atención de esas zonas prohibidas.
“Me veo como una estúpida!!!” Protestaba Jessica frustrada. Fue castigada innumerables veces por ese comentario . Pero aun asi, la mortificaba la idea de que sus hermanas la vean vestida de esa forma.
“Con tantos moños paresco un regalo!!!” Protestaba Mariela, quien no dejaba de tener la cara roja desde que se lo pusieron. Nunca fue una niña de vestidos pomposos. Estaba usando una crinolina por primera vez y se sentía como un hula hula. El almidon de sus moños la hacia sentir muy incomoda y llamativa. Sumado a esos gigantescos olanes en sus tobillos que veía cada vez que bajaba la cabeza. Y obvio, las alitas que crujían con cada movimiento.
Mientras tanto, la silenciosa Rhonda, se sentía muy confundida. Obvio, se sentía ridícula, y… rara. Pero el principal pensamiento que sentía era:
“Nunca use algo asi en toda mi vida… me siento tan… rara”

Ella solo había crecido entre harapos. Incluso su padre al reconocerla, solo le dio un poco de mantención, pero no se molesto en comprarle nueva ropa. Por eso fue que no hubo ninguna escena por parte de ella en la semana. Era el tipo de ropa que siempre veía en niñas de su edad usar cuando era pequeña, pero que nunca podía hacerlo. En cierta medida, a pesar de crecer acostumbrada a colores grizes y oscuros, sentía envidia de las otras. Ya de grande naturalmente nunca se quizo poner un vestido infantil. Ahora que usaba uno y que la trataban con dulzura en vez de cómo a una criminal peligrosa, se sentía rara. Solo se preguntaba si se veria bien usándolo.



pd muy importante:

Como sabran la ropa es muy importante para mi. Y por eso me costo un montooooon hacer el uniforme de gala. Lo de los olanes que parecen alitas es sacado de una historia real ( cof cof, alguien secreto) pero cuya identidad deduciran debido a que fue a quien use como modelo :D 


Como podran ver, no esta tan bien hecho el dibujo........ Y mira que me mate x.X Por eso no lo puse directamente en la historia. 
Imaginen que de espalda, se ve como el rosa, y de perfil, se alcanzar a ver las manguitas como en el celeste.


Y los olanes se ven tan grandes como en el rosa de la izquierda, al igual que la falda. Claro, al final cada uno lo imagina como se le antoja. Pero en fin, necesitaba dar el apartado aparte. Hope you enjoy the story. 

sábado, 3 de diciembre de 2016

cap 20

-          Las chicas están insoportables…- Protesto Ortiz en el gimnasio. Si, un gimnasio dentro de un internado catolico. Si los lectores lo consideran innecesario, solo recuerden a Rhonda y a Jessica. Despues de todo es un reformatorio, y la mayoría son chicas duras de la calle que no aprenden por las buenas. Todas las monjas deben tener la condición física necesaria para poder someter a una alumna y nalguearla igual que una niña en caso de ser necesario. Incluso, cada Dorm Mom tienen una serie de ejercicios que deben cumplir obligatoriamente todos los días. Y estos incluyen mucho brazo, por supuesto.
-          No dejan de hacer berrinches por todo. No entiendo como no se cansan de estar castigadas. Hasta yo me estoy cansando de vivir azotándolas. Hasta tuve que castigar a Alice y Rhonda que nunca dan problemas….- Explico. Volteo y vio a Ortiz entrenando a todo pulmon. Parecia que se preparaba para una pelea.
-          Es un momento muy estresante para ellas. Ortiz, no estas anotando bien el informe de cada castigo y cual eligieron. Y veo que no les exijis que hagan su reverencia al saludar o dar las gracias. –
-          Ya las regaño por demasiadas cosas como para hacerlo también por eso. –
-          Esta bien, explícaselo a la directora cuando no la saluden. Tambien explicale que no queres anotar sus castigos, y preferís castigarla como se te antoja. -
“A decir verdad ella también esta histérica…” protesto Ortiz enfadada intentando no meterse en una pelea.
Al fin ya era jueves, y fue una semana muy difícil, llena de ansiedad, nervios, estudio, mas estudio, y castigos. Muchos castigos. Las monjas consideraban que las chicas estaban insoportables. Pues lo mismo pensaban las alumnas de ellas. La mas minima mancha en sus uniformes, la mas minima arruga, el mas minimo detalle y enseguida eran castigadas. Recibian unos 10 castigos por dia las mas desprolijas y parecía que la única forma de salvarse de ser castigadas era sencillamente estar lejos de ellas. En especial de Stella.
Sumado a las colas y rodillas adoloridas, la ansiedad del domingo de gala, que las vean sus familiares y amigos (Si es que los invitan) vestidas asi. Que hallan chicos lindos (Bueno… no necesariamente, pero ellas imaginan que si o si habrá chicos lindos) y ellas se vean asi, que las notas del examen sean entregadas frente a la directora…..  ¡Que luego de eso halla una charla entre sus familiares, las dorm mom y ellas!! El internado tenia un aura muy tensa por eso, tanto monjas como alumnas estaban totalmente nerviosas. Las monjas, por su parte, debían dar el informe mensual de cómo sus chicas avanzaron. Naturalmente se les exige un alto rendimiento de todas. Detallar minuciosamente su comportamiento durante el mes, los avanzes, problemas y características de cada una. Y… naturalmente sufrir las consecuencias si  ninguna había avanzado. Despues de todo, tenian todas las herramientas necesarias para ello.
-          Dado que es nuestro primer informe… seguro no habrá problemas. – Comentaba Stella. Y por eso Ortiz no se preocupaba. Ella creía en sus chicas. Stella no creía en la directora.
Mariela tubo una semana difícil igual que todas. Pero no tanto por el estudio, los exámenes y las locuras de las monjas. Eso lo pudo manejar gracias al grupo de estudios de Alice. O “ST” como ella lo llama. (Study Team ). Desde “lo que paso el lunes”  que Mariela se sentía muy rara. Sentia un…. “no se que” hacia Alice. Ella quien “la entendía” y la “apoyaba”. Y aunque aun se deleitaba viendo los castigos de sus compañeras, ya no las dibujaba siendo castigada. Al contrario, las dibujaba…. ¿peleando contra robots? Bueno, a Alice le gustaban, por alguna bizarra razón esos dibujos. Alguna, muy bizarra razón. Y a Alice no podía desobedecerla. Siempre se las ingeniaba para hacerla sentir en deuda o culpable, por no revelar su “horrible” secreto. Por eso que vio el lunes.  Por eso se veía obligada a acompañarla siempre, supuestamente era por que era su mejor amiga. Pero por mas que Mariela detectara algo sospechoso, y su sentido común hiciera sonar una alarma…. Había una amenaza en el aire. La amenaza de que el resto de las compañeras se entere de que hay en su carpeta de dibujos. Mariela se culpo mil veces por haber dibujado eso, y hasta sentía ganas de quemar esa carpeta. Pero obviamente nunca podría hacerlo. Por eso, vivía en el grupito de Alice, aunque no se llevara tan bien con Jessica, y su forma de molestar y quejarse de las gemelas. Ambas le caian muy bien. En especial Amy que parecía detectar cuando ella estaba triste y enseguida la alegraba. Muchas veces se iba a estudiar con ellas, aunque en verdad nunca estudiaba, solo las veía pelearse, jugar y hacer sus tonterías.  Sentia envidia de Rhonda que podía ir siempre que quisiera con ellas. O que parecía no preocuparle el domingo de gala.
-          Yo creo que nos va a ir bien…- Dijo Amy caminando con sus manos en la cabeza, mientras Annie se sobaba los muslos con ambas manos.
Venian de clases de gimnasia, y hasta en clases de gimnasia había examen. Y a Annie… no le fue tan bien. La profesora de gimnasia no era severa, ni estricta, pero era lo suficiente como para dejar a Annie con sus muslitos rojos y adoloridos. Luego de soportar a las monjas toda la semana, era suficiente como para que Annie estuviera al limite de sus nervios.
-          En serio?..
-          En serio, ya deja de preocuparte y tener tanto miedo. Me alteras a mi. –
-          Voy a tratar… pero…-
-          Que tal si jugamos un poco? – Sonrio Amy.
-          Jugar?...
Amy se acerco al oído de su hermana y dijo: Aun no espiamos la oficina de las Madres.
Annie se tapo la boca asustada.
-          No…. Nos van a matar. No…-
-          Dale miedosa!! ¿¿No te aburre estar diciendo a todo “Si Madre” y que nos castiguen igual?? Si vuelvo a rezar un Ave maria voy a gritaaaaar…. Y ahora encima salen con lo de la reverencia. Porfa!! Estoy cansada!!
-          Esta bien, esta bien… Pero no nos tienen que descubrir. -
En unos instantes, el duo dinamico estaba haciendo su trabajo en las oficinas. Las monjas no estaban ahí. Mientras Amy espiaba rápidamente, Annie alertaba de cualquier cosa. En unos segundos, Amy espio todo dejándolo intacto. La verdad, la idea sonaba divertida pero una vez adentro no había nada que hacer. Hasta que pensó en espiar los historiales, capaz aprendía algo de sus compañeras que no sabia.
-          Hola Annie, como estas? – Dijo Ortiz. Las gemelas despertaban ternura en ella.
-          Buenas Tardes Madre Ortiz. – Dijo Annie, y levanto su vestido imaginario haciendo una reverencia.
-          Jajaja. Ya vas a cambiarte a tu uniforme si? Sabes que hay ropa para cada lugar.
-          Si Madre Ortiz, por supuesto. – Sonrio Annie. Ortiz sintió tal ternura que le revolvió el pelo. Pero rápidamente sintió algo sospechoso. ¿Y su hermana? ¿Qué hacen exactamente al lado de la oficina? Puso gesto de sospecha, y la tierna sonrisa de Annie mostro signos de preocupación.
-          Y tu hermana?
-          Ella?Se adelanto, me dejo atrás… es muy rápida!! Si quiere la llamo.
Amy por su parte, sintió la preocupación de su hermana. Pero antes de que Ortiz intentara entrar a su oficina, Annie corrió hasta el pasillo y grito: AMYYYY VEEEN!! TE LLAMA MADRE ORTIZ!!
Se alejo, y luego volvió una Amy toda hiperactiva
-          Si madre Ortiz?Digo… Buenas tardes!!- dijo como recordándolo y haciendo una reverencia.
-          Hola Amy…- Contesto. Y luego pensó “Es imposible que estén espiando que tonta fui. Si Amy esta aca…. Un momento.” Pensó. La tomo fuertemente de la oreja, y luego vio a Amy intentando salir disimuladamente. En un segundo tenia a ambas gemelas protestando de la oreja y paradas de punta pies.
-          Lo sentimos, lo sentimos!!!
-          Como se te ocurre mentirme!!Y hacerte pasar por tu hermana con un cartel gigante con tu nombre en la playera?Y tu, espiando ahí adentro!!!
-          Lo sentimoooooooooos, ayyyyyyyy dueleeeee!!!- Se quejaron ambas. Ortiz las solto y dijo:
-          Por mi las castigaría en persona…. Pero dada mi situación y por como se portaron ambas se merecen esto.
De un tiron les saco a ambas su liston. Sus ojos se dilataron y ambas suplicaron: Noooooooooo
-          Si! Y están a un paso del purgatorio. ¡AHORA SE VAN A CAMBIAR!!
-          Si madre Ortiz… - Suspiraron ambas.
Mientras se alejaban, llenas de miedo y preocupación, Annie comenzó a lagrimear como siempre.
-          Te dije que era peligroso, te dije… sniff…-
-          Pero valio la pena…- Comento Amy en voz alta, luego de ver los historiales.
-          Como pudo valer la pena…-
-          Ahora se cosas sobre nuestras compañeritas que no sabíamos. Y también aprendimos que nuestros nombres bordados hacen que tu truco no funcione. ¡!Por algo sentía algo raro en Rhonda y Alice!! Y por eso a Mariela le permiten usar esas muñequeras…
-          ¿Por?
-          Annie, no te juntes mas con Rhonda.
Justo vieron pasar a una chica en mameluco blanco e hicieron un silencio incomodo. EL mismo que hacían cuando veian a alguna que no fuera en la sala de ocio.
-          Nos quitaron un liston y te preocupa que me junte con Rhonda? – Se quejo Annie quien continuaba aterrada. Observo un poco como la chica volvia a su habitación humillada y adolorida, tapando su cara cubierta en lagrimas, con su trasero rojo brillante tapado por el vergonzoso letrero que sentenciaba “Arrepentimiento en proceso”. El saber que estaba a un liston de terminar en su misma posición la hacia morirse de miedo.
-          Ay, Deja que te explique, y luego ves si no valio la pena.-
Aprovechando que nadie mas estaba en la habitación, las gemelas se murmuraban mientras se cambiaban de ropa. Annie no dejaba de poner cara de sorpresa, mientras Amy le contaba las historias. Posiblemente, el único momento en todo el mes en el que amy leyó rápidamente en todo el mes fue mientras espiaba los historiales.
-          Por eso tiene esas muñequeras… pobrecita. Tenemos que ayudarla.
-          No seas entrometida…- Dijo Amy. Aunque Mariela le caia bien y si quería ayudarla.
-          Lo importante aca es que entiendas que Rhonda y Alice son peligrosas. –
-          Pero… según ese historial nosotras somos dos ladronas…
-          Nosotras solo jugábamos Annie, es distinto!!! –
Annie le puso cara de traste a su hermana al verla justificarse.
-          A mi no se me hace tan malo… Rhonda tuvo una vida difícil. Capaz no tuvo opción.
-          Tu siempre tan rosa. Ahora vas a decir que Alice pensaba que vendia caramelos? O que Jessica hacia bullying por que quería ir a clases de boxeo.
-          Shhh!!- Protesto su hermana. – Nos van a escuchar.
-          Capaz podríamos contárselo a Marie…- Dijo Amy.
-          Luego yo soy la inocente. Esto debe ser nuestro secreto. Si las monjas supieran que revisamos los historiales y expedientes.

-          Oka oka… Nuestro secreto…

viernes, 2 de diciembre de 2016

cap 19


“Jajajajajaja” – escuchaban cual eco Amy y Jessica. Amy, aun sentía la vergüenza de haber sido cargada como una bebe. Estaba tan molesta que no podia concentrarse en sus estudios y encima sentía su pobre trasero herbir como una tetera. Constantemente se lo sobaba, mientras escuchaba a su tonta hermana comentar tonterías. (Por que… que otras cosas podría comentar su tonta hermana? ) En un momento se enojo tanto que se alejo y prefirio caminar sola.
Jessica también recordaba molesta y preocupada las risas. El vestido no estaba pensado para una chica con el cuerpo voluptuoso de una mujer. Apretaba sus senos, caia en bolsa hasta su cintura haciéndola ver gorda, su gran trasero en vez de verse sexy la hacia verse como si llevara pañal. Todas se rieron al verla, mientras que las modistas revisaban una y otra vez las modificaciones, y alzaban los olanes como si fueran alitas mencionando que debían almidonarlos. En un principio, la ilusionaba el domingo de Gala. Mas que nada, por que al fin iba a ver algún chico, ¡y seguro pasaba algo! Algun hermano, alguna alumna de alguien iba a haber. Pero vestida asi quien querria prestarle atención… Y lo peor, iba a ser el hazme reir de sus hermanas. Y cuando den su horrible promedio frente a la directora… ¿Qué iba a pasar? Iba a volver castigada, ¿¿mientras las monjas le daban su nota a sus padres???
Alice, caminaba por el campus nuevamente y sobándose disimuladamente. Sus ideas no le gustaron nada a las modistas, y por ende a las monjas. “Viejas anticuadas… que me importa que sea el vestido ceremonial que usan desde milochocientosnosecuanto”. Y finalmente vio a Rhonda, pegándole a una chica en el estomago. Luego de eso, le robo una botella, y la bebio disimuladamente. Salio corriendo y se escondio frente a la maleza.
“Asi que ahí anda… Esa botella será alcohol?? Hace un mes que no tomo una gota, ya lo extraño… Pero no seria de extrañar que las alumnas de una u otra manera metan alcohol… o drogas. “.
Y finalmente vio a Mariela, sumergida en sus pensamientos, dibujando bajo a un árbol, un poco escondida. Alice sabia perfectamente que dibujaba. Fue corriendo a su habitacion, tomo algo de su bolso, y corrió nuevamente hacia ella. “Fase uno en marcha!” Penso y fingio sorprenderla a Mariela.
- Hola Mariela!!
Mariela, que estaba dibujando una Amy en ropa interior, recibiendo varazos, salto sobresaltada, cerro su carpeta y vio nerviosa a su compañera.
- H-Hola…
- Marie… tengo un regalo para ti. Por ser mi primera y única amiga…. Aquí. Y por que quiero que no importa lo que pase estemos siempre juntas. – Dijo.
Mariela quedo impactada por las palabras. Palabras de amistad que nunca había escuchado. Alice se acercole puso una cofia de tela en su cabeza.



- La hice yo misma… Era un regalo que quería hacerte, para que notes lo mucho que valoro y aprecio nuestra amistad. Me gustaría que la lleves siempre puesta. – Menciono. Saco de su bolsillo un espejito y la hizo verse. No era del gusto de Mariela.
- Parece de mucama…- Dijo, pero Alice fingio ofenderse.
- De mucama? Mariela… Es mi regalo… No te gusto?
- No!!- Exclamo preocupada. – Es que…
- Es gothica… crei que te gustaba lo gothico. Como siempre vistes de negro. ¿Conoces la moda Gothica?
Mariela negó con su cabeza.
- Pues te ves preciosa con ella. Yo creo que resalta tu personalidad y te hace ver como una chica muy bella e interesante. Mariela…- Dijo, tomándole las manos. – Yo quiero ser tu amiga… no importa lo que hagas.
Esas ultimas palabras chocaron como un ferrocarril en tus oídos.
- L-Lo que haga?.
- Si Marie… se que eres una pecadora. Pero para eso estamos aquí. ¿Para que nos purifiquen del pecado no es asi?
Mariela recordó que Alice frecuentemente leia la biblia. Y asocio obviamente que era muy religiosa.
- Vi tus dibujos… y cuando vi el que hacias recién. De esa chica… desnuda, siendo azotada. Al principio me preguntaba por que…
Los ojos de Mariela inmediatamente se llenaron de lagrimas. Esta era su peor pesadilla. Al instante se hizo mil preguntas y se culpo por mil cosas, hasta que alice la abrazo.
- No Marie, no llores. Se que no es tu culpa. El demonio esta tentándote. No se lo contare a nadie, no te preocupes. Las amigas, nos hacemos favores entre nosotras…. Y yo te quiero por como eres.
- G-Gracias…- Contesto llorando Mariela y la abrazo.
- Vamos a estudiar a la biblioteca. Si? – Dijo limpiándole las lagrimas.
- S-Si!! Gracias!!
Mientras iban por sus bolsos a la biblioteca, se encontraron a las gemelas, y a una muy enojada Jessica, las 3 estudiando juntas.
- Jajaja… Marie, que haces con eso puesto? – Pregunto Amy burlándose.
- No la molestes… le queda lindo. – Dijo Annie.
- Me… lo regalo mi amiga. – Contesto Mariela sintiendo que tenia alguien que la entendia.
- Jessica. Vendrias con nosotras?
- Para que?
- Necesito… que hablemos…. – Dijo, dando entender que quería algo. Jessica se puso de pie y pregunto.  – Si? –
- Recuerdas que la primer semana te preste los puntos?
- Si, me los vas a cobrar?
- No, no te los voy a cobrar. Que grosera. Solo quería que estudiaramos juntas asi no te la pasas castigada, pero …- explico Alice, fingiendo estar molesta.
- No, no, lo siento. – La interrumpio Jessica. – Estoy de mal humor.. solo es eso… Si, quiero que estudiemos juntas. Hay…. No me sale entender algunas cosas…- Explico.
- Vayamos a la biblioteca no? Ahí hay menos ruido.
- Si, jajaja. – Se rio Jessica. Vio la diadema de Mariela, y decidio ignorarla. Luego continuaron por su parte.
Mientras caminaban, se acerco Ortiz y al ver la diadema de Mariela la freno.
- Mariela… Te ves linda con ese accesorio, pero tu uniforme es de esta manera por algo. –
Antes de que de la orden de castigo, Alice interrumpio.
- Es un regalo mio… Que se lo hice como agradecimiento por todo el tiempo que pasamos juntas. No puede al menos elegirlo como su objeto personal?
- Emm… si, eso… podría ser.
- Si alquilamos prendas, podes dejar de usar el uniforme al pie de la letra. Por que no puede solo llevar un accesorio que es importante para ella y elegirlo como objeto personal.
- Tienes razón, esta bien.
- Pero mi objeto personal es mi carpeta de dibujos.
- ¿Tu no ibas a clases de Arte? Puedes continuar dibujando allí no? Cualquier cosa, alquilas tu carpeta con puntos. – Explico. – Y asi, te dedicas mas al estudio con nosotras, y te mantienes alejada del pecado.
Alice lo dijo como algo general, pero Mariela entendio claramente el mensaje. “No puedo vivir pensando asi en ellas… si tengo muchas ganas de dibujar… lo alquilo y listo…. Pero es verdad, es mejor concentrarme en estudiar…”
- Si, quiero elegirla como objeto personal.
- Muy bien Mariela. Entregame tu carpeta de dibujos, la guardare en tu bolso hasta que la alquiles de vuelta. –
Mariela entrego su carpeta, la cual tenia un bolsillo especial con todas sus plumas y colores. Y conservo la cofia en su cabeza, la cual combinaba con sus anteojos negros y trenzas.

“Fase 1 completada”