jueves, 17 de noviembre de 2016

Cap 11

- Paf… PAf… paf PAF PAF!!! –
Mientras Mariela rezaba en el rincón, escuchaba a su compañera ser sonoramente nalgueada. En silencio, volteo para ver si alcanzaba a ver la nalgueada, sintiendo mariposas en su estomago. No solo disfrutaba ver a las gemelas ser castigadas, también era fascinante verla a Jessica y a Rhonda. Lo único detestable era cuando le tocaba a ella. ¿Soy insistente al decir que Mariela nunca había ido al rincón? Solo lo había visto en caricaturas y en sobrinitas.
“Hace cuanto tiempo estare aca…. Ya me duelen los brazos… y las rodillas me duelen horrible… Y solo llevo 1 padre nuestro y 3 ave marias…” Penso espiando de reojo. Desde su posición, apenas alcanzaba a ver la cama, y el rostro de Rhonda mientras recibia los azotes. Naturalmente se tardaba bastante ya que apenas se concentraba en rezar. Sus orejas estaban hipersensibles ya que lo único que podia ver era el rincón.
Rhonda crecio de orfanato a orfanato, acostumbrada a institutrices injustas, compartir habitaciones y uniformes viejos. Sabia perfectamente que es mejor no contradecir viejas locas, que es mejor usar el uniforme como te dicen, que es mejor tener tus cosas ordenadas… no por las reglas sino por vos misma. No hay muchas posesiones personales y tienen a desaparecer con demasiada facilidad. Lo que no sabia era hacerse trenzas.
Stella se encontraba frente a un dilema. Nalguear a Rhonda era como pegarle a una almohada o a una bolsa de papas. Su cuerpo ligeramente se movia hacia adelante con cada azote y ella no daba muestras de dolor. Stella daba azotes rapidos y sobre la falda no para castigar a las alumnas, sino como una advertencia. Pero a partir del azote numero 10, intento hacer que Rhonda sienta las nalgadas. Concentro los azotes en un solo lugar pero nada. Los últimos 3 se los dio bien fuertes, y finalmente consigo que Rhonda flexione ambas rodillas y suelte un pequeño gemido. Ya de pie, le dio la orden de hacerse sus trenzas.
“No puedo creer que haya soportado tanto sin gemir” Penso Mariela aun volteando. Suponiendo que Stella no la miraba, quito sus brazos de su posición y apretó varias veces sus manos. “Cansa tanto estar asi…”
Para su sorpresa, Stella si la había visto. Miro rápidamente al rincón, y continuo rezando con los brazos  en su espalda.
PAF PAF PAF!!
-          OWW AYYY!!!- Sollozo Mariela.
-          No creas que no te escuche. Empezas desde el principio. La nariz entre las dos paredes. Y arrodillada derechita. No estas descansando, estas arrepentida por tu indisciplina.
-          SI Madre STELLA!- Exclamo asustada. Se arrodillo derecha y con la nariz entre las dos paredes. Antes tenia su peso descansando en sus pies, ahora debía mantenerse erguida. Recordo que era la pose que Alice tenia en el rincón.
-          Reza todo el misterio desde el principio. Hasta que no vea que cumplas tu castigo como corresponde no salis.
-          S-Si Madre Stella.- Suspiro. – Padre nuestro…- Comenzo.
Mientras rezaba, pensaba por dentro. “Creo que hasta prefiero las nalgadas… Estoy muy cansada… No hay forma de salir de esto mas que cumplir el castigo…. Y encima sigo en exhibición. Quiero voltear pero ya no me animo… Me va a quitar mis listones… Mi espalda duele…” Protesto. Recordo a la chica en mameluco de castigo y el morbo que le dio. “Pobrecita… pensar que ella esta pasando por lo mismo…” Luego de eso pensó en el morbo que le daría imaginar a las gemelas en esta posición. Y mientras lo hizo, titubeo un poco, dejando de rezar. Al instante sintió la nalgada.
-          Owww!!
-          Esa oración la inicias de vuelta.
“Esta atrás mio….? Mejor dejo de penjsar en tonterías y termino de rezar rápidamente… Mis rodillas duelen…” Protesto.

Una vez que termino el castigo de Rhonda, todas continuaron con sus cosas.  Para la sorpresa de Stella, Rhonda no daba signos de querer sobarse, al contrario de Jessica que no lo hacia por orgullo pero se notaba que su cola aun sentía el hervor.
Rhonda, frente al espejo, intento hacerse trenzas sin excito. Al instante una rubiecita se teletransporto al lado suyo.
-          No sabes hacerte trenzas? Yo te ayudo, dejame.
-          No es…- contesto pero enseguida Annie comenzó a jalarla de su brazo como una niña.
-          Vamos vamos, siéntate aquí!! Yo te enseño!!- Exclamo. La “obligo” a sentarse (annie realmente no podría obligar a nadie a hacer nada) y desarmo su pelo. Le saco sus listones y cepillo y comenzó a cepillarle el cabello con la dulzura característica de Annie. Dulzura que Rhonda había sentido muy pocas veces en su vida.
-          Woooooooooow, no puedo creer que hallas resistido tanto sin quejarte. Como hiciste?
-          Sencillamente lo hice…- Respondio Rhonda.
Las chicas justo estaban teniendo esa charla detrás de la castigada Mariela quien quería escuchar todo. Pero no podía, Stella iba a nalguearla de vuelta y capaz obligarla a empezar desde el principio. Intento no dejar de rezar de vuelta y asignar una parte de su cerebro a rezar automáticamente. Mientras lo hacia, volteo levemente y justo vio una reacción adorable de las gemelitas.
Pero retrocedamos en el tiempo, ya que Mariela es dibujante y para ella todo se basa en escenas. Ella miraba triste y castigada el rincón. Un rincón que pocas cosas emocionantes tiene. Avergonzada por lo que paso y mostrando cual ejemplo un ridículo calzon semanal…. Con el dia equivocado, escuche la dulce voz de las gemelas, una peinando a rhonda, la otra celebrando lo mucho que aguanta. En ese preciso momento, Mariela voltea y ve a Rhonda sentada, Annie de pie atrás (es muy bajita y rhonda muy alta ) peinándola y Amy sonriente delante, con sus manitos en la cintura. En ese momento en el que Amy festeja lo mucho que Rhonda aguanta, Amy se rie soba su cabeza con una mano y su cola con la otra. Annie se soba la cola con una mano, mientras que con la otra toma el pelo de Rhonda deprimida y se pone cabisbaja. Y al unisono dicen: Yo lloro apenas recibo 5 nalgadas…
PAF!!
-          Mariela, que haces volteando de vuelta!! Y por que ya no rezas?
-          Ayyy!!
Stella la nalgueo varias veces hasta que la chica tomo su nalgas con ambas manos.
-          Desde el principio…
-          Ya llevo como 3 horas aca.
-          Y sin chistar!!- La regaño.
“Esto es horrible… la próxima elijo nalgadas a esta… mierda… Pero esa imagen… tengo que dibujarlas.” Penso.
-          No te escucho Mariela. Y ponete en la posición que te dije.-
Mariela suspiro. “Voy a tener que cumplir este estúpido castigo o me va a tener aquí 3 horas…” – S-Si Madre Stella.- Contesto. Cerre los ojos, mantuvo su posición y comenzó de vuelta a resar el rosario.
La conversación de las chicas continuo, y aunque Mariela continuaba escuchándolas estaba decidida a dejar el rincón.
-          Ahí estas. Te quedan re bien!!- Festejo Annie.
-          Gracias…
-          Ahora te toca hacérmelas a mi.
-          A ti?... Pero no se.
-          Ufff ya te convenció para que la peines.- Dijo Amy.
-          Aun no me convenció. – Protesto Rhonda. Pero en dos segundos Annie ya estaba sentada delante de ella, con su pelo desarmado y sus listones en las manos.
-          Jajaja te lo dije.
-          Pero…
-          Por favooor…
-          Ay…Annie ama que la peinen. Ahora te lo va a pedir todo el tiempo. ¿queres tu conejito bebita? Siempre lo abraza mientras la peinan.
-          NO. No lo quiero. Dale, péiname… Necesitas aprender. O vas a tener todos los días el mismo problema.- Protesto Annie cruzada de brazos. Convencida Rhonda comenzó. Amy estaba celosa. Ellas siempre se peinaban entre ellas. Bromeando, le dio su conejo y efectivamente ella lo abrazo. Rhonda no sabia peinar, lo hacia torpemente y tironeándole el pelo.
-          N-no importa…- Decia Annie ocultando el dolor.
-          Si, es mejor darle unos tirones o se duerme. – Se burlo Amy. Pero era verdad.
Rhonda intento numerosas veces peinarla. Amy y annie la ayudaban.
-          No quedaron tensas.
-          Y los listones… de vuelta!!- Insistio Annie. Rhonda ya estaba cansada, pero Annie era tan dulce que la envolvía en un aura de calidez.
Mariela, luego de muchos intentos se levanto del rincón. Se sintió deprimida, agotada, con su cuerpo, sus brazos, y por sobre todo sus rodillas adoloridas.
-          Ahora a bañarte. ¡!Rapido!!
-          Si Madre Stella. – Suspiro Deprimida. Tomo su toalla, el calzon correspondiente y rápidamente fue a bañarse.
-          Madre stella.
-          Si Kant?- Pregunto la mujer. La niña era la imagen viva de un angel.
-          Quiero ir a la biblioteca… para poder concentrarme. Puedo?
-          Por supuesto que si. Y que aplicada que eres. 10 puntos por eso.
-          Muchas gracias Madre Stella.- Dijo con una pose de agradecimiento, sus manos entrelazadas adelante y bajando levemente su cabeza.
-          Hey… entonces yo también puedo irme? – Protesto Jessica.
-          Si, solo vendre para ver que Mariela si use su uniforme como corresponde.

Deprimida, Mariela se baño y viendo el ridículo calzon, se lo puso. “No puedo creer que fui castigada por algo asi…” pensó. Intento hacerse sus trenzas cuidadosamente recordando el castigo que recibió Rhonda. “Creo que ya están bien…” suspiro, viendo uno de sus listones y recordando a la chica en mameluco blanco. “Mejor me apuro” Suspiro nuevamente.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Cap 10


Stella suspiro. Y comenzó: Veo que aprendiste tu lección de anoche. Se ve bastante ordenado. – Comento. Efectivamente fue cierto. Era de las primeras veces que Mariela ordenaba sus cosas y armaba su cama por su cuenta.
- sin embargo…- Dijo y la hizo pasar al medio del pasillo. – Sos el perfecto ejemplo de como NO usar el uniforme!!! Mira esas trenzas desprolijas!!Esos listones!!La blusa del cuello va abotonada señorita!!!Como puedes hacer para que hasta unos soquetes estén mal puestos!!Los olanes están adentro de las guillerminas y ni siquiera estas están bien abrochadas!!-  La regaño.
El rostro de Mariela se puso rojo como un tomate mientras la usaban de ejemplo. No sabia que decir, nunca la habían regañado tanto por un uniforme… en su anterior escuela no usaban. Y desde los 10 que no usa ropa tan pomposa y femenina.
- Y estoy segura de que si te volteo encuentro mas cosas.- Dijo Stella. Rapidamente la tomo de los hombros obligándola a girar y mostrar su espalda al resto de las chicas. – Las trenzas deben dejar una raya perfecta. En cambio están sueltas y hechas asi nomas. Mira, ¡¡el jumper solo tiene un botón puesto!! – protesto. Luego de eso, alzo su jumper. Avergonzada, Mariela tapo su cola y ella le quito las manos. Al instante escucho las risas de sus compañeras.
- Y por esto es que deben usar calzones semanales. Acaso hoy no te bañaste?Esto es una absoluta falta de higiene! –
Mariela entendio rápidamente todas las burlas de las gemelas. Estaba tan dormida y tan obsecionada con Annie que cuando se puso el uniforme se olvido de cambiarse de calzon. Su cara, orejas y hasta cuello se pusieron rojos.
- Llamas o Arrepentimiento! – Ordeno.
Su cola había recibido 100 azotes ayer y aun dolia. Recordo el folleto y muerta de vergüenza se fue al rincón. Nunca había ido al rincón antes. Si, la habían castigado… unos cintazos, como todas. Pero “rincón?” . Titubeante, llego a el, y miro hacia atrás. Stella se acerco y levanto su falda, trabandola en el cinto del jumper.
- No!!- Protesto Mariela avergonzada.
- Si, asi todas ven lo indisciplinada que sos. Y ya llevo contando 5 segundos asi que ahora tendras que rezar dos misterios. Cuando termines, te bañaras y espero verte con tu uniforme impecable o te espera otro castigo. Apurate si no quieres que te quite el liston!!-
Asustada y humillada, Mariela finalmente se paro en el rincón, se quito el rosario y se arrodillo ahí. Volteo a mirar hacia atrás. Nunca había hecho esto antes. Sentia que todas la miraban. Y encima… su calzon…
“Que vergüenza… Dios… nunca sentí tanta vergüenza en mi vida…” Protesto. Las chicas continuaban riéndose y esto volvia todo aun mas humillante para Mariela. Intento poner sus brazos como decia el folleto, cerro sus ojos y se concentro en rezar en voz baja. – Padre nuestro que….-
- Jajajaja… en verdad no crei que no se fuera a dar cuenta. – Se rio Amy.
- Y con todas las pistas que le dimos…- dijo Annie.
- Dejen de burlarse de mi!!- Protesto Mariela abriendo sus ojos. Al hacerlo, vio el rincón y la pared frente a ella.
– Por que no me dijeron!! Podria haberme salvado de…. OWW!!- Exclamo y se movio en sus rodillas.
- Las niñas castigadas NO pueden hablar. – La regaño Stella dándole una sonora nalgada. Las chicas se rieron nuevamente y Stella regaño a las gemelas. – Y ustedes. Dejen de molestarla. No hablen a quienes están en arrepentimiento.
- SI madre Stella. -Respondieron ambas al unisono, con tono angelical. 

martes, 15 de noviembre de 2016

cap 9

Fe de erratas. Si vieron en alguna parte que las palabras terminadas en oso terminaban en conejito misteriosamente.... No, no es ningun codigo secreto ni una referencia a los illuminati. Es que se me hizo demasiado cliche un oso de peluche y lo cambie por un conejito ....... ;V Y bue, cuando elegi "remplazar" en word esto fue lo que paso. Por eso, los azotes dolorosos se transformaron en azotes dolconejitos. 




5 Am de la mañana. Y Ortiz abrió la puerta. Ella prefirio adelantarse a Stella quien continuaba durmiendo. Ella se quedo hasta muy tarde escribiendo informes de las alumnas, que quedarían en sus expedientes.
- Niñas a levantarse!!
- Tan temprano!!- Protesto Jessica.
- Si, tan temprano! Y cuida esa forma de responder.
Alice y Rhonda se despertaron también, con mucho sueño. Mariela se levanto e inmediatamente sobo su trasero aun adolorido de anoche. Fueron 60 azotes uno tras otro, mas los 40 de la mañana.
- Es un nuevo dia. Vamos. A las 6 habra chequeo de uniformes por parte de Madre Stella. A las 7 comenzaran las clases. Para entonces deben estar listas y desayunadas!–
- ….si…- Protesto la niña somnolienta. No le gustaba ese camison. Se veía muy tonto en ella y le daba vergüenza. A tal punto que preferia el uniforme. Y no quería que se le haga tarde. Atontada se desvistió y busco la blusa de marinera. Se la puso sin siquiera abotonarla y luego el incomodo jumper. Claro, los botones que alcanzaba. Cepillo rápidamente su pelo, trenzas, listones, guillerminas y ya. Se veía muy desprolijo pero no le importaba. Pero en todo este suceso, había una chica que aun no despertaba. Annie Hastur. Ni con aplausos se despertaba.
- No va a despertarse…- Dijo Amy. – Ella nunca despierta tan temprano.
- Vas a ver como si. –
Con suavidad, Ortiz la tomo y la coloco en sus piernas.
Amy se tapo la boca intentando no reírse. Se notaba que Ortiz solo jugaba, si fuera un castigo usaría su vara. Pero el libido de Mariela se disparo. Se quedo petrificada en su posición y el tiempo comenzó a pasar en cámara lenta para ella. Lentamente (para Mariela) Ortiz levanto su camison rosa, mostrando sus nalguitas y la ropa interior reglamentaria. Amy no dejaba de reírse. SE bajo e intento ver la cara que iba a poner su hermana. Finalmente PAF! Cayo la primer nalgada.
- Ayyy ayy ayyy!!- Protesto Annie tomando su cola. Volteo a todos lados confundida y luego vio a su hermana muerta de la risa.
- En donde estoy?
- Es hora de despertarse.
- Que hora es???
- Son las 5 am.
- Las… 5 am…?- Protesto Annie sintiendo el sueño apoderarse de ella.
- Si, es la hora a la que las niñas se despiertan!- LA regaño dándole varias sonoras nalgadas.
- Ay ay ay. Siii, ya porfa!!-
Finalmente Ortiz la dejo levantarse. Y luego de sobarse un poco Annie ya se despertó. La nalgueada no dolio, a tal punto que ella ni siquiera lloro. Pero Mariela quedo petrificada. “Tengo que dibujar eso…” era lo único que podia pensar. Eso y las formas de dibujarlo. Finalmente con las 6 despiertas, Ortiz se retiro.
- Ya deja de reírte…- Protesto Annie sonrojada sobándose.
- Jajaja, deberías haber visto tu cara. Marie!!- Exclamo. Mariela despertó y Amy le dijo: Ven, vamos a desayunar. Ya en uniforme??
- Si…- Dijo ella y las siguió. Annie se encontraba totalmente somnolienta. Y Mariela, además de eso, no dejaba de pensar en la cola de Annie, y toda la escena. La repetia en cámara lenta una y otra vez en su cabeza, y la detenia a cada rato intentando evaluar como seria el mejor dibujo.
Amy rápidamente se desperezo y volvió a ser la Amy hiperactiva de siempre. Cosa que realmente fastidiaba mucho a su hermana.
- Quedate quieta!!!-
- Vos despertate!! –
- Son las 5 ¡!-
- De todas formas, debes despertarte!!!
Pero Mariela estaba muy perdida en sus pensamientos para prestarle atención a OTRA pelea de las gemelas. Finalmente llegaron al comedor, y Annie ya estaba mas desperezada. Reservaron un lugar, y dos de ellas fueron por los desayunos. Mariela se sento con dificultad, y al hacerlo noto que ambas estaban mas risueñas que de costumbre. Se hablaban al oído y se reian. “Se burlaran de que me nalguearon estas taradas?” Penso Mariela enojada.
- Que bueno que ya no es lunes…- Dijo Annie. Amy rio y respondio:
- Si, hoy va a ser un lindo Martes. –
Mariela no entendio nada y volvió a perderse en sus pensamientos. Pronto las risas se interrumpieron y las chicas hicieron un ruidoso silencio. A tal punto que Mariela despertó y las miro.
- Pobrecita… que habrá hecho? – Pregunto Annie.
- Quien?- Respondio Mariela.
- La chica en uniforme de castigo. Alla.
- No la señales!!-
Muy cerca de ellas estaba desayunando una monja junto a una chica en mameluco blanco. Mariela vio una en uniforme de castigo por primera vez. La terrible dificultad que tenia la pobre para poder sentarse la hizo dirigir su atención al trasero de la chica en cuestión, y luego de eso, al cartel en su trasero. Verla tan humillada y adolorida la lleno de indignación y miedo. Al igual que alice, lo había visto en el folleto. Pero una cosa es ver dibujos y otra ver a una chica padecerlo en persona. Ahora entendia por que Amy tenia tanto miedo de que le quiten sus listones. Pero sumado a verla a Annie ser nalgueada en primera fila, esta imagen genero un profundo morbo en ella. “Tengo que dibujarla primero a annie para poder dibujarla a ella.” Penso rápido. Desayunaron en silencio y salieron del comedor.
- Que miedo…- Penso Annie.
- A nosotras no nos van a quitar nuestros listones nunca.
- Como sabes? – Protesto Annie.
- Por que no…- respondio secamente Amy, intentando disimular su miedo. El verlas y saber que les podia pasar lo mismo las aterraba.
Cuando llegaron a la habitacion, Mariela enseguida saco su carpeta. Penso en empezar por detalles que nadie sospeche, y luego terminar lo mas importante. Pero apenas vio su camison rosa, hecho un bollo y la cama desarmada pensó en primero arreglarlo. Aprendio la lección ayer, Stella es muy estricta con el orden. Obedientemente ordeno mientras las chicas la veian y se seguían riendo.
- De que se rien??
- De nada… Hoy va a ser un hermoso Martes, no es asi?
- Si, mucho mejor que ayer que fue Lunes!
Mariela no entendia sus códigos extraños. Las chicas tomaron sus toallas, uniformes, y se fueron a bañar.
- No te vas a bañar?
- Ya me bañe ayer.
- Ayer lunes?- Bromeo Annie y ambas se rieron. Finalmente Mariela estaba sola y la pluma cobro vida propia. Se acostó en su cama boca abajo y empezó a dibujar sin parar. El dibujo era simple, Annie sobre las piernas de Ortiz, con su cola al aire, intentando taparla y haciendo puchero. Su hermana esta frente a ella, viéndola y riéndose. Aprovecho para bocetear la chica en uniforme de castigo, aunque quería retratar perfectamente la humillación, resignación y dolor que vio en su rostro.
- Niñas. Inspeccion de uniformes y Orden. –
Mariela volteo. – En que momento llegaron todas? –
Stella se acerco, vio a las gemelas de arriba a abajo. Las volteo. Hasta alzo su falda, frente a lo cual ambas caras se pusieron rojas como un tomate.
“En verdad inspeccionan eso…” Penso Mariela, sonrojándose con anticipación. Sin embargo para Stella no era mas que control.
- Uniforme impecable. Y huelen muy rico. Peinado impecable. 20 puntos para ambas.
- Yay!!!- Festejaron. Ambas se habían peinado y vestido entre ellas, como lo hacían desde niñas.
- Y su lugar también se ve impecable. 20 puntos mas!
- Yaaaaaaaay!!- Festejaron mas animadamente., tomándose de las manos y saltando. Tambien desde pequeñas hacían juntas el orden de su habitacion. Las mucamas tenían la orden de no tocar su habitacion y sus padres creían en la disciplina. Sin embargo, eran consentidas ya que no siempre la aplicaban. Era difícil no ceder ante la ternura de ambas. Y ellas lo sabían.
- 10 puntos extras por haberlo hecho bien. Sigan asi.- Dijo poniendo una mano encima de sus cabezas y mimandolas. Ambas sonrieron de oreja a oreja y se dejaron mimar, sabiendo que su ternura les habia dado puntos extras. Toda su vida han abusado de la única ventaja de continuar siendo tan pequeñas a pesar de su edad.
“Sonrien y se dejan acariciar la cabeza luego de que le dan puntos. Parecen cachorritos. Bueno… Amy seria una gatita y Annie… ummm conejita? Tengo que dibujarlas asi.” Penso Mariela.
Luego se acerco alice.
- Sus anteojos. – dijo La mujer. Entregándoselos.
- Muchas gracias Madre Stella.
La chica era hermosa, y tenia un aspecto angelical. Ademas de su comportamiento sumamente educado. Rapidamente gano los 50 puntos. La siguiente fue Jessica. Criada por mucamas, nunca tendio una cama en su vida. Y sumado a eso, no era precisamente de las que les fascine usar uniforme.
- Veamos…. – Dijo la mujer mirándola fijamente. Se puso las manos en la cintura. Y aclaro.
- Los botones de la blusa van todos abotonados..- Protesto abotonándolos hasta su cuello. Jessica puso cara de bronca pero intento no protestar. Violentamente la volteo y levanto su falda.
- Que hace!- Protesto Jessica tapándose. Y le dieron un tiron de oreja. – Reviso su uniforme!! El jumper también se abotona hasta arriba. Para eso están los botones.
- No llego.
- Como puede ser que Alice llegue y tu no. – Protesto. Pero vio que sus trenzas y listones estaban bien. Naturalmente, Jessica peino numerosas veces a su hermana menor. Le daba vergüenza volver a usar trenzitas, pero luego de leer el folleto y ver como salían las chicas del purgatorio…
- Llamas o arrepentimiento Jessica.
Frente a la frase, Jessica apretó los dientes. Roja por la furia adopto la posición. Stella intento azotar rápidamente la parte que el jumper alcanzaba a tapar. Los azotes no eran fuertes, y la gran cola de Jessica ofrecia resistencia. A partir del decimo su rostro y piernas mostraron signos de dolor. Finalmente en los últimos 3 solto leves gemidos. Se paro molestísima, cruzada de brazos. Queria sobarse, pero no mostraría eso frente a las demás chicas, y menos frente a la estúpida de Stella.
- Y mira tu cama!! Llamas o arrepentimiento!-
- Me vas a castigar solo por la cama?- Protesto Jessica.
Pero la monja continuaba contando hasta 10. Al decimo, la niña cedió, indignada y totalmente furiosa. 
Nuevamente, los azotes cayeron una y otra vez sobre la parte que el jumper tapaba. Stella hacia esto para reducir el dolor. La parte mas carnosa de los glúteos era la que mas resistia, la que el jumper tapaba y que además era amortiguada por la tela. Pero dado a que el jumper tapaba solo ¾ de la cola, todos los azotes caian en esa parte. Jessica ya estaba adolorida, y no pudo evitar menear su trasero y gemir desde el primero hasta el azote numero 40. Pero no abandono su posición. Se puso de pie furiosa, con mas lagrimas de coraje que de dolor. Las chicas podían ver como sus piernas se movían en su lugar, intentando disimular el dolor.
- Ponte a armar tu cama. Si no se ve prolija lo haras de vuelta.
- S-Si…- Dijo furiosa.

Finalmente fue el turno de Mariela. 

lunes, 14 de noviembre de 2016

cap 8

- Rhonda Lynd no comio. Mariela Gomez tampoco. – Dijo Stella.
- Vayamos a las habitaciones ya. – respondio Ortiz.
Ambas finalmente habían superado sus diferencias. Acordaron que ambas partes eran necesarias. Pero Stella insistió en la importancia de seguir cuidadosamente el método disciplinario que les habían impuesto. Ambas lo sufrieron en carne propia, durante sus años de estudiante y sabían lo tedioso que es. Ortiz obedecio, sabiendo que las represalias por no seguirlo serian iguales a las que recibió en sus años de estudiante.
Cuando llegaron a la habitacion de las niñas, lo primero que vieron es a Amy bailar con el walkman en su mano.
Annie, leia la biblia, tomaba el rosario, y por lo visto rezaba. Alice también leia la biblia. Mariela se veía nerviosa, como si recién hubiera terminado de cambiarse. Su uniforme continuaba en la cama. Jessica se veía muy molesta, leyendo el folleto. Hasta ahora no habían visto a esa chica sin cara de enojada.
- Ya deja de bailar!- Protestaba jessica.
- Si no lo hace no puede dormirse. – Se rio Annie.
- Tu no puedes dormir sin tu conejito de peluche, por eso lo elegiste como objeto personal.
Jessica y Mariela se rieron y Annie se sonrojo. - Que haces?-
- Intento aprenderme las oraciones… Aca hay una explicación sobre como es el rosario y como se reza… Sabes que odio las…- Dijo annie, no animandose a decir la vergonzosa palabra.
- Y yo odio el rincón.
- Pues no vayas. –
- Ninguna necesitara ir si hacen caso y se portan bien. – Comento Ortiz. “AWWWWWWWW que tiernas se veeeen!!!” Penso Ortiz conteniéndose. Pero con su cabello suelto, el camison rosa con cuello blanco recto, el moño en sus cuellos y su nombre bordado con cruzes se veian absolutamente adorables.
- Chicas, revisión de uniformes. – Aclaro Stella. Ortiz no interrumpio en la tarea que Stella sabia hacer bien. Todas se pararon al lado de sus camas, Mariela estaba especialmente nerviosa.
- Rhonda donde esta?
- No la vi en todo el dia. – Dijo alice. El resto la confirmo.
- Ire a buscarla. – Menciono Ortiz.
- Podras con ella?- Pregunto Stella. Es una chica alta, ruda, acostumbrada a la calle.
- Claro que si. – Sonrio Ortiz, y se fue. Stella reviso que cada una use sus camisones. Finalmente termino y dijo: Muy bien, 10 puntos para todas.
Naturalmente despertó una sonrisa entre todas y luego continuo:
- Ahora revisión de armarios.
- De armarios?- Protesto Jessica. Stella se enojo ante la respuesta, pero Ortiz le pidió que sea mas flexible.
- Solo revisare que haya un orden. Piensen que ahora son solo 6, pero hay espacio para 14 alumnas mas. Si estuvieran todas desordenadas seria un caos. –
Se acerco a las gemelas. Ellas asustadas por lo que vieron, ordenaron todo a la perfeccion.
- Muy bien chicas, 20 puntos.
- Alice. 20 puntos.
- Madre Stella. – Dijo Alice de forma Angelical.
- ¿Si señorita Kant?
Ella entrego su cepillo con espejo combinado y pregunto: ¿Puedo cambiar de objeto personal?
- Si, ¿cual deseas?
- Me gusta mucho leer… pero mi vista se cansa. Y este ahora no tiene mucho uso. Tengo unos anteojos que sirven para descansar la vista. –
- Si quieres, te recetamos unos.
- No por favor… prefiero los mios. Les mande a hacer el marco exclusivamente, y soy muy vanidosa. ¿No hay problema que elija eso como objeto personal no es asi?
- Claro que no pequeña. – Dijo stella, intentando ser menos “dictadora”. – Te los entregare mañana a primera hora. –
- Muchisimas gracias, Madre Stella. – Respondio la chica educadamente.
Jessica, había guardado su uniforme y ropa, también asustada por lo que vio. Y por eso estaba leyendo el folleto. Luego de ver eso, y sabiendo que pasaría por lo mismo si le quitaban su liston, se sintió acorralada. Ortiz le demostró, que la fuerza no la salvaría en esta ocasión. Muy molesta leia el folleto, y hasta pensó en aprender a rezar un rosario. Lo pensó poco tiempo, pero aun asi leyó el resto cuidadosamente.
Sin embargo no la guardo prolijamente. Stella lo detecto al instante y hasta pensó en darle un castigo por eso. Pero se contuvo.
- Jessica cintio, 10 puntos.
- ¿Por que yo tengo menos puntos que ellas?- Protesto Jessica.
- Tu armario no se encuentra lo suficientemente prolijo. – Sentencio.
-Es injusto!- Continuo protestando jessica.
- Te hubiera parecido mas justo que directamente te castigue y no te de puntos? Guarda prolijamente tu ropa como tus compañeras y ganaras 20 puntos. – Sentencio Stella de vuelta, seriamente. Jessica se quedo callada, un poco asustada por la reprimenda. No la asustaban los azotes, pero recordó inmediatamente lo que vio en la sala de ocio.
Finalmente toco el turno de Mariela, quien estaba sumamente nerviosa.
- L-Lo siento… es que no llegue a tiempo y…-
- Llamas o arrepentimiento. –
“G-Genial…” Protesto para sus adentros Mariela sonrojada. Recien había dibujado a sus compañeras y ahora…. Pasaría por el mismo castigo de vuelta. Se inclino y tomo sus rodillas, apretando los dientes. Esto hizo que su cara se ponga aun mas roja todavía. Los 20 azotes cayeron rápidamente uno detrás del otro. Dolieron mucho e hicieron que Mariela patalee. Pero no que llore. Se sintió mucho mas tranquila al ver que no alzo su camison para hacerlo. Cuando volvió a su posición, sobo su trasero, y fue mas la vergüenza que el dolor. Se sentía mas tranquila, y sintió que el dibujo la ayudo a relajar todos los sentimientos que sintió durante su primer nalgueada.
- Guarda tu uniforme correctamente Mariela.-
- Si Madre Stella…ow…- respondio, y lentamente comenzó a guardarlos. Cuando finalmente termino , Stella continuo.
- Ademas, no has comido, ¿no es asi? – Pregunto. Mariela sintió su corazón latir nuevamente.
- Es que…
- Necesitas alimentarte. No hay razones que valgan. Llamas o arrepentimiento. –
- N-No por favor… me distraje!!- Suplico Mariela. La monja continuo contando.
- En serio, no vuelvo a hacerlo, por favor…- insistió. Su cola ardia luego de la nalgueada, y sabia que esta vez si lloraría. Pero recordó la advertencia de Amy. Antes de los 10 segundos, suspiro, y adopto la posición con sus ojos llenos de lagrimas. Finalmente, Stella le dio  40 dolorosos azotes, en los cuales Mariela nuevamente pataleo, gimio y suplico. Adolorida, y llorosa, se la llevo a comer.
- Continuen tranquilas. Recuerden a las 12 se apagan las luces. –
Las chicas continuaron en silencio. Amy se encogio de hombros, puso sus auriculares y dijo: “por eso es importante leer el folleto”
Mientras Stella se encargaba de la jovencita distraída, Ortiz buscaba a Rhonda rápidamente. “Si estuviera en los pasillos, ya la habrían traido. Debe estar en el baño…”
Efectivamente, en el baño, Rhonda lidiaba con el proceso a su manera. Apenas supo que no podia salir, busco un lugar a solas por todos lados. Al no encontrarlo, opto por encerrarse en uno de los baños. De todos los lugares donde había sido enviada este parecía el peor. Ya pensaba que se había liberado de esta pesadilla. Sin embargo, no la alertaba tanto las numerosas reglas, o el sistema recompensa/castigo. Le alarmaba sentir que perdió de vuelta su libertad. Esta seria su cárcel. Ya lo sabia.
- Rhonda, estas ahí!!- Escucho gritar. Era Ortiz.
Ortiz finalmente la encontró, abrió la puerta y la hizo ponerse de pie.
- Señorita!!! No se presento a comer. No esta en su habitacion con su uniforme reglamentario. Y su examen dio un numero total de 0!! – Exclamo.
Rhonda no contesto. Ortiz intento tranquilizarse. Despues de todo lo que la jovencita paso… Intento ser mas tranquila. Dulcemente le pregunto.
- Bueno… dime la verdad, no me mientas. ¿No respondiste ninguna por que no sabias no?
- No respondi ninguna por que no quize. El resultado es el mismo.
Ortiz, molesta le saco un liston.
- Consideralo tu castigo por todo lo que hiciste. Las reglas debes seguirlas. Si Stella te quita el otro liston, al purgatorio. – Aclaro. La tomo de la mano y la llevo consigo.
Casi al mismo tiempo, las 4 llegaron al comedor. Mariela continuaba sobándose y lagrimeando. Las obligaron a sentarse, y Mariela solto un gemido. Avergonzada bajo su cabeza, mientras Stella las cuidaba y Ortiz iba por la comida. Mientras comían, había un silencio absoluta. Sentada en su adolorido trasero, Mariela pensaba con culpa como disfrutaba dibujar a sus compañeras en una situación tan horrible.
Finalmente, Ambas fueron devueltas a sus habitaciones. Ante la orden de cambiar a su camison, Rhonda obedecio, y todas observaron asombradas que también le faltaba uno de sus listones.
Mariela, un poco acongojada y deprimida, se sento en su cama. Apreto los dientes, sintiendo nuevamente la friccion en su cola. Estaba decidida a dormirse, hasta que un salto violento la alerto. De repente tenia una rubia sentada al lado suyo, en posición de indio.
- Owwww eso debio doler mucho!!!- escucho decir a una voz chillona.
- Si, deberías leer el folleto. Yo lo lei!!- Escucho a su otra hermana. Ambas hermanas hablaban parecido. Y eran idénticas. Ellas notaron como siempre que las confundían y Amy bromeo. Estiro el cuello de su camison y dijo: Esto ayuda a saber cual es cual no?? ¡¡Yo soy Amy!! Annie imito a su hermana y dijo: Yo soy Annie!!
Mariela continuo en silencio y Amy ocupo rápidamente el silencio alrededor de ella.
- En serio, lee el folleto. Mi hermana es una floja, por eso no lo hizo.
- Yo no soy una floja!!
- Si eres flooooojaaaa!!- se burlo Amy. Ambas comenzaron a pelear, con Mariela en el medio, quien continuaba deprimida.
- Ya!! La vas a molestar.- Protesto Annie.
- Si… Lo siento. Bueno, pero te damos este consejo por que sos la única que si acepto ser mi amiga.
- Quien es tan tonta para querer ser tu amiga.
- Queres pelear?-
Mariela sonrio un poco ante la efusividad de las chicas.
- Asi! Mira. Te hubieras ahorrado mucho si hubieras hecho caso al instante cuando te dieron a elegir castigo!! – Explico Amy. Recordo lo sucedido y suspiro: … Si de todas formas… tenemos que hacer caso. No hay opción..-
- No viste como salen las chicas del purgatorio??? Es horrible!!!
- No… como salen?
- Lee el folleto!!- Dijeron ambas al unisono.
Mariela se sintió menos deprimida. La alegría de ambas la despertó, y el dolor en su pecho se fue.
- Luego… lo leo. –
- No, leelo ahora!!-
- Dejala, yo le explico lo mas importante. – Dijo Annie. – Mira, te dan 10 segundos…-
Annie y Amy, no dejaron de hablar, en la cama de Mariela. A tal punto que cuando las luces se apagaron, ellas seguían ahí, y tuvieron que volver a sus camas a oscuras.

domingo, 13 de noviembre de 2016

cap 7

- Osea que…. Debo arrodillarme…. Poner mis brazos… - Dijo Annie intentándolo. – Y luego rezar… un misterio… YO no se como rezar un rosario.
- Yo tampoco. – Respondio Amy. – Pero se lo podemos preguntar. Seguro debe saber alguien. –
Mientras su hermana leia el folleto ponía mas gesto de alegría que de horror. Por lo visto, estaba descubriendo que el lugar era menos terrorífico de lo que imaginaba. Mentras, Amy chequeaba el salón de ocio. Metegoles, tejo, mesa de ping pong, un amplio espacio, una rockola. Sonaba música muy común de la fecha. Obvio, la mas inofensiva para que puedan escuchar (pero la que escuchaba Amy en definitiva). Ademas de eso una barra donde podían cambiar puntos por golosinas o algo mas interesante. Habia muchas chicas entreteniéndose y eso la hacia sentir mucho mas relajada. Ademas, grandes ventanales a los costados que permitían ver el paisaje.
Esto la hacia sentirse mas tranquila y relajada, excepto por la pared roja. Al salón de ocio se accedia por dos amplias pasillos. Estor normalmente tienen aulas a sus costados hasta que finalmente dan al gran salón de ocio. Pero exactamente del salón de ocio hay una gran pared roja con 3 puertas. Amy había reconocido la pintura roja en los rincones y sabia que era donde las enviaban cuando habían hecho algo malo. Pero esta no tenia banquitos.. ¿y para que una pared tan larga?
- Entonces puedo recuperar mis cosas si tengo puntos… y para conseguirlos tengo que portarme bien?
- Si. – Dijo amy molesta, por qu interrumpieron sus pensamientos.
- Yo pensé que los habían quemado. Y … solo son 20 azotes… pero por que a las otras les dieron…. Ah.h….. aca dice… Y les quitan sus listones. Pero que tiene de malo que nos quiten un liston.
- Continua leyendo y vas a ver. – respondio Amy. Y finalmente luego de inspeccionar tanto, vio a Rhonda. Sentada en el piso en un rincón, tirando con fuerza una pelotita contra la pared y agarrándola de vuelta.
Jessica continuaba furiosa. Ella tenia SUS amigos, SU vida y se la quitaron. ¡La vistieron como payasa y se la quitaron! De vez en cuando debía limpiarse sus lagrimas de bronca. Sus padres eran navales. Estrictos y serios, querían lo mejor para sus hijas. Y esperaban lo mejor de ellas a cambio. Su hermana mayor y menor eran absolutas nerds. Jessica en cambio, tenia pésimas notas. Y esto los molestaba. Les brindaban la mejor educación, ¡¡y tenia pésimas notas!! Sus hermanas también se burlaban repetitivamente de ella por eso. Y regularmente, sentía el pesado cinturón de cuero en su trasero. Para su desfortuna, la chica tubo una pubertad prematura, y rápidamente desarrollo unos enormes senos y trasero.
“Pero este jumper de mierda esta pensada para chicas planas como las gemelas. Esta hecho a medida… pero no tiene pinzas y hace que me vea gorda!!” Protestaba Jessica, mientras se lo veía.
Sumado a eso, la chica se había hecho muchos amigos interesados en su cuerpo. Disfruto del poder de tenerlos en la palma de su mano y también de su sexualidad. A diferencia de las “taradas” de sus hermanas y su complejo de princesa, a ella le gustaba el futboll. Correr y ejercitarse. Y disfrutaba hacerle bulling a quienes le recuerden a sus hermanas. Por ende, tenia poder, tenia sexo, y tenia amigos. Era una reconocida estrella de futboll femenino. Tenia todo. Y ahora….? Ahora debía obedecer ordenes sin chistar. Recordaba como esa estúpida monja rubia la obligo a vestirse asi luego de someterla y nalguearla. Cosa que nunca le había pasado antes. Nunca había perdido una pelea. Se sintió como sus propias victimas de bulling. Y sintió el miedo de tener que obedecer e inclinarse para ser azotada. Ni su padre la hacia hacer eso!! Pero era mas miedo a la humillación de ser sometida de vuelta. “Esas nalgaditas tontas ni duelen… Si se creen que voy a tenerles miedo por eso ni se imaginan. Y me quito un liston y me dijo que iba a ir al purgatorio la otra negra estúpida. Como si eso me asustara. Se creen que eso podría asustarme” Protesto Jessica furiosa. Sentia tristeza, depresión y lo expresaba como bronca. Recordaba el rostro de sus hermanas mientras la obligaban a entrar, y su padre obligándola a meterse junto a su madre entregando sus cosas. Cosas que no volvió a ver ya que en su armario solo había mas uniformes estúpidos. Sentia miedo frente a la incertidumbre de saber que pasaría. Pero se negaba a leer el folleto. “El resultado es el mismo, no pienso dejar que me digan que hacer”.
Finalmente las 3 chicas nuevas vieron para que servían las 3 puertas y la pared roja. De ellas salieron 3 chicas, sollozantes, en mamelucos blanco, con detalles en verde y el logo en el pecho. Junto a ellas 3 monjas grises.
- Esos mamelucos…- Dijo Annie aterrada.
- Es lo que dije que leas… son sus uniformes de castigo. Pero por que están aca…- Penso.
Cuando voltearon, Annie y Amy se tomaron sus bocas al unisono y soltaron un gemido de susto. Hasta Jessica se alarmo.
Las monjas las obligaron a ponerse en fila contra la pared, con las manos en su cabeza y su rosario en sus manos. Levemente, se escuchaban sus rezos, junto a sus sollozos. Levemente ya que la música las tapaba. Sus mamelucos blancos hacían que resalten contra la pared roja. Y en medio de su cuadro, sus colas bien rojas marcadas por el cane. Era un rojo brilloso debido al aceite, que se veía increíblemente doloroso. El cane dejo muchas marcas, largas y rojas. No alcanzaron a poner sus colas moradas gracias al aceite, pero sin embargo las colas se veian rojas e hinchadas. Las marcas se veian muy notorias y en algunos casos notaron que llego a quebrar la piel.
- Eso…es…terrible… Si nos quitan los listones..- Dijo Annie muerta de miedo. Rapidamente reconocio que no tenían mas sus trenzas.
Amy recordó el folleto y exclamo en voz alta: Y solo van a poder usar eso hasta que se los devuelvan?? Es… - Suspiro.
Finalmente, las monjas rezaron una oración y rociaron agua bendita en forma de cruz en el trasero de las castigadas. Una de ellas solto un grito, y tomo su cola. La monja luego de eso la obligo a volver a su posición. Repitieron el rezo varias veces y las dejaron continuar en su posición. Luego volvieron a entrar dejándolas solas, expuestas, frente al grupo de alumnas ociosas.
Jessica al ver eso recordó que solo llevaba un liston y se murió de miedo. “¿Voy a pasar por eso?”
Pronto, vieron a mas salir hasta que ya eran 6 chicas rezando con las manos en su cabeza. De a poco, algunas se iban, sollozando y tomando sus traseros a paso rápido, obviamente agotadas y humilladas.
- Esto parece una tortura medieval…- Dijo Annie.
- Ya me parecía… que 20 eran muy poco. Viste que te dije que era mejor a que nos quiten los listones?
- Si…- Dijo Annie. – Tengo miedo…-
- No nos va a pasar nada…- Dijo tomándola de la mano.
Alice continuaba caminando por los pasillos de vuelta hasta que se cruzo a la primer chica en uniforme de castigo. Mameluco blanco, pelo suelto, cruzada de brazos, caminando a ritmo rápido, cara roja de tanto llorar. La esquivo velozmente a Alice y continuo caminando. Cuando volteo a verla, pudo ver, tal cual vio en el folleto, el cartel en la cola de chica. “Repentence in proccess” (Arrepentimiento en proceso). Entre el blanco del mameluco, las grandes letras rojas eran tan llamativas como el rojo brillante de las nalgas de la pobre chica, que alcanzaban a verse por la abertura del mameluco. La tela que la tapaba, estaba adornada con 3 gigantes botones rojos que junto al gran y fácilmente legible letrero rojo hacían que tu atención se dirija automáticamente ahí. Alice apretó sus propias nalgas imaginándose el inmenso dolor y humillación que la pobre chica sentía. Vio en el folleto el terrible castigo que sufrían en el Purgatorio… pero no creyo que incluso pasarían por tal nivel de exposición. “Eso…. No debe preocuparme” Penso Alice asustada. “Total yo nunca ire ahí.”
Al fin salio de mi cabeza.- Dijo Mariela en voz alta viendo el dibujo, perfectamente ilustrado y coloreado. Mientras lo veía se le ocurrían mas que quería hacer. Inmediatamente, las gemelas entraron como un terremoto. Asustada, Lo escondio rápidamente. Ellas charlaban, se reian, se peleaban, o se hacían cosquillas como siempre. Al poco tiempo entro Jessica, molesta como siempre y Alice.
Mariela vio embobada como ambas niñas se quitaban sus uniformes y trenzas, quedando solo en calcetas y ropa interior mientras doblaban sus uniformes. Dado que estaban en frente de su cama, ambas lo hacían sin ningún tipo de pudor y hasta la cola de Amy paso en frente de su cara, con sus muslitos aun rojos, mientras ambas continuaban peleando y discutiendo. Mariela sintió una fuerte sensación en su sexo mientras veía eso, hasta que luego, ambas guardaron sus guillerminas y se pusieron sus pantuflas. A posteriori, se pusieron sus camisones rosas y comenzaron nuevamente a molestarse.
- Jajaja, pareces una bebe.
- Te ves igual que yo!
- Pero tu eres mucho mas tierna!! Awwww, me recuerda el que usabas cuando eras chiquita!!!- Exclamo Amy agarrándole los cachetes. Rapidamente eso se volvió en otra pelea, cosquillas y risas.
- Quieren callarse un poco? Parecen bebes, no me dejan concentrarme. – Protesto Jessica, mientras intentaba leer el folleto.
- Ay… que enojona!!- Protesto Amy. Pareciera que lo que paso ya había desaparecido de sus memorias. Pero sin embargo, apenas guardaron sus uniformes, amy vio sus listones y rápidamente los guardo en su cajón. Annie miro los suyos, los sostuvo en su mano y los vio detenidamente durante un tiempo. Amy puso una mano en su espalda y ella los guardo cuidadosamente.

Mariela observo toda la escena, y luego vio a alice también en camisón rosa, leyendo la biblia. “Que ridículo que es… Rosa, con ese cuello y ese nombre bordado en dorado…. ES CIERTO!!” Penso Mariela y rápidamente llego a la conclusión. “YA DEBEN SER LAS 10 ¡!!Mierda, me olvide de comer de vuelta!!!Si no me ven con el camisón…!!!“ Rapidamente, se quito el uniforme, se deshizo el pelo y termino en camisón como sus compañeras. 

sábado, 12 de noviembre de 2016

Cap 6


Alice apenas salio de dar el examen fue a la sala de ocio y consulto en el centro de intercambio de puntos los “precios”. Luego aprovecho y dio varias vueltas tranquilamente al internado, intentando enterarse de todos los chismes .
Saco de su bolsillo la biblia que había tomado en su habitacion. A todas les entregaron una, la cual esta en sus armarios. Le tomo mucho tiempo superar la frustración de haber sido inscripta aquí. Luego de los numerosos exámenes al inscribirse, la toma de medidas y las suplicas fallidas a su padre, Alice Kant leyó cuidadosamente el folleto. Aterrada demoro unos días en salir de su depresión. Mas suplicas no convencieron a sus padres de cambiar de opinión. En especial a su padre, inscribirla era la única forma de tapar este escandalo de venta de drogas. Resignada, leyó el folleto repetidas veces y se preparo esa semana para tomar medidas que le faciliten estar en ese internado.
En realidad su familia ni su escuela eran muy religiosas. Para nada. Pero se aseguro de memorizar algunas oraciones antes de venir, en especial las del rosario, para hacer los castigos los mas llevaderos. El castigo continuaba siendo un castigo, era un poco menos vergonzoso que las nalgadas, pero largo y la volvia el centro de atención. Al menos, sabia que terminaría apenas reze a la perfeccion las oraciones, y no se prolongaría por olvidarselas mientras lo hacia. Sabia que la indignaría tener que obedecer sin chistar un castigo tan humillante, y eso afectaría su memoria.
Sus padres nunca la nalguearon, cosa que era muy común en esa época. Le daba miedo ver a sus compañeras ser azotadas a cada rato y sabia que resistir los 20 azotes le costaría mucho en un principio. Pero también sabia que eventualmente debería hacerlo. Era mejor concentrarse en soportar el dolor, dejar de lado la vergüenza, el miedo y todos esos sentimientos que no le servían. Mientras mas pudiera seguirle la corriente a sus tutoras, mas beneficios tendría y mas podría ocuparse a sus propias cosas. Por eso, se forzó a intentar leer la biblia, sabia que le daría muchos puntos en un internado tan religioso como el Saint Francis. Fue, en un principio parte de su plan, llevarla todo el tiempo consigo. Afortunadamente, la blusa de marinera tiene un bolsillo en donde puede guardar cosas, al igual que el jumper.
Ahora, con su uniforme puesto, finalmente había asumido ser una alumna mas y tenia una idea mas clara de lo que serian sus siguientes 6 años. Dejando de lado, todo signo de depresión, decidio dar un paso adelante y poner en marcha un plan. El internado era como una pecera. El permiso para salir sin monjas cuidándote, y con ropa normal, por un dia era de como 10mil puntos aproximadamente. Por ende, el mundo entero de las internadas estaba regido por el gran predio del internado. Ella seria la reina aquí, al igual que en el anterior colegio, y dado que las chicas no conocerán nada mas en 6 años, también será una diosa.
Tomo su biblia y comenzó a hacer anotaciones en un código que invento mientras se preparaba para ser internada. Quienes lean la biblia pensarían que solo hay anotaciones de proverbios y versículos, sin embargo era un meticuloso código con el cual podría describir sus compañeras, tutoras, y detalles que no podían estar a la vista.
“Creo que 4 de cada 10 chicas usamos este uniforme de novata. Cuando hay una con el de novata al lado de una de ocio, definitivamente se ve mucho mas infantil.” Penso nuevamente.
“Hay monjas que usan un uniforme gris, en vez del celeste que usan nuestas tutoras. Creo que solo supervisan los pasillos”. Continuo razonando. Apreto los dientes sintiendo el dolor en su propia cola mientras veía como azotaban a una. “Parece que también pueden castigarnos”. Penso y vio que luego de hacerlo, sacaba de su botarga una libreta y anota algo en su lapizera mientras la chica se retiraba sobándose. “Y por lo visto, informan de lo sucedido a nuestras tutoras.” Continuo pensando. En otra ocasión, vio lo que parecía un gesto aprobatorio, y que otra vez anotaba algo. “Y también nos dan puntos…. Eso podría ser una gran ventaja.” Continuo. Intento salir, pero no se lo permitieron debido a que no tenia uniforme de ocio. Molesta, fue a la biblioteca e intento comprar una agenda. “Puntos” Protesto llendose con las manos vacias. “Son necesarios para todo…”
Mientras continuaba caminando, noto que se habían hecho las 6. En los pasillos se dio cuenta que se había vuelto una caceria de brujas. Vio un par de chicas sin listones que caminaban nerviosas y asustadas. Cuando una monja la veía, violentamente se las llevaba. Sintio el ambiente cambiar abruptamente, y se sintió repentinamente ignorada. Las monjas solo se concentraban en llevar a quienes no tuvieran listones al purgatorio. No importaba la edad o el uniforme, chica vista sin listones era llevada de la oreja. Pero quienes no eran totalmente ignoradas. Alice hasta vio unas discutiendo muy acaloradamente. Normalmente ambas serian castigadas ya que las monjas buscan cualquier excusa para hacerlo. Ahora las ignoraban. Alice paso por el purgatorio y sintió que tanta diferencia con la cárcel juvenil que le toco a sus colegas no había.
Una larga cola de chicas nerviosas y asustadas, esperaban junto a la puerta. Todas tenían cara de terror, y eran vigiladas por monjas en uniforme en gris, vara en mano. El ambiente se sentía lúgubre a tal punto que Alice prefirió alejarse y opto por ir a su habitacion. Se acerco al único espejo de la habitacion y con su cepillo espejo intento verse mejor. Lo intento varias veces hasta que concluyo que era imposible verse bien. Al menos sin ganarse una nalgueada.
Alice continuaba viéndose al espejo. La habitacion de las chicas tenia 5 camas gemelas. Y era pensada para 20 alumnas. Pero, solo había 6. Las camas gemelas, estaban separadas por una pasillo en grupo de 2, hasta una ventana al final.  Por una cuestión de comodidad las chicas estaban asignadas a las camas y armarios mas cercanos a la puerta.
La cama de Alice, era la mas cercana a la puerta, y debido a una gran casualidad, justo del lado de donde se abria la puerta. Compartia cama con Jessica cintio, quien se acostaba arriba. Del otro lado del pasillo, compartían cama las gemelas, y detrás de ellas, Jessica y Mariela. Mariela en la cama de abajo, y Rhonda en la de arriba. Esa ubicación fue la que genero, que Mariela, al entrar hecha una zomby no halla notado que Alice también estaba en la habitacion. Enseguida tomo su carpeta de dibujos y en un estado de posecion empezó a dibujar. Alice sintió la corazonada, de que debía saber que dibujaba. Era una oportunidad única. Sentia en ella una desesperación de hacerlo, como una gran excitación. Como si fuera algo muy importante. Era muy difícil definirlo.
Disimuladamente se acerco como una serpiente, a escondidas y espio el dibujo apenas este comenzó a tomar forma.
“Desde que la vi supe que era rara….” Pensó. Aun no se distinguia bien. Era un dibujo de dos chicas. Una se tomaba la cola luego de un azote con una vara, mientras la otra esperaba nerviosa su turno con las manos en sus rodillas. Inmediatamente, huyo de la habitacion sin que Mariela se diera cuenta.
“No pasaron 12 horas, y ya se un secreto bochornoso. “ Penso Alice contenta. Pronto la tendría comiendo de su mano. Solo necesitaba una razón para querer hacerlo.
Mariela pasaba su propio proceso al igual que el resto de las chicas. En el fondo no podia creer que tuviera que pasar por esto. Solo por intentar suicidarse… 2 veces… Recordaba la explicación de sus padres indignada. “Es lo mejor para ti, creenos”. “COMO PUEDE SER LO MEJOR PARA MI SER ENCERRADA AQUÍ!!” Pero en realidad, Mariela nunca tubo amigos… no había nadie a quien quisiera extrañar. Y posiblemente ahora tampoco lo habría. Continuaria sola. Tampoco tenía ningún otro talento particular. Solo sabia dibujar, y era lo único que la entretenia. Las dos chicas del boceto, comenzaban a tomar forma. La silueta comenzó a tomar forma, en especial el trasero que ya tenia perfecto detalle, hasta se veía el nombre en los calzones de ambas. Eran las gemelas hastur. Mariela expreso todos los horribles sentimientos que sintió en carne propia. Era… regularmente castigada por sus padres en su casa. Pero nunca se vio en una situación asi, de tener que adoptar una posición para facilitar su castigo por una simple orden, y que su corazón le pidiera a gritos que lo haga. A tal punto que se tubo que tragar su orgullo, obedecer, y soportar mientras sus compañeras observaban, los azotes que parecían nunca terminar. Que la hayan escuchado suplicar era lo peor. Pero a su vez, también expreso lo que vio, las veces que sus compañeras fueron castigadas. En especial las gemelas, que se estaban volviendo una obsecion para ella. Todo esto, ponía sus mejillas al rojo vivo y la llenaba de excitación. Sentia fuertes e incomprendibles deseos de masturbarse. ¡¡¿¿Pero aquí??!! ¿Y por que? ¿Pensando en que?
Annie y Amy, correteaban por los pasillos como las niñas que aun eran. Su empatía les permitia sentir el profundo dolor y tristeza en la otra. Sabian que luego de recorrer el mundo en los viajes de negocios de sus padres, lo único que conocerían los siguientes 6 años serian estos viejos pasillos.
De vez en cuando, alguna monja las regañaba y les decia que no corran. Ellas caminaban por unos minutos, y luego seguían con sus juegos y corridas. Pero pronto, Annie comenzó solamente a caminar. - ¿Qué pasa? Te dejare atrás. – .Enseguida Annie se limpio una lagrima.
- Vas a llorar bebita?-  Bromeo Amy haciéndole cosquillas a su hermana llorona. Ella siempre llora por todo. Pero esta vez no se rio, y eso le demostró que eran lagrimas reales. Por reales no me refiero a que Annie las finja, solo que las usa como relajación al igual que una niña apenas siente algo malo. Nunca intento aprender a no llorar para no pasar vergüenza. Esto es un buen ejemplo de lo malcriadas que estaban por sus padres ambas niñas.
- No llores… me vas a hacer llorar a mi…- Suspiro Amy. La abrazo y Annie lloro en su pecho. Amy también lloro.
– Nos…abandonaron aquí… tan mal nos portamos?-
- Eso fue mi culpa…- Suspiro Amy.
- No, fue la mia. Yo soy quien.
- No…- dijo  amy. Luego negó fuertemente con la cabeza, se limpio las lagrimas e insistió.
- Ya!! Todo saldrá bien. ¡¡Y veras que aquí también podemos divertirnos!!
- Tengo mucho miedo… Papi y mami nos castigaban… pero nunca asi….-
- Ummm… ellos nalgueaban mas fuerte. – recordó Amy sobándose.
- En serio? -
- Si…. En serio…. No lo recuerdas?- Insistio Amy. Annie negó con la cabeza.
- Ay Annie. Tu por que solo lloras. ¿No contaste cuantos azotes fueron?
Annie negó de vuelta.
- Pues las 20 veces fueron 20. Y …. Mejor lee el folleto. Papa y mama nunca se conformaban con 20 azotes.
- Pero no usaban una regla horrible.
- Pero nunca se conformaban con solo 20!! Tu lee el folleto. – Dijo.
- Creo… que si debería leerlo.
- Tara… Pues aquí esta!- Dijo Amy sacándolo de su bolsillo.
- Lo guardaste?

- Se que una hermanita floja que tengo, no lo iba a leer hasta que sienta que es muy necesario. Y mas cosas que guardar en los bolsillos no tengo. Vamos a la sala de Ocio. Se veía entretenida.-

viernes, 11 de noviembre de 2016

Saint francis cap 5


Ya con exámenes en mano, Ortiz y Stella se dirigieron a las oficinas que le correspondían. Habia tensión y chispas en el ambiente. Mientras Stella, tenia los exámenes, llenaba una hoja en donde marcaba cruzes.
- Que haces?
- Veo cuantos castigos recibió cada una y cuales prefirieron. Mira esta Rhonda. No respondio ni una sola pregunta. Alguien estrenara el purgatorio. – Insistio.
- No deberías primero chequear su historial.
- Mira… te estoy observando. El desempeño de estas chicas depende de nosotras. Y yo no dejare que por tu culpa…
- Por mi culpa? Te comportas como si fueran reclusas.
- ¿No son nenitas sabias? Ni son tus hijas de verdad.
- Tienen solo 15 años aun son niñas.
- Niñas que necesita la disciplina que nos indicaron dar. Y no la que a ti se te ocurra. ¿ Por que nalgueaste con tu mano a Annie hastur? Sabes perfectamente que debemos hacerlas elegir entre 20 azotes o rezar un misterio en pose de arrepentimiento.
- Annie no puede soportar ni una nalgada, y quieres darle 20 azotes. Se iba a poner a llorar, y no iba a dar su examen. Tu castigaste a Amy, por burlarse de que Jessica, quien es una rebelde constante, perdió uno de sus listones. ¡Eres una dictadora!
- Si no lo hacia se iban a pelear entre ellas. Necesitan orden.
- Necesitan cariño.
- Disciplina. Veo perfectamente lo mucho que te gusta humillarlas. A mi no me engañas. No son niñitas. Aquí llegaron por algo. ¿Acaso pretendes defender a Rhonda Lynd? No contesto ni una pregunta. No hablo en todo el dia. Acaso no vistes como llego vestida, ¿o solo la recordas con trenzitas? Es nuestro deber que se comporte como un angel, pero a pesar de su apariencia sigue siendo una pecadora.
- … Okay, veamos el historial. Luego de eso decidimos.
Enfocadas en tener la razón, revisaron el historial. Cada alumna llega con un expediente, y un historial, minuciosamente investigado. Los padres deben dar una razón por la que llego aquí. Ademas, si hay algún tipo de causa legal, o cualquier expediente que haya tenido en alguna otra escuela o institución, se hace llegar a las Dorm mom.
“ Rhonda Lynd fue encontrada junto a otros 4 delincuentes robando un local. Los dueños fueron lastimados de gravedad. “
- Ves! Lo que te dije! Una delincuente. Necesita ser enderazada.
- continua leyendo..
“ Sus compañeros fueron enviados a la cárcel juvenil. Para disimular la situación, su famoso padre Alberto Lynd, opto por inscribirla en el Internado para señoritas Saint Francis. Ademas de pagar una gran fianza. “
- Alberto Lynd!!- Dijeron ambas al unisono. Hasta ellas, que vivian en el internado junto a las alumnas conocían a Alberto Lynd. Era conocido por ser un famoso actor en su momento, ahora ya en decadencia, rara vez reconocia a una de sus hijas. Se sabia que fue obligado por el juez a reconocer a una hija. La única que finalmente reconocio, pero que fue prácticamente ocultada a la prensa.
“ Rhonda Lynd paso toda su infancia en orfanatos de muy bajo nivel. Frecuentemente escapaba de ellos y vivía en la calle hasta que era capturada y enviada a otro. A sus 10 años fue llevada al juzgado donde se le reconocio su status de hija legal de Alberto Lynd. Si bien su padre la reconocio legalmente, nunca se hizo responsable de ella. Solo le dio un departamento, una mucama que le haga de comer y la inscribió en un colegio. La asistencia a ese colegio fue muy baja y  sumada a la bajísima escolaridad que tubo en los orfanatos, reprobo  el primer año. A duras penas aprobó los otros. Rara vez era vista en su departamento, continuaba viviendo en la calle hasta que sucedió el incidente que la policía informo.”
Ambas mantuvieron un silencio luego de leer eso.
- Tienes razón.
- No, tu tienes razón. No es una nena. Es una delincuente.
- Que paso por mucho…
Suspiraron al unisono y Ortiz pensó.
– No respondio ni una pregunta, ¿acaso no sabia? ¿Podemos castigarla por eso? –
- Crecio en un ambiente muy hostil. Necesita aprender de 0. Es como una niña. –
- Tu evalua sus exámenes. Yo, sus historiales. Veamos las gemelas. Luego decidiremos sobre Rhonda. –
Stella asintió con su cabeza. Luego de unos minutos Stella dijo:
- Ambas sacaron 5. Sus exámenes son muy parecidos… pero…
- No se si en verdad se copiaron. A veces contestan o reaccionan al unisono. Deberemos sentarlas separadas.
- Que dice su expediente.?
- Robo. En resumen, tienen padres ricos, viajan mucho, ellas siempre salen juntas y numerosas veces las cacharon intentando robarse cosas de las tienda bajo su ropa. En especial caramelos. En cada escuela que estuvieron inscriptas tienen muy malas notas hasta que llega el recuperatorio y lo aprueban. Al final parece que sus padres optaron por dejar sus dos traviesas hijas internadas, mientras ellos continúan con sus viajes de negocios.
Nuevo silencio. Proximo examen.
- Mariela Gomez . -
- Saco 6. –
- Tendencias suicidas. En su anterior colegio no tenia mala calificación. Capaz se puso nerviosa, por eso no le fue bien.
- Vi sus muñecas. Tienen cicatrizes….
- Jessica Cintio.
- Saco 3.
- Umm..- Dijo sobando su cabeza. –Era la estrella de futbol de su equipo juvenil. Constantes peleas callejeras,  bullying y.. Promiscuidad… Sus notas son bajas y constantes. Solo la salva su excelente desempeño en el futbol. Sus padres por lo visto quieren que tenga buenas notas como sus hermanas, y la inscribieron aquí.
- Y la ultima. Alice Kant.
- Saco 10… Es sorprendente.
- Umm… Gano varias veces el premio de la chica mas linda del instituto. Hija única de un diputado. Se armo un escandalo cuando descubrieron que la dulce chica angelical vendia drogas junto a un grupo de compañeros. Fue inscripta inmediatamente aquí. Seguramente para disimular la noticia y que el escandalo no se extienda.
- Bueno… nos toco un grupito complicado. – Dijo Stella.
- Y solo son 6… - respondio Ortiz.
- Juntas podremos enderezarlas. – Sonrio Stella. Ortiz nunca la había visto sonreir antes.

- Si!