Madre Stella caminaba por los pasillos del
internado Saint Francis. Al haber sido criada – y graduada- ahi, llevaba
ciertos habitos insoportables en ella. A veces ni ella misma podia soportar lo
perfeccionista, y meticulosa que era. Esto le sucedia tambien a ortiz, la
obsecion con la perfeccion era una de las metas del instituto. Pero el
instituto no inscribia de tal forma en sus cerebros la necesidad de serlo como
el internado. Madre Stella tenia un radar incorporado que detectaba todo lo
imperfecto. Muchas de las Dorm Mom, habian sido criadas en el internado
tambien, y compartian dicho chip. Era
algo, incontrolable para ella, y literalmente, le pagan para volver locas a sus
pobres alumnas.
- Niñas!!- Exclamo, viendo a Gomez y sus
amigas cometer una falta obvia. No usar trenzas. Ese tipo de provocaciones
obvias, a Gomez la tenia cansada.
- Queee???
- Llamas y arrepentimiento. YA! - Ordeno.
Gomez, con gesto de aburrimiento, se
encogio de brazos, y se puso en posicion. Sus amigas imitaron la misma
posicion. El corto jumper, revelaba inmediatamente su cola roja de anteriores
azotes. Parecia que no daban abasto. Gomez, cansada de la situacion, dio una
buena azotaina a las dos compañeras de gomez, haciendolas gemir y saltar.
Terminaron lagrimeando y llendo rapidamente a armar sus trenzas. Gomez sin embargo, continuaba esperando su
turno.
- Ya me toca o puedo irme?
- No te entiendo Gomez. Sabes perfectamente
que el peinado reglamentario son dos trenzas. . Y tu liston? - Insistio,
mientras alzaba su jumper, y apoyaba la vara correctiva en sus muslos.
Violeta, sin mostrar miedo, contesto: - Lo
tengo en el bolsillo. Igual el purgatorio es a las 6, ¿no? Solo debo ponermelo
antes de la hora. OW! - Exclamo sintiendo el primer azote caer en sus muslitos.
- Por que no usas tus trenzas?
- Por que son ridiculas. OW!!!- Exclamo de
nuevo, sintiendo el siguiente azote caer con mas fuerza.
- Continua provocandome y vas a perder tu
siguiente liston. Y esto te va a parecer un juego. - Aclaro Stella. Sintio a
violeta mostrarse menos relajada al respecto, y comenzo a nalguearla bien
fuerte, haciendola moverse de pie en pie. Repartio varios azotes en su cola, y
dejo caer varios muy fuertes en los muslos, haciendola saltar y tomar su cola.
- Desde el principio.- Ordeno Stella. Y la
forzo a repetir su posicion varias veces, hasta que su cola quedo roja e
hirbiendo. Cuando Violeta, dejo de jugar a la rebelde, ya era demasiado tarde,
y estaba recibiendo una buena nalgueada en el pasillo. Finalmente aguanto todos
llorando hasta el final. Violeta se paro, tomando su cola, y Stella la
advirtio: Va a haber chequeo de uniformes en 5 minutos en tu habitacion. Si no
estas ahi con tus amigas y con tus trenzas, se van todas al purgatorio. ¿Esta
claro?
- S-Si Madre Stella...- Contesto Violeta y
se fue corriendo.
“Pfff!!! No deja de provocarme. Y las
nalgadas parecen no funcionar en ella. Solo elige llamas siempre, y siempre
tengo que darle como 60 azotes para que muestre que . A lo unico que le teme es
al purgatorio. “ protesto. A los 5 minutos, efectivamente el grupo de rebeldes estaba llevando
correctamente sus trenzas y con gesto de bronca. Stella hizo un chequeo general
de su uniforme, notando que no habia problemas. Una sin embargo, termino en el
rincon por un detalle menor.
Madre Stella continuo caminando por los
pasillos, hasta que se cruzo con Celeste Kint. Nuevamente pudo detectar, fallas
en el uniforme, cabello desarreglado, zapatos sucios.
Pero antes de continuar la historia,
intentare, contextualizar un poco…
El peinado obligatorio de Saint Francis es
como ya se menciono antes, dos pequeñas trenzitas que cuelgan desde arriba de
las orejas y un flequillo. Llevar trenzas, suponia un par de desventajas. Pero
la mayor era sin lugar a dudas, los tirones de trenzas. Las monjas no tenian
permitido otro tipo de castigos que los estrictamente estipulados. La gran
razon era la supuesta perfeccion que se atribuia al metodo disciplinario. Eso
no quitaba que fueran- en su mayoria – fanatica de los tirones de oreja. Pero,
de vez en cuando, las trenzas eran una alternativa comoda. Celeste Kint, ODIABA
los tirones de trenzas. Quiza mas que las nalgadas. El autor desconoce una
razon logica detras de esto, ella sencillamente los odiaba. Podemos adjudicar,
que quiza, el hecho de recibir tantos castigos en relacion a lo prolijas que si
o si debia usar sus trenzas lo motive. O el hecho de que sean tan imprevistos,
y tan dificiles de evitar, a diferencia de los tirones de oreja. O que la
despeinen. Es realmente un misterio. Por eso, cuando stella le dio un buen
tiron de trenza, la respuesta de Celeste fue:
Ayyyyyyyyyyy tarada soltamee!!! -
Obvio, no tubo tiempo ni para percatarse de
lo que dijo que ya estaba parada en puntas de pie, tomando su oreja.
- Ay ay ay ay...-
- Que dijo señorita? REPITALO! - Ordeno
Stella.
- N-Nada Madre Stella. Lo siento, lo siento.
- exclamo aterrada, dandose cuenta de lo que hizo. Tal fue el gesto, que Stella
recordo lo que le conto Ortiz de Celeste. La niña llevaba un mes de castigos, y
parecia no aprender nunca. Penso que era un buen momento para que estrene el
mameluco de castigo. Pero luego, recordo las criticas acerca de ser demasiado
estricta. Recordo un poquito, su estadia cuando era una alumna y lo dificil que
era adaptarse al principio. “Definitivamente, necesita una buena leccion” Se
convencio, y la tomo de la oreja, llevandola rapidamente a su habitacion.
Mientras era llevada, Celeste se la tomaba, intentando seguirle rapidamente el
paso. Sabiendo lo que le esperaba, empezo a lagrimear en el viaje. Stella lo
noto, pero firme, la hizo entrar. Aprovechando que no habia nadie, la hizo
pararse al lado de su sector. Ella, cabisbaja pero obediente se paro. Stella
reviso y dijo: Cama desordenada… ropa desordenada, tu uniforme es un desastre,
tu pelo, tus zapatos estan sucios. Y ni me me molesto en revisar tus calzones.
- Protesto. Frente a lo ultimo , Celeste se tapo la cara de vergüenza.
- Ven aquí. - Le ordeno Stella. Celeste se
acerco, y la tomo de la mano.
- Si haces todo un bollo, nunca podras
estar prolija, mira lo sucia que esta esta ropa...- Dijo tomando uno de sus calzones.
Junto toda la ropa, saco un uniforme limpio, y le ordeno:
- Quitate ese y ponte este. -
- A-Ahora?
- Si nena, ahora. - Ordeno Stella. - Y
quitate esas trenzas desprolijas. -
Un poco avergonzada, Celeste obedecio, y se
cambio al uniforme limpio.
- Ves? No es mejor? Deja que te ayude.-
Dijo abotonandole el jumper por la espalda. Tomo sus guillerminas, y empezo a
lustrarlas. - Estas deben verse bien relucientes. Debes darle una limpiada asi.
En este cajon tienes pomada, cepillo y un trapito. Mira que relucientes que
quedaron. -
El miedo de Celeste, comenzo a disiparse un
poco. No entendia bien que pasaba, Stella solia ser sinonimo de rodillas o cola
adolorida. Pero ahora hasta su tono de voz se veia menos rigido.
Ya con el uniforme puesto, Stella le abotono
los botones de su cuello. - Si te ves reluciente e impecable todas lo
notaremos. Mira, ganaste 20 puntos por eso. - Dijo y lo anoto.
- G-Gracias...-
- Dame tus listones y las ebillas.
- MIS LISTONES?- Pregunto Celeste Aterrada.
- No iras al purgatorio. Solo prestamelos
un poquito.
Celeste obedecio confundida. Stella se
quito su velo, y tomo las ebillas y listones. En dos segundos, separo su pelo
en dos, y se armo unas trenzas al instante con listones.
- Wow!!- Se asombro celeste, y luego se rio
un poco viendo a la temible Stella en trenzitas. - Como te salio tan rapido?
- 6 años internada…
- Tambien estubo internada?
- Si, tambien. Se que al principio es muy
dificil celeste. Voy a ayudarte un poco. Con esta tecnica podras peinarte
facilmente. - Comento. Se las quito, le entrego sus hebillas y listones, y
luego practicaron juntas la tecnica.
Luego, ambas fueron al sector de
lavanderia.
- Si tienes todo limpio podras cambiarte
siempre que algo este sucio. Yo te recomiendo lavar siempre tu calzon mientras
te bañas. - Explico. Luego, la ayudo a ordenarlo.
- Ponlo por orden, asi no te demoras todas
las mañanas en buscar el del dia, y donde esta cada prenda. ¿ves? Y de paso,
puntos por ser ordenada. Ahora con tantos puntos por solamente verte impecable
no te sera dificil conseguir el de ocio.
- Gracias Madre Stella.
- Empieza a aplicarte ¿si?
Celeste asintio con su cabeza y luego se
fue. Stella, sintiendo cierta calidez en su corazon sonrio y luego vio a
Stanford.
- Stanford, necesitas algo?
- Madre Stella, me porte mal. - Dijo con
firmeza. Stella, naturalmente se sorprendio.
- ¿si? Digame que hizo…
- Dije una mala palabra.. - contesto
bajando la cabeza – mientras caminaba por el pasillo. Me tropeze, me golpee con
algo y la dije.
- Bueno, debes ser mas cuidadosa. -
Contesto Stella. Se le hacia muy extraño que venga a confesarle un pequeño
error.
- Debo ser castigada Madre Stella. -
Insistio Stanford.
Extrañada, Stella contesto: Esta bien…
Llamas o arrepentimiento?
- Arrepentimiento, ya lo elegi, ya estube
arrodillada en el rincon arrepentida de mi accion. -
- Muy bien Stanford. La autodisciplina es
importante. Pero si ya lo cumpliste, ¿por que vienes a contarmelo?
- Para que pueda anotarlo y llevar un buen
control de mi. -
Lo mejor de lo mejor...
ResponderEliminarEntrar y ver que tengo muchichisimo para leer.
Gracias por tus relatos!!
Sk
Esa stanford es tan super niña buena, pensaba que iba a ser mala al principio para rebelarse pero me encanta que sea toda educadita
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