Polly estuvo un rato largo llorando, y estudiando, hasta que
escucho pasos llegar a su recamara.
- Polly a comer!!!- Escucho a lo lejos, escuchando a su mama
acercarse a toda marcha.
Polly se subio rápidamente su ropa interior, no sin gemir
por el rozor, e intento sentarse bien, ya que sino su mama la regañaría. Sin
embargo, no se salvo de un regaño.
- Nena!!! Estas arrugando todo tu uniforme acostada asi!!! –
Polly, sencillamente no había pensado en eso. Asustada tapo
su cola con sus manos y comenzó a suplicar. – L-Lo siento mami, lo siento es
que!!!-
- Es que… Es que… Ya, Tenes que comer. Lo voy a dejar pasar.
Cambiate y luego de comer planchas ese uniforme.
- Si mami, lo siento!- Dijo la niña. Apenas la mujer se fue,
se comenzó a quitar su uniforme doblándolo cuidadosamente. Luego fue a su armario, y pensó en elegirse
ropa. Sus padres eran muy conservadores, y su vestuario consistía de varios
vestidos, faldas y overoles. No sabia lo que era usar un short o un pantalón.
Polly pensó que después de todo, hoy no veria a sus amigas. Asi que un poco
resignada eligio un vestido verde sin mangas, con cuello bebe, y un patrón de
maripositas lilas en su pecho. Se esforzó en abotonárselo por la espalda, y se
hizo un liston con la cinta alrededor de su cintura. Se apresuro, en tomar un par de listones
verdes, para acomodar sus coletas y atárselos, ya que con la nalgueada estaba
toda despeinada, y sus padres le exigían verse impecable siempre. Hasta se
cambio sus zapatos, por tennis y soquetes, nosea cosa que deba acompañarla al
supermercado a su mama, y se gane un tiron de oreja por no andar prolija.
Finalmente, llego rápidamente al comedor. Su mama la observo de arriba abajo
mientras llegaba, y ella se quedo cabisbaja, apoyando una mano suavemente en su
cola y recordando de vuelta el ardor.
- Que esperas, sentate la comida te esta esperando.-
- Si mami.- Respondio polly obedientemente. Se sento, sin
evitar gemir mientras lo hacia, pero con miedo a berrinchear frente a su mama.Supuso
que debía verse bien. Su mama nunca la festejaba por verse prolija, pero
rápidamente la regañaba si no lo hacia. Ambas comieron en silencio, con polly
sintiendo la culpa en su pecho de haberse portado mal y haber recibidio una
nalgueada tan fuerte. A veces le volvían las ganas de llorar. Mientras comia,
polly sentía el ardor en su cola acumularse. Su mama le había dado una larga y
muy dolorosa cepillada, y siempre enfatizaba en sus muslos haciendo que a ella
le cueste mucho sentarse.
- Esperemos que no vuelva a haber problemas con la escuela no?-
Dijo su mama fríamente.
- No mami.- respondio polly preocupada.
- Y tu papa de esto se va a enterar sabias?-
Polly levanto la vista sorprendida.
- Mami!!!- Dijo asustada.
- Mami nada, pórtate bien y demostra que aprendiste tu
lección y no necesitas otro castigo.
- Si mami, me voy a portar bien.- Dijo polly, cabisbaja. Empezo
a sentir su corazón latir a prisa nuevamente.
- Luego de comer planchas ese uniforme, asi se ve impecable
para mañana. Y te traes tu tarea aca, asi veo que estudias. Ya te deje llorar
todo lo que querias, pero es hora de demostrar que te portaste bien.- Sentencio
su mama.
Por dentro, Polly pensó “Ya me perdi de salir con las
chicas…”. No quería que le insistan y la molesten, asi que opto por dejar el
celular apagado.
-Si mami. – Respondio, con cierta resignación en su tono de
voz, y un suspiro.
- Sin berrinchitos me escucho señorita.
- Si mami.- repitió, sintiéndose disco rayado. Al terminar
de comer, llevo los platos al fregadero, y busco su uniforme para plancharlo.
Obedientemente lo hizo, y luego, trajo sus útiles, sentándose sobre su
adolorido trasero y poniéndose a estudiar. Si tenia suerte su papa capaz solo
la mandaba al rincón. “Espero que no me ponga a escribir líneas…. Estoy muy
cansada”. Penso Polly por dentro. Luego de unas horas estaba tan concentrada en
sus estudios, que hasta se había olvidado del castigo recibido y el que le
esperaba. Hasta que sintió una mano apoyarse en su cabeza, la cual la distrajo
de su concentración.
- Polly, anda a buscar un saquito asi vamos de compras.
- Si mami!- Respondio la niña. Se paro, sobándose un poco y
dijo: - …. Puedo ir al baño?
- Si nena, pero ya salimos.-
Polly fue rápidamente a su cuarto y busco un saquito. Se
arrepintió un poco de haber elegido esa ropa. A ella le gustaba pero un par de
veces sus amigas han dicho que se veía muy noña y de seguro tenían razón. Ya
estaba un poco grande para continuar usando vestidos en su opinión, pero sus
padres no pensaban lo mismo. Luego de ponérselo fue al baño, solo para ver los
resultados del castigo.
“Sigue muy roja….ayy….. por algo me duele tanto…” protesto
polly. Ni siquiera su bombacha disimulaba lo colorada que tenia su cola. Y era
una bombacha, con elásticos en los muslitos, que envolvían perfectamente su
trasero cubriendo por completo sus cachetitos.
“Mañana va a seguir igual…” suspiro polly. “Voy a convencer
a mi mama de que me deje llevar mallas”. Penso. No quería ni imaginar la
vergüenza que sentiría si la veian sus compañeros con su cola asi. La falda de
su uniforme es un poco mas corta que la de su vestido, y con tantas escaleras,
y gente tonta en la escuela, era arriesgado que se le vea. Para ella no existía
mayor humillación y era una de las principales razones por las que odiaba tanto
las nalgueadas. Pero después de todo, lo peor ya había pasado y ya no se
encontraba tan acongojada.
- Polly deja de jugar y apurate!!- Le exclamo su mama. Polly
inmediatamente se acomodo su vestido y corrió con ella.
- No te tardes tanto, que ya salimos.-
- Si mami.
Fueron caminando hasta el supermercado, y polly intentaba
concentrarse en no sobarse. Llegaron al supermercado, y mientras hacían las
compras, ella veía otras chicas de su edad. Algunas usaban vestidos como ella,
otras ropa mucho mas moderna. A veces le parecía vergonzoso, que niñas mas
chicas que ella se veian mas grandes solo por su ropa.
- Sabias algo polly? Cuando cumplite 13, pensé que quizá ya
estabas muy grande para tus chas chas.- Le dijo su mama. La cara de polly se
puso igual de roja que su cola.
- M-Mami!!- Dijo ella muerta de vergüenza. Pero su mama
continuaba caminando y hablando como si nada.
- Pero hoy me demostraste que la disciplina si era muy
efectiva y que por eso sos una angelita. Asi que creo que los vas a seguir
recibiendo por mucho mucho tiempo.- Explico ella. Polly sintió el ardor en sus
pompis y bajo su cabeza sintiéndose toda roja. Queria hacer un berrinche al
respecto, pero no se animaba. “ojala pudiera ser como las otras niñas…” penso.
Aunque sabia que otras eran castigadas también como ella. Continuo ayudando a
su mama con las compras hasta que volvieron a su casa.
La ayudo a guardar todo, y en poco tiempo, llego su papa.
- Papi!!! Exclamo la niña abrazandolo.-
- Hola nena, como estas, como te portaste?- Pregunto el. Era
un señor, serio, muy sobrio, de bigote y traje. A polly le hacia sentir ese
cariño incondicional que sentía hacia sus padres, pero a la vez, recordaba
cuando se enojab y por eso también le daba miedo.
La niña se quedo cabisbaja, luego de esa pregunta, y su
mama, se acerco, saludándole.
- Polly, contale a tu papa como te portaste.- Dijo su mama.
- M…al…- Dijo polly preocupada, con sus manos contra su
vestido.
- Ya veo.- Dijo el papa.- Hablaremos de eso durante la
cena.- Aclaro.
Finalmente se encontraban los 3 sentados, polly ya había
colgado su saquito en su habitación, y se encontraba en la mesa, sentada
cabisbaja, y comiendo en silencio.
Se sentía dinminuta frente a sus padres, y mientras el ardor
se acumulaba en sus pompis, haciendo que de vez en cuando haga algún gesto de
dolor, veía su comida, y las maripositas en su vestido, mientras lentamente se
servia bocados. Era hija única, y la adoracion de sus padres. Pero eso traía
mas problemas que privilegios a veces, y aunque realmente la consentían, sus
padres eran muy estrictos con ella y creían firmemente en la disciplina. Su
mama, sabia que polly odiaba las nalgadas mas que cualquier otro castigo, y
conocía bien su eficiencia. Solo bastaba darle un recordatorio de vez en cuando
y polly ya se convertia en una angelita rubia de ojos azules. Su papa, en
cambio, preferia ponerla a escribir líneas, mandarla al rincón o castigos de
ese tipo. Y quizá eso era lo que le daba miedo a polly, ya que ella se acuerda
perfectamente las pocas veces que su papa la nalgueo y la razón. Y realmente no
volvió a repetir las causas. A diferencia de otros padres, que no saben bien
lidiar con los castigos de sus hijos, ellos lo sabían con exactitud, lo cual
era el mayor problema para polly.
- Asi que tu mami te tubo que castigar? – Pregunto su papa,
y polly sintió su corazón latir nuevamente de prisa. Sin animarse a verlo a los
ojos, la niña concentro la vista en la comida y las mariposas de su vestido y
dijo: - Si papi, lo siento…
- Y por que fue?- Pregunto el seriamente.
- Es….que….- Dijo ella preocupada. No era la primera vez que
mama la nalgueaba al mediodía, y su papa le daba otra nalgueada a la noche.
- Nena, decile a tu papa por que tuve que nalguearte.-
- Es que… saque un 3 en matemáticas papi, lo siento…- Dijo
Polly, sintiendo que detonaba una bomba.
- Solo eso polly? –
- Polly, deci todo o se lo digo yo. Y te doy una buena antes
de irte a dormir, queres eso?- Dijo su mama, amenazándola con la mano.
- No mami!!- Exclamo la niña.
- Mi amor, dejala hablar. Que mas paso?
- Odio a la maestra de matemáticas!!! Y me porte mal… y no
estuve haciendo tareas… y eso, lo siento papi…- Dijo ella, y los 3
permanecieron en silencio. Polly termino de comer, y se quedo cabisbaja sentada
en la mesa.
- Te parece bien tener problemas de esa forma. No estudiar
ni hacer tus tareas a propósito?
- No papi…
- Y todo por que te cae mal tu maestra de matemáticas?
- Es que…
- Mi jefe no me cae bien, pero yo voy a trabajar igual.
- Pero papi…
- Al rincón señorita. Voy a hablar con su mama. –
- S-Si papi…- Dijo ella sintiendo sus ojos llenarse de
lagrimas. Obedientemente fue al rincón del comedor, y se quedo parada sintiendo
su corazón latir de prisa nuevamente. Sus ojos, empezaban a derramar pequeñas
lagrimas que ella se limpiaba, muerta de miedo de otra nalgueada.
- No voy a llorar, no voy a llorar… no voy a llorar…- Se
reprochaba a si misma mientras esperaba la sentencia. Seguramente su papa le
daría un castigo pero cual? De todos, el mejor era el rincón. Si, era cansado y
aburrido. Pero escribir líneas era mucho mas cansado, duraba mucho mas tiempo y
era mas aburrido y vergonzoso aun. Pero en especial, lo que mas miedo le daban
eran las nalgadas. Pero no solo por el dolor, o lo humillante que era terminar
pataleando sobre las piernas de su padre. O que sea en un lugar tan… privado…
No solo era que siempre, terminaba llorando luego de cada una. Era además, la
vergüenza de tener que luego, sentarse sobre las consecuencias de haberse
portado mal. El ardor molesto y horrible, que nunca la abandonaba. El tener que
sobarse a escondidas, ya que si alguien la veía seria obvio que la habían
castigado. Y el tener que sentirse una niña castigada tanto tiempo, con su cola
roja. La vergüenza también de que lleguen a descubrirla. Sus amigas algunas
veces se enteraron, pero por suerte no le dijeron nada. Pero cuando unos amigos
se enteraron (no sabe por que, pero culpa a las escaleras del colegio) se
burlaron de ella varios días y fue horrible.
- Polly, ya podes salir del rincón.- Dijo su papa.
Al salir los vio a los 2, en frentede ella.
- P-Perdon papi…- Dijo la niña.
- Esta bien, tu castigo.- dijo su papa, y polly sintió que
su corazón por poco rompia su pecho.- va a ser irte a dormir temprano. Asi que
ya, te vas a tu recamara, te pones tu pijama, apagas la luz y a la cama.
Polly no pudo evitar soltar una cara de molestia. ¡eran las
7:30 de la tarde!! Odiaba ser enviada a dormir tan temprano. Pero claro, no lo
odiaba mas que una nalgueada por parte de su papa.
- Sin berrinches polly.- Dijo su mama. – O acaso preferís…?-
Aclaro, pero polly rápidamente dijo: No mami, me voy a dormir!! –
Los abrazo a los 2, y su papa le dio un beso en la frente. Y
rápidamente se fue a su habitación. Tenia ganas de hacer un berrinche, pero
igual prefirió nuevamente obedecer a sus padres. Se estiro para desabotonar su
vestido, se deshizo sus coletas, se quito su ropa, y busco su pijama favorito
en el armario: Un mameluco lila, con dibujos de campanita. Este se lo habían
comprado cuando tenia 10, y le quedaba un poco chico, pero polly le guardaba
especial cariño, por que se lo compraron pocos días después de que la llevaron
al cine a ver su película favorita. Se estiro, poniéndose su mameluco, y se
abotono todos los botones hasta su cuello. Con su pijama ya puesto, opto por
cepillarse el cabello repetidas veces, y acomodo su uniforme, estirando el
jumper, la camisa y el liston en una percha y colgándolos para ponérselos
mañana temprano. Preparo unas mallas también y pensó “Espero que mañana no haga
calor…”.
De repente llego su papa y abrió la puerta, polly lo observo
asustada.
- Nena, la luz apagada y adentro de la cama. Estas
castigada.
- Si papi, lo siento, es que
preparo todo para mañana y me desenredo el cabello.- Explico.
- Ya terminaste?- Pregunto el.
- …Si….- Respondio ella con un puchero.
- Metete en la cama entonces, yo apago la luz.
Resignada, la niña hizo caso, y su papa apago la luz,
despidiéndola con un hasta mañana, y cerrando la puerta, dejándola totalmente
en oscuras.
Polly intento acomodarse y dormirse, odiando ese castigo.
Pero suponiendo que lo merecia. Polly, a pesar de todo, nunca culpaba a sus
padres por castigarla, y siempre suponía que sus papas tenían razón al hacerlo.
Solo que si, odiaba cumplirlos. Pero como sus papas decían “Por eso es un
castigo”. Ella tenia muchos peluches, pero ya se sentía demasiado grande para
dormir con ellos, y le daban vergüenza. Por eso, tomo una de sus almohadas, y
la abrazo como si fuera uno.
Pero sin embargo, le costaba mucho encontrar una posición.
Su col continuaba ardiendo con intensidad y la distraía demasiado. Busco muchas
poses, y aunque lo lógico seria dormir boca abajo, las cobijas, la rozaban
recordándole su ardor. Y aunque muchas veces la habían mandado a dormir con la
colita hirviendo, incluso, luego de una nalgueada, esta vez dolia mucho
mas. Polly pensó también en desabotonar
la parte de atrás de su pijama, y dormir con su cola al aire. Pero no serviría
de mucho. Si su mama la descubria la regañaría por indecente, y seguramente la
castigaría. A su mama le molestaba mucho la indecencia, y por eso tenia esas
bombachas que envolvían toda su cola.
Termino optando por desabotonárselo y dormir de costado,
poniendo su cola cerca de la pared y destapándola de las cobijas. Luego poner
un peluche debajo de su cadera para que esta no roze contra la cama. Asi,
intento concentrarse y dormir, pero obvio, era muy temprano y su horario normal
de irse a dormir era a las 10. Asi que vio cerca su celular, lo prendio
escondiéndolo debajo de sus almohadas para mitigar el sonido del prenderse. Y
luego, le bajo todo el volumen, escondiéndose con el bajo las sabanas. Era
obvio que pasaría si la descubrían, pero ya lo había hecho antes, y por suerte
siempre escucha los pasos cuando se acercan a su habitación. Noto que tenia
como 5 mensajes preguntándole, y una llamada perdida.
- Hola Rocio, perdón… Mis papas se enteraron de lo de
matemáticas.- Respondio.
- Uy que mal, entonces no vas con nosotras mañana?- le
preguntaron.
Polly puso un dedo pensativa en su boca, y respondio: - No
puedo, estoy castigada… no me dejan salir esta semana.-
Esto era mentira, ya que ya la habían castigado, y mientras
se aplicara podría hacer lo que quiera. Pero luego de semejante castigo,
preferia quedarse en su casa estudiando y asegurarse de que vaya bien en la
escuela.
- Que mal!!! Pero ni siquiera era tu culpa….- Leyo polly, y
escucho pasos. Inmediatamente apago el celular, y fingio intentar dormirse.
- Polly.- Dijo su papa, abriendo la puerta de su recamara.
La niña se froto sus ojos y fingio estar un poco dormida.
- Si papi?
- Estan pasando tu película favorita. Queres verla con
nosotros?
Polly se descubrió un poco, y dijo: - P-Pero… no estoy
castigada?
- Tu mama dijo que te portaste bien todo el dia- Dijo el. –
Y podes continuar tu castigo al terminarla, que total dura poco.
- Papi gracias!!!- Exclamo saltando de la cama y
abrazandolo. Luego lo acompaño contenta al comedor dando saltitos de su brazo y
con el almohadón aun en su otra mano. Hasta que escucho: POLLY!!! QUE ES ESA
INDECENCIA??-
- Inde…- Penso polly, hasta que recordó que se había
desabotonado el pijama por que le ardia el rozor de este, y que no volvió a abotonárselo
cuando su papa la llamo. Al instante su mama la llevaba de la oreja a la silla,
y la recostaba sobre sus piernas.
- MAMI PERDON!!!- Exclamo polly, con sus ojos llenos de
lagrimas mientras veía como su mama levantaba su mano bien alto apuntando aun
adolorida y muy roja colita. Pero para su sorpresa, su papa tomo la mano de su
mama impidiendo el azote. – Si!!!- PEnso polly para si misma, mientras su mama
lo regañaba. – Ernesto!!- dijo ella. – Pensas dejar esta impertinencia pasar
sin un castigo? No te molesta que haga estas cosas?
- Seguro lo hizo por que le ardia demasiado, no es cierto
polly?
- Si mami!!!- Exclamo Polly. – Arde mucho, mucho no podía
dormir!!!-
- Aun asi, no puedo…- Dijo ella, y polly sintió a su papa
abotonando su pijama. – Polly, mañana escribis 100 veces: Debo aplicarme en el colegio y no ser
indecente.- Esta claro?
Polly puso gesto de desesperación. Que frase mas vergonzosa,
y encima 100 veces.
- ….Si papi…- Dijo ella con un puchero.
- Oki, sentate a ver la película.
- Ella lo abrazo feliz, al ver que su colita se había
salvado y capaz ni deba irse a dormir temprano.
- La malcrias mucho.- Protesto su mama.
“100 lineas es malcriarme…?” protesto polly para sus
adentros, sobándose un poco su cola, que ante la amenaza comenzó a arder como
loca nuevamente.
- De vez en cuando no le hace mal.- Respondio su papa.
Fin.