Bueno, lo decidi. Estoy mudando mis historias aca: https://www.wattpad.com/user/Viciousotk
Es mucho mas facil de leer, y las estoy subiendo ahi. Subi un par mas de RSI y la continuacion de program start.
En cuanto al blog capaz en algun momento lo actualice pero para actividad catartica :D Aunque capaz y si alguien quiere publico otra cosa aca.
martes, 17 de abril de 2018
jueves, 29 de marzo de 2018
Little Lily!!
Si les resulta mas comodo wattpad, aqui tambien lo subi: https://www.wattpad.com/myworks/143412340/write/553992768
“Lo peor de la casa de la abuela es sentarse” pensó Liliana
sentada en su sillita en el rincón de la cocina.
La silla, era una silla para niñas, y en su respaldo decía
naughty. Así sentada, su vestido amarillo se levantaba por su crinolina, y ella
continuaba esperando, apoyando su mentón en sus manos. Se encontraba irritada y
de mal humor, el peso de su cuerpo caía en su colita recién castigada,
generándole ardor. Sentía como sus bloomers apretaban sus muslos, se sobaba, y
las puntillas de estos le picaban. Cuando le picaban, sentía como las puntillas
de su vestido, hombros, cuello y calcetas le picaban al mismo tiempo y esto la volvía
loca.
Detrás suyo, el resto de las mucamas trabajaban, y dos
mucamas esperaban cerca. Una un poco bajita, morochita, de anteojos y con cola
de caballo. Parecía estar más ocupada en esconderse y jugar con su celular que
en trabajar. La otra activa, de cabello oscuro y muy voluptuosa, tenía su
cabello en dos rodetes. No era muy alta tampoco, pero no tan baja como su
compañera.
- Ya paso como media hora!!! ¡Yo solo quería helado!!-
Protesto, pero fue ignorada. Dio otro suspiro y continúo esperando, mientras
las mucamas caminaban de un lado a otro apuradas trabajando.
- ¿No deberíamos dejarla salir ya? Pobrecita... – Dijo la
morocha.
- Se robo el helado. Recorda lo que nos dijeron. Es mejor
que la vea su abuela o María ahora.
- Si… pero, María y la señora Hudson apenas saben usar un
celular. Les mande 3 mensajes ya- Protesto la morochita.
Liliana de reojo, vio a la mucama mostrando el celular. Era
viejo, y tenia teclado. “Mi abuela esta atrapada en el siglo 20...” protesto
para sus adentros.
- ¿y que tiene, si es su helado? – insistió la chica.
- La jefa la hace seguir una dieta especial. Nos castigaran
si descubren que la niña no come bien y a sus horas. ¿Por qué no te fijas si
tiene sus colitas bien apretadas?
- Otra vez Vicky? Se las hice 2 veces – Se quejo la morocha.
- Mica, sos re vaga. Solo fue una voz y una la colo. Deja
que se la hago yo. – Se quejo. – Lily dio un montón de problemas hoy para
arreglarla. Si la señora Hudson la ve desprolija nos mata.
Liliana sintió pasos acercarse a ella, y luego, sus cabellos
desatarse.
- Ya te las desajustaste? Es la tercera vez hoy...- insistió
la mucama mientras se las hacia bien ajustadas.
- ayyy! - protesto agarrándose la cabeza.
- lo siento princesita, Pero reglas son reglas -. Dijo atando
bien firmes sus enormes moños amarillos. Si Liliana ya estaba molesta, ahora lo
estaba aún más con las coletas dejándola China.
- Ya está. – Dijo y Liliana escucho los pasos alejándose.
Con las coletas así de apretadas, Liliana se sentía más malhumorada todavía.
- Te lo dije.
- ¿Por qué no la castigan ustedes? - Protesto la cocinera,
irritada de que molesten en su cocina.
- Yo pegarle ni loca. – Se quejo la morocha.
- Entonces dejen de molestar acá que estamos trabajando. –
Contesto.
Ambas se molestaron y se acercaron a ella.
- Ya bastante le pegaste vos con la espátula a la pobrecita.
La hiciste llorar y todo. Es mejor que su abuela hable con ella y le enseñe que
robar es malo.
- Si, ni loca le pego. No se en que piensa la señora Hudson.
Hasta nos dijo que si quisiéramos usáramos su paleta. ¿una paleta para una nena
tan chiquitita?
- Si! Es una angelita que solo quiere jugar.
- Es un demonio.
- Sos injusta con ella, mírala ahora en su rincón. – Señalo y….
-Lily!! ¿Dónde estás? – Exclamo y ambas salieron corriendo.
Lily por su parte, estaba escondida en uno los muebles.
"Nota mental... ni volver a acercarme a la cocina"
pensó, saliendo de su escondite y corriendo afuera de la cocina.
“sí corro a mi habitación seguro se olvidan en unas horas…”
pensó Liliana. Rápidamente, se dirigió hacia allá y se metió.
Lo primero que hizo al entrar fue desajustarse los listones.
“mejor…” pensó sobándose la cabeza. Luego se acercó a su ventana, y se asomó
por ella parándose en puntas de pie.
“No quiero quedarme encerrada acá hasta que sea mi siesta…
pero si vuelvo…” pensó y se sobo un poco la cola. “Esa tonta de bethy sigue
pensando igual de fuerte…Al menos conseguí helado! Ahhh… Debería pedir permiso para salir.” Continuo.
“No, no, me van a poner ese tonto delantal, y me van a llevar con un pretal!”
Sin más dudas, busco uno de sus banquitos y lo llevo a la
ventana. Se subió a él, y con un poco de dificultad, se subió a la ventana,
saliendo por ella y parándose en una pequeña superficie del lado de afuera.
“Despacito…” pensó acercándose a la enredadera de la antigua mansión que
recubría la mayoría de las paredes. Se trepo a través de ella y bajo hasta una
pequeña columna. Piso bien y miro hacia abajo. “ 1….2….3!” se dijo a si misma y
dio un largo salto cayendo con todo su peso en sus pies.
“bien!!” se festejó, pero perdió su equilibrio y cayo
totalmente de cola.
- OWW…..MPH!- Exclamo pero enseguida se tapo la boca. “Tene
cuidado tonta, si nos descubren, volvemos al rincón!” se auto regaño. Se paro
incómodamente y se sobo con ambas manos “Eso dolió…. Ay, esa estúpida de bethy
me dio re fuerteee!!! ¿Qué le molesta que le saque helado, tiene la heladera
llena” se quejó. Al sobarse, las puntillas de sus bloomers, le generaron
picazón, y como siempre, sintió las puntillas de las demás partes del vestido
picándole también, haciéndola poner de mal humor. “Se notará?” pensó Liliana, volteando a ver su trasero.
“No… casi no se nota... gracias a estos tontos bloomers…” pensó, y sonrojándose
estiro su corto vestido lo más que pudo. “No importa lo que mi abuela diga…
parecen pañales. Acá afuera hay chicos Liliana, Tenes que ser cuidadosa…”
Camino muy cuidadosamente entre los arboles e intentando
evitar mucamas. Pero a medida que su preocupación disminuía sus hábitos
volvían. Pocas cosas la divertían tanto a Liliana como trepar o esconderse en
lugares. La mayoría de las veces se escondía sencillamente de la nada, y otras
se trepaba solo para ver hasta donde llegaba. Obvio su vestido a veces daba
problemas, pero no era algo que le preocupe. “Después de todo, para eso tenemos
las mucamas, para que lo laven. Nunca entendí por que la abuela se hace tanto
problema. Y mas por estos vestidos viejos.”
Trepo un árbol y desde arriba vio varios campesinos
trabajando. Además, podía ver sus casas. Vio un par de niñas usando su mismo
modelo de vestido, pero sin puntillas. Se subió y espió otra familia.
“Espera…. ¡Esa … la conozco!! ¡Tiene mi edad!! ¡Es injusto,
por que a ella si la dejan usar vestido largo!!” protesto Liliana. “Y si la
molesto…? Nahhh… estas campesinas son re aburridas, luego me acusan, aunque…” Dijo
y vio a lo lejos a marcos. Desde muy niña le fascina molestarlo.
Se acerco gateando a un escondite cerca de donde el
trabajaba y lo observo: Habían pasado los años y el había crecido. Era lo
primero que le llamo la atención. Pero no le importo, y tomo un par de semillas
del arbusto y empezó a arrojárselas. Se rio de sus gestos, hasta que el chico
comenzó a intentar preguntarse de dónde venían.
“Mejor corro” pensó Liliana aguantándose la risa y se salio
de su escondite.
“Eso fue divertido” pensó Liliana, pero de repente, sintió
un jalón de su cintura, hasta terminar suspendida en el aire, y una sonora
nalgada. Pataleo tomándose la cola y luego se jalo el vestido, intentando ver
quien la alzaba.
- AY!! ¡Acá no!! ¡Se me ve todo!!- Protesto la niña
sonrojada.
- ¿me queres decir que haces acá mocosa? ¡Estas toda
sucia!!! ¿Por qué no nos dijiste que te llevemos a pasear si querías? Deci que
te vi, si tu abuela nos ve así nos mata! ¡Te estábamos buscando por toda la
casa!
- Bajame!! ¡Si les digo me van a llevar como un perro y con
ese tonto delantal!!
- Lilianita!! – Exclamo la mujer.
- No me pongan nombres, no soy mocosa, ni “Lilianita” soy…
AY SOLTAME!- Protesto, mientras la chica la levantaba con facilidad, la ponía
en su hombro y le daba otra nalgada.
- Bueno señora “Ay soltame”, ya casi es hora de tu siesta,
estas toda sucia, y jugando acá afuera. ¿ya comiste?
- No... – contesto sonrojada, intentando jalar su vestido en
su nueva posición.
- Sos terrible mocosa! - Dijo la chica llevándola
rápidamente. Una vez dentro de la mansión, Liliana dejo de taparse y colgó
resignada. Liliana conocía sus limitaciones. La mucama era alta, y flaca, pelirroja
y de pelo muy cortito. En cambio, lo que tenía en agilidad, no lo tenía en
fuerza. Hasta le costaba abrir la puerta de la mansión.
Ya adentro, Micaela y Victoria se acercaron alarmadas. La
pelirroja la bajo, y Liliana se cruzó de brazos molesta, por haber sido cargada
como una muñeca.
- Pequeña Lily!!- Exclamaron las dos.
- Donde estaba!!
- La nena se fue a jugar sola afuera! ¡Y ni siquiera comió
aun!!!
- No comió??
- Si la ve la patrona nos echa.
- Que me pague la indemnización… - dijo la morochita.
- Dale Micaela en serio!!- Protesto la chica voluptuosa.
- Nosotras la cambiamos, vos anda y cocina. – decidió la pelirroja.
- Si! - decidieron todas al unísono y rápidamente se la
llevaron de la mano a Liliana.
- No necesito que me cambien puedo cambiarme sola…- Protesto
Liliana, pero la ignoraron.
Ya, en el pasillo cercano a su habitación, se cruzaron a una
delgada mujer, de falda en tuvo, y entrada en sus 50.
- Hola chicas, ah, veo que aquí esta.
- Usted es la nueva institutriz no?
- Vos también sos nueva…- contesto Liliana.
- Así es, Pequeña Hudson. ¿Dónde ha estado? La he esperado
para sus clases toda la mañana.
- Yo…
- Jugando afuera, donde va a estar.
- Valla valla, eso amerita una medida disciplinaria. – Dijo
la mujer, sacando su fina vara. Liliana al verla trago saliva. Y la pelirroja
insistió: Es verdad. Encima se escapó del rincón hoy y estuvo robando helado. Tomo
sus manos y la obligo a inclinarla.
- Hey! No!- Protesto Liliana intentando forcejear un poco,
pero con la más absoluta facilidad, la inclino para su castigo. La morochita,
dio la espalda a la situación, saco su celular y se puso a jugar con él.
- Esto te enseñara mucho, - Dijo la mujer, levantando su
vestido y apoyando la vara en su cola. La vara corto el viento y PAF!
Sorprendida, Liliana pensó: “Eso…. Eso casi ni dolió. En
verdad es nueva”. Paf! Sintió otro azote y se regañó a si misma: “¿Qué haces
tonta? Llora o se van a dar cuenta que no te duele!!”
- WAAAAA- Sollozo Liliana, con su cara roja y lagrimeando,
mientras los azotes caían. Estando acorralada, Liliana uso su arma secreta, su
ternura. Liliana era una chica preciosa, de grandes ojos azules, dorados rizos
de ángel, pecas y mejillas rosadas. Su rostro aniñado le molestaba ahora que ya
había crecido, pero aun así continuaba sacándole provecho. Ver a la pequeña
Lily llorar, le rompió el corazón a las 3.
- Ya pobrecita déjenla!! ¿Tanto le van a pegar por solo
jugar? – protesto la morochita.
Ambas se sintieron un poco culpables, y cuando la soltaron,
Liliana se sobo los ojos llorando. La morochita la abrazo, y ella le devolvió
el abrazo muy cariñosamente.
- ¿Ya risitos de oro, cuando quieras salir a jugar me avisas
sí? - Dijo revolviéndole el cabello.
“Risitos de oro…”
- Si!- Exclamo lili y la abrazo.
- Bueno pequeña Lily, veo que ya aprendiste tu lección, te
espero luego de tu siesta.- dijo apretándole un cachete.
- Si… waaa…- Respondió sobándose los ojos. Mientras se
despedían, la pelirroja observo de reojo como se estiraba el vestido, y tenía
un pequeño berrinche, seguramente frustrada por lo corto que era. Hacia poses,
viendo que tanto se levantaba al moverse, y se revisaba la cola por si quedaron
marcas. Luego se sobaba el cachete.
Entraron, y la morochita se dirigió rápidamente a su
cabello.
- Es hora de tu siesta “risitos de oro”. - Cruzada de
brazos, Liliana suspiro fuerte levantando su flequillo y mostrando disgusto.
La morochita comenzó a desarmarle sus moños, mientras ella
malhumorada se sentaba y apoyaba la cara en una muñeca.
“Recién lloraba y ahora…?” pensó la colorada.
- Colo! ¡Ándale quitando el vestido! – Dijo la morochita.
- Si…- respondió, y empezó a desabotonárselo por la espalda.
-Chicas…. Yo ya se vestirme sola…- Se quejo Liliana. Ambas
la ignoraron, y la pelirroja intento sacarle su vestido por los hombros. Lo doblo, y luego le saco sus zapatos y
calcetas.
Con Liliana en ropa interior la morochita se acercó y dijo:
Hoy usaras…. Este.
- Ay no… ni loca uso ese, ya soy muy grande para…. –
- Llego la comidita!!!- exclamo la chica voluptuosa. - ¿Por
qué todavía no está en pijama?
- Porque la nenita cree que es muy grande para usar pijama.
- Ay pequitas…- Dijo la otra chica.
Sintiéndose ignorada, Liliana protesto: ¡No cualquier
pijama!! Es ESE pijama. ¡Es de cuando era chiquita!! Hasta tiene dibujitos en
el cu…
- Uy cierto, ahora sos tan grande… Usarías el otro si no lo
hubieras ensuciado con pasto, “pequeña mocosa”
- Le voy a contar a mi abuela que me hablas así!! –
- Se nota que no sabes tratar con chicos patricia. – dijo la
chica voluptuosa.
- A ver VICTORIA, enséñame-
Victoria se agacho, apoyando las manos en sus rodillas y poniéndose
a la altura de Liliana. Al hacerlo, sus enormes senos se marcaron, provocando
la envidia de Liliana.
- Cachetitos, todas usamos pijama…
- ¡NO SOY CACHETITOS, SOY LILIANA!!- Exclamo emberrinchada.
- …Y si dejamos que coma y se vista sola…? - Protesto la
morocha, con el mameluco en una mano y revisando su celular con el otro.
- Son las DOS y media Melina…, y la nenita aun no comió ni está
tomando su siesta. –
- Dos y media ya??- Se pregunto y vio la hora en su celular.
- …Nos van a matar. –
- A ver ternurita… ¿Queres que la tía Vicky te ayude mejor?
Pobrecita, no tenes la culpa de que esa colorada mala no sepa vestir a una nena
en como media hora.
- ¿QUE? Si no fuera por mi ella seguiría jugando afuera. A VOS
se te escapo una mocosita del rincón!!!
- SI ESTUBIERAS AHÍ PARA AYUDARNOS Y NO VIVIERAS EN TU
MUNDO, NO SE HABRIA ESCAPADO.
Las dos explotaron en una conversación, mientras Liliana las
miraba muerta de la risa, y Micaela atrás. De su delantal, saco un paquete de
papitas.
- ¿queres?
- …Si. – Contesto Liliana, viendo asombrada como Micaela las
observaba muy relajada, sin desesperarse por que ella se cambie.
- Si aprovechas ahora y te cambias?... Claro, salvo que
quieras que Vicky te diga “Ahí viene el avión…” –
Las otras dos por su parte.
- Aparte, YO SI SE hablar con ella y ella a MI
me entiende. NO COMO VOS QUE SOLO GRITAS TODO EL TIEMP…-
- Chicas, ya está.
- ¿Cómo ya está? Ayuda con algo y…
Cuando voltearon, no solo la comida ya estaba lista, Liliana
dormía angelicalmente en su cama abrazando un peluche.
- Luego les enseño. - Dijeron yéndose, con Micaela orgullosa y satisfecha.
“seguro ya se
fueron…” pensó Liliana abriendo los ojos. “Si prendo la luz, van a darse cuenta
de que estoy despierta y van a volver a molestar. Mejor espero a que mis ojos
se acostumbren.”
Miro de reojo y vio que la ventana estaba trabada, para que
no entre la luz.
“Odio la siesta…” Se quejo. Cuando sus ojos se
acostumbraron, salió de su cama y se dirigió a la puerta. “Y si me escapo…
aunque… no quiero que los chicos me vean así…” Pensó viéndose su mameluco. “Me
lo hicieron usar al final… es de cuando era chiquita! Parezco una beba con él y
encima…. ¡Cierto! “pensó, y volteo. “Que suerte que nadie me vio” dijo
abotonando uno de los 3 que tapan la parte trasera y que tiene el ojal
agrandado. Por más que lo cosían, se descosía siempre. “Mi abuela lo debió
haber hecho mal…” pensó, ya que este era uno de los que su abuela le hizo.
“Espera… será exactamente el mismo??” Pensó preocupada. Lo agarro de varios lados,
en especial de su pecho y caderas y protesto deprimida: “No puede ser que sea
exactamente el mismo y me quede tan bien…”
“Ya se, mi abuela lo debió haber agrandado… De todas formas,
me viaje 6 horas hasta acá solo para estar castigada… No sé qué voy a hacer 3
meses sin internet…” suspiro.
“Cuando mi abuela supo que vendría de vacaciones 3 meses
cuando era una niña, se entusiasmó tanto que me compro todo un guardarropa,
hizo esta habitación, y hasta me coció a mano este pijama, el delantal, y las
puntillas de mis vestidos. Hasta les coció crinolinas a mis camisetas”.
Ella usaba el típico vestido que usan las niñas en el
pueblo, pero la infantil Liliana de 10 años, protestaba con que era demasiado
simple y ella era una princesa, por eso su abuela se los coció.
Se arrodillo en la alfombra, y gateo hacia donde aún estaban
sus juguetes. Ella se quejaba de tener que usarlos, pero nunca se animaría a
hacerlo frente a su abuela. Recuerda muy bien lo feliz que se puso cuando era
una niña y vio todo lo que su abuela le compro. Ese recuerdo lo atesoraba.
Revisando entre sus juguetes viejos, encontró a su muñeca,
“Dolly”.
- DOLLY!!- exclamo
abrazándola. – Y mira!!! ¡También traes tu pijama!! –
Dolly era su muñeca, y la única compañía de la pobre niña
rica. Su abuela era muy respetada y todos los del lugar le tenían un enorme
respeto. Por eso, la pequeña Lily se movía en una burbuja de cristal, y los
pueblerinos temían que la sobreprotegida mocosa los pueda meter en problemas. Además,
La preciosa niña inspiraba la ternura de todos, y aunque eso podía ser bueno
también la hacía sentir excluida. Y también la volvía un poco creída.
- ¿Acá debe estar el resto de tu ropa no Dolly? - Le comento
a su muñeca, y dejando ser libre al lado de ella que aún era una niña, jugo
tranquilamente con su muñeca. Después de todo, a pesar de estar castigada, sin
celular, sin notebook, y teniendo que cumplir los horarios de una niña…. Seguía siendo una niña consentida, y tenía su
habitación llena de juguetes.
Aun así, intento dormir su siesta un par de veces, pero
sencillamente no podía.
- Hora de despertarse Liliana Hudson. – Dijo María abriendo
la puerta. Al entrar, vio a la pequeña Lily, jugando en 4 patas en la alfombra,
en su mameluco rosa.
“…Esa cola ni siquiera esta rosa y no durmió su siesta...”
pensó viéndola a través del botón que otra vez se le había salido. “Las chicas
dicen que la habían castigado. Se nota que no la conocen... Si hubiera dormido
tendría el pelo todo inflado, y ahora hasta tiene la forma de sus colitas...”
Lily volteo, y notando la presencia de María, corrió a ella, dando un salto y
colgándose de ella de un abrazo cariñoso, como lo hacía siempre.
- María!! ¡Ahora estas ocupada siempre y ya no me prestas
atención!! – protesto apoyando la cara
contra su panza.
María, era una mujer mayor, que acompaña desde siempre a la
Familia Hudson. Su uniforme, presentaba un par de características distintas que
mostraban su rango como ama de llaves. En vez de cofia, usaba una elegante
boina blanca, y en vez de un listón en el cuello, llevaba una gema de adorno.
Fue quien se encargó de cuidarla durante todo aquel verano, y conoce a Liliana
desde que era una beba. Además de aparecer siempre en las reuniones familiares.
María, revolvió los dorados rizos de la cariñosa muchacha y
recordó cuando llego a la casa hace algunos días……
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- Me engañaron!! Devolveme a mi casa!!
Fue un viaje largo y tedioso de 6 horas. Y mientras el chofer,
soportaba el intenso recorrido a través del camino sinuoso y a Liliana, Liliana
veía su viaje a Brasil alejarse por cada metro que viajaban. A través del
intenso calor, pasaron por la ciudad, entraron a la ruta por varias horas, y
luego, a un pequeño pueblo de calles empedradas. “Esto es lo más parecido a una
ciudad en 100 kilómetros…” protestaba Liliana. Luego, media hora más por ruta
hasta llegar a las hectáreas de su abuela. Vio un par de casas chiquitas en el
camino y luego de eso, la mansión de su abuela.
Se bajo a los gritos:
- AHORA YA PERDI EL VIAJE!!! – Exclamo, y batallo contra su
pesada y gigante valija, intentándola bajar. Hasta que sintió que alguien
alzaba su valija como si nada y la colocaba en su hombro.
- María!!- Exclamo saltando y abrazándola.
“No cambio nada…” Pensó María, quien estaba preocupada porque
su niña este totalmente diferente. Luego de todo lo que había pasado.
Cuando se bajó, luego de darle un buen vistazo, se dio
cuenta que obviamente ella ya había llegado a la pubertad. La mocosita llevaba
el cabello alisado con mucho gel, tenía toneladas de maquillaje, llevaba una
mini falda, una sugestiva blusa con escote, y un corpiño con mucho aro que
intentaba rellenar su escote. Además, llevaba una carterita, aritos y zapatos de
plataforma.
- María! ¡Estas exactamente igual!! Hey!! Quiero hablar con
mi abuela. Acá no tengo señal ni wifi, y no me responde los mensajes.
María no entendió nada de lo que dijo, pero aun así intento
responder: Pequeña Lily, sabe cómo es su abuela. Ella no utiliza celulares,
apenas ha comenzado a usar su notebook.
- Si, si, es igual que siempre…- Dijo caminando rápido hacia
la casa. – Donde esta? Quiero hablar con
ella. ¡Este estúpido chofer me trajo hasta, debería estar en Brasil ahora! Y
todo porque el idiota solo sigue ordenes de ella. Voy a hacer que lo eche.
- Su abuela, pequeña Lily, se encuentra muy ocupada, me
encargo recibirla.
- Jaja…. Pequeña Lily. Ya soy grande María, ahora tenes que
llamarme Liliana. Supongo que tendré que pasarme unos días acá… hasta que me
den unos pasajes nuevos. Aunque pasar unos días acá con ella seguro va a ser un
dolor de…. cabeza. – dijo, viendo su cola de reojo y apoyando una mano. – YA
DEBERIA ESTAR EN BRASIL AHORA!!- Exclamo enfadada.
- Liliana Hudson! – Exclamo María. – En verdad cree que
merece unas vacaciones luego de haber repetido de año?? – protesto.
- Hasta vos te enteraste? - Se sorprendió Liliana. – Esa
escuela igual era una mierda. Mi papa decidió dejar de invertir de ella y
cambiarme. Con unos arreglos, entro a otra donde me traten mejor y paso de año.
– Contesto la niña cruzada de brazos.
Entraron a su habitación y giro un poco observando alrededor.
- Wow…. No cambio en nada. – Pensó viendo las mismas paredes
rosas. Hasta que vio la pequeña sillita en el rincón que decía “Naughty” en el
respaldo, junto a la paletita. - ….En… Nada…- Pensó Liliana. – Necesito hablar
con mi abuela cuanto antes.
- Liliana, si queres hablar con tu abuela quítate esos
aritos. Ya sabes cómo es ella.
- Si… cierto, ella es tan anticuada… Bueno, al menos traje
mi bolso, mi note…- contesto Liliana
sacándoselos. Pero apenas se los saco, María la tomo muy fuerte de la oreja.
- AY!!!- Exclamo, aunque Liliana, sabía que tarde o temprano
iba a pasar. – Ya estoy grande María!! –
- ¿Me queres decir que haces vestida así? - Exclamo
tomándola de la cintura y dándole unas sonoras nalgadas. Liliana pataleo e
intento safarse.
- No!! ¡Chas chas no! Soltame!! –
- Esto recién empieza mocosa! - Dijo la mujer levantando su
falda.
- No María!!- Protesto.
- No usas bombacha??- Exclamo sorprendida.
- Claro que si uso…- Contesto la jovencita.
- ESTAS USANDO UNA TANGA?-
- Ay María… sos una vieja, todas usan esto…- Se quejo
Liliana, y al instante la mujer la hizo patalear con dolorosas nalgadas. – Ayyyy,
perdón perdón!! ¡Basta María!!! ¡Yo que sabía que iba a venir acá! ¡Yo creía
que íbamos a Brasil!!- suplico.
La mujer la soltó, devolviéndola al suelo y la chica se sobo
con ambas manos haciendo un evidente gesto de dolor.
- Tu abuela esta muy decepcionada de ti. Según ella solo
repetiste de año por floja. –
Liliana trago saliva.
- Bueno… pero a ella que le importa…
- Mocosita inocente. Ella me dijo que cuando llegues te
lleve con ella preparada para hablar
seriamente. –
Los ojos de Liliana, quien aun se sobaba, se dilataron al
escuchar eso.
- H-Hablar…? ¿¡Ay… viaje 6 horas solo para una nalgueada!? –
Se quejo.
- Y no creas que te vaya a ir muy bien si te ve vestida así.
–
- Bueno, si sabía me traía algo mas …- Protesto Liliana,
pero la mujer dijo: sabes que no puedo presentarte a ella en esa apariencia.
Seria capaz de echarme. Ven. – Dijo tomándola de la muñeca. La chica se dejo
llevar, y fueron al baño.
- Te daré una buena ducha.
- María no! No soy una beba. ¡Y me bañe antes de venir!
- Tengo que sacarte todo lo que te metiste encima. – Dijo entrándola
al baño, llenando la bañera y comenzándola a desvestir. El saber que iba a ser
nalgueada, la tenia muy frustrada. Pero Liliana estaba acostumbrada a que María
la cambie por eso no protesto. Le tenia un profundo respeto y cariño.
- Puedo bañarme sola sabes?
- Si, y vestirte sola también por lo visto. – Se quejo la
mujer, quitándole la blusa y la falda. Luego la ropa interior, hasta quedar
desnuda. La alzo desnuda y la metió en la bañera. Luego con cuidado, le lavo el
cabello. Sus rulos, comenzaron a aparecer a medida que el gel desaparecía.
Luego, con mucho cuidado, le quito el espeso maquillaje. Las pequitas y sus
mejillas rosadas, que eran tapadas por el maquillaje, volvieron a mostrarse. La
mujer no titubeo en darle un profundo baño a Liliana. Liliana vio que María, tenía
un viejo celular con teclado. Con mucha dificultad apretó un par de botones y
luego tomo un toallon, ayudándola a salir, secándola y envolviéndola en él.
Liliana, sonrojada y malhumorada, se dejó llevar por María. En el fondo,
disfrutaba mucho lo cuidadosa que era María. No mostraba estar perdiendo el
tiempo. Cada vez que la lavaba lo hacia con mucha paciencia, dedicación y
cuidado. Hacia el final, estaba impecable, olía a frutillas del shampoo y hasta
le habían puesto un poco de crema. Envuelta en el toallon fue llevada a su habitación.
Al bajar, Liliana se quedo sentada en su cama mirando alrededor.
- Ya está, ya me bañaste. ¿Y mi bolso? Creo que ahí tengo un
vestido o algo elegante. – dijo Liliana. Sin embargo, lo que sospechaba se confirmó.
La mujer, tomo de su armario un vestido celeste clarito, calcetas, bloomers y
una camiseta que tenia cocida a ella una crinolina blanca.
- E-Eso es de cuando era chiquita…- Protesto Liliana, pero la
mujer la ignoro, y se acerco para ponerle sus bloomers.
- Parecen pañales…- Protesto.
- Liliana…- Se quejo María, haciéndole el gesto de que meta
sus piernas.
- Si queres los uso… si te hace tan feliz. Pero ya no me van
a quedar. Es de cuando era chiquita.
Sin embargo, le quedaron a la perfección. Liliana hizo
puchero frustrada, y termino usando además sus calcetas, y su camiseta. Estirándose la camiseta del pecho pensó
“Estaba segura de que al menos esto me quedaría apretado…”
Entonces fue cuando María, saco del armario un tierno
vestido celeste clarito. Liliana se rasco la cabeza recodándolo. Sus calcetas,
bloomers y crinolina tenían puntillas, y esta tenía un gigantesco cuello
redondo con puntillas, y mangas aglobadas también con puntillas. Dando un largo
suspiro se quejó.
- En verdad queres
que use eso? Es de cuando era …- Dijo, pero la mujer se lo acerco, y ya se lo
estaba poniendo.
Mientras se lo abotonaba, Liliana recordaba el anterior
verano e insistió: ¿Por qué tengo que usar ropa vieja?
- Lo usaste solo 3 meses Liliana. Tu abuela dice que si te
compran ropa nueva a cada rato no aprendes a valorar el precio de las cosas.
- Lo use 3 meses, ¡pero hace como 30 años!!- Continúo
quejándose hasta que la mujer, luego de abotonarle los botones de su espalda,
ato el lazo de su cintura en un gran moño amarillo detrás, y luego, lo almidono
con un aerosol.
“De donde saco ese aerosol…” pensó. Y luego se dio cuenta que,
para haber llegado engañada, tenía su habitación y ropa completamente preparada
para ser usada.
- Genial!!- Protesto, mientras la mujer almidonaba su moño
para que quede firmemente parado. Tomo sus guillerminas, y con mucha suavidad
se las puso. Y finalmente, ato su cabello en dos ajustadas coletas. Liliana ni
protesto, sabía que si María se las peinaba se las haría muy fuerte. Pero, sin
embargo, disfrutaba el tiempo que ella dedicaba a cepillarle cariñosamente el
cabello, haciendo que el tirón valga la pena. Con mucha paciencia, ato dos
moños enormes del mismo color que su vestido a sus coletas, y los almidono.
Luego de eso, la puso de pie. Liliana revivió viejos
recuerdos al sentir su crinolina balancearse al ponerse de pie. Cruzada de
brazos, sintió las puntillas de sus hombros y cuello picarle y dijo: ¿ya está
contenta? ¿ya puedo hablar con mi abuela?
María vio a la chica ruda de la
calle desaparecer y ser remplazada por una adorable niñita rubia de ojos
azules: La pequeña Lily.
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Con Lily ahora en pijama, el proceso no cambio demasiado.
Lily ahora ya estaba comenzando a acostumbrarse a sus nuevas reglas y se dejo
cambiar sin protestar. No solo eso, le encantaba lo especial que María la hacía
sentirse cuando la vestía. La única diferencia es que el vestido que en esta
ocasión uso era verde clarito. Ella poseía varios del mismo modelo, pero en distintos
colores, que eran muy comunes entre las niñas del lugar. Solo había un detalle
distinto que hizo que cuando Liliana lo vea se cruce de brazos y haga un gran
puchero.
- NO! –
- Liliana… mi señora quiere hablar con vos cuando estés lista. No des problemas.
- H-Hablar…? – Pregunto Lily, e inmediatamente dejo de
cruzarse de brazos. La mujer se acerco y le puso su delantal. Este se abotonaba
por detrás, tenia volados en hombros y debajo del pecho. Era largo como su
vestido y la envolvía dejando solamente las mangas libres. Este Liliana debía
usarlo cada vez que era llevada a un lugar donde pudiera ensuciarse. Y por eso
traía cicatrices de sus distintas travesuras, parches de las veces que se rasgó,
alguna mancha que descoloro la tela y que no pudo quitarse del todo, dos
enormes bolsillos llenos de sus chucherías, etc. Una vez con el puesto, Liliana
se cruzó de brazos, haciendo puchero y emberrinchada.
- ¿y por que no te gusta ahora? Tu abuela lo coció y bordo
con mucho cariño.
Liliana señalo su pecho aun emberrinchada. Su abuela le había
bordado dos tulipanes rosas y L i l y en rosa, en su pecho, arriba de los
olanes.
- ¿Qué tiene?
- Soy Liliana no Lily!! ¡Por culpa de este delantal todas me
llaman así!
- Ay…- Suspiro la mujer. Se sentó y tomándola de la cadera
la hizo acercarse. Apenas sintió eso, Liliana intento alejarse. María sabía
perfectamente por qué. Recordó que la primera vez, hasta intento escapar por la
puerta, sin saber que María precavidamente la había cerrado. Aun así, no pudo
resistirse mucho, y una vez al lado, la recostó en sus rodillas, poniéndola
boca abajo, y sosteniéndola muy firme. Liliana, al igual que la anterior vez,
comenzó a lagrimear apenas termino en esa posición. María sabía perfectamente
que Liliana sabia fingir muy bien su llanto. Y sabia que con ella no lo hacía.
Hasta podía escuchar su corazón latir a toda velocidad, y por eso sabía que no había
aprendido la lección con el castigo que supuestamente le habían dado. Liliana
si algo temía eran las nalgueadas que María daba. Y había una buena razón tras
de eso. María no era una mucama cualquiera. Era en extremo trabajadora.
Limpiaba la casa, hacia arreglos, coordinaba las demás sirvientas, ayudaba y
trabajaba en el campo. No tenia las manos delicadas de una dama, tenia manos
trabajadas por el campo, con callos y cicatrices. Las mucamas no tenían
permitido bajar los bloomers de la pequeña, pero no era necesario. María sabia
dar buenas y dolorosas palizas.
Liliana quedo atrapada en las piernas de María, y no tardó
mucho en empezar a sollozar bajo los dolorosos azotes. Una costumbre que tenia
la señora Hudson, y que las victimas odiaban es que ella solo tenia charlas
luego de que las culpables hallan sido castigadas primero.
Liliana, siempre sentía que podía controlar la duración de sus
nalgueadas. Ella era muy tierna y tarde o temprano les rompía el corazón a sus
ejecutoras y la nalgueada terminaba. Con María esto era inútil. Incluso, se ha
ganado nalgueadas mas fuertes por intentar manipularla. Desde pequeña que ella
lo hace, y la desesperación que le da no saber cuando terminara la vuelve loca.
Sumado a eso, María la traba con tanta facilidad, que no importa la fuerza que
haga no puede salir de la posición en que la trabo. Casi siempre termina
agotada luego de cada castigo luego de todo el forcejeo inútil que hacia sin
poder controlarse. Cuando la nalgueada termino, María la puso de pie. Apenas lo
hizo, Liliana salto desesperada y tomo su cola sollozando y dando saltos.
María pensó: “Solo aprende su lección cuando hace ese gesto,
yo creo que ni ella sabe que lo hace, no haría algo tan vergonzoso a
propósito”. María tomo a la pequeña en el aire, y la sentó en sus piernas,
quien se hundió en un fuerte abrazo. La tuvo abrazada varios minutos, mientras
Liliana decía algo inentendible con la cara apoyada contra su pecho. María
recordó que cuando la trajo antes, fue exactamente igual. Cuando dejo el llanto
fuerte, respiro agitada y se quedo en sus piernas varios minutos más, con María
mimándola. Hasta que finalmente la puso de pie, hizo los arreglos necesarios
luego de la nalgueada, y tomando su pretal se acercó a ella.
Liliana tomaba su cola con ambas manos, y al ver el pretal
puso gesto de disgusto, ya que odiaba tener que usarlo, pero se lo dejo poner
sin chistar. Este era rosa, se ponía a través de los hombros y se ajustaba en
el pecho.
- Vamos que tu abuela quiere hablar contigo.
- S-Si…-
Para desgracia de Liliana, su abuela quiere tener sus
charlas con su cola recién nalgueada. Mientras caminaba pensaba en lo fuerte
que nalgueaba María, y en la ultima vez que paso por algo así, el primer día….
“…. No puedo encontrar
una posición cómoda…- Pensé apoyándome en una nalga y la otra.
- Lily, ¿escuchaste lo
que te dije?
- N-No… Digo si...
Digo no…- Respondí, mirando la paletita de reojo, que estaba colgada en la
pared.
Odio este ritual que
le encanta a mi abuela. Y odio esa estúpida paleta. El ultimo verano, la
primera vez que me escape, compro la paleta y la sillita en conjunto en el
pueblo. ¡No puedo creer que las vendan en conjunto! Y desde entonces, solo me
nalguea con ella. Duele como el demonio y ahora que repetí… Estábamos las 2, sentadas a la mesa. Yo
recién nalgueada, ella frente a mí, y su nueva dama de compañía, sirviéndole
te. Ella era muy bonita, de dos trencitas cocidas, y su uniforme era distinto
que la de las demás, como mas bonito. Era muy jovial y alegre, y se movía con
cierta gracia. Yo continuaba preocupada, y apoyándome en una nalga y la otra. Veía
la paleta y recordaba la horrible sensación.
- Niña de las mejillas
rosadas, ¿se le ofrece más chocolatada?
- No gracias…- Respondí
sonrojándome un poco. Ella apretó un cachete mío y se fue al lado de su señora.
- Bueno Pequeña
Hudson, cuéntame como te fue en el cole.
Me sonroje más aún. A
mi abuela le encantan este tipo de torturas.
- Ya sabes… no se para
que me preguntas. – Conteste molesta.
- Vaya... Encima
siendo maleducada. ¿ya sabes por qué viniste aquí no?
- No! Yo estaba por
irme a Brasil…- conteste cruzándome de brazos.
- Sabes bien que no
mereces…
- Si, lo sé bien…-
Conteste molesta. – Solo que hice 6 horas de viaje solo para ser nalgueada.
- Y los chas chas son
solo el principio.
La sirvienta se tapo
la boca disimulando una risita, y murmuro: “Niña de las mejillas rosadas” Yo comencé
a molestarme.
- Vas a estar todo el verano
acá.
- ¿todo el verano? ¡Pero
mis papas!!
- Tus papas son unos
cobardes que no se animan a decirte no. Yo fui quien los convenció de que pases
el verano acá. Y cuida tus modales o te quedaras todo el año. Después de todo
ahora no tienes más colegio.
Me quede callada.
- Vas a estar
castigada, sin Celular, sin notebook, y sin ese bolso con toda esa ropa
grotesca que tus papas te permiten usar.
Deje caer mi cabeza
contra la mesa y ella continuo.
- Y le dije a las
mucamas que no te dejen tener tu bolso, tienes ropa de sobra acá.
- Es vieja y de bebe…-
Murmure con la cara contra la mesa.
- No es vieja, solo la
usaste 3 meses.
¿Como me escucho??
- Cumplirás tus
horarios y reglas exactamente igual que la ultima vez. Ya le dije a María que
se sirva de todas las sirvientas que sean necesarias para asegurarse de que lo
hagas. Además, el lunes comenzaras con una institutriz. Ella además de
prepararte para el colegio, te enseñara etiqueta, danza y esgrima. 3
habilidades básicas para definir el carácter y la gracia de toda señorita.
- Ahora vos sabes danza y esgrima? - Pregunte asombrada, levantando un poco la cara.
- Si, y siéntate bien
por favor, ¡eres una señorita!
Me senté bien al
instante, y sentí toda mi cola apoyarse en el banco de madera.
- Ow…- Murmure,
apoyándome de nuevo en una nalga y la otra.
Lo peor de la casa de
la abuela es sentarse…
- María, se
perfectamente lo importante que es tu roll aquí y lo mucho que te esfuerzas.
Pero debemos asegurarnos de que nuestra princesita no se siga olvidando sus obligaciones.
¿Recuerdas que te dije que te sirvas de las mucamas para esta tarea? Quizá
conveniente que asignes un par con la única función de hacer que la pequeña
Lily cumpla con sus reglas. -
Hice puchero y volteé
los ojos. Mi abuela exagera como siempre. Ya se que me porto un poco mal… ¿Pero
ponerme vigilantes??
- Si, creo saber bien
de quienes podre servirme. Espere un segundo. – Dijo la mujer con una
reverencia.
Las 2 esperaron y
luego volvió con 3 chicas. Una morochita llamada Micaela, otra voluptuosa
llamada Victoria y finalmente una colorada llamada Patricia. La primera se veía
se veía un poco asustada, la segunda entusiasmada y la tercera, nerviosa.
Mientras María
explicaba toda la larga lista de reglas y horarios que debía cumplir a las 3, yo
me agarraba la cabeza. Esto iba a ser una pesadilla
Victoria, parecía
tomar nota entusiasmada. Las otras dos solo seguían la corriente. Micaela, se
veía preocupada, y arreglaba su uniforme cada tanto. Las tres se sentían muy
intimidadas y de vez en cuando veían de reojo a mi abuela...
- Liliana. Ven y párate
al lado mío por favor.
- Si María! - Respondí,
y me puse de pie. Intente no sobarme, aunque siempre duele pararse luego de
estar sentada, me estire un poco mi vestido y me acerque.
Alguna cara debí haber
hecho, ya que las 3 pusieron una sonrisa rara cuando me vieron pararme. Sin embargo,
más cerca de ellas, me di cuenta de que las 3 habían caído perfectamente en mi
hechizo. Esto iba a ser pan comido. Mas cerca de ellas, también me di cuenta…..
que a la mas chiquita no le llegaba ni al hombro. Estoy frustrada, me pregunto
si algún día iré a crecer.
- Así de impecable, la
niña debe verse siempre. ¿ven? Luego les enseñare a almidonar moños y a
prepararla. Vean su peinado, debe quedar así de perfecto. – Explico María
señalándome. Las 3 prestaron atención. Yo di un suspiro, esto iba a ser igual
que la ultima vez que vine. Solo que ahora no tengo 10 años.
Tomándome de los
hombros, me hizo voltear, frente a lo cual di un pisotón. Odio que me traten
como una muñeca. Sentí que apoyaban el dedo en mi cabeza.
- ASI deben quedar
siempre. ¿Ven como se le marca un zigzag? Si no saben hacerlo luego les
enseñare. Y miren sus moños… - Continúo explicando María un largo rato.
- … Y eso es todo,
luego les enseñare a tomar medidas disciplinarias con ella. Recuerden que, si
no cumplen todo al pie de la letra, también las tomare con ustedes. Pueden
retirarse. Liliana, vuelve a tu asiento.
-Si. - conteste y fui
a sentarme.
…Lo peor de la casa de
la abuela es sentarse…
“
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- Odio ser llevada con pretal… - Se quejo Liliana, pero María
la observo. Caminaba incómodamente y pensaba para adentro: “Ay… me duele hasta
caminar…. Al menos esa vez no me dio con la paletita… Ojalá no lo haga ahora”
Salieron y caminaron un poco hasta una gran sombrilla, con
una mesa, y varias sillas. Su abuela y dama de compañía se encontraban muy
entretenidas. La mujercita tocaba una alegre melodía mientras bailaba, y la
señora, con su notebook enfrente y anteojos, se movía ligeramente al compás de
la música. María se presentó, con la inquieta niña que no dejaba de mostrar
signos de su incomodidad.
- Señora Hudson, su nieta.
- Lily, siéntate a la mesa con nosotras. Alice, sírvele una
chocolatada. – ordeno la señora.
- Niña de las mejillas rosadas! – Saludo Alice, la dama de
compañía de la señora Hudson.
“Aun me va a llamar así…?” pensó Liliana. María le quito su
pretal y la llevo a sentarse. Liliana titubeo al hacerlo, pero se animó.
Despacito intento sentarse, y al hacerlo, sintió su adolorida cola arder. Hizo
un notable gesto de dolor, y protesto para sus adentros: “Tontos bloomers,
tonto vestido, tonta crinolina”.
“Pica…” pensó, apoyándose en una nalga y la otra, hasta
encontrar una posición cómoda. María la vio satisfecha y se intentó retirar,
pero…
- María, no te retires, espera un poco por favor.
A su abuela, le gustaba tomarse un tiempo, antes de comenzar
su discurso, para ver a su nieta. Sentada, apoyaba su cabeza en una mano. Como
siempre, apenas llegaba a la mesa y sus piernas colgaban. Estaba molesta, y de
vez en cuando, su mano libre se dirigía a su cola.
- Su chocolatada, niña de las mejillas rosadas. – le dijo
Alice, y le hizo una pequeña caricia a su mejilla.
- Gracias…- Respondió Liliana sonrojándose.
- Ay, sos tan linda, ¡te pusiste roja! - Exclamo agarrándole
los cachetes, y Liliana puso la mayor cara de culo que tenía.
- Alice, mejor déjala tranquila, acaba de ser castigada y
esta de mal humor. – Advirtió María.
Liliana, mas emberrinchada aun, se cruzo de brazos. Y luego
se rasco un poco el hombro con su mano.
Alice la miro enojada a María, pero luego miro a su patrona,
y se dirigió a su lado.
Comieron unos minutos mas en silencios, acompañadas por una
suave melodía en violín por parte de Alice, hasta que las preguntas comenzaron.
- Como te fue en tus primeras clases con tu institutriz
Alice?
Alice se sonrojo y se quedó callada. Luego se sentó en una
nalga y la otra.
- Espero su respuesta jovencita…
- Abue… ya sabes…- Contesto Liliana molesta.
- ¿También sé que no estas cumpliendo ninguno de tus
horarios como te encomendé, y que das muchos problemas a las mucamas no es así?
–
- Es que me olvido…- Contesto Liliana. – Lo siento mucho
abue… - contesto comenzando a lagrimear. La señora Hudson puso gesto de
sospecha. Conoce perfectamente las lagrimas de cocodrilo de su nieta y sabe
cuando ella llora de verdad.
- Le pido mil disculpas mi señora. – Interrumpió María.
- De eso no te preocupes. Solo toma las medidas
disciplinarias adecuadas con sus cuidadoras.
- Si mi señora.
- Además, has que ella lave su ropa cuando se escapa a
jugar. Así aprende a cuidarla más. Y pídele a la institutriz helena que le dé
un buen escarmiento por faltar a sus clases.
- Si mi señora.
Liliana dio un largo suspiro, y poniendo gesto de horror,
apoyo la cabeza contra la mesa.
“Lo del escarmiento… esa tipa ni pega fuerte. ¿Pero Ponerme
a lavar ropa?? ¿Para que tenemos mucamas?”
- Liliana siéntate bien a la mesa por favor.
- Si! – Obedeció, un poco asustada por el tono de su abuela.
Al hacerlo se sentó en una nalga y la otra y rasco un poco su hombro.
- Pequeña Lily. Estas empezando
la semana, con el pie izquierdo. Espero ver mejoras en tu comportamiento…
¿sabes que pasara si no, ¿no?
- Si… abue…- Contesto Liliana, y
trago saliva.
“Lo peor de la casa de la
abuela… es estar sentada…” protesto Liliana para sus adentros. “Al menos creo
que esta vez me salve”
Pd: Escribir esta historia fue una pesadilla. A tal punto que pienso hacerme un monologo al respecto en el proximo post.
lunes, 12 de marzo de 2018
Starting program!
Ella protestaba mientras era arrastrada a la maquina, sin
embargo terminó siendo amarrada a la fuerza a la línea.
Espantada grito, pero inmediatamente se le coloco un extraño
chupon rosa. Amarrada y con el chupon puesto fue arrastrada por la línea. Al
ser llevada, unas manos mecanicas salieron de las paredes. Desde su
lugar vio paredes rosas y comenzó a sentirse un poco sedada. Rapidamente
descubrió un sabor extraño al succionar el chupon, era dulce y la hacia
sentirse muy rara. Su cuerpo comenzó a sentirse débil y en extremo relajado.
Toda la furia que sentia por haber sido capturada desaparecio por completo.
Unas manos mecanicas salieron de la pared, sin provocar ningún tipo de reacción
por parte de la captiva. Guiadas por unos tentáculos de acero, le colocaron
escarpines y guantes rosas. Una vez colocadas, las amarraduras fueron liberadas y
la chica sintió los escarpines y guantes ajustarse. Con ellos puestos, y atontada por el sedante,
intento moverse. Se sentia un poco pesados, y se sentia torpe. Sus brazos
calleron torpemente a sus costados, y sus piernas se estiraron. Costaba
mantener el equilibro estando sentada. Sintio sus manos de repente obligarla a
recostarse boca arriba. Estas fueron guiadas por el peso de sus guantes. Sus
escarpines la elevaron y ella quedo con solo la mitad de su espalda apoyada en
la mesa. Desde ahí, observo como dos manos se acercaban volando a ella con un
inmenso pañal blanco. Una vez este puesto, la mujer fue soltada. Se arrodillo
confusamente y preguntándose que pasaba. Pero estaba demasiado sedada para
sentir temor.
Arrodillandose confundida, intento ver a sus alrededores. A
ella se acercaban varias manos mecanicas, ahora con distintas prendas de bebe.
Sintio su cuerpo moverse
solo otra vez, hasta que sintió que primero se le ponía una enorme bombacha
blanca de plástico. Una vez esta puesta, sus manos se levantaron en alto, al
hacerlo se le coloco un infantil vestido de bebe. Luego, mientras unas manos le
ponían calzado y medias, otras manos con unas extrañas tijeras se acercaban
peligrosamente a su cabeza. En cualquier otra situación ella habría sentido
pánico, pero ahora se encontraba totalmente relajada. Vio junto a las tijeras
otra mano con un peine, y sintió su cabello separarse en voz y tensarse muy
fuerte. Luego ajustarse arriba de sus orejas, y luego ajustarse nuevamente.
Desde ese momento, la imagen de dos enormes listones rosas colgando a sus costados apareció siempre en su campo de visión. Puesta de pie, la chica no pudo
mantener mucho el equilibro y cayo sentada. Al hacerlo, vio que su vestido
tenia en el pecho 3 daditos de colores con números. 324
Los enormes listones tapaban sus orejas, y la chica comenzó
a sentir un dulce aroma a rosas. Repentinamente desde sus listones escucho una
voz robotica.
New Subject.
Name: Victoria Dolvan.
Name: Victoria Dolvan.
Age: 25
Status: Human Soldier
Height: 1.60.
Weight: 55 Kilos.
Hair: Brown
Eyes : Brown.
Race: Sud-american.
Codename Assigned: 3 2 4
Program Regression: Started!
Desde entonces, una delicada melodía de cuna comenzó a
escucharse constantemente. La chica noto que la melodia venia de los listones. El aroma, la melodía, y la sensación sedante de
ladroga la sumergían en una sensación armoniosa de tranquilidad. Las manos la llevaron a la
siguiente habitacion: Un inmenso Corral.
Pero a nuestra protagonista a quien a partir de ahora
llamaremos por su código, parecía no importarle. A pesar de lo extraño de la
situación, se sentia totalmente feliz y relajada. Intento caminar pero se
tropezó. Al caerse noto que todo el lugar tenia una hermosa y esponjosa
alfombra. 324 salto de alegría arrojándose al suelo muchas veces. Noto que era
mucho mas fácil gatear que caminar y sin mas pre-ambulos empezó a recorrer. El
lugar estaba lleno de peluches, y 324 agarro uno. Vio a muchas otras bebes como
ella, jugando con juguetes de bebes. Noto que tanto como el pecho como la cola
de la bombacha, tenía el mismo numero. No le importo, mas bien, sintió deseos
de jugar!
Sin embargo pronto sintió un empujon que la hizo lastimarse y caer al suelo. Otra chica la habia
empujado, su numero era 133 y era de piel oscura. Una mano rápidamente vino y
le dio un jalon de oreja. Luego sus escarpines y botitas brillaron y se levanto
en el aire. 324 decidio que era serio, y corriendo como podia vio como flotaba
hacia el rincón. Vio asombrada un oso GIGANTE de peluche y al lado de el un
rincón, con una inmensa paleta que decia Naughty Baby.
Empenzo a escuchar de sus listones decir : “Naughty Baby
Gets Spankings!”
Las bebas comenzaron a reírse, y ella también sintió deseos
de hacerlo. 133 fue llevada al inmenso oso, y acostada en sus piernas. Un brazo
mecanico tomo la paleta y azoto el trasero de 133 quien chillaba de dolor mientras las demás
reian. Luego de eso, fue sentada en el
banquito del rincón con las muñecas arriba de su cola. Ella gateo acercándose.
Lo mas que pudo. Vio que unas manos la vigilaban en el rincón. Sintio un fuerte
pánico que ni la anestecia podia controlar. La escucho llorar y el resto de las
chicas se concentraron en sus cosas de nuevo. 324 gateo hacia ella, hasta que una
de las manos se acerco y se puso enfrente de 324.
La mano levanto un dedo y le hico “No No”.
324 se quedo en su lugar espantada. Y observo a esta chica.
Sus escarpines y guantes brillaban como si la estuvieran obligando a mantener
esa posición. Finalmente cuando se libero se puso de pie, observo de su lado
izquierdo un pizarrón que decia “Naughty Babys Get Spankings”. Tomo una tiza y
comenzo a escribirlos resignadamente, sobándose la cola cuando lo hacia de vez
en cuando. De a poco, las manos dejaron
de vigilarla hasta que 133 volteo. Miro fijamente a 324 y luego escribió en el
pizarrón.
Si no escapamos pronto, quedaremos igual que ellas
Luego señalo al oso gigante. Cerca a el habia una rubia, 22.
Dormia boca arriba y babeaba notoriamente. Ella a diferencia de las demás llevaba babero. Otra, lloraba abrazando su pierna.
Tambien traía babero, y lloraba con mucha fuerza. Su numero era 23. Por ultimo
habia una pelirroja que frotaba uno de los dedos del oso gigante con su cadera constantemente
hasta que una de las manos mecanicas la separo jalándola de la oreja y dándole
un azote. Finalmente, sus guantes la llevaron a otro lado.
133 lo borro y escribio rápidamente sus líneas. 324 se pregunto como
hizo, debía ser muy difícil escribir con estos guantes. No tienen ni el dedo
libre suelto. Finalmente se sento en el banquito, y del pizarrón surgio un
reloj con un conejito que marcaba los segundos con el dedo haciendo “no no”.
Abajo habia un reloj que marcaba una hora y descendia de a poco. Apoyada con el
mentón en sus manos, 133 la miro fijamente. 324 suspiro. No se sentia asustada
ni triste, pero sabia que debía escapar.
pd: cierta lectora me tiro la posta. Historia autoconclusiva, capaz algun dia la siga capaz no.
Edit: corregí errores por que no se entendía nada.
Edit: corregí errores por que no se entendía nada.
viernes, 9 de marzo de 2018
Y ahora que escribo...
Tengo ganas de escribir algo y no se me ocurre nada. Sigo viendo videos de RSI y.... estan geniales. Podria subir fotos todo el dia.
Me encantan. Y capaz algun dia hasta me pague el acceso (que son 20 dolares al mes, asi que de seguro va a ser un dia muy lejano)
Por otra parte.... Bueno hay un juego de fan service llamado Dead or alive. Y son todas minas ultra tetonas peleando mientras se les sacude las tetas. Y obvio, un amigo se lo bajo y yo decia que era una mierda y una boludez.... hasta que la vi a ella.
Otra vez, la imagen esta buena, la idea que ya repeti unas 750 ochenta mil veces esta buena. Tiene toda esa cosa de institucion total, forzada y fetiche y el que se yo. Pero tiene abdl, y luego se quejan. Bah, los que no les gusta el abdl, los que les gusta me hacen propaganda :D Y luego piensan que solo escribo sobre abdl <.< En esta idea, y en la anterior, pense en reciclar personajes. PEro la ultima vez que recicle un personaje que fue la pobre de neva Y....
Por otra parte.... Bueno hay un juego de fan service llamado Dead or alive. Y son todas minas ultra tetonas peleando mientras se les sacude las tetas. Y obvio, un amigo se lo bajo y yo decia que era una mierda y una boludez.... hasta que la vi a ella.
Y bue, soy muy hipocrita.... En fin, el tema es que pelea, y si elegis modo survival podes elegirla a ella y a su compañera en el mismo uniforme (compañera que es fea), peleando de a dosen un ring junto a TODA LA VILLA QUE SE TE VIENE ENCIMA. Entonces las elijo y flasheo que se escaparon del internado y hacen plata en un battle royale en una pelea callejera.
Y... yo que se, esta buena para flashear!!! Aparte Marie rose es la tipica loli manipuladora, cuando ganas se tira al piso, llora emberrinchada, pero a veces para y espia que haces. Hace todaaaaaas las poses de provocacion loli con sus burlas y caminatas y eso. Y pense que estubiera bueno que mientras escapan halla dos que las persigan para devolverlas, ¿y obviamente que van a hacer cuando las capturan? Pero.... apenas pense que tendria que escribir OTRA historia sobre un internado.... sumado a que a mi no me da la cabeza para empezar una historia de la nada. Blehh...
Y ademas....
Convengamos que la de la izquierda parece una version fusionada entre etna y mina (de aotk) pero igual. Pobre neva T:T Alguna vez fue cool. Y desde entonces como que no pude avanzar, tengo la historia fragmentada en mil y no se me ocurre nada. Bah, si se me ocurre, pero no quiero estirar tanto esta escena en donde ella es bebe. Por que la idea es que escape en algun momento.
Y eso.... me voy a jugar al lol mientras arreglan el auto.
viernes, 2 de marzo de 2018
Reflexiones varias al dope.
Di mi primer final y me fue bien!!! yay!! Ya me puedo considerar un especialista en niñez :O
Hay una cancion de intoxicados que dice.... Tengo ganas de escribir una cancion, pero no se me ocurre nada...
Y eso me pasa un poco ahora.... Quiero escribir o sobre RSI, o sobre Neva y la harlequina, o sobre Marie Rose, o sobre mi adorable spankee. Pero antes de hablar de escritura quiero mencionar algo.
Me han escrito muchos comentarios, acerca de que extrañan mis historias tiernas de antes tipo 4 pesonas, 7 años, hija putativa mmmmm etc!
Y es algo que cada tanto mi spankee tambieeeen me reprocha. Y en compensacion, le voy a hacer una historia llena de miel rosa acaramelada con chispas de chocolate. Y seguramente me sobresature de ternura y me vuelva completamente arisco por 1 año.
Pero entre todas mis necesidads innecesarias de explicaciones, tambien debo explicar que hace que ya no escriba ese tipo de historias. Bueno, esto implica un cambio personal.
Antes mis historias tenian como tematica: "Nena tierna que debe comprenderse y aceptarse a si misma en el seno de una familia spankosa que la quiere mucho" Si leen 7 años, veran que el momento en el que se le explica a Ani/vanesa que debe quererse a si misma es muy comun.
Y es que en esa epoca... A) yo era spankee infantilista. ... Ojo, sigo siendolo, pero ya tengo como 10 años mas de experiencia y una adorable spankee. Asi que soy mucho mas spanker que spankee. B ) yo estaba en la etapa de la construccion de identidad. Corria por la vida cantando "Yo soy lo que soy, no tengo que dar excusas por eso". Hasta 4 personas que tiene un comienzo mas turbio que obsecion (despues de todo, en obsecion Tatiana opta por ir a vivir con ella, en 4 personas es literalmente secuestrada y obligada a ser una niña) es considerado mucho mas tierna por lo dulces que son al tratarla.
Hoy en dia, ya no necesito ese tipo de cosas. Ya tube mucha (quiza demasiada) experiencia en el mundo spanko, ya se como es ser spankee, como es ser spanker, como son los spankos, como es la escena bdsmera y que la fantasia de "No poderse sentar" es mas bien... una fantasia. Un masoquista nunca llega al punto de "no poderse sentar". Salvo que te internen... no se.
Hoy por hoy, ya no hago historias de cariño y auto aceptacion. Hoy por hoy hago historias de sadismo y masoquismo que podrian resumirse en: "Chica intenta sobrevivir a condicionamientos impuestos dentro de instituciones totales". En otras palabras... internados... mansiones... spankees obsesivas.... prisiones bizarras.... hechizos en algun reino raro.... etcetera. Ando estudiando mucho psico de paso y me es FASCINANTE inventar sistemas complejos de disciplina, e imaginar mis personajes viviendo ahi, y luego modificar los mismos sistemas para hacerlos MAS complejos y que mis lectores me odien mas por sacar cada vez nuevas versiones de Saint Francis. Aparte no se, me gusta experimentar cosas nuevas.... muchas de las cosas que escribo no las haria en persona. Y muchas ya las hice. Y muchas... bueno, capaz me gustaria. Pero tambien hay otra cosa.... cuando escribi 7 años, en el unico lugar que podia expresarme y "comportarme" como vane y ani, infantiloidemente, traviesamente e infumablemente, diciendo todo lo que se me cruze por la cabeza, corriendo y saltando taradamente era en mis historias. Y por eso las disfrutaba tanto. Hoy por hoy, ya no siento esa necesidad... y eso me complica a la hora de escribir sobre spankees. Por sobre todo spankees en primera persona. A cada rato pregunto a spankees que conozco "si fueran harle que harian".... por que se supone que el traje deberia volver loca a Harle, y hacer que saque todaaaaaaaaaas sus ganas de romper las bolas, ya que de paso, siente resentimiento por los castigos horribles que le tocan cada vez que le desabotonen su mameluco. Y a mi... no se me ocurre nada. Que se yo, ando muy spanker quiza. Pienso mas en torturar lolis ficticias ( o reales... si, a vos me refiero) que en hacer tonterias.
Pero bueno, Ahora les dejo una imagen controversial para que se diviertan.
Hay una cancion de intoxicados que dice.... Tengo ganas de escribir una cancion, pero no se me ocurre nada...
Y eso me pasa un poco ahora.... Quiero escribir o sobre RSI, o sobre Neva y la harlequina, o sobre Marie Rose, o sobre mi adorable spankee. Pero antes de hablar de escritura quiero mencionar algo.
Me han escrito muchos comentarios, acerca de que extrañan mis historias tiernas de antes tipo 4 pesonas, 7 años, hija putativa mmmmm etc!
Y es algo que cada tanto mi spankee tambieeeen me reprocha. Y en compensacion, le voy a hacer una historia llena de miel rosa acaramelada con chispas de chocolate. Y seguramente me sobresature de ternura y me vuelva completamente arisco por 1 año.
Pero entre todas mis necesidads innecesarias de explicaciones, tambien debo explicar que hace que ya no escriba ese tipo de historias. Bueno, esto implica un cambio personal.
Antes mis historias tenian como tematica: "Nena tierna que debe comprenderse y aceptarse a si misma en el seno de una familia spankosa que la quiere mucho" Si leen 7 años, veran que el momento en el que se le explica a Ani/vanesa que debe quererse a si misma es muy comun.
Y es que en esa epoca... A) yo era spankee infantilista. ... Ojo, sigo siendolo, pero ya tengo como 10 años mas de experiencia y una adorable spankee. Asi que soy mucho mas spanker que spankee. B ) yo estaba en la etapa de la construccion de identidad. Corria por la vida cantando "Yo soy lo que soy, no tengo que dar excusas por eso". Hasta 4 personas que tiene un comienzo mas turbio que obsecion (despues de todo, en obsecion Tatiana opta por ir a vivir con ella, en 4 personas es literalmente secuestrada y obligada a ser una niña) es considerado mucho mas tierna por lo dulces que son al tratarla.
Hoy en dia, ya no necesito ese tipo de cosas. Ya tube mucha (quiza demasiada) experiencia en el mundo spanko, ya se como es ser spankee, como es ser spanker, como son los spankos, como es la escena bdsmera y que la fantasia de "No poderse sentar" es mas bien... una fantasia. Un masoquista nunca llega al punto de "no poderse sentar". Salvo que te internen... no se.
Hoy por hoy, ya no hago historias de cariño y auto aceptacion. Hoy por hoy hago historias de sadismo y masoquismo que podrian resumirse en: "Chica intenta sobrevivir a condicionamientos impuestos dentro de instituciones totales". En otras palabras... internados... mansiones... spankees obsesivas.... prisiones bizarras.... hechizos en algun reino raro.... etcetera. Ando estudiando mucho psico de paso y me es FASCINANTE inventar sistemas complejos de disciplina, e imaginar mis personajes viviendo ahi, y luego modificar los mismos sistemas para hacerlos MAS complejos y que mis lectores me odien mas por sacar cada vez nuevas versiones de Saint Francis. Aparte no se, me gusta experimentar cosas nuevas.... muchas de las cosas que escribo no las haria en persona. Y muchas ya las hice. Y muchas... bueno, capaz me gustaria. Pero tambien hay otra cosa.... cuando escribi 7 años, en el unico lugar que podia expresarme y "comportarme" como vane y ani, infantiloidemente, traviesamente e infumablemente, diciendo todo lo que se me cruze por la cabeza, corriendo y saltando taradamente era en mis historias. Y por eso las disfrutaba tanto. Hoy por hoy, ya no siento esa necesidad... y eso me complica a la hora de escribir sobre spankees. Por sobre todo spankees en primera persona. A cada rato pregunto a spankees que conozco "si fueran harle que harian".... por que se supone que el traje deberia volver loca a Harle, y hacer que saque todaaaaaaaaaas sus ganas de romper las bolas, ya que de paso, siente resentimiento por los castigos horribles que le tocan cada vez que le desabotonen su mameluco. Y a mi... no se me ocurre nada. Que se yo, ando muy spanker quiza. Pienso mas en torturar lolis ficticias ( o reales... si, a vos me refiero) que en hacer tonterias.
Pero bueno, Ahora les dejo una imagen controversial para que se diviertan.
sábado, 24 de febrero de 2018
RSI parte 2
Finalmente “equipada” Bailey intento tranquilizarse. Se sento,
y leyó espantada sus nuevas reglas, mientras el tic tac de su único reloj,
sonaba lentamente. Habia quedado un poco adolorida desde su nalgueada, no recibia
una hace mucho tiempo y sabia que no seria la ultima. La ultima vez que fue
nalgueada solo con la mano era una niña tonta con colitas. Y ahora… ¿lo era
otra vez? Le habían advertido que no se quite nada de su uniforme ni su peinado
y la verdad estaba muy asustada para desobedecer. Asustada, leyó nuevamente su handbook. “No
puedo ni respirar sin pedir permiso!!” protesto para sus adentros. Pronto entro
su dorm mom.
- H-Hola madam. –
La mujer sonrio internamente al ver el gesto de dolor de la
niña al ponerse de pie. Obviamente, se sabia de memoria ese tipo de reacciones.
Seguramente Kailey la habia disciplinado.
- En poco comenzara tu primera clase asi que prepara tus
utiles. Te esperaran en la sala de estudio y no querras llegar tarde.
- Si madam.- respondio Bailey, tomo sus utiles, su mochila y…
tomando un poco de aire, se retiro de su habitacion, ahora si como una pupila
de RSI.
Nuevamente en los pasillos Bailey confirmo la tranquilidad
que habia presenciado antes. Las chicas, ahora con sus mochilas, conversaban
tranquilamente. Daban una verdadera impresión de damitas educadas, pero muchas tenían
la camisa manga corta y el jumper corto, a diferencia de ellas. Bailey noto,
que el uniforme se veía notablemente menos aniñado cuando usaban chaleco. Otras
sin embargo usaban el mismo que ella. Y definitivamente era la única con dos
colitas lo cual era un poco vergonzoso. Pero nuevamente no se animaba a
desafiar a su dorm mom, la razon era obvia, entre toda la tranquilidad, se
escuchaban gritos y llantos. Los profesores no dudaban en usar alguna de
ejemplo y exhibirla en posición de castigo, junto a sus traseros castigados.
Esto podia verse en los pasillos o a la salida de dirección o alguna
habitacion. Las restantes, conversaban lo mas tranquilas posibles. Sin embargo,
las apariencias no duraban mucho, Bailey podia observar, en la apariencia angelical
de ellas, algunos tatuajes como simbolos de su vida pasada. Casi siempre en
cadera, piernas, brazos. Bailey llego a la sala de estar, las alumnas se reunian
alrededor de un televisor viejo que habia ahí, normalmente puesto en el canal
de noticias, para que su aislamiento no sea tan severo. Contaban con un pequeño
radio también que producia una leve música. Los animos eran un poco mas alegres
ahí y las chicas se mostraban mas relajadas.
“¿Por qué soy la única con colitas? Me siento estupida…” pensó
Bailey. Pero continuaba asustada y con miedo a sacárselas. Bailey fue temprano,
asustada y predispuesta a la sala de estudia. El incomodo banco de madera unido
a la mesa, dio directamente con su cola aun calentita de la ultima nalgueada.
Motivo de sobra para que bailley sea un angel. Y su maestra, rápidamente descubrió
que Bailey estabal nivel de las otras. Fue asi como Bailey termino asistiendo a
la clase normal como las otras, y cediendo la sala de estudio a las mas
resagadas. Ahí vio al resto de sus compañeras. Ellas se mostraban mucho mas
relajadas que ella. Entre forzadas horas de estudio habia uno que otros recreos
en donde tenían permitido recorrer el establecimiento, incluso el jardín afuera.
Pero Bailley observo aterrada las consecuencias de una llegada tarde… una
compañera suya, alta, peliroja y de pelo cortito llamada Heather, fue castigada
frente a todas por llegar tarde. Lloro sin cesar frente a la palmeta de cuero,
y termino el resto de la clase, arrodillada en un banco y poniendo la nariz
contra el pizarrón.
Bailey simplemente imito aquellas que podían sobrevivir el régimen…
Heather, en las próximas clases se mostro en extremo adolorida, y algunas
chicas fueron castigadas también por reírse de ella y sus gestos al sentarse y
pararse.
Sobrevivio el resto del dia sin problemas, y a las 20 hs,
todas fueron enviadas a sus habitaciones. Al entrar, su Dorm mom la visito. Se puso
las manos en su cintura y pregunto:
- ¿Por qué no tiene su pijama puesto?
Bailey asustada respondio:
- P-pensaba estudiar….
- Mira pequeña, las reglas son claras. La hora de dormir es
a las 8. Pero por sobre todo, la hora de despertarse es a las 4 am. Desde las
20 hs hasta las 4 tienes las 8 horas de sueño que necesitas. Si quieres
quedarte a estudiar mientras no distraigas a tus compañeras puedes hacerlo.
Pero a las 4am te quiero despierta. Vendre a verte y en caso de no estar
preparada, te despertare yo y lo de Kailley se te hara muy poco.
Bailey se sonrojo vivamente. Killey le conto de su pequeño
incidente. La dorm mom abandono el lugar. “Son apenas… las 8… “ pensó Bailley.
Tubo un dia muy difícil e intenso… Se recostó
en su cama viendo hacia el cielo. Y vio su paleta amenazante de reojo. Estaba
muy asustada para revelarse pero definitivamente no podría dormir. Busco en su
closet y saco de ahí su mameluco. “Tengo que usar esto? Parece de bebe…” pensó Bailley.
Titubeo, y lo puso en un costado. Prolijamente se quito su uniforme y doblo
todo. En camiseta y ropa interior vio el mameluco y titubeo. “No, se ve muy estúpido…”
protesto. “pero…” continuo. Finalmente, asustada se quito su ropa interior, se
puso el infantil mameluco y apagando las luces, bailley se metio rápidamente a
la cama. Bailley paso toda la noche intentándose dormir abrazada a su almohada.
Hasta que escucho el despertador de su reloj sonar. Dormidisima, se movio
tomando su cabeza que dolia por el sueño. Las lagrimas, el miedo , la preocupación,
todo la atormento volviendo el descanso imposible. Ahí fue cuando entro Killey.
Killey se murió de amor al ver a la pequeña jovencita en mameluco. Bailley noto
su expresión, expresión que odiaba, y se tapo con las sabanas.
Killey sintió un intenso flujo de excitación en su vagina al
verla asi. Hace varios días que estaba muy excitada, y con su cinturón de
castidad puesto lo único que aliviaba este tormento eran orgasmos involuntarios
o sueños mojados. Esto saco lo peor de si.
- Bailley… ya son las 4 am. Deberia estar minimamente poniéndose
el uniforme , salga de la cama ya mismo. – ordeno. La jovencita se quito la
sabana, y se sonrojo mostrándose el aniñado pijama.
Sobandose los ojos, se puso de pie.
- Dormida bailley?
- Si… fue una noche horrible.
Killey intento contenerse y ser comprensiva. La primer noche
es la peor definitivamente.
- Sabes, debo informar quienes no están despiertas a su hora…-
Dijo mostrándole la carpeta. – Mi tarea es esa, informar quienes están dormidas,
y quienes no tienen ordenada su habitacion
Bailley trago saliva y Killey puso una mano en su hombro.
- Sabes, he estado en tu lugar. Pero no puedo dejarte pasar esto.
No lo informare, pero aun asi te dare una lección. – Dijo llevándola de la
mano.
- Hey!!- Protesto ella.
- Acaso prefieres que lo informe? Te espera un informe
semanal y no la pasaras bien si empiezas con el pie derecho. Aparte esto te
despertara.
Arrinconada nuevamente, Bailley obedecio y su compañera
disfruto de sus adorables y blancas nalguitas. Bailley no tardo en llorar, pero
claramente no lloraba por el dolor. Se puso de pie y dijo: La próxima lo
informare y tendrás problemas. Y recuerda, ahí esta tu paddle.
La mujer se retiro y bailley se recoto y lloro un poco.
Luego se cambio a su uniforme. Pero esta vez, no uso el anterior, opto claramente
por la versión corta, y se dejo el pelo
suelto con una pequeña coleta. A pesar de ahora estar en minifalda, su jumper
le daba una apariencia infantil que ella detestaba. Bailley se puso el chaleco
rojo, y ahora se veía como una colegiala normal, en minifalda cuadrille. “Genial!”
pensó, en comparación a la apariencia de antes era mucho mejor. Sin embargo las
habitaciones no tenían aire acondicionado, hacia calor para un chaleco. La
vanidad de Bailley la obligo a conservarlo, sintiéndose mas segura consigo
misma. Sus primeros días comenzaron asi. Estudiando en silencio, con clases
forzadas en asientos incomodos, y siguiendo reglas a raja tabla. Los pocos
recreos que tenia, eran pasados en el jardín, la sala general o sencillamente,
en su habitacion. En las clases de gimnasia, las hacían correr y ejercitarse
hasta quedar sin aliento. El lugar no tenia personal de limpieza, asi que algunos
recreos bailley los paso planchando y lavando uniformes de otras, ya que estas
tareas se repartían aleatoriamente. Sobrevivio los primeros informes semanales,
y su comportamiento continuo intachable…. Hasta que de a poco, el miedo se
disipo, ver a sus compañeras siendo castigadas se volvió algo rutinario y los malos
habitos volvieron a acosarla. Abandonar drogas no es tarea fácil, y su clítoris
de moria de ganas de un contacto. Una vez fue azotada en su informe semanal,
por lavarse con “demasiado entusiasmo” durante la higienización antes de colocarse
su cinturón de castidad. Y aquí fue cuando la estadia en RSI de Bailley tomo
una nueva faceta.
pd: debo estudiar y no escribir sobre colegialas, debo estudiar y no escribir sobre colegialas, debo estudiar y no escribir sobre colegialas....
domingo, 14 de enero de 2018
Homenaje a RSI INSTITUTE...... parte 1 :3
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