Desperte sobándome los ojos, y viéndome en pijama. Un nuevo
dia comenzaba. Y un nuevo dia de clases. Apenas me levante, mi mama me dio la
orden de bañarme y cuando escucho que termine, me busco y me envolvio en una
toalla, llevándome a la habitacion. Alli, mi mama me presento mi nuevo
uniforme.
- Te enseñare, asi diario te cambias y vistes sola. Volveras
a tus calzoncitos semanales si?
- Si mami. – Sonrei , viendo como otra vez me asigno la
confianza de vestirme sola. Me puse el de lunes, y luego de eso, un fondo de
vestido, con olanes al final. Me puso mis clásicos soquetes con voladitos y
puntillita rosa y luego, sentada en la cama, me mostro la blusa escolar. Se
abotonaba por adelante, y tenia un enorme cuello redondo con un listoncito
rosa en que lo recorria, y parecía
desprenderse de el, terminando en un liston en el cuello. Ademas, manguitas
aglobadas, con un liston en el elástico que lo envolvía terminando en otros dos
moños. Luego de ponérmela, saco el jumper rosa cuadrado abierto a los costados.
Me lo puso, y lo abrocho atrás, ocultando los botones de los tirantes en cruz
detrás de un gran moñor rosa que se abrochaba junto a la falda. Guillerminas
negras, completaron el look. Me puse de pie, viendo como mi jumper, era
distinto de las colegialas que veía normalmente en la calle. Ademas de mi
blusa. El jumper tenia un poquito mas de vuelo, y era de tiro un poco mas alto,
simulando obviamente un vestidito.
Me mire en el espejo moviéndome. No era tan corto como mis
vestidos por suerte, y en movimientos bruscos, mi fondo de vestido tapaba mi
ropa interior.
- Lo vas a usar asi esta bien?
- Sonrei y asentí muchas veces con la cabeza.
- A peinarte.
Cuidadosamente, me hizo dos colitas altas con grandes
listones rosas y la raya en zigzag. Guarde mis cuadernos en la mochila de annie
y me la puse, teniendo la apariencia mas llamativa posible. Pero ahora que
legalmente era una niña de 10 no debía preocuparme. Lo que si me preocupo era
lo muy a la ligera que me tomaba todo.
- Desayunemos, estas lista para tu primer dia. Si quieres
puedes llevar tu oso en tu mochila.
- Asenti con mi cabeza y lo guarde. –
- Luego del cole, podes esperar a que t pase a buscar. Pero
a la mañana estare ocupada. Sino Rocio, y Rodrigo van a tu misma escuela.
Puedes ir con ellos.
- Si mami. – Sonrei, y me saco una foto frente a la cual
pose.
Desayunamos juntas, pero nuevamente, la preocupación por lo
fácil que dejaba pasar todo me envolvio. Aunque exagerado, mi nuevo look me
gustaba… pero.
- Mami… No vamos hablar?
- Hablar de que corazón?
- De… Estoy mas chiquita ya lo sabes.
- Tatiana, tenes demasiada imaginación. Es imposible
encogerse y lo sabes.
- Mami!! Me registraste como una niña y me inscribiste en un
colegio! – Exclame.
- No se le levanta la voz a tu madre! Te vas al rincón.
- No me ignores!!- Proteste. Pero su gesto me dio a entender
que mi cola estaba en problemas. – Mami… por fa… escúchame.
- Tatiana.
- Yo no me llamo Tatiana.
- Bueno, veo que estas muy rebelde y que necesitas una
nalgueada. Siempre fuiste Tatiana, y solamente perdiste tu documento, y lo
renovamos. Y es imposible que una persona se encoja, ojala yo pudiera
encogerme. – Bromeo.
- Eso es lo que vas a querer hacerme creer ahora?
- Acaso queres decir que tu madre esta loca? No aprendiste
de ayer.
Mi cola punzo con furia y dije: S-Si aprendi mami… pero…
- Entonces venga ya mismo y se acuesta en mis piernas. Hoy
va al cole con la cola roja.
- Mi cola YA esta roja. – Proteste emberrinchada, y me
recosté en sus piernas para otra dolorosa nalgueada, lagrimas, visita al rincón
y lavada de cara.
- Vamos a ir en auto mami?- Pregunte mas tranquila
sobándome.
- Mami tubo que vender su auto. Vamos a ir en colectivo,no
queda lejos. –
Me llevo de la mano caminando, conmigo sobándome la cola
cada vez que nadie me veia y mientras íbamos, vi varias niñas mas con uniforme.
Y niños también, tenían una blusa similar con un liston celeste, y unos
pantalones celestes. Los de secundaria, por lo visto, solo llevaban solo un
pantalón celeste y una chomba. Note que mi blusa era igual al de las otras
niñas, solo el jumper mas acampanado, y con el tiro un poco mas alto. Y ninguna
llevaba el moño en la cintura, los tirantes se abotonaban en dos desprolijos
botones a la falda, que impedían que esta caiga. O, algunos directamente se
abotonaban en la parte delantera del jumper, viéndose desprolijamente. Lo cual
hacia que el mio se vea muchísimo mas lindo que el de las demás.
Llegamos, y me despidió con un gran beso en la frente y una
palmada en la cola.
“volvi al colegio” pensé entre risas, otra vez ignorando la
gravedad de la situación. Mi mama ahora estaba convencida de que siempre fui su
hija. Y pensaba convencerme de eso. Pero no tenia otra escapatoria, y el
intentar buscar una me frustraba y deprimia. Nos formamos, rezamos, cantamos el
himno y en fila fuimos llevados a la la clase, en donde aproveche, y me sente
al fondo y en una esquina. Despues de
todo, la idea de volver a la primaria no me entusiasmaba demasiado, y solo
intentaba acostumbrarme a mi situación sin tener demasiados problemas. No
quería socializar con niños latosos.
Me quite mi mochila y la colgué en el asiento, e
incómodamente me sente. Pero, los asientos eran de a dos, y al lado mio ¿Quién
se sento? Milena. Si, la misma chica de mi cumpleaños. Alta, con una cola de
caballo, y su jumper abotonado al frente.`
- Hola Tati. – Me dijo sonriente.
- Hola.- Respondi cortante, y la ignore. No quiero ser amiga
de niños! Es demasiado raro. Observe el aula, y la vi llena de posters
infantiles. Los chicos apenas entraron, hicieron bullicio y empezaron a jugar.
Milena intento hablarme pero aunque me tenia encerrada la ignore. La maestra
entro, una señora rubia, de rulos, y de unos 40 años.
- Hola chicos, yo soy la señorita Silvia y voy a ser la
maestra de cuarto. A ver, digan: Buenos días señorita Silvia.
De repente, todos los niños se pusieron a gritar al mismo
tiempo.
BU-E-NOS- DI-AS-SE-ÑO-RI-TA-SIL-VIA!!
- Muy bien!!! Ahora le voy a hacer un regalito a cada uno de
ustedes con muchísimo cariño. Es un regalo de la seño a ustedes y quiero que lo
usen si? A ver…- Dijo y paso, mesa por mesa, preguntando el nombre de cada uno.
“Mierda… definitivamente estoy en la primaria de vuelta..”
suspire. “Como voy a salir de esta situación.”
- Nenita… ¿Cuál es tu nombre?- La vi preguntarme cuando
llego a mi.
- Tatiana diaz. – Dije.
- Ah!! La hija de clarita. Por eso sos tan coqueta, con tus
moños, que linda!! Ten , aquí tienes.
Con un alfiler, me abrocho en el jumper, un dibujo de una
tortuguita plastificada, con mi nombre y curso. Note que se lo hacia a todos.
Era bastante cursi, y me daba vergüenza. Pero a nadie parecía importarle.
- Que linda es la seño.- Me sonrio milena.
- Seguro lo hace para no olvidarse nuestros nombres.-
Proteste. – Ay… a veces el alfiler me pincha, - Me queje quitándolo.
- No, no mi amor. Te dejas puesto el regalito de la seño. –
Dijo abrochandolo rápidamente de vuelta. Siguio con el resto de los niños,
mientras milena me decia: No debemos desobedecer a la seño…
“Genial, definitivamente volvi a la primaria.”
La clase, luego de eso, avanzaba en cámara lenta. Ademas de
que OBVIAMENTE ya sabia lo de cuarto grado, los niños se dispersaban con
infinita facilidad. A cada rato los callaba, cada vez que habia que hacer un
ejercicio se ponian a jugar, y sumado a eso, repetia a cada rato las mismas
cosas que enseñaba una y otra vez. Todo era demasiado aburrido para ser las 8
de la mañana y comenzó a darme sueño. Sin embargo, siendo mi primera clase,
aguante los dictados y anote noto intentando ser una buena alumna . Pero estar
sentada tanto tiempo, en un banco de madera, y luego de dos días de castigo no
era nada fácil. Encontrar una posición comoda era casi imposible. Y mas hacerlo
sin que los demás se den cuenta. “Al menos no estoy en pañales” pensé.
Sono la campana y los
niños corrieron desesperados al primer recreo. Yo fui la ultima en salir, y
milena, quien me seguía. La vi de reojo siguiéndome, y la ignore. Me sente en
uno de los asientos de afuera, y nuevamente sentí el ardor de mi castigado
trasero.
- Aun te duele?- Pregunto Milena, y sonrojada, la ignore
tomando el celular del bolsillo de mi camisa. Me estire intentando acomodarme,
pero los banquitos eran de cemento, y mi cola adolorida volvia imposible
encontrar una posición comoda.
- Jugamos con tu oso como en tu cumple?- Insistio Milena.
“No voy a ponerme a jugar con una niña.” Pense y conteste:
No, gracias milena.
- Sabes, todos dicen que eres una niña muy rara, pero yo
quiero ser tu amiga . – Sonrio ella.
“Claro que soy rara, ni siquiera soy una niña en realidad”.
- Gracias milena, sos una nenita re tierna. Pero quiero
estar sola. – Conteste. Ella puso cara de extrañeza y se rio: Jajaja… encima te
haces la grande. Las otras chicas dicen que te haces la linda. Y que nunca
saludas cuando te hablan. –
Me di cuenta, que acababa de llamar a una chica de “mi edad”
y mas alta que yo “nenita”. Y que estaba siendo maleducada.
- Lo siento milena. Estas siendo amable conmigo y yo estoy
grosera.- conteste. Me sonroje y mire hacia abajo: Mi… mama…- Dije intentando
confensar y continue: Si…aun me duele…
- No tengas vergüenza, somos amigas!!- Sonrio tomando mis
manos. Era sorprendente lo rápido que decidio ser mi amiga. – Juguemos con tu
oso, ¿lo trajiste?
- Si, pero no tiene ropa.- conteste. “Genial, ahora tengo
que ser niñera.”
- Sino, podemos saltar la cuerda junto a las demás chicas. O
jugar al elástico. ¿Sabes el mensu?- Dijo enseñándome las manos.
- Mensu?- Pregunte.
- Yo te enseño!! – Exclamo, me hizo imitar sus movimientos y
canto una canción infantil mientras chocábamos las manos.
- Tu también canta!! Sino no vale!!... Mensu, mensu!! Mensu
famelo melo..- Canto alegremente, y luego me miro con extrañeza. – Seguis
deprimida por que tu mama te castigo? Que hiciste?- Curioseo. Negue rápidamente
con la cabeza y comenze a cantar y jugar con las palmas también.
- Mensu!! Mensu!! – Cante con ella imitándola. “Ahora soy
una niña…” pensé, viéndome jugar como una. Siempre fui aniñada, pero nunca
pensé que terminaría viviendo una segunda niñez. Antes parecía solo un juego
entre mi pareja y yo. Aunque no tubieramos nada, era como mi pareja. Ahora soy
hasta mas pequeña que una niña de 10, y estaba llendo a una escuela junto a
otros niños como una. Vi como las niñas saltaban la cuerda, jugaban al
elástico, o con los juguetes que traían. Los niños también jugaban con muñecos,
jugaban a la mancha, a la escondida, o sencillamente, peleaban imitando alguna
caricatura. Eran muy violentos y de vez en cuando chocaban y terminaban
llorando hasta que venia una maestra por ellos. Milena comenzó a hacer su juego
de manos mas rápido, obligándome a aumentar la velocidad. Se la veía muy
entretenida, cantando rápidamente. Me prendi en el juego y sentí como el
alfiler del brochecito en mi jumper me pinchaba. Lo vi, sintiéndome ridícula y
me lo quite.
- La seño se va a enojar si te lo sacas. – Me dijo milena.
- Que se enoje..- Conteste. Continuaba confundida por el
cambio repentino en mi vida. Aunque intentaba relajarse y ser una niña normal
me era imposible. Sentia una sensación de tristeza en mi corazón inexplicable.
Finalmente, llego la próxima clase y……. la maestra era la misma. Claro, es
primaria.
- Tati, ¿Qué pasa? No te gusta el regalo que te hizo la
seño?
- Es que pincha…- Conteste.
- Damelo nena.
Se lo di y lo puso de vuelta.
- Asi no te va a pinchar. – Insistio.
“Tonta maestra… .no se puede acordar un nombre?” Proteste
para mis adentros.
- No te lo quites de vuelta o le voy a tener que mandar una
notita a tu mama. –
- S-Si…- Dije asustada.
- No ves como todos lo usan? Es muy lindo. – Dijo volviendo
en frente.
Suspire y apoye una mano en mi mejilla. “Creo que ahora si
no tengo escapatoria…” pensé. “ Aunque me escape paresco una niña. Legalmente
lo soy!... Y si lo hiciera… no tendría donde ir. ¿mi familia estará preocupada
por mi?... Solo podría escapar si me ganara la lotería…” suspire. Y sentí que
milena me tomo la mano.
“Esta nena es demasiado amable….” Pense nuevamente. Y sentí
escozor de estar tanto tiempo sentada. “Me duele la cola… y esta clase es tan
aburrida…” saque mi celular, y revise Facebook. Lo cerre al instante que vi que
estaba lleno de fotos mias, de mi cumpleaños y de mi pobre traste. “Es tan
incomodo estar sentada asi… Recuerdo cuando disfrutaba estar sentada en una
cola roja”.
- Tati, deja de jugar con tu celular. Estamos en clase no en
el recreo. –
- si… - Conteste.
- ES “Si señorita” .
- Si… “señorita”. – Conteste. “Supongo que para ella solo
soy una niña rebelde. O que se hace la linda, como dice milena.”
En el siguiente recreo, pude escaparme de milena, y di
varias vueltas por el patio de recreo, caminando lentamente. Nuestro patio era
de primaria, y estaba separado por un gran porton verde del de secundaria.
Voltee a ambos lados, y dejándome llevar por la curiosidad entre al otro. Era
obvio que era la única niña ahí, estaba llenos de adolescentes. El ruido del
patio de primaria habia quedado atrás, ellos hablaban y los chicos a veces
jugaban al futboll. A veces, ya que no querían verse inmaduros.
“Si me descubren…” Pense, pero rápidamente vi que la escuela
no era lo que yo imaginaba. “Al pricipio pensé que era como Real Spankings
Institute. Pero es una escuela normal. No le veo lo “Estricta”. Recorri un poco
dejándome llevar por la curiosidad y de repente vi un rostro familiar. Un
hermoso chico con bellos rulos dorados, solitario, timido, sentado solo y
comiendo un sándwich. Era la viva imagen de cupido. “Me… resulta… conocido” pensé.
- Nenita. Este es el patio de secundaria, no podes estar
aquí. – Escuche a un profesor decirme.
- Lo siento, me equivoque. – Me
rei, y volvi al patio de primaria.
A la salida del
colegio, mire confundida y un poco preocupada alrededor. Con mi uniforme, la
mochila, y mi nueva altura me sentia una niñita indefensa. “Mi mama aun no
llega… donde estará?” Senti que me alzaban y patalee asustada.
- No no!!
- ROSITA!!- Exclamo abrazandome y luego me bajo.
- Me asustas!!!- Exclame golpeándola.
- Te ves taaaaaaaaaaaan tierna!!!- Exclamo, apretándome los
cachetes hasta dejármelos morados, y luego me aplasto contra su pecho.
- Owwww…- Proteste sobándome, y luego me frote el pecho. Al
apretarme, el alfiler del brochecito me pincho otra vez.
- Tu mama me encargo que te pase a buscar.- Dijo,
mostrándome el pretal.
- Tengo que usarlo? –
- Sos una nena re inquieta y aca hay como 300 niñas. Te
perdes y me mata. Dale, pórtate bien. ¿y tu oso? –
- Esta en la mochila…- Dije, lo saque, y aproveche para
quitarme el broche y guardarlo. No quería que Rodrigo me viera usando algo tan
infantil. Enseguida me puso el pretal aprovechando mi distracción y sonrio,
mientras yo me sonrojaba. Pense… - y quizá estoy demasiado reflexiva, sepan
disculparme – que era curioso como antes quería ser una niña y ahora me daba
vergüenza ser tratada como una, y preferiría ser tratada como mas grande.
- ¿ que esperamos?
- Ves que sos inquieta? – Bromeo, y yo hice un mini puchero.
– Rodrigo aun no sale. Va a salir en una hora. – Dijo sentándose en un cantero.
Me sentia como un perro, ella parada, y yo del pretal, y con un esfuerzo, me
trepe al cantero y me sente, no sin un gesto del dolor.
- Esta en detención. No solo a vos te castigan siempre.
¿Mami es muy estricta no?
Me sonroje notando que vio mi gesto y me quede cabisbaja.
- Detencion….?
- Uhhh… ya lo conoceras. Esperemos que no. ¿ como te fue en
el cole?
- A…Burrido..- Conteste.
- Que bonito uniforme tenes. Le pediré a tu mama que me haga
uno igual. Siendo la hija de una modista sos tan coqueta. – comento, y vi que
su uniforme no tenia vuelo, caia desde la cadera, y llevaba dos botones en la
parte de atrás. Pero estar sentada en un cantero de piedritas no ayudaba nada a
mi pobre cola que aun se recuperaba de una cepillada, un cumple bizantino y una
nalgueada matutina. Ella parecio notarlo, y dijo: Mejor vamos a dar una vuelta.
Cerca de aquí hay esta el centro comercial, te lo mostrare. Hay muchos
juguetes. Que tal si a tu oso le cosemos nuestro uniforme? Te enseñare a coser,
vas a ver que es muy divertido hacerle distintas ropitas.
- Si!- Sonrei. “Es muy dulce conmigo”. Cuando caminamos, me
llevo del pretal. Intente ser dulce, y la tome de la mano. En respuesta me
sonrio.
“Jumbo”. Lei. No lo habia visto antes. Era un shopping
grande de dos pisos. ¿aclare que la escuela queda en el centro del pueblito¨?
Este es posiblemente el único centro comercial en 50 kilometros. Entramos, y
estaba lleno de gente, en especial, de escolares que disfrutaban de su salida
de clases. Muchos chicos en uniforme celeste y rosa correteaban por el lugar,
seguramente de mi colegio. Solte su mano, mirando fascinada alrededor.
- WooooW!! – Exclame y camine en círculos soltándola de la
mano. Estaba lleno de ropa, juguetes, locales de golosinas y hasta juegos
electrónicos. Me entusiasme mucho curioseando hasta que impulsivamente intente
alejarme y sentí que algo me frenaba. Me mire y era mi pretal. La mire a ella,
quien estaba distraída con su celular, sosteniendo el pretal. Luego se rio.
- Este rodrigo jajaja… Rosita, vamos, ya salio.
- Ya? Tan rápido?
- Ya paso una hora Tati. Hey, te sacaste tu broche. – Dijo
notándolo.
- Es…. Cursi.
- Pero si te perdes, van a saber quien sos. Sos demasiado
chica para ser tan vergonzosa.
“Si, claro, demasiado chica.” Proteste. Pero ella lo saco de
mi mochila y me lo puso por mi. – Dale, no pongas esa cara. Te queda lindo, y
la seño se va a enojar si no lo usas. –
Volvimos a la escuela donde estaba solamente el, a la
salida, con una cara de malhumorado gigante. Lo vi sonrojándome un poco pero no
solo me ignoro sino que…
- ¿y Ella? No íbamos a…
- No seas grosero. Su madre me encargo cuidarla.
- Sos un tonto!!- Exclame sacándole la lengua, el me la saco
también.
- ¿ahora por que fuiste a detención?
- Me descubrieron fumando en el baño.
- El primer dia? Que tal el señor guzman.
- ¿Qué te importa?- Contesto el enfadado, y ella se rio
burlona.
- Ah, ´¿con que graciosa? – Protesto el, tomándola de la
cadera. Luego me miro a mi , y continuo resignado. “siento que estorbo…” pensé preocupada.
Caminamos hacia la casa de Rodrigo, y mientras lo hacia le
preste atención a la chomba de Rocio, la cual era una simple remera, sin el
cuello infantil que tenia yo. Antes me sorprendia que usaramos uniformes tan
coloridos, pero luego de caminar por las calles, sencillamente lo agradeci, y
hasta agradeci usar estos soquetitos en vez de las clásicas medias escolares.
El sol rajaba la tierra, y debía ser imposible andar con un uniforme gris como
normalmente se usa. Ellos se habían soltado el uniforme lo mas posible, sin
embargo yo no me animaba. De vez en cuando, intentaba estirar el cuello de mi
camisa dejando mi cuerpo respirar. Pero apenas pensaba en desabotonármelo mi
cola punzaba imaginando lo que pasaría. Llegamos a su casa, y me quite la mochila.
Mire como se sentaron frente a la pc, y un poco molesta, me recosté boca abajo
en la cama como siempre, y me puse a hacer mi tarea. Al hacerlo, el tonto
brochecito me pincho otra vez. No me tomo mucho tiempo terminarla… obviamente.
Aburrida, tome mi oso, y moviendo mis piernas, los vi jugar. “Estoy segura que
antes si llegaba bien al piso”. Jugaron una, dos partidas, el, ella, el, el, el
hasta que me moleste.
- ¿y yo cuando juego?
- Nunca. – Dijo el.
- Y ahora que te pasa!!- Proteste arrojándole mi oso.
- Ahora me toca ami. Rodri, anda y jugar con la nena.
- Pero perdi por culpa de..!- Dijo y ella lo callo con un
beso. Desvie la mirada sintiéndome intrusa, y luego le dijo: Vas y jugas con la
nena.
- Si…- Protesto el y se paro viéndome con gesto de resignación.
– Nunca crei que pudieras ser mas rosa de lo que ya eras pulga. A ver que tengo
para que te entretengas.
“Que le pasa a este tarado?” proteste. “Yo sere demasiado
rosa, con jumper, moños, blusa, mochila y…. Si… soy demasiado rosa” pensé.
Reviso en un cajón, hasta que saco un gameboy advance.
- Toma. Tiene el Sonic advance uno. – Dijo dándomelo y se
fue con rocio.
- Yo no se como jugar esto!!- Proteste. – Ni se como se
prende!!
- NO SABES COMO JUGAR EL SONIC??- Protesto indignado.
- No, y este juego tonto no me gusta!!- Proteste tirando el
juego a la cama, cruzándome de brazos y haciendo el puchero. Al cruzarme de
brazos, otra vez me pinche con el brochecito. Enojada me lo saque y lo tire a
la cama.
- Rodrigo. Queres jugar con la nena antes de que le de una
rabieta y la mama la nalguee de vuelta? – Se quejo rocio.
- Mi mama no me nalgueo!!- Proteste sonrojada.
- Rosita estoy jugando. No puedo jugar con vos. Y ponete ese
broche o lo vas a perder. Ay, ustedes dos me van a volver loca. Igual que este
adc pelo….. Tonto!- Dijo callándose en frente mio.
- Ya hiciste botas?- Se acerco rodrigo preguntándole sobre
el juego. Rocio lo miro mal, y le dijo: Si haces que Tatiana se entretenga y no
le de una rabieta yo…- comento , mirándome de reojo antes de decir algo. Luego
se acerco al oído y le dijo algo frente a lo cual rodrigo puso gesto de
sorpresa. Luego de eso volteo y me dijo: Rosita!!!
Pero claro, yo ya estaba emberrinchada. Lo ignore cruzándome
de brazos, y volteando la cabeza. El tomo el juego, y luego me alzo sentándome
en sus piernas.
- Hey, N-No , no quiero upa!!- Proteste sonrojándome. Al
sentarme en sus rodillas, solte un ay sin querer, y me sobe la cola.
- Te voy a enseñar mi juego favorito cuando era chico como
vos. – Dijo, entre abrazandome y tomando el juego. Senti la calidez de su
cuerpo, y un sentimiento calido me invadio en mi interior. “No puede ser que me
guste alguien mas chico que yo..” pensé. Y luego continue “O mas grande?”. Pero
estar sentada en sus piernas producia muchas sensaciones muy femeninas en mi, y
poco apropiadas para “una niña de mi edad”. Despues de todo, vivo en permanente
abstinencia sexual desde que llegue.
- Ves? Este es Sonic, con estos te moves, con este saltas,
con este.
- No me gusta, y es tonto!!- Proteste, aun emberrinchada.
Con tono de molestia dijo: Bueno, mira, juga con esta. Es
Amy y es rosa igual que vos. Dale, te enseño.
Me convencio, y empeze a jugar. Pero no paso ni 1 minuto que
ya perdi.
- No me gusta!
- Si te portas bien y le pasas la primera pantalla, te regalo
un helado. – dijo el. – Rocio, compra botas!
- Compro botas cuando quiero!-
Con el embobado, me distraje jugando al juego. Al principio,
de mala gana. Sin embargo, disfrutaba estar sentada en sus piernas, y envuelta
en sus brazos. Y ya que quería que lo juegue, me esforze en pasar la primer
pantalla. Me costo un monton, ya que nunca habia jugado un juego asi.
- Ya la pase. – Dije fingiendo estar molesta.
- Es minuto 10, y aun no tenes botas!!- Protesto rodrigo. Vi
que me ignoraba, pero disfrutaba estar a upa asi que segui jugando. Perdi,
mori, perdi, mori. Pero con el tiempo le agarre la maña… Aun asi, el jefe final
me ganaba siempre. Cuando toco su turno, y rocio finalmente lo dejo jugar, yo
ya estaba entretenida con el tonto jueguito. Fue asi, que hasta me lo dejaron
llevar.
“Quedatelo. Yo ya no lo uso.” Me dijo, mientras mi mama me
llevaba a casa.
Llegando a casa, vi nuestra sirvienta limpiando
apresuradamente. Al vernos entrar se jalo el vestido y se sonrojo.
- Ya terminaste pau?
- S-Si… solo me falta una casa mas.
- Okay, ya podes irte.- Dijo mi mama y ella se fue, mirando
hacia todas partes. “siempre que la veo, me sorprende lo hermosa que es. Y esos
rulos dorados. Es la viva imagen de cupido.” PEnse. Y luego re pensé. Y luego
re re re re pensé. “Nah, imposible”.
- Ya hiciste tu tarea?
- Si mami.
- A ver mostramela.
Obvio, quizo saber como me fue, como no me fue y etcétera.
Todo el roll maternal. Pero la verdad, ella ahora me daba miedo. Mas luego de
lo que paso. Estando en lo de Rodri, me sentia tranquila… pero ahora.
La evite toda la tarde hasta que fue la hora de comer. Me
puso el babero, y mientras comia comenzaron las preguntas.
- Y como te portaste en el cole.
- Bien…
- La seño? Le hiciste caso en todo?
- Si.
- Y jugaste con tus amiguitas.
- Si.
- Tatiana… No olvides darle me gusta a las fotos de tu fb y
responder. Hay muchos que te escriben.
- Si mami. – Respondi. Y vi, molesta, que con solo decirle a
todo “si mami” bastaba para que este contenta. Tome coraje y conteste.
- ¿ Y asi va a ser mi vida ahora? ¿ vas a seguir ignorando
todo lo que paso y vas a intentar convencerme de que todo fue un sueño?
- Tati no empieces.
- No me llamo Tatiana!! ¿ va a volver a ser todo como antes?
¿Cuando era una bebe que solo estaba en la cuna todo el dia?
Ella suspiro. Se tomo la cabeza mostrando un gran malestar.
Me sentí preocupada. Se que con estas acusaciones corro el riesgo de pasarme en
pañales toda la semana. Pero que la haya afectado es raro.
- El otro dia, en el rincón, dijiste que llegaste aquí por
que no tenias adonde ir, ya que perdiste tu trabajo y te quedaste sin dinero.
En el momento me sorprendi. No recordaba haber dicho eso. Me
puse nerviosa y baje un poco la cabeza, metiendo las manos detrás de mi jumper.
Era verdad, pero si lo escucho, era un poco cruel decírselo.
- No te imaginas lo mucho que sufri cuando te fuiste. Mi
vida parecía ya no tener sentido. Cuando volviste, me alegre enormemente. Hice
todo lo posible para que fueras feliz, para cambiar, para que seas mi hija,
pero una hija alegre, feliz. Y luego de tanto tiempo de tenerte conmigo, me
entero que yo soy “tu única opción”.
- Yo…- Titubee.
- Dejame hablar. No importaba lo que hubiera hecho, o como
me hubiera sentido, solo importaba que vos no tenias escapatoria y por eso
venias. Y apenas la tuvieras te irias entonces. Apenas la tuvieras perdería de
vuelta a mi hija. ¿Pues sabes que? La familia no se elige. Ahora realmente sos
mi hija, y vas a empezar todo de cero. Y capaz asi, seas una mejor adulta.
- Mami..
- Termina tu comidita nena. Luego de eso pijama y a la cama.
Dobla bie tu uniforme que mañana lo vas a usar de nuevo, no lo vallas a dejar
hecho un bollo o dormis con la cola roja.
- Si mami…- Dije. Y suspire, mirando mi comida. Empece a
comer lentamente, pero empece a sentir mucha culpa y tristeza. ¿me porte muy
mal? ¿Debi haber pensado mejor las cosas? Es verdad… al principio ella era muy
buena. En el momento, me dio tanta culpa, que olvide todo lo abusiva que fue, y
recordé solo las cosas tiernas que hizo por mi. Y después de todo, yo sentia un
inmenso cariño por ella. Empece a lagrimear en silencio, y me limpie las
lagrimas mientras comia., cuando termine, me quito el babero, me las limpia y
me dio un beso en la frente.
- Nunca te voy a dejar de querer. Aunque vos no sintas lo
mismo por mi. Anda a ponerte tu pijama. Ya casi es tu hora de dormir. -
Asenti con la cabeza y fui. Llegue a mi habitacion, coloque
mi mochila en la silla y de a poco, me fui sacando el uniforme, doblándolo
cuidadosamente. Colgue el jumper en una percha, con su brochecito puesto, y la
blusa dentro, ya lista para usarse. Quede en bombachita, la cual me saque, y
puse junto a la ropa sucia. Al hacerlo, vi que mi pobre cola continuaba un poco
roja. O rosa. “La pulga rosa” pensé burlonamente. Busque en el armario la del
martes, para tenerla ya lista junto a mi uniforme. Y luego de eso, busque uno
de mis pijamas enterizos – por que obvio, todos mis pijamas lo son- . Tome uno
celeste, con un dibujo grande de unicornio. Sentada en la cama, meti mis
piernas como si fuera el pantalón, sintiéndolo ajustarse en mis tobillos hasta
que los piecitos de el me calzaron. Me puse de pie, y meti mis brazos, luego
abotone cada botón de adelante, y finalmente los de atrás. Me quite mis colitas
y mis moños, cuidadosamente poniéndolos junto a mi uniforme, y luego de eso
cepille mi cabello. Tome mi oso, y suspire. “Ya podría acostarme… pero…” Pense,
y volvi al comedor.
- Tatiana, te dije que era hora de dormir.-
Baje mi cabeza y dije: quiero… mi beso de las buenas noches.
Me lo dio, me revolvió el pelo, fui a mi habitacion, apague la luz y me meti en
la cama.
Era un poco temprano, y no podia
dormirme. Mis ojos se acostumbraron a la oscuridad y vi fijamente, mi uniforme
colgado en la percha, con el ridículo brochecito abrochado y mi calzoncito
semanal esperándome. “Mañana va a ser un largo dia…”
Pd: Para los argentinos a quienes seguro se les hace imposible imaginarse un uniforme asi.
Por centro america sin embargo es muy comun - o nosotros somos los raros en otras palabras. Se les hace muy ficticio lo de chicas de secundaria en jumper rosa?..... De hecho lo copie de uno de mis viajes por mex. Era un reeee pueblito, y si, los chicos usaban pantalon celeste las chicas usaban jumper rosa. En cuanto al brochecito, yo a los 6 lo tenia que usar (Lo recuerdo perfecto usandolo los primeros años de primaria) y LO ODIABA. Era cursi, infantil y me pinchaba todo el tiempo. Creo que solo yo me quejaba de el igual...