Mi semana de bebe comenzó asi, con una cola roja de la cual
no pude liberarme ni un segundo. Entre bombachitas de goma, y pañales sucios
hice lo posible para intentar sobrevivirla. Aunque sentía que de a poco mi
mente volvia a mi primer año con ella. Los canales de televisión nuevamente
estaban bloqueados. No tenia mi celular. No tenia mi notebook. Solo juguetes
infantiles para entretenerme en los largos días de corral. Y libros para estudiar.
Senti a mi mama, muchísimo mas severa desde entonces. No dudaba en calentar mi
cola ya castigada, mañana y noche todos los días, no importaba cuanto lloraba o
cuan adolorida habría quedado. Sus rituales los volvió a cumplir con suma
paciencia. Hasta tenia otros 2 mamelucos iguales, pero en celeste y amarillo
que fui alternando. No me quitaba el pañal en todo el dia… y tuve que
acostumbrarme a hacerme encima como antes. Me trataban con la misma ternura de
siempre. Pero me obligaban a respetar las reglas a rajatabla. Mi mama no dudaba
en darme castigos ante la mas minima ofensa y si hablaba mucho me obligaba a
usar chupon. Empece a sentir una profunda culpa y a sentirme muy castigada.
Hasta que note un nuevo fenómeno que me distrajo de mi situación.
Un dia vi desde mi corral a una chica en vestido de
sirvienta limpiando la casa. En verdad era un vestido viejo, con un delantal
blanco y una diadema. Me di un susto muy grande al ser vista asi y me tape
muerta de vergüenza. Pero ella parecía mas concentrada en su propia
humillación. Constantemente jalaba su vestido aunque usaba unos shorts blancos
que la tapaban muy bien. Era rubia con muchos rulos, la viva imagen de cupido.
Me sentí prácticamente ignoraba y solo la vi limpiar, como una nueva
distracción en mi aburrida vida. Se veía un poco deprimida aunque limpiaba con
bastante energía. Y por sobretodo muy avergonzada. Lo cual no lo entendia bien
por que.
Mi mama en algún momento llego y me quito mis incomodos
guantecitos que aprisionaban mis manos. Me entrego mi notebook y menciono:
Tienes muchos mensajes en Facebook que contestar.
- Mami… ella quien es?
- Es la “sirvienta” de Cintia. Esta castigada- dijo poniendo
especial énfasis en la A - y por eso fue enviada a limpiar las casas de todos.
- Castigada…? – pensé mirándola.
- Si, igual que tu. Disfruta tu notebook por una hora. –
Ordeno y me puso el chupon.
“Disfruta… que voy
disfrutar. Con la notebook asi solo puedo ver mi pequeño pony”. Me
queje.
Di un respiro hondo y entre a Facebook. Como 100 notificaciones
y 20 mensajes. “Pase de ser la spankee estrella a …” Proteste y apoye mi rostro
en una mejilla.
“Como pica esta estupida capucha…. Ojala pudiera quitármela”
Pense de vuelta. La vi a ella encerrarse en su taller y pensé que era mi
oportunidad. Pero no me anime a hacerlo. “ ¿Castigada? “ pensé nuevamente,
viendo a la sirvienta limpiar. “¿ que clase de sirvienta aceptaría trabajar
gratis como “castigo”? Para eso que la echen y ya…”
Mirando el Facebook sin ganas decidi chequear que eran las
notificaciones. “Ya lo necesitaba. “. “Que tierna que es , me la como!”, “A esa
cola le falta color”.
“Ufff…” proteste. El video que subio de mi era acompañado
por un par de fotos de mi castigo y cada prenda que usaba por separado (Y que
por cierto use toda la semana). Con los guantecitos puestos no podia escribir.
Solo dar “me gusta”. Costaba mucho apretar el mouse incluso. AL principio me
sentía bastante triste y deprimida. Con estas humillantes fotos mi reputación
de chica vanidosa estaba por el piso. Ya no podia comportarme creídamente como
antes. Quienes antes felicitaban lo “dedicada”, “devota”, “preciosa” que era
ahora solo decían cosas del tipo “Hace mucho que lo necesitabas”, “Espero que
hayas aprendido tu lección”. Hasta había burlas que decían “jajajaja que tonta
te ves, ahora si vas a obedecer”. ¡¡No puedo creer como ella permitia eso!!
Pero… Al estar obligada a darle “me gusta” a cada comentario y foto… empece a
notar que varios usuarios habían sido bloqueados. Lo se, por que entre
comentarios, aparecían algunos que solo decían “un usuario de Facebook”. O que
al intentar averiguar que escribieron desaparecían.
Abri mi carpeta de mensajes, y había 5 conversaciones. Sin
embargo, note que varias chicas con las que me gustaba chatear ya no estaban.
Al principio me dio mucha bronca. Hasta que revise la cantidad de amigos que
tenia, y vi que se redujo notablemente. La bronca se transformo en
preocupación. ¿Por qué había borrado a tantos?
De repente, llego un nuevo comentario en mi video.
“Es terrible que hagas pasar a esa pobre jovencita bajo tan
horrible situación. Esto no se ve consensuado, se nota claramente que ella esta
sufriendo. Esto definitivamente no es BDSM. “
En dos segundos, la sirvienta apareció al lado mio. La mire
avergonzada y pude analizar su rostro. Era realmente hermosa, pero había algo
en ella… extraño. Era un poco alta y se la notaba muy incomoda con su vestido
el cual jalaba constantemente intentando tapar sus piernas.
- Tu mama me dijo que suficiente
notebook para ti. – Dijo la chica.
- jajajajaj… tu mami te nalgueo muy fuerte rosita? – Bromeo
la novia de Rodrigo, me abrazo, me revolvió el cabello y se fue. La mire de
reojo molesta y con mi cara roja como un tomate mientras estaba sentada en una
silla usando mi oso de almohadoncito. Sin embargo, era imposible sentarme para
mi, luego de esa horrible semana de nalgueadas matutinas y nocturnas. Mi cola
aun tenia marcas violáceas esa mañana, que dolían de forma horrible.
Chequee mi Facebook y mi foto no se hizo tardar.
“Mi bebe luego de su semana de castigos. Ese osito va a ser
aplastado por varios días.”
“Odio que haga esoooooooooooo!!!” proteste para mis
adentros. Puse me gusta, y- obligadamente – comente: Duele mucho mami…
Tube que dedicar tiempo a contestar los mensajes, y hasta
leer regaños de desconocidos. Regaños que obviamente mi mama aprobaba. Todos
parecían estar muy disgustados de mi comportamiento y contentos del severísimo
castigo que parecía haberme dado mi lección. El señor este, que le daba me
gusta a tooodas mis fotos, comentaba siempre, e hizo que me gane una nalgueada
por responderle mal, me hizo un largo sermón acerca de lo peligroso que era
para las niñas meterse en cosas de adultos. Sermon que obvio, tuve que
responder.
Suspire apoyando una mejilla en mi mano, y luego de revisar,
descubri que el mensaje acerca de que esto “no era bdsm” ya no estaba. Deduje
entonces que todos los que no estuvieran de acuerdo con esto eran
inmediatamente borrados y bloqueados. Me preocupe pensando en si otra vez,
terminaría atrapada. “Realmente habrá cancelado mi curso…?” Pense. Pero con mi
cola asi no me animaba a preguntarle. Hasta caminar me dolia. Senti que me
ponían mi nuevo pretal, el cual tenia un osito cariñoso en el centro y viendo
hacia arriba escuche.
- Vamos bebe. Nos esperaba la medica. –
Me pare adolorodisima, tome mi oso, y lentamente la segui.
Nos despedimos, nos fuimos a casa y fui cambiada a mi pijama. Mis reglas y
rituales volvieron a lo que era antes. Y a veces, como ahora, ella terminaba
cambiándome igual “Para tardar menos tiempo”.
Me recosté boca abajo en el sofá del comedor hasta que
finalmente vi llegar a una mujer mayor, alta y esbelta junto a la sirvienta del
otro dia.
- Bebe, veni a saludar.
- No, dejala ahí. Y desabotonale la parte de atrás. Paul, mi
maletín. – Dijo la mujer a la sirvienta.
“Paul… supongo que paula?” Pense. Mi mama se acerco a mi, y
rebelo mi cola aun roja como tomate. Intente resistirme y proteste.
- Mami no.
- Mi amor, ella es la medica. Te quiere ver. –
- Quiero ponerle 3 inyecciones. – Dijo la mujer.
- Inyecciones?? Para que??
- No des problemas señorita ¡! Y quite sus manos ya!!
Asustada obedeci, escondi mi cara en el almohadón del sofá y
lo apreté fuerte. Las inyecciones con el espeso liquido, ingresaron a través de
la larga aguja en una de mis nalgas. Solte un llanto ante cada una y quede con
mi pobre colita aun mas adolorida de lo que ya estaba. No podia parar de
sobarme.
- Ahora sentala, vamos a sacarle sangre.-
- A-Alguien me explica que pasa? – Pregunte, mientras una de
mis mangas era arremangada y mi brazo preparado. Me sacaron bastante sangre y
ella le dio la orden de desnudarme. Me tape y mi mama insistió:
- A que le tenes miedo? Vamos no des problemas.
Vi que… después de todo, solo eramos chicas. Asi que termine
desnudita. Con un centímetro, tomo medidas de todo mi cuerpo mientras hacia
preguntas sobre mi.
- Ya tomaste sus medidas de heces y orin?
- Si, obvio.
“Cuando lo habra hecho…” pensé.
- Bueno, en una semana tendras los resultados y los
medicamentos que deberá empezar a consumir.
Es todo. –
Mi mama me puso rápidamente mi pijama de vuelta, y me ordeno
irme a mi habitacion. Obedeci y me fui. Algo raro estaba pasando. ¿¿Y que me
habían inyectado??
A escondidas, me acerque e intente espiar la conversación.
Mi pobre cola punzaba y me pedia que me quede en mi habitacion como me
ordenaron.
- Para pagar todo lo que ese…. Desgraciado me debe se fue a
vivir a Usa. Y ellA se quedara viviendo
conmigo. Como no tiene ninguna prenda, le preste esta ropa, y se encargara de
servir todo el dia, asi al menos sirve para algo. Cada vez que lA veo recuerdo
a su padre y me enfuresco. Al principio queria escapar, hasta que encarcele a
su pajarito. Y por lo visto le gusta limpiar, lo hizo bien con tu casa no?
Podria hacerlo trabajar de mucama asi al menos aporta con algo a la casa.–
- Valla… Si quieres, puedo confeccionarle uno mas lindo.
Solo déjame tomarle sus medidas.
- Eso seria genial. Pero eso solo la endeudaría mas. –
- Tengo varios retazos de tela por ahí que me sobran. Lo
haría como favor gracias a la ayuda que me diste con mi nena. –
- Eso es genial. Y este podría usarlo de pijama, ya que no
tiene ninguno. Dile gracias a la señora.
- Gracias señora.
- No quieres servirla también? Te ayudaría a pagar tu deuda.
–
Ela se quedo callada y ella insistió:
- Clarita. ¿Cuando necesitas que venga a limpiarte?
- Martes y jueves… Aparte a veces necesitare ayuda con mi
nena. Esta terrible.
- Ay si… lo vi en Facebook. –
Decidi volver a mi habitacion en ese momento. La
conversación se me hizo muy muy rara. Todo el énfasis en “el pajarito
encerrado”. Y esa relación tan extraña que tiene con la pobre. ¿estara
sufriendo?
Luego de una semana, comenze a tomar una extraña medicación
antes de dormir y al levantarme. Y mi dieta cambio radicalmente. Ademas de eso,
termine totalmente privada de los dulces y postres a los cual tan
deliciosamente me había acostumbrado.
“Tenes PROHIBIDO comer azúcar sin permiso. Es muy peligroso
para ti bebe. “ me ordeno. Según ella tengo diabetes. Pero yo nunca fui
detectada con diabetes. Me despedi lastimosamente de mis paletas de caramelo
que tanto me gustaban.
Mi cuerpo, comenzó a reaccionar a la extraña medicación. La
primer semana me la pase en cama, acostada, con vomitos y diarrea. Continuaron
siendo un poco frecuentes durante el
primer mes. Sin embargo, volvi a ser inyectada. Mis preguntas, ignoradas, mis
insistencias, rápidamente castigadas. Hasta que finalmente los cambios
comenzaron a notarse. Para el segundo mes, habia bajado mucho de peso. Los
vestidos que antes me apretaban, ahora hasta me quedaban grande. Pero lo mas
llamativo, era que mis curvas, desaparecieron totalmente. Siempre fui muy
bajita, nunca tuve curvas muy pronunciadas. Pero soy una mujer, es obvio que ya
pase por mi pubertad y me desarrolle. Sin embargo, ahora si estaba verdaderamente
plana como una pared y mi cola prácticamente desaparecido. Para el tercer mes,
juraría que era mas bajita que antes. Lugares a los que antes llegaba
fácilmente ahora me costaban mucho mas, mi ropa y mi calzado ya no me quedaban
y mi cuna se veía gigante.
- Eso es imposible nena. No inventes historias. Nadie puede
encogerse. Solo estas mas flaquita debido a la diabetes.– Respondia cada uno
que lo comentaba.
Me vi desnuda, frente
al espejo mil veces intentando recordar como me veía antes. Compare mis fotos
antiguas con las nuevas, y la diferencia era notoria. Sumado a ese, tenia dos
grandes problemas. Tanto ser ignorada, tanto tener que responder sumisamente
por miedo al rincon y callarme ante amenazas hacia que acumule mucha bronca.
Bronca que explotaba en exageradas rabietas y pataletas como la que protagonize
cuando formatearon de vuelta en mi pc. Era mi única valvula de escape en
situaciones cuya única respuesta a mis preguntas eran un fuerte, largo y
doloroso castigo. Al principio, eran una muestra de rebeldía y coraje. Si era
una “niña”, si debía callarme, no meterme en conversaciones de adultos y
obedecer, entonces podia tener comportamientos de niña y hacer berrinches.
Total, era tan chiquita que aunque hiciera toda mi fuerza para resistirme era
castigada de todas formas y puesta en el rincón. Sin embargo esto de a poco se
comenzó a volver costumbre, y pronto ni yo misma podia controlar cuando estas
rabietas comenzaban ni como detenerlas. Donde estuviera me tiraba al piso,
gritaba, pataleaba y me revolcaba.
Mi segundo gran problema era que mi castigo de pañales. Ademas de la vergüenza por la que era
obligada a pasar, mientras los usaba debía acostumbrarme a usarlos ….
OTRA VEZ TE HICISTE
PIPI EN TU CAMA!!
… y luego desacostumbrarme… Y eso traía
consecuencias muy humillantes en el reality show que era mi Facebook.
“Pobrecita. Pero aun no aprende a hacer pipi parece.
Deberias entrenarla en su pelela.” , “Muy bien, asi aprende. Ya es muy
grandecita para hacerse encima!” leia avergonzada entre los comentarios.
- Awww… pero no te preocupes rosita. Es normal. A mi me
pasaba lo mismo de chiquita… claro que yo tenia 5. – intentaba consolarme Rocio
mientras me llevaba a la plaza junto a el. Se habia vuelto común que a Rocio –
La novia de Rodrigo- la dejen como mi ñiñera cuidándome siempre que mi mama
tuviera que hacer algo. Y siempre su novio la acompañaba. Yo llevaba puesto mi
jardinerito rosa y el pretal. Fue una tarde que me quede en casa de ellos ya
que mi mama supuestamente tenia cosas que hacer.
- Eso es culpa de su mama. La ha de volver loca y por eso
vive tan nerviosa.
- Yo no estoy nerviosa…
- Lei que los chicos hacen esas cosas por que necesitan
atención. Por eso te dieron unos buenos chas chas, ¿no es asi rosita? No tenes
que hacer esas cosas. Y si ves que llueve en un sueño intenta despertarte.
- YAaaaaaaaaaaaaa Baaaaaaaaaaaaaaastaaaaaaaaa de hablar de
miiiiiiiiii!!!- Proteste pataleando y escondiendo mi cara detrás de mi oso.
- Tranquila. Yo se que es muy fuerte para vos. Ten, te
compre esto asi te tranquilizas. – Dijo romina y me dio una paleta de
caramelo. Sabiendo que obviamente yo
pagaría las culpas, yo preocupada insisti que no. Recuerdo bien que ese dia
llevaba mi jardinerito rosa.
- La van a matar.
- Ay, por favor. Ella debe morirse de ganas.
- Pero mami se va a enojar conmigo.
- Va a ser un secreto de nosotras si? Toma. Aparte te ves
tan tierna con tu paleta de caramelo.
Encogiendome de hombros, comencé a comerla. Y al instante…
- Hehe… Jaja… JAJAJAJA-
- Rosita… estas bien?
Sali corriendo y prácticamente tuvieron que frenarme con el
pretal como si fuera un perro. Intente quedarme quieta y empece a temblar. Era
como si me hubiera sentado en un hormiguero. Senti una infinita alegría y ganas
de jugar. Y muchísimas energías. Me reia sola y cuando me soltaron, con mi
pretal aun puesto, jugué sin parar por una hora o dos en el tobogán y los
juguetes de la plaza.
- R-Rosita estas bien?
- Siiiiiiiii, quiero jugaaaaaaaaaaar-
- Mira lo que hiciste, mejor llevémosla a la casa.
Corri por todo el parque hasta que me atraparon y Rodrigo me
llevo cargada de vuelta a la casa. Yo me sentía drogada. Luego de meses de
abstinencia de alcohol, drogas y sexo, esa paleta de caramelo se volvió una
locura . Pero… ¿¿Desde cuando una paleta de caramelo genera eso?? Nos fuimos rápidamente a la habitacion de
Rodrigo, Rocio me entretuvo con juguetes o me sento en sus piernas hasta que
volvi a la normalidad. Mas tranquila, pensaba que capaz el azúcar generaba
algún tipo de reacción con toda la medicación que tomaba. Y que esta estaba
relacionada con mi nuevo tamaño. O algo raro debía pasar. Despues de ver lo que
le hacían a ese chico, no era tan raro que con mi hagan eso.
- Hey… pulga. Ven aquí.
- Espera Rodrigo. Aun no se si se siente bien. No debimos
haber hecho eso. Si le llega a pasar algo.
- Ya esta bien. Dale, veni. – Dijo Rodrigo.
Algo bueno de los últimos 3 meses es que siempre me dejan a
cuidado de ellos. Aunque mi niñera oficial sea Rocio. Y en su habitacion puedo
estar mas tranquila y relajada. Ellos siempre juegan a un juego que apenas
entiendo llamado Lol. Estan obsesionados con el. Para mi se me hace tan tonto.
Ese dia me acerque y Rodrigo me habia hecho una cuenta.
- “LaPulgaRosa” ¿? – Le pregunte molesta.
- Jajajaja
- Jajajaja te queda bien.
- Dale, empeza a jugar.
Al principio me parecía una
tontería y muy aburrido. Le di una oportunidad sin embargo por insistencia de
ellos. Y por que les divertia verme jugar. Me insistieron en que compre un
personaje- Annie- Por que según ellos me parecía. Con el tiempo me volvi mejor
jugando hasta que se volvió una adicción. Y ahora esperaba ansiosa cada vez que
los veía para jugar lol con ellos. Obvio ni se me ocurrio intentar instalarlo
en la notebook.
Interesante historia. Saludos.
ResponderEliminarFM
me encanto el capitulo pero me dejo con muchas dudas y me gustaba cuando relatas paso por paso las nalgadas q le daba mama
ResponderEliminary espero q nos saques de la duda del medicamento y de lo q piensa mama a serle a su bebe
gracias por seguir con el cap besos y abraso te mando
Se puso misteriosa la cosa, con eso del medicamento.
ResponderEliminarMe encantaaaa
Siempre te lo digo lo mismo, lo sé !! Pero en verdad es así.
Un saludo desde España.
SK