sábado, 26 de agosto de 2017

La Arlequina

Habia una vez… un reino…. Con una antigua y extraña tradición…

- Para que me necesita, mi señor? – Pregunto Vanesa arrodillada. La imagen del rey eran tan majestuosa que ni se atrevia a verlo.
- Ha pasado tiempo. El reyno necesita una nueva arlequina. – Dijo el rey. Los soldados se acercaron, y la tomaron nuevamente de sus brazos. Otro soldado se acerco a ella y le mostro el tradicional mameluco de arlequina que era traspazado de generación y generación. Llevaba una mezcla entre rojo, rosa y blanco, estampado en lunitas, estrellas y corazones.
- ¿YO? ¿ Su Arlequina?- Pregunto Vanesa temblorosa. – Pero… yo no se ningún chiste. Ni siquiera se de este reyno. He venido aquí gracias a…
- Silencio.- Exclamo el rey.
- Nuestro señor gusta de escoger bellas jovencitas de tu edad para ser Arlequinas.
Arrodillada mirando al piso, Vanesa contesto. – P-Pero señor…
- Estas son elegidas al azar…. Después de todo, la función de una Arlequina es entretener a su rey. –
- ¿ Que esperas? – Pregunto el rey. – Te cambiaras al manto sagrado de los arlequines? –
- S-Si me niego? – Pregunto Vanesa temerosa.
- Seras ejecutada…. Lentamente. – Sonrio el. – Eres valiente. Seras buena arlequina. – comento el rey. – Desnudate ya mismo. Ya no necesitaras tus ropas. –
La pobre mujer obedecio hasta quedar totalmente desnuda. Penso en decir varios “pero, mi señor” . Reconocio que era totalmente en vano. Levanto el traje con ambas manos y miro el rey, mientras tapaba su sexo. Este poseía un gesto serio. Lo tomo viendo que era holgado, y tenia capucha de arlequín, piecitos y hasta guantes. Incomodamente se lo puso, sintiéndolo ajustarse en su rostro. Una energía mágica la envolvió, y de repente el traje le quedaba absolutamente a la medida. Toda apertura de este desaparecio, y los botones de su pecho se transformaron en llamativos pompones. Sorprendida se vio a si misma viéndose por ambas partes.
- Te explicare las rglas de este tradicional juego que lleva en este reino mas de mil años…. –
- Mil años? Jajaja… si seguro. – Bromeo Vanesa, y de repente se tapo la boca. – Lo siento mi señor. –
- Una Arlequina nunca pide disculpas Vanesa. Estas por encima de la ley.
- Eh? – Se sorprendio.
- La única forma de hacerte daño es azotandote en el trasero. Eres prácticamente inmortal. –
- En serio? Esto parece salido de un cuento de hadas. –
- Sin embargo…. Si te azotan una sola vez en tu trasero con cuero, la estrella de tu mameluco brillara, provocandote un gran ardor. – Comento el, acariciándose la barba. Vanesa volteo, y noto que su mameluco tenia en la cola una gran estrella con una carita sonriente, y además, 3 botones que permitían desabotonarla, revelando su trasero desnudo. Uno con forma de estrella, otro con forma de luna, otro con forma de corazón.
- A su vez, poseeras los poderes de la luna gracias a el. –
- Ummm… esto de ser una maga lunar no es lo mio… -
- Ahora veras que sucede si estos se desabotonan. – Comento el rey.
Los soldados se acercaron y le desabotonaron el mameluco. Al hacerlo una extraña energía rosa la envolvió. Cuando Vanesa abrió los ojos de vuelta, habia una fila de gente frente a ella. Intento liberarse pero estaba en un cepo. Escucho una voz exclamar.
- Ella es la nueva Arlequina. Denle una buena bienvenida!! –
- Eh? Q-Que pasa? – Pregunto Vanesa. Vio a un niño acercarse a ella con una pelota. Y lo vio arrojarla contra un blanco. De repente sintió un fuerte dolor en el trasero. Vanesa exclamo y escucho a la multitud reírse y burlarse. Se dio cuenta que cada vez que el blanco era golpeado, una enorme paleta impactaba en su trasero. La fila era larga y los lugareños estaban entusiasmados.
Vanesa espantada, noto que tenia un par de soldados al lado suyo. Y obvio, al rey, observándola.
- Esta magia… cuanto dura?
- Cual magia?
- OWWWWWWWWW …. Esto de ser arlequina.
- Toda tu vida. – Respondio el soldado, como si malgastaran su tiempo.
Aterrada, Vanesa pregunto: ¿ Cuanto tiempo estare en el cepo?
- Hasta que la magia se termine. Suele tomar un dia. Luego recuperaras tus poderes. –

Cuando el hechizo finalizo, fue liberada en un lugar aleatorio. Vanesa llorando reviso su hinchadísimo trasero.
- ¿Qué voy a hacer? – Se pregunto preocupada. Obviamente, busco toda forma posible de sacarse la maldita prenda mágica. Hasta intento romperla con todos los posibles instrumentos cercanos. Pero era imposible, era como una segunda piel.
- ¿ y ahora que hare? Yo solo venia a vender…- Suspiro. Vio su cola y se abotono de vuelta el mameluco, tapando su rojo y adolorido trasero.
- Quien anda ahí!!-
- AHH!- Exclamo sin querer Vanesa. Un campesino se acerco con una escopeta, y Vanesa se dio cuenta que por alguna razon estaba en un granero.
- ¿ Quien anda ahí? –
- No, lo siento señor!! Solo apareci aquí!!
- ¿Quién habla? – Pregunto el hombre, viendo directamente hacia ella.
“No puede verme…” pensó Vanesa. Rapidamente lo reconocio. El acerto como 5 pelotas seguidas en el blanco. De solo recordarlo su trasero herbia. “Ojala se tropezara o algo. “ pensó. Y mágicamente, una cascara de platano apareció justo debajo de su pie. El hombre se tropezó y cayo de rostro contra el piso. Vanesa, sin querer rompió en carcajadas.
- Es la arlequina!!- Exclamo.
- No me dispare!! –
- Dispararte? Ahora vas a ver. – Dijo el hombre. Solto la escopeta y se saco el cinturón. El rostro de Vanesa se lleno de sorpresa y mientras intentaba escapar, un cintazo cayo en su trasero.
- AYYY!!!- Exclamo Vanesa, y de un salto apareció en medio de la calle.
- Arde arde arde arde!!- Exclamo dando saltos y tomando su cola. Escucho a niños reírse y exclamaciones:
- Es la Arlequina!! –
- Si le desabotonamos el mameluco pasara otro dia en el cepo.
- Seguro estaba haciendo travesuras de vuelta!-
Vanesa huyo durante varias ocasiones, y descubriendo accidentalment sus habiliadades. Se teletransporto. Creo imágenes de si misma. Y hasta se volvió dinminuta. Ya, del tamaño de una hormiga y dinminuta se sobo fuertemente el trasero, y noto como la estrella de su cola brillaba con un furioso rojo. Cada vez que lo hacia sentia un fuerte ardor.
- Mierda…- Protesto y se le ocurrio una idea, lo desabotono, y rápidamente su trasero dejo de arder.
- Ten cuidado. Si los pueblerinos te ven asi, pasaras otro dia en el cepo.
- ¿Quién eres? – Pregunto Vanesa tapándose la cola.
- Te recomiendo abotonarlo lo mas rápido posible… Te están persiguiendo.
- Quien eres niña estupida parlanchina!!- Protesto. Quien le hablaba era una niña, en vestido negro, de coletas y con un martillo. Ah… y ojerosa, muy ojerosa. – L-Lo siento… No quise ser irrespetuosa.
- jajaja Es la primera vez que veo una Arlequina decir “lo siento”. Mi nombre es Neva. Soy una demonio. Y me hago la vida haciendo transporte. ¿quieres abotonarte ya ese mameluco?
Vanesa lo hizo, y comenzó a fruncir el seño y hacer gestos de dolor cada vez que la estrella brillaba. Noto que la estrella, hacia cara de dolor también al igual que ella. Luego de unos minutos, dejo de brillar y vansa se relajo.
- Estamos a salvo aca?
- Si.
- Hoy fue una pesadilla… Estos malditos pueblerinos. Y tengo tanta hambre. Yo solo venia…
- A vender o de visita? El rey hace eso siempre. –
- Tu quien eres? Y como no estoy en el cepo por haberme descubierto.
- No soy de aquí. Solo hago transportes aquí. Aunque conozco sus costumbres. La anterior arlequina murió hace poco. Veo que la estas remplazando muy bien.
- Deja de burlarte enana tarada. – Se quejo Vanesa y tapo su boca.
- Pendeja de…- Protesto e intento darle un martillazo. Vanesa no lo cubrió, y al impactar contra ella solo salieron corazoncitos y estrellas. Vanesa solo fue impulsada levemente hacia atrás luego de eso.
- Crei que iba a morir…
- Bueno, al menos sirvió de ejemplo. No puedo ser tan impuliva..- Se quejo Neva encogiéndose de hombros.  – No podes morir. No existe forma de lastimarte, salvo la que dijo el rey.
- Azotandome en el trasero? – Pregunto Vanesa avergonzada.
- Exacto! Eres la arlequina oficial del reino. Eres omnipotente. Si evitas que te atrapen puedes hacer sencillamente lo que quieras. Y con los poderes de la luna, eres invencible. Agradece mis consejos y no me hagas travesuras cuando trabajo si?- Comento Neva y abrió un portal frente a ella. Asombrada, Vanesa pregunto: Espera, aun tengo mas preguntas, ¿puedo ir contigo?
- No puedes salir del reyno. Por mas que lo intentes.- Dijo neva y se metio al portal. Vanesa intento ingresar también pero reboto contra el, y al caer, otra vez corazoncitos y estrellas salieron del impacto.

Ya habían pasado dos días frente a esto, y a pesar de que Vanesa no buscaba problemas fácilmente los encontraba. El simple hecho de ser arlequina hacia que la persigan. Tenia hambre y la única forma de comer era robando comida. Intento portarse bien y pedir educadamente, pero los lugareños no la respetaban. Suponian que era una travesura y enseguida la perseguían con cinturonazos. Los guardias iban preparados con latigos . La estrella ya se habia iluminado 5 veces, y hasta un botón habia sido desabotonado. Vanesa descubrió que cuando uno era desabotonado ya no podia volver a abotonarlo. Se vio en un espejo y vio su rostro palido, y sus vivas mejillas sonrojadas como si fuera maquillaje. El maquillaje en uno de sus ojos concordaba con una luna menguante.
- ¿ mi vida va a ser asi ahora? – Penso preocupada. – Tengo hambre…- Suspiro. Vio a través de la ventana, como una familia estaba a punto de comerse un pollo. Se relamio y de repente el pollo estaba frente a ella. Sus ojos brillaron con anhelo, mientras la familia buscaba su comida.
- Es la Arlequina!!- Exclamaron y ella huyo hasta que finalmente fue atrapada. Momentos después, la energía rosada la devolvió al cepofrente a la burla de todos.
- Al fin me destransforme…- suspiro Vanesa sollozando. Parecia no haber nadie alrededor. Otra vez, con su trasero hinchado y muerta de vergüenza protesto:
- N-No van a volver a burlarse de mi. Aunque intente hacer las cosas bien me persiguen… y cuando me capturan nadie piensa en como me siento. Esta bien… Hare que me odien…- juro Vanesa. Empezo a practicar su magia hasta que un pueblerino la descubrió.
- Ahí esta!!
- Ahí esta! Ahí esta!- Se burlo Vanesa. – Papis soldados defiéndanme, no se hacer nada solo.
- Maldita! – exclamo arrojándole algo por la cabeza. En un acto reflejo Vanesa se cubrió pero no sintió ningún dolor.
- Uy… eso casi dolio.
- Ya veras!! El rey te capturarara y te dara tu merecido.
- Damelo tu si puedes!!!- Canto Vanesa y varias imágenes aparecieron alrededor de del. El Aldeano furioso las golpeo haciéndolas desaparecer hasta caer al piso. Flotando en el aire, Vanesa se tomo la panza muerta de la risa hasta que realizo. – Wow!!! Estoy volando.
- Mocosa estupida!!- Exclamo el aldeano persiguiéndola. Vanesa volteo y le saco la lengua.
- Ya se que hare contigo!!- Dijo y teletransporto sus pantalones a sus manos. El hombre se tapo avergonzado y ella se los puso en la cabeza.
- Detenganla!!!- Bromeo engruesando la voz.  Finalmente unos soldados aparecieron y ella al mismo tiempo desaparecio, en una explosión de estrellas y corazones.
- Jajajaja, eso fue muy divertido!!- Dijo riéndose y vio que dos guardias justo aparecieron. La persiguieron hasta que los volvió dinminuto y pensó: ¿ y si los piso?
BOOM
Una bola de fuego impacto contra ella…. Pero solo la impulso hacia un costado, y provoco el efecto de las estrellitas y los corazones.
- ¿Quién sos?- Dijo y vio una temerosa maga novata.
- D-Detente!!- dijo ella tímidamente. Vanesa dejo de flotar y se puso de pie. Camino lentamente hacia ella mientras sus magias solo provocaba que salgan corazones de ella. Toco su vestido y este se volvió dinminuto hasta convertirse en una minifalda. La chica se lo jalo avergonzada, Vanesa se rio y desaparecio.
- Esto es tan diver……AYYY- protesto saltando y tomando su cola. La estrella comenzó a brillar furiosamente dándole una oleada de ardor con cada brillo. Volteo y vio que fue un chico que alcanzo a pegarle en su cola.
- Ahora vas a ver mocoso!!- Protesto Vanesa, pero vio que sus poderes no reaccionaban. – Mierda, arde arde!!- Protesto sobándose mientras los chicos se reian. Enfadada pensó en vengarse, pero llegaron guardias y de un latigazo le desabotonaron un botón. Utilizo la teletransportacion y se fue.
- Tss….- Protesto, viendo su cola. – Estupida estrella deja de reírte…- Penso. “Debo ser mas cuidadosa…”
- Ahí esta!!- Exclamaron mas guardias.
- NOO!!! YA ME TIENEN PODRIDA!!- Protesto Vanesa dando un pisotón. De repente multitud de ilusiones de ella la rodearon. Vanesa noto que las estrellas de sus copias hacían puchero como ella, volteo y vio que la suya también lo hacia. Se rasco la cabeza avergonada y pensó “Creo que debería dejarme de preocupar por eso. “
Los guardias pelearon contra las copias quienes desaparecían en un golpe. Sin embargo sus ilusiones se divertían, los provocaban para hacerlos seguir determinados lados, o nalgueándose a si mismas mientras les sacaban la lengua. Solo para desaparecer al final. Finalmente un guardia la alcanzo y la partio a la mitad con su lanza. Vanesa exploto entre estrellitas, lunas y corazones, y de ella salieron dos vanesas.
- Mierda..
- Idiota!! Solo debes azotarla. Cualquier cosa la volverá mas fuerte. Si la azotas pierde sus poderes.
- Mejor me voy!!- Exclamo Vanesa y desaparecio. El dia, o la noche, continuaron asi. Con infinidad de travesuras. Hacia la medianoche, ella habia pasado por mil aventuras. Pero sin embargo, sentia que ahora estaba mucho mas fuerte.
 “Magia lunar debe ser…” pensó, flotando en una de las terrasas. Volteo a ver su cola, viendo como la estrella ponía cara de preocupación. “Deja de imitarme estrellita estupida..” pensó enojada, viendo como imitaba la expresión. “Un botón desabotonado.” Suspiro. “Cuando empieza a brillar, siento que pierdo mis poderes. Y no me podrán matar… pero si atraparme. Asi paso la ultima vez. Sigo siendo igual de fuerte…. O igual de débil. “ pensó .
- Hey. –
- AHHH ME ASUSTAS!!!
- Jajaja, que graciosa, la estrella puso cara de miedo.
- Si, ya lo se…- Protesto sonrojada tapándose. - Hola Neva, volviste.
- Si…. Me acompañarías en una misión? – Dijo limpiándose el oído con su dedo meñique.
- Sos asquerosa te dijeron? – Bromeo Vanesa. – Mierda… Perdon, me siento como drogada… Tengo ganas de molestar y hacer tonterias todo el tiempo. Hoy a una granjera le saque las lechugas y… -
- Es normal, sos Arlequina. ¿me acompañas o no? Yo te ayude. – Insistio. Dio un golpe con un martillo al aire, y este se rompió en grietas violáceas que destellaban luz.
- No puedo dejar el reyno. Tu dijiste. –
- El reyno es inmenso! Acaso viniste en carreta.
- Vine gracias a una maga de luz que nos…. ¿Cómo sabes que “vine” y que no soy de aquí?
- Las Arlequinas siempre son visitantes. Al pajero del rey le gusta mas que no conozcan la tradición. –
- Ese viejo pajero… Ya ire a hacerle alguna travesura…- Protesto Vanesa.
- Entonces vienes o no?
- ¿Y yo que gano?
- Encima que te ayude!! Te hubiera puesto bajo mis ordenes por haberte desabotonado el mameluco frente a mi.
- Eh? Podes hacer eso?
- Mira mira…. Si me acompañas, capaz te explique mas de tus poderes y debilidades. Y aparte… quien sabe, capaz conoscas a alguien que pueda liberarte de ese mameluco.
-…. Eso es posible? Extraño mi vida normal.
- Claro que es posible. O debe serlo. Vamos!! – Dijo saltando a través del portal.

Vanesa se encogio de hombros y salto también.

jueves, 24 de agosto de 2017

CAPITULO SESENTA

Oswald observaba como cada vez que Mariela estaba cerca de el, voltaba con gesto de indiferencia haciéndose la madura. Algo la tenia sumamente indignada. Y una vez, para su sorpresa, dos niños de unos doce años vestidos de marineritos, le levantaron el vestido como broma y salieron corriendo. Mariela, roja como un tomate y muerta de vergüenza, salio corriendo al ver como Oswald tuvo una buena vista de toda su cola. Estos niños andaban corriendo por todo el internado haciéndole la misma broma a todas, y las pobres con la amenaza de perder sus listones, no podían defenderse.
Aun asi, insistió, y finalmente tomo a Mariela del hombro.
- ¿ que pasa que me ignoras tanto?
- Me espiaste toda la cola!! Y encima me preguntas?- Contesto Mariela muerta de vergüenza.
- Estas rara desde antes.
- No me conoces, ¿como sabes que estoy rara?
- Sabes algo…. Me encanto tu carta. Y tus dibujos. – Comento. – Mandame mas por favor.
Mariela se quedo cabisbaja y titubeante. Oswald no era el príncipe azul que ella esperaba. Era un pervertido, un delincuente, y un drogadicto. Pero elogio sus dibujos.
- E-En serio te gustaron?
- Me encantaron. Muchas gracias.
Y por lo visto también podia ser educada. Mariela se puso seria y contesto:
- Solo quería que sepas el infierno por el que pasamos.
- Si, lo se. Pobrecitas.
- No veo que lo digas muy en serio….. AYY!!- Protesto, viendo que los niñitos le levantaron el vestido otra vez.
- VALLANSE DE ACA!!! DEJENLA EN PAZ!!- Exclamo Oswald. Ellos espantados huyeron.
- Gracias… son insoportables. Molestan a todas… y si son capaces de quitarnos nuestros listones si les decimos algo…
- Y cada liston es un dia en el purgatorio no?
Mariela lo miro molesta.
- Como sabes?
- Se muchas cosas.
- Es terrible como nos tratan aca… ¿Cómo se siente… ser libre?- Pregunto Mariela. Oswald hizo un gesto pensando “que dramática” y le conto varias de sus aventuras.
El primer discurso ya habia pasado, y todos ya habían almorzado.
- Hey!!! – Protestaron las gemelas al unisono mientras los niños le levantaban sus vestidos y salían corriendo. Pensaron en ir a perseguirlos y su abuelas las detuvo.
- Niñas!! No se vayan de nuevo. Dejenlo en paz, son solo hombres.
- Pero nos molestaron!!- Protestaron ambas, nuevamente al unisono.
- Dejenlos tener su libertad. Pronto cumplirán 18, iran a la guerra, mientras ustedes gozaran los privilegios de ser graduadas. – Contesto su abuela. Ambas, aun molestas por lo sucedido, se encogieron de hombros y se sentaron al lado de ella.
Por su parte, Ortiz finalmente encontró a Rhonda quien como siempre no le interesaba nada de lo que ocurria y estaba escondida.
- Rhonda!!! Donde estabas metida? – Protesto Ortiz. Inmediatamente le saco un liston, y ella reacciono levantando un hombro.
- No participaste en ningún discurso. Para el ultimo mas te vale estar. Tu y Jessica iran al purgatorio mañana mismo.- exclamo.
- Jessica por que? –
- No viste su vestido? Esta totalmente sucio…- Contesto Ortiz
Mientras tanto, Violeta se encontraba hablando con un amigo de su barrio, Juan. Obvio, el único amigo aceptado por su familia y que no eran un delincuente.
- No estes tan enfadada Violeta.
- Tu no te metas quieres. No se ni por que veniste. Fue para burlarte?
- Tus padres dijeron que capaz te pondrías mas content….-
En ese momento, los niños levantaron su vestido, mostrándole a Juan la cola roja como un tomate de Violeta. Ella, naturalmente se enfado.
- Vengan para ca.- Exclamo corriéndolos. Ellos huyeron, hasta chocar con 3 chicas mas, del grupito de Violeta.

- ¿asi que creen que es gracioso hacerme pasar vergüenza? Ahora van a ver. –

lunes, 21 de agosto de 2017

Capitulo 58 y 59


- Mi amor aquí estas, que hermosa te ves!!
Celeste cabisbaja, se dejo mimar y abrazar por sus padres que morian de ternura al verla. La imagen chica rebelde y problemática habia sido cambiada por la de una verdadera angelita. Desde su mas tierna infancia que no la veian de forma tan tierna. La diferencia era notable, ahora su hija era sumamente prolija y educada. Y ya no tenia ese comportamiento desafiante de siempre. Antes su propia hija les daba miedo, y ahora… parecia un angel caido del cielo.
- Mami… papi… ya no quiero mas venir aca… este lugar es un infierno.
- Nena, no comiences.- Sentencio el padre.
- No digas tonterias mi amor. Mira lo hermosa que estas!!- Dijo apretandole los cachetes.
- Mami noo… Las chicas me ven.. - Se alejo avergonzada celeste. Al moverse abruptamente puso las manos sobre el vestido intentando manejar la crinolina. Cabisbaja suplico. - Por favor… ya no quiero mas venir aca…
Su padre se mostro molesto y su mama insistio.
- Ah no señorita. No empieces otra vez. ¿acaso recuerdas como te comportaste?
- Mami… nos...- Celeste se sonrojo vivamente, y titubeo antes de confesarlo, hasta que lo dijo: N-Nalguean por todo… y vivimos en el rincon… Y el purgatorio… es una pesadilla.
- Ya sabemos como es el lugar Celeste. - Contesto su padre.
- Deberias estar contenta de que Stanford personalmente aconsejo tu ingreso. A tu padre y a mi nos salio muy caro todo esto.
- Pero estan locas!- Exclamo sin querer. Luego se tapo la boca con miedo a que la escuchen. Sus padres notaron eso y su padre insistio.
- Esas “locas” son profesionales. Su metodo es ampliamente reconocido, y su excito notable.
- Acaso no recuerdas a Carmen? Que se graduo de ahi, y ahora es una reconocida doctora de la ciudad.
- Pero… es como estar en una carcel…
- Sin peros. Ellas son profesionales, y se estan encargando de educarte desde cero. Y mira que bien que lo hacen, ahora eres una niña adorable. - Insistio su mama.
- En vez de tantos reproches deberias estar agradecida por el esfuerzo que tu padre ha hecho en inscribirte aca. ¿Acaso prefieres terminar como tu hermano?
Celeste se quedo cabisbaja, observando su ridiculo atuendo. Empezo a lagrimear levemente y se limpio las lagrimas. Realmente iba a quedarse encerrada aquí. Su padre la abrazo, apoyandola contra su pecho. Cami sintio su crinolina rebotar en las piernas de su padre. Quieta se dejo abrazar.
- Estamos apostandolo todo por ti mi amor. Tu esfuerzate y veras que cuando seas grande nos lo agradeceras.
Celeste se alejo de ellos corriendo y limpiándose las lagrimas. “Voy a quedarme aquí….” Pensó muerta de miedo. Se miro a si misma, su nombre rosa y tomo los olanes de su vestido con sus manos.
- Voy a quedarme aquí…- Dijo en voz alta y empezó a llorar arrodillándose.
- Hey, estas bien?- Escucho a una voz masculina ayudarla a levantarse. Era un hombre lindo… vestido muy formalmente y con pantalones largos.
- S-Si…
- Celeste!! Ten cuidado. Te vas a ensuciar con pasto y terminaras en el purgatorio.
- Marie?
Celeste enseguida la abrazo, y sus crinolinas y olanes chocaron . Mariela intento controlar la suya, pero celeste no, y su hermano tuvo una buena vista de sus calzones.
- Que pasa que lloras asi?
- Mis papas no me quieren sacar, voy a pasarme toda mi vida encerrada aca…
- Tranquila. No llores. Se te va a ir el rubor…- Dijo Mariela intentando limpiarle las lagrimas. Celeste le daba mucha ternura. Capaz hasta mas que las gemelas, ahora que les tiene mas confianza.
- Y-Yo… estoy deprimida por eso… estare aquí 6 años… forzada a estudiar y con miedo castigos ridiculos… Ya… Ya siento que me arde la cola apenas no sigo sus tontas reglas…
- Pffff… se nota que son niñitas. – Se quejo Robert.
Ambas se enfadaron y dieron la vuelta, Celeste dio un pisotón haciendo su crinolina sacudirse y luego se tapo, dándose cuenta que tubo una reacción muy infantil.
- Tu no sabes como es la vida aquí.
- Ah, no… Diganme, las hacen correr por campos de ortivas? Les dan mis flexiones de castigo? Les azotan los nudillos? Les dan duchas frias?
Las chicas se callaron y se quedaron titubeantes.
- Al menos las forzan a estudiar… a nosotros nos espera una guerra.
- E-Escuche en el edificio de ocio…- Pronuncio Mariela… y de repente se sintió ostentosa. Su hermano estaba siendo preparado para la guerra. En comparación esto eran vacaciones. – Que… capaz atacaríamos a otros país.
- Nuestro comandante nos dice que en un año seguramente ya entraremos en guerra. Y ustedes dos preocupadas por unos chirlos. –
- Genial… No necesitaba estar mas deprimida. Gracias. – Se quejo Mariela, sintiéndose culpable. Celeste solo vio a los hermanos discutir, tomando a Mariela de la mano. Sin embargo se sintió mas animada. Su hermano termino en prisión después de todo.
- No quiero que ahora…
- No bromees con eso. – Interrumpio Mariela. Solto la mano de celeste y se fue caminando rápido.
- Que le paso?
- Dejala… Necesita caminar un poco.
- Gracias por ayudarme… Si me ensuciaba y las monjas me veian… -
- No te preocupes. – Respondio el, y vio como ella le abrazo el brazo. Robert volteo los ojos y caminaron juntos.

- ....... y me sale con preguntas raras. Biótico y abiotico… no se que es eso.
Jessica, que se encontraba sentada cerca, vio a su hermanita conversar. Ya se habia acostumbrado a ser vista en vestido de gala, y las burlas de sus hermanas ya no la molestaban. Desde su lugar y con cierta indiferencia respondio: Biotico es cuando es un organismo viviente.
- Y apático?
- Apatica es tu hermana jaja. Sera abiótico. Yo te explico. – Contesto Jessica. Su hermana mayor, observo celosa, como los dos meses de estudios forzados daban efecto. Mientras jessica respondia sin dificultad las preguntas de su hermanita, vio a Alice con Oswald. Inmediatamente la dejo sola y se fue.
- E-Esa no es abue? – Dijo Amy.
- Ay no… vino ella? Espera…. Capaz papi y mami vinieron también…- Contesto Annie.
- Nos va a retar…- Protesto Amy sobándose. Al hacerlo Annie lo hizo también y prefirieron ignorarla.
- Niñas!!-
- …..Abuelita….- Voltearon ambas con la mejor sonrisa de angelitas que tenían.
Su abuela tenia 70 años. Era una conocida y prestigiosa profesora. Canosa. Vestida impecablemente y con un frio aire de rectitud, creía firmemente en la disciplina.
- Que preciosas se ven. – Dijo apretándole los cachetes a ambas.
- Gracias…- Dijeron ambas sobándose la cara al unisono.
- Parece que ya recibieron una muestra de las llamas del infierno no?
Con sus caras rojas por la apretada de cachetes, su sonrojo fue mayor.
- Espero hoy tener un buen informe se lo comentare a sus padres.
- Nuestros papis vinieron?- pregunto annie entusiasmada.
- Niña! No se interrumpe a los adultos cuando hablan! – La regaño dándole un tiron de oreja.
- Oww!!- Protesto ella tomándosela y Amy la defendió.
- Abue…. Annie extraña mucho a sus papis…-
- Lo siento niñas. No pudieron venir.
- no vienen nunca…-
- Vine yo. Ayudenme a buscar un asiento por favor…
“Genial…” pensaron ambas…. También al unisono. La abuela tenia la costumbre de usarlas de sirvientas con la excusa de que “eran chicas”. Mientras ella, las veía servirla, sobarse y enseñar sus calzones, la señora recordaba sus días como alumna y profesora del saint francis.
- Quedense aca quietitas con su abuela…- Ordeno la señora.
- Si….- suspiraron ambas.
- Espero que estudien mucho eh? Miren que se viene la guerra. La esperanza de Rhezo angele esta en ustedes.
- ¿la guerra?- Preguntaron ambas, con cierto asombro. A decir verdad, en sus cortos 15 años ya vivieron una. Pero Rhezo angele es tan poderoso que a ninguna realmente les preocupa un ataque.
- ¿acaso no ven televisión? Se que hay dos en el edificio de ocio. ¿O acaso no las dejan entrar?
Annie se quedo cabisbaja. Su abuela sabia que significa que no las dejen entrar. Despues de todo, fue alumna como ellas y hasta profesora.
- Preferimos jugar!- Insistio Amy.
- Jugar en vez de estudiar. Claro. ¿y el cole como va? NO puedo creer que el destino de nuestro hermoso país quede en mano de dos niñas malcriadas. Le dire a sus dorm mom que sean mas estrictas con ustedes. ¿ la raíz cuadrada de -1 cual es?
- … No existe?- Preguntaron las dos al unisono.
- Si existe, es un numero imaginario!! ¿acaso no estudiaron nada?
Ambas suspiraron al unisono y vieron a Mariela caminar apurada. Rapidamente corrieron exclamando: Marie!!!
- Niñas! A donde van?
- Ya en poco empieza el próximo discurso.
- Pero… para eso falta…- Respondio Mariela.
- Para eso falta muy poco!! Ya lo sabemos!!
- Gracias por venir Marie. Lo siento abue, tenemos que irnos. – Sonrieron ambas gemelas, hicieron una reverencia y se llevaron a Mariela a las apuradas.
Mariela, quien estaba bastante molesta por la conversación con su hermano, lo ultimo que quería era lidiar con las niñerias de las gemelas.
- ¿Q-Que les pasa? HEY!!- Protesto frenándolas y agarrándose su vestido. – Dejen de jalonearme asi! Hacen que se me vea todo!
Las chicas pusieron cara de indiferencia ante lo ultimo y al unisono dijeron: Lo siento!!
- Ay…. Me tenia cansada.
- Extraño a mis papis… por que vino la abuela? Esta loca …
- La verdad que no la extrañaba.
Mariela se sorprendio viendo lo crueles que podían ser.
- Intentemos estar alejadas de ella.
- Si, lejos, lejos.
- Escondamonos.
- Emmm… juguen por ahí si quieren no me atraigan con sus niñerias.
-¿ Te acordas cuando nos hacia cortar nuestra propia varita?
- Ayyyyy!!! Por que tenias que recordarme eso!! – Protesto Amy sobándose la cola. Su hermana la imito al instante. Un gigantesco impulso de excitación ante la reacción de ellas inundo a Mariela.
- Cortar una varita? Para que?
- Para pegarnos obvio!- Dijeron al unisono.
- Ay mira si nos lo quiere hacer de vuelta.
- Esta loca … Capaz.
- Como esa vez en el parque…
El mal humor de Mariela, se esfumo al instante, entre historias de castigos humillantes y dolorosos que las hacia pasar su abuela. Ahora ya tenia material para 6 dibujos mas. Hasta que se cruzaron a Alice con Oswald y Jessica.
- Oswald!!- Exclamaron ambas y al final el termino con cada una abrazada de un brazo. Oswald… como todos, ignoro la actitud de las gemelas. Se sentía mas interesado hasta en jessica. A el le daba morbo ver mujeres ser castigadas como niñas, y no niñas ser castigadas como lo que son.
- Hey… me sueltan? Van a arrugar mi traje.
Decepcionadas… y un poquito con el corazón roto, ambas lo soltaron. Pero no se retiraron. La visión de un chico en pantalones largos no era común. A pesar del gran ingreso de alumnas en los últimos días, casi todos los hombres mayores de 18 terminaban en el ejercito o algún colegio militar. Las chicas observaron, en el camino, a las mas grandes, las ya universitarias, conversar con compañeros que fueron a visitarlas. Entre burlas y comentarios, se los veía muy encerrados en su propio grupo y cualquier acercamiento era imposible. Y… siguiendo la tradición del Rhezo Angele, aquellos en pantalones cortos eran vistos como niños. Estigma por el que pasan los hombres toda su adolescencia hasta estar listos para la guerra. Oswald era – por lo tanto – un caso poco común. Habia hermanos de las distintas nuevas alumnas, pero TODOS en pantalones cortos.
- Mariela!! Que gusto verte.

- Hola.- Dijo cortante Mariela y le dio la espalda de forma tan abrupta, que hasta su vestido y sus “alitas” se sacudieron junto con sus trenzas.

domingo, 30 de julio de 2017

Capitulo 57

Finalmente el tedioso domingo de gala lleno. La rutina que ya de por si era odiosa para las 6, ahora se volvia peor con 14 alumnas mas. El aire estaba incluso mas denso que antes. ¡Todas se mostraban muy nerviosas, y algunas, hasta ansiosas!
Ese era el caso de- por ejemplo- Florencia Pino. ¿Nunca la mencione antes no? Bueno, ella es una de las nuevas compañeras y fiel seguidora de Patricia Stanford. Quiza la tradición de Saint Francis inspire horror en las niñas mimadas de la alta sociedad. Para Florencia y su familia es la única posibilidad de escalar socialmente. Su padre, un obrero industrial. Su madre, limpia de casa en casa. Ahorraron toda su vida y finalmente pudieron inscribir a Florencia garantizándose asi, un ascenso de clase social. A ella no le importaba empezar todo de nuevo si eso le implicaba renacer como una profesional. Admiraba a Patricia, por sus capacidades y por eso la seguía siempre.
Empezaron la mañana con las 20, bañadas en productos especiales y esperando su turno para ir a la peluquería.
- Somos muchas mas ahora que antes no? – Pregunto annie.
- Hay chicas muy altas…. Cuantos años tendrán? – Amy continuo.
Mariela noto que ellas se comportaban como si nada, visiblemente acostumbradas a la nueva rutina.
- Tengo tanta vergüenza… - Protesto Celeste. Amy, burlona contesto: Pensalo asi. ¡¡Es nuestro único dia para poder recorrer todo el internado en ropa interior!!
De a 3, pasaron por el largo proceso de peinados. Naturalmente, Violeta necesito primero una nalgueada.
- Les recuerdo que quienes den problemas se quedaran sin listones. – Insistio Stella.
El proceso de peinado, era aun mucho mas lento con tantas chicas. Mientras las primeras, terminaban con 4 gigantescos listones y los infantiles peinados, las ultimas esperaban su turno. Ahora que Rhonda tenia su cabello mas largo, se veía un poco mas parecida a las demás. Cuando las 20 ya tenían sus peinados, pasaron al próximo proceso. Ser cambiadas.
Proceso muy lento que termino haciendo dándole otra nalgueada a Violeta.
- Te recuerdo que una sola manchita al vestido, y te vas directo al purgatorio!- La regaño Stella mientras sostenia sus olanes en posición mientras eran almidonados. El resto de las chicas se reia al verla, mientras ellas mismas también eran vestidas. Luego del arduo proceso, las dorm moms finalmente contaban con 20 angelitas en impecable blanco y roca que parecían brillar en la oscuridad. Las 6 primeras, no se mostraban mas avergonzadas que de costumbre. Pero sin embargo, ya comenzaban a acostumbrarse a este ritual. Habia otras que se veian muy nerviosas. Patricia se mostraba hasta orgullosa. En cambio Violeta. Sencillamente estaba furiosa y adolorida. Stella la obligo a estrenar su vestido de gala con la cola roja. No titubeo en darle una buena nalgueada, el dia DEBIA salir perfecto.
Mientras volvían a las habitaciones, Celeste que normalmente tenia conflicto con lo corto que era su jumper, ahora sufria al cuadrado con el vestidito con crinolina. En un momento, su crinolina choco con el de Amy, y sintió como su vestido se levantaba enseñando toda su cola. Avergonzada protesto – Queres quedarte quieta!! –
- ¿ que te pasa? Contesto Amy. Una mirada furtiva de Ortiz hizo que ambas se tomen de las manos y sonrían.
Hasta la misa paso un tiempo muy incomodo. La amenaza de perder un liston por solo manchar un vestido tan blanco las tenia a todas intimidadas. Hasta a Violeta quien además se sentía humillada. Las únicas que no se mostraban preocupadas eran obviamente, las gemelas que ya andaban correteando por todo el lugar. Frenaron al ver chicas nuevas con el vestido de gala. Se veian mucho mas grandes que ellas, lo cual para ellas no es realmente tan raro.
- ……. Pero igual es solo un dia, y luego…-
- Annie… viste su grado?
- 9-c?
- Deben tener….. 21 años no?
- NIÑAS!! YA CASI ES HORA.
Finalmente, las 20 “angelitas” marcharon. Entre ellas las gemelas, con un gesto de dolor enorme y la orden de “no sobarse mientras desfilaban”.
Y luego de la misa, todas pudieron relajarse momentáneamente y encontrarse con sus parientes.
Alice suspiro, y se junto sonriente con sus padres. Mientras tocaba conversaciones triviales pensaba preocupada en la frase de Carl por teléfono “¿Hacer dos horas de viaje para ver nenitas en vestidos? Paso…”
“Es difícil convencer a alguien de que quiera vernos… Espero que Oswald venga. Ya nos quedamos sin proviciones. Esa Rhonda es una Viciosa.”
Cuando lo vio a Oswald, se le dibujo una sonrisa de oreja a oreja que le costo disimular. Oswald, luego de la carta de Mariela, veía a su antigua amiga de forma diferente. Ahora que ya sabia como funcionaban las cosas ahí, era difícil no verla como una niña, tal como la institución pretendía que pase.
- Alice!!- La saludo con ternura.
- Vas a burlarte cada vez que me veas durante 6 años?- Se quejo sonrojándose levemente.
Oswald se encogio de hombros.
- Como estas?
- Domingo de gala…- Suspiro Alice. – Ya sabes como son..
- Son muchísimas mas que antes por lo que veo.
- Desde hace una semana que no dejan de llegar… Algunas hasta tienen tu edad.
- Si, ya vi…- Menciono Oswald. – A ellas también las nalguearan todo el tiempo? – Pregunto.
Alice se sonrojo y respondio:
- Como te enteraste que nos…- Dijo levemente y Oswald le hizo una cara de obviedad. Alice cambio de tema y continuo:
- Hay un monton de compañeras nuevas. Entre ellas la hija de la directora. Una gorda nerd. Sin embargo hay varias que podrían interesarte. Hay una tal violeta. Le encanta hacerse la rebelde. – Capaz te guste.
- Y Marie? –
- Jaja… Marie? Esta loca por ti, no deja de preguntar. – Mintio Alice.
- Me mando una carta sabias?
- Ah, por eso sabes tanto. ¿ que te dijo? –
Luego de una pequeña conversación Oswald le explico el contenido de su carta.
- Es un infierno aca para las niñas tontas que no dejan de hacer taradeces. En cambio, para mi es un paraíso. Hago lo que quiero y es fácil tener a estas monjas tontas comiendo de la palma de mi mano.- menciono, bajando un poco la voz en la ultima frase.
- Y que mas podes contarme… además de lo que ya me conto ella? Supongo que seguro ya hiciste tus pequeños análisis…
Alice sonrio y suspirando explico:
- Entre el personal, aparte de las dorm mom estanlas supervisoras, las mucamas, jardineras, etc. Hay claras diferencias entre todas. Las dorm mom son quienes mas se preocupan por nosotras. Quienes mas nos dan puntos y quienes mas se preocupan por que hagamos las cosas bien…. Son un dolor de cabeza como te imaginaras. Luego estan las supervisoras. No estoy muy segura acerca de ellas. Las dorm mom son en su mayoria jovenes, mientras que las supervisoras no. Y algunas de ellas al mismo tiempo son maestras. Tienen distinta toga que las dorm mom. No se que funcion cumpliran pero he visto regañar a las dorm mom en un par de ocasiones. Son muy prejuiciosas…. ¿Te acordas de la regla de uniformes que te explique? Bueno, si estas con el de novata, enseguida asumen que te portas mal siempre. No se si lo sabras, pero tengo un excelente comportamiento y ni yo me salvo de ese prejuicio. Si usas el de ocio, asumen directamente lo contrario. Las mucamas cocineras y eso…. Te ignoran… Totalmente. Piensan mas en sus charlitas que en nosotras. Algunas ni te responden cuando les hablas. Este lugar esta tan estancado en el tiempo que conseguir un teléfono es todo un caos. Hasta algunos bustos y edificios tienen enredaderas también. Alrdedor del internado esta la reja que ya conoces junto a una enredadera. Creo que estamos en un pinche pueblito no? Jajaja. – Bromeo Alice.
- Vaya…. Te dejan hablar asi? – Contesto molesto Oswald, siendo el perteneciente al pinche pueblito. – Aparte como puede ser que no sepas que hay alrededor?
- No es que nos traigan con los ojos vendados… es que en el camino hasta aquí realmente no hay nada y la salida del internado da a la ruta. Ademas de que a traves de las rejas solo alcanzamos a ver la enredadera… Y eso es todo. – Sonrio Alice. – Vas a darme algo por esa informacion?
- Un beso? – Pregunto el.
- Si, pero ahora no. – Contesto alice.
El resto de las chicas, también se encontraban con sus familiares. Una de ellas era Violeta.
- Te ves preciosa Hija.
- Queres dejar de tocar eso?- Protesto Violeta pegándole a su hermanito en la mano.
- Esta genial. Es re divertido. Pareces una hada!!!- Dijo uno de ellos.
- Paresco una pelotuda…- Protesto Violeta, sin preocuparle siquiera que la escuchen. – Si Martincito?
- Vos también te… portaste mal y te dieron chas chas? – Pregunto el pequeño.
Violeta se puso roja como un tomate y le encajo un sape.
- Andate de aca y deja de jugar con mi ropa! Nunca vieron un vestido antes?

La respuesta es… no. Violeta comparte una historia similar a flor. Proviene de una familia pobre. Y es la tercera hija. En el caso de ellos hasta sacaron un préstamo para que su única hija se vuelva una profesional y los saque de la miseria.. Pero a diferencia de flor, violeta no esta feliz por su nueva vida de estudios y lujos (ya que el autor no puso énfasis, pero si, para ella todo esto es un lujo). Ella a sus 12 años, ya tenia la vida de una pequeña pandillera, juntándose con los chicos del barrio en la esquina. Y a los 13 tubo su primer robo. Violeta sentía una gran vergüenza por esta situación, de mostrarse tan aniñada y encima visiblemente castigada. Y sin embargo, a diferencia de otras novatas, no insistia con que la dejen salir.

viernes, 21 de julio de 2017

Capitulo 56

Madre Stella caminaba por los pasillos del internado Saint Francis. Al haber sido criada – y graduada- ahi, llevaba ciertos habitos insoportables en ella. A veces ni ella misma podia soportar lo perfeccionista, y meticulosa que era. Esto le sucedia tambien a ortiz, la obsecion con la perfeccion era una de las metas del instituto. Pero el instituto no inscribia de tal forma en sus cerebros la necesidad de serlo como el internado. Madre Stella tenia un radar incorporado que detectaba todo lo imperfecto. Muchas de las Dorm Mom, habian sido criadas en el internado tambien, y compartian dicho chip.  Era algo, incontrolable para ella, y literalmente, le pagan para volver locas a sus pobres alumnas.
- Niñas!!- Exclamo, viendo a Gomez y sus amigas cometer una falta obvia. No usar trenzas. Ese tipo de provocaciones obvias, a Gomez la tenia cansada.
- Queee???
- Llamas y arrepentimiento. YA! - Ordeno.
Gomez, con gesto de aburrimiento, se encogio de brazos, y se puso en posicion. Sus amigas imitaron la misma posicion. El corto jumper, revelaba inmediatamente su cola roja de anteriores azotes. Parecia que no daban abasto. Gomez, cansada de la situacion, dio una buena azotaina a las dos compañeras de gomez, haciendolas gemir y saltar. Terminaron lagrimeando y llendo rapidamente a armar sus trenzas.  Gomez sin embargo, continuaba esperando su turno.
- Ya me toca o puedo irme?
- No te entiendo Gomez. Sabes perfectamente que el peinado reglamentario son dos trenzas. . Y tu liston? - Insistio, mientras alzaba su jumper, y apoyaba la vara correctiva en sus muslos.
Violeta, sin mostrar miedo, contesto: - Lo tengo en el bolsillo. Igual el purgatorio es a las 6, ¿no? Solo debo ponermelo antes de la hora. OW! - Exclamo sintiendo el primer azote caer en sus muslitos.
- Por que no usas tus trenzas?
- Por que son ridiculas. OW!!!- Exclamo de nuevo, sintiendo el siguiente azote caer con mas fuerza.
- Continua provocandome y vas a perder tu siguiente liston. Y esto te va a parecer un juego. - Aclaro Stella. Sintio a violeta mostrarse menos relajada al respecto, y comenzo a nalguearla bien fuerte, haciendola moverse de pie en pie. Repartio varios azotes en su cola, y dejo caer varios muy fuertes en los muslos, haciendola saltar y tomar su cola.
- Desde el principio.- Ordeno Stella. Y la forzo a repetir su posicion varias veces, hasta que su cola quedo roja e hirbiendo. Cuando Violeta, dejo de jugar a la rebelde, ya era demasiado tarde, y estaba recibiendo una buena nalgueada en el pasillo. Finalmente aguanto todos llorando hasta el final. Violeta se paro, tomando su cola, y Stella la advirtio: Va a haber chequeo de uniformes en 5 minutos en tu habitacion. Si no estas ahi con tus amigas y con tus trenzas, se van todas al purgatorio. ¿Esta claro?
- S-Si Madre Stella...- Contesto Violeta y se fue corriendo.
“Pfff!!! No deja de provocarme. Y las nalgadas parecen no funcionar en ella. Solo elige llamas siempre, y siempre tengo que darle como 60 azotes para que muestre que . A lo unico que le teme es al purgatorio. “ protesto. A los 5 minutos, efectivamente  el grupo de rebeldes estaba llevando correctamente sus trenzas y con gesto de bronca. Stella hizo un chequeo general de su uniforme, notando que no habia problemas. Una sin embargo, termino en el rincon por un detalle menor.
Madre Stella continuo caminando por los pasillos, hasta que se cruzo con Celeste Kint. Nuevamente pudo detectar, fallas en el uniforme, cabello desarreglado, zapatos sucios.
Pero antes de continuar la historia, intentare, contextualizar un poco…
El peinado obligatorio de Saint Francis es como ya se menciono antes, dos pequeñas trenzitas que cuelgan desde arriba de las orejas y un flequillo. Llevar trenzas, suponia un par de desventajas. Pero la mayor era sin lugar a dudas, los tirones de trenzas. Las monjas no tenian permitido otro tipo de castigos que los estrictamente estipulados. La gran razon era la supuesta perfeccion que se atribuia al metodo disciplinario. Eso no quitaba que fueran- en su mayoria – fanatica de los tirones de oreja. Pero, de vez en cuando, las trenzas eran una alternativa comoda. Celeste Kint, ODIABA los tirones de trenzas. Quiza mas que las nalgadas. El autor desconoce una razon logica detras de esto, ella sencillamente los odiaba. Podemos adjudicar, que quiza, el hecho de recibir tantos castigos en relacion a lo prolijas que si o si debia usar sus trenzas lo motive. O el hecho de que sean tan imprevistos, y tan dificiles de evitar, a diferencia de los tirones de oreja. O que la despeinen. Es realmente un misterio. Por eso, cuando stella le dio un buen tiron de trenza, la respuesta de Celeste fue:
Ayyyyyyyyyyy tarada soltamee!!! -
Obvio, no tubo tiempo ni para percatarse de lo que dijo que ya estaba parada en puntas de pie, tomando su oreja.
- Ay ay ay ay...-
- Que dijo señorita? REPITALO! - Ordeno Stella.
- N-Nada Madre Stella. Lo siento, lo siento. - exclamo aterrada, dandose cuenta de lo que hizo. Tal fue el gesto, que Stella recordo lo que le conto Ortiz de Celeste. La niña llevaba un mes de castigos, y parecia no aprender nunca. Penso que era un buen momento para que estrene el mameluco de castigo. Pero luego, recordo las criticas acerca de ser demasiado estricta. Recordo un poquito, su estadia cuando era una alumna y lo dificil que era adaptarse al principio. “Definitivamente, necesita una buena leccion” Se convencio, y la tomo de la oreja, llevandola rapidamente a su habitacion. Mientras era llevada, Celeste se la tomaba, intentando seguirle rapidamente el paso. Sabiendo lo que le esperaba, empezo a lagrimear en el viaje. Stella lo noto, pero firme, la hizo entrar. Aprovechando que no habia nadie, la hizo pararse al lado de su sector. Ella, cabisbaja pero obediente se paro. Stella reviso y dijo: Cama desordenada… ropa desordenada, tu uniforme es un desastre, tu pelo, tus zapatos estan sucios. Y ni me me molesto en revisar tus calzones. - Protesto. Frente a lo ultimo , Celeste se tapo la cara de vergüenza.
- Ven aquí. - Le ordeno Stella. Celeste se acerco, y la tomo de la mano.
- Si haces todo un bollo, nunca podras estar prolija, mira lo sucia que esta esta ropa...- Dijo tomando uno de sus calzones. Junto toda la ropa, saco un uniforme limpio, y le ordeno:
- Quitate ese y ponte este. -
- A-Ahora?
- Si nena, ahora. - Ordeno Stella. - Y quitate esas trenzas desprolijas. -
Un poco avergonzada, Celeste obedecio, y se cambio al uniforme limpio.
- Ves? No es mejor? Deja que te ayude.- Dijo abotonandole el jumper por la espalda. Tomo sus guillerminas, y empezo a lustrarlas. - Estas deben verse bien relucientes. Debes darle una limpiada asi. En este cajon tienes pomada, cepillo y un trapito. Mira que relucientes que quedaron. -
El miedo de Celeste, comenzo a disiparse un poco. No entendia bien que pasaba, Stella solia ser sinonimo de rodillas o cola adolorida. Pero ahora hasta su tono de voz se veia menos rigido.
Ya con el uniforme puesto, Stella le abotono los botones de su cuello. - Si te ves reluciente e impecable todas lo notaremos. Mira, ganaste 20 puntos por eso. - Dijo y lo anoto.
- G-Gracias...-
- Dame tus listones y las ebillas.
- MIS LISTONES?- Pregunto Celeste Aterrada.
- No iras al purgatorio. Solo prestamelos un poquito.
Celeste obedecio confundida. Stella se quito su velo, y tomo las ebillas y listones. En dos segundos, separo su pelo en dos, y se armo unas trenzas al instante con listones.
- Wow!!- Se asombro celeste, y luego se rio un poco viendo a la temible Stella en trenzitas. - Como te salio tan rapido?
- 6 años internada…
- Tambien estubo internada?
- Si, tambien. Se que al principio es muy dificil celeste. Voy a ayudarte un poco. Con esta tecnica podras peinarte facilmente. - Comento. Se las quito, le entrego sus hebillas y listones, y luego practicaron juntas la tecnica.
Luego, ambas fueron al sector de lavanderia.
- Si tienes todo limpio podras cambiarte siempre que algo este sucio. Yo te recomiendo lavar siempre tu calzon mientras te bañas. - Explico. Luego, la ayudo a ordenarlo.
- Ponlo por orden, asi no te demoras todas las mañanas en buscar el del dia, y donde esta cada prenda. ¿ves? Y de paso, puntos por ser ordenada. Ahora con tantos puntos por solamente verte impecable no te sera dificil conseguir el de ocio.
- Gracias Madre Stella.
- Empieza a aplicarte ¿si?
Celeste asintio con su cabeza y luego se fue. Stella, sintiendo cierta calidez en su corazon sonrio y luego vio a Stanford.
- Stanford, necesitas algo?
- Madre Stella, me porte mal. - Dijo con firmeza. Stella, naturalmente se sorprendio.
- ¿si? Digame que hizo…
- Dije una mala palabra.. - contesto bajando la cabeza – mientras caminaba por el pasillo. Me tropeze, me golpee con algo y la dije.
- Bueno, debes ser mas cuidadosa. - Contesto Stella. Se le hacia muy extraño que venga a confesarle un pequeño error.
- Debo ser castigada Madre Stella. - Insistio Stanford.
Extrañada, Stella contesto: Esta bien… Llamas o arrepentimiento?
- Arrepentimiento, ya lo elegi, ya estube arrodillada en el rincon arrepentida de mi accion. -
- Muy bien Stanford. La autodisciplina es importante. Pero si ya lo cumpliste, ¿por que vienes a contarmelo?

- Para que pueda anotarlo y llevar un buen control de mi. -

miércoles, 19 de julio de 2017

Capitulo 55

- Tsh…. Duele duele duele…- Murmuraba Celeste Kint mientras se miraba en el espejo de los baños las horribles manchas rojas de su trasero. Intentaba tocarlas levemente y mojarlas un poco con agua para aliviar el dolor. “Debi haber elegido arrepentimiento… aunque odio odio ir al rincón y estoy harta de que se burlen de mi… Pero siempre que elijo Llamas me pasa lo mismo… Aun recuerdo cuando esa vieja bruja me dejo un moretón… duele tanto…” Penso Celeste. Su piel era demasiado sensible, y le quedaban horribles marcas rojas con facilidad. Stella no sentía ninguna compasión al respecto y ni su jumper alcanzaba a salvarla de su disciplina. Celeste Kint subio de vuelta su calzon y lo estiro para que este tape toda su cola. Aun asi, las marcas se veían notoriamente en sus muslitos. Cuando lo estiro, alcanzo a ver el cartel en este que decia “Lunes”. Suspiro y recordó las burlas de sus compañeras. En especial la de Violeta.
“JAjajaja… Como baila miércoles” bromeo Violeta. Claro, miércoles es un apodo que ninguna monja reprobaría pero que hacia referencia a su torpeza de confundirse tantas veces de ropa interior. Todas cuando oian el chiste se reian, no importa cuantas veces lo repitiera.
“Debi haber elegido rincón como siempre… pero siempre las escucho burlarse mientras rezo y pierdo la concentración… “…
“- por que esta en el rincón ahora? Se confundio de vuelta? Jajajaja es tan tooonta…” Recordaba viendo sus calzones y suspirando.
Nunca habia tenido que aguantar una burla por algo tan tonto pero para ellas parecía divertirlas mucho. Intento ignorarlas pero no servia y aunque fuera una tontería, comenzaba a irritarle la insistencia. Bajo su jumper y se acomodo su uniforme frente al espejo. Lo jalo y reviso, intentando que tape su cola roja. “Imposible...” penso. Ya habian pasado 3 semanas desde entonces y todas las nuevas se habian acostumbrado a su nueva vida. Todas menos Celeste, quien aun batallaba con el internado y sus reglas. Las clases se le hacian faciles en comparacion al instituto, y le sobraba tiempo. Era deprimente pasar sus vacaciones asi de todas formas. Pero las reglas, el orden constante, el sistema tan estructurado, la vida en uniformes que la condicionaban a sentirse ociosa, deportiva o estudiosa. Las temidas monjas, su constancia y castigos. El miedo que le daban y los nervios que sentia siempre. Aun no le caia la ficha de que su vida ahora era si. Para ella vivia en un sueño, o peor, una pesadilla. Mientras caminaba por los pasillos hacia el aula, se sobo levemente y luego penso: “Debo dejar de sobarme o se burlaran de mi de vuelta...” Paso por un reloj del colegio y vio que se le estaba haciendo tarde. Camino apresuradamente y  llego a el, viendo a todas sus compañeras ya sentadas y ambas Dorm mom frente a ella.
- L- Lo siento se me hizo tarde.
- Llamas o arrepentimiento señorita. - Ordeno Stella.
Celeste sintio un latido fuerte en su corazon y puso una mano en su trasero adolorido. Miro a todas y supuso que seguramente lloraria como una bebe si tuviera que recibir otra nalgueada. Resignada, se fue al rincon y se puso a rezar. Desde el rincon, intento escuchar a las Dorm Moms.
- La mayoria de ustedes no saben lo que va a suceder este fin de semana, asi que se los volvere a explicar.- Dijo Ortiz. Las gemelas, Alice y las demas, observaron a sus compañeras reaccionar al igual que ellas cuando se enteraron del domingo de gala y la semana de examenes.
Celeste se quedo callada al instante que lo escucho y penso: “Domingo de gala? Vestido de gala? Me visitaran mis padres?…. Y stanford?”
- Kint. No la escucho rezando. Desde el principio. No creas que no te estoy vigilando. Y quiero esa espalda derechita.
- S-Si Madre Stella..- Respondio Celeste apoyandose en una rodilla y la otra e intentando ignorar el dolor en sus brazos.
Se armo un pequeño bullicio en el aula, lleno de quejas y comentarios. Si era estresante pasar por el domingo de gala con solo 6 alumnas, la tarea se duplicaba con 20.
- ¿y como sera el vestido de gala?
- Ufff.. te va a encantar, creeme. - Bromeo Amy observando el caos.
- Niñas, ¡Silencio! Cuando Kint salga del rincon las llevaremos con las modistas…… Si Alice? - Pregunto viendola levantar la mano.
- Nosotras ya fuimos ahi… Y debemos estudiar. ¿Yo creo que nuestros vestidos ya estan hechos no es asi?
- Si Alice. Son los mismos que la vez anterior.
- Entonces queria saber si podriamos quedarnos a estudiar en vez de visitar a las modistas. Claro, prefeririamos la biblioteca que estudiar aquí… estos asientos son un poco incomodos…
- Esta bien Alice, solo nosotras iremos. - Contesto Stella. El resto de las 14 chicas se fueron con las modistas, mientras Alice y su grupo se dirigieron a la biblioteca.
- ESO TENEMOS QUE USAR?
- No, yo ni loca me pongo algo tan ridiculo frente a mi familia.
Las protestas iniciaron y las quejas hasta que la vara comenzo a sonar uniformemente en todas.
Finalmente, termino un gran grupo de chicas en vestido de gala, sobandose adoloridamente. Entre todas Celeste Kint quien se habia llevado la peor parte. Harta de tantos castigos seguidos procuro ser lo mas obediente posible.
- Ya me tienen podrida con sus riduleces...- se quejo Violeta Gomez y el resto se rio. Molesta Stella se acerco y le quito un liston. El rostro burlon de Gomez se volvio desafiante, con una pisca de miedo.
- Tus provocaciones constantes estan comenzando a necesitar un castigo mayor. Capaz tenerte un tiempito por aquí en mameluco de castigo ayude a que evalues tu comportamiento- Ordeno Stella.
Entre los murmuros y las quejas, celeste se miraba a si misma sintiendose rara y confundida. Necesitaba Desahogarse, pero el grupo de Patricia parecia fascinado con su nuevo atuendo, y el grupito de las rebeldes solo meteria su cola en mas problemas.
Finalmente las dejaron ir y todas se fueron a comer. Los bulliciosos pacillos del internado estaban ahora silenciosos y casi vacios. Las alumnas que alcanzaban a divisarse siempre estaban nerviosas en preparativos para los exámenes. Camino rápidamente aunque continuo pensando preocupada. Vio el grupo de Violeta e intento esconderse de ella. Violeta ya se habia impuesto como jefa de su grupito. Todas intentaban imitarla, llevaban desprolijamente el uniforme adrede, eran burlonas y hacían bulling a las alumnas mas débiles. Era común que hagan maldades juntas e intenten despistar a las monjas separándose. En ese momento, fueron sorprendidas por una de las supervisoras. Las obligo a arreglar su uniforme, y a elegir un castigo. Todas eligieron azotes, y obedecieron, con gesto de molestia y desentendimiento. Ninguna gimio durante los azotes y Violeta hasta se mostro aburrida.
- Hare un reporte de esto Gomez.
- Si señora.
Apenas la monja se alejo, se burlaron de ella haciéndole gestos y luego presumieron lo mucho que podían aguantar y salirse con la suya. No paso dos segundos hasta que adrede se lo desarreglaron de vuelta.
“Vivir aquí es un infierno… pero ellas parecen de vacaciones. ¿Cómo hacen para aguantar tanto? … “ pensó Celeste kint sentándose con un gesto de dolor.
Por el otro lado, vio al grupito de Patricia Stanford. Eran todas niñas muy obedientes y educadas. Lucian y se veian impecables y debido a su excelente comportamiento presumían los privilegios de quienes tenían muchos puntos. Stanford habia comenzado a adelgazar y sus berrinches a la hora de la comida terminaron. Ellas eran el polo opuesto, y hasta despertaban la indignación de Alice. Festejaban cada decisión de las dorm mom, se esforzaban en cumplir todo al pie de la letra y se mostraban convencidos de que todo era por su bien.
- Ese castigo fue tan injusto… ¿Por que nos quieren hacer usar algo tan ridiculo?
- Por que crees que fue injusto? Todos los castigos que nos dan son totalmente necesarios. Deberias estar agradecida de que Madre Stella nos tenga en su consideración y se esfuerze tanto en pulirnos. Veras que terminaremos como señoritas de bien al concluir nuestra educación y será gracias a este Internado. Deberia darte vergüenza mas bien que te hayan tenido que nalguear al igual que una niña. Deberias estar orgullosa de poder usar el vestido de gala antes del dia indicado. – Protesto Stanford.
“No se a quien de las dos prefiero…” suspiro Celeste.  No quería juntarse con alguien como Gomez. Pero tampoco anhelaba ser una nerd. Sin embargo, su vida era un infierno desde que entro y se sentía muy sola. No tenia con quien hablar. Parecia que lo único que debía hacer era soportar burlas, reglas y castigos. Necesitaba tener al menos una amiga para que este lugar dejara de parecer una pesadilla. Vio a sus dos compañeras quienes reconocio del Instituto. Rapidamente intento sentarse junto a ellas para comer y solto sin querer un gesto de dolor.
- Jajaja…- Se rio la mas alta de ambas.
- L-Lo siento… aca es tan duro … y yo me quejaba del instituto.
- Es verdad, es mucho peor que halla.
- No lo se… al menos no vivo escribiendo líneas. Y alla no te dan puntos…
Celeste sonrio notando que tenían un tema en común y comenzó a quejarse:
- Los rumores de este internado son ciertos… apenas me dejan respirar, me vuelven loca, no tenemos libertad, las monjas son insoportables y… -
- ¿Quiénes son insoportables señorita…. Kint?
Celeste sintió su corazón detenerse.
- No por favor, lo dije sin querer. –
- Llamas o arrepentimiento. –
- P-P-Pero… waaa…- Protesto Celeste. No quería que se burlen de ella ni que dejen su cola mas adolorido. Finalmente opto por un rincón cercano y comenzó a rezar.
 “tengo que ser mas cuidadosa” pensó viendo de reojo y sintiendo que se burlaban de ella. Nuevamente castigada y en exposición penso en como luego de todo el año de castigos, termino internada aquí.
Los bulliciosos pasillos llenos de adolescentes hormonizadas ahora estaban vacios y silenciosos. Las pocas alumnas que habían se las veía sumamente concentradas. La noticia de como seria su domingo de gala la aterraba. ¿Sus primos y hermanos la verían asi? ¿La directora la castigaría si tiene malas notas? No sabia como pero debía irle bien.
De repente vio a Mariela, con un gesto de depresión muy grande. A Celeste, Ella se le hacia muy cool.  En cambio detestaba a la niña molesta que la perseguia todo el tiempo. “La gemela tonta” la llamaba Celeste, aunque realmente no sabia – ni recordaba – su nombre, a pesar de tenerlo escrito en su uniforme. Esto era, por que sus nombres eran parecidos, por que ambas eran idénticas, por que en ocasiones se sincronizaban y se comportaban igual. Y… por que sencillamente a celeste no le preocupaba encontrar diferencias.
“Mirala como corre alrededor de ella. Se cree que es una caricatura.” Protesto. En un momento – y como era de costumbre- Amy Hastur se tropezó enseñando todo su trasero. “Da vergüenza ajena. Espero que su hermana no aparesca sino la pesadilla se duplica.”
Claro, amy intentaba alegrar a su deprimida amiga como siempre. Pero en ese momento no servia de nada.
Si bien Celeste es timida, sintió confianza y la saludo a Mariela.
- Marie… como estas? Hola! Preparandote para el domingo de gala?
- Si… va a ser horrible. Odio este lugar. Y ahora no podemos dejar de estudiar ni un segundo… Hola celeste, perdona que no te salude. - Respondio Mariela. De ser otra persona, seguramente no le hablaria. Pero Celeste se estaba volviendo una de sus spankees favoritas, termino que el lector seguro entendera.
- No seas asi Marie!! Vas a ver que va a ser super divertido. Van a haber dulces, y juegos… y…-
- UFff… Divertidisimo. – Interrumpio Celeste.
- Jajaja…- Se burlo Mariela. Amy estaba sacandola de quicio. Hasta deseaba que la castiguen asi se tranquilizaba un poco.
Amy- Molesta y un poco celosa- contesto: Jajaja… que gracioso “miércoles”.
Celeste se sonrojo y fruncio el seño. Mariela interrumpio:
- Estas estudiando mucho? Los exámenes son difíciles.
- Aqui no es tan dificil como el instituto. Jajaja…
Amy, que continuaba celosa bromeo:
- Solo es dificil acordarse del dia no?
Celeste, adolorida y harta de tanto autocontrol se enfadado, la miro fijamente y le dijo sonoramente: ¿Me queres dejar de joder pelotuda?
- ¿Que me dijiste? - respondio Amy.
- No peleen...- Respondio Mariela… un poco despreocupada en realidad.
- Ya me tienen podrida. PODRIDA!! -
Amy, aprendio por las malas las consecuencias de pelearse en Saint Francis. Con mucho mas autocontrol que su contrincante y suponiendo que sus gritos atraerian monjas se quedo callada mientras ella continuaba quejandose.
- Al menos no soy una niña tarada que camina dando saltitos como si tuviera un problemita mental.
- KINT!!- Escucho Celeste a una voz exclamar. Volteo dandose cuenta de que era Ortiz. Celeste y Ortiz no se llevaban precisamente bien. Celeste aun recordaba todo el dolor y humillacion que paso por su culpa con muchisimo rencor.
- ¿¿Acaso esa es la forma de hablar de una señorita?? - Protesto Ortiz poniendo las manos en su cintura.
- Ella se esta burlando de mi!!!- Señalo Celeste.
- Yo para nada Miss Ortiz. - Sonrio Amy, poniendo gesto de angelita. Ortiz fruncio el seño y la cara de Amy se lleno de miedo. Las gemelas tenian fama de mentirosas, despues de todo.
- Si, es cierto!! Se burla de mi como todas!! Se quejo.
- Llamas o arrepentimiento. - Ordeno Ortiz. Amy sonrio y ella se corrigio: Las dos.
- ¿POR QUE YO??
- Me va a castigar?? ¿Por culpa de que ELLA me molesta?
Ortiz, decidida, continuo contando y al ver como el numero llegaba peligrosamente al 10, Amy adopto su posicion de castigo. Al ver esto, Celeste se unio a la competencia adoptandola tambien. Fue primero el turno de Celeste a quien le levantaron el jumper. Furiosa y considerandolo absolutamente injusto, recibio el castigo varias veces. Termino llorando mientras este se repitia una y otra vez, volviendose imposible soportar los 40 azotes. Sobandose los ojos y el trasero, no quiso perderse el castigo de quien la metio en dicho problema. Despues de todo, las gemelas tenian fama de ser lloronas e incluso celeste les sacaba una cabeza.
- ¿Por que falda levantada?!
- En silencio señorita!
- OW!!
Ortiz comenzo a azotarla rapidamente y Amy hizo su escena de siempre, llorando, pataleando, pero no moviendose de su posicion. Salto en su lugar tomando su cola al final de los 40 azotes.
- Quiero que las dos se porten bien ahora. Recuerden que el domingo de gala es esta semana.
- SI Madre Ortiz. - respondieron ambas.
Si bien ambas lloraban, Amy solo lagrimeaba, mas emberrinchada que otra cosa, protestando por el castigo injusto, y sobandose. En cambio, Celeste se mostraba frustada y deprimida, sollozando tanto por dolor, como por indignacion, impotencia y coraje. Al ver a sus dos spankees favoritas ser castigadas, Mariela no pudo evitar sentir mucho morbo. Pero tambien lastima. Sin embargo, a verla a Amy, se rio apenas se sintio a salvo.
- ¡¿De que te reis?! - Protesto Amy con un puchero.
- Ya necesitabas una estabas insoportable.
- Sos una tooooooontaaa!!- Protesto sacandole la lengua.
- Quedate asi un poco asi te dibujo. - Bromeo Mariela y Amy la obedecio bromeando.
- ¿De que se rien!!- Protesto Celeste acongojada. - Esto es horrible...-
- Pues ambas se lo merecian...- Contesto Mariela. Amy volteo los ojos y se encogio de hombros.
- ¿ lo merecia?
- Ummm… Tubimos suerte de que no nos quitaron nuestros listones… Crei que iba a poder convencerla a Miss Ortiz. Claro, si fuera mi hermana seguro me perdonaba. O al menos me daba sobre el jumper...- protesto Amy aun sobandose.
- Eso fue re injusto.
- 20 azotes por decir malas palabras no es injusto. - Contesto Mariela. - Haberte quitado un liston lo hubiera sido…
- Pense que la iba a convencer… Mi hermana tiene toda la ventaja siempre. Con ese comportamiento de niñita buena..
- No fueron 20. Fueron como 100.
- Ay, por que vos lo empeoraste. - Se quejo Amy. - Es OBVIO que si te pones a insultar a los gritos te van a castigar. Si hubieras obedecido desde el principio hubiera sido muchisimo menor. Siempre te queres hacer la mala como si fueras Gomez o Rhonda, o Jessica o no se que y te va peor. -
Celeste se quedo titubeante y protesto: En mi antigua escuela…
- Ahora estamos encerradas aquí y las cosas aca son de esta forma.
Cabisbaja, Celeste respondio: Si, pero 40 azotes… son muchos….
- Si podes resistirlos con tu cola roja luego de haber recibido como 40, podrias resistirlos desde el principio. - Insistio Amy.
Celeste se limpio las lagrimas, las nuevas ideas intentando meterse en su cabeza. “Amy es mas pequeña que yo y tampoco resiste mucho. Pero ahora ambas me miran con cara de “ES obvio que debiste intentar resistirlas desde el primer momento”. Penso. Nego con la cabeza obstinadamente “Este lugar las debe estar volviendo locas...” Penso. “Capaz el domingo de gala convenza a mis padres de que mi saquen de este infierno...”
- Hey, desperta!! Ya pareces mariela. - Bromeo Amy.

- Ya es nuestra proxima clase. - Contesto ella, ignorando la burla de su amiga.