-
Mi amor aquí estas, que hermosa te ves!!
Celeste
cabisbaja, se dejo mimar y abrazar por sus padres que morian de ternura al
verla. La imagen chica rebelde y problemática habia sido cambiada por la de una
verdadera angelita. Desde su mas tierna infancia que no la veian de forma tan
tierna. La diferencia era notable, ahora su hija era sumamente prolija y
educada. Y ya no tenia ese comportamiento desafiante de siempre. Antes su
propia hija les daba miedo, y ahora… parecia un angel caido del cielo.
-
Mami… papi… ya no quiero mas venir aca… este lugar es un infierno.
-
Nena, no comiences.- Sentencio el padre.
-
No digas tonterias mi amor. Mira lo hermosa que estas!!- Dijo apretandole los
cachetes.
-
Mami noo… Las chicas me ven.. - Se alejo avergonzada celeste. Al moverse
abruptamente puso las manos sobre el vestido intentando manejar la crinolina.
Cabisbaja suplico. - Por favor… ya no quiero mas venir aca…
Su
padre se mostro molesto y su mama insistio.
-
Ah no señorita. No empieces otra vez. ¿acaso recuerdas como te comportaste?
-
Mami… nos...- Celeste se sonrojo vivamente, y titubeo antes de confesarlo,
hasta que lo dijo: N-Nalguean por todo… y vivimos en el rincon… Y el
purgatorio… es una pesadilla.
-
Ya sabemos como es el lugar Celeste. - Contesto su padre.
-
Deberias estar contenta de que Stanford personalmente aconsejo tu ingreso. A tu
padre y a mi nos salio muy caro todo esto.
-
Pero estan locas!- Exclamo sin querer. Luego se tapo la boca con miedo a que la
escuchen. Sus padres notaron eso y su padre insistio.
-
Esas “locas” son profesionales. Su metodo es ampliamente reconocido, y su
excito notable.
-
Acaso no recuerdas a Carmen? Que se graduo de ahi, y ahora es una reconocida
doctora de la ciudad.
-
Pero… es como estar en una carcel…
-
Sin peros. Ellas son profesionales, y se estan encargando de educarte desde
cero. Y mira que bien que lo hacen, ahora eres una niña adorable. - Insistio su
mama.
-
En vez de tantos reproches deberias estar agradecida por el esfuerzo que tu
padre ha hecho en inscribirte aca. ¿Acaso prefieres terminar como tu hermano?
Celeste
se quedo cabisbaja, observando su ridiculo atuendo. Empezo a lagrimear
levemente y se limpio las lagrimas. Realmente iba a quedarse encerrada aquí. Su
padre la abrazo, apoyandola contra su pecho. Cami sintio su crinolina rebotar
en las piernas de su padre. Quieta se dejo abrazar.
-
Estamos apostandolo todo por ti mi amor. Tu esfuerzate y veras que cuando seas
grande nos lo agradeceras.
Celeste
se alejo de ellos corriendo y limpiándose las lagrimas. “Voy a quedarme aquí….”
Pensó muerta de miedo. Se miro a si misma, su nombre rosa y tomo los olanes de
su vestido con sus manos.
-
Voy a quedarme aquí…- Dijo en voz alta y empezó a llorar arrodillándose.
-
Hey, estas bien?- Escucho a una voz masculina ayudarla a levantarse. Era un
hombre lindo… vestido muy formalmente y con pantalones largos.
-
S-Si…
-
Celeste!! Ten cuidado. Te vas a ensuciar con pasto y terminaras en el
purgatorio.
-
Marie?
Celeste
enseguida la abrazo, y sus crinolinas y olanes chocaron . Mariela intento
controlar la suya, pero celeste no, y su hermano tuvo una buena vista de sus
calzones.
-
Que pasa que lloras asi?
-
Mis papas no me quieren sacar, voy a pasarme toda mi vida encerrada aca…
-
Tranquila. No llores. Se te va a ir el rubor…- Dijo Mariela intentando
limpiarle las lagrimas. Celeste le daba mucha ternura. Capaz hasta mas que las
gemelas, ahora que les tiene mas confianza.
-
Y-Yo… estoy deprimida por eso… estare aquí 6 años… forzada a estudiar y con
miedo castigos ridiculos… Ya… Ya siento que me arde la cola apenas no sigo sus
tontas reglas…
-
Pffff… se nota que son niñitas. – Se quejo Robert.
Ambas
se enfadaron y dieron la vuelta, Celeste dio un pisotón haciendo su crinolina
sacudirse y luego se tapo, dándose cuenta que tubo una reacción muy infantil.
-
Tu no sabes como es la vida aquí.
-
Ah, no… Diganme, las hacen correr por campos de ortivas? Les dan mis flexiones
de castigo? Les azotan los nudillos? Les dan duchas frias?
Las
chicas se callaron y se quedaron titubeantes.
-
Al menos las forzan a estudiar… a nosotros nos espera una guerra.
-
E-Escuche en el edificio de ocio…- Pronuncio Mariela… y de repente se sintió
ostentosa. Su hermano estaba siendo preparado para la guerra. En comparación
esto eran vacaciones. – Que… capaz atacaríamos a otros país.
-
Nuestro comandante nos dice que en un año seguramente ya entraremos en guerra.
Y ustedes dos preocupadas por unos chirlos. –
-
Genial… No necesitaba estar mas deprimida. Gracias. – Se quejo Mariela,
sintiéndose culpable. Celeste solo vio a los hermanos discutir, tomando a
Mariela de la mano. Sin embargo se sintió mas animada. Su hermano termino en
prisión después de todo.
-
No quiero que ahora…
-
No bromees con eso. – Interrumpio Mariela. Solto la mano de celeste y se fue
caminando rápido.
-
Que le paso?
-
Dejala… Necesita caminar un poco.
-
Gracias por ayudarme… Si me ensuciaba y las monjas me veian… -
- No te preocupes. – Respondio el,
y vio como ella le abrazo el brazo. Robert volteo los ojos y caminaron juntos.
-
....... y me sale con preguntas raras. Biótico y abiotico… no se que es eso.
Jessica,
que se encontraba sentada cerca, vio a su hermanita conversar. Ya se habia
acostumbrado a ser vista en vestido de gala, y las burlas de sus hermanas ya no
la molestaban. Desde su lugar y con cierta indiferencia respondio: Biotico es
cuando es un organismo viviente.
-
Y apático?
-
Apatica es tu hermana jaja. Sera abiótico. Yo te explico. – Contesto Jessica.
Su hermana mayor, observo celosa, como los dos meses de estudios forzados daban
efecto. Mientras jessica respondia sin dificultad las preguntas de su
hermanita, vio a Alice con Oswald. Inmediatamente la dejo sola y se fue.
-
E-Esa no es abue? – Dijo Amy.
-
Ay no… vino ella? Espera…. Capaz papi y mami vinieron también…- Contesto Annie.
-
Nos va a retar…- Protesto Amy sobándose. Al hacerlo Annie lo hizo también y
prefirieron ignorarla.
-
Niñas!!-
-
…..Abuelita….- Voltearon ambas con la mejor sonrisa de angelitas que tenían.
Su
abuela tenia 70 años. Era una conocida y prestigiosa profesora. Canosa. Vestida
impecablemente y con un frio aire de rectitud, creía firmemente en la
disciplina.
-
Que preciosas se ven. – Dijo apretándole los cachetes a ambas.
-
Gracias…- Dijeron ambas sobándose la cara al unisono.
-
Parece que ya recibieron una muestra de las llamas del infierno no?
Con
sus caras rojas por la apretada de cachetes, su sonrojo fue mayor.
-
Espero hoy tener un buen informe se lo comentare a sus padres.
-
Nuestros papis vinieron?- pregunto annie entusiasmada.
-
Niña! No se interrumpe a los adultos cuando hablan! – La regaño dándole un
tiron de oreja.
-
Oww!!- Protesto ella tomándosela y Amy la defendió.
-
Abue…. Annie extraña mucho a sus papis…-
-
Lo siento niñas. No pudieron venir.
-
no vienen nunca…-
-
Vine yo. Ayudenme a buscar un asiento por favor…
“Genial…”
pensaron ambas…. También al unisono. La abuela tenia la costumbre de usarlas de
sirvientas con la excusa de que “eran chicas”. Mientras ella, las veía
servirla, sobarse y enseñar sus calzones, la señora recordaba sus días como
alumna y profesora del saint francis.
-
Quedense aca quietitas con su abuela…- Ordeno la señora.
-
Si….- suspiraron ambas.
-
Espero que estudien mucho eh? Miren que se viene la guerra. La esperanza de
Rhezo angele esta en ustedes.
-
¿la guerra?- Preguntaron ambas, con cierto asombro. A decir verdad, en sus
cortos 15 años ya vivieron una. Pero Rhezo angele es tan poderoso que a ninguna
realmente les preocupa un ataque.
-
¿acaso no ven televisión? Se que hay dos en el edificio de ocio. ¿O acaso no
las dejan entrar?
Annie se quedo cabisbaja. Su abuela sabia
que significa que no las dejen entrar. Despues de todo, fue alumna como ellas y
hasta profesora.
- Preferimos jugar!- Insistio Amy.
- Jugar en vez de estudiar. Claro. ¿y el
cole como va? NO puedo creer que el destino de nuestro hermoso país quede en
mano de dos niñas malcriadas. Le dire a sus dorm mom que sean mas estrictas con
ustedes. ¿ la raíz cuadrada de -1 cual es?
- … No existe?- Preguntaron las dos al
unisono.
- Si existe, es un numero imaginario!!
¿acaso no estudiaron nada?
Ambas suspiraron al unisono y vieron a
Mariela caminar apurada. Rapidamente corrieron exclamando: Marie!!!
- Niñas! A donde van?
- Ya en poco empieza el próximo discurso.
- Pero… para eso falta…- Respondio Mariela.
- Para eso falta muy poco!! Ya lo sabemos!!
- Gracias por venir Marie. Lo siento abue,
tenemos que irnos. – Sonrieron ambas gemelas, hicieron una reverencia y se
llevaron a Mariela a las apuradas.
Mariela, quien estaba bastante molesta por
la conversación con su hermano, lo ultimo que quería era lidiar con las
niñerias de las gemelas.
- ¿Q-Que les pasa? HEY!!- Protesto
frenándolas y agarrándose su vestido. – Dejen de jalonearme asi! Hacen que se
me vea todo!
Las chicas pusieron cara de indiferencia
ante lo ultimo y al unisono dijeron: Lo siento!!
- Ay…. Me tenia cansada.
- Extraño a mis papis… por que vino la
abuela? Esta loca …
- La verdad que no la extrañaba.
Mariela se sorprendio viendo lo crueles que
podían ser.
- Intentemos estar alejadas de ella.
- Si, lejos, lejos.
- Escondamonos.
- Emmm… juguen por ahí si quieren no me
atraigan con sus niñerias.
-¿ Te acordas cuando nos hacia cortar
nuestra propia varita?
- Ayyyyy!!! Por que tenias que recordarme
eso!! – Protesto Amy sobándose la cola. Su hermana la imito al instante. Un
gigantesco impulso de excitación ante la reacción de ellas inundo a Mariela.
- Cortar una varita? Para que?
- Para pegarnos obvio!- Dijeron al unisono.
- Ay mira si nos lo quiere hacer de vuelta.
- Esta loca … Capaz.
- Como esa vez en el parque…
El mal humor de Mariela, se esfumo al
instante, entre historias de castigos humillantes y dolorosos que las hacia
pasar su abuela. Ahora ya tenia material para 6 dibujos mas. Hasta que se
cruzaron a Alice con Oswald y Jessica.
- Oswald!!- Exclamaron ambas y al final el
termino con cada una abrazada de un brazo. Oswald… como todos, ignoro la
actitud de las gemelas. Se sentía mas interesado hasta en jessica. A el le daba
morbo ver mujeres ser castigadas como niñas, y no niñas ser castigadas como lo
que son.
- Hey… me sueltan? Van a arrugar mi traje.
Decepcionadas… y un poquito con el corazón
roto, ambas lo soltaron. Pero no se retiraron. La visión de un chico en
pantalones largos no era común. A pesar del gran ingreso de alumnas en los
últimos días, casi todos los hombres mayores de 18 terminaban en el ejercito o
algún colegio militar. Las chicas observaron, en el camino, a las mas grandes,
las ya universitarias, conversar con compañeros que fueron a visitarlas. Entre
burlas y comentarios, se los veía muy encerrados en su propio grupo y cualquier
acercamiento era imposible. Y… siguiendo la tradición del Rhezo Angele,
aquellos en pantalones cortos eran vistos como niños. Estigma por el que pasan
los hombres toda su adolescencia hasta estar listos para la guerra. Oswald era
– por lo tanto – un caso poco común. Habia hermanos de las distintas nuevas
alumnas, pero TODOS en pantalones cortos.
- Mariela!! Que gusto verte.
- Hola.- Dijo
cortante Mariela y le dio la espalda de forma tan abrupta, que hasta su vestido
y sus “alitas” se sacudieron junto con sus trenzas.