-
Yaaaaawwwn...- exclame al despertarme. Me sobe lo ojos, hasta que vi
alrededor. "Cuna... pijama rosa... pañales.... Owww...."
Pense, y me acorde de mi situacion. Habia tenido un sueño muy
profundo, no me acuerdo que fue, pero al despertarme me maree un
poco. "creo que ya paso un mes..." pense. Aun asi, muchas
veces era muy confuso despertarme y verme encerrada en una cuna, con
pañales y un mameluco de bebe. Ni que decir que en mi cuna entro
parada... Asi tambien es de grande mi habitacion al menos.
Recorde
lo mucho que odiaba que me pasara esto. Logre dormirme temprano, pero
ahora me habia despertado demasiado temprano. Sin embargo no podia
salir de mi cuna, y hasta tenia mis pañales por si necesitaba ir al
baño. Ya sentia un poco de ganas, pero me las contenia, mi castigo
terminaria cuando llegue mi mama. Y lo peor, me prometio una buena
nalgueada para comenzar el dia, y mi cola aun ardia un monton.
Molesta, di un pisoton y me acoste mirando al techo.
Era
increible como mi mama me transformaba de una chica que se la pasaba
buscando fotos de spank y colas rojas en el rincon, a ser una niña
enojada por que le van a calentar la cola de vuelta. Sin embargo, mi
mama tenia cierto talento para hacer que lo sienta como castigo. No
solo siempre dolia mucho mas de lo que me gustaba (y de lo que podia
aguantar a veces), ademas ella se comportaba como una mama castigando
a su niña traviesa. Me hacia sentir siempre entonces como que me
porte mal y ese era mi castigo, por eso dolia tanto.
Tanto
tiempo sin poder hacer nada en mi cuna, hacia que me pregunte las
cosas tipicas: Para que vine? Por que odio las nalgadas? O me
gustan?. Era facil considerarse spankee, pero ahora que era? . Los
castigos los odiaba, pero los necesitaba. Como buena spankee,
necesitaba mis nalgadas de vez en cuando. Pero la nalgueada que me
esperaba la aborrecia, y hasta pensaba negociarla por otro castigo.
Entonces, si me disgustaba tanto por que no m iba ahora que podia. Me
decia a mi misma que ya no tenia ningun lugar adonde ir, y que hasta
terminar la carrera, tendria 10 años (ya que dudo que mi mama me
deje crecer).
Sin
embargo, sabia tambien que algo me fascinaba. Pero no sabia que.
-
Estoy aburrida!!- Proteste en voz alta. "supongo que mami no me
castigara si me ve despierta mas temprano" pense. Me estire a
traves de los barrotes y tome mi celular de vuelta. Esta vez, con
confianza debido a que no tenia miedo de que me descubran.
"Tengo
avatar nuevo..." Pense. Mi facebook esta como siemre, lleno de
notificaciones, y mensajes. Suspire, y empece a trabajar. Una de las
fotos, fue cuando me llevo a la tienda con el conjunto de hello
kitty, y habia muchas, de mi cola roja, yo en el rincon, o enseñando
sin querer los calzones. Avergonzada, di me gusta a todas las fotos,
y respondi cada vez que me etiquetaban. Sentia mi cara roja, luego de
haberlo hecho, soy un poco timida y tanta atencion no me gusta. Aun
me moria de verguenza de la vez que respondi mal, me nalgueo y subio
fotos de mi cola en el mismo comentario. Incluso, debia responderle a
quien se enojo por mi forma de responder y le aviso a mi mama.
Me
sobe un poco recordandolo, hasta que vi las fotos mas nuevas. Senti
un poco de inseguridad, debido a que mi mama me habia hecho subir
fotos de toda la ropa que iba a usar en "mi entrenamiento".
"Y si alguien me reconoce y me quiere hacer algo?" pense.
Pero mas sobreprotegida con ella no podia estar, asi que rapidamente
borre la idea de mi cabeza.
"Este
corte me hace ver tan distinta.." Pense comparando las fotos. No
me acuerdo de cuando fue, la foto de mi avatar, pero me hacia sentir
rara. Era yo con mi oso y una paleta acaramelada. "Ya me
acuerdo, fue cuando me cortaron recien el pelo y que por portarmebien
me la compro" recorde. Tenia una sonrisa enorme, y real. PArecia
niña de caricatura. De hecho, no parecia yo. "Me veia mas
grande" bromee, recordando que estaba en pañales y con un
mameluco. Pero parecia una niña real. Me preocupo de vuelta, que
haya una foto con mi rostro en mi avatar. O que don FB se queje, o
nos hagan algun tipo de denuncia, con mi corte, mi altura, y esa ropa
con razon pensaban que yo era una niña. Me rasque un poquito la
mejilla, sintiendo verguenza de vuelta. Siempre me han dicho que soy
tierna, pero esto ya era exagerado.
Sin
embargo, mis ataques de verguenza no terminaban ahi. Habia subido una
foto de mi cola con el calzon de la semana, bueno, una por cada dia.
Segun ella se aseguraba que cumpla las reglas. Para mi era demasiado
vergonzoso, y mas aun si en algunas yo estaba castigada. Habia una
foto mia en el rincon escribiendo lineas, mientras intentaba tapar mi
cola de la camara. Otras mias en pañales, y otras tambien castigada.
Senti mi cara quemarse, e intente responder amablemente hasta que
justo llego mi mama.
-
Como esta mi be.... nena, que haces con tu celular?-
Me
senti nerviosa y abraze mi oso. Luego dije: Mami... estaba aburrida
aca en mi cuna, me desperte temprano... y por eso...
-
Esta bien bebe, pero recorda que te prometi una nalgueada matutina.
-
Si mami...- respondi apoyando una mano en mi cola. Ya me vas a sacar
el pañal?
Ella
penso unos segundos y dijo: Si te saco el pañal te tengo que cambiar
de ropa ya. Ese pijama tiene espacio extra para el pañal, si te lo
saco te va a quedar holgadisimo y no te vas a ver bien. Aparte es tu
hora de desayunar.- Explico, y alzandome como una bebe, me llevo a
desayunar.
-
Mami... yo solo iba a usar mi pañal como castigo...- Proteste.
-
Nena, es solo hasta que te cambie de ropa. No hagas berrinche.- Dijo.
Pero sin embargo, me sento en la silla alta. Se notaba que ella
estaba encantada.
-
Pero mami... Yo odio esto... - Proteste.
-
Nena, nada de berrinches.- advirtio, y me puso un babero que decia
"baby" en letras infantiles. Me cruze de brazos
emberrinchada, y dijo: ahora bebita, no des problemas y deja que mami
te de de comer.
Supe
que negarme era sinonimo de otra cepillada y muerta de verguenza hice
caso. Pero continuaba molesta.
-
Mami, ya tengo ganas de ir al baño, y odio estar aca.
-
Nena, te estas portando muy mal. Si tenes ganas de hacer pipi, tenes
tu pañal.
-
No!! sabes que odio eso.
-
Sabes que? - Dijo, y apenas lo escuche senti mi corazon paralizarse.
- Vas a usar chupon, por comportarte como una bebe. Y lo vas a usar
hasta que te de permiso de cambiarte de ropa.- Me regaño. Tomo un
chupon, y me lo metio en la boca.
-
Te lo sacas, y lo que le paso ayer a tu colita te va a parecer poco.-
Me advirtio. Luego m dejo en la silla y se puso a limpiar como si
nada. Intente contener mis ganas, pero no supe cuanto tiempo iba a
tener que hacerlo. Mi cola ardia de estar sentada en esa incomoda
silla y del castigo del dia anterior. Finalmente, me orine en mis
pañales, que por suerte eran muchisimo mas absorventes. Pero no
podia quitarme el chupon, por ende no podia hablar. Me enoje y
emberrinche un monton, y me quede cruzada de brazos. Cuando me busco,
me alzo y me metio en el corral. Trajo mis juguetes y me los puso al
lado.
-
Ahora a ser una buena niña. Te ves tan tierna!! No te vayas a sacar
tu babero tampoco.- Me ordeno. - Te voy a sacar una foto.- Aclaro.
Roja de verguenza y muy enojada, no tube opcion de dejarme sacar. Se
fue y me quede acostada cabisbaja, sumamente molesta. Sin embargo, me
las ingenie estando en la cuna para poder esconder mi celular en mi
holgado pijama.
Como
no podia hablar, aproveche el celular, y pense en quejarme con
alguien. Mi mama era capaz de dejarme todo el dia en el corral, y si
me quitaba el chupon, tambien era capaz de agarrarme a paletazos.
Revise
entre los mensajes, solo para enojarme aun mas. Preguntas tontas,
como siempre, que debia responder. "Estas usando pañales?"
"Mami te nalgueo?" "Te portaste mal?" "Ya te
hiciste pipi encima?". Patalee un poco emberrinchadisima, y
hasta tube que pedirle disculpas a quien mi mama le mando la foto de
la marca de los 5 cepillazos. Hasta que al fin aparecio carlos.
-
Peke como estas?
-
MAL.
-
Aun te duele tu colita? Ya te dieron tus chas chas de la mañana?.-
-
No... Sigo en pañales, me arde la cola, y mi mama me esta obligando
a usar babero y chupon. Dijo que si me lo saco me castiga. Se suponia
que hoy no los iba a usar, y que el castigo era solo ayer. Pero hasta
tube que comer en la silla alta, y ahora estoy en el corral, y con mi
......- Escribi. Iba a escribir que mi pañal estaba sucio, pero me
daba asco y verguenza.
-
Ya ya, no te preocupes. Yo te ayudo. Pero con una condicion. -
-
Me vas a ayudar?
-
Con una condicion.
-
Cual condicion.
-
que me llames tio.- Dijo el. Me hubiera dado cosa, si no supiera que
el es homosexual. Pero lo dijo como algo tierno.
-
Esta bien... Tio.
-
Bueno, vos espera tranquila. Y no le des razones a tu mama. Borra
esta conversacion, e intenta no meterte en problemas. Ahora vas a ver
como te salvo.- Dijo, y enseguida se desconecto.
"Pffff..."
pense, recostandome. "Es como estar en una carcel. Una
humillante e infantil carcel." continue protestando para mis
adentros. "no puedo hacer nada, no puedo ni hablar. Capaz se me
paspa la cola..." proteste. "Ya me duele demasiado como
para que encima se paspe." continue quejandome. "Seguro voy
a estar asi todo el dia... o peor... Ni siquiera puedo pedirle mi
notebook para estudiar...". Escuche que llamaban y me acerque a
los barrotes del corral para ver quien era. Y era carlos. Se
saludaron y parecian hablar. Luego vino por mi, y yo lo vi, con mi
cara roja, y cruzada de brazos, sentada.
Se
me acerco y beso mi frente y luego dijo: No te preocupes, ahora te
salvo. Espere media hora mas, y vino mi mama. - Nena, ya es hora de
cambiarte y que recibas los chas chas de la mañana. M saco del
corral y me llevo a la cama, donde me cambio, me quito el pañal, y
mi pijama. - Anda bañarte, te espero abajo si?- Dijo, luego de
sacarme el chupon. - Si mami.- Dije molesta.
Busque
mi ropa interior: "jueves... " pense, viendo el dibujo de
maripositas verdes y suspirando, elegi el vestido rosa y amarillo que
es tan llamativo. Mi mama seguro buscaria alguna excusa para
castigarme de vuelta y debia cuidarme. Me pegue un baño, me vesti,
me hice mis coletas con listones rosas y finalmente ya me veia...
"normal". Mi cola herbia con anticipacion. Baje las
escaleras y vi que mi mama hablaba con carlos. Me sente en una silla
nerviosa esperando que me llame.
-
Bueno nena, lo que te prometi.- Dijo palmeando su pierna. Lo vi a
carlos nerviosa, pero resignada obedeci. No me gustaba que me vieran
durante mi nalgueada. No es que no me hayan visto. No era solo la
verguenza que me vea mi cola y mi bombacha. Era que vea ese momento
en el que me desespero, y lloro como una niña, pataleo, y suplico
todo tipo de cosas con tal de que me suelte. Ese momento es muy
vergonzoso para mi, y odiaba que me vieran asi.
La
nalgueada fue bien fuerte aunque solo fue con su mano. Y otra vez
termine llorando. Al menos esta vez, me tranquilice sentada en sus
piernas, mientras me mimaba y consolaba. Sin embargo en ese momento,
mi gen spanko se tomo unas vacaciones. Siempre fui spankee, y siempre
me dieron morbos las nalgadas. No soy tonta, por eso soporto todo lo
que soporte. Me daba morbo que me nalguee frente a otros, y sentir mi
cola hirbiendo. Pero mi mama ya habia llegado al punto en el que yo
ya no lo disfrutaba. Volvi a sentir el terror de ver el rincón de la
nenita traviesa esperándome cuando sabia que me había portado mal.
Volvi nuevamente a la situación que tiempo atrás me había
espantado.
A
mi me gustaba una nalgueada muchisimo mas suave, pero cuando era
castigo, siempre me hacia llorar. Y la verguenza que me hacia sentir
siempre era indescriptible. Desde ese momento, empeze a odiar las
nalgadas, tanto como odiaba mis otros castigos. Ese dia estube un
rato largo a upa de mi mami. A la noche, le mande un mensaje
agradeciendo a carlos, quien insitio con que lo llame tio de vuelta.
Pronto, gano el titulo oficial en facebook, y hasta mi mama me
regañaba si no lo llamaba asi. Empece a sentir mucho miedo de mis
castigos, y a evitarlos. Y comence a comportarme como una angelita,
obedeciendo a mi mami en todo. Hasta las advertencias me daban miedo,
y de a poco empece a dejar de recibirlas tambien. Era muy difícil
cambiar las rabietas y berrinches por un “si mami” pero con mucho
esfuerzo logre hacerlo. Hasta intente que mi ropa interior del dia
combine con la ropa que usaba y mis listones ya que a ella le
encantaba eso.
Me
compro unos lazos, y gracias a mi corte, me permitio tener el pelo
suelto y no siempre con coletas, debido a que me portaba bien. Para
mi era mucho mas comodo, ya que las coletas siempre me las andaba
revisando. Y de a poco, empezo a premiarme por mi buen
comportamiento. Me compro un yoy nuevo, con el que vivia jugando, y
siempre me compraba o chicles, o unas deliciosas paletas acarameladas
que me hacian ver como niña de caricatura pero no me importaba. Las
fotos vergonzosas de facebook desaparecieron rapidamente, y con
ellas, los comentarios odiosos. Solo el señor este a quien mi mama
le mando una foto de mi cola, continuaba escribiendome. Incluso,
empece a volverme muy vanidosa…..y un poquito creida. Si bien, el
año que estuve atrapada había hecho morir mi amor por las cosas
infantiles había unos vestidos que tenia que eran preciosos y lucían
geniales en mi.
“Eres
una hermosa Little Girl, esperando deseosa y fogosamente la llegada
de su Daddy Dom para que la penetre salvajemente”. Lei una vez. Y
al instante desaparecio el mensaje, y quedo como algo anónimo de un
“usuario de Facebook”. Pero fuera de eso, recibia muchísimos
elogios y felicitaciones. Que era la Little girl que todos querían,
que me veía hermosa, y que la ropa lucia genial en mi. Aunque….
tanta golosina hizo que engordara un poquito…. Vivia comiendo
postres y paletas de caramelo. Y esos kilos de mas se empezaron a
notar mucho en mis caderas y senos. Los vestidos ya me apretaban un
poco.
Comenzo
a volverse rutina esto de ser una angelita, sin ningun castigo.
Empece a sentir, que quiza, yo no eran spankee, y que lo que me
fascinaba era en verdad ser una niña sin preocupaciones. Recordaba
mi vida adulta, y me sentia tan contenta de solo preocuparme por
estudiar y no ensuciar mi ropa. Era muy facil ser llevada de la mano
por mi mama sobreprotectora, y solo seguir sus reglas al pie de la
letra. Todos me felicitaban y me decian siempre que era una niña
adorable, y yo me lo creia. Usaba los 3 vestidos que me dio, uno por
dia, y el resto de los dias mi jardinerito. Sabia muy bien que solo
con el jardinerito podia jugar, asi que los dias que usaba vestido
estudiaba un monton para no tener tarea. A veces, me dejaba usar mi
jardinerito los 3 dias, otras veces, me vestia ella. Empezo a
volverse mas comun, que me hiciera ir a la calle, con mis vestiditos
cortos, de mucho vuelo y mangas aglobadas. Le fascinaba verme asi, y
dedicar mucho tiempo a peinarme y arreglarme. Se podia ver facilmente
en sus ojos, lo mucho que le encantaba verme asi. Y sino, se notaba
en los comentarios. Mi mama, solia insistir en que ya era una
señorita y ya debia aprender a moverme, y a veces me daba una
nalgada si enseñaba sin querer mis calzones. Mi nueva vida, dejo de
ser “nueva” y paso a ser sencillamente mi vida. Ya era conocida
por todos como “La nena super tierna y re educadita”.
Hola, buen relato. Saludos
ResponderEliminarJajaja entonces es del tipo sumisa, ya quiero leer más de obsesión :3
ResponderEliminarDeseando qué continue
ResponderEliminarsk
continua
ResponderEliminarespero q le toque mas castigo (nalgadas y pañales )es lo q mas me gusta de tu historia .
ResponderEliminarespero la continuación
besos y abrazos te mando