-
OWWW OWW OWWWW OWWW….- Proteste tomando mis
nalgas y saltando.
-
Desde el principio Alicia, a tu posición.
-
No… por favor..- suplique agitada sobándome y
mirándola de espaldas.
-
Alicia son solo 4 azotes. Y debes contarlos.
Manteniendote en tu posición.-
-
Antes no debía contarlos… ayy… arde mucho, no
puedo….. ayyyy…-
-
Esta bien. Cuando “puedas” vuelve a tu posición,
pero ahora serán 6.
-
Seiiiis?
-
Siete. Sin protestas Alicia.-
-
Si… Si… Ayyyy..- Me queje. Respire agitada unos
segundos, y finalmente me incline, agarrando mis rodillas.
PAF!
-
OWWW… U…no madam!- Exclame. Y conte cada uno,
hasta el final. Me pare luego de su orden sobándome mis ojos llenos de lagrimas y mi adolorida
colita. Ella me limpio una lagrima que alcanzo a escurrirse, y acomodo mi
cofia, junto con mi pelo, la cual tendia a desacamodarse cada vez que adoptaba
mi posición de castigo.
Tus calcetas Alice.
-
Si … madam… owww, por favor no mas castigos.
-
Es por tu bien alice…- Dijo abrazandome.
Continuo arreglando mi uniforme, y me froto un poco la espalda intentando
consolarme.
-
Apenas puedo caminar… me arde mucho.
-
Alice. Se una buena maid. No esta bien que protestes
tanto. Ni que te sobes de esa forma tampoco. Sin sobarse, ¡¨YA!- Ordeno. Con un
gran esfuerzo, entrelaze mis manos adelante e intente no hacerlo. Pero aun
continuaba parándome en un pie y el otro.
-
Muy bien. Seras una excelente Maid, alice. Ya
estas demostrando serlo incluso.
-
Si madam.
-
Continua con tus tareas. Recuerda que estamos
trabajando en tu perfeccion si?
-
Si madam.- Dije.
-
Tu reverencia antes de irte, no la olvides.
Tome mi vestido de ambas puntas e hice una pequeña reverencia luego me
fui. Aprovechando que no me veía, me sobe .
“Owwww arde tanto… No imagine que iba a ser asi. Maldita vieja sadica… Me
tubo todo el dia de esta forma… Me habrá dado como 50 azotes hoy ya…” Proteste.
Escuche mi localizador sonar, y vi que tenia otra tarea agendada. Senti mi
panza llenarse de mariposas y rápidamente fui a realizarla. ” Mi cola no
soporta mas azotes” Me decía a mi misma haciendo mis tareas apurada. Y al final
de cuentas si terminaba resistiéndolos. Nunca crei que quien encontró mi
celular con mi mayor secreto resultara ser tan pero tan sadica. Su rostro
reflejaba una sonrisa sadica, y hoy me tubo a prueba todo el dia. Me dio muchas
tareas, me ordeno verla muchas veces, y me dio un azote por cada minuto tarde
en cada ocasión, mas azotes por cada falta en el uniforme, mas azotes por algún
detalle que quería corregir. No alcanze a ver mi cola, pero seguro estaba roja
como tomate a esta altura. Era tarde ya, y yo estaba sumamente adolorida y
agotada. De vez en cuando, caminaba cerca, asegurándose de que mi tare asignada
halla sido cumplida. Siempre con ese odioso tawse en sus manos. Mi cola nunca
se salvaba de los azotes, a veces me los daba mas despacio si estaba adolorida,
a veces me daba uno fuerte que me revivia el dolor. Apenas la veía, sentía
miedo, mas cuando escuchaba esa odiosa frase “Alice, posición de castigo”. Al
escucharla, inmediatamente debía darle la espalda, separar mis pies, y tocar
mis rodillas. Al principio, si me paraba, volvia a comenzar. Y ahora, debía
contarlos en voz alta, como si fuera un video de spank. Su disciplina, termino
sirviendo, y ahora andaba como loca, de lado a lado, cumpliendo sus ordenes a
toda velocidad, sintiendo mi cola punzar con anticipación. Este miedo, y
sometimiento constante me generaba una mescla de sensaciones. Una parte mia
quería arrojar la estúpida cofia al piso, y mandar el trabajo a la mierda pero
recordaba el generoso sueldo. Y la otra, estaba absolutamente extasiada por el
morbo y la dominación. “Estoy mojada… .creo que mis bloomers deben estar
sucios” pensé. “Debo cambiármelos o se enterara… No, el localizador de vuelta.”
-
Si madam?- Dije presentándome rápidamente.
Ella me miro sonriente, y dijo: Espera ordenes aquí. Muy bien. De a poco
mejoras tus tiempos y tu pulcritud.
-
Gracias… madam…- Respondi agotada. Hoy ya había
lavado la casa entera, servido de desayunar, comer, y la había ayudado con sus
pendientes en tiempo record. Entrelaze mis manos en frente de mi vestido,
intentando asi, tapar mis bloomers y que no se note que yo ya estaba mojada.
Cuando tenga tiempo, iria a cambiármelos. Desafortunadamente, tiempo no hubo,
rápidamente me envio a prepararle el desayuno. Como un rayo, fui, sintiendo mi
cola herbir a medida que me apuraba, y que esta rozaba contra mi vestido y mis
calzones. Espere al lado de ella servicialmente, y me asegure de que mi cofia
no se halla desacomodado en la corrida ni mis calcetas.
-
Muy bien Alice. Ves, solo necesitas motivación.
Notaras como en un par de días, ya no será necesario que lleve mi flogger nuevo
a todas partes.- Comento ella contenta. Finalmente, se hizo la hora de mi
partida. Mientras me preparaba para irme, me queje en voz alta: Estoy tan
cansada…. Con mi cola asi no voy a poder andar en bicicleta. Y si mis hermanos
o mi familia me ven… owww… duele tanto…-
Camine cansada y cabisbaja y la escuche llamarme: Alicia.
-
Si madam?
-
Si quieres puedes quedarte.
-
Madam… Estoy agotada… y muy adolorida… no puedo
mas…- Dijo. – Lo siento…- respondi. Ella sonrio y se acerco a mi. Tomo mi cofia
y me la saco, lo cual fue raro, ya que hace poco me había demostrado como se
sentía al respecto de verme sin mi uniforme intacto. Luego de eso, acaricio mi
pelo y me beso la cabeza.
-
Alice, déjame cuidarte un poco. Hoy te has
esforzado mucho. Recuerda que tienes un cuarto para ti. Ven conmigo.- Dijo llevándome
de la mano a la habitacion.
La acompañe dócilmente y llegamos.
-
Espera aquí unos segundos ya vengo.-
-
MAdam… en serio, estoy.
-
Alice, has caso.- Ordeno. No pude resistirme a
su orden. Al poco tiempo volvió y dijo: Dejame ver esa cola. Note que en sus
manos tenia alcohol, y una crema. Me voltee y me baje mis bloomers, ya
acostumbrada.
-
Si, debo curartela. Alice, no es solo castigo.
No te preocupes.- Dijo. Y tomándome suavemente, me guio a acostarme en sus
piernas.
-
Si no te curo, quedaras muy mal. Tu quédate
quieta y déjamelo a mi si? Vas a ver que estaras mejor.
-
S-Si…- dije, sintiéndome de repente en lo que
parecía ser una situación muy intima. Me acaricio despacio la cola, intente
resistirme, pero comenzó a sentirse bien, y en sus piernas, me sentía
vulnerable.
-
Esto te va a doler alice, pero es por tu bien.
-
Que… me va a hacer?
-
Alcohol. Necesito ponerlo en determinadas zonas.
Ayudara a tu cicatrización.
-
Si..- dije. Y con mucho cuidado sentí el algodón
húmedo apoyarse en mi cola. Rapidamente, empezaron a herbir.
-
AYYY- Proteste pataleando, pero la escuche
decirme: shhh tranquila. Y acariciarme dulcemente la espalda y el pelo. Intente
tranquilizarme y resistir, mientras ella aplicaba el alcohol en las otras
zonas. Para cuando termino, el dolor en mis pompis había revivido y no podía
dejar de menearme.
-
Tranquila, esta crema te relajara vas a ver. Tu
quédate quieta y confía en mi.- Ordeno. Apenas comenzó a aplicarla, sentí una
sensación muy refrescante en mis nalgas y muy placentera. Luego de eso, empezó
a hacerme suaves masajes para que mi piel absorba la crema. Continuo asi por
unos minutos y luego palmeo mi espalda.
-
Ya puedes levantarte alice. No te preocupes, la
casa es tuya. Ahora no eres mi sirvienta, solo mi invitada. Al menos hasta
mañana.- Dijo.
Me levante, poniéndome mis bloomers nuevamente. Y dije: Pero… Madam.
Entiendo que debo estar orgullosa de mi uniforme… pero estoy muy cansada y ya
no quiero usarlo.
-
Puedes cambiarte a tu ropa normal. Mejor hasme
caso, pegate una buena ducha y te dare el camisón de una de mis sobrinas, asi
estaras mucho mas comoda.
-
Bañarme, de vuelta?- Pregunte.
-
Hasme caso Alice. – Dijo. – Puedes utilizar mi
baño personal. Tiene jaccuzzi.
-
Jacuzzi? Genial!!- Dije. Entusiasmada, fui al
baño, y me relaje, preparándome una ducha. Mientras lo hacia, y el baño se
llenaba de humo, sentí a mi ama, tomar mi uniforme y dejar el camisón. Me
relaje, y mientras pensaba en lo sucedido., mis manos resbalaron hacia mi sexo
y comenzaron a jugar en el. Tuve un orgasmo, y me sentí feliz. No me sentía mas
triste por toda la humillación ni la dominación a la que me sometia. Al
contrario, me sentía segura, refugiada en ella. Sentia que valia la pena.
“Seguro mi uniforme lo llevo a mi cuarto…. Espera, mis bloomers…los habrá
visto?” pensé. Sacudi mi cabeza, sintiéndome muy incomoda e intentando olvidar
ese pensamiento. Seguramente me lo diría. Luego de eso, Sali de la ducha, y me
observe en el espejo, desnuda, mi tez blanca, mis nalgas rojas haciendo
contraste. Me seque con mucha paciencia, y decidi hacerle caso, y ponerme el
camisón para relajarme el resto del dia. No era una chica de pijamas y
camisones, pero decidi seguirle la corriente. Hasta que vi el camisón de su
sobrina. Rosa, mangas cortitas con olanes, cuello blanco rectangular con un
lasito rosa en el centro, y un nombre bordado en dorado. “Micaela”. No parecía
ser muy largo, y al final del vestido también tenia olanes, y unas extrellitas
amarillas. “NO PIENSO USAR ESTO!” Proteste. “Hasta puso unos chones de
gatitos!!” me queje. “¿Como puede ser capaz de sacar los de su sobrina, esta
loca?” Proteste. Y luego me di cuenta que eran los mios, seguramente los tomo
de mi bolsa junto a mi ropa. “Debe… haber algún lugar donde pueda comprarme de
mi talla..” Suspire, y me los puse. Luego de eso, me envolví en la toalla, y
camine hasta mi habitacion, donde me puse mi ropa normal.
Volvi a la sala, y cuando me vio, puso un gesto de desilusión enorme.
-
Y el camisón?
-
El de tu sobrina?- Proteste. – Cuantos años
tiene tu sobrina.
-
10 años.- Dijo ella con serenidad.
-
Se nota!!- Me queje cruzándome de brazos.
-
Bueno, es el único camisón de tu talla que
tengo.- Comento ella molesta con mi actitud. – No entiendo por que te indigna
tanto.-
-
Sabes bien que odio ser tratada como niña!- Me
queje.
-
Jajaja, tenes 18 años. Y un camisón rosa no es
algo tan malo. Ojala a mi me trataran como a una niña… En que vas a dormir
sino?
-
En ropa interior no se…
-
Ay que impúdica. Bueno, como quieras. – Dijo
desilucionada. – Es una lastima, seguro te verias muy linda con el.- Comento
llendose. Mientras se alejaba dijo: Utiliza el televisor si quieres. Tienes
hambre?
-
Si madam..- respondi.
-
No estas trabajando, no necesitas llamarme
madam. – Comento. – Te preparare algo para merendar y luego la cena. Hoy has
trabajado suficiente.
Contenta por ser consentida, lo agradeci ampliamente. No solo me hizo la
merienda, también cene junto a ella. Me trato como a su princesa. Su princesa
nalgueada, ya que puso un almohadoncito para que yo pueda sentarme. Me convido
de su vino, y luego la acompañe a donde estaba su piano, en donde me deleite y
tome junto a ella, mientras la escuchaba.
-
No sabia que tocara el piano.
-
Y por que pensabas que lo tenia?
-
No se… que era… de alguien…- Me rei. – Lo toca
muy bien.
-
Muchas gracias…- dijo y se me escapo un gran
bostezo.
-
Lo siento dije…
-
No te preocupes, ya es tarde, y estas muy
cansada.
-
Gracias… por todo… Hubiera sido terrible llegar
y tener que hacerle de comer a mis hermanos. A veces mis padres trabajan hasta
muy tarde, y termino siendo su niñera.
-
No te preocupes Alice. Si quieres puedes irte a
dormir ya.
-
Pero… me gusta estar con usted. Me hace sentir…
calida.- dije.
-
Sino, pues traigo una sabana, te pones tu
camisón, y te acuestas conmigo en el sofá mientras vemos una película.
Me puse roja como un tomate y me pregunto: quieres?
-
Yo…- respondi y dijo: Tranquila, mira, en tu
habitacion hay una frazada de sobra, es muy abrigada. – Dijo.- Me acompaño a mi
habitacion, y continuo: Te alcanzare unas pantuflas de mi sobrina. Entiendo que
no te gustan pero son las que hay. Te esperare en la sala del televisor viendo
una película. Si no vienes supongo que te quedaste dormida si?
-
Si…- Dije. Me meti y rápidamente me dejo en la
puerta unas pantuflas de hello kitty.
Me quite la ropa pensando en irme a dormir. Pero la estábamos pasando
bien. Pense en ir en camiseta y calzones, pero eso seria muy humillante. Hasta
que vi el tonto camisón rosa. Y recordé la desilusión de ella de no verme en
el. “Seguro debe verme como una…” pensé suspirando. “Por que?!” proteste
nuevamente. Estoy harta de que siempre me digan que soy muy tierna, quiero que
digan alguna vez… no se, otra cosa. Sin embargo, la estábamos pasando muy bien.
Y el vino me había afectado. Y el dia tan pesado me había hecho sentir bien. Me
dije a mi misma: “Deja de dar tantas vueltas y dale el gusto.” Y me anime a
ponerme el ridículo camisón junto a las pantuflas.
“ME veo tan… paresco… paresco…” proteste frente a mi espejo. Moviendome
un poco note que el camisón era muy corto y si me descuidaba enseñaba
fácilmente mis chones. “En serio voy a hacer esto?” Me queje. Mirandome de
costado, vi la irritación notarse a través de la transparencia del camisón, en
mis cachetes. Tome una frazada y dije: “Ya fue! “.
Camine tímidamente con mi cara como tomate, viéndome a mi misma cada vez
que frenaba e intentaba animarme a seguir. “Micaela…” pensé en el nombre
bordado en el cuello. “Quien borda su nombre en un pijama”. Al llegar, el gesto
de mi ama fue inigualable.
-
AWWW que tierna!!!- Exclamo. Se acerco y me
abrazo. Yo no pude evitar poner una cara de entre odio y vergüenza, mientras,
OTRA VEZ, era festejada por lo tierna que me veía.
-
Ayyy, creo que te voy a comprar mucha ropita.-
exclamo con mucho sadismo.
-
Ropita? NO!- Proteste. – Ya basta, yo no soy una
niña!!- Me queje de vuelta.
-
Ay alice, por que reaccionas asi.- Me dijo
molesta, soltándome. – Acaso no te puedo regalar un vestido? No dije que fuera
a ser de niña. LA modista que hizo tu uniforme puede hacerte otra ropa. Se que
tienes problemas consiguiendo talla.
-
Es… que…- respondi sintiéndome culpable de
repente. Cabisbaja abraze la cobija y dije: Lo siento…
-
Ay nena, deci que no estas trabajando o te daría
unas buenas nalgadas por responder asi.- bromeo. Me sonroje y sorprendi por la
amenaza y la acompañe al sofá a ver sus películas. Eran… aburridas. Pero ella
las veía prfundamente concentrada mientras yo solamente disfrutaba la calidez
de estar con ella.
-
La modista es muy buena.. A mis sobrinas le ha
hecho ropa también, asi que seguramente te ayudara si necesitas ropa de tu
talla.
-
Creo que debe ser cara…
-
Si, claro. Es la mejor calidad. Pero esta se
puede apreciar fácilmente en tu uniforme. Es perfecto para ti. Tiene un estilo
tan “comic japonez” que esta tan de moda hoy en dia. Siendo mi maid personal,
quize elegir algo especial. Y siendo tan jovencita supuse que algo asi se te
veria mejor que los típicos uniformes que las chicas de limpieza usan. Aparte,
con el calor que hace en esta ciudad, y lo mucho que trabajas tu, quize que
fuera algo comodo. ¿No es ideal?
-
Si… madam, por supuesto.- Conteste, siguiéndole la
corriente. “Eso explica muchas cosas.” Pensé, imaginándola frente al catalogo
de la modista, y señalando el uniforme “Estilo comic japonez” que le ofrecían.
-
Ay nena, te dije que no es necesario llamarme
madam.- Comento. “Otra vez me llama nena…” suspire.
-
Perdon… jajaja… es que me acostumbre. Tengo
miedo que se me escape alguna vez y llame asi sin querer a mis hermanos, o a mi
mama.- Bromee. Y bosteze nuevamente. Ella me tomo con suavidad, y me hizo
recostar mi cabeza en sus piernas.
-
Shhh… no te preocupes.
-
Pero?
-
Tapate.- Dijo ella y comenzó a taparme con la
cobija. Luego de eso, me mimo mi espalda y mi cabello suavemente.
-
Alice, tu cabello es muy corto. Deberias
dejártelo crecer. No te ves nada femenina asi.- Dijo. “Precisamente por eso lo
tengo asi” pensé arrullandome, y me quede dormida.
Pd: Seguramente deba modificar varias partes. Creo que por ejemplo, Antonella le da 2 camisones blancos ademas de su uniforme. Se me hizo mas divertido esta escena, y por eso la deje asi. Como compensacion, este clip :D ¿No parece una muñequita al principio cuando pone sus manos detras de la cintura? Igual si, la cancion es tonta.
Que linda historia, aunque la madame parece media mala jaja espero que continues pronto o con las demas
ResponderEliminarExtraño tus historias, esta fue muy buena ahora quiero una madam asi
ResponderEliminarSi te hago un dibujo de la historia que quieras, ¿continuas con ella?
ResponderEliminarOjala fuera tan facil XD Pero si me inspira si.
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