Me desperté mágicamente en la cama. Desperazandome, bosteze
y sobe mis ojos y mi cabeza. Mire a mi alrededor recordando que estaba en la
casa de Antonella. Y mi cola, comenzó a punzar nuevamente. Ademas, sentía mis
musculos adoloridos de tanto trabajo. Pero recordé con dulzura, lo lindo que la
pasamos anoche. Y luego recordé que estaba usando un pijama rosa. Muchas cosas,
muy intensas para un solo dia.
Me observe en el espejo y pensé “Y yo me quejaba de que mi
uniforme era ridículo…”. Voltee y revise mi pobre cola que aun se veía roja,
pero al menos ya no tan marcada como antes. Sentia escozor cuando esta rozaba
con algo, un dolor parecido al que sentía cuando tenia un moretón, como si mi
piel intentara recuperarse de la irritación. La sobe un poco y me vi de reojo
en el espejo mientras lo hacia, sintiéndome muy tonta. “creo… que prefiero …
ponerme mi uniforme…”pensé. Pero recordé lo dulce que fue antonella conmigo la
noche anterior. Apezar de que me dejo la cola como un tomate luego de tantos
azotes, no me sentía enojada. Me sentía contenta y feliz. Sentia como si
perteneciera a ella. Mi lado orgulloso se burlaba de mi y de su pensamiento,
pero sentía una calidez tremenda frente a ella. Ni mencionar, el morbo y la
excitación de estar bajo su sometimiento. “Si vamos a desayunar asi? Aun es
temprano, ya puedo ir a trabajar luego”. Pense intentando convencerme. Me mire
de vuelta en el espejo, viendo mis calzones de gatitos mostrarse con cada
movimiento brusco mio, debido al dinminuto camisón infantil. Tarde unos minutos
en decidirme, hasta que sacudi mi cabeza, y muy avergonzada termine haciéndolo.
Mientras caminaba intentaba taparme, pero recordaba con ternura la forma en
como reacciono al verme y la vergüenza desaparecio rápidamente. Pense que
seguro le gustaba mucho verme asi, y sentí la necesidad de sastisfacerla, a tal
punto de que mi. Sin embargo, la mansión estaba prácticamente vacia, y las
luces apagadas. Como era muy temprano, aun no terminaba de amancer y había un
silencio extraño. Revise la cocina y me hice un café con leche, y unas
tostaditas, sentándome en uno de los almohadoncitos. “Oww… ser nalgueada de
vuelta con mi cola asi debe doler horrible..” pensé. Senti mucho mas morbo que
preocupación o miedo, y una calidez adentro me hizo pensar “Hoy me esforzare en
servir a mi ama asi no debe castigarme”. Senti una intensa excitación, al
admitir en mi interior, mi deseo de sastisfacerla, tanto con mi trabajo como mi
apariencia y de repente las preguntas surgieron. “Seres lesbiana?” . Siempre
admiti ser masoquista. Y no genero tanto problemas en mi. Ser “sumisa” era algo
distinto, y aunque preferiría ser una sumisa con mas glamour no me importaría.
Nunca… había sentido esta necesidad de servir, complacer, obedecer. Era muy
extraña, y se contraponía con mi deseo de rebelarme y ser castigada. Y estando
con mi ama, sentía una alegría especial. Cada vez era mas intensa pero… “Ya
debio haber visto mis bloomers manchados con mi flujo. Y ella disfruta mucho
verme y tenerme asi. Me doy cuenta. Pero… somos lesbianas? Imaginarme teniendo
sexo con ella… Se me haría extraño. Y si un dia me sale con alguna idea loca?”
Pense. Y luego continue ” Esta bien hacer esto que hago? Soy prácticamente su esclava!
O una puta. O una puta esclava. Y si se aprovecha de eso y abusa de mi?”
Empecea buscarla alrededor. Queria que me viera, diga “Que tierna te ves” , y
olvidarme de todas esas preguntas estúpidas. Queria sentirme tonta, sonrojarme
y protestar, y que me regañe por hacerlo. Termine de desayunar y notando que
aun no aparecia, lave lo que use, y me dispuse a buscarla. “Debe estar en su
oficina…” pensé. Y efectivamente allí estaba.
-
Alice!-
-
Buenos días Madam.- Dije con una gran sonrisa.
-
Que haces aun en pijama? En poco tiempo empieza
tu horario, y si no quieres pasarte toda la mañana escribiendo líneas te
recomiendo apurarte.
-
S-Si madam!-
Exclame y me marche rápidamente. “Tan rápido se habrá hecho
tarde?”. Pense estristecida por el
regaño. “desde cuando me pongo tan triste por una tontería asi” proteste. En
unos minutos ya estaba lista y con mi uniforme impecable. Me cerciore varias
veces frente al espejo de que todo estuviera en su lugar, y prepare mi
localizador en mi delantal por si recibia alguna orden. Revise en el la hora, y
sobe mi cola en anticipación. Apretando los dientes pensé “5 minutos tarde… Al
menos me va a ayudar a despertarme”. Viendome frente al espejo, vi de vuelta a
“Maid Alice” tan sonriente y servicial, aunque preocupada, como suelo verla
siempre que esta en esa mansión. Y me apresure a llegar a su oficina.
-
Alice, posición de castigo.
-
S-Si madam…- Dije, y me incline, mostrándole mi
cola, y agarrando mis rodillas.
-
Fueron 6 minutos tardes. Debes aprender a
reconocer tu castigo. Espero que la próxima vez que te llame, al entrar,
adoptes rápidamente tu posición si es necesaria, sin necesidad de que yo te lo
ordene.
-
Si madam…- Respondi resignada. Me hizo
permanecer asi un minuto, hasta que bajo mis bloomers. Voltee a verla nerviosa
y dijo: Si, tal como dijo en la pagina. Esas marcas feas ya no están.
Volvio a subir mis bloomers, y sentí sus manos dar pequeñas palmadas en
mi cola. Cerre mis ojos preparándome y recordé mi deseo de ahorrarle tantos
castigos.
PAF!!!
-
OWWWWWWWWWWWWW!!!!!!- Proteste gritando, menee
mi cola, y me pare en una pierna y la
otra, apreté con fuerza mis rodillas y continue gimiendo y quejándome. El azote
fue muy fuerte y dolio de forma horrible. Pero intente cumplir la orden de no
pararme, ni sobarme. – Ayy…ayaya… ayyy 1 madam… ayyyyyy owww…- Proteste. Ella
me sobo un poco y dijo: Estas muy adolorida ¿no?
-
Si madam…
-
Ya veo. Bueno, hoy procura obedecer, y veras
como el numero de azotes bajara rápidamente, y tu colita no dolerá tanto.
-
Si…- Dije, sonrojándome. “Como puede ser que me
guste aceptar algo asi” me regañe a mi misma. PAFF!!- Sono nuevamente. Me queje
como la anterior vez, pero dije correctamente el numero. Por suerte, esta vez
el azote no fue tan fuerte. Los siguientes 3 fueron con la misma intensidad,
pero el ultimo fue tan fuerte como el primero, y me hizo llorar, y gritar.
-
6 madaam, aaayyyy ayyy- Dije. Continue gimiendo
y meneándome en mi posición. Ella volvió a su silla, y me dejo parada asi.
Hasta que finalmente escuche la orden.
-
Alice, puedes retirarte, y estate pendiente de
tu localizador.
-
Si madam.- Dije, y me retire con una reverencia.
Camine muy adolorida hacia donde estaban mis herramientas, sobándome con ambas
manos. Pero al pasar por una ventana y verme en un reflejo, recordé mi orden de
verme impecable, y acomode mi cofia, mis calcetas, y mi delantal, intentando
lucir bien para la próxima vez que mi ama me vea. Fui rápidamente al baño para
limpiar mis lagrimas del ultimo azote, y me dispuse esforzarme. El localizador
sono nuevamente, y fui en un santiamén presentándome con una rverencia. Ella
sonrio sastisfecha, y me dijo que solo espere ordenes. Me probo un par de veces
mas a la mañana, y esta vez me esforze en cumplir mis tareas con rapidez. Era
muy agotador, y tanto mis musculos como mi cola estaban muy adoloridas. Pero
logre hacerlo sin recibir un solo azote, hasta incluso luego de servirle su
desayuno. Ella me felicito muchas veces, demostrándome que además de estricta
podía ser cariñosa. Hacia el mediodía, mis musculos y mi cola pudieron tomar un
descanso, y pude realizar con serenidad mis tareas.
Una de ellas era lavar los ventanales. Mientras lo hacia, vi mi reflejo
en uno, viendo a “Maid Alice” (a quien denominaba mi alter ego servicial y
dócil) limpiar concentrada una ventana. “Si mis familiares y amigos me vieran
asi…” pensé, intentando observar de reojo. Sabia que era descuidada, y me
preocupaba que el portero, o el conductor alcanzaran a ver mis calzones. Aunque
usara bloomers, me daba miedo que la irritación de mis pompis se notara.
Empezaba a sentirme convencida de que seria la Maid de mi ama mignonnete por
mucho tiempo. Empezaba a desear que asi sea, y en mi mente ya dejaba de ser una
fantasia de una o dos semanas que vivía a escondidas a mi realidad próxima.
Sabia que tenia mucho por aprender y deseaba aprenderlo. Y aunque los
conflictos aun estuvieran en mi, no eran tan fuertes como para cambiar esa
decisión. Sin embargo, pronto iba a llegar el momento en el que la Alicia del
barrio, hermana mayor de 4 hermanos, que siempre viste de negro y tiene puros
amigos hombre y Maid Alice, la dulce y servicial sirvienta de madam mignonette
se fusionen. “ Mi hermano ya me vio con mi vestido…” pensé. Aunque ya sepan que
trabajo para ella, no saben de que forma lo hago. Sacudi mi cabeza y pensé “No
seas tonta. No existe ninguna necesidad de que lo sepan. Y aunque te halla
visto tu uniforme ¿y que? Como si fueras la única sirvienta con uniforme. No
tiene por que saber como es tu relación con madam mignonnete.” Proteste. “ Y si
sale con algo mas loco… Alicia, ella es obviamente sadica. Y si quiere meterte
algo. O no se…” me regañe a mi misma. Suspire cabisbaja, vi una luz en mi
localizador. “Mierda, no me di cuenta!!” pensé. La vi, “Café, hace como.. 10
minutos… Mierda…” pensé y apoye la mano en mi cola. “Mejor me apuro…” dije, y
deje mis cosas, apurándome rápidamente en hacerlo, sintiéndome nerviosa, y
excitada. Se lo lleve en una bandeja y entre disculpándome: Perdon madam… no
llegue a verlo.
-
Deja el café ahí alice.
-
Si madam…- dije nerviosa, y lo deje donde me
señalo. Tome mi vestido, y apreté mi delantal intentando tranquilizarme. La
mire, y me fruncio el seño dándome a entender algo. “Que…humillante.” Pensé. Y
me voltee, inclinándome y exhibiendo mi cola.
12 dolorosos azotes después…
-
OWWWWWWWWWWWWWW… owww… owww….owww…- dije
respirando agitada.
-
Alice, continua la cuenta. Rapido. O volveremos
a repetirlo.
-
8… owww.. Madam…- Dije adolorida y agitada.
-
Muy bien…- dijo ella. – Ya puedes continuar con
tu tarea.-
-
Si madam. – Dije, y con una reverencia, me
despedi. Nuevamente tuve que ir al baño, arreglarme, y volvi a los ventanales,
y a verme en el reflejo. “No puedo seguir distrayéndome asi, o terminare con mi
cola hinchada de vuelta…” pensé. Recorde su sonrisa sadica y mi desesperación,
cuando al cuarto azote, me hizo repetirlos por tardarme mucho en decir el
numero. Me demostraba nuevamente que no titubeaba a la hora de cumplir mi
castigo. Lo único que salvaba mi cola de mas azotes era mi buen comportamiento.
“Basta de sobarte Alice. A trabajar!” me regañaba a mi misma. “seguramente me
ponga a prueba de vuelta, asi que mejor me concentro y espero a que me de mas
tareas.” Efectivamente eso paso, pero como ya estaba preparada, pude cumplir
todo rápidamente, otra vez sobreviviendo hasta después del horario de servirle
su comida. Sentada en la silla, frente a mi plato, vi la sombra de mi cofia en
la mesa y pensé: “A pesar de la humillación… estar asi no es tan malo… “ pensé.
“Si cumplo todo al pie de la letra, es nuevamente dulce conmigo y me hace
sentir muy bien. Ni siquiera cuando me castiga siento que me trata mal… ¿Sera
muy estúpido creer que esto es por mi bien?” pensé. Luego de limpiar de vuelta
mis cosas, me puse a barrer y a pasar el plumero. “Se que la serviré por mucho
tiempo pero no conozco nada de ella. Aunque ella me conozca desde que era una
niña. “
Sintiendo curiosidad, aproveche mi limpieza para… espiar un poco sus
cosas. “Fotos de ella… y de un señor en blanco y negro. Era linda de joven”…
Mire para ambos lados, y abri el cajón. “Alicia, si te descubren va a pensar
que estas queriendo robar”. Pero no me descubrieron, y los cajones no tenían
nada. “Mejor ya dejo de hacer eso “ pensé.
Tome un banco, que siempre uso para poder subirme con zapatos a el, y
alcanzar lugares altos, y limpie la estantería mas alta. Ahí vi otra foto, esta
familiar. Parecia ser mas reciente por la calidad de la imagen. Pero solamente
debido a ello, ya que la ropa que usaban era un poco anticuada. Ahí se veía a
la señora mignonnete, junto a una pareja, de prácticamente su misma edad. Estos
parecían pertenecer también a la clase social de mi ama, y junto a ellos, dos
niñas idénticas como gotas de agua. Llevaban un vestido de marinera blanco, con
gorrita y todo, que parecía salir de una foto antigua. Y una de ellas, parecía
estar bastante molesta con su vestimenta, a tal punto que en la foto sale con
una sonrisa muy falsa. La otra, tiene mas bien una sonrisa timida. “Quienes
serán estas niñas?” Pense. Recorde el pijama de su sobrina y pensé. “Sera de
ella… que vergüenza haber usado el camisón de una de ellas. Tengo que lavárselo
urgentemente.” Continue pensando. Y revisando entre mas fotos, vi una foto de
un joven, en traje. Este tenia una barba desarreglada, y se veian muy formales
ambos en la foto que ya parecía de documento. “Este chico quien es? Es… lindo.
Sera el hijo de mi ama?.... Si mi ama tiene un hijo…” Pense, y me sonroje
imaginando que debería servirlo. “Ay…
eso no… Eso es…” dije, y me tome la cara, sintiendo mis cachetes rojos. Baje mi
cabeza por la vergüenza, y vi una luz en mi delantal. “Ay…. No….” Pensé. Vi la
señal, “30 minutooooS!!!” Exclame sin querer en voz alta. Puse ambas manos en
mi cola. “Esta vez va a ser fuertísima… seguro termino igual que ayer. Y tanto
que me esforze… Pero… tengo que subirle el volumen a este tonto localizador. NI
LO ESCUCHO!!” dije preocupada. Me daba miedo ir a la oficina, pero no tenia
otra opción. “Mejor no estirarlo mas…” pensé sintiendo mi corazón latir. Camine
nerviosa y rápidamente hasta su oficina. Y entre cabisbaja.
-
Madam…- dije con una reverencia, y adopte mi
posición.
Ella me vio, pero me ignoro, y continuo con sus cosas. “Odio que me haga
esto…” Pense preocupada. – Madam… perdón, no lo escuche… Por favor, lo siento…-
Dije asustada del castigo.
-
Alice, al rincón. Manos en tu cabeza.- ordeno.
-
Si madam…- respondi. Fui y permaneci en esa
posición, en el rincón que mi ama destino para mis castigos. “Mierda, mierda,
mierda… tengo que prestarle mas atención a esa cosa. “ Proteste para mis
adentros. “Estupido localizador de mierda… Creo que estoy en problemas. Ojala
solo sea rincón. “ pensé asustada. El tiempo empezó a pasar, y el castigo se
volvió el menor de mis problemas. Mis brazos dolían, y mi espalda también. Y
cada vez que me movia, escuchaba un regaño.
-
Alice. Tu posición.
-
Es que madam… No se cuanto tiempo llevo asi… y
estoy muy cansada. Perdoneme… no me di cuenta.
-
Asi te daras cuenta, ya veras. – Dijo ella. –
Agradece que decidi, que tu cola ya ha tenido suficiente. Pero hasta que vallas
tus ordenes las recibiras en el rincón. Y quiero posición perfecta.-
-
Si madam…- Respondi agotada. “Bueno… al menos me
salve de mas azotes..” suspire. Un poco mas aliviada, y resignándome a que ese
seria mi único castigo, continue pensando. “Asi que madam mignonette tiene un
hijo… Si esas eran sus sobrinas, supongo que la pareja de la foto. Uno de ellos
debe ser su hermano, o su hermana. La vez que invito a esa señora amiga de
ella, me sentí muy incomoda. Y si decide castigarme frente a ellos? “ me
pregunte. Me daba morbo la idea, y empeze a fantasear con ella, sintiéndome
humedecer. “ ¡Alicia!! En serio. No puede castigarte frente a otros. Bueno. Si
puede. ¡¡Pero no quiero que piensen que somos el juguete sexual de una vieja
solterona!! “ …. “Vieja solterona que por cierto…” pensé, y voltee a verla con
un puchero, manos aun en mi cabeza.
-
Mirando al rincón Alice.
-
Si madam…- suspire, volviendo a ver al rincón.
“Odio tanto esto…” Proteste.
Pd: Cortesia de mi querida Konata :D
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