martes, 15 de marzo de 2016

Maid alice 4


Me desperté mágicamente en la cama. Desperazandome, bosteze y sobe mis ojos y mi cabeza. Mire a mi alrededor recordando que estaba en la casa de Antonella. Y mi cola, comenzó a punzar nuevamente. Ademas, sentía mis musculos adoloridos de tanto trabajo. Pero recordé con dulzura, lo lindo que la pasamos anoche. Y luego recordé que estaba usando un pijama rosa. Muchas cosas, muy intensas para un solo dia.
Me observe en el espejo y pensé “Y yo me quejaba de que mi uniforme era ridículo…”. Voltee y revise mi pobre cola que aun se veía roja, pero al menos ya no tan marcada como antes. Sentia escozor cuando esta rozaba con algo, un dolor parecido al que sentía cuando tenia un moretón, como si mi piel intentara recuperarse de la irritación. La sobe un poco y me vi de reojo en el espejo mientras lo hacia, sintiéndome muy tonta. “creo… que prefiero … ponerme mi uniforme…”pensé. Pero recordé lo dulce que fue antonella conmigo la noche anterior. Apezar de que me dejo la cola como un tomate luego de tantos azotes, no me sentía enojada. Me sentía contenta y feliz. Sentia como si perteneciera a ella. Mi lado orgulloso se burlaba de mi y de su pensamiento, pero sentía una calidez tremenda frente a ella. Ni mencionar, el morbo y la excitación de estar bajo su sometimiento. “Si vamos a desayunar asi? Aun es temprano, ya puedo ir a trabajar luego”. Pense intentando convencerme. Me mire de vuelta en el espejo, viendo mis calzones de gatitos mostrarse con cada movimiento brusco mio, debido al dinminuto camisón infantil. Tarde unos minutos en decidirme, hasta que sacudi mi cabeza, y muy avergonzada termine haciéndolo. Mientras caminaba intentaba taparme, pero recordaba con ternura la forma en como reacciono al verme y la vergüenza desaparecio rápidamente. Pense que seguro le gustaba mucho verme asi, y sentí la necesidad de sastisfacerla, a tal punto de que mi. Sin embargo, la mansión estaba prácticamente vacia, y las luces apagadas. Como era muy temprano, aun no terminaba de amancer y había un silencio extraño. Revise la cocina y me hice un café con leche, y unas tostaditas, sentándome en uno de los almohadoncitos. “Oww… ser nalgueada de vuelta con mi cola asi debe doler horrible..” pensé. Senti mucho mas morbo que preocupación o miedo, y una calidez adentro me hizo pensar “Hoy me esforzare en servir a mi ama asi no debe castigarme”. Senti una intensa excitación, al admitir en mi interior, mi deseo de sastisfacerla, tanto con mi trabajo como mi apariencia y de repente las preguntas surgieron. “Seres lesbiana?” . Siempre admiti ser masoquista. Y no genero tanto problemas en mi. Ser “sumisa” era algo distinto, y aunque preferiría ser una sumisa con mas glamour no me importaría. Nunca… había sentido esta necesidad de servir, complacer, obedecer. Era muy extraña, y se contraponía con mi deseo de rebelarme y ser castigada. Y estando con mi ama, sentía una alegría especial. Cada vez era mas intensa pero… “Ya debio haber visto mis bloomers manchados con mi flujo. Y ella disfruta mucho verme y tenerme asi. Me doy cuenta. Pero… somos lesbianas? Imaginarme teniendo sexo con ella… Se me haría extraño. Y si un dia me sale con alguna idea loca?” Pense. Y luego continue ” Esta bien hacer esto que hago? Soy prácticamente su esclava! O una puta. O una puta esclava. Y si se aprovecha de eso y abusa de mi?” Empecea buscarla alrededor. Queria que me viera, diga “Que tierna te ves” , y olvidarme de todas esas preguntas estúpidas. Queria sentirme tonta, sonrojarme y protestar, y que me regañe por hacerlo. Termine de desayunar y notando que aun no aparecia, lave lo que use, y me dispuse a buscarla. “Debe estar en su oficina…” pensé. Y efectivamente allí estaba.
-          Alice!-
-          Buenos días Madam.- Dije con una gran sonrisa.
-          Que haces aun en pijama? En poco tiempo empieza tu horario, y si no quieres pasarte toda la mañana escribiendo líneas te recomiendo apurarte.
-          S-Si madam!-  Exclame y me marche rápidamente. “Tan rápido se habrá hecho tarde?”.  Pense estristecida por el regaño. “desde cuando me pongo tan triste por una tontería asi” proteste. En unos minutos ya estaba lista y con mi uniforme impecable. Me cerciore varias veces frente al espejo de que todo estuviera en su lugar, y prepare mi localizador en mi delantal por si recibia alguna orden. Revise en el la hora, y sobe mi cola en anticipación. Apretando los dientes pensé “5 minutos tarde… Al menos me va a ayudar a despertarme”. Viendome frente al espejo, vi de vuelta a “Maid Alice” tan sonriente y servicial, aunque preocupada, como suelo verla siempre que esta en esa mansión. Y me apresure a llegar a su oficina.
-          Alice, posición de castigo.
-          S-Si madam…- Dije, y me incline, mostrándole mi cola, y agarrando mis rodillas.
-          Fueron 6 minutos tardes. Debes aprender a reconocer tu castigo. Espero que la próxima vez que te llame, al entrar, adoptes rápidamente tu posición si es necesaria, sin necesidad de que yo te lo ordene.
-          Si madam…- Respondi resignada. Me hizo permanecer asi un minuto, hasta que bajo mis bloomers. Voltee a verla nerviosa y dijo: Si, tal como dijo en la pagina. Esas marcas feas ya no están.
Volvio a subir mis bloomers, y sentí sus manos dar pequeñas palmadas en mi cola. Cerre mis ojos preparándome y recordé mi deseo de ahorrarle tantos castigos.
PAF!!!
-          OWWWWWWWWWWWWW!!!!!!- Proteste gritando, menee mi cola, y  me pare en una pierna y la otra, apreté con fuerza mis rodillas y continue gimiendo y quejándome. El azote fue muy fuerte y dolio de forma horrible. Pero intente cumplir la orden de no pararme, ni sobarme. – Ayy…ayaya… ayyy 1 madam… ayyyyyy owww…- Proteste. Ella me sobo un poco y dijo: Estas muy adolorida ¿no?
-          Si madam…
-          Ya veo. Bueno, hoy procura obedecer, y veras como el numero de azotes bajara rápidamente, y tu colita no dolerá tanto.
-          Si…- Dije, sonrojándome. “Como puede ser que me guste aceptar algo asi” me regañe a mi misma. PAFF!!- Sono nuevamente. Me queje como la anterior vez, pero dije correctamente el numero. Por suerte, esta vez el azote no fue tan fuerte. Los siguientes 3 fueron con la misma intensidad, pero el ultimo fue tan fuerte como el primero, y me hizo llorar, y gritar.
-          6 madaam, aaayyyy ayyy- Dije. Continue gimiendo y meneándome en mi posición. Ella volvió a su silla, y me dejo parada asi. Hasta que finalmente escuche la orden.
-          Alice, puedes retirarte, y estate pendiente de tu localizador.
-          Si madam.- Dije, y me retire con una reverencia. Camine muy adolorida hacia donde estaban mis herramientas, sobándome con ambas manos. Pero al pasar por una ventana y verme en un reflejo, recordé mi orden de verme impecable, y acomode mi cofia, mis calcetas, y mi delantal, intentando lucir bien para la próxima vez que mi ama me vea. Fui rápidamente al baño para limpiar mis lagrimas del ultimo azote, y me dispuse esforzarme. El localizador sono nuevamente, y fui en un santiamén presentándome con una rverencia. Ella sonrio sastisfecha, y me dijo que solo espere ordenes. Me probo un par de veces mas a la mañana, y esta vez me esforze en cumplir mis tareas con rapidez. Era muy agotador, y tanto mis musculos como mi cola estaban muy adoloridas. Pero logre hacerlo sin recibir un solo azote, hasta incluso luego de servirle su desayuno. Ella me felicito muchas veces, demostrándome que además de estricta podía ser cariñosa. Hacia el mediodía, mis musculos y mi cola pudieron tomar un descanso, y pude realizar con serenidad mis tareas.
Una de ellas era lavar los ventanales. Mientras lo hacia, vi mi reflejo en uno, viendo a “Maid Alice” (a quien denominaba mi alter ego servicial y dócil) limpiar concentrada una ventana. “Si mis familiares y amigos me vieran asi…” pensé, intentando observar de reojo. Sabia que era descuidada, y me preocupaba que el portero, o el conductor alcanzaran a ver mis calzones. Aunque usara bloomers, me daba miedo que la irritación de mis pompis se notara. Empezaba a sentirme convencida de que seria la Maid de mi ama mignonnete por mucho tiempo. Empezaba a desear que asi sea, y en mi mente ya dejaba de ser una fantasia de una o dos semanas que vivía a escondidas a mi realidad próxima. Sabia que tenia mucho por aprender y deseaba aprenderlo. Y aunque los conflictos aun estuvieran en mi, no eran tan fuertes como para cambiar esa decisión. Sin embargo, pronto iba a llegar el momento en el que la Alicia del barrio, hermana mayor de 4 hermanos, que siempre viste de negro y tiene puros amigos hombre y Maid Alice, la dulce y servicial sirvienta de madam mignonette se fusionen. “ Mi hermano ya me vio con mi vestido…” pensé. Aunque ya sepan que trabajo para ella, no saben de que forma lo hago. Sacudi mi cabeza y pensé “No seas tonta. No existe ninguna necesidad de que lo sepan. Y aunque te halla visto tu uniforme ¿y que? Como si fueras la única sirvienta con uniforme. No tiene por que saber como es tu relación con madam mignonnete.” Proteste. “ Y si sale con algo mas loco… Alicia, ella es obviamente sadica. Y si quiere meterte algo. O no se…” me regañe a mi misma. Suspire cabisbaja, vi una luz en mi localizador. “Mierda, no me di cuenta!!” pensé. La vi, “Café, hace como.. 10 minutos… Mierda…” pensé y apoye la mano en mi cola. “Mejor me apuro…” dije, y deje mis cosas, apurándome rápidamente en hacerlo, sintiéndome nerviosa, y excitada. Se lo lleve en una bandeja y entre disculpándome: Perdon madam… no llegue a verlo.
-          Deja el café ahí alice.
-          Si madam…- dije nerviosa, y lo deje donde me señalo. Tome mi vestido, y apreté mi delantal intentando tranquilizarme. La mire, y me fruncio el seño dándome a entender algo. “Que…humillante.” Pensé. Y me voltee, inclinándome y exhibiendo mi cola.

12 dolorosos azotes después…

-          OWWWWWWWWWWWWWW… owww… owww….owww…- dije respirando agitada.
-          Alice, continua la cuenta. Rapido. O volveremos a repetirlo.
-          8… owww.. Madam…- Dije adolorida y agitada.
-          Muy bien…- dijo ella. – Ya puedes continuar con tu tarea.-
-          Si madam. – Dije, y con una reverencia, me despedi. Nuevamente tuve que ir al baño, arreglarme, y volvi a los ventanales, y a verme en el reflejo. “No puedo seguir distrayéndome asi, o terminare con mi cola hinchada de vuelta…” pensé. Recorde su sonrisa sadica y mi desesperación, cuando al cuarto azote, me hizo repetirlos por tardarme mucho en decir el numero. Me demostraba nuevamente que no titubeaba a la hora de cumplir mi castigo. Lo único que salvaba mi cola de mas azotes era mi buen comportamiento. “Basta de sobarte Alice. A trabajar!” me regañaba a mi misma. “seguramente me ponga a prueba de vuelta, asi que mejor me concentro y espero a que me de mas tareas.” Efectivamente eso paso, pero como ya estaba preparada, pude cumplir todo rápidamente, otra vez sobreviviendo hasta después del horario de servirle su comida. Sentada en la silla, frente a mi plato, vi la sombra de mi cofia en la mesa y pensé: “A pesar de la humillación… estar asi no es tan malo… “ pensé. “Si cumplo todo al pie de la letra, es nuevamente dulce conmigo y me hace sentir muy bien. Ni siquiera cuando me castiga siento que me trata mal… ¿Sera muy estúpido creer que esto es por mi bien?” pensé. Luego de limpiar de vuelta mis cosas, me puse a barrer y a pasar el plumero. “Se que la serviré por mucho tiempo pero no conozco nada de ella. Aunque ella me conozca desde que era una niña. “
Sintiendo curiosidad, aproveche mi limpieza para… espiar un poco sus cosas. “Fotos de ella… y de un señor en blanco y negro. Era linda de joven”… Mire para ambos lados, y abri el cajón. “Alicia, si te descubren va a pensar que estas queriendo robar”. Pero no me descubrieron, y los cajones no tenían nada. “Mejor ya dejo de hacer eso “ pensé.
Tome un banco, que siempre uso para poder subirme con zapatos a el, y alcanzar lugares altos, y limpie la estantería mas alta. Ahí vi otra foto, esta familiar. Parecia ser mas reciente por la calidad de la imagen. Pero solamente debido a ello, ya que la ropa que usaban era un poco anticuada. Ahí se veía a la señora mignonnete, junto a una pareja, de prácticamente su misma edad. Estos parecían pertenecer también a la clase social de mi ama, y junto a ellos, dos niñas idénticas como gotas de agua. Llevaban un vestido de marinera blanco, con gorrita y todo, que parecía salir de una foto antigua. Y una de ellas, parecía estar bastante molesta con su vestimenta, a tal punto que en la foto sale con una sonrisa muy falsa. La otra, tiene mas bien una sonrisa timida. “Quienes serán estas niñas?” Pense. Recorde el pijama de su sobrina y pensé. “Sera de ella… que vergüenza haber usado el camisón de una de ellas. Tengo que lavárselo urgentemente.” Continue pensando. Y revisando entre mas fotos, vi una foto de un joven, en traje. Este tenia una barba desarreglada, y se veian muy formales ambos en la foto que ya parecía de documento. “Este chico quien es? Es… lindo. Sera el hijo de mi ama?.... Si mi ama tiene un hijo…” Pense, y me sonroje imaginando  que debería servirlo. “Ay… eso no… Eso es…” dije, y me tome la cara, sintiendo mis cachetes rojos. Baje mi cabeza por la vergüenza, y vi una luz en mi delantal. “Ay…. No….” Pensé. Vi la señal, “30 minutooooS!!!” Exclame sin querer en voz alta. Puse ambas manos en mi cola. “Esta vez va a ser fuertísima… seguro termino igual que ayer. Y tanto que me esforze… Pero… tengo que subirle el volumen a este tonto localizador. NI LO ESCUCHO!!” dije preocupada. Me daba miedo ir a la oficina, pero no tenia otra opción. “Mejor no estirarlo mas…” pensé sintiendo mi corazón latir. Camine nerviosa y rápidamente hasta su oficina. Y entre cabisbaja.
-          Madam…- dije con una reverencia, y adopte mi posición.
Ella me vio, pero me ignoro, y continuo con sus cosas. “Odio que me haga esto…” Pense preocupada. – Madam… perdón, no lo escuche… Por favor, lo siento…- Dije asustada del castigo.
-          Alice, al rincón. Manos en tu cabeza.- ordeno.
-          Si madam…- respondi. Fui y permaneci en esa posición, en el rincón que mi ama destino para mis castigos. “Mierda, mierda, mierda… tengo que prestarle mas atención a esa cosa. “ Proteste para mis adentros. “Estupido localizador de mierda… Creo que estoy en problemas. Ojala solo sea rincón. “ pensé asustada. El tiempo empezó a pasar, y el castigo se volvió el menor de mis problemas. Mis brazos dolían, y mi espalda también. Y cada vez que me movia, escuchaba un regaño.
-          Alice. Tu posición.
-          Es que madam… No se cuanto tiempo llevo asi… y estoy muy cansada. Perdoneme… no me di cuenta.
-          Asi te daras cuenta, ya veras. – Dijo ella. – Agradece que decidi, que tu cola ya ha tenido suficiente. Pero hasta que vallas tus ordenes las recibiras en el rincón. Y quiero posición perfecta.-
-          Si madam…- Respondi agotada. “Bueno… al menos me salve de mas azotes..” suspire. Un poco mas aliviada, y resignándome a que ese seria mi único castigo, continue pensando. “Asi que madam mignonette tiene un hijo… Si esas eran sus sobrinas, supongo que la pareja de la foto. Uno de ellos debe ser su hermano, o su hermana. La vez que invito a esa señora amiga de ella, me sentí muy incomoda. Y si decide castigarme frente a ellos? “ me pregunte. Me daba morbo la idea, y empeze a fantasear con ella, sintiéndome humedecer. “ ¡Alicia!! En serio. No puede castigarte frente a otros. Bueno. Si puede. ¡¡Pero no quiero que piensen que somos el juguete sexual de una vieja solterona!! “ …. “Vieja solterona que por cierto…” pensé, y voltee a verla con un puchero, manos aun en mi cabeza.
-          Mirando al rincón Alice.

-          Si madam…- suspire, volviendo a ver al rincón. “Odio tanto esto…” Proteste.








Pd: Cortesia de mi querida Konata :D

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