viernes, 18 de diciembre de 2015

Maid Alice

Seguramente muchos han de estar puteandome. No termino una historia que ya empiezo con otra. Pero bueno, la inspiracion es asi, muuuuuy caprichosa. Para muchos mis historias de maids no tienen demasiado interes por que se le hacen muy bdsm. Lo cual es entendible. Pero bueno, esta se me hizo divertida. Espero les guste.

Maid Alice.

-          Pero por que!?
-          Por que le rompiste una ventana. Ahora vas a su casa y le ayudas en todo.


Creo que todo comenzó cuando tenia 8 años. Mi familia cuenta con mis padres, y mis 3 hermanos. Ese dia, yo estaba jugando por la calle hasta que rompi la ventana de una casa sin querer. Parece que la casa, pertenecia a Antonella, una poderosa terrateniente segun mis padre. Mis padres le pidieron disculpas como 30 veces, y en castigo, tuve que ir a su casa, y hacer varios quehaceres.
Desde entonces hubiera crecido como una niña normal, si no fuera por un pequeño problemita. Me quede estancada en un metro 42. Nunca entendí por que, pero asi fue. Y no conforme con eso, no importa lo que coma nunca engordo. Incluso, me veo demasiado flaca… Siendo la mayor de 3 hermanos, ellos siempre fueron muchísimo mas altos que yo. Adonde voy debo llevar una identificación, y lo peor, conseguir ropa de mi talla es muy difícil por lo que a veces estoy obligada a usar ropa de niña. Igual nunca permiti que eso me detenga. Siempre fui muy energética y di el 150% para poder lograr lo que quería. Solo que… a veces me gustaría ser normal. Persona que me ve, persona que me trata como a una niña. Y por eso, procuro siempre verme lo menos infantil posible…. Pelo muy corto, pantalones negros, chamarras negras, playeras negras. Odio ser tratada como niña!!  Y por supuesto cargo con identificación a todos lados.
Pero volviendo al tema principal, al ser una familia tan grande, difícilmente tenia dinero para mi. Busque en todos los locales conocidos, pero parece que iba a tener que conformarme con un regalo una vez al año. Por suerte, Antonella y mi mama habían quedado en confianza después de lo sucedido. Y Antonella necesitaba alguien que limpie su casa, debido a que despidió a su sirvienta. Prometio pagarme muy bien, asi que acepte la propuesta.
Por suerte, no estaba tan lejos, solo 20 o 30 minutos en bicicleta. La zona donde vivía, era muchisimo mas lujosa y elegante que donde yo lo hacia. Y la mansión, era pequeña en comparación a las que estaban ahí. Pero aun asi, me propuse, hacer mi trabajo a la perfeccion.
-          Ali?-
-          Si? Ya casi termino.-
-          Nada, quería felicitarte.-
-          A mi?- Dije y me limpie el sudor.
-          Si, lo hiciste genial. Siempre limpias tu casa?-
-          A veces… Es que soy la mayor.-
-          Cuantos años tenes ya?-
Un poco molesta por la pregunta dije: 16, POR?
-          Ah…- Respondio ella. – Bueno, aquí esta el sobre con tu paga por haberme ayudado.- Comento.
Lo tome, lo agradeci, y me fui. Cuando abri el sobre me sorprendi por la cantidad enorme que era para haber trabajado solo 5 horas.Feliz, me compre un celular nuevo. Desde entonces, siempre que me permitían ir a limpiar, iba encantada. Salia del colegio, y me iba hasta alla en bicicleta, o de mi casa.
Por esa época, también, comenze a fascinarme por el spank. No me acuerdo bien cuando lo descubri, pero al hacerlo, vi infinidad de videos, y me imaginaba siendo la chica del video. Cureosee en mucho mas cosas, pero lo que me volvia loca, era todo lo relacionado con disciplina. Me sentía en exceso confusa, ya que yo odiaba ser mandoneada, y vivía peleando con mis hermanos con tal de que no me consideren débil. Aparte algunos castigos se veian tan ridículos. Pero como si fuera una adicción oculta. Veia mi celular a escondidas, y no permitia que lo toque nadie. El se habia convertido en mi tesoro, y guardaba con infitina paciencia cada video, archivo y relato de spank que veia. Pasaron los años hasta que algo inesperado sucedió.
Hace poco tiempo me había despedido de mi uniforme escolar. Pero sin embargo estaba en una situación complicada. No tenia dinero para ir a estudiar, y estaba buscando desesperadamente un trabajo. Trabajar con antonella sucedia muy de vez en cuando y no alcanzaba a cubrir mis gastos.  Buscar trabajo se me hacia tedioso y horrible. No sabia que quería hacer con mi vida, nada me interesaba. Comenzaba a deprimirme mas y mas frente a la situación.
Un dia, me llamo antonella para que limpie su casa. Contenta accedi, pero como siempre, lleve mi celular. El spank se había vuelto una adicción tan grande que lo hacia a escondidas en cualquier parte ya. Pero como limpiar y usar un celular no combinan, a veces debía dejarlo en una mesa o sofá mientras limpiaba. Ella cuando me vio, meentrego el dinero. Era un poco mas que antes y me quede fascinada pensando en lo que haría con el. Volvi feliz en bicicleta, y me puse a distribuir el dinero. Antonella me llamaba cada 3 meses, asi que lo venia necesitando. Pero cuando busque el celular, me di cuenta que me lo había olvidado en su casa! Aterrada la llame por teléfono.
-          Si, tu celular esta aca.
-          Que bien!!! – dije. – Mañana paso a buscarlo.- Aclare.
-          Si, pero ven temprano. Debo hablar contigo.
-          Conmigo…?
-          Si, contigo.
Hablar… conmigo…? – Pense confundida. Habra visto … - Pense, intentando recordar si lo bloquee o no. “Seguro vio todo y va a hacerme un sermón o algo” pensé afligidisima. Senti infinita culpa, y pensé hasta en borrar todas mis fotos, archivos e historias que baje.
Al otro dia llegue, y me espero, con una merienda que ella misma preparo.
Me entrego el celular apenas llegue y me invito a sentarme.
-          Mira Alice. Lo que quería hablar contigo era hacerte una propuesta. Hasta ahora, todas las sirvientas que me han mandado son pésimas.No importa que las contrate de empresas. Tu en cambio, eres muy energica, trabajas muy bien, y me generas muchísima confianza. Entenderas, que yo necesito una persona de confianza a cargo de mi casa y que me asista.
-          No entiendo, quiere…?-
-          Lo que estoy proponiéndote es que seas, como decimos nosotros, mi Maid. Te encargarías de limpiar mi casa.-
-          Una sirvienta? Ya limpio su casa.-
-          No interrumpas cuando hablo.- Ordeno.
-          Lo siento…- Respondi.
-          Ademas de hacer los que haceres de la casa, me haras de comer, desayunar y merendar. Entenderas que siempre estoy muy ocupada. Iras a comprar al supermercado lo que la casa necesite, me atenderas, atenderas los llamados a la casa y me informaras de ellos. Te encargare varios trabajos también y te encargaras de atender a las visitas. Entiende, yo soy una persona importante, y no puedo darle este trabajo a cualquiera.
Me sentí muy intimidada y dije: Pero… yo solo se limpiar…
-          Vas a aprender, no te preocupes. ¿Lo que mas necesito es una persona honesta y de confianza entiendes?-
-          Si… claro.- Dije. – Supongo que si.-
-          Bueno, te aclaro que esto no será algo casual. Te contratare, y estaras en blanco, con todos tus papeles al dia.-
Eso ultimo me sorprendio mucho.
-          Percibiras los mismos beneficios sociales que cualquier sirvienta de aquí. Mas bien, estaras por encima de cualquier sirvienta que halla pisado este lugar, ya que seras mi maid.-
Y eso comenzó a sonarme muy raro.
-          Ummm… esta bien.- Dije. Ella se paro, y me trajo un contrato. La observe extrañada.
-          Entenderas que esto es serio. – Dijo ella mostrándomelo. El contrato era realmente grande, y al verla, la note un poco desvelada. Me sorprendi ante eso nuevamente, e intente leerlo. Habia varios ítems que describían lo que ella decía. Habia otros extraños…
-           Debo llamarla, Madam, señora o … Ama? Que es esa locura?-
-          Continua leyendo.- Ordeno.
Continue haciéndolo y vi un párrafo extenso acerca de la disciplina.
-          Que es eso de la disciplina? –
-          Como tu misma dijiste, tienes mucho que aprender. Y si vas a ser mi mano derecha, no pretendo mas que perfeccion en tu trabajo.
-          Esto…- Dije, pero intente continuar leyendo. Se exige uso de uniforme… Pulcritud… obediencia…. Nada de esto me gustaba para nada. Nada hasta que vi el sueldo.
10mil pesos mensuales!!! – Exclame sorprendida. Senti mi corazón a punto de detenerse.
En verdad no tenes en cuenta los feriados, vacaciones, aguinaldos, seguro social, seguro medico, horas extras… Serian como 5 mil pesos mas todo eso.- Aclaro con serenidad.
Esto… es broma?- Pregunte. La observe y me sentí rara, muy rara.
En caso de que aceptes, comenzaras el lunes. Deberas llegar 7:30 para estar lista a las 8. Y te retirarías a las 6.- comento. – Salvo que te pida quedarte hasta mas tarde. No te preocupes, a mi no me molestaría en lo absoluto llevarte a tu casa en mi auto en caso de que te quedes hasta muy tarde.
Sepan entender que para mi era muchísimo dinero. Mi cerebro se decidia entre que hacer o que no.
-          Si optas por firmar el contrato, comenzare a pedirte todos tus papeles.
-          Pero… pero… que debere hacer?
-          Lo que leíste.
-          Que es eso de la disciplina.
-          Sencillamente te educare.- Explico.
-          E-Educarme?- respondi, sonrojándome al instante. No podía imaginar un contexto mas spanko en esa palabra.
-          Bueno, en todas las tareas. Y obviamente en tu disciplina personal.-
-          Emmm…- Dije, sintiéndome muy confundida. La palabra “ama”, “disciplina” y todo el resto, eran datos obvios de que era una locura. Pero los 10mil pesos…. No iba a ver tanto dinero en mucho tiempo. 10 mil por mes???
-          Tengo que pensarlo…- Dije. – Puedo tomarme un tiempo?
-          Empezaras a trabajar un lunes, tienes esta semana. Obviamente no puedo pasar mucho tiempo sin sirvientas. Asi que capaz la oportunidad se postergue.- Explico.
-          Esta bien..- Dije.
Ella se alejo, y yo me quede sola con mi te. Volvio con un centímetro y me dijo: Bueno… asumi que no existirían uniformes de tu talla asi que…- explico mostrándomelo. Me enfade ante el comentario. – En serio tengo que usar un uniforme? No puedo trabajar asi?
-          Es un trabajo en serio. No es broma esto. Ahora por favor déjame tomar tus medidas.-
Hubo complicaciones al hacerlo entre mi ropa, pero con el tiempo, tomo todas y las anoto en una agenda.
-          Ahí… también… tiene que tomar medidas?- Proteste, viendo como envolvía mi cadera con el centímetro.
-          Se obediente alice.- dijo ella. Intimidada, la permiti hacerlo.
Cuando termino, me dejo sentarme de vuelta. Lo hice, y continuo explicándome.
-          Yo estoy muy entusiasmada con que ya empiezes. Pero comprendo que necesitas tiempo. Entenderas que es el tiempo máximo que puedo darte. Voy a esperar tu confirmación, hora llévate el contrato y avísame por teléfono en la semana. Asi preparo todo. Recuerda traer los siguientes papeles asi puedo registrarte.- Ordeno, anoto en su agenda la lista de ellos y arrancando la hoja me la entrego.
-          Una pregunta! Si estoy trabajando. Y no me gusta.
-          Puedes renunciar como cualquier trabajo. Se te paga el dia y listo.- Explico con serenidad.
-          Esta.. bien…- Dije. Luego de eso me retire. Pero antes de irme, pregunte: Antonella… mi celular estaba prendido cuando lo encontraste?
-          No te preocupes, guardare el secreto. – Bromeo ella.
Roja como un tomate me aleje, con el contrato en mi mochila. Mientras volvia a mi casa en bicicleta, note que en esa rica zona de viviendas y edificios, era normal ver sirvientas. Claro, la mayoría tenia 50 años. Sirvientas y gente en traje.
Llegue a mi casa y lei varias veces el contrato.

“La maid debera referirse siempre con docilidad y respeto a su empleadora, puediendo solo llamarla “Señora, Madam, o Ama”.

“La Maid será arduamente educada en su labor, su ama será responsable de su disciplina, dándole diversos tipos de castigos siempre y cuando estos sean necesarios.”

Sentia mariposas al leer eso. “Tonta, vos te crees lo que ves. Esa vieja bruja te va a poner a limpiar baños como castigo, no lo entendes?” Me decía a mi misma. Tube la estúpida idea de contarle a mi familia.
-          10 mil pesos por limpiar una casa!!-
-          Pero voy a tener que usar uniforme!!-
-          Me pongo el uniforme yo por 10 mil pesos!- Bromeo mi hermano.
Todos se rieron. Obviamente, no les mostre el contrato. Inmediatamente me lo prohibirían.
-          La señora Antonella es una excelente mujer. Tubiste mucha suerte Alicia, no vayas a desaprovechar esa oportunidad.
-          Pero…
-          Si queres te ayudo a preparar los papeles que vas a necesitar. –
-          Aun no dije que si.
-          Alicia, sabes que necesitas un trabajo. – Dijo mi papa. – Andamos mal d plata, y solo alcanza para los gastos de la casa…- continuo explicando. Mi mama se unio al insoportable sermón de “Que pobres somos” y opte por seguirles la corriente e ir a mi habitacion.
Volvi a leer el contrato, y suspire.
En la semana, fui varias veces a la zona en bicicleta. Solo… para ver. El resto de las chicas, eran fanáticas de ese lugar. Edificios altos, restaurantes lujosos, gente en traje. A mi me resultaba en extremo aburrido. Preferia estar en el barrio. Era sorprendente el cambio de escena, en solo 30 minutos en bicicleta. “Incluso, no entiendo como hice de niña para romper una ventana de una casa tan lejana….” Pense. Aun no me animaba a decirle a mi grupo de amigos. Era mucho mas fácil decir que limpiabas casas, a decir que ibas a ser la sirvienta personal de alguien. Sin embargo, el domingo la llame por teléfono.
-          Hola.
-          Si, Alicia! Hola!!- Dijo ella alegre.
-          Emmm si.. voy a aceptar el trabajo.
-          Genial!! Me pone muy feliz escuchar eso. Hice bien en ya encargarte tu uniforme. Ya lo tengo preparado para ti . Mañana a las 7:30. Espero que llegues puntual si?
-          Si…- respondi.
Al otro dia, me levante con mucha flojera. Guarde todos los papeles y el contrato, en una mochila. Luego de eso tome mi bicicleta y corri hasta la casa de ella. No pude evitar llegar tarde… a las 8…
-          Aquí estas.- Dijo ella protestando.
-          Lo siento, es que… me perdi, estoy un poco nerviosa.
-          No te preocupes, entra conmigo. – comento. Ingrese a la mansión nerviosa. Y ella comento: Tenia miedo de que te hayas arrepentido y no vengas, ven, acompañame.- Dijo ella.
Llegue a lo que parecía ser su despacho. Ella se veía muy entusiasmada, y para sus 42, parecía una niña con juguete nuevo. No lo mencione antes, pero era canosa, de pelo corto y bastante alta. O capaz no tanto… es que para mi todos son altos.
-          Una vez que firmes el contrato, comenzaremos con tu registro. Aquí en el despacho tengo todas las herramientas necesarias. Veras, a veces realmente necesito personal, y no puedo tomarme el trabajo de enviarlo a otra oficina para que realicen su ingreso. Mi jardinero por ejemplo fue registrado asi. Seguro lo veras los fines de semana. –
-          Los fines de semana trabajo también?- Pregunte entristecida.
-          Eso lo veremos.- dijo ella. – Ahora firma el contrato.
Firme, como 300 veces el contrato el cual procedio a firmarlo, sellarlo y muchas otras cosas. Luego de eso lo scanneo. Escanneo todos los documentos que le presente. Y me entrego varias formas mas, que termine firmando también. Tube que hasta poner mis huellas digitales en varias de estas formas. Todo esto también fue sellado, firmado, scanneado y enviado a no se donde. Podia espiar como enviaba mis fotos por email a algún lado. Nos demorábamos entre cada proceso, por lo visto esperando la respuesta del mail. Me empece a cerciorar de lo serio que realmente era todo esto.
-          Este tipo de cosas las termine aprendiendo y realizando por la urgencia. Realmente no me gusta tener personal en esta casa. Vas a ser solamente tu, el chofer, el jardinero, y el portero. A veces alguien viene a lavar mi auto los fines de semana.- Bromeo. – Y si algún dia estas muy ocupada, y la casa esta demasiado sucia, hasta contratare sirvientas que te ayuden. Veras como esta casa gigante queda impecable en un santiamente.- Explico.
-          Si…- Respondi nerviosa e intimidada.
-          No tengas tanto miedo. Vas a ver que la vas a pasar bien. – Explico. Cuando todos los papeles terminaron de ser firmados, evaluados , fotocopiados, sellados, enviados, aprovados y devueltos, me dijo:
-          Ufff, eso fue largo, bueno, vamos a presentarte tu uniforme. Primero límpiate las manos, no quiero que lo ensucies.- Explico y me entrego un papel blanco. Se la veía muy pero muy entusiasmada con eso.
Me hizo acompañarla a un pequeño cuarto y dijo: este será tu cuarto, en caso de que algún dia te quedes a dormir.
-          Ese cuarto no lo conocía…
-          Hay muchas cosas que no conoces. Ahora ya no sos mas “la chica que limpia” ahora eres mi Maid. Recuerdalo.
-          Emm… si…- Dije, sintiéndome rara por como lo pronunciaba. Al entrar vimos una pequeña cama, con televisor, y un armario. A su vez, el cuarto tenia su propio baño.
-          Toda tu ropa, puedes guardarla en el armario hasta que quieras volver a usarla. Puedes ir sacandotela.
-          EH?- Proteste viéndola sonrojada. Ella asintió con la cabeza.
-          No tengas tanta vergüenza. Ambas somos mujeres, y el uniforme es un poco complicado de poner. Te ayudare asi aprendes a ponértelo perfecto. –
-          Eso ni loca!- Proteste.
-          Bueno, si prefieres, te lo pones tu sola. Pero no tolero uniformes usados incorrectamente. Capaz empiece a darte tu disciplina apenas salgas.- aclaro. Senti mil mariposas en mi panza, pero luego me imagine limpiando inodoros sucios. Sin embargo, había cirta sensación, en el ambiente, que me incitaba a seguir. La mujer, me miraba de una forma muy especial. Sentia que había algo en mi que me hacia desear obedecerla. Comence a desnudarme, mientras veía que sacaba del ropero lo que iba a ser mi uniforme. Entre la vergüenza, me quede sentada tapándome.
-          Por que te tapas tanto?- Pregunto.
-          No… no fue buena idea haberte hecho caso…- Proteste. – Ni se por que lo hice. Odio que me vean desnuda, y odio el doble que me vean en ropa interior.- Me queje.
-          Que tiene de malo?- Dijo preparando el uniforme.
-          Que… por culpa… de mi… cuerpo, tengo que usar…- Dije mirando hacia l piso apenada. Odiaba ver mi ropa interior de niña. – En todo el estúpido pueblo no existe una sola bombacha o camiseta de mi talla! Aca todo el mundo es gigante, entonces…-
-          Shhh, tranquila. – dijo. – Alza tus manos, te ayudare a ponértelo.
Desesperada por ya no tener que estar desnuda las alze cerrando los ojos. No podía verla a la cara.
-          De la misma forma que yo necesito confiar en ti, necesito que confies en mi.- Explico. Me sentí … extrañamente aliviada.
-          Este uniforme, es un poco complicado. Como ves, se debe abotonar por la espalda. – Dijo haciéndolo con cuidado. Con una pretina, termino de abotonarme el vestido. Cuando termino, me pare y abri los ojos. El vestido negro era dinminuto, con unas mangas aglobadas con un detalle blanco, un cuello redondo blanco muy amplio, con un pequeño olan en los bordes, y un fondo, también blanco, que cubria la parte interior y alcanzaba a verse.
-          ESTO? Estas loca. Yo no voy a limpiar en esto.
-          Si no te gustan las reglas, le entrego el trabajo a otra.
-          Pero… es…- dije intentando estirar el vestido. – Es…- Dije, y me entrego unos bloomers, dinminutos, blancos, con un pequeño lazito rosa.



-          No te preocupes. Usa estos en ves de esos calzones.
Los vi, y pensé: “Es… estúpidamente cursi, y con olanes, pero al fin y al cabo son como shorts”. Los tome, me quite los calzones y me los puse rápidamente. El elástico apretaba mi cadera y mis piernas. Observandome en el espejo, puse un gesto de desagrado increíble. Hice varias poses, intentando ver si se me veía algo. Pero apenas alcanzaban a verse mis bloomers… y la verdad no me avergonzaban tanto como mi ropa interior. Eran como usar un shortcito y a veces hasta se disimulaba con el vestido y mi fondo.  “10mil pesos Alicia” me dije a mi misma.
-          Te estas ensuciando los pies Alicia. Ya ponte las calcetas.- Dijo. Me enseño, dos calzetas y unas Mary jane femeninas.
-          Queres que limpie usando zapatos?-
-          Alicia…- Dijo impacientándose. Suspire y me los puse resignada.
-          Ambas calcetas a la misma altura. A la rodilla- Ordeno.
-          Si, ya va…- Proteste, haciéndole caso. Las tontas calcetas, tenían olanes blancos en las puntas.
-          Parece que hago cosplay.- Me queje.
-          Toma.- Ordeno. Me dio un delantal, blanco, con olanes en los hombros. En la parte de la base tenia un bolsillo. Bastante amplio. – Vas a tener varios asi que no te preocupes tantos por ensuciártelos. Intente ponérmelo, pero era complicado. – No, mira, los tirantes deben ir cruzados, se unen atrás, y aquí te haces un lazo con un moño ves? Intenta hacerlo tu.
Intente varias veces hasta que me salio. Ya empezaba a verme como una mucama.
-          Tu liston- Dijo. Era gigante, y rojo. Lo unio por debajo del cuello redondo del vestido, y lo abrocho. Viendolo asi, prácticamente tapaba el cuello del vestido.

 Comenze a sonrojarme mucho y aclaro: Y finalmente, el símbolo de una maid, tu cofia.- Aclaro. Tomo la diadema, y con un gesto de solemnidad, la acomodo en mi cabeza. Me frote la cabeza, viéndome en el espejo. Yo nunca fui de usar ropa femenina, ni nada que llame la atención. Mientras me veía resignada, protestando por mi imagen y auto convenciéndome de no renunciar, Antonella me daba un sermón sobre detalles del uniforme.

(supongo que puesto debe verse masomenos asi)

-          Finalmente estas usando tu uniforme de Maid. Debes llevarlo con orgullo. –
-          Orgullo…- No pude evitar decir burlonamente. – Paresco una payasita.-  Ella se molesto frente al comentario y continuo:
-          Debes llevarlo impecablemente. La cofia siempre debes usarla ya que es el símbolo…-
-          Simbolo?- Me queje. – Al igual que el rojo del liston representa la pasión…-
-          Jajajajaj… Ay tanto, en serio- Me rei. Ella comenzó a molestarse mas y mas hasta que dijo: Esta bien, veo que necesitas tu primera lección de disciplina.
-          D-Disciplina?- Pregunte. Senti mis mariposas de vuelta y ella dijo: Si no te tomas esto en serio, no sos apta para ser mi Maid. Ya te explique la importancia de tu roll, pero parece que no queres hacer caso.
-          Es que…!!- proteste. Pero … era mi nueva jefa. Podria terminar trabajando vestida de hamburguesa por 200 pesos a la semana. Debia dejar de protestar tanto. Rapidamente me disculpe.
-          Lo siento. – respondi. Puso gesto de solemnidad y aclaro:
-          Ultima advertencia. Ya te dije, no sos sencillamente una mucama…- Continuo explicando. Supuse que aguantar sermones filosóficos iba a ser parte de mi trabajo.
-          Eres una Maid. Eres una persona que debe mostrar verdadera vocación de servir. Debes portar tu uniforme con orgullo. Tu cofia como símbolo de lo que representas. El liston rojo que implica la pasión. El delantal que indica el deseo de servir…- Continuo explicando. Intente ser mas respetuosa. Pero para mi, era una payasita. Espero que no pretenda que salga asi a la calle.
-          …. Y por eso es que es tu deber portar tu uniforme impecablemente. Todos los días te debes bañar antes de ponértelo. Tienes tu ducha aquí. A partir de las 8, quiero verte usándolo. Prefiero verte llegar tarde a llegar a verte sin el. Incluso hoy será la ultima vez que te vea sin el. Cuando te toque irte, me saludas, te lo quitas aquí, y te retiras.-
-          Voy a tener que venir hasta aquí con esto puesto si se me hace tarde?- Proteste. Se esforzó de vuelta en ignorarme y continuo.
-          Quiero verlo siempre impecable. Tienes un par de bloomers, calcetas y delantales extras por si se ensucian, asi puedes usar mientras lavas los otros. Mañana traerán otro vestido y zapatos. Y también tienes otra cofia.
-          Y queres que yo limpie, y no me ensucie? Osea, yo venia con ropa de estar por que sabia que me iba a ensuciar. Como hago para trapear con esto?- Proteste.
-          Alicia. Tu solo debes hacerme caso. Esta claro? Recuerda que todo esto figura en tu contrato. Sino eres libre de renunciar. Mientras sigas aquí, continuas con mis reglas. –
-          Es como vender mi alma…- Me queje.
-          Pronto comenzaremos con tu disciplina, ahora ven conmigo.- Dijo.
Mientras me hacia acompañarla a su despacho, yo intentaba acostumbrarme al tonto y dinminuto, rebotador, uniforme.
-          Acompañame. – Dijo, y me hizo a entrar a una sala de fotografía.
-          Esto…?- Pregunte.
-          Necesitas tu carnet. Te dije que no me gusta tener empleados aquí, pero perteneces a una empresa ahora. Te estoy dando libertades por que te conozco de pequeña, solo eso. Este podras presentarlo y sabran que trabajas para mi. Tambien podes presentarlo al portero asi no tengo que pasar y abrirte yo. Ahora parate derecha aquí…. Y sonríe.- Dijo. Intente sonreir y me saco una foto. Luego otra de perfil. Y luego ordeno: Bueno, ahora puedes limpiar la casa como estas acostumbrada, mientras yo me encargo de esto.
-          Sip!- respondi y me fui a hacer los que haceres.
Camine sintiéndome muy rara. Hace muchísimo que no usaba un vestido, y menos uno asi. Queria sacármelo, en especial el tonto liston rojo. Llegue al baño, me lave las manos de la tinta y me vi sin querer en el espejo. Sacudi mi cabeza y pensé: Alicia, solo tienes que limpiar y ya. No te ahogues en un vaso de agua por algo tan tonto.
Me concentre entonces en comenzar mis quehaceres, hasta que en poco tiempo limpiaba a toda velocidad, y ni pensaba en todo el cuento de la Maid.  Afortunadamente ya estaba acostumbrada a limpiar la casa, entonces podía hacerlo rápidamente. Tome un plumero, y me pare sobre un banquito, intentando alcanzar los lugares altos. Pero cuando me voltee note que Antonella me observaba con una sonrisa de sastisfaccion.
-          Anto….- Dije sintiéndome intimidada. Estire mi vestido notando que en esa posición le mostraba todo y sentí mi cara ponerse roja.
-          Jajaja… estas usando tus bloomers no seas tan vergonzosa. Verte tan energética e hiperactiva es revitalizante. Va a ser genial tenerte aquí.- Sonrio ella.- Bajate , necesito terminar tu registro.
Me baje intimidada.
Fuimos nuevamente a su despacho, en donde había un papel. Era como un carnet, en donde estaba mi foto, con mi intento de sonrisa, y todos mis datos.
-          Firma aquí, y pon tus huellas digitales.-
-          Otra vez…?- Pense en voz alta. Lo hice. – Aquí también. No te preocupes ya terminamos.- Ordeno. Obedeci nuevamente. – Espera un poquito aquí Alice. –
Espere pacientamente, pero comenze a aburrirme. Pense en irme a seguir limpiando e iba a hacerlo hasta que la escuche regañarme.
-          A donde vas?
-          A seguir limpiando.
-          Si tu ama te ordena esperar, esperas. Esta claro?
-          Si…- respondi, comenzando a molestarme con su tono autoritario. “ama?” Pensaba para mi misma. “No te preocupes Alicia, si te pagan por estar parada no es tu problema” me console. Pero no me gusta estar mucho tiempo quieta, o me empieza a dar mucha flojera.
La observe nuevamente corriendo de lado a lado, sellando, firmando, scanneando, y luego desaparecer. Finalmente volvió con una sonrisa de oreja a oreja.
-          Bueno Alice, finalmente terminamos. Ya estas registrada como mi Maid. Me pone muy contenta que hallas aceptado. Creo que es buen momento para guiarte a través de la casa y de tus tareas. Pero primero toma. – Dijo ella. Me entrego ahora si, el carnet. Este incluia mi foto con el uniforme puesto, y alcanzaba a verse buena parte de este. Se notaba una sonrisa forzada en mi y me daba un poco de vergüenza verlo. Ademas de mis datos, incluia mi firma y huellas. Atrás, un pequeño texto que decía: “Certifico que Alicia Carla Muñoz Jazmin es mi Maid personal y la autorizo para realizar las siguientes tareas bajo mi responsabilidad….” La lista incluia varias cosas, y al final tenia una firma y su sello. Esto estaba plastificado y unido a un pequeño aparatito negro, con forma de broche.
-          Ya me encargue de hacer todos los tramites.
-          Lo… tengo que usar?- Pregunte.
-          Puedes guardarlo en tu delantal si quieres. Pensa que es como si yo misma te acompañaría y dijera a todo el mundo que estas autorizada a realizar algo o que me representas.
-          Representarla?- Pregunte asombrada.
-          Te dije que no eres una simple mucama. Y que necesito confiar totalmente en ti. Observa el pequeño aparatito negro. Es lo que llamamos localizador. Podras abrocharlo en tu delantal, asi no tendras miedo de perder tu carnet.
-          Tengo que llevarlo visiblemente…?- Pregunte.
-          No, por eso no te preocupes. Solo si tienes que llevarlo siempre contigo. Una vez abrochado difícilmente se caera, asi que no debería ser muy estorboso.- Comento ella. – Se que trabajas muy velozmente. Pense en regalarte un celular, pero luego recordé como trabajabas, y pensé que ese te seria mucho mas comodo.
-          Aw… no hay celular entonces?
-          Si quieres uno puedo regalártelo, pero es importante que lo lleves a todas partes. Ahora observa. – Ordeno. Tomo otro similar y apretó un botón. El mio comenzó a sonar con una melodía y una luz azul comenzó a brillar en el.
-          Cuando veas esto debes venir inmediatamente a mi despacho. Supuse que seria mucho mas elegante que andar gritando tu nombre por toda la casa. – Bromeo.
-          Si se moja o se cae?
-          Es muy resistente.- Dijo soltándolo y dejándolo caer al suelo. – Acaso no conoces Texim?-
-          La tienda de electrónica?
-          No es solo una tienda, fabricamos productos también, y además importamos extranjeros. Seguro viste una por aquí. –
-          Si, hay en todos lados…
-          Bueno, yo soy la dueña. Mas bien la heredera.
-          Tu??- comente sorprendida. – Mi mama dijo que eras terrateniente.-
-          JAjaja… Tengo un edificio también a mi nombre…. Pero no soy terrateniente.
-          Wow… Eso es increíble.-
-          Ya tendras que visitarlos. Ahora escucha.- ordeno. – Que debes hacer si suena esa melodía y brilla la luz azul?
-          Ir a su despacho…
-          Inmediatamente. – Aclaro. Apreto otro botón, brillo una luz roja y sono una melodía distinta.
-          Que pasa?-
-          Apreta el botón rojo.- Dijo ella. Note que el pequeño dispositivo tenia una pequeña pantallita, con 4 flechas, y 3 botones. Uno de ellos era rojo, otro verde, el ultimo amarillo. Lo apreté y escuche su voz.
-          Hola? Me escuchas?
-          Claro, si estas al lado.- comente. Molesta respondio:
-          Con esto podre llamarte siempre que quiera. Obviamente espero que contestes en lo inmediato. Tu puedes llamarme también apretándolo, en caso de que necesites algo.- Explico.
-          Que bien…- Comente, sorprendida. Ella camino a la pc, y apretó una secuencia de botones. Una luz verde comenzó a brillar en el y yo lo observe.
-          Debes cocinar.- Lei en la pequeña pantallita gris.
-          Configure tu localizador para poder mandarte mensajes desde la pc, o mi celular. Todos son tareas que deberas realizar en lo inmediato. Sin embargo, comprendo que no las realices tan urgentemente.- Explico. - Apreta el botón amarillo. – Ordeno. Lo hizo y pude ver una agenda en la pequeña pantallita.
-          Desde mi pc puedo configurarla. Algunas de tus actividades deberán realizarse en un tiempo exacto, diariamente. Puedes consultar tu agenda. A veces la actualizare, cuando tengas alguna tarea para hacer. Entenderas que como mi maid, tu deber también es atender las visitas. Si llegan en un horario preciso, aparecerá esa tarea en tu agenda. – Explico. Me sentí un poco nerviosa ante esa y la vi preocupada.
-          No te preocupes. Entiendo que estas aprendiendo y por eso me comprometi con educarte. Con el tiempo manejaras todo a la perfeccion.- Comento. Ven conmigo. Dijo. La acompañe y comenzó nuevamente el sermón: Como te imaginaras, debes limpiar la casa. Pero eso no te lo explicare por que lo has hecho muchas veces. Aquí solo vivo yo, y la casa en realidad, a pesar de lo grande que es no se ensucia mucho. Por eso bastara con que pases la escoba y el plumero diariamente. Ademas de lavar los platos. Confio en que podras mantener la casa impecable. Vi lo rápida que eres limpiando muchas veces.
-          Gracias…- Dije.
-          Aun asi, te recuerdo. Este es el cuarto de limpieza.- me mostro. - Ya debes saberlo. Pero no esta mal recordarlo.- Explico. Continuo mostrándome lugares de la casa, que ya conocía y dándome especificaciones.
-          Esta es mi habitacion. Como ya sabes, deja todo dentro de los cajones y dentro del armario. En la semana, solo has la cama, barre, y pasa un plumero salvo que yo te pida otra cosa. -Explico.
Llegamos al comedor y me mostro un teléfono. Continuo explicándome.
-          Entiendo que eres nueva y me tienes confianza. Pero recuerda que para ti no soy antonella. Ahora soy Madam Mignonette. Atenderas el teléfono diciendo: Mansion Mignonette. Habla con usted Maid Alice, en que puedo servirle?
Me rei un poquito y dije: Y por que no digo, habla la mucama?
Ella se molesto, y ordeno: Ahora repite lo que te enseñe.
-          …… Mansion Mignonette. Habla con usted Maid Alice, ¿En que puedo servirle?
-          Muy bien.- Dijo seriamente. Mientras caminábamos pensé: “ Crei que iba a ser un dictadora. Pero en verdad no es tan grave esto. Parece que en verdad solo lei demasiadas historias de spank”. “Alicia, esto no es un juego. Si se enoja perderas el trabajo. Hasle caso y listo” me regañe a mi misma.
Llegamos a la cocina, y me enseño todos los instrumentos.
-          Sabes cocinar?
-          No soy buena cocinera… Aunque siempre le cocino a mis hermanos.
-          Bueno, confio en que aprenderás. En la agenda te lo anote, pero te lo aclaro nuevamente. Me gusta tener mi desayuno a las 9, almorzar a la 1, merendar a las 5. Yo soy una mujer muy ocupada, asi que a veces no tengo tiempo de almorzar en la mesa. Tu solo llamame y pregúntame donde entregar mi comida. ¿Tienes hambre? – Pregunto.
-          Un poquito…-
-          Nena, ahora seras mi maid. No se que hace que comas tan poco, pero necesitas tener energías. Solo deberas respetar mis horarios de almuerzo, pero cuando tu decidas comer, solo avísame y tomate esa hora para descansar y comer. Puedes comer lo que desees del refrigerador. Asegurate de alimentarte bien por que…
-          Ehhh… Anto…- La interrumpi. Estirando los brazos me queje: Yo no soy asi de flaca por que quiero… como mas que mis hermanos. Osea, me gustaría tener senos y cola… Tampoco soy asi de enana por que me guste, aunque tome leche todos los días.- Me queje. Ella me miro seriamente, y sentí que le falte el respeto. Sin embargo se rio y dijo: Jajaja, no te preocupes, te llevare a una nutricionista algún dia a ver si podemos solucionar ese problema.
Una luz amarilla comenzó a brillar en mi delantal. Era tan fuerte que se notaba a través del bolsillo, iluminando el delantal blanco. – Chequea tu localizador. – Dijo. Aprete el botón amarillo, y vi en la pantallita: 1 PM. Almuerzo.
-          Almuerzo…-
-          Has algo de comer, te esperare en la mesa.- Dijo ella dejándome sola.
Algo de comer….- Pense. Busque en el refrigerador, y lo único que se me ocurrio fue hacer milanesas. Hice varias, y luego intente servirselas en una bandeja.
-          Impresionada, muy bien.- Me elogio. – Traeme agua, y servilletas porfavor.- Ordeno. – Cumpli con la orden trayendo vasos también.
-          Muy bien. Cuando sea mi horario del almuerzo, te quedaras parada al lado mio esperando una orden.- Dijo ella, y comenzó a comer en silencio. Yo obedeci, pero comencé a impacientarme. – Recuerda que tu eres responsable de la casa. Deberas ir al supermercado a llenar las despensas. Te dare una lista de los alimentos que deseo que compres, pero tu deberas avisarme cuando ya no hayan. Cuando lo hagas, le dare la orden al chofer para que te lleve de compras. Cuando seas mas experta, hablaras tu directamente con el.
-          Tengo… que ir de compras vestida asi?- Proteste.
-          Por supuesto que si.- Dijo con frialdad. – Y no te empiezes a quejar.- Ordeno molesta. – Debes permanecer en silencio esperando alguna orden de tu ama, no quejándote por tonterías.- protesto. “ama…” proteste. Impaciente comencé a balancearme en mis pies. Verla comer con tanto entusiasmo me genero mucha hambre.
-          Mueres de hambre no?
Asenti con mi cabeza.
-          Esto debes evitarlo esta claro? Hoy te doy permiso para ir a comer. Pero la próxima vez o te tomas tu hora antes de mi horario de comida, o te la tomas después. Pero cuando yo como quiero verte servicialmente al lado mio esperando ordenes. Esta claro? –
-          Si…-
-          Si que?-
-          Si anto.-
-          Es “Si Madam Mignonette”.-
-          Si… Madam Mignonette.- Respondi de mala gana. Note que empezaba a impacientarse mucho.
-          Muy bien, puedes retirarte. Hay una mesa en la cocina para que puedas comer ahí. – Ordeno. Me retire y tome un par de las milanesas que hice. No calcule la cantidad. Me servi mi comida y me sente, suspirando. Enseguida, sentí una luz verde en mi pansa. Observe el localizador y lei: “Recoge los platos y lavalos”. Molesta con tantas ordenes suspire. Me vi reflejada sin querer en el refrigerador. “Ese moño ridículo y esa… cofia” Proteste. Sentia que me apretaba la cabeza, y me hacia sentir tan incomoda. Aprovechando que comia, me los saque y los guarde en el delantal. El uniforme se veía un poco mas normal sin eso… Lastima que no podía sacar el cuello redondo gigante. “No seas tan exagerada Alicia. No es tan grave. Aparte recuerda que es muy buen trabajo” intente consolarme. Sin embargo, el uniforme, sellos, firmas, y la identificación. Me sentía muy extraña. Definitivamente si era mas que solo limpiar la casa. No se cuantos mails habrá enviado con mis datos y mis fotos certificando que ahora era su empleada. Normalmente me pondría contenta, finalmente tener un trabajo en blanco. Pero continuaba sintiéndome extraña. Termine de comer, y nuevamente me acelere. Limpie mis trastes y recogi los de Antonella. Luego de eso limpie la mesa. Y comencé a limpiar la casa nuevamente. De repente, escuche un pisoteo en el piso.
-          Alicia!- La escuche regañarme.
-          EH!!- Exclame. – Me asustaste- Dije tomando mi corazón. Me miro seriamente, parecía estar muy molesta. Mire hacia el piso intimidada y note una luz azul en mi delantal. “Ir inmediatamente a su despacho…”
-          L-Lo siento, es que estaba desconcentrada.
-          Señorita, su uniforme!!! Sus medias desalineadas, digame donde están su cofia y su liston!
-          Es que… me incomodaban…- Respondi intimidada.
Ella intento tranquilizarse, suspirando. Timidamente, tome el tonto liston, y me lo puse. Tambien la cofia.
-          Señorita venga conmigo.- Ordeno.
La segui y me hizo caminar hacia la que seria mi habitacion. Bueno, la habitacion de servicio, no era exactamente mia.
-          Alicia. Sientate.- Ordeno. Me sente, pero ella permaneció de pie.
-          Comprendo que eres nueva, y he intentado ser paciente. Pero tu comportamiento hoy deja mucho que desear. Trabajas muy bien, pero necesitas cambiar tu actitud.- Dijo. – Entiende que este es un trabajo serio. No puedes utilizar tu uniforme de forma tan incorrecta, no puedes referirte a mi de esa forma, y muchísimo menos, burlarte de las cosas que digo. ¿Esta claro?
-          L-Lo siento… es que…- Dije, pero insistió.
-          Como te enseñe a responder?
-          Si…. Señora Mignonette.
-          Como ya te explique, ser mi Maid personal es una gran responsabilidad. Necesito confiar plenamente en ti, y necesito que te prefecciones cada dia. Para esto es necesario la disciplina. Normalmente hubiera tomado medidas disciplinarias por la primer falta que cometiste, pero te he tenido especial paciencia hasta ahora.- Continuo regañándome. – Alicia, tus calcetas, arreglalas.-
-          Si… señora… lo siento!- Exclame asustada.
-          En otras palabras, para que tu disciplina mejore, necesitas un castigo. Quiero que comprendas que si aceptas ser mi Maid, los castigos serán comunes ya que solo asi llegaras a la perfeccion.
-          C-Castigo…?- Pregunte nerviosa. “Capaz te baje el sueldo..” me dije consolándome.
-          En el contrato aclare, que como mi maid serias sometida a medidas disciplinarias y a mi educación. Entiendo que para una jovencita es difícil de entender, por eso es que dejo en ti la ultima palabra de aceptarlo. Obviamente, si no lo aceptas tu trabajo aquí termino y solo te llamare para que limpies. Aceptas que necesitas un castigo?
La idea, no me entusiasmaba. Obvio, mi mentalidad morbosa me imaginaba en las rodillas de la mujer autoritaria. Pero sabia que no seria verdad. Resignada, supuse que lo mejor era aceptar cualquiera que fuese el castigo.
-          Si… señora..- respondi.
-          Muy bien. En esta Mansion nuestros castigos son de 3 tipos. Castigos Corporales, de Reflexion, o castigos humillantes. Por tus faltas te corresponden un castigo corporal y un castigo de reflexión. ¿Esta de acuerdo con que se tomen estas medidas para reforzar su disciplina? -
Ahí si que mi cara se puso roja como un tomate. No sabia que responder. Todo lo imaginaba y fantaseaba era cierto. Paralizada, asentí con mi cabeza.
-          Muy bien, si bien esto figura en el contrato, era mejor cerciorarse. – Dijo ella. Se sento al lado mio, y me ordeno.- Recuestate en mis piernas asi comenzamos.
No me anime a responder nada. Sencillamente me recosté en sus piernas hasta que mi cadera quedo en ella. Mi cuerpo colgaba al igual que mis piernas, debido a mi corta estatura. Cuando me sentaba en la cama no tocaba el piso de todas formas. Senti como quitaba del camino mi corto vestido y aclaro: Este tipo de medida disciplinaria será la mas frecuente, ya que es la mas rápida de ejecutar y la que menos interferirá en tus labores. Pero la aplicare solamente sobre tus bloomers ya que comprendo que tu resistencia no debe ser buena.- Explico. Apoyo la mano sobre mi cola, y sentí un par de palmadas. Note rápidamente que los bloomers no ofrecían tanta resistencia como imaginaba. Si bien eran como shortcitos, eran como shortcitos ajustados, y medianamente holgados en las nalgas. La primera nalgada cayo fuertemente y yo gemi: OW!
“Es verdad, esta pasando!!” pensé, mientras todo mi cuerpo se excitaba ante la sensación. La mujer comenzó a nalguearme, con nalgadas fuertes y suaves. Algunas no dolían, otras si, otras me hacían saltar y sorprenderme ante lo mucho que podía doler una nalgada. Sentia ganas de protestar, patalear, y taparme… pero me dio miedo de que dejara de hacerlo. Aun asi no pude evitar gemir frente a cada nalgada demasiado dolorosa. Senti en mi cola, que Antonella experimentaba. Probaba nalguearme con distinta fuerza en distintos angulos, y en un momento descubrió que a pesar de mis bloomers y su elástico con olanes, los azotes en mis muslos eran muy dolorosos.
-          Owwww owww owww- Proteste. “No digas ya no mas” me decía a mi misma. Queria que me nalgueara, y me diera una buena lección. Comence a entender rápidamente todo lo que había pasado. El uniforme, todo el tramite, el llamarla “ama”. ¿Acaso ella será spanker? Obviamente, esta seria una situación de abuso en un trabajo normal. Pero este no lo era. La nalgueada fue bastante larga, con momentos de dolor intermitentes. Algunas nalgadas eran suaves, otras fuertes. En un momento dijo: Bueno, voy a darte el final. Espero estes preparada.
Escuche cierta preocupación en su voz. Intente animarla respondiendo: Si Ama. Lamento mi comportamiento.
Capaz eso hacia que continue sin miedo. No quería que pare y se sienta culpable de repente. Quería terminar con mis nalgas hirviendo. Sin embargo, mi deseo se cumplio demasiado rápido. Comenzo a darme nalgadas fuertes por toda mi cola. El dolor empezó a acumularse, y rápidamente empeze a desesperarme. Patalee y sacudi mis brazos, intentando no frenarla. Pero cada vez se volvia mas difícil. Me agarro con firmeza y dio muchos azotes muy fuertes en mis pobres muslitos. Senti que iba a llorar y solte un largo quejido.
-          Ayyyy dueleeeeeee…- Proteste sin querer. Ella sin embargo no se detuvo, y comencé a sentir la necesidad de que pare. Mi cola ardia mucho y sentía que no iba a poder soportar mas sin frenarla. – OWWWW AYYY- Proteste hasta que no aguante mas y puse mis piernas, e intente tapar mi cola.
-          Duele muchoooo- Proteste. Pero para mi sorpresa, trabo mis piernas con la suya, y trabo mi brazo en mi espalda. Esa técnica la había visto pocas veces, en videos de spank. Ya estaba indefensa, y me dijo: Nada de interrumpir su castigo señorita. Se ha portado muy mal y no quiero que este comportamiento se repita.
-          Si madam mignonette, lo siento!!
Me azoto fuertemente, y sentí mis ojos llenarse de lagrimas. Ya no quería mas castigo.
-          Como debe llamarme?
-          Madam, Señora o Ama… No mas porfa!!!
-          Como debe usar su uniforme?
-          Impecablemente, AYYYYY!!!-
La nalgueada continuo hasta que termine llorando. Me hizo pararme y me dejo en el rincón. La escuche darme ordenes de como pararme, derecha, y con la nariz entre las paredes. Me sobe mi cola por encima de mis bloomers mientras limpiaba mis lagrimas.
-          Este será un castigo de reflexión. Permanecera aquí pensando en su comportamiento hasta que su ama la llame y sea necesaria de vuelta. Esta claro?
-          Si Ama Mignonette… owww…- solloce.
Luego de eso me dejo sola en mi habitacion. Tome mi cola agachándome y baje mis bloomers notando que había quedado bien roja. La sobe asi y pensé: “No imaginaba que dolia tanto… ni cuando me nalgueaba a mi misma dolia asi”. Sin embargo, con los bloomers bajos, note que estaban manchados por mi flujo. “mi primera nalgueada…” pensé tocando mi cola delicadamente. Senti una sensación de alegría en mi pecho. Y sentí mucho cariño hacia Madam mignonette. No podía describirlo. Naturalmente, me sentía confundida y aturdida. Claro, fantaseaba con esto, pero no podía creer que se halla cumplido. Observe el rincón de reojo, y recordé la orden de Antonella. Luego de eso, me saque mis bloomers e intente esconderlos. Tome otros limpios y me los puse. Note como envolvían mi cola, y casi no se notaba mi irritación con ellos puestos. Solamente en mis muslos. Suspire, y resignada, volvi a pararme en el rincón para cumplir con mi castigo. Mirandolo, intente acomodar las calcetas a su altura, estire mi vestido, y acomode mi cofia, liston y delantal. Empece a entender la insistencia de Antonella, y a arrepentirme de mi comportamiento. Para ella yo realmente era su Maid personal. “Capaz vio mi celular y de ahi decidio hacer esto” pensé. Senti una sensación de calidez inimaginable por haber sido corregida… por Ella. La sensación era muy rara, y me sentía sumamente dócil de repente. Hasta me preocupaba dejar de ser yo misma. Espere en el rincón un largo tiempo, hasta que la sensación de felicidad disminuyo, y volvi a ser la misma amargada de siempre. Sentia la necesidad de cumplir con su castigo. Pero era realmente aburrido. Senti la puerta abrirse y hundi mi nariz en las 2 paredes. La escuche acercarse, detenerse, y luego de unos segundos bajar mis bloomers. Senti mi cara ponerse roja como tomate y escuche: No tengas miedo, necesito ver los efectos de tu castigo. Por lo visto esta bien.- dijo y me los subio nuevamente.
-          Espero hallas aprendido tu lección. A referirte a mi apropiadamente. Se que no te gusta pero pronto te acostumbraras. Esta claro?
-          Si madam Mignonette.- Respondi dócilmente.
-          Siempre dedica uno o dos segundos a revisar tu uniforme. Es importante que te veas impecable si?
-          Si madam mignonette. – Respondi de vuelta. Me sentía una maquina.
-          Muy bien. Y por favor, ya deja de burlarte de las cosas que te digo o me vere forzada a darte un castigo mas severo. Todo esto es muy serio esta claro.
-          Lo siento mucho…- Suspire cabisbaja. Vi mi enorme liston rojo al hacerlo y la escuche decir: Dime que representa tu cofia.
-          Simboliza mi condición de Maid y mi deseo de servirla.
-          Y tu liston rojo?
-          La… pasión por hacerlo.
-          Muy bien señorita, veo que ya aprendio su lección.- Dijo. Me permitio salir del rincón y la vi con rostro de preocupación. Limpie mis lagrimas y la abraze fuertemente. No quería que sienta que me lastimo ni nada por el estilo.
-          Quiero que me acompañes a mi despacho y te quedes paradita al lado mio si?
-          Si señora Mignonette.- respondi.
Fuimos a el, y efectivamente yo espere al lado de ella dócilmente. El escozor fuerte continuaba en su cola, pero repentinamente sentí un fuerte deseo de servirla.
-          Madam mignonette, puedo ayudarla enalgo?
-          Por ahora no Alicia.
-          Puedo ir a limpiar?
-          Alicia, te ordene esperar al lado mio.
-          Es que…para no desaprovechar el tiempo.
-          Yo elijo como aprovechar o desaprovechar tu tiempo. Usted haga caso.
-          Si… madam mignonette.- Respondi. Suspire un poco, e intente no ponerme inquieta. Pense en que la casa no quedaría limpia.
-          Alice.
-          Si Ama?
-          Hasme un café por favor.
-          Si, ya mismo.- dije. Energicamente fui a la cocina e hice un café. Volvi también apurada pero no pude evitar que se volqué un poco en el camino.
-          A…A-qui esta…- dije, dándome cuenta del desastre que había hecho.
La mujer sonrio y lo tomo. Espere al lado de ella y dijo: debes controlar tus energías, ser energica no es siempre bueno.
-          Es que… me impacienta estar tanto tiempo quieta.- Respondi. Senti que había sido irrespetuosa de vuelta y baje mi cabeza. – Lo siento Madam mignonette.-
-          No te preocupes, ya aprenderás.- respondio. Continuo en silencio por un largo rato, y luego ordeno. – Llevate el café y limpia la taza.-
-          Si madam!- Respondi. Rapidamente fui y mientras la lavaba escuche una llamada. Atendi el teléfono y dije: Mansion mignonette. Habla Maid Alice. ¿En que puedo servirle?
-          Alice… me comento de ti. Hace poco me llego tu identificación. Empezaste hoy no es asi?
-          Si.. señor.- Dije intimidada.
-          Bueno, podrias pasarme con tu ama.
-          ¿De parte de quien?
-          De Manuel Lestrade.
-          Si señor ya mismo.
Lleve el teléfono al despacho de mi ama y dije: Señora, Manuel Lestrade desea hablar con usted.
-          Muchas gracias alice.- Dijo ella. Sonrei sintiéndome eficiente y espere de vuelta. De tanto esperar, comenzaba a cansarme. – Alice, puedes continuar con tus quehaceres.-
-          Si madam.- Dije, y enérgicamente fui a continuar con ellos. Sentia una calidez que nunca había sentido, y hasta me concentre en arreglar mis calcetas cuando las veía desalinearse. Limpie muy rápidamente hasta que vi la luz azul en mi delantal. Rapidamente fui al despacho de mi ama.
-          Alice. Ten.- Dijo dándome un sobre. – Entregaran un paquete en unos minutos. Guarda ese sobre en tu delantal. Cuando escuches que toquen la puerta iras a atender. Presentaras tu identificación y te harán firmar. Entregaras este sobre y te darán un paquete que me entregaras a mi. Entendido?
-          Si madam mignonette.- Respondi.
-          Muy bien. –
Continue limpiando hasta que escuche llamar a la puerta. Camine por el jardín de prima y le mostre mi carnet al portero el cual me permitio salir a atender. Cuando vi al hombre que venia a entregar el paquete se rio para sus adentros.
-          Niñita, esta tu mama?- Dijo. No se si bromeaba o lo decía en serio. O si lo decía por mi altura o por mi ropa. Me enfade, pero recordé la orden de mi ama. Saque mi localizador con mi identificación y se la mostre seriamente. Su rostro se transformo inmediatamente y se corrigio: Mil disculpas señorita Alice, le entrego este paquete. Firme aquí por favor.
Me sorprendi muchísimo ante su reacción, y la sensación de coraje se fue. Firme y le entregue el sobre.
-          Saludos a su ama.- Dijo el hombre y se fue. Triunfante volvi al despacho de mi ama y le entregue el paquete.
-          Muy bien, ¿como te fue?
-          El.. señor que me lo entrego me hizo un comentario estúpido…- proteste. – Pero se cayo cuando le mostre la identificación.
-          Para que veas lo importante que es tu roll. No te preocupes, suele hacer comentarios estúpidos. Si vuelve a agredirte hare que lo despidan.
-          No, no es necesario!- Aclare.
-          Si tu lo dices. Pequeña, has merienda para 2. Asi meriendas conmigo.-
-          Si madam. – Dije. Y rápidamente fui a preparar merienda. Mientras lo hacia sentí una luz verde en mi pansa. Termine de prepararla y lei en mi localizador: Merendaremos en el comedor. Prepare el comedor y como no supe que hacer espere parada. Ella llego y se sento. – Sientate.- Dijo ella. Lo hice obedientemente, aunque sentí el escozor nuevamente en mi cola. Esa sensación no la conocía tampoco, y mas que doler me hizo sentir placer.
-          Alice, como te has sentido aquí?
-          Muy bien madam…- dije. Pense que el uniforme podría ser mejor. Pero solo lo pensé.
-          He notado que la disciplina tiene un efecto muy positivo en ti. Trabajaremos mas en ella esta claro?
Sonrojandome, respondi: Si Madam.
-          Tu educación será un proceso complicado. Pero tendras grandes avances ya lo veras. – Aclaro. Y continuo merendando en silencio. Cuando termine de merendar la mire titubeante y dijo: Puedes alzar tus cosas. Y deseo que te quedes a mi lado esperando ordenes cuando termines. Lo hice, mientras ella lentamente tomo su te. Luego, me ordeno servirle de vuelta. Mi ama disfrutaba los momentos de silencio.
-          Alice, ve al estéreo. Selecciona la canción numero 15.
-          Si madam.- dije y obedeci. Rapidamente comenzó a sonar una sinfonía de música clásica. La mujer cerro los ojos con gran placer, y la pude observar mi lado, blandir sus dedos en el aire. Disfrutaba cada sorbo de te y me ordeno traerle su pipa. Obedeci dócilmente, y lo traje. Parecia de esos cigarrillos largos que usaban las damas. Largaba un pequeño humo molesto y tuve que pararme del otro lado a continuar esperando ordenes. Empece a aburrirme, pero note que mi ama no se aburria para nada. Ella disfrutaba muchísimo. Tanto que estuvo una hora asi. A las 6, me saludo y me dijo: Te espero mañana. Esta vez llega temprano.

Fui a la habitacion y me quite mi uniforme pomposo, volviendo a mi ropa normal. Sentia que al hacerlo, dejaba a la chica servicial también, y volvia a ser la de antes. Llegue con el portero y le mostre mi identificación, permitiéndome asi salir. Vi en la identificación al tomarla de vuelta al a chica de uniforme cursi y sonrisa falsa. Sonrei y me fui a mi casa en bicicleta.

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Acerca de los bloomers. Hace poco vi este video:


Y aunque la musica y el baile se me hizo demasiado infantil para mi gusto me sorprendio como podian saltar, correr, bailar, caerse y todo eso con una faldita tan corta sin enseñar los calzones. Hasta que lo descubri, bloomers!! Y por eso Alice los usa, y asi se le debe ver el uniforme, Y el que piense que no, lo mato. Ea :D

5 comentarios:

  1. muy buena tu historia pero sigo pensando como rompió la ventana si vive a 30 min del lugar de los hechos, tendrá una pierna robótica?

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    1. Incongruencias D: Originalmente ella iba a vivir cerca de su casa. Pero luego pense que seria mas logico que Antonella sea de una zona de mas nivel social. Aun asi 30 minutos en bicicleta son como 10 minutos en auto. Algo se me va a ocurrir xD

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  2. genial me encanto la historia

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  3. una historia muy buena y entretenida muchas gracias es bueno entrar y encontrar una nueva historia.Gracias.


    taby

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