E-institute 8
Ashley se encontraba junto a Jeannie y Rocio en el patio.
Rocio se mostraba muy agradecida, sin la ayuda de Ashley, ahora estaría
escribiendo líneas. Ashley hacia su tarea, hasta que de repente vio la niña
castigada mas tierna del mundo. La mayoría de las chicas que habían sido
rejuvenecidas, ya tenían costumbre, y por ende, sabían ser disimuladas. Incluso
a las que eran asignadas a uniformes de primaria. Pero Paulina no, caminaba
lentamente cabisbaja, con sus ojos aun rojos. A veces se le escapaba una
lagrima, la cual se quitaba sobándose los ojos. Intentaba dejar de sobarse por
la vergüenza, pero cuando lo hacia al instante apretaba los dientes y se sobaba
rápidamente con una mano, dejándola ahí mientras las buscaba. Ashley se quedo
callada esperando que la encontrara, y viendo la hinchada colita de paulina que
podía verse siempre que se sobaba. Finalmente las encontró y Paulina abrazo a
Ashley, quien le devolvió el abrazo.
- Tan fuerte fue?- Pregunto Jeannie.
- Puedo ver? – Dijo Rocio.
- No quiero que se burlen déjenme en paz!- Protesto Paulina,
con la cara en el pecho (o los pechos) de Ashley.
- Ya ya- Dijo Ashley, acariciándole el pelo. Se había
enternecido con la pobre niñita castigada. – Ya va a empezar la clase, y no
podes entrar llorando asi.-
- No estoy llorando!!- DijoPaulina y luego exclamo. –
Ah….Ayyyy- Y volvió a sobarse la cola con ambas manos.
- Tu también, mira si vas a desobedecer a Gyz… y mas luego
de que te castigo.- Dijo JEannie.
- Es… que…-
- Pensar que le daba vergüenza mostrar su cola, y ahora anda
sobándose por toda la escuela.- Se rio Rocio.
- BASTA!- Protesto, sin dejar de sobarse paulina.
- Tiene razón.- Dijo Ashley, soltando su abrazo. – Aunque no
nos guste, no tenemos otra opción mas que obedecer a Gyz en todo lo que nos
diga. Deja que te arregle tu uniforme.- Dijo.
- Yo ya lo arregle.-
- No del todo.- aclaro Ashley, acomodando su cuello de
marinerita, que aun había quedado levantado.
- Cuantas fueron? – Insistio Rocio.
- No te importa.- Protesto Paulina.
- Ya, dejen de pelearse. Pau, tenes que ver tu tarea.-
- Ay… ahora no puedo concentrarme en nada.
- Vas a tener que hacerla hoy, o te va a ir peor mañana.-
Dijo Ashley. – En 10 minutos va a empezar la clase, asi que vete preparando.
- Si…-
Paulina normalmente se hubiera quejado de como Ashley la
trataba. Pero se sentía segura con ella. Y en este momento tan sensible en el
que estaba, al verla abrazarla y tomarla de la mano, la sentía como una hermana
mayor. La veía también, debido a su altura, y a su model. Su cariño no solo no
la incomodaba, sino que la hacia sentir muy bien y eran como caricias a su alma
adolorida de tanto castigo. A rocio esto la ponía un poco celosa, y era un poco
notorio. Jeannie se burlaba al verla, pero Paulina no se daba cuenta. Sus
pompis hinchadas la distraían de cualquier otra cosa.
- Lo mejor es llegar temprano a la clase aunque la maestra a
veces se demore. Algunas si llegas tarde te hacen permanecer fuera de la clase
con las manos en la cabeza, y si la directora te descubre… -
- Te deja la cola cuadriculada a varazos- Bromeo Rocio. A
Paulina comenzó a resultarle molesto como para rocio todo era una broma. No
solo había recibido un castigo horrible, estaba asustada por lo que podría
pasarle el resto del dia, pero Rocio bromeaba como si no fuera la gran cosa.
- Si…- Dijo Ashley, apoyando una mano en su cola. Parece que
ni ella se salvo de eso. – Y de paso te perdes la clase…-
Caminaron hacia el aula, pero Paulina continuo sobándose,
sintiendo el ardor. Mientras caminaba, vio un par de chicas en los pasillos
escribiendo líneas y sobándose con una mano. Por lo visto ese era uno de los
castigos que podían asignarte en el centro de disciplina. Intentaba ser fría y
razional como siempre, pero ese estúpido model la manipulaba convirtiéndola en
una niña llorona.
Era fácil confundirse, ya que el programa de E-Institute era
muy diferente a lo que ella imaginaba de una prisión normal. E incluso, Los
distintos programas de re-educacion de E-world (E-institute es solo uno) se
incorporaron recién hace 15 años (E-world tiene 50 años). Hasta entonces solo
habían prisiones normales, e incluso continuan habiendo. Pero si bien el lugar, se veía como un
instituto… incluso un poco lujoso, ya aprendio por las malas que no tenia nada
que envidiarle a una prisión normal. Si no se esforzaba por ser obediente y
aprender todo lo que le querían meter en la cabeza, pagaría las consecuencias
de una forma que no podía creer que fuera legal.
Al llegar al aula, vio a una chica rubia de lentes, sentada
en el pasillo estudiando afuera con un gran gesto de prisa. Entraron al aula y
Paulina observo con desconfianza su asiento. “Si me molesta el elástico de la
bombachita en mis muslos… sentarse aca…” Penso Paulina. Sus compañeras se
sentaron y Ashley le dijo: Si la maestra llega y te ve parada te va a regañar.
Paulina apretó los dientes y se subio a la silla, acomodo su fondo y falda,
para que la protejan un poco y se sento despacito, sintiendo como todo su peso
caia sobre sus hinchados y adoloridos muslitos. Gimio en voz alta cuando
termino de sentarse, poniendo sus manos en su cola. Y sus compañeras se rieron
al verla hacer esto. Paulina bajo la cabeza avergonzada. Penso que si la
maestra le daba un reglazo sentada asi no podría evitar gritar. Ardia igual que
ser nalgueada tener que estar sentada asi, y deseo que la maestra no las haga
pararse muchas veces. Aprovecho el tiempo para descansar, aunque recordó que
aun tenia tarea y que si no la realizaba mañana tendría los mismos problemas. O
peor, no sabia cuanto tiempo demoraría su cola en curarse. Mientras esperaba, noto que de vez en cuando
la chica rubia de la entrada, entraba, miraba a ambos lados y luego salía
afuera. Se la veía entre nerviosa y avergonzada. Mas avergonzada que nerviosa,
como si intentara animarse a hacer algo que no quería hacer.
- Esa es rebecca, ya habrá hecho su tarea?
Mas alumnas ingresaron y se sentaron en sus asientos, hasta
que finalmente, la chica rubia entro, se paro unos segundos, intentando juntar
valor en el centro de la clase, suspiro, y fue por el bonete del rincón. Se fue
a su asiento y se quedo quieta unos segundos. Todas las chicas comenzaron a
reírse en voz baja, mientras que rebecca, con la cara roja como un tomate,
tomaba aliento y se ponía el bonete, con el piolín de este bajo su mentón. Las
chicas comenzaron a reírse, y Rebecca protesto gritando BASTA!. Hasta que afortunadamente, llego la maestra
de filosofía. La chica no podía soportar de vergüenza, y saludo cabisbaja a la
maestra, intentando tapar su cara.
La Maestra llego, saludando a todas, y notando que tenia una
pequeña burra entre sus alumnas.
- Bueno chicas, quiero que pasen a dejarme sus tareas. Y ya
que estoy, revisare sus uniformes. Ustedes saben que asi son las reglas.-
Las chicas hicieron fila, caminando hacia la maestra
mientras Paulina pensaba “Genial”. Al pararse, sobo sus muslitos, mientras veía
como todas entregaban sus tareas, y la maestra revisaba sus uniformes. Sin
embargo, solo regaño a muchas, pero a ninguna las castigo. Aunque si las obligo
a arreglar lo que tenían desarreglado. Por lo general era el peinado, los
botones, o la altura de las calcetas. Paulina se sonrojo, y suspiro resignada.
Seguramente le haría lo mismo que Brighton, obligarla a mostrar su cola frente
a la clase, y burlarse de sus pompis hinchadas, haciendo comparaciones con su
cabello. Pero para su sorpresa, la maestra solo la felicito por tener el
uniforme arreglado. Paulina se sento sorprendida y: AYYY!! Exclamo sin querer,
al sentarse. Las chicas se rieron de vuelta, y la maestra las regaño.
- Niñas, no se burlen! Por lo visto recibiste un castigo
fuerte no?
Paulina supuso que era de ese tipo de preguntas odiosas que
debía responder aunque la respuesta fuera obvia. Apoyando sus manos en su cola
respondio: Si maestra…
- Esos asientos son demasiado incomodos para ustedes, y hace
que no puedan concentrarse en clase. Yo ya he pedido varias veces que los
cambien por unos mas comodos, pero bueno… son reglas. Intentare ser mas
paciente contigo.-
- …Gracias maestra.- Respondio Paulina sorprendida. En
verdad era muy buena. Sin embargo, toco el turno de rebecca de entregar su
tarea. Era muy notorio verla hacer fila con su bonete, y cuando fue su turno,
la maestra la regaño.
- Por lo que veo, la burrita aun no termino su tarea!.- Dijo
un poco molesta. Las chicas se rieron pero ella las regaño. Rebecca avergonzada
dijo: Lo siento!!! Era realmente mucho y tenia un monton acumulada. Pero… como
ve hice caso y.
- Haber obedecido tu castigo no es algo que debas
presumirme. Si no hacias caso te hubiera dado un castigo peor. Vas al rincón
hasta que revise al resto de las alumnas.
- S-Si maestra…- Dijo Suspirando. Camino al rincón, y se
paro derechita mirando y la maestra le dijo: No, estas con tu bonete, te tenes
que sentar en el banquito. Esperame ahí hasta que revise las otras.
- Si maestra.- Dijo ella, y empezó a preocuparse mucho. Era
natural, al lado del rincón, la esperaba la gran paleta con augeros. La Maestra
finalmente termino de revisar a todas y dijo: Disculpen chicas, pero voy a
tener que robar un poco de tiempo de la clase, para poder encargarme de ella.
Las quiero en silencio por favor.- Dijo y se acerco a la niña en penitencia.
- Otra vez tenes que pasar por esto? Acaso no te da
vergüenza?
- Si!!!- Protesto la chica, su voz ya se escuchaba llorosa.
- Pues parece que no, andas otra vez castigada, como si nada
hubiera pasado. Te parece un chiste acaso?
- Maestra, en serio que…
- Responda solamente a lo que digo. Para decir otra cosa
debes levantar la mano y esperar a que te de permiso. Acaso aun no aprendiste
eso?
- Lo siento maestra…
- Te parece un chiste?
- No maestra…. Lo odio, es… - Respondio.
- Entonces? Explicame.
- Intente terminarlo
en serio!! Pero era muchísimo y no alcanze…
- No estarías tan atrasada, si hicieras toda tu tarea a
tiempo. De pie señorita.
- Si…
La niña se paro y volteo, limpiando las lagrimas de su cara.
- Al menos puedo ver que usas bien tu uniforme. – Dijo ella,
llendo al escritorio.
- Trae la paleta.
- P-Pero…- Dijo ella tomando su cola con ambas manos y
poniendo gesto de horror.
- Se obediente!-
- S-Si maestra!!!- Respondio llorosamente, tomo la paleta y
se la trajo rápidamente.
- A tu posición, sin protestar.
- Va a ser… AYY- Pregunto rebecca, pero la maestra le dio un
fuerte tiron de oreja.
- Vas a recibir lo mismo todas tus días, hasta que tengas tu
tarea lista.
- Awww… siii…- Dijo la niña, y estiro sus piernas, mostrando
su cola a la clase, y recostándose contra el escritorio. El espacio, era amplio
como para que pueda estirarse asi, usando su bonete y todo, y debido al piolín
de este no se le caia.
La maestra levanto su uniforme
para que no estorbe, revelando su bombacha de frutillitas. Su cola se veía
apenas rosadita, por lo que supuso que solo había recibido su disciplina
anticipada. Rebecca, era una buena chica dentro de todo (bah, comparada con otras
delincuentes). No sabia bien acerca de su pasado, pero por momentos, se pasaba
de lista. Y venia probándola varios días, asi que debía enseñarle a respetarla
por las malas. Apunto con la paleta a su cola y PAF! Los azotes, las cuentas,
las gracias, y los gritos de Rebecca comenzaron a sonar por toda el aula.
Paulina, de vuelta, sentía su propia cola punzar cuando veía a su compañera
saltar con cada sonoro paletazo y contar llorosa y agitada los azotes. Fueron
solamente 5 al final, que Rebecca lloro y padecio, hasta que al fin, agradeció
su disciplina y fue enviada a sentarse, gimiendo al hacerlo y limpiándose sus
lagrimas. Luego se acomodo el bonete ya que le había quedado muy inclinado y no
podía ver bien. Y la clase, luego de eso, continuo.
Describis tan bien a Paulina que me da mucha ternura, y siempre son geniales tus historias!
ResponderEliminarSiiiii
ResponderEliminarDos dias seguidos
Me encanta !!!!
Sk