“Estimada Pamela:
Tenemos tenemos como tarea
hacerte una carta, y por eso yo te hago una a ti. ¿Como te ha ido en el
orfanato? En verdad extraño mucho a todas. Y a vos. Aquí es distinto, pero
igual. PEdi permiso, para poder mandarte esta carta. Y me dijeron que si podía
hacerlo. Espero si la leas. Aquí es igual que en el orfanato. Pero diferente.
Todas estamos muy arregladas. Eso no pasaba alla. Trabajamos igual, pero todo
el tiempo . Hice 2 amigas. Mariana es muy aplicada. Ella siempre quiere hacer
todo bien. Vanesa no, ella quiere hacer
lo que quiera. Penseque era muy dulce, pero no.
Yo estoy bien, trabajo mucho. A veces pienso que trabajo lo mismo que en
el orfanato. Pero hoy estudiamos mucho y por eso escribo esto. Hoy estudiamos un monton. Todo el dia. Espero
mejorar mucho. ¿Recuerdas la vieja fea como nos pegaba? ¿La vez que le pego a
Anita? Aquí es igual. Yo pensaba eso pero no. Aquí son solamente 5 azotes si te
equivocas. Yo tenia mucho miedo, pero luego fue normal. A todas es igual. No se
si me gusta mas estar asi, o cuando nos adoptan. Es lo mismo, pero distinto.
Cordialmente, Romina.”
-
Romiiii!!!-
Romina se levanto, a medio
dormir. Cuando lo hizo,vio a Vane y a Mariana arreglándose.
-
Dale que te van a castigar!- Exclamo Vane.
Romina se paro sobresaltada, y corrió a buscar
su uniforme. Tanto estudiar la había hecho dormir hasta tarde. Era algo que la
entusiasmaba después de todo.
-
Hoy el resto de las maids, estarán en descanso.-
Dijo Mariana entusiasmada, arreglando su uniforme frente al espejo.- Eso
significa que solo nosotras 3, serviremos a nuestros amos.- Concluyo sonriente.
Romina se apresuro, para
prepararse. Pero apenas Mariana estuvo lista, se despidió, y se fue.
-
Ahí va, la mascotita de “nuestros amos”-
Protesto Vane.- Odio que ella se comporte asi, incluso rebeca era mi amiga, y
ahora…- Suspiro.
Romina prefirió no opinar aun y solo
escuchar a su compañera.
-
Ella no nos entiende, vos venis de un orfanato
también no?
-
Si.
-
No recordas lo genial que era ser libre? Libre!
Jugar tranquila, portarte mal, ensuciarte…. A veces yo iba a parar a alguna
casa. Pero no importaba, siempre volvia con mis amigas- Vane suspiro triste.- Y
ahora termine aca….
-
Cuantos años tenes Vane?- Pregunto romina.
-
14.
-
Soy mas chica que vos- Se rio Romina
-
En verdad? Bueno, se nota por tu altura.
-
Ah, tus coletas hacen que paresca mas chicas.
-
Si, jajajaja.- Se rio Vane. – Bueno, Apuremonos.
Cuando Romi reviso la cartelera, noto que
muchas tareas no había. Solo era el mantenimiento de la casa.
-
Ellos solo quieren tener alguien que les alcanze
las cosas- Dijo Vane. –Pero mariana se ve muy….-
Mientras hablaba, ambas vieron llegar al
señor Alexander. El tonode voz de Vane, cambio drásticamente.
-
Señor Alexander, puedo servirle en algo?- Dijo
ella humildemente.
-
No, muchas gracias. Pero vos romina.-
-
Yo?-
-
Si vos, quiero que me acompañes.- Respondio el,
luego miro a Vane y le dijo: Ah, y usted prepáreme el desayuno.
-
Si señor- Dijo amablemente Vane.
Romina acompaño en silencio y un poquito
nerviosa a su Amo Alexander, quien la llevo nuevamente a su habitación. El se
sento en su piano, y comenzó a practicar, Romina espero al lado de el, de pie,
impaciente. Alexander practicaba las melodías, de vez en cuando repetía muchas
veces una, y parecía que disfrutaba la compañía de Romina. Ella sin embargo se
encontraba muy nerviosa al esperar frente a su amo. Las cosas se habían dado de
forma tan rápida y rara. A veces no podía creer que la señora de su orfanato,
la obligara a firmar ese contrato. Ahora, ni se pertenecía a si misma, y se
encontraba de pie, frente a quien era uno de sus dueños. Eso la aterrraba,
estaba indefensa ante el. Pero sin embargo, a la vez la tranquilizaba. La
mayoría de sus amigas, tenían un futuro incierto. No sabían quienes las iban a
adoptar, o si siquiera lo iban a hacer. El país estaba pobre, y algunas, al
salir de ahí, terminaron en la calle.
-
Cuantos años tenes?- Pregunto Alexander.
-
Ah?! Eh… 13.- Respondio Romina. Se había perdido
en sus pensamientos.
-
Recorda llamarme siempre señor o Amo señorita,
ultima advertencia- Corrigio el.
-
Si señor! Digo Amo, Lo siento!- Respondio
Asustada, sintiendo una punzacion en su cola.
-
No pareces de 13. Casi me peleo con mi hermana,
pensando que eras mas chica. Pero la señora del orfanato insistió con que era
tu edad. –Aclaro el.- La mayoría de nuestras Maids, tenían tu edad al llegar.
Hasta Paula-
-
En verdad?- Pregunto Romina sorprendida.-
Señor…- Añadio luego.
-
Si, Nuestro padre es un diplomático. A esta
mansión trae personajes muy importantes, quienes deben ser tratados con
excelencia. Se manejan negocios, y situaciones delicadísimas en nuestra
mansión. Por eso, es importantísimo, que la mansión este impecable, y que
nuestras sirvientas sean elite. –
Romina escucho sorprendida la charla, no
sabia en que lugar se encontraba.
-
Por eso nos gusta que vengan de tu edad. Le
damos una oportunidad a chicas como ti, que salieron de un lugar muy pobre, y
que capaz correrían sin tanta suerte, si no fuera por nosotros- Explico
orgulloso Alexander. – Aquí las instruimos, educamos, y disciplinamos. Yo
conozco a cada una de nuestras Maids, desde que llegaron. Quienes no cumplen
los requisitos, continúan siendo novatas. Y me encargo personalmente de su
disciplina. Se sus fortalezas y sus debilidades. Se los aspectos que deben
pulir. Las conozco, como te conocere a ti. A los 21, termina tu contrato, asi
que solo quienes aman servir, se quedan aquí. Y les damos la educación
suficiente, para que puedan irse al finalizar este. Pero sabras que nos
interesa mucho la disciplina, no es asi?
-
Si señor…- respondió Romina preocupada.
-
Los domingos, las novatas se encargan de la casa
y de servirnos. Considerenlo un entrenamiento, cuando ya no son novatas solo
pretendemos perfeccion. Y cuando no es perfecto, son castigadas severamente.
Tratamos temas delicados, y no podemos tener errores. Pero como novata,
continuas aprendiendo. Deberas esforzarte mucho. –
-
Si señor…- Respondio nuevamente Romina, toda la
charla la intimidaba.
-
Hoy además, nos encargamos de tratar la
disciplina de las novatas. Se que pensas que soy muy exigente con ustedes. Pero
nuestro padre lo es aun mas con nosotros. Mi querida hermana, suele estar muy
estresada con la disciplina y educación de nuestras Maids, y en especial de las
novatas por eso.-
-
Si señor…- Respondio.
-
Podes pasar- Dijo Alexander en voz alta.
-
Señor… le traigo su desayuno.-
Alexander lo observo detenidamente.
-
Muy bien señorita.- Dijo felicitándola. – Pueden
retirarse las 2, e ir a limpiar la entrada, junto a Mariana. Las quiero aquí en
media hora.
-
Si amo.- Dijo Vane, y tomando de la mano a
romina, se retiro con una reverencia.
Mientras bajaban la escalera, dijo: No te
parece guapísimo nuestro amo?-
-
Es un poco mayor…- Dijo Romina no interesada.
-
Tendra 25 años- Dijo ella.
-
Si, por eso lo digo…- contesto.
-
Ayyyy, para mi es genial!!! Lastima que solo lo
veo para ser castigada….- Suspiro.
Mariana se encontraba lustrando los
muebles.
-
Tenemos que limpiar la entrada, y en media hora
presentarnos con nuestro Amo.- le Explico.
Mariana puso gesto de disgusto, pero sabia
que era serio, asi que obedeció.
Mientras las 3 limpiaban, Mariana comento:
Si hicieras la cosa como es debido, no estarías tan nerviosa ahora.
-
No entiendo- Dijo romina. Si se notaba, que
Vanesa estaba nerviosa, y asustada.
-
Hoy revisan nuestra disciplina, y la de Vanesa
es pésima, por eso esta muerta de miedo- Bromeo Mariana.
-
Me tenes cansada!- Protesto Vanesa. – Vos por
que crees que sos la mascota de ellos!
-
Son nuestros Amos, y vamos a servirlos…
-
No pensas como persona!- Protesto Vanesa.
-
Paren de pelear!- Se quejo Romina. – Solo somos
nosotras aquí, tenemos que estar unidas!- Suplico.
-
Ella esta mas a favor de “ellos” y de Paula, que
de mi que soy una sirvienta igual que ella!- Protesto Vanesa sacando su cofia y
tirándola al suelo.
-
NIÑAS!-
-
M-Madam Stephanie…- Dijo Romina Asustada.
Vanesa rápidamente se agacho y tomo su
cofia.
-
Lo sien…- Iba a decir Vanesa, pero en seguida Stephanie
las tomo de la oreja a ella y a Mariana.
-
Haciendo esta escena en nuestra entrada?-
Protesto. – Usted también venga romina.-
Stephanie, las llevo a las 2 de la oreja,
mientras Romina las seguía nerviosa. Golpeo la puerta de la habitación de su
hermano, soltando levemente la oreja de Vanesa, quien llevaba aun la cofia en
su mano. Ella aprovecho para intentar sobársela, pero al instante volvió a
agarrársela con fuerza, haciéndola gritar.
-
Stephanie eres tu. Yo las mande a limpiar la
entrada.-
-
Dudo que las hayas mandado a pelearse en ella
no?
-
Discutian.?
Vanesa intento ponerse su cofia, mientras
Stephanie y Alexander conversaban.
-
Se saco su cofia y la tiro al suelo?- Dijo
Mirandola a Vanesa.
Ella se quedo cabisbaja, intentando
arreglarla y se la volvió a poner.
-
Mariana y Vanesa, ambas al rincón.
-
Si señor- Dijeron las dos al unisono.
Para sorpresa de Romina, ambas fueron y se
pararon perfectamente en el rincón. Ella se quedo junto a ellos, mientras Stephanie
le comentaba, Que mariana y Vanesa vivian peleándose.
-
Entiendo, no te preocupes Stephanie, ya termine
de Desayunar, y me siento con energias. Yo me encargo de ellas-
Al escuchar eso, Romina sintió mariposas en
el estomago, y comenzó nuevamente, a llenarse de miedo y preocupación.
-
Las dos vengan aquí.-
-
Si señor- Dijeron ambas y volvieron cabisbajas.
La cara de Vanesa decía todo, y alarmaba a Romina.
-
Las quiero a las 3, paradas una al lado de la
otra, mientras termino de desayunar. –
Las 3 esperaron en silencio, pero Vanesa
particularmente, estaba muerta de miedo.
Alexander
termino de desayunar y se paro, llendo a buscar su fusta. Romina al
verlo apretó sus nalgas, y sus pies. Mariana, se veía mas tranquila.
-
Saben, que los domingos vemos la disciplina de
la semana. Sin embargo, hoy también vamos a ver esta actitud de ustedes dos
señoritas. Esta mansión, no es lugar para bromas y discusiones. Se tratan tema
mucho mas importantes, que las peleas de nuestras sirvientas.-
-
Lo sentimos señor- Dijo Vanesa.
-
Mis disculpas Amo.- Contesto Mariana.
-
Mariana: Tu esfuerzo es impresionante, y la
seriedad que dedicas también. Son pocas las maids que tenemos, que logran que
no sea necesario corregirlas siendo novatas. Cuantas veces fuiste corregida
esta semana.
-
5 señor.
-
Eso es muy loable, y se que seras una gran maid algún
dia. Pero tengo problemas con tu actitud. Me dijo Stephanie, que tu y Vanesa
siempre se están peleando, no se muy bien por que será. Siento que eres
orgullosa y arrogante, por los comentarios que escucho. Si eres mejor que las demás
en algo, no debes presumir, sino intentar ayudar a las demás. Aprende de Paula,
por ejemplo. Tienes el potencial de ser como ella.
-
Si señor.- Respondio Mecanicamente Mariana.
-
Ven y recuéstate en mis piernas.- Aclaro el.
-
Si señor.- Dijo ella, y obedientemente se dirigió
a el, levantando un poco su vestido para que no se arrugue. Se inclino, y se recostó
perfecta en sus piernas, poniéndose comoda, y exponiendo su cola.
El señor Alexander, dio la primer Palmada,
y Mariana se movio por el dolor. Continuo asi, mientras Vanesa y Romina
observaban, dando azotes fuertes en su cola con su firme mano. Vanesa comenzó a
ponerse mas nerviosa, sabiendo que con ella no serian tan delicados. Los azotes
a veces eran tan fuertes, que hacían que se levantara el vestido. La piel
blanca como terciopelo de Mariana, se ponía roja rápidamente, y se notaba al
instante en esos momentos. Romina se sorprendió, como ella, no lloraba. Deseo
para sus adentros ser mas fuerte. El señor , hizo una pausa, levantando el
vestido y la crinolina.
-
Señor…-
-
No deberías pelear, y mereces ser castigada.
-
Si señor…. AY!!- Grito Mariana, ante la primer
nalgada. Intento quedarse callada y gemir, pero las nalgadas rezonaban en la
delicada piel de Mariana, y se escuchaban por toda la habitación. Mariana comenzó
a gemir de dolor intermitentemente, y a menearse en su lugar. Era notorio el
esfuerzo que hacia para mantenerse quieta. En contra de su orgullo, comenzó a
patalear y el rojo carmesí de sus nalgas, asomaba por debajo de su ropa
interior, tan blanca como su piel. Luego de un rato mas asi, el señor Alexander
termino, dándole la orden de pararse. Mariana se paro frotándose la cola con
sus dos manos, pero al instante las retiro.
-
Lo siento señor.- dijo, y se acomodo su
uniforme, desarrugándolo.
-
Romina.- Dijo el
-
AH, YO!- respondió ella sorprendida. Otra vez se
había perdido en sus pensamientos. Su rostro se puso rosa como su uniforme y se
disculpo: Perdon señor…
-
Romina…. Noto
que realmente te esfuerzas mucho, y lo que dijo la señora del orfanato es
verdad. Para tu altura, es impresionante todo lo que logras hacer. Sin embargo
tenemos un problema contigo. Ya tus compañeras te apodaron “la llorona” no es
asi?
-
Si…- Dijo sonrojándose y bajando su cabeza.
-
Cada vez que necesitamos castigarte o
corregirte, armas un escándalo.-
La cara de romina esta vez se puso roja
como un tomate.
-
Como lo esta haciendo Mariana ahora, es como
debes encarar tus castigos.
-
Duelen mucho…-
-
Eso no importa, no es necesario gritar. Duelen
por que es un castigo. Pero sin embargo, cada vez que hay que azotarte con la
fusta, es tanto lo que te aterras que nos terminas obligando a nalguearte como
lo hice recién con tu compañera. Stephanie es una mujer muy ocupada, y no puede
perder su tiempo en nalguearte como si aun fueras una niña pequeña. Cuando yo
te castigaba, note que tu cola es muy pequeña. Quiza eso hace que seas mas
sensible que las demás. Yo no se como te castigaban en tu orfanato, pero
necesito que puedas ser castigada igual que las demás Maid.
-
Lo siento señor…-respondio ella, sintiendo sus
ojos llenarse de lagrimas.
-
Ahora vas a aprender a hacerlo. Quiero que me
acompañen las 3.-
Las 3 acompañaron a Alexander a una mesa.
Era como un potro, y el hizo recostarse a Romina ahí.
-
AHHHHHHHHH QUE PASa, QUE ME VAN A HACER?-
Romina asustada, intento resistirse, pero
una vez que la recostó, fue fácil atar sus piernas y brazos a el, dejándola absolutamente
expuesta.
-
NO POR FAVOR NO!!!- Dijo ella, con las lagrimas
recorriendo todo su rostro.
Alexander suspiro: Esto va a ser largo…
Romina continuo llorando y gritando por un
rato. Cuando Alexander la noto mas tranquila levanto su vestido. Y el lloriqueo
continuo.
-
Romina, tenes que aprender a controlar tus
emociones, aun no te di ni un azote.-
Pero romina continuo llorando como una
bebe.
-
Tengo miedoooooooooooooooo WAAAAAAAAAA-
-
Voy a darte azotes con la fusta, de a uno, y dándote
tiempo suficiente. Cuando vea que puedas controlar tus emociones, contarlos y
llamarme señor al final de cada uno, veremos como seguirá tu castigo.
Alexander dio el primer azote, y romina dio
un salto en el lugar, con potro y todo, pego un grito terrible y estallo en
lagrimas.
-
Por algo la llaman llorona.- Se rio Mariana. Y
vanesa se rio también. Alexander las
miro fijo, y al instante ambas bajaron la cabeza.
Cuando Romina dejo de llorar y gritar
tanto, Alexander probo dar el próximo azote. Otra vez llanterio, y gritos. Asi fue sucesivamente, hasta que Romina descubrió,
que el dolor era menor que cuando la recostaban para una nalgueada. Con el
tiempo y los azotes, comenzó a controlarse mas y mas. Aun gemia y lloraba, pero
podía mantenerse mas tranquila. Hasta que finalmente dijo: 1 señor.
-
Muy bien.- Aclaro el. Habra dado unos 20 azotes
sin embargo, pero con la pausa suficiente para que Romina pueda aguantarlos. Su
cola ya se veía bien roja, y con marcas de la fusta asomando por las partes que
su ropa interior no tapaba.
-
Ahora, quiero que intentes portarte bien. Vamos
a simular un castigo. Ya viste como arden los azotes sin tu vestido y la
crinolina protegiéndote. Ahora tendras que aceptar un castigo igual que como lo
aceptan todas. Esta claro? Si no lo logras, empezaremos el numero de vuelta.
-
Si señor…- Dijo Romina llorando.
-
Ayudenla a salir del potro.-
Mariana y Vanesa la ayudaron, y Romina se
paro.
Apenas se libero del potro, romina se
agarro la cola y pataleo en el lugar.
-
Ahora vas a recibir un castigo, como todas tus
compañeras lo hacen. Primero, acomódate el
uniforme.
-
Si señor… AYYYy….ARDE MUCHO…- Protesto romina, e
intento acomodárselo. Vanesa y Mariana se reian para sus adentros.
-
Cuando te castiguen, deberas tomar tus rodillas.
-
Ahora…?- Pregunto romina, las lagrimas
continuaban en su rostro, y su corazón comenzó a latir de prisa.
-
Ahora.- Ordeno el.
Ella se inclino, poniendo las manos en las
rodillas.
-
Vas a mantener tu posición hasta el final del
castigo.
-
Si señor…- Dijo ella, mirando al piso. Sintio la
fusta, a través de su vestido apoyarse en su cola. Y el primer azote callo, haciéndola
saltar y caer de pie, tomando su cola con ambas manos. Y pegando un alarido.
-
Debes mantener tu posición!- Ordeno Alexander.
-
Pero arde muchísimo!-
-
Arde menos que sin el vestido y en el potro no?
-
Si… señor…
Romina volvió a donde estaba y otra vez se
inclino apoyando las manos en sus rodillas. Sintio la fusta apoyarse y otra vez
salto y pego el grito.
Mariana y Vane estavez sencillamente se
rieron. El miro a ambas y ellas bajaron la cabeza.
-
Ustedes van a enseñarle a Romina, a aceptar un
castigo.
Al instante, ambas se inclinaron apoyando
las manos en sus rodillas. Empezo con mariana, y le dio un fuerte fustazos.
Mariana dio un salto, meneándose ,pero volvió rápido a su posición, y gimio: 1
señor.
La cuenta continuo hasta 5, y al final se
paro, mostrándose adolorida nuevamente. El repitió el mismo proceso con Vanesa,
quien al quinto solto un grito, pero también menciono. 5 señor.
-
Ves? Obedeciendo solo recibirías 5. Y ya vas
como 25. –
-
Si… señor..- Dijo romina, limpiando sus
lagrimas, y nuevamente se inclino.
Alexander apoyo su fusta y dio un buen
azote. Romina salto, pero en su posición, tomando aun sus rodillas, gimio
fuerte, y dijo en voz alta: 1 señor!!
-
Sin gritar.
-
Lo siento… AYYYY 2 señor!
Rommina sintió el tercer azote, parándose en
un pie y en el otro, sintiendo el calor acumularse.
-
Si te tardas, o te salis de tu posición, o si te
sobas la cola, empezaremos de vuelta.
-
AYYYY…- Grito Romina, saltando en el lugar: 4
señor!!
-
Sin gritar tan fuerte, no tiene que enterarse
toda la mansión de que te castigan.
-
Lo siento…AYYYYYYYY…..AYYYYYYY- Grito al ultimo
azote, dando saltitos y pataleando en el lugar, - 5 señor…-
-
Muy bien, solo te pones de pie cuando te dan la
orden.
Romina espero, contoneándose hasta que le
dijeron.- Ya podes pararte.-
Ayyy….- Se quejo ella, sobándose con las
dos manos.
-
Sin sobarte, o son 5 mas…-
-
Si señor…- Suspiro resignada, parándose en un
pie y en el otro, y jugando nerviosa con los olanes de tu delantal.
-
Asi tenes que recibir tus castigos a partir de
ahora esta claro?
-
Si señor…
-
Y por ultimo… Vanesa.
-
Al escuchar “Vanesa” su corazón salto.
-
Señor Alexander…-
-
Conmigo y Stephanie, te mostras sumamente
amable. Te ves como una chica muy dulce, y hasta las visitas terminan hablándonos
de esa maid de coletas tan tierna. Pero sin embargo, vivis siendo corregida
toda la semana, por que o te olvidas algo, o hiciste algo mal, o lo hiciste por
la mitad, o te peleaste…..
Vanesa comenzó a llorar, y a limpiarse las
lagrimas mientras escuchaba el regaño de Alexander. Romina la observo
sorprendida, ella nunca había llorado antes, ni durante los azotes.
-
…. No aceptas ayuda, ni de Paula, y ahora veo
que haces esta escena y arrojas tu cofia al suelo. Por que tenes esta actitud?
-
Lo siento… - lloro Vanesa limpiando sus
lagrimas.
-
Seguiras con nosotros, hasta que finalize tu
contrato, y seguiras siendo novata, si veo que es necesario. – Dijo seriamente
Alexander. – Asi que basta de rebeldías, me obligas a darte de vuelta…
-
No amo por favor…- Exclamo Vanesa.
-
El castigo que tanto odiaste, recordas?
-
Perdon por favor…- Suplico ella.
-
Por que no quiero que tengamos mas problemas.
Esta claro?-
-
Perdon señor…-
-
Si lo que pasa es que ya no queres servirnos,
entonces esforzate con tus estudios, que nosotros mismos te proporcionamos, asi
cuando finalize te olvidaras de nosotros, pero ahora eres nuestra Maid, y debes
hacer las cosas como corresponde.- Concluyo el señor Alexander, sentándose en
la misma silla en la que anteriormente castigo a Mariana.
Vanesa lloro cabisbaja, limpiándose las
lagrimas, y al verlo sentar, se paro al lado de el.
-
Va a ser un buen castigo, como ya lo conoces.-
-
Si señor…- Suspiro ella, e igual que mariana, se
recostó en las piernas de su amo, intentando acomodarse y exponiendo su cola.
La nalgueada comenzó, pero Vanesa, parecía estar mas acostumbrada a castigos.
Su cola se meneaba, y ella gemia, pero estaba mas concentrada en llorar que en
otra cosa. Romina frotaba su propia cola, mientras veía a su compañera ser
castigada.
Luego el levanto su vestido y crinolina, y
estaba los gemidos de dolor fueron mas frecuentes. Vanesa comenzó a patalear un
poco, y a menearse con las nalgadas. Mariana y Romina observaban atentas, a su
compañera ser castigada. Hasta que finalmente el tomo su ropa interior, y se la
bajo, exponiendo las nalgas rojas de Vanesa. Romina tomo la mano de Mariana, ya
que nunca había visto un castigo llegar a este extrema. Y sintió su mano ser
apretada, por lo visto mariana tampoco. La nalgueada continuo firme ty larga,
con Vanesa pataleando, gimiendo y meneándose ante esta. Continuo un rato mas
hasta que finalizo y Alexander ordeno a Mariana.
-
Traeme mi cepillo por favor.
Al escuchar esto, El llanto de Vanesa se
acentuo. Mariana, fue y trajo un gran cepillo de madera a la mano de su amo Alexander.
-
Quiero que ustedes dos también aprendan, que
pasa con las novatas que se portan como ella.- Comento el y dio un fuerte azote
en una nalga con el cepillo.
Vanesa grito ante el azote, y tanto romina
como Mariana dieron un salto en el lugar asustadas. El llanto de Vanesa se volvió
constante, mientras los dolorosos cepillazos caian en sus nalgas, las cuales se
comenzaban a poner bien rojas. Muchos caian, a ritmo lento, en sus muslos, los
cuales la hacían gritar y retorcerse. Sin embargo, su amo la sostenía bien,
seguro de no soltarla hasta el fin de su castigo. El ritmo comenzó a aumentar,
y mientras Vanesa, esta vez lloraba en forma constante, y pataleaba también constantemente,
su cola empezaba a poner aun mas roja, y a hinchar, incluyendo sus muslos. Romina y Mariana observaban aterradas la situación,
sabiendo que si algún dia rompían los limites que rompió Vanesa, compartirían su
lugar. Y luego de muchos cepillazos, el castigo finalmente termino.
-
Romina y Vanesa, ahora se van a ir
inmediatamente al rincón, a pensar en como mejorar. Mariana va a quedarse a
charlar conmigo.
-
Rincon…?- Pregunto Romina. – Nunca hice eso…-
Alexander ayudo a vanesa a pararse, pero al
hacerlo, ella se agacho tomando su cola y llorando aun.
Alexander suspiro y la dejo un poco asi.
Tomo a Romina de la mano, y le dijo: Note que te frotabas mientras castigaba a
Vanesa.
-
Lo siento señor…-
El tomo la fusta. Y le dijo: Vamos a ver
que tan bien aprendiste. Si te sobas, van a ser 5 mas.
Romina se inclino, y con mucho esfuerzo, recibió
los 5 azotes, que la dejaron saltando en el lugar. El la tomo de la mano y la
llevo al rincón.
-
Parada, viendo a las dos paredes y derecha. Solo
salis cuando se te ordena.
-
Si señor…- Dijo ella, y obedeció. Pero de reojo
pudo ver, como el hacia que vane se pare. Le subió su ropa interior, acomodo su
vestido, y le dio un abrazo.
-
No me hagas tener que castigarte asi de fuerte.
Ella se hundió en el abrazo de su amo,
quien por lo visto, sintió lastima al verla llorar tanto. Y luego el la condujo
al rincón.
Ambas esperaron varios minutos en el.
Romina pensaba en los castigos, y Vanesa intentaba reincorporarse. Romina, que
ya no lloraba, intentaba escuchar la conversación pero no pudo. Y finalmente
les ordenaron volver.
-
Bueno, esa fue suficiente disciplina por hoy.
Tienen media hora de descanso, ya que sus castigos fueron muy fuertes. Las
quiero luego en la cocina.
-
Si señor
-
Si amo.
Respondieron ellas, y se alejaron. Romina
cuando noto que ya no la veian, comenzó a sobarse. Ambas estaban en silencio,
ya que veian lo adolorida que había quedado vanesa. Y las 3 se dirigieron al
Baño.
Cada una se puso a inspeccionar sus colas,
para ver que tan mal habían quedado.
-
Mariana… No me había dado cuenta… tu piel es blanquísima.
– Dijo Romina.
-
Gracias…- Dijo ella.
-
Sos…!! Sos muy bonita.!
La cola de romina, estaba aun muy
roja, y con muchas marcas de fustazos. La de Mariana también, pero era mas bien
su tono de piel, que hacia que las marcas resaltaran. Romina comenzó a lavar su
cara de lagrimas. Pero Vanesa continuaba en silencio, solo observando su cola.
Habia quedado hinchada, muy roja, y se podía notar lo mucho que ardia.
Mariana se acerco a ella y dijo:
Vane…
Ella la miro aun con su cara llena de
lagrimas y Mariana la abrazo fuerte. – Lo siento… Es verdad, voy a ayudarlas y
a no pelear con ustedes.- Aclaro ella.
-
Yo no necesito…- Dijo Vanesa, y luego lloro en
el pecho de Mariana. Romina se acerco a ellas y dijo: Chicas, nosotras 3 vamos
a ser las únicas novatas mucho tiempo. Tenemos que ser unidas y estar juntas!
-
Si es verdad, Dijo Mariana.
Vanesa, solo asintió con la cabeza.
-
Dejame ayudar a arreglarte esas coletas- Dijo
Mariana con ternura.
Romina, ayudo a arreglarle un poco el
uniforme.
-
Solo falta que te limpie las lagrimas.- Dijo
Mariana.
Vanesa se acerco al espejo, se limpio las
lagrimas, y se acomodo la cofia.
-
Pff… Se me hincho la cola, ahora hasta la ropa
interior me duele- dijo riéndose.
-
Jajajaja pobrecita- Rio Romina. – Y yo soy la
llorona después.- Sonrio, abrazandola a Vanesa.
-
Vamos chicas… nos falta poco tiempo para
presentarnos con nuestros Amos. Recorda romina que ya aprendiste a recibir
castigos.-
Las 3 se rieron, reconcilliandose un poco.
Y luego salieron del baño.
:D Continuala Nano ! Te esta quedando muy tierna <3
ResponderEliminarDeseo enormemente que Paula entre más en accion xD !
Super like
ResponderEliminar¡¡Woow!! Me encanta, va super bien. Esos castigos uuufff... me fascinaron.
ResponderEliminarpues ami si me gusta.... Hayy el Amo Alexander... se ma hace super lindo... :-)
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