Romina golpeo levemente la puerta, Pero nadie abrió. Golpeo
un par de veces mas, hasta que la puerta se abrió sola. Y comenzó a escuchar
algo de piano. Se acerco, maravillándose por los lujos de la habitación y la
hermosa melodía, hasta que de repente la música termino.
-
Que haces aquí adentro?- Pregunto el hombre.
Romina sintió miedo en su estomago, y dijo
titubeante: Usted me pidió un café…
-
Pero yo no le abri la puerta.
-
L-Lo siento señor.
El hombre se paro del piano y dijo: Deja la
bandeja en esa mesita.
-
Si señor.
Romina obedeció y al girar lo vio al señor
con una fusta.
-
N-No….- Suspiro asustada, y dio un paso hacia
atrás.
-
Aun te falta mucho por aprender, debes esperar a
que yo te abra o te de permiso para entrar. Ademas de que te atrasaste un poco.
Romina comenzó a sentir mas miedo, y empezó
a lagrimear levemente. Recordo las advertencias de Vanesa acerca de Paula, y
supuso que la habían acusado.
-
Que esperas? Creo que ya te enseñaron de cómo
debe ser tu posición.
Romina observo a ambos lados nerviosa, y
recordó el castigo de Vane, supuso que ella tenia razón, era mejor obedecer, a
hacer escena y ganarse un castigo peor. Pero recordaba la cara de dolor que
ponía Vane, cuando recibia los fustazos. Y lo adolorida que quedo después. Miro
al suelo y luego dijo….
-
Eso pasa cuando tratas con niñas.- Dijo el señor
Alexander, interrumpiéndola antes de hablar.- Debes ser mas obediente- Comento
tomandola de la mano, y llevándola a una
silla. Dejo la Fusta aparte y Romina pregunto asustada:
-
Q-Que me va a hacer?
-
Si obedecieras rápidamente tu castigo, verias
que unos fustazos es mas rápido que esto.
Con facilidad, el hombre tomo a romina,
recostándola en sus piernas. Romina sentía que no podía tocar el suelo.
-
No otra vez por favor.-
-
Silencio, asi aprendes a recibir tus castigos
rápidamente. Pero por lo visto aun necesitas ser castigada como una niña.- Dijo
el, y le dio una fuerte nalgada sobre su vestido.
-
AY!!!- Exclamo ella. Se le va a enfriar su
café…- dijo.
-
Su disciplina es mas importante. Y portese bien,
asi no tengo que levantárselo como la ultima vez.-
Romina continuo lagrimeando, y sintió las
nalgadas caer una y otra vez sobre su
pequeña cola. Pero cuando el miedo fue desapareciendo, descubrió que el ardor
era aguantable. Habran sido unas 100 nalgadas sobre su vestido, que le dejo la
colita ardiendo. Pero esta vez no se desespero como la ultima vez.
-
Espero que la próxima vez no sea necesario
perder tanto tiempo, esta claro?
-
Si señor…- Respondio Romina, aun sobre sus
piernas, y sintiendo su cola arder.
-
La próxima ves que necesites disciplina que
haras?
-
Obedecer?- Pregunto Romina.
-
Te inclinas, poniendo tus manos en tus rodillas,
y preparándote para tu disciplina.
-
Si señor…- Respondio romina.
Alexander, ayudo a romina a reincorporarse.
Ella se paro en un pie y el otro adolorida, y sobándose su cola, luego observo a
su señor con su seño fruncido, y recordó que Vane le había dicho que les
molestaba. Bajo su cabeza y dijo: Lo siento señor.
En un sorpresivo gesto de ternura,
Alexander acaricio su pelo y le dijo: Entiendo que arde mucho, se pero se ve de
mala educación. Incluso a veces se te ve la ropa interior cuando lo haces.
Romina se sonrojo un poco avergonzada.
-
Cada recamara tiene su baño personal, ahora
deberas arreglarte tu uniforme nuevamente. Y mi café de hecho si se enfrio,
deberas calentarlo y volvérmelo a traer.
-
Si señor.- Dijo Romina. Fue al baño, a limpiarse
las lagrimas, y noto que realmente demoraba tiempo arreglándose su uniforme
luego de una nalgueada, ya que en el pataleo este se desarreglaba mucho. Luego
de fijarse que estuviera prolija, se apuro a buscar la bandeja, e ir con el
café a recalentarlo. Cuando volvió, noto que la puerta estaba cerrada. Habiendo
aprendido su lección, solo golpeo la puerta, y se limito a esperar
humildemente.
Vio su reflejo en la bandeja, mientras lo
hacia, observando como se veía su cara con su cofia, y el cuello de su vestido
que llegaba a verse. Según las ordenes de Madam Stephanie, esa iba a ser su
única ropa…. 8 años? Le parecía una locura. Pero luego pensó que dentro de
todo, estaba mejor asi que en el orfanato. Alla no la trataban como una
sirvienta, pero vivía con su uniforme roto y sucio, y de todas formas, debía
encargarse de la casa.
Escucho la música de Piano detenerse esta
vez, y la orden de entrar.
Romina entro despacio y pregunto: Donde le
dejo el café señor?
-
Aca al
lado mio.-
Al dejarlo, ella intento retirarse pero el
dijo.
-
No, quedate un poco mas porfavor.-
Romina se sorprendió a ser tratada con
amabilidad, y se quedo observando como el tocaba el piano.
-
Sentate en esa silla-
-
Si señor.
Al hacerlo, Romina sintió el ardor debido a
su anterior castigo. Pero vio que su amo, la observo de reojo al hacerlo y
luego continuo con el piano, dándole a entender que era una orden.
-
Te gusta la melodía?-
-
Si señor.
-
No conoces mucho de música no?
-
No…. – Dijo Romina sintiéndose triste.- Señor.-
añadió luego, por miedo a la fusta.
-
Debes tener pésima educación, al igual que las
demás. Sabes leer?-
-
Si, y escribir señor.-
-
Perfecto. Entonces estas al mismo nivel que tus
compañeras. Raro para una chica de un orfanato.-
-
Gracias señor.-
-
Los sabados tendras clases por eso, queremos que
cuando crescan, sean cultas. Ahora será el momento mas difícil para vos, ya que además de trabajar duro, deberas
estudiar duro. Pero para eso es esa edad, para aprender no?
-
Si señor…- Dijo Romina, sin saber que responder.
-
Los sabados tendras clases junto a las otras
novatas. Y va a ser todo el dia de
estudio. El Domingo las maids descansan, pero ustedes 3 continuaran trabajando.
-
Si señor…-
-
En un ratito, es su horario de comida. Pero
tenes permitido descansar aca hasta entonces, mientras, puedes escuchar mi
música.
-
Gracias señor…-
Romina permaneció en silencio, escuchando
la dulce música de su amo Alexander. Le pareció muchísimo mas agradable que
Stephanie. A pesar de que ya la castigo dos veces. Al menos se sentía
orgullosa, de no haber llorado tanto durante su ultimo castigo. Y sintió que
dentro de todo, aprendió de Vanesa.
5 minutos después, fue al comedor, donde
encontró a otra chica con su mismo uniforme. Ella tenia el pelo largo hasta la
mitad de la espalda, supuso que ella era mariana.
-
Hola…-
-
Hola Romi, Mariana, ella es Romi.-
Mariana se veía como de 15 o 16 años. Y era
muy hermosa.
-
Hola Vane, yo también soy novata aquí. – Comento
Mariana.
-
Hace cuanto estas?-
-
2 meses- Respondio ella.
Romina se preparo una comida rápida, y se
sento junto a sus compañeras, mientras ambas continuaban conversando. La cara
de vane, hacia evidente que se hace poco habían revivido el ardor en su cola.
-
Tambien te castigaron Vane?- Pregunto Romina.
Luego se sonrojo al notar que tan naturalmente ya hablaba de sus castigos.
-
Si, te dije que nos iban a acusar.- respondió
vane. – Odio a Paula-
Romina se alegro de que esta vez,
nadie la observo pataleando sobre las piernas de Alexander. Dentro de todo, los
castigos eran comunes, y eso hacia que no se sienta tan avergonzada.
-
Paula a mi me ahorro mas castigos, de los que me
causo. Seguro hiciste algo mal, para mi no es tan mala.- Contesto Mariana.
-
Vos por que…- Se quejo Vane.- Nunca mas tomo tu
castigo Romina, tantos azotes juntos no aguanto- Se quejo nuevamente.
-
Lo siento… - Respondio romina.
-
Si es tan buena, por que le gusta observar
cuando madam Stephanie nos castiga?- Se quejo Vane molesta.
-
Eso no se… Pero conmigo es buena. Stephanie es
igual de estricta, pero ella no nos enseña.- Comento Mariana.
-
Ya estas 2 meses aca?- Pregunto Romina.- Te
costo acostumbrarte?-
-
Si… mucho. El primer mes no podía ni dormir.-
Dijo Mariana.- Pero ya me acostumbre, esto es mucho mejor que andar de adopción
en adopción. Y estoy ahorrando plata, para dejar este lugar cuando mi contrato
termine. No entiendo como Vane aun no se acostumbra. Dicen que cuando dejas de
ser Novata, como mucho sos castigada una vez al mes. – Comento Mariana.
-
Si…. Rebecca el anterior mes dejo de ser novata.
Y cambio a su uniforme negro.-
-
Yo ya quiero dejar de serlo- Dijo Mariana- Me
pregunto si deberas pasar una prueba-
-
No se… Se que te piden que seas perfecta. Una
vez me dijo que los castigos son larguísimos cuando te equivocas. Pero creo que
es mejor eso, a esos … fustazos… que me dan todo el tiempo- Se quejo Vane.
-
Romi, a Vane la castigan todo el tiempo, y creo
que ya ni los siente- Se rio Mariana- Pero si haces las cosas bien no te van a
castigar tan seguido como pensas. Veras que en un mes ya haras las cosas bien
como yo.
-
“Haras las cosas bien como yo” Protesto Vane.
Luego se paro levantando sus cosas.
Mariana se acerco al oído de Romi y dijo:
Debe dolerle mucho por eso esta tan enojada. Pero yo no la entiendo, si odia
tanto los castigos, por que no hace las cosas bien siquiera por miedo.
Cuando vio a Vane volver se paro como si
nada. Y sonrio al ver que vane no se quería sentar de vuelta.
-
Ya vamos a trabajar?- Pregunto romi.
-
No, aun faltan 5 minutos- Dijo Mariana.
-
Yo tengo mucho que hacer…- Dijo Vane y se fue, a
lo lejos, se pudo ver que se sobaba arduamente, pensando que ya no la veian.
-
Ves, te dije que esta adolorida. Cuando se le
pase va a ser la misma- Comento Mariana.
Mariana le explico a Vane, las tareas de la
casa. Y le recomendó volver e intentar terminar una rápidamente.
-
Es difícil que no te castiguen, ya que aun no
conoces el ritmo de trabajo. Pero lo aprenderas rapidamente- Comento Mariana,
guardando sus cosas. Tomo el plato de Romina y dijo: Apurate a ir a trabajar,
hoy me toca a mi lavar los platos.
Romina fue a hacer de vuelta la anterior tarea, pero en el
camino la intercepto una chica alta, de ojos azules. Bueno, Romina era bajita,
y para ella todas eran altas, pero a esta en particular le llegaba al delantal.
-
Llorona, esa tarea ya la hicimos nosotras
mientras vos pataleabas.- Le dijo la chica.
Romina se sonrojo bastante, y no
supo que responder.
-
Anda a lavar los baños.
-
S-Si…- Respondio romina y se fue apresurada.
“No era broma que me habían apodado
llorona…”- pensó romina molesta. Limpiar lo baños era asqueroso, pero ahora no
tenia opción, y su cola aun ardia un poco de los anteriores castigos. “Espero
que no me hayan oído también en la habitación de Alexander… que vergüenza…” Se
quejo.
Mientras iba a los baños, sintió una mano
en su hombro.
-
Llorona espera-
-
N-No soy llorona!- Se quejo romina y luego vio
que era Paula.- H-Hola!...-
-
Ignorala a Rebecca, dejo de ser novata hace un
mes, y ya se cree mucho.- Se quejoPaula. – Ese no es tu trabajo, solo hace los
de cartelera, o los que nos diga Madam Stephanie. A ella ignorala. – Deja que
de ese me encargue yo, pero no te quedes mucho tiempo sin hacer nada, sino te
van a ver, y luego es incomodo trabajar adolorida y lo vas a hacer mas lento.-
Romina pensó en dejarla a Paula hacer la
tarea. Pero luego recordó que ella es de acusar, y ya le había pasado algo asi
con Vane. Asi que corrigio: - No, lo hago yo. No es tan difícil, ya lo he hecho
antes, y si uso los guantes no da asco.
Paula sonrio, y dijo: esta bien.
Romina limpio too el baño, y se las ingenio para mantenerse
ocupada. Ceno, y al llegar a tsu habitación descubrió que ya se encontraban
Vane y Mariana ahí en camisón.
-
Seguis con el uniforme? Apurate que queremos
acostarnos.-
-
Si- respondió romina. El camisón era un poco
transparente, y la cola roja de vane se podía ver a través de el.
-
Que raro verte tan contenta Vane.- Dijo Mariana,
recostándose en su cama.
-
A la idiota de Rebecca, finalmente le dieron su
merecido.- Sonrio Vanesa, y salto a la cama.
Romina observo la conversación en silencio,
mientras se desabotonaba su uniforme.
-
Desde que dejo de ser novata, andaba muy creida.
Antes era mi amiga, y ahora hasta me daba ordenes. Como es Paula. Hoy la vi, y
se notaba que había llorado. A las otras maids les caigo bien, y creo que le
dieron como 100 azotes.- Dijo Vane contenta.
-
100 ¡!! – Dijo Romina sorprendida.
-
Si, Cuando dejas de ser novata, te dejan de
castigar por todo, pero te exigen que seas perfecta. –Explico Vane.
-
Me pregunto que habrá hecho para merecérselo…-
Dijo Mariana.
-
Seguro Paula la acuso como siempre.- Comento
Vane.
Romina se termino de sacar su uniforme. Al
ver su vestido rosa, junto al de sus compañeras, parecía el vestido de una
niña. Luego se puso rápidamente el camisón y se metió a la cama. Le daba
vergüenza que la vieran con la cola asi, ahora que se hizo fama de llorona. Su
cama, sin embargo, estaba arriba de la de Vanesa, asi que se perdia la
conversación.
-
Romi, baja asi hablamos un poco antes de dormir.
O estas muy cansada?
-
Si, estoy un poco cansada chicas, hablo desde
aca.
-
Esa rebecca se lo merecía. Se cree mucho por
dejar de ser novata, pero seguimos siendo esclavas aca. –
-
Yo ya quiero dejar de ser Novata. No entiendo
por que no me dejan serlo.-Respondio Mariana.
-
Ufff, yo ya voy 5 meses, y aun no dejo. Y creo
que rebecca tiene año y medio aquí.-
-
Pero ya hago las cosas bien. A diferencia de
ti.- Respondio Mariana.
-
Vas a ver Romi, ella va a ser igual que Rebecca,
o peor, que Paula.- Dijo Vane.- No entiendo por que te preocupa tanto. No
importa el color del uniforme, seguimos siendo sirvientas, y teniendo que
obedecer lo que nos dicen. Y nos siguen castigando. Yo prefiero ser novata, no
piden que sea perfecta, y me gusta mas el rosa- Se rio Vane.
-
Vos no entendes. Esto es un trabajo, y quiero
hacerlo Bien. Dejar de ser Novata es un reconocimiento.- Protesto Mariana.
Las chicas continuaron discutiendo sus puntos
de vista. Romina se acosto bocaabajo, escuchando su discusión, y se quedo
dormida.
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