miércoles, 15 de diciembre de 2010

4 Personas

Historia un poquito dramatica, que hice en un dia complejo. Tengo otra similar a esta que tambien la voy a subir. Es larga, por eso va por partes.

Mariana se despierta, su cuarto se encontraba a oscuras y con la luz apagada. Sintio que le dolia la cabeza un poco y comenzo a mirar alrededor.
Apenas podia entender lo que sucedia y en ese momento abrieron la puerta 3 personas y prendieron la luz.
Mariana ve entrar a 3 personas: Una mujer, un hombre, ambos de unos 30 o 40 años aproximadamente y un chico que parecia tener entre 16 y 20 años. Los 3 eran rubios al igual que ella.
Te explique mil veces que no durmieras vestida!- Protesto la mujer y tomandola de la mano la paro y comenzo a acomodarle la ropa.
Mariana la observo sin entender mucho lo que pasaba.
Ves?- Dijo el chico. Anda muy desobediente y no me hace caso en nada!.
Mariana se quedo callada, mientras sentia como esa mujer desconocida le re acomodaba la ropa.
El hombre se acerco y se sento al lado de ella. Vamos Marianita, sabes que va a pasar. Dijo seriamente.
Mariana no entendia nada y no supo que hacer, pero el hombre rapidamente la tomo de una mano y la recosto sobre sus piernas. La mujer dijo: Si sabia que la ibas a nalguear ahora, no le arreglaba el vestido.
Mariana de repente se encontro boca abajo, sobre las piernas de laguien, le costaba mantener el equilibrio y trato de sostenerse.
Q-Que pasa?- Pregunto.
De repente sintio un fuerte ardor en sus nalgas.
Ay!!!- Protestos.
Sabes perfectamente que pasa.- Protesto el hombre. Andas muy desobediente desde hace un largo tiempo. Dijo mientras daba otra fuerte nalgada y le levantaba lo que (según la mujer que la estaba arreglando) parecia ser un vestido.
Mariana se quejo del chirlo, y metio sus manos para evitar que le levantaran el vestido.
Duele basta!! Que pasa!! Yo no hice nada!! Basta!!- prtoesto mientras intentaba liberarse.
El hombre procedio a tomar las manos de mariana y ponerlas sobre su espalda, dejo las piernas libres (solo por que le gustaba verla patalear) y procedio a dar los chirlos consecutivamente, uno detrás del otro.
Sin el vestido, los chirlos dolian muchisimo mas, y ahora que se los daba uno detrás del otro, el dolor se acumulaba haciendo que dolieran el triple.
Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!! Protesto Mariana pataleando. Intento escaparse mientras se quejaba, incluso se le escaparon un par de insultos. Pero debido a la posicion era imposible.
Con el tiempo, Mariana se canso y no pudo luchar mas. Los chirlos caian uno detrás del otro y su colita ya ardia mucho. Llorando dijo: Por favor ya basta…
Aun no terminamos señorita-Dijo el Señor. No solo fuiste y seguis siendo desobediente, sino que estubiste diciendo palabrotas mientras te castigaba, creeme que no terminamos hasta que te quede la cola roja durante 3 dias, ¿Pablo me alcanzas el cepillo?
Si papa. Digo el joven, y comenzo a buscar por la habitacion.
Mientras esperaban que pablo encontrara el cepillo, mariana pudo descansar un poco de los chirlos y observar su situacion. Sentia como a los costados de su cabello, colgaban dos mechones de pelo, desde hace rato que los sentia rebotar por cada movimiento que hacia. Debia estar usando dos colitas. A su vez, de lo poco que pudo ver de su vestido, parecia ser muy infantil. La mujer que estaba sentada hace un poco, arreglandole la ropa, le saco las manos de la espalda y se las tubo con cariño con una mano, mientras con la otra le hacia mimos en el pelo:
Yo te voy a ayudar a portarte bien, no te preocupes- Dijo la mujer con cariño.
Mariana se sintio como una niña pequeña, aun sin entender que pasaba.
Aca encontre el cepillo Papa. Dijo el muchacho, con una sobnrisa picara.
Perfecto Pablo, preparada Marianita? Dijo el hombre mientras daba un par de palmadas debiles en la cola de mariana.
En ese momento mariana descubrio para que era el cepillo.
No por favor no!!!- Grito Mariana, pero el azote con el cepillo callo sin mas vueltas.
Mariana sintio un dolor terrible en una nalga, creyo poder soportarlo, hasta que el azote volvio a caer, una y otra vez sobre su nalga derecha. Al quinto azote sobre su nalga, Mariana intento resistirse.
AYYYYYY DUELE MUCHO. Grito, intentando defenderse con todas sus fuerzas, pero el esfuerzo fue en vano. El hombre, sin embargo, entendio y decidio repartir los azotes entre las nalgas. Al poco tiempo Mariana ya no podia pensar, solo llorar sobre las piernas de ese desconocido, mientras sentia su colita arder mas y mas.
Una larga cantidad de azotes cayo sobre la indefensa colita de Mariana, mientras ella sencillamente lloraba con todas sus fuerzas. Y luego de un largo rato el castigo termino.
Mariana seguia llorando sobre las piernas de ese hombre, pero de pronto sintio un dolor en su oreja.
Mariana solo continuo con su llanto sin responder…
Aun no termino su castigo señorita, al rincon, vamos! Dijo el hombre llevandola de la oreja al rincon.
Al llegar ahí, el señor obligo a Mariana a pararse mirando al rincon. Pablo en ese momento llegocon un jabon muy humedo.
Aca esta: Dijo el muchacho.
Gracias Pablo, comento el señor y le metio el jabon en la boca a Mariana.
Lo vas a tener en la boca por decir malas palabras y no lo podes sacar, salvo que quieras otra nalgueada como la de recien, ahora pensa en no ser mas desobediente.
El sabor al jabon era asqueroso, y su cola ardia muchisimo, pero por razones logicas, no se movio del rincon y continuo con su llanto un largo tiempo.
Le tomo unos 10 minutos a Marianita recomponerse, hasta que finalmente pudo recuperarse.
Aprovecho ese momento a solas para observar su situacion.
Estaba usando un vestido blanco, con un delantal rosa, el vestido y el delantal eran muy infantiles y tenian dibujos de conejitos jugando. A su vez, estaba usando dos colitas con dos moños rosas.
El jabon en su boca le dificultaba respirar, mas que nada, por que intentaba no tragar saliva debido a lo asqueroso que era el sabor.
Sin embargo no se animaba a sacarselo.
Mariana seguia llorando un poco, debido al miedo y la confusion. Recordo el ardor en su colita e intento aliviarlo frotandosela. Mientras lo hacia, escuchaba las voces de quienes estaban con ella.
Siintio curiosidad y giro la cabeza (sintiendo sus colitas rebotar como siempre que movia su cabeza) para ver que pasaba. Lo poco que pudo ver fue que se encontraba en una habitacion rosa.
El señor que la habia castigadado anteriormente, se acerco a ella. Mariana lo vio, con ojos suplicantes.
Sabe perfectamente que no podes moverte del rincon señorita!- dijo el hombre mientras le daba fuertes chirlos en las nalgas y en las piernas. Mariana zapateo en el lugar protestando con el jabon en su boca y sin querer trago saliva ahogandose, debido al sabor asqueroso.
Escupio el jabon y comenzo a tocer sin parar. LA señora rapidamente la abrazo intentando contenerla. Mariana acepto el abrazo y hundio su rostro en el pecho de la señora, mientras intentaba recomponerse.
No seas tan injusto con ella!- Protesto la señora. Solo tiene 6 años!.
Vos la consentis demasiado!- Dijo el señor. Se estubo portando muy mal, escuchaste las palabrotas que dijo?
Vos anda a la cocina, yo me encargo de ella.- Dijo la señora.
A ver como te encargas…- respondio el hombre enojado.
La señora dejo de abrazarla a mariana y tomo sus hombros.
Marianita, te portaste muy mal y dijiste muchas malas palabras bebe, ya tenes 6 años y deberias portarte bien. Lo siento, pero vas a tener que seguir con tu penitencia, si tesoro?- Dijo la señora de forma cariñosa, mientras le hacia mimos en los hombros.
Mariana no sabia que responder, se sentia muy avergonzada de la situacion, y no sabia que iba a pasar. Solto un timido "si" y miro sus pies, intentando esquivar la mirada de la señora.
Es "si Mami" corriguio la señora. Ahora abri bien la boquita asi pongo el jabon, y sin protestar, sabias bien que pasa cuando decis malas palabras y las dijiste.
Mariana abrio la boca y cerro los ojos, preparandose para el sabor asqueroso del jabon.
Ahora al rincon- Señalo la mujer.
Mariana asustada y confundida, fue al rincon como una niña pequeña. En el camino sentia sus mejillas ponerse rojas de la vergüenza.
No, no ,no! Conoces las reglas del rincon, o queres que te las recuerde?- Dijo la señora.
Mariana no respondio.
Nada de piernitas ni brazos flexionados, o espalda encorbada. Tenes que estar bien derechita, con las manitos adelante y tu nariz bien entre las dos paredes del rincon- Comento la señora.
Mariana estaba muy cansada para hacer caso y siguio como estaba.
La señora tomo una regla del escritorio y le dio un pequeño azote en la cola, haciendo que mariana de un saltito en el lugar.
Si no sos obediente, vamos a estar toda la noche asi- aviso la señora.
Mariana termino haciendo caso y parandose derecha. De pronto sintio otro chirlo y dio otro saltito.
Recorda lo de tu narizita dulce. Dijo la señora.
Mariana intento acercarse lo mas posible a las 2 paredes, mientras se sonrojaba por lo infantil de la posicion y lo sumisa que era obligada a ser.
La señora se agacho y con las manos, ayudo a mariana a juntar los pies.
Perfecta!- Dijo mientras le hacia mimos en la espalda.
Ada de moverse, nada de hablar, ni de girar, la nariz no la moves de entre las dos paredes. Y recorda que tenes prohibido frotarte la colita. Si haces algo de todo eso, tu colita se va a poner mas roja todavia- Advirtio la señora. Pero… si te portas bien como nena grande, te espera un fuerte abrazo y quizas hasta un postre rico, si bebe?
Marianita se sintio muy confundida, necesitaba contencion, y a pesar de estar siendo castigada, la mujer esa la hacia sentirse bien.
No podes hablar por el jabon, pero podes asentir con la cabeza- Dijo la señora.
Marianita asintio, y miro hacia abajo cerrando los ojos. Lagrimas de tristeza mas que de dolor, empezaron a correr por sus sonrojadas mejillas creando el cuadro perfecto de una niñita en penitencia.
Ves Marquitos?- Dijo la señora burlonamente. No es consentirla, es saber como tratar a una niña. Mira lo obediente que es ahora.
La imagen de Mariana en el rincon, con su vestido y su colita rosa, irradiaba ternura y parecia realmente una niña arrepentida esperando a que termine su penitencia.
Marcos miro de reojo a la mujer y se fue refunfuñando al comedor.
La mujer sonrio triunfante.
Pablo, me voy a cocinar, quedate cuidandola, que siga en el rincon unos 10 minutos mas. Si desobedece las reglas dale un reglazo en la cola, no muy fuerte, por que ya tubo bastante- Dijo la mujer.
Yes mom~- Respondio el chico.
La mujer sonrio dulcemente y le acaricio el hombro a su hijo.
Si se porta muy mal castigala- dijo la señora.
Okas, escuchaste eso Mari? Ya no vas a querer ser mas desobediente no?- Interrumpio Pablo alardeando.
Pero… Prosiguio la mujer, luego de ser interrumpida, mientras su dulce sonrisa adquiria un tono maligno.
Pero si descubro que te abusas de tu hermanita te imaginaras que te espera… Concluyo la señora.
S-si M-mama- Respondio pablo un poco asustado.
La mujer acaricio el pelo de su hijo y se fue.
Mientras tanto mariana seguia adolorida y avergonzada en el rincon.
6 años? Mami? – Se preguntaba a si misma, mientras intentaba ordenar sus ideas.
Penso avergonzada que debia estarle mostrando el lindo espectaculo de su cola roja como un tomate a un desconocido y se sintio triste y avrgonzada.
Se sentia como una niña pequeña en penitencia ¿Y como no sentirse con su cola adolorida por unos chas chas, teniendo que estar tan estricamente parada en el rincon, mientras su "hermano mayor" la vigila para asegurarse que lo haga y encima, con un jabon en la boca por decir malas palabras?
Mientras miraba al piso, veia constantemente su vestido ionfantil que junto con sus oclitas que sentia rebotar como resortes por cada movimiento suyo, la hacian saber que ademas de sentirse como una nenita en penitencia, tambien se veia como una.
Y a pesar de "sentir" tanto, sabia a la perfeccion que era una mujer de 20 años que iba a la facultad y trabajaba de camarera, y que no recordaba nada desde que se desperto, ni sabia por que se encontraba en esa situacion ni que habia pasado.

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