Todo lo que sucede aca es vulgar y grosero, y por ende no debe hacerse jamas. Ok no, pero si suceden situaciones poco eticas y extremas, solo para jugar con la psicologia de los personajes. NO la tomen en serio.
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…Papi,
mica sigue en el rincón.
-
Ya se..
-
No la
vas a dejar salir?
-
No.
-
….Papi,
por que nos dan supositorios?
-
Es
cosa de grandes nena…. Y si no queres…
-
Perdon
papito…- dije y me fui rápidamente. Lo vi en el rincón, se veía tan miserable.
Y su vestido no alcanzaba a tapar su pañal.
La preocupación por lo que me había metido comenzó a aumentar fuertemente.
Pero no sabia con quien hablarlo. Nos habían sacado nuestros celulares, y no
conocía a nadie.
-
Ahí estas
pequeñita.- Escuche decir, voltee y senti un fuerte abrazo.
-
¿Cómo
esta mi bebe?
-
B-Bien…
- Respondi timidamente.
-
Por
que no vas a tu habitación y jugas con tus juguetes?
-
¿Y mi
celular?
-
Lo
tienen papi y mami, a partir de ahora nos vamos a encargar de cuidarlas. Ya te
explico papi.
-
Pero
necesito avisar a mis fam…
-
Sh,
ya aviso mami. A jugar. Vamos que en un ratito ya comen, supositorio, cambio de
pañal y a mimir.
-
Pero
es muy temprano.
-
Sin
contestar, a hacer caso…- Dijo, y me llevo de la mano a mi habitación.
Finalmente allí, sin nadie que me vea y envuelto entre tantas cosas rosas
me deje llevar por mi imaginación. Siempre me gustaron las cosas infantiles y
crear historias. Tome los bloques, los muñecos y me puse a jugar, mientras
esperaba para que me llamen para comer. Me di cuenta que mi única preocupación ahora
era esperar a que me llamen. A pesar de lo que paso senti una inmensa
tranquilidad, y además, la sastisfaccion de al fin haberme despedido de ese
trabajo que tanto odiaba. Y además, de como me veía mi familia.
Pero al poco tiempo llego el otro chico, llorando e intentando sobarse.
Llevaba mitones y tenia la cara roja de bronca.
-
Viste
lo que paso???
-
…Si…
-
Y??
No ves lo que están haciendo??
Yo me encogi un poco de hombros. En verdad no me molestaba usar pañal. Era
incomodo y un poco asqueroso, pero no se comparaba con poder al fin estar con
ellos.
-
Nosotros
nunca aceptamos en ningún momento que íbamos a usarlos!
-
Firmamos
un contrato…
-
Si!!!
Pero nunca se nos aclaro antes…
-
Te lo
quisieron explicar.
-
Si Pero…!!!
– Contesto, y luego comenzó a tomarse la cabeza.
-
¿Eso será
el rack? ¿Qué nos estarán inyectando?
-
¿Hormonas?-
Se pregunto el chico. Y ahí me di cuenta que estaba realmente decidida. Lo dijo
con tanta naturalidad que parecería no darle importancia. – Al menos la
nalgueada estaba buena… - bromeo apoyando la mano en la cola. – Pero no crei
que fueran a obligarnos a usar pañales!!
-
En
verdad serán hormonas? – Pensé preocupado.
-
Si,
debe ser eso. Ellas quieren niñas niñas, no? Pero cada vez que preguntamos nos
dicen que son cosas de grandes…-
Continuamos hablando hasta que empecé a sentir un mareo, y a sentirme débil.
Al verla a Mica, descubri que ella pasaba por lo mismo.
Mis recuerdos desde entonces están nebulosos. Solo recuerdo durante los
primeros días, pequeñas escenas de nosotras comiendo o viendo dibujitos.
Recuerdo sin embargo un día despertarme en la cama. A diferencia de los demás
días, sentía que podía enfocar bien la dista.
Nuestra mama, se encontraba frente de nosotros y nos preparaba para el
nuevo día.
-
Buenos
días princesitas!!! Hoy es un día muy importante!!
Escuchamos decir, y ella se acerco a nosotras. Entre cosquillas y besos nos
fuimos despabilando. Al salir de la cama, note mis manos encerradas en mitones
y que usaba una pijama enteriza. Me puse de pie con un poco de torpeza y nos
llevaron caminando al comedor. Papa se encontraba desayunando y mama nos sento
a la mesa. Nos puso un babero en el cuello y empezó a darnos de desayunar. Aun así,
continuaba sintiéndome débil y me daba flojera hablar.
-
Donde….que….
– Escuche decir a mica.
-
Parece
que la bebita ya sabe hablar. Un par de cucharadas mas…- Dijo mami dándole de
comer en la boca. A mi también me dio, era rica, y obedeci casi automáticamente.
Mica también, y senti que ya habíamos hecho esto mil veces. De reojo vi a las
mucamas limpiando cerca. Senti mucha vergüenza, estábamos en pijamas de Disney y
pañales, usando babero y siendo dadas de comer en la boca. Pero sin embargo,
ellas se comportaban como si fuera un día mas. Al ver a papa, note que me
miraba serio. Baje mi cabeza, y continue comiendo.
-
Mi
amor…- Dijo papa.
-
Yo también
lo note mi vida. – Dijo mami, empezando a limpiarnos las bocas y a quitarnos el
babero.
-
Bueno,
las dos bebes necesitan un cambio de pañal. Así que vamos.- Dijo poniéndose de
pie.
-
Yo no
necesito….- pensé en voz alta y puse las manos sobre mi pañal. “Se siente
calentito?”
Aun así fui llevada de la mano junto a mica a la habitación, y luego de
desnudarnos, nos recostó a ambas boca arriba. Primero me cambio el pañal a mi,
y mientras lo hacia me limpio cuidadosamente. Se sentían como muchas caricias.
Una vez limpita, me puso un pañal limpio y cambio a mi hermana.
-
Solo
quedan un par de días mas de usar pañal, luego deberán demostrar que son niñas
grandes. – dijo mientras le sacaba el pañal sucio, y la limpiaba. Cuando fue a
tirarlo pude ver su pequeño pitito encerrado en la jaulita de castidad. Puse
una mano en el pañal y recordé el mio. “Es cierto…” pensé. Casi me había olvidado
de que era chico, realmente parece una niña. Intente recordar como se veía antes,
pero me dolía la cabeza solo intentarlo.
Finalmente, le puso un pañal como a mi , y se acerco al armario. Dio un
salto y un aplauso entusiasmada: ¿Cómo podre vestir a mis bebes? ¿Gemelitas otra
vez? – pensó. Volteo y se puso a verlas. – Si!! – Reviso entusiasmada y saco dos
vestiditos blancos con cuello rosa redondo. En el pecho tenían el nombre de las
niñas. Luego nos vistio con ellos, incluyendos calcetas y moños que combinen.
-
P-por
que me tengo que vestir igual que ella….
-
Son
hermanitas mica. Se ven preciosas así. Se nota que la bebe ya puede hablar eh…-
Dijo mami apretándole un cachete y se fue.
Mica se sobo, y pareciera ser que recién ahí se dio cuenta que estaba
usando mitones. Luego me vio y pregunto. ¿te sentis igual que yo?
-
Recordas
algo? – Pregunte.
-
Un
poco pero… Ay… me hace doler la cabeza… -
-
M-Mejor
vamos a jugar al comedor…- Dije en voz alta.
-
Anda…-
Contesto ella acostándose en la cama. Fui al comedor y me sente, mami ya había puesto
ahí dibujitos. Senti que ya los había visto mil veces, así que intente cambiar
con el control. Entre los mitones y como me sentía, se me hizo imposible. Pero
aun así, cuando logre cambiar el cantal, senti que volvió al mismo. Cerca vi a
papa y le dije: Papi, no puedo cambiar de canal… ¿me ayudas?
-
Esos
son educativos mi amor, te hacen bien.
Calladita me quede viéndolos y sin querer entre en un trance. Eran muy básicos,
pero sentía que mi cerebro en ese momento necesitaba esa tranquilidad. Me quede
mirándolos hasta que escuche a alguien decirme:
Tati!!
Continue viéndolos hasta que senti una mano en mi cabeza.
-
Tatiiiii!!!!
–
-
Eh…
que…?- dije viendo hacia arriba. Era una de las mucamas. La jovencita. Me
miraba fija a los ojos. Era hermosa, y tenia ojos verdes. Baje un poco la
mirada al verla así y ella sonrio.
-
Jaja…
mami tenia razón. Te hice tu chocolatada, toma. ¿Adonde esta mica?- Pregunto, entregándome
una mamadera, y con otra en la mano.
-
En la
habitación…- Respondi.
Ella me miro, y con un salto me dio un abrazo:
- ¡¡Aw Tati!!!
Creciste tanto!!! Ya hablas!!! Eras tan chiquita cuando llegaste!!
Me quede callada,
sin responder nada.
-
¿Te
acordas fabian?
-
F-Fabian?
– Pregunte, y empecé a sentir dolor de cabeza.
-
Nada
bebe.- dijo besando mi frente. – Al principio dudaba de este trabajo… pero estoy
feliz de haber pasado 3 meses con bebitas tan tiernas!
-- - T-Tres meses?- Pregunte.
- - Le
tengo que entregar la chocolatada a tu hermana, adios bebe!