-
Aun no llega…- Penso Antonella sin demasiada
preocupación. Sabia que debía ser muy paciente con ella, la educación seria un
proceso difícil, tanto para ella como para su Maid. Tan difícil como
placentero. – Al fin llego…- Penso Antonella viendo a su Maid agitada en la
puerta.
-
P-Perdon madam es que…- intento excusarse.
Antonella le dirigio una mirada dándole a entender a su pequeña Maid que
preferia el silencio. La chica mordio su lavio y permaneció tranquil, de pie
junto a ella.
-
A veces, la señora mignonette se sentía un poco
culpable. Pero una y otra vez se decía a si misma lo generosa que fue al
asignarle una posición tan importante a una niña de origen tan humilde. Eso
apaciguaba su culpa. La culpa que le generaba, disfrutar tanto estos pequeños
momentos.
-
Cuanto tiempo llegaste tarde Alice?
-
Treinta minutos Madam…- Dijo la chica cabisbaja.
-
Alice, me miras a mi , no al piso cuando
respondes.
-
Si madam…- Dijo ella, esforzándose en mantener
la mirada.
Antonella fingio concentrarse en sus cosas,
Alicia nunca podía mantener la mirada, y siempre se ponía muy nerviosa en esos
momentos. Sin embargo esto era una muy buena herramienta que le ayudaba a ella
a evaluar la situación. Alice se veía nerviosa ante la anticipación, de vez en
cuando apoyaba sus manos en su cola, tan acostumbrada a la disciplina diaria.
Se paraba en un pie y en otro por la inquietud, y podía observar como la niña
revisaba su uniforme, y corregia las faltas rápidamente, suponiendo que eso la
salvaría. Antonella sonreia al ver eso, viendo como su esfuerzo daba frutos.
-
Alice
necesito que hagas una cuenta. Son 30 azotes por 30 minutos tarde. Y tenias 5
faltas en tu uniforme no es asi?
Alicia se sorprendio al escuchar el numero,
su rostro se lleno de preocupación, y luego se pudo apreciar en ella un rostro
de preocupación.
-
5?
-
Tu cofia, el liston de tu delantal. Son 5.
-
Ay… si!- Dijo y se lo arreglo rápidamente.
-
Y tienes 3 llamadas que aun no atendiste no es
asi?
-
Si madam…- dijo ella cabisbaja.
-
Entonces, 30 + 5 por cada llamada + 10 por las
faltas al uniforme. Cuantos azotes te tocarían?
Alice preocupada hizo cuentas por un
segundo y luego dijo: 55?
-
Muy bien, tráeme mi desayuno por favor.
-
Si madam…- respondio ella y se fue. Antonella
amaba estos momentos, nunca pensó que la educación de una maid podría ser tan
divertida. La jovencita volvió rápidamente con el desayuno, como si intentara
corregir sus faltas, y se quedo servicialmente esperando otra orden. Antonella
comenzó a beber su café, y luego dijo: UP!
Alicia, como siempre, puso un rostro de
confusión, coraje y vergüenza al escuchar esta palabra. Sin embargo, no
titubeo, y rápidamente Antonella tenia a la vista la cola de su Maid, expuesta
para un doloroso castigo, y sus blancos bloomers con lazitos rosas en los
muslos. Si bien alice, detesta esa orden, y que deba obedecer sin mas
explicaciones, esta vez obedecio rápidamente. Las anteriores veces, debía
amenazarla con mas azotes u otro castigo para que lo haga, pero seguramente,
debía sentirse culpable y por eso accedió. Antonella sonrio sastisfecha, viendo
otro resultado de su esfuerzo a la vista. Observo a la pequeña Maid luchar con
mantener su posición de castigo mientras desayunaba, su cara roja esperando los
azotes, y sus piernitas temblorosas. Tomo el tawse y lo apoyo levemente contra
los blancos bloomers generando contraste.
-
Alice, siempre llegas tarde.- Dijo, y dio el
primer azote. Se divrtio viendo como la pobre jovencita se retorcia del dolor,
contaba, y volvia a su posición. Alice era muy expresiva, y eso era una fuente
eterna de fascinación para su ama. Siempre era notorio todo lo que pasaba por
su mente debido a eso, o al menos, su ama había aprendido a leerla como un
libro abierto. Hasta de espaldas, podía ver su espalda arquearse, escuchar sus
gemidos callados, su respiración aumentar, las manos intentando defender su
cola, y luego apretar fuerte sus rodillas, y como tendia a caer su cuerpo del
lado del cual había recibido el azote, solo para volver, dificultosamente a su
posición. Y luego su humilde forma de contar. “1 madam”. Era fácil darse cuenta
cuando empezaba a llorar a pesar de los intentos de Alice de disimularlo, su
voz comenzaba a escucharse llorosa apenas sus ojos se llenaban de lagrimas.
Antonella consideraba que gracias a su capacidad para leerla a Alice ella podía
educarla tan bien. Pronto seria la envidia de todos. Sintiendose confiada,
azoto a alice haciéndola contar y le dio un pequeño discurso.
-
Alice
hace varios días que tenemos tu problema de llegar tarde, no es asi?
-
..ow… si madam, lo siento.
-
Creeme, yo entiendo que soy muy exigente. Y
puedo apreciar que realizas tu mayor esfuerzo. Mis castigos son para que
alcanzes la perfeccion. Sin embargo, esta vez es distinto. Por que cometes
siempre el mismo error?- Dijo dejando de azotarla. Ya iban por el 30 azote, y
Alice se encontraba llorosa, sumamente adolorida y agotada. – ay… ay… No… lo
se… madam….-
-
Esto es simple. Estas siendo sencillamente
desobediente. Tienes una regla a cumplir y la desobedeces constantemente. Ya no
es un simple error.
-
No madam!!- Exclamo Alice asustada. Antonella se
sonrio sádicamente ante esto.
-
Si Alice. Y es mi deber, como tu madam, darte lo
que te mereces. Castigarte como la niñita desobediente que sos, que intenta rebelarse contra la
autoridad. De pie, Alice, ya!!- Ordeno.
Alice se puso de pie, sobándose tanto su
cola como sus lagrimas, y hablando llorosamente. Antonella sabia perfectamente
que Alice detestaba ser tratada como una niña y decidio usarlo como castigo
también. Apenas ella se paro, la tomo firmemente de la oreja, y llevo a una
llorosa y adolorida Maid a su habitación. Antonella se sento en la cama,
parandola en frente suyo. La chica, aun afligida, y llorosa, escuchaba
cabisbaja los regaños de su ama, aun asustada por el resto del castigo.
-
Alice. Este habito tiene que acabar ya mismo.
Sabes que tienes castigos corporales, castigos de meditación y castigos
humillantes. Este castigo de ahora será un castigo humillante. Seras corregida
al igual que una niña traviesa bajo mi mano. Bajate esos bloomers hasta las
rodillas ¡YA!-
La cara de la pequeña maid, se puso roja
como un tomate, y titubeante obedecio, llorando un poco mas acongojada. Antonella,
aprovecho para regañarla un poco mas, ahora que su maid espera el castigo con
los bloomers bajos, luego la tomo de la cintura, sintiendo la sorpresa y
resistencia de Alice, y muy fácilmente,
la recostó boca abajo en sus rodillas al igual que a una niña.
Antonella aprecio el rojo culito de Alice,
con marcas evidentes de su tawse. Palmeo dos veces con su mano, y luego le dio
una rápida nalgueada, haciendo a la Maid, ya adolorida del tawse, patalear y
sacudirse con las nalgadas.
- Espero que esto te sirva de lección
Alice.- Continuo regañándola.
- Ayyyy ayyy si madam, lo siento ayyy, no
volverá a pasar, ayyy.- Suplico la Maid, asustada de lo que aun le faltaba.
- Pues ahora nos aseguraremos de queno
vuelva a pasar.- Comento Antonella orgullosa, viéndola a Alice reaccionar y
patalear con cada nalgada. Pero, sin embargo, no solo el lloriqueo y pataleo
comenzó a disminuir notablemente, Madam Mignonette comenzó a agitarse y
cansarse rápidamente. Y una vez que su Maid se tranquilizo, pudo notar que su
resistencia había aumentado mucho, gracias a las dosis diarias de tawse. Hasta
que finalmente el pataleo y llanto ceso, y fue remplazado por leves gemidos
ante las nalgadas. En poco tiempo hasta su respiración volvió a la normalidad.
Antonella comenzó a sentirse frustrada. Estaba acostumbrada a ver como su Maid
odiaba sus castigos, los temia y respetaba, sin embargo ahora que intento nalguearla
como una madre a su hija, tiene a su Maid, no solamente muy relajada, sino
volteando a ver que pasa cuando ella se demora mucho en continuar castigándola
como ahora. Un poco enfadada, reunio fuerzas y le propino una fuerte y rápida
nalguiza de vuelta, haciéndola nuevamente patalear y gemir. Pero al instante se
agoto y noto que Alicia no había tenido suficiente. Continuo con la nalgueada,
pero Alice apenas se quejaba de esta. Y lo peor, una vez que volteo a verla,
instantáneamente comenzó a gemir mas. ¿Se estaba compadeciendo de ella aacaso?
- Suficientes nalgadas Alice.- Dijo
parandola de pie.
Alice se paro, arreglando su uniforme, e
intentando subir sus bloomers.
- Eso no, vas a escribir líneas al lado mio
el resto de la mañana.
- Lineas!! – Protesto Alice.
- Si, 200 veces no debo llegar tarde,
Marchando.
- oww….- Protesto su maid, siendo llevada
de la mano a su “mesita de las líneas”.
Antonella busco apresurada en google,
mientras observaba de reojo a su Maid malhumorada escribiendo líneas como una
colegiala en penitencia. Los castigos escolares eran ideales para la disciplina
sin lugar a dudas, pero esto que le paso definitivamente no debía volver a
pasar. No solo debía asegurarse de que Alice siempre le tenga el mismo miedo a
los azotes, sino que también le tenga miedo a la mano de su Ama.
“Creo que esto me ayudara…” pensó Madam
Mignonette sonriente.
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- Devolvemelo, yo le instale el juego!
- No sabia que tenia sensor de movimiento.
– Dije. – Esto era muchísimo mejor de lo que pensaba, esta genial!! No sabia
que eras tan bueno con las computadoras.
- Es una Tablet, un amigo tiene una..- Dijo
mi hermanito. – Y sígueme contando de tu trabajo.-
- Pff… Bueno, toma.- Dije dándole la
Tablet. – Llenala de cosas divertidas. Y no le borres nada que sea de trabajo,
o mi ama me mata.- le ordene. E inmediatamente me puse roja como un tomate.
“Fuck… la llame Ama… pero esta tan concentrado que no se dio cuenta”.
Para intentar distraerlo continue contando:
Eso fue el primer dia… no sabes lo agotador que es, a veces estoy limpiando y
tengo que ponerme a responder mails y chequear su agenda. Sino, al revés. A
veces estoy en la ciudad, y quiere que haga rápidamente algo de la mansión.O
viceversa!! Y el maldito trafico me mata… Lo peor es que ella es tan estricta con
los horarios… Necesito mas cerveza…- Me queje.
- Estricta? Si te regalo una Tablet!- Dijo
el.
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“ – UP!!
La mire confundida, sonrojada y molesta. –
Pero!! Que? Es que!!-
- Alice por titubear van a ser 5 azotes
mas. Apenas escuchas UP adoptas tu posición de castigo, AL INSTANTE.-
- Grrr…. Si madam…- Proteste muy molesta y
adopte mi posición.”
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- Si, muy estricta. Y necesito mas cerveza.
Ya vuelvo. No hagas NADA EXTRAÑO. – Esta claro?
- Si hermanita.-
Tome los envases y me fui a comprar cerveza. “Por que se le
habrá ocurrido esa estúpida idea del up y el tawse… lo odio tanto. Si, ya se,
disciplina inglesa, escosesa o no se que… Pero tener que agacharte cada vez que
lo diga es tan humillante… ni siquiera me deja hablar! Extraño cuando me
nalgueaba en sus piernas al menos… como la vez que llegue tarde. Fue lindo,
pero duro poquísimo…” suspire.
Cuando volvi, mi hermano estaba sospechosamente al lado de
mi vestido.
- Que estas haciendo?
- Solo lo veía.
- No hagas nada raro te dije. - le ordene. Luego me acomode para continuar
bebiendo.
- Si hay tanto trafico, no seria mejor que vayas en
bicicleta?
- Si, se lo propuso. Pero dijo: “Alice, te imaginas la
imagen que daría que mi representante legal llegue a una junta en bicicleta? “
Asi que no tengo otra opción mas que soportar el trafico.
- Oh… Y no sucedió nada mas en la semana?-
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“ – Al fin termine mi castigo madam…- Dije aun sentada en la
sillita.
- Dejame corregir…. Muy bien, firmalas y scannealas a mi pc
por favor.
- Si madam…- Dije. Me puse de pie, sobándome adolorida, y
como mi castigo concluyo, acomode mis bloomers y procure verme prolija de
vuelta. Luego obedeci sus ordenes. Cuando volvi a ella me entrego su Tawse y un
par de hojas impresas.-
- Toma… El cuero necesita mantenimiento, y de paso te
ayudara a establecer una conexión mas intima con el instrumento que facilita tu
disciplina. Sigue esas instrucciones, deberas darle mantenimiento dos veces por
semana.
- Si madam…- respondi. Y fui con el maldito instrumento a un
lugar mas comodo, siguiendo las instrucciones. “Estupida cosa, me gustaría
prenderla fuego… Ojala me castigara solo con su mano como recién… “ proteste
mientras lo curaba. Pero observe que el tawse, tenia grabados y muchísimo
detalle. Seguramente debio haber sido muy caro. Luego de realizarle su
mantenimiento se lo devolví a madam mignonette quien me felicido. Mi castigo
matutino había devorado la mañana y ya era un poco tarde. Yo estaba agotada y
fastidiada luego de haber escrito tantas veces “No debo llegar tarde”. Me
sentía como si fuera bart en el pizarrón con esos castigos, y siempre se me
hacia raro que deba firmar las líneas, y luego scannearlas. Le hice de comer, y
finalmente pude relajarme yo, y comer tranquila. “Al menos me salve de 60
azotes con el tawse..” pensaba mientras comia, saque mi cofia, y me puse a
verla. “No puedo creer que use esto en publico” bromee. “Se ve tan ridícula con
esos olanes”. “
- Pero para mi es re linda.-
- Dejame contar!!
“ Continue viéndola, hasta que encogiéndome de hombros,
volvi a ponérmela y alze mi mesa. El dia comenzó a ponerse pesado y ni el aire
acondicionado nos salvaba del calor. Por suerte, adentro de la casa el sol no
me pegaba, y mi uniforme era lo suficientemente fresco. Pero si me agitaba, no
podía evitar sudar un poco. Me puse a barrer la sala, aprovechando que mi
localizador estaba libre de mensajes, y mientras lo hacia note que mis medias
estaban a distinta altura. Me incline para acomodarlas mientras pensaba “ que
calurosas que son estas… creo que no me molestaría usar unas mas cortas… Capaz se
lo proponga a mi ama”. Hasta que note, que enfrente del sofá, había una mesita
baja con caramelos.
- Genial! Caramelos, necesito un poco de azúcar- Exclame.
- ¿Por qué usas calzones de viejita?- “
- Y quien era ese?
- Dejame contar!!
- Calzones de viejita?
- Ay, se referia a mis bloomers. No se que pensaba el pajero
eso. Seguro me imaginaba como una mucama de película porno con porta ligas.
- Me los mostras?
- No…
- Y quien era
- Pues, el Hijo de Antonella. Su nombre es…
“ Apenas escuche la voz masculina, me puse de pie al
instante, jalando mi vestido.
Molesta por el coraje de que un hombre me halla visto,
proteste: Que te pasa?
- Que irrespetuosa. Cuantos años tienes nenita?
Gr…
- Tengo 18 años!! Y no soy una nenita! Quien eres tu? Y que
haces aca.
- Me presento. Soy Maximiliano Mignonette. – Dijo el
muchacho.”
- Y era lindo?
- Eh… si, es lindo.
- Oh… que tan lindo?
- Bueno, es guapo. Pero tiene una actitud prepotente. Es
rubio, de ojos celestes encima. Mas cheto no puede ser. Su forma de vestir es
formal, y creo que tiene 20 o 25. Habla como si tuviera muchísima seguridad en
si mismo.
- Y que paso?
“ – Supongo que tu eres la nueva Maid en entrenamiento no?
Mi Madre tomara medidas acerca de tu pequeña falta de respeto.
Me sonroje al instante. ¿Sabra de… como toma medidas mi ama
conmigo? Lo peor es que si es su hijo, capaz yo deba estar obligada a
obedecerlo. ¿Eso estaba en el contrato? Y por su forma de hablar, parece que no
soy la única Maid en entrenamiento que ha tenido Antonella.
- Ay, no puedo soportar verte. Quitate ese moño ridículo por
favor.
Suponiendo que debía obedecerle, le hice caso. Y bueno,
también es feo para mi.
- Creo que te quedaba mejor puesto. Ese cuello blanco es tan
grande… Mi madre tiene tan mal gusto…- se burlo. Vi que mi Ama llegaba con
nosotros y rápidamente me coloque el liston en mi cuello de vuelta.
- Mama, ¿me prestas la Maid?
- Max, ya llegaste.
- Ya llegue? Estoy aca desde temprano. Los rumores son
ciertos, gracias a esta nenita ahora salis de tu habitacion/oficina y todo.
Enojada…
- Alice, ven aquí. – Dijo. Yo me acerque tímidamente. – Este
chico es mi hijo, debes obedecerlo.-
- Si madam…- conteste no muy contenta.
- Aun asi, recuerda que eres mi Maid personal, y mis ordenes
son prioridad sobre las suyas. Y Max, por favor no te abuses. Recuerda que esta
en entrenamiento.
- Hablando de esto, la señorita acaba de faltarme el
respeto.
- Algo habras hecho para molestarla. Te burlaste de su
altura?
Mas enojada…
- De su altura? En verdad tiene 18 no? Cuanto mides?
- 1.42….
- No, de su altura no me burlaba. De sus calzones de viejita
si. – Dijo risueñamente. – Esa fue tu idea no? Por eso las Maids en
entrenamiento no te duran mas de un mes.
- Ya dije que la dejes en paz. Vamos Alice. “
- Ah… que mamon.
- Viste? Y vos diciendo a cada rato “Es lindo?, Es lindo?” –
Proteste.
- Es alto?
- No lo se, para mi todos son altos. – Me queje.
“ Note que me llevaba a su oficina. Y anticipándome me
queje.
- Madam, no es mi culpa. Yo no sabia quien era el, y me
estaba espiando mientras trabajaba!!
Apenas llegamos, tomo su tawse, volteo y me dijo : UP!
Al escucharlo me sonroje, y me dio mucho coraje, di un
pisotón, y adopte la posición de castigo al instante. No quería recibir tantos
azotes, terminar adolorida y que el idiota ese me descubra.
- Muy bien Alice.- Dijo apoyando el tawse en mi cola. –
Sabes que debo corregirte para tu perfeccion. Y no creas que me puse de su
lado. Todo lo contrario, lo regañe a el en vez de a ti. Entiende que atenderas
y te relacionaras con mucha gente importante que puede ser muchísimo mas
altanera que el. No puedes dejarte llevar por tu genio y responderles asi,
arruinaras mis negocios.
- Si madam…- Proteste, aun enojada tanto por el castigo como
por lo qu dijo, pero comprendiendo su posición.
- 5 azotes.- Dijo, y comenzó a darlos con fuerza. - …ow… 1…
madam…- Dije, contándolos, intentando no gemir, por miedo a que me escuchen”
- Y eso fue todo?
- Si, solo me dijo que no debo ser irrespetuosa, que el
hecho de que su hijo sea idiota es “parte de mi entrenamiento”.
- Ah…. Y …- empezó a murmurar. Era tarde, y continuaba
viendo mi vestido. – Crees… que me quede?- Dijo avergonzadamente.
- Seguro te queda chico- Bromee, siendo que el es el menor
de mis hermanos. – Ay… Mira, cuando no halla nadie te dejo usarlo. O mejor,
capaz hasta te compre algo mas lindo si quieres.