martes, 15 de marzo de 2016

Maid alice 4


Me desperté mágicamente en la cama. Desperazandome, bosteze y sobe mis ojos y mi cabeza. Mire a mi alrededor recordando que estaba en la casa de Antonella. Y mi cola, comenzó a punzar nuevamente. Ademas, sentía mis musculos adoloridos de tanto trabajo. Pero recordé con dulzura, lo lindo que la pasamos anoche. Y luego recordé que estaba usando un pijama rosa. Muchas cosas, muy intensas para un solo dia.
Me observe en el espejo y pensé “Y yo me quejaba de que mi uniforme era ridículo…”. Voltee y revise mi pobre cola que aun se veía roja, pero al menos ya no tan marcada como antes. Sentia escozor cuando esta rozaba con algo, un dolor parecido al que sentía cuando tenia un moretón, como si mi piel intentara recuperarse de la irritación. La sobe un poco y me vi de reojo en el espejo mientras lo hacia, sintiéndome muy tonta. “creo… que prefiero … ponerme mi uniforme…”pensé. Pero recordé lo dulce que fue antonella conmigo la noche anterior. Apezar de que me dejo la cola como un tomate luego de tantos azotes, no me sentía enojada. Me sentía contenta y feliz. Sentia como si perteneciera a ella. Mi lado orgulloso se burlaba de mi y de su pensamiento, pero sentía una calidez tremenda frente a ella. Ni mencionar, el morbo y la excitación de estar bajo su sometimiento. “Si vamos a desayunar asi? Aun es temprano, ya puedo ir a trabajar luego”. Pense intentando convencerme. Me mire de vuelta en el espejo, viendo mis calzones de gatitos mostrarse con cada movimiento brusco mio, debido al dinminuto camisón infantil. Tarde unos minutos en decidirme, hasta que sacudi mi cabeza, y muy avergonzada termine haciéndolo. Mientras caminaba intentaba taparme, pero recordaba con ternura la forma en como reacciono al verme y la vergüenza desaparecio rápidamente. Pense que seguro le gustaba mucho verme asi, y sentí la necesidad de sastisfacerla, a tal punto de que mi. Sin embargo, la mansión estaba prácticamente vacia, y las luces apagadas. Como era muy temprano, aun no terminaba de amancer y había un silencio extraño. Revise la cocina y me hice un café con leche, y unas tostaditas, sentándome en uno de los almohadoncitos. “Oww… ser nalgueada de vuelta con mi cola asi debe doler horrible..” pensé. Senti mucho mas morbo que preocupación o miedo, y una calidez adentro me hizo pensar “Hoy me esforzare en servir a mi ama asi no debe castigarme”. Senti una intensa excitación, al admitir en mi interior, mi deseo de sastisfacerla, tanto con mi trabajo como mi apariencia y de repente las preguntas surgieron. “Seres lesbiana?” . Siempre admiti ser masoquista. Y no genero tanto problemas en mi. Ser “sumisa” era algo distinto, y aunque preferiría ser una sumisa con mas glamour no me importaría. Nunca… había sentido esta necesidad de servir, complacer, obedecer. Era muy extraña, y se contraponía con mi deseo de rebelarme y ser castigada. Y estando con mi ama, sentía una alegría especial. Cada vez era mas intensa pero… “Ya debio haber visto mis bloomers manchados con mi flujo. Y ella disfruta mucho verme y tenerme asi. Me doy cuenta. Pero… somos lesbianas? Imaginarme teniendo sexo con ella… Se me haría extraño. Y si un dia me sale con alguna idea loca?” Pense. Y luego continue ” Esta bien hacer esto que hago? Soy prácticamente su esclava! O una puta. O una puta esclava. Y si se aprovecha de eso y abusa de mi?” Empecea buscarla alrededor. Queria que me viera, diga “Que tierna te ves” , y olvidarme de todas esas preguntas estúpidas. Queria sentirme tonta, sonrojarme y protestar, y que me regañe por hacerlo. Termine de desayunar y notando que aun no aparecia, lave lo que use, y me dispuse a buscarla. “Debe estar en su oficina…” pensé. Y efectivamente allí estaba.
-          Alice!-
-          Buenos días Madam.- Dije con una gran sonrisa.
-          Que haces aun en pijama? En poco tiempo empieza tu horario, y si no quieres pasarte toda la mañana escribiendo líneas te recomiendo apurarte.
-          S-Si madam!-  Exclame y me marche rápidamente. “Tan rápido se habrá hecho tarde?”.  Pense estristecida por el regaño. “desde cuando me pongo tan triste por una tontería asi” proteste. En unos minutos ya estaba lista y con mi uniforme impecable. Me cerciore varias veces frente al espejo de que todo estuviera en su lugar, y prepare mi localizador en mi delantal por si recibia alguna orden. Revise en el la hora, y sobe mi cola en anticipación. Apretando los dientes pensé “5 minutos tarde… Al menos me va a ayudar a despertarme”. Viendome frente al espejo, vi de vuelta a “Maid Alice” tan sonriente y servicial, aunque preocupada, como suelo verla siempre que esta en esa mansión. Y me apresure a llegar a su oficina.
-          Alice, posición de castigo.
-          S-Si madam…- Dije, y me incline, mostrándole mi cola, y agarrando mis rodillas.
-          Fueron 6 minutos tardes. Debes aprender a reconocer tu castigo. Espero que la próxima vez que te llame, al entrar, adoptes rápidamente tu posición si es necesaria, sin necesidad de que yo te lo ordene.
-          Si madam…- Respondi resignada. Me hizo permanecer asi un minuto, hasta que bajo mis bloomers. Voltee a verla nerviosa y dijo: Si, tal como dijo en la pagina. Esas marcas feas ya no están.
Volvio a subir mis bloomers, y sentí sus manos dar pequeñas palmadas en mi cola. Cerre mis ojos preparándome y recordé mi deseo de ahorrarle tantos castigos.
PAF!!!
-          OWWWWWWWWWWWWW!!!!!!- Proteste gritando, menee mi cola, y  me pare en una pierna y la otra, apreté con fuerza mis rodillas y continue gimiendo y quejándome. El azote fue muy fuerte y dolio de forma horrible. Pero intente cumplir la orden de no pararme, ni sobarme. – Ayy…ayaya… ayyy 1 madam… ayyyyyy owww…- Proteste. Ella me sobo un poco y dijo: Estas muy adolorida ¿no?
-          Si madam…
-          Ya veo. Bueno, hoy procura obedecer, y veras como el numero de azotes bajara rápidamente, y tu colita no dolerá tanto.
-          Si…- Dije, sonrojándome. “Como puede ser que me guste aceptar algo asi” me regañe a mi misma. PAFF!!- Sono nuevamente. Me queje como la anterior vez, pero dije correctamente el numero. Por suerte, esta vez el azote no fue tan fuerte. Los siguientes 3 fueron con la misma intensidad, pero el ultimo fue tan fuerte como el primero, y me hizo llorar, y gritar.
-          6 madaam, aaayyyy ayyy- Dije. Continue gimiendo y meneándome en mi posición. Ella volvió a su silla, y me dejo parada asi. Hasta que finalmente escuche la orden.
-          Alice, puedes retirarte, y estate pendiente de tu localizador.
-          Si madam.- Dije, y me retire con una reverencia. Camine muy adolorida hacia donde estaban mis herramientas, sobándome con ambas manos. Pero al pasar por una ventana y verme en un reflejo, recordé mi orden de verme impecable, y acomode mi cofia, mis calcetas, y mi delantal, intentando lucir bien para la próxima vez que mi ama me vea. Fui rápidamente al baño para limpiar mis lagrimas del ultimo azote, y me dispuse esforzarme. El localizador sono nuevamente, y fui en un santiamén presentándome con una rverencia. Ella sonrio sastisfecha, y me dijo que solo espere ordenes. Me probo un par de veces mas a la mañana, y esta vez me esforze en cumplir mis tareas con rapidez. Era muy agotador, y tanto mis musculos como mi cola estaban muy adoloridas. Pero logre hacerlo sin recibir un solo azote, hasta incluso luego de servirle su desayuno. Ella me felicito muchas veces, demostrándome que además de estricta podía ser cariñosa. Hacia el mediodía, mis musculos y mi cola pudieron tomar un descanso, y pude realizar con serenidad mis tareas.
Una de ellas era lavar los ventanales. Mientras lo hacia, vi mi reflejo en uno, viendo a “Maid Alice” (a quien denominaba mi alter ego servicial y dócil) limpiar concentrada una ventana. “Si mis familiares y amigos me vieran asi…” pensé, intentando observar de reojo. Sabia que era descuidada, y me preocupaba que el portero, o el conductor alcanzaran a ver mis calzones. Aunque usara bloomers, me daba miedo que la irritación de mis pompis se notara. Empezaba a sentirme convencida de que seria la Maid de mi ama mignonnete por mucho tiempo. Empezaba a desear que asi sea, y en mi mente ya dejaba de ser una fantasia de una o dos semanas que vivía a escondidas a mi realidad próxima. Sabia que tenia mucho por aprender y deseaba aprenderlo. Y aunque los conflictos aun estuvieran en mi, no eran tan fuertes como para cambiar esa decisión. Sin embargo, pronto iba a llegar el momento en el que la Alicia del barrio, hermana mayor de 4 hermanos, que siempre viste de negro y tiene puros amigos hombre y Maid Alice, la dulce y servicial sirvienta de madam mignonette se fusionen. “ Mi hermano ya me vio con mi vestido…” pensé. Aunque ya sepan que trabajo para ella, no saben de que forma lo hago. Sacudi mi cabeza y pensé “No seas tonta. No existe ninguna necesidad de que lo sepan. Y aunque te halla visto tu uniforme ¿y que? Como si fueras la única sirvienta con uniforme. No tiene por que saber como es tu relación con madam mignonnete.” Proteste. “ Y si sale con algo mas loco… Alicia, ella es obviamente sadica. Y si quiere meterte algo. O no se…” me regañe a mi misma. Suspire cabisbaja, vi una luz en mi localizador. “Mierda, no me di cuenta!!” pensé. La vi, “Café, hace como.. 10 minutos… Mierda…” pensé y apoye la mano en mi cola. “Mejor me apuro…” dije, y deje mis cosas, apurándome rápidamente en hacerlo, sintiéndome nerviosa, y excitada. Se lo lleve en una bandeja y entre disculpándome: Perdon madam… no llegue a verlo.
-          Deja el café ahí alice.
-          Si madam…- dije nerviosa, y lo deje donde me señalo. Tome mi vestido, y apreté mi delantal intentando tranquilizarme. La mire, y me fruncio el seño dándome a entender algo. “Que…humillante.” Pensé. Y me voltee, inclinándome y exhibiendo mi cola.

12 dolorosos azotes después…

-          OWWWWWWWWWWWWWW… owww… owww….owww…- dije respirando agitada.
-          Alice, continua la cuenta. Rapido. O volveremos a repetirlo.
-          8… owww.. Madam…- Dije adolorida y agitada.
-          Muy bien…- dijo ella. – Ya puedes continuar con tu tarea.-
-          Si madam. – Dije, y con una reverencia, me despedi. Nuevamente tuve que ir al baño, arreglarme, y volvi a los ventanales, y a verme en el reflejo. “No puedo seguir distrayéndome asi, o terminare con mi cola hinchada de vuelta…” pensé. Recorde su sonrisa sadica y mi desesperación, cuando al cuarto azote, me hizo repetirlos por tardarme mucho en decir el numero. Me demostraba nuevamente que no titubeaba a la hora de cumplir mi castigo. Lo único que salvaba mi cola de mas azotes era mi buen comportamiento. “Basta de sobarte Alice. A trabajar!” me regañaba a mi misma. “seguramente me ponga a prueba de vuelta, asi que mejor me concentro y espero a que me de mas tareas.” Efectivamente eso paso, pero como ya estaba preparada, pude cumplir todo rápidamente, otra vez sobreviviendo hasta después del horario de servirle su comida. Sentada en la silla, frente a mi plato, vi la sombra de mi cofia en la mesa y pensé: “A pesar de la humillación… estar asi no es tan malo… “ pensé. “Si cumplo todo al pie de la letra, es nuevamente dulce conmigo y me hace sentir muy bien. Ni siquiera cuando me castiga siento que me trata mal… ¿Sera muy estúpido creer que esto es por mi bien?” pensé. Luego de limpiar de vuelta mis cosas, me puse a barrer y a pasar el plumero. “Se que la serviré por mucho tiempo pero no conozco nada de ella. Aunque ella me conozca desde que era una niña. “
Sintiendo curiosidad, aproveche mi limpieza para… espiar un poco sus cosas. “Fotos de ella… y de un señor en blanco y negro. Era linda de joven”… Mire para ambos lados, y abri el cajón. “Alicia, si te descubren va a pensar que estas queriendo robar”. Pero no me descubrieron, y los cajones no tenían nada. “Mejor ya dejo de hacer eso “ pensé.
Tome un banco, que siempre uso para poder subirme con zapatos a el, y alcanzar lugares altos, y limpie la estantería mas alta. Ahí vi otra foto, esta familiar. Parecia ser mas reciente por la calidad de la imagen. Pero solamente debido a ello, ya que la ropa que usaban era un poco anticuada. Ahí se veía a la señora mignonnete, junto a una pareja, de prácticamente su misma edad. Estos parecían pertenecer también a la clase social de mi ama, y junto a ellos, dos niñas idénticas como gotas de agua. Llevaban un vestido de marinera blanco, con gorrita y todo, que parecía salir de una foto antigua. Y una de ellas, parecía estar bastante molesta con su vestimenta, a tal punto que en la foto sale con una sonrisa muy falsa. La otra, tiene mas bien una sonrisa timida. “Quienes serán estas niñas?” Pense. Recorde el pijama de su sobrina y pensé. “Sera de ella… que vergüenza haber usado el camisón de una de ellas. Tengo que lavárselo urgentemente.” Continue pensando. Y revisando entre mas fotos, vi una foto de un joven, en traje. Este tenia una barba desarreglada, y se veian muy formales ambos en la foto que ya parecía de documento. “Este chico quien es? Es… lindo. Sera el hijo de mi ama?.... Si mi ama tiene un hijo…” Pense, y me sonroje imaginando  que debería servirlo. “Ay… eso no… Eso es…” dije, y me tome la cara, sintiendo mis cachetes rojos. Baje mi cabeza por la vergüenza, y vi una luz en mi delantal. “Ay…. No….” Pensé. Vi la señal, “30 minutooooS!!!” Exclame sin querer en voz alta. Puse ambas manos en mi cola. “Esta vez va a ser fuertísima… seguro termino igual que ayer. Y tanto que me esforze… Pero… tengo que subirle el volumen a este tonto localizador. NI LO ESCUCHO!!” dije preocupada. Me daba miedo ir a la oficina, pero no tenia otra opción. “Mejor no estirarlo mas…” pensé sintiendo mi corazón latir. Camine nerviosa y rápidamente hasta su oficina. Y entre cabisbaja.
-          Madam…- dije con una reverencia, y adopte mi posición.
Ella me vio, pero me ignoro, y continuo con sus cosas. “Odio que me haga esto…” Pense preocupada. – Madam… perdón, no lo escuche… Por favor, lo siento…- Dije asustada del castigo.
-          Alice, al rincón. Manos en tu cabeza.- ordeno.
-          Si madam…- respondi. Fui y permaneci en esa posición, en el rincón que mi ama destino para mis castigos. “Mierda, mierda, mierda… tengo que prestarle mas atención a esa cosa. “ Proteste para mis adentros. “Estupido localizador de mierda… Creo que estoy en problemas. Ojala solo sea rincón. “ pensé asustada. El tiempo empezó a pasar, y el castigo se volvió el menor de mis problemas. Mis brazos dolían, y mi espalda también. Y cada vez que me movia, escuchaba un regaño.
-          Alice. Tu posición.
-          Es que madam… No se cuanto tiempo llevo asi… y estoy muy cansada. Perdoneme… no me di cuenta.
-          Asi te daras cuenta, ya veras. – Dijo ella. – Agradece que decidi, que tu cola ya ha tenido suficiente. Pero hasta que vallas tus ordenes las recibiras en el rincón. Y quiero posición perfecta.-
-          Si madam…- Respondi agotada. “Bueno… al menos me salve de mas azotes..” suspire. Un poco mas aliviada, y resignándome a que ese seria mi único castigo, continue pensando. “Asi que madam mignonette tiene un hijo… Si esas eran sus sobrinas, supongo que la pareja de la foto. Uno de ellos debe ser su hermano, o su hermana. La vez que invito a esa señora amiga de ella, me sentí muy incomoda. Y si decide castigarme frente a ellos? “ me pregunte. Me daba morbo la idea, y empeze a fantasear con ella, sintiéndome humedecer. “ ¡Alicia!! En serio. No puede castigarte frente a otros. Bueno. Si puede. ¡¡Pero no quiero que piensen que somos el juguete sexual de una vieja solterona!! “ …. “Vieja solterona que por cierto…” pensé, y voltee a verla con un puchero, manos aun en mi cabeza.
-          Mirando al rincón Alice.

-          Si madam…- suspire, volviendo a ver al rincón. “Odio tanto esto…” Proteste.








Pd: Cortesia de mi querida Konata :D

domingo, 24 de enero de 2016

Maid Alice 3 pt 2.

Ea, segunda parte!!


-          OWWW OWW OWWWW OWWW….- Proteste tomando mis nalgas y saltando.
-          Desde el principio Alicia, a tu posición.
-          No… por favor..- suplique agitada sobándome y mirándola de espaldas.
-          Alicia son solo 4 azotes. Y debes contarlos. Manteniendote en tu posición.-
-          Antes no debía contarlos… ayy… arde mucho, no puedo….. ayyyy…-
-          Esta bien. Cuando “puedas” vuelve a tu posición, pero ahora serán 6.
-          Seiiiis?
-          Siete. Sin protestas Alicia.-
-          Si… Si… Ayyyy..- Me queje. Respire agitada unos segundos, y finalmente me incline, agarrando mis rodillas.
PAF!
-          OWWW… U…no madam!- Exclame. Y conte cada uno, hasta el final. Me pare luego de su orden sobándome  mis ojos llenos de lagrimas y mi adolorida colita. Ella me limpio una lagrima que alcanzo a escurrirse, y acomodo mi cofia, junto con mi pelo, la cual tendia a desacamodarse cada vez que adoptaba mi posición de castigo.
Tus calcetas Alice.
-          Si … madam… owww, por favor no mas castigos.
-          Es por tu bien alice…- Dijo abrazandome. Continuo arreglando mi uniforme, y me froto un poco la espalda intentando consolarme.
-          Apenas puedo caminar… me arde mucho.
-          Alice. Se una buena maid. No esta bien que protestes tanto. Ni que te sobes de esa forma tampoco. Sin sobarse, ¡¨YA!- Ordeno. Con un gran esfuerzo, entrelaze mis manos adelante e intente no hacerlo. Pero aun continuaba parándome en un pie y el otro.
-          Muy bien. Seras una excelente Maid, alice. Ya estas demostrando serlo incluso.
-          Si madam.
-          Continua con tus tareas. Recuerda que estamos trabajando en tu perfeccion si?
-          Si madam.- Dije.
-          Tu reverencia antes de irte, no la olvides.
Tome mi vestido de ambas puntas e hice una pequeña reverencia luego me fui. Aprovechando que no me veía, me sobe .
“Owwww arde tanto… No imagine que iba a ser asi. Maldita vieja sadica… Me tubo todo el dia de esta forma… Me habrá dado como 50 azotes hoy ya…” Proteste. Escuche mi localizador sonar, y vi que tenia otra tarea agendada. Senti mi panza llenarse de mariposas y rápidamente fui a realizarla. ” Mi cola no soporta mas azotes” Me decía a mi misma haciendo mis tareas apurada. Y al final de cuentas si terminaba resistiéndolos. Nunca crei que quien encontró mi celular con mi mayor secreto resultara ser tan pero tan sadica. Su rostro reflejaba una sonrisa sadica, y hoy me tubo a prueba todo el dia. Me dio muchas tareas, me ordeno verla muchas veces, y me dio un azote por cada minuto tarde en cada ocasión, mas azotes por cada falta en el uniforme, mas azotes por algún detalle que quería corregir. No alcanze a ver mi cola, pero seguro estaba roja como tomate a esta altura. Era tarde ya, y yo estaba sumamente adolorida y agotada. De vez en cuando, caminaba cerca, asegurándose de que mi tare asignada halla sido cumplida. Siempre con ese odioso tawse en sus manos. Mi cola nunca se salvaba de los azotes, a veces me los daba mas despacio si estaba adolorida, a veces me daba uno fuerte que me revivia el dolor. Apenas la veía, sentía miedo, mas cuando escuchaba esa odiosa frase “Alice, posición de castigo”. Al escucharla, inmediatamente debía darle la espalda, separar mis pies, y tocar mis rodillas. Al principio, si me paraba, volvia a comenzar. Y ahora, debía contarlos en voz alta, como si fuera un video de spank. Su disciplina, termino sirviendo, y ahora andaba como loca, de lado a lado, cumpliendo sus ordenes a toda velocidad, sintiendo mi cola punzar con anticipación. Este miedo, y sometimiento constante me generaba una mescla de sensaciones. Una parte mia quería arrojar la estúpida cofia al piso, y mandar el trabajo a la mierda pero recordaba el generoso sueldo. Y la otra, estaba absolutamente extasiada por el morbo y la dominación. “Estoy mojada… .creo que mis bloomers deben estar sucios” pensé. “Debo cambiármelos o se enterara… No, el localizador de vuelta.”
-          Si madam?- Dije presentándome rápidamente.
Ella me miro sonriente, y dijo: Espera ordenes aquí. Muy bien. De a poco mejoras tus tiempos y tu pulcritud.
-          Gracias… madam…- Respondi agotada. Hoy ya había lavado la casa entera, servido de desayunar, comer, y la había ayudado con sus pendientes en tiempo record. Entrelaze mis manos en frente de mi vestido, intentando asi, tapar mis bloomers y que no se note que yo ya estaba mojada. Cuando tenga tiempo, iria a cambiármelos. Desafortunadamente, tiempo no hubo, rápidamente me envio a prepararle el desayuno. Como un rayo, fui, sintiendo mi cola herbir a medida que me apuraba, y que esta rozaba contra mi vestido y mis calzones. Espere al lado de ella servicialmente, y me asegure de que mi cofia no se halla desacomodado en la corrida ni mis calcetas.
-          Muy bien Alice. Ves, solo necesitas motivación. Notaras como en un par de días, ya no será necesario que lleve mi flogger nuevo a todas partes.- Comento ella contenta. Finalmente, se hizo la hora de mi partida. Mientras me preparaba para irme, me queje en voz alta: Estoy tan cansada…. Con mi cola asi no voy a poder andar en bicicleta. Y si mis hermanos o mi familia me ven… owww… duele tanto…-
Camine cansada y cabisbaja y la escuche llamarme: Alicia.
-          Si madam?
-          Si quieres puedes quedarte.
-          Madam… Estoy agotada… y muy adolorida… no puedo mas…- Dijo. – Lo siento…- respondi. Ella sonrio y se acerco a mi. Tomo mi cofia y me la saco, lo cual fue raro, ya que hace poco me había demostrado como se sentía al respecto de verme sin mi uniforme intacto. Luego de eso, acaricio mi pelo y me beso la cabeza.
-          Alice, déjame cuidarte un poco. Hoy te has esforzado mucho. Recuerda que tienes un cuarto para ti. Ven conmigo.- Dijo llevándome de la mano a la habitacion.
La acompañe dócilmente y llegamos.
-          Espera aquí unos segundos ya vengo.-
-          MAdam… en serio, estoy.
-          Alice, has caso.- Ordeno. No pude resistirme a su orden. Al poco tiempo volvió y dijo: Dejame ver esa cola. Note que en sus manos tenia alcohol, y una crema. Me voltee y me baje mis bloomers, ya acostumbrada.
-          Si, debo curartela. Alice, no es solo castigo. No te preocupes.- Dijo. Y tomándome suavemente, me guio a acostarme en sus piernas.
-          Si no te curo, quedaras muy mal. Tu quédate quieta y déjamelo a mi si? Vas a ver que estaras mejor.
-          S-Si…- dije, sintiéndome de repente en lo que parecía ser una situación muy intima. Me acaricio despacio la cola, intente resistirme, pero comenzó a sentirse bien, y en sus piernas, me sentía vulnerable.
-          Esto te va a doler alice, pero es por tu bien.
-          Que… me va a hacer?
-          Alcohol. Necesito ponerlo en determinadas zonas. Ayudara a tu cicatrización.
-          Si..- dije. Y con mucho cuidado sentí el algodón húmedo apoyarse en mi cola. Rapidamente, empezaron a herbir.
-          AYYY- Proteste pataleando, pero la escuche decirme: shhh tranquila. Y acariciarme dulcemente la espalda y el pelo. Intente tranquilizarme y resistir, mientras ella aplicaba el alcohol en las otras zonas. Para cuando termino, el dolor en mis pompis había revivido y no podía dejar de menearme.
-          Tranquila, esta crema te relajara vas a ver. Tu quédate quieta y confía en mi.- Ordeno. Apenas comenzó a aplicarla, sentí una sensación muy refrescante en mis nalgas y muy placentera. Luego de eso, empezó a hacerme suaves masajes para que mi piel absorba la crema. Continuo asi por unos minutos y luego palmeo mi espalda.
-          Ya puedes levantarte alice. No te preocupes, la casa es tuya. Ahora no eres mi sirvienta, solo mi invitada. Al menos hasta mañana.- Dijo.
Me levante, poniéndome mis bloomers nuevamente. Y dije: Pero… Madam. Entiendo que debo estar orgullosa de mi uniforme… pero estoy muy cansada y ya no quiero usarlo.
-          Puedes cambiarte a tu ropa normal. Mejor hasme caso, pegate una buena ducha y te dare el camisón de una de mis sobrinas, asi estaras mucho mas comoda.
-          Bañarme, de vuelta?- Pregunte.
-          Hasme caso Alice. – Dijo. – Puedes utilizar mi baño personal. Tiene jaccuzzi.
-          Jacuzzi? Genial!!- Dije. Entusiasmada, fui al baño, y me relaje, preparándome una ducha. Mientras lo hacia, y el baño se llenaba de humo, sentí a mi ama, tomar mi uniforme y dejar el camisón. Me relaje, y mientras pensaba en lo sucedido., mis manos resbalaron hacia mi sexo y comenzaron a jugar en el. Tuve un orgasmo, y me sentí feliz. No me sentía mas triste por toda la humillación ni la dominación a la que me sometia. Al contrario, me sentía segura, refugiada en ella. Sentia que valia la pena. “Seguro mi uniforme lo llevo a mi cuarto…. Espera, mis bloomers…los habrá visto?” pensé. Sacudi mi cabeza, sintiéndome muy incomoda e intentando olvidar ese pensamiento. Seguramente me lo diría. Luego de eso, Sali de la ducha, y me observe en el espejo, desnuda, mi tez blanca, mis nalgas rojas haciendo contraste. Me seque con mucha paciencia, y decidi hacerle caso, y ponerme el camisón para relajarme el resto del dia. No era una chica de pijamas y camisones, pero decidi seguirle la corriente. Hasta que vi el camisón de su sobrina. Rosa, mangas cortitas con olanes, cuello blanco rectangular con un lasito rosa en el centro, y un nombre bordado en dorado. “Micaela”. No parecía ser muy largo, y al final del vestido también tenia olanes, y unas extrellitas amarillas. “NO PIENSO USAR ESTO!” Proteste. “Hasta puso unos chones de gatitos!!” me queje. “¿Como puede ser capaz de sacar los de su sobrina, esta loca?” Proteste. Y luego me di cuenta que eran los mios, seguramente los tomo de mi bolsa junto a mi ropa. “Debe… haber algún lugar donde pueda comprarme de mi talla..” Suspire, y me los puse. Luego de eso, me envolví en la toalla, y camine hasta mi habitacion, donde me puse mi ropa normal.
Volvi a la sala, y cuando me vio, puso un gesto de desilusión enorme.
-          Y el camisón?
-          El de tu sobrina?- Proteste. – Cuantos años tiene tu sobrina.
-          10 años.- Dijo ella con serenidad.
-          Se nota!!- Me queje cruzándome de brazos.
-          Bueno, es el único camisón de tu talla que tengo.- Comento ella molesta con mi actitud. – No entiendo por que te indigna tanto.-
-          Sabes bien que odio ser tratada como niña!- Me queje.
-          Jajaja, tenes 18 años. Y un camisón rosa no es algo tan malo. Ojala a mi me trataran como a una niña… En que vas a dormir sino?
-          En ropa interior no se…
-          Ay que impúdica. Bueno, como quieras. – Dijo desilucionada. – Es una lastima, seguro te verias muy linda con el.- Comento llendose. Mientras se alejaba dijo: Utiliza el televisor si quieres. Tienes hambre?
-          Si madam..- respondi.
-          No estas trabajando, no necesitas llamarme madam. – Comento. – Te preparare algo para merendar y luego la cena. Hoy has trabajado suficiente.
Contenta por ser consentida, lo agradeci ampliamente. No solo me hizo la merienda, también cene junto a ella. Me trato como a su princesa. Su princesa nalgueada, ya que puso un almohadoncito para que yo pueda sentarme. Me convido de su vino, y luego la acompañe a donde estaba su piano, en donde me deleite y tome junto a ella, mientras la escuchaba.
-          No sabia que tocara el piano.
-          Y por que pensabas que lo tenia?
-          No se… que era… de alguien…- Me rei. – Lo toca muy bien.
-          Muchas gracias…- dijo y se me escapo un gran bostezo.
-          Lo siento dije…
-          No te preocupes, ya es tarde, y estas muy cansada.
-          Gracias… por todo… Hubiera sido terrible llegar y tener que hacerle de comer a mis hermanos. A veces mis padres trabajan hasta muy tarde, y termino siendo su niñera.
-          No te preocupes Alice. Si quieres puedes irte a dormir ya.
-          Pero… me gusta estar con usted. Me hace sentir… calida.- dije.
-          Sino, pues traigo una sabana, te pones tu camisón, y te acuestas conmigo en el sofá mientras vemos una película.
Me puse roja como un tomate y me pregunto: quieres?
-          Yo…- respondi y dijo: Tranquila, mira, en tu habitacion hay una frazada de sobra, es muy abrigada. – Dijo.- Me acompaño a mi habitacion, y continuo: Te alcanzare unas pantuflas de mi sobrina. Entiendo que no te gustan pero son las que hay. Te esperare en la sala del televisor viendo una película. Si no vienes supongo que te quedaste dormida si?
-          Si…- Dije. Me meti y rápidamente me dejo en la puerta unas pantuflas de hello kitty.
Me quite la ropa pensando en irme a dormir. Pero la estábamos pasando bien. Pense en ir en camiseta y calzones, pero eso seria muy humillante. Hasta que vi el tonto camisón rosa. Y recordé la desilusión de ella de no verme en el. “Seguro debe verme como una…” pensé suspirando. “Por que?!” proteste nuevamente. Estoy harta de que siempre me digan que soy muy tierna, quiero que digan alguna vez… no se, otra cosa. Sin embargo, la estábamos pasando muy bien. Y el vino me había afectado. Y el dia tan pesado me había hecho sentir bien. Me dije a mi misma: “Deja de dar tantas vueltas y dale el gusto.” Y me anime a ponerme el ridículo camisón junto a las pantuflas.
“ME veo tan… paresco… paresco…” proteste frente a mi espejo. Moviendome un poco note que el camisón era muy corto y si me descuidaba enseñaba fácilmente mis chones. “En serio voy a hacer esto?” Me queje. Mirandome de costado, vi la irritación notarse a través de la transparencia del camisón, en mis cachetes. Tome una frazada y dije: “Ya fue! “.
Camine tímidamente con mi cara como tomate, viéndome a mi misma cada vez que frenaba e intentaba animarme a seguir. “Micaela…” pensé en el nombre bordado en el cuello. “Quien borda su nombre en un pijama”. Al llegar, el gesto de mi ama fue inigualable.
-          AWWW que tierna!!!- Exclamo. Se acerco y me abrazo. Yo no pude evitar poner una cara de entre odio y vergüenza, mientras, OTRA VEZ, era festejada por lo tierna que me veía.
-          Ayyy, creo que te voy a comprar mucha ropita.- exclamo con mucho sadismo.
-          Ropita? NO!- Proteste. – Ya basta, yo no soy una niña!!- Me queje de vuelta.
-          Ay alice, por que reaccionas asi.- Me dijo molesta, soltándome. – Acaso no te puedo regalar un vestido? No dije que fuera a ser de niña. LA modista que hizo tu uniforme puede hacerte otra ropa. Se que tienes problemas consiguiendo talla.
-          Es… que…- respondi sintiéndome culpable de repente. Cabisbaja abraze la cobija y dije: Lo siento…
-          Ay nena, deci que no estas trabajando o te daría unas buenas nalgadas por responder asi.- bromeo. Me sonroje y sorprendi por la amenaza y la acompañe al sofá a ver sus películas. Eran… aburridas. Pero ella las veía prfundamente concentrada mientras yo solamente disfrutaba la calidez de estar con ella.
-          La modista es muy buena.. A mis sobrinas le ha hecho ropa también, asi que seguramente te ayudara si necesitas ropa de tu talla.
-          Creo que debe ser cara…
-          Si, claro. Es la mejor calidad. Pero esta se puede apreciar fácilmente en tu uniforme. Es perfecto para ti. Tiene un estilo tan “comic japonez” que esta tan de moda hoy en dia. Siendo mi maid personal, quize elegir algo especial. Y siendo tan jovencita supuse que algo asi se te veria mejor que los típicos uniformes que las chicas de limpieza usan. Aparte, con el calor que hace en esta ciudad, y lo mucho que trabajas tu, quize que fuera algo comodo. ¿No es ideal?
-          Si… madam, por supuesto.- Conteste, siguiéndole la corriente. “Eso explica muchas cosas.” Pensé, imaginándola frente al catalogo de la modista, y señalando el uniforme “Estilo comic japonez” que le ofrecían.
-          Ay nena, te dije que no es necesario llamarme madam.- Comento. “Otra vez me llama nena…” suspire.
-          Perdon… jajaja… es que me acostumbre. Tengo miedo que se me escape alguna vez y llame asi sin querer a mis hermanos, o a mi mama.- Bromee. Y bosteze nuevamente. Ella me tomo con suavidad, y me hizo recostar mi cabeza en sus piernas.
-          Shhh… no te preocupes.
-          Pero?
-          Tapate.- Dijo ella y comenzó a taparme con la cobija. Luego de eso, me mimo mi espalda y mi cabello suavemente.

-          Alice, tu cabello es muy corto. Deberias dejártelo crecer. No te ves nada femenina asi.- Dijo. “Precisamente por eso lo tengo asi” pensé arrullandome, y me quede dormida.

Pd: Seguramente deba modificar varias partes. Creo que por ejemplo, Antonella le da 2 camisones blancos ademas de su uniforme. Se me hizo mas divertido esta escena, y por eso la deje asi. Como compensacion, este clip :D ¿No parece una muñequita al principio cuando pone sus manos detras de la cintura? Igual si, la cancion es tonta.



lunes, 18 de enero de 2016

Maid Alice 3 parte 1.

Bueno, esta parte es muy larga. Esperaba que termine mejor, pero se me termino extendiendo. Tengo muchas ideas para esta historia pero se me complica entrelazarlas. Lease, meter el relleno xD Aparte no quiero que sea solo spank y sadismo. PAra eso tengo e-institute y obsecion xD Bueno, espero les guste..


Maid alice 3


-          Aliciaaaa!!!- alcanze a escuchar a través de la puerta. Me di cuenta que golpeaban la puerta luego de escuchar ese grito, y baje el volumen de la música.
-          Alicia… Baja el volumen no puedo hablar!!!- escuche a mi hermano menor protestar.
-          No seas maricon.- Le dije. – Acaso no te gusta manson ahora? –
-          Si…- Mintio. – Pero… hoy estuviste todo el dia encerrada escuchando música. Sonrei un poco para mis adentros e intente volver, pero me tomo de la mano. - ¿no vas a jugar con nosotros? Es sábado…
-          Luego, ahora quiero estar sola. – Respondi, cerre la puerta y volvi a subir el volumen de la música. Yo aun continuaba en camisón. Por camisón me refiero a una camiseta de metal vieja y desgastada de uno de mis hermanos, tan desgastada que ya no se alcanzaba a distinguir de que banda era. Tome mi credencial y continue observándola.
“Sabra que soy spankee?” Pense poniendo una mano en mis nalgas, recordando cuando ardían y se sentían calientes.  “Ojala pudiera hablar de esto con alguien” Suspire recostándome boca abajo y tapando mi cabeza con la almohada. “Tengo tanta plata que no se que hacer con ella…- Pense en voz alta. Luego me rei. Obvio que si se que hacer con ella. Podria gastarla con mis hermanos, amigos y familia en un santiamén. O gastarlo sola. Pero me daba culpa gastarlo sola. Sin embargo quería estar lo mas alejada de todos posible. Mire el credencial y pensé: “Me veo… tierna”. Siempre fui tratada como niña y siempre intente evitarlo. Si alguien sabia como era mi relación con antonella…. O como es mi uniforme. No se si se burlarían de mi o la denunciarían. “Habra visto mi celular? Sabra que es el spanking? O estará sencillamente loca?”.
Aun no comprendia muchas cosas. Habia bajado videos, historias, imágenes de spank. Sabia que me excitaba verla, y me masturbe muchas veces pensando en ello. Pero ahora no se ni que me gusta. Nunca imagine que fuera ser nalgueada tantas veces. Sabia que existían grupos pero era algo que no planeaba contar nunca. Mantenerlo como una fantasia secreta… o un gusto extraño por historias. Ahora parecía que era parte de una de las historias que había leído. Sin embargo ninguna parecía ser tan retorcida como esta. Ahora era como una… ¿Sirvienta spankee? Era raro, la idea se me hacia ridícula, detestable, humillante, y aun asi, me excitaba de tal forma que no podía negarme. Y sin embargo… ¿Soy spankee? ¿Ella es spanker? No dejo de pensar en mi próxima nalgueada. Y cuando leia relatos en mi celular, imaginaba los castigos, y me daban tanto morbo. Sin embargo, nunca odie nunca tanto como ser enviada al rincón o que me pongan a escribir líneas. “Fui enviada al rincón y obligada a escribir líneas!!” exclamaba para mis adentros poniendo la almohada contra mi cara. Y … las nalgadas. Recuerdo la desesperación y el dolor, las lagrimas, y esa sensación de vacio luego. Y el consuelo. Y… bueno, el placer. “Me estoy volviendo loca no entiendo!! Me gusta o no me gusta? Esta bien tener una relación asi sin siquiera hablarlo? Por que hago estas cosas!!”.
Habia muchas cosas que no entendia, que quería hablarlo y que me daban muchísima vergüenza. Y tener una relación de este tipo con antonella sin siquiera consultarlo antes… “Hasta la llamo ama, y uso un uniforme con minifalda para ella… Sera lesbiana?”
Pero nuevamente, miraba la credencial. Y veía la foto de esa chica que hasta yo debía reconocer que se veía linda. Y recordaba que cuando vestia ese uniforme era ella. Era esa niña que solo quería sastisfacer a su ama, aprender y ser disciplinada. Ya no era la mujer que debía mostrarse fuerte a pesar de su altura, de ser la mayor de sus hermanos, y la única chica en grupos de hombres. Recorde de vuelta los castigos, sin entender por que me daban tanto morbo en las historias, y en real los detestaba tanto. Suspire agarrándome la cabeza y me reproche: “Sos como su mascota. O su esclava.” Pero nuevamente, recordé el entusiasmo que ponía antonella en hacerme sentir importante. El sueldo, la credencial, las responsabilidades… No era solo una sirvienta, mascota o esclava. “Al menos soy LA mascota”. Me bromeaba. Luego nuevamente miraba la credencial y suspiraba. Este ciclo de pensamientos se repetia una y otra vez en mi durante todo el dia. A tal punto que ni siquiera comi. A eso de las 9 senti que demolían mi puerta. La abri y eran… hermanos + amigos.
-          Que te pasa estas hecha un desastre?
-          Que quieren.
-          Queremos que vengas!!- Exclamaron. Todos se pusieron a festejar y por lo visto habían comprado alcohol y pizzas. Con que plata no se.
-          Necesitas comer algo!!- Protestaron mis hermanos. Yo sonreí y dije: Bueno, esta bien. Pero no voy a ir vestida asi.-
El resto de la noche nos la pasamos bebiendo y jugando videojuegos, mientras los veía pelear entre ellos. Me rei pensando en que debi haber celebrado comprando algo y no ser tan egoísta.
El domingo desperté con una obvia resaca. Sin embargo a las 12, mi casa ya estaba llena de gente otra vez. Fuimos a un parque donde continuamos comiendo, tomando y donde jugamos al futboll. Si, yo también. Al final del dia me sentía mas agotada que si hubiera ido a trabajar. Del trabajo nadie pregunto mas que lo justo y necesario. Afortunadamente para mi.
Pero cuando llego la noche, todas las preocupaciones volvieron a mi. Me sentía agotada, y aun preocupada. Era apenas la primer semana con ella y me sentía tan rara. Opte por concentrarme e ir a dormir.
Al otro dia…
Mierda, es tarde!!- Pense al despertarme. Mire el uniforme y apreté los dientes. Mi estomago mariposeaba pensando en ser castigada. Pero cuando recordaba lo horrible que era tener que esperar ordenes mirando al rincón, cambiaba rápidamente de opinión. “Es tu trabajo Alicia, no es un juego”. Sacudi la cabeza y opte por bañarme y ponerme el tonto uniforme.
“Supongo que el delantal, la cofia y el liston puedo ponérmelo alla” pensé. Me arregle rápidamente, y tome mi mochila que ya tenia preparada para este tipo de emergencias. Luego de eso Sali rápidamente de mi habitacion. Intente irme de la casa sin que nadie de la familia me vea. Pero el menor de mis hermanos me descubrió.
-          Wooow, que haces vestida asi?
-          No… te importa!- Proteste sonrojándome.
-          No te veo usar un vestido desde mi primera comunión. Estas bien?
-          Si!! Es que…. Bueno, no te importa! – Le grite y me fui sintiendo mi cara herbir. “Seguro va a preguntar cuando vuelva” pensé. Tome mi bicicleta y corri rápidamente. En el camino recordé que con la plata que aun tenia fácilmente podría haber ido en taxi. Y mientras bicicleteaba, escuchaba en mi mochila sonar mi odioso localizador. Finalmente llegue a la mansión, agotadísima. Me acerque al portero, naturalmente ya lo conocía. Lo salude, y le mostre a la credencial.
-          Alice… lo siento, pero si no te ves igual a la foto no te puedo dejar entrar.
-          Ay, dale, en serio?- P¨roteste. – No me voy a vestir aca afuera.
-          Por favor no comprometas mi trabajo…- dijo el señor. Supuse que no había opción, y de mala gana abri mi mochila, y me apresure a ponerme delantal, liston y cofia. Al hacerlo me dejo pasar y lleve mi mochila rápidamente. Guarde el localizador en mi delantal y camine apresuradamente. Note que ya estaba 15 minutos tarde. “Genial…” pensé sintiendo las mariposas. No sabia si las amaba u odiaba, ¡¡me daban tantos nervios!! Revise el localizador y vi además de la señal de presentarme 2 mensajes verdes. Suspire y me imagine viendo el lindo rincón de vuelta. Senti coraje pero opte por apresurarme. Al llegar, ella estaba como siempre, ocupada. Espere a que me viera aprovechando para descansar. Al verme, sonrio.
-          La lección del jueves sirvió no es asi? Que bien verte impecable con tu uniforme aunque llegues tarde. – Comento. Me sonroje un poco y baje mi cabeza.
-          Sirvio o no la lección señorita?
-          Si…- Respondi intimidada.
-          Muy bien. Recuerda tus mensajes señorita y vuelve a tus tareas. –
-          Si madam.- Respondi.
“No me dijo nada por llegar tarde…” pensé. No sabia si eso era bueno o malo a esta altura. Cuando se me paso la ansiedad y el cansancio, sentí una mescla de sensaciones viéndome de vuelta en uniforme, de vuelta siendo la niña servicial y obediente. Sacudi mi cabeza y me dedique a trabajar y a cumplir las tareas que habían quedado pendientes. Llego la hora de servir el desyuno y se lo servi dulcemente, pero me dio la orden de preparme el mio y desayunar junto a ella. Obedeci naturalmente y note que ella me observaba en silencio mientras yo desayunaba, tomando su te de vez en cuando.
-          Alice.
-          Si madam?
-          Como ya te he dicho mucho me alegra que estes trabajando para mi.
-          Muchas gracias madam.- Respondi sonriente.
-          Tu como te sientes aquí? Dime, con sinceridad.
Pense un poco intentando elegir las palabras.
-          Muy.. bien. Me gusta servirla.
-          Y en cuanto a tu disciplina como te sientes?- Pregunto.
Me sonroje y cabisbaja respondi: Eh… bien…
No sabia que decir ni hacer, no habíamos hablado hasta entonces de eso. Pero no quería darle ninguna señal de que deseaba que no continue mas con ella.
-          Me alegro que asi sea. Las dos veces que hemos recurrido a ella has mostrado muchas mejoras. Hoy llegaste con tu uniforme puesto como te ordene. Pero aun asi llegaste tarde. – Explico.
-          Va…. A castigarme madam?- Pregunte tímidamente. Intente dar a entender que aceptaba sus métodos como consecuencias de mi actos. Ella sonrio ampliamente y dijo: Que tierna eres. Tienes muchísimo potencial. Pero comprenderas que exijo la perfeccion en ti. Dime, ¿Qué opinas de tus castigos hasta ahora?
Nuevamente sonrojada. No supe que responder. Que decía: “Odio ir al rincón?”. “Me encanta que me nalgueen?”. No sabia escoger la respuesta.
-          Alice, debes responderme, se obediente.
-          No… No me gustan…- Dije, esperando que sea la respuesta correcta.
-          Bueno, son castigos, es lógico que no te gusten.- Respondio ella. – Pero espero comprenderas que tu vida como Maid será asi mientras estes bajo mi servicio. ¿Esta claro?
Asenti con mi cabeza.
-          Se que hay muchas cosas que no te gustan. Pero te acostumbraras rápidamente a ellas. Y como notaste el miércoles, no dudo en recompensarte cuando tu comportamiento es ejemplar y acorde a mis expectativas ¿no es asi?
Recorde el dinero y asentí rápidamente con mi cabeza.
-          Termina tu desayuno pequeña. Hoy continuaremos con tu disciplina. Habras venido con tu uniforme pero aun asi llegaste tarde.
-          S-Si madam…- respondi. ME puse mas nerviosa todavía y sentí mi pansa llena de mariposas a tal punto que mi hambre desaparecio. ME quede quieta en silencio unos minutos hasta que me ordeno.
-          Alice, come. Por eso no engordas. Si adelgazas mas no te entrara tu uniforme y debere hacerte uno aun mas pequeño.
“Aun mas?” Si madam- Respondi y obedeci.
Finalmente fuimos juntas a la que era mi habitacion. Ella me llevo de la mano y vi ahí un pequeño paquete.
-          Bueno Alice. Es hora de dar el siguiente paso en tu disciplina. Primero dime los castigos que has recibido de mi parte hasta ahora.
Aun me daba demasiado vergüenza imaginarlos. Y frente a la alta y autoritaria mujer, me sentía como una niña indefensa. Baje mi cabeza, pero tomo mi barbilla.
-          Ya basta de esquivar la mirada. Es de mala educación que una maid lo haga cuando se le habla. Responde tu pregunta por favor.
-          Si… madam… Ummm… - Dije, intentando controlar mis nervios. – Fui …nalgueada.- Comente sintiendo mi rostro ponerse rojo. – Enviada al rincón… y también me puso a escribir líneas.-
-          Muy bien. Veo que ya comprenderes en que se basaran tus castigos bajo mi servicio.
-          S-Si madam…
-          Pero si bien, esas técnicas disciplinarias ofrecen siempre muy buenos resultados tienen el problema de que ocupan demasiado tiempo. Ahora si puedes abrir el paquete.- explico.x Lo hice dudosa y encontré un flogger. La mire horrorizada y asintió con su cabeza.
-          Lo… me…- Intente decir sin encontras palabras. Se veía muy doloroso y vi en algunos videos las marcas que dejaba. Ya lloraba como niña pequeña con sus nalgadas. ¿Ahora eso? Yo nunca había fantaseado siquiera con algo tan heavy.
-          Entregamela Alice.
Asenti mi cabeza y se la antregue.
-          Hay muchos detalles que quiero corregir, y que no puedo ya que enviarte al rincón te ocupa demasiado tiempo. O que por ejemplo, estoy ocupada y no puedo darme el lujo de tomarme 10 minutos para disciplinar a mi Maid. Este nos ayudara.
-          Madam.. yo..
-          Tu nada. Yo se como educarte. Confia en mi. Vamos a trabajar juntas en esos pequeños detalles esta bien? Vas a ver como rápidamente te vas a ver perfecta. Ahora. Recuerdas cuantos minutos llegaste tarde?
-          No..
-          Fueron 15. Yo si los conte. A partir de ahora, es un azote por minuto.- Dijo dando un azote con el tawse en su mano.
-          QUINCE!- Exclame tapando mi colita con mis manos.
-          Sh!- Dijo ella levantando un dedo. Empece a sentir mucho miedo. – Ahora como buena maid, vas a ayudar con tu castigo ya que sabes que te va a ayudar a mejorar.-
-          P-Pero… eso.. debe..
-          Y si veo que no queres cooperar, entonces me vere obligada a tomarme el tiempo en darte un buen castigo.- aclaro. Trague saliva. No sabia realmente si preferia 15 azotes, o…. terminar en el rincón con mi cola roja.
-          Ahora cuando necesites ser castigada como ahora, sencillamente te deberas dar vuelta.- Dijo tomándome de los hombros como si fuera una muñeca y haciéndome girar. Yo me deje llevar por sus manos, viendo como me ponía una mano en mi espalda luego de voltearme.
-          Y te inclinaras mostrando tu colita.- Dijo obligándome a inclinar.- Las manitos en la rodilla.-  Ordeno. Alcanze a verme en el espejo por debajo de mis piernas, y vi como mi vestido se había levantado enseñando mis blancos bloomers con lazitos rosas.
-          Y ahora permanecerás asi, obedeciendo todo lo que tu ama te ordena. No podes abandonar esta posición Alicia si yo no te la ordeno, esta bien?- Pregunto.
-          S-Si madam…- Dije.
-          Probemos. Permaneceras asi un rato esperando tu castigo, como una Maid obediente.
-          Si…
-          Vas a ver que rápidamente desearas que tu castigo empiece.
Me sentí… extraña. Se estaba volviendo mucho mas sadica. Y si bien, me excitaba, estaba sumamente nerviosa y asustada. Sentiam ucha vergüenza… y humillación, al ser sometida asi. Pero todo eso me generaba un estado de excitación tan  grande que hacia que sencillamente no me preocupe eso. Solo “sobrevivir” mi castigo. Espere, viendo mis bloomers blancos en el espejo. Siempre que me veo en el espejo parece que soy otra chica. “Sin esos lazitos rosas, se confundiría con el vestido… Igual son chiquitos.” Pensé, empezando a sentir la sangre irse a mi cabeza. Mi ama decidio hacerme esperar un largo tiempo. Ella parecía nunca aburrirse.
-          Bueno, ya estas preparada?- Pregunto poniendo una mano en mis bloomers.
-          Ehh… No.. por favor, no puede ser solo con su mano?
-          Si no estas preparada seguiras esperando.
-          No… porfa.
-          Ahora cuando me digas “Ama por favor, empieze con mi castigo.” Comenzaremos.- Dijo y continuo esperando.
Nunca había dicho algo tan humillante. Ni siquiera en las peleas que teníamos jugando con mis hermanos.(A quienes nunca les importo que fuera chica, ellos jugaban peleando conmigo igual). Pero la incomoda posición y la sangre me hicieron decirlo. O al menos eso utilize como excusa.
-          Ama por favor, empiece con mi castigo…- Dije resignada.
-          Muy bien. – Dijo y sentí el flogger apoyarse en mi cola, y su mano en mi espalda. Por el espejo alcanzaba a ver el contraste del flogger negro y mis bloomers blanquitos. PAF ¡ SOno el primer azote. Rapidamente abandone la posición y di un salto tomando mi cola.
-          AYYYYYYYYYYY- Proteste apoyándome en un pie y el otro y sobándome.
-          Alice…. Debes permanecer en tu posición.-
-          Pero… OWWW…Oww…- Proteste de nuevo.
-          Empezaremos de vuelta.- Ordeno, haciéndome inclinar. – Y solo esta vez te dare la oportunidad, ya que es tu primer castigo con el.
-          Si.. madam.- Dije nuevamente en mi posición. Observer en el espejo mis piernitas temblorosas, y el flogger nuevamente apoyarse. PAF!!
-          AYYY… Ayyy.. ayyy.- Dije, y me apoye en una pierna y la otra intentando soportar el dolor y no levantarme. La sentí acariciar mi espalda y decir: Muy bien alice. Respira profundo. La obedeci, y empece a tranquilizarme. Las veces que me nalgueo en sus piernas, entraba en pánico, pataleaba y lloraba. El dolor era acumulativo, y llegaba a desesperarme. Los azotes con el tawse duelen mucho mas, pero no tanto como imaginaba. Dejan una sensación de ardor horrible, pero mi ama me daba espacio para respirar, y recuperarme. Tenia mis ojos llenos de lagrimas, pero sentía que podía aguantar los 15. Me concentre, y de a poco me los fue dando. A partir del sexto comencé a llorar, pero sentí que podía soportarlos todos. Ella me cuido, mimándome, para que pueda lograrlo, y cuando llegamos al decimo quinto, me hizo pararme y me abrazo. La abraze llorando y me contuvo unos segundos. Me sentí muy bien y calidad aunque mi cola ya herbia.
-          Bueno, puedes ir al baño a lavarte tu cara. Te espero en mi oficina cuando te recuperes. Tienes media hora, pero puedes llegar antes. Esta bien?
Agitada y con lagrimas en los ojos aun, intente sonreir y decir: Si madam. Ella me beso la frente y se fue. Toque mi frente en donde me beso, sintiéndome una niña de vuelta. Y mis nalgas rápidamente punzaron. – Owwww arde muchooo.- Pense. Me vi en el espejo, con mi cara roja por las lagrimas, y voltee.
“Al menos con mis bloomers ni se nota..” pensé. Me los baje para inspeccionar. Y vi mi cola bien roja, algunas marcas se alcanaban a ver. Me las toque y sentí un fuerte dolor. Subi nuevamente mis bloomers y me sobe un poco. Suspire cabisbaja y me acosté en la cama, con las manos en mi ardiente colita. “que hago… que me pasa..” pensé. “Esto era exactamente lo contrario de lo que… siempre pensé que debía hacer.  “ Sacudi mi cabeza de pensamientos que me molestan y me dije: “Alice, esto no es lo que siempre deseaste? Claro, no es como lo imaginaste… Y ojala no fuera tan pronto y tan rápido…” continue. – Ayy… mi cola arde…- Dije y vi la hora.  “Me quedan 10 minutos… y ella no va a dudar en azotarme de vuelta”. Resignada, fui al baño y me lave mi cara. Arregle mi uniforme y me asegure de verme bien. “Al menos esta vez no me los bajo. Y no me nalgueo mis muslos tampoco.” Pensé intentando re animarme. Luego de eso, me presente de vuelta en su oficina.
-          Alice, ya te recuperaste?
-          Si madam.
-          Tu cola? Como esta…
Avergonzada por la pregunta, baje mi cabeza y respondi: arde mucho madam.
-          A ver, ven aquí. Dejame ver como esta.
Asenti con la cabeza y fui, volteándome. Baje mis bloomers y dijo: Ummm… esta muy roja. Y estas marcas.?- dijo y las toco suavemente. – ow…- gemi.
-          Bueno, creo que si es efectivo el floggeer. Quiza demasiado. – comento. – Ves, esta colgado ahí. Para cuando lo necesitemos. A partir de ahora, cada pequeño detalle lo corregiremos con el. Y veras que rápidamente mejoraras mucho. ¿Esta claro?
-          Si madam…
-          Espero que no te lo tomes personal. Solo asi mejoraras. Eres una excelente maid, pero aun eres novata. Asi aprenderás rápidamente. Puedes continuar con tus tareas.-
-          Si señora.- Respondi y me retire.
Mi cola hirviendo continuo asi por 15 minutos, y luego me preocupe mas por mis tareas que por ella. Sin embargo de vez en cuando me acordaba de lo confundido. Sentia una sensación extraña de calidez, ya que después de todo, mi ama fue muy dulce conmigo mientras lo hizo. Y aunque odiaba ser tratada como niña, sin eso ahora me sentiría muy mal. No paso mucho tiempo hasta que volvi a ser la misma chica energica de siempre que limpiaba rápidamente la casa. Sono mi localizador indicándome que debía ir. Pero espere a terminar de limpiar y fui.
-          Alice, ya llegaste. Te demoraste 2 minutos.- Dijo ella.
-          Si madam.- respondi sin darle importancia.
-          Tus calcetas no están a la misma altura y tu delantal, manchado con polvo.
Lo vi, y lo sacudi, luego acomode mis calcetas. Note que tomo el terrible flogger. Tape mi cola defensivamente y dio un paso hacia atrás.
-          Vamos alice, se obediente. Seran 4 azotes.
-          Madam… mi cola arde mucho.
-          Has caso, o te vas a adornar el rincón. No tolero desobediencias. Ahora serán 5. Te quiero en frente mio en tu posición.-
-          S-Si…- dije nerviosa. “Genial, justo que se meestaba pasando”- Dije. Fui hacia ella y me incline poniendo las manos en mis rodillas. “Esto… es tan humillante” Pense desde mi posición, observando mi liston y mi delantal al inclinarme. PAF!- Sono el primer azote. – Ayyy—Me queje sacudiéndome.
-          Quietita, faltan 3. Si te moves empezamos de vuelta.- Dijo, y sentada cómodamente, me dio el siguiente.
-          OWWW…- Me queje. Estaba adolorida por la ultima azotaina. Pero me di cuenta que estos azotes no eran realmente tan fuertes. Los otros 2 cayeron igual, y me hicieron dar pequeños saltos.
-          Ya puedes pararte alice.
-          Si madam…- REspondi sobándome.
-          Alice, se que te arde mucho, y asi veras que aprenderás. Pero intenta no sobarte tanto. Menos frente a alguien, se ve muy mal. -Comento.
-          Si…- dije, intentando olvidarme del dolor. Los azotes sin embargo revivieron el ardor de la anterior azotaina.

-          Espera ordenes al lado mio Alice. Pronto te dare algo que hacer.- Comento.





(para quienes no saben que es un tawse 
La verdad nunca me nalguearon con un tawse. Si con un rebenque y un cinto.... supongo que el dolor debe ser similar no? )