jueves, 25 de julio de 2013

Hija putativa 12.3

Tengo que re complejizar la trama luego.


Hija putativa 12.3




No debo faltarle el respeto a la señorita Y. No debo faltarle el respeto a la señorita Y. No debo faltarle el respeto a la señorita Y. No debo faltarle el respeto a la señorita Y.
-          Ayayayayayaya…. – Proteste, Tanto tiempo estando sentada realmente acumulaba el ardor.
-          No te vas a parar hasta que termines las líneas.- Me corrigio Y.
“Ya lo se, lo repite cada 20 segundos” pensé, y luego dije educadamente – Si señorita Y…-
“Se debió haber enojado bastante por haberle respondido asi mientras me consolaba” pensé mientras me acomodaba uno de los tirantes que se me caia. “Me habrá dado como 30 reglazos, y estas odiosas líneas” continue quejándome, mientras intentaba encontrar una posición en la silla que me hiciera sentir comoda. Igual por primera vez prefería concentrarme en ser toda una nena castigada. Apenas me distrajera, los pensamientos me iban a volver a torturar. Pero con el tiempo las termine.
-          Cuando llegue tu papa las va a ver.-
-          Ay no….
-          Si, y espero que hoy te portes bien.
-          Si señorita Y! – Exclame sonriente. Y sentí un miedo en la panza. Creo que esta vez no me salvo. Y encima falta tan poco para el fin de semana.
Me pare frotándome la cola y luego fui por ezoso. Tantos castigos me tienen traumada.  Me sento a hacer las tontas líneas después de cenar. Pero luego recordé: “Tarea”
Tonta tarea, odio la tarea. Pero bueno, tenia que hacer buena letra. Asi que tome un almohadoncito, y lo lleve al comedor junto con mis utiles para que Paula me vea.
-          Mira pauuuuuuuuuuuuuu , Hago la tarea!- Exclame con la voz mas angelical que tenia.
Me miro frunciendo el seño y dijo: Eso no te va a salvar.
Gr…. Maldita.
-          No lo hago para eso señorita Y! Lo hago por que….
Enseguida se me acerco y me froto el pelo exageradamente.
-          Ayyyy…
Y luego, como suele hacerlo, me volvió a peinar las coletas bien ajustadas con sus moños. Luego de eso se fue. Creo que o soy muy obvia, o …. Bueno, es la sumisa del señor x y fue su hija. Debio haber hecho estas travesuras antes.
Ya acomodada, intente concentrarme en mi tarea. Pero muchas cosas me distraían, el miedo a los cepillazos, el ardor, pero también, lo que había pasado a la noche y a la mañana.
No lo iba a solucionar llorando como una boba en el regazo de Pau. Tenia que pensarlo un poco a solas… Agarre mi moño y continue jugando. La mire un poquito asustada a Pau, con miedo de que me descubra distrayéndome, pero recordé que estoy haciendo tarea, y hasta estoy vestida asi por que yo lo quize. Eso si es raro… La hice rápido, y luego recogi los utiles. – Mira Pau! Ya termine, y ya ordene todo ¡- Dije alegremente.
-          Asi te tenes que portar todos los días- Contesto, mientras continuaba limpiando. – Y espero que cuando suba tu habitación este ordenada-
Se me dilataron las pupilas, cierto, la habitación. Subi corriendo y me puse a ordenar. Luego vi el pijama tirado en el piso, e intente doblarlo muy educadamente. Y ahí recordé, la nalgueada antes de irme a dormir. El despertarme siendo su niñita. El querer jugar…. Como dijo Pau, asta ahora solo había jugado a serlo. Pero nunca intente ser la niña de el. Y nunca pensé que me fuera a afectar tanto…
Al fin termine de ordenar y baje y le dije a Pau: Ya termine!
Pau se sonrio y miedo: Portandote asi me das miedo.
-          Ustedes no se deciden, me porto bien o me porto mal?- Respondi irónicamente sin querer en voz alta y luego me tape la boca asustada….. Hice una sonrisa débil y dije: Me… voy al rincón?
Paula me miro con el seño fruncido y dijo: Si.
Obdientemente me ubique en el rincón, sintiendo la sensación de “Niña en penitencia” recorrerme. Portarse bien es difícil…. Y en el rincón no pude evitar seguir pensando en eso.. Se sintió tan calido, y disfrute tanto serlo. Disfruto tanto serlo. Pero no se si tiene sentido tener una vida asi. Y aparte… las cosas que hago con el señor X… No se, esta mal. Siento que esta mal. Me recuerda cuando mi papa real…. Los ojos se me empezaron a llenar de lagrimas . Sacudi la cabeza y exclame: No voy a llorar!
Estoy cansada de llorar tanto. Igual no entiendo. Senti las manos de Y tocarme los hombros y darme un fuerte abrazo. – Andas sensible nena?-
El miedo a los cepillazos hizo que solo asienta con mi cabeza.
-          Capaz necesites ser malcriada un poco y no tantos castigos.- Me dijo.
Me tomo de la mano y me llevo al sillón, me puso los dibujitos y se fue.
Al rato, volvió con ezoso. – Aquí tiene su oso, y en un segundo le hago una rica chocolatada.- Me comento y luego me dio un lindo beso en la frente. – No te preocupes nena, segui portándote asi, y voy a hablar con tu papa para que te perdone-
Y cuando te tenes que portar bien, lo único que queda es dejarte cuidar…. Me da mucha vergüenza…. Pero se siente bien.

Hija putativa 12.2

Tara!


Hija putativa 12.2



Cuando el se fue, continue desayunando en silencio.
-          En un rato vas a tener tus clases nena.
-          Si…
Y de a poco fui despertándome de ese sueño. Aun no quería salir de ese mundo, pero empezó a darse despacio.
Termine de desayunar y me pare.
Creo que aun no me sale sentarme con este jumper, me sente sobre el asiento, y la piel se me quedo pegada a la madera, asi que al levantarme sentí un dolor horrible.
-          Au….- proteste sin querer en voz alta.
-          Pobrecitaaaa, te dieron chas chas otra vez?- Pregunto Paola, entre tierna y burlona abrazandome.
Normalmente ahora le respondería mal, y ella me querria castigar, y asi empezaría nuestro juego. Pero aun estaba atrapada en el mundo en el que me habían metido. Sencillamente me quede abrazada a ella en silencio, y sentí la palma de su mano apoyarse en mi espalda.
-          Tenemos que empezar las clases, vamos- Dijo romina, y me llevo a mi aula.
Sin embargo me costaba horrores concentrarme. Lo que había pasado fue tan lindo, era la prmera vez que sencillamente me dejaba llevar…
-          Romina, estas escuchando la lección o estoy hablando a la nada?
-          Ay no…
Me habían prometido que si seguía portándome mal me tocaba cepillo. Odio tanto el cepillo. Iba a disculparme, pero enseguida me tomo de la oreja y me hizo adoptar la posición para varios dolorosos reglazos. No pude evitarlo y empece a llorar al tercero, pero obedientemente los recibi todos y al ultimo me desplome llorando contra el escritorio.
Senti sus mimos en mi espalda, ella no suele mimarme cuando estamos en clases. Y escuche.
-          Rominita se que estas sensible, pero el señor X me ordeno ser mas estricta con vos y necesito serlo…
Me pare y me agarre la cola muy adolorida, me estaba permitiendo mucho. La mire con mis ojos llenos de lagrimas y dije: Puedo pedir un favor?
Romina hizo una sonrisa débil. Parecia que estaba queriendo ser estricta pero no podía.
Sin esperar a que diga algo dije: Puedo usar de vuelta algunos de sus vestidos o ropa infantil…?
Paula me miro sorprendida. – Pero ahora tenes tus clases..- Dijo excusándose. Y luego comento: Pense que los odiabas…
Me mire a mi misma con el uniforme escolar, los jumpers son un poco infantiles pero: No… me siento comoda asi.. quiero volver a verme chica.
Paula me miro y se sonrio. –AY nena, me das problemas…- Dijo suspirando.
Luego me tomo de la mano y me llevo a mi habitación.
-          Ya no tenemos mas vestidos, hasta que la modista no traiga tu ropa nueva. Pero tenemos algo que puede funcionar.—Comento. Me desnudo enterita, y luego se fue. Al volver trajo una falda azul y una camisa blanca. Tomo una de mis bombachas mas infantiles y me la puso, luego la falda azul con tirantes, y la camisa blanca. En mi cuello hizo un moño.
-          Ya esta! Este uniforme es el de las primarias japonesas. Una chica lo había usado en un cosplay- Se sonrio Paula, como recordándolo.

(ejemplo)

Yo sonreí, sientiendome de vuelta en ese mundo. Se veía mas infantil que el anterior.
-          Como te sentís?- Me pregunto
-          Mas comoda…- respondi. Y me recosté abrazando mi oso. Senti una nalgada y patalee un poquito.
-          Se te ve la bombacha Romi!- Me regaño Paula.
-          No me importa, soy chiquita- Dije apoyando mi cara en el oso. – No quiero dejar de serlo… no quiero volver al mundo adulto… soy feliz asi…- Dije y comencé a llorar.
Paula me tomo y me recostó contra ella en sus piernas, luego me mimo la espalda.
-          Ya romi ya, contame que pasa?-
-          No lo se!!!- me queje. Y continue llorando. Estube un rato, hasta que finalmente me tranquilize. Paula me sento mirándola y me pregunto: Mas tranquila?
Asenti con la cabeza. Y ella se paro: O me contas o volves a tus clases. Ya bastante te malcrie con cambiarte de uniforme.
La mire pensando, y me apretó las mejillas. – Te ves tan linda asi y la cara roja- Dijo riéndose.
Es rara… Bueno, al menos eso me hizo sentir mas normal. Ahora que lo pienso no se.. Pao siempre es muy tierna conmigo, pero con… el señor X es diferente.
La mire un poco, y luego apoye mi cabeza en ezoso. – Si vamos a clases no me vas a dar chas chas por todo aunque este triste y distraída?-
-          Tengo que hacerlo.- Respondio Paula. – Es mi trabajo- Bromeo.
-          Dah….- Proteste. – Es que… Ayer cuando papi.. digo… el señor x… me castigo….- Intente explicar y paula se sonrio.
-          NO TE RIAS!- Me queje y luego me aleje de ella.
-          A ver, veni aca- Dijo Palmeando su pierna.
La mire con cara de pocos amigos y me queje: Estoy contando algo importante y solo queres nalguearme.
-          El señor X me ordeno ser mas estricta, no van a ser mucho vamos.
Otra vez… Fui y me recosté. Es injusto, estoy intentando contar algo… y ….. Pero igual, o era obediente o a la noche me tocaba cepillo.
Paf! Sono el primer chirlo y ya patalee un poco. Tome a ezoso que aun estaba cerca y lo abraze, aun me sentía dinminuta.
-          No podes salir del roll no?- Pregunto Paula. – Estas demasiado sensible.
-          No solo no puedo!- exclame. – No quiero hacerlo… Cuando lo haga voy a empezar a sentir culpa y todas esas emociones horribles…. Quiero seguir pensando que soy una niña.
-          Una niña de papi? – Pregunto sonriéndose.
Iba a gritarle y a responder mal, pero solo hice una pataleta quejándome y luego me quede quieta esperando las próximas nalgadas.
-          Es eso? Romi no tengas tanto miedo yo pase por lo mismo…
-          No sigas hablando sino voy a salir y me voy a sentir mal…- Proteste. – Mejor termina de darme mis chas chas y volvamos a clases.- Dije suspirando.
Ella continuo haciéndolo pero a ritmo leve.
-          Romi, en la sumisión eso se llama “entrega”. Hasta ahora solo jugaste a ser niña, jugaste a molestarme, jugaste a todo eso. Pero no es lo mismo que ser la niñita de alguien…
Me enfade e intente levantarme.
-          Basta de hablar!!!- me queje, pero enseguida me atrapo y me dio una buena cantidad de chirlos, luego sentí como me levantaba mi falda. Por lo general no me importaría, pero estaba sensible, y metida en ese roll odioso, y todo me heria. Sin embargo la conversación tan adulta me estaba haciendo salir del roll.
-          O que es lo que te hace sentir tan mal? El señor X no es el ogro que vos te imaginas.
-          Me gusto…
-          Eso es?- Dijo Y sonriéndose.
-          Esta mal!
-          No esta mal, eso…
-          Bueno, ya terminaste de nalguearme? Vamos a la clase: Dije enojada.
Si, no fue la mejor respuesta que pude haber dicho. Paula me habrá dado 100 nalgadas mas que me dejaron la cola como un tomate y ardiendo aun mas de lo que ya dolia. Finalmente me levante, y por suerte ya había salido del roll y paula ya no hablaba del tema.Al pararme me mire al espejo y pensé en voz alta. “Me veo tan ridícula…”
-          Vos lo habías pedido no?
-          Sh… No sigas.
Enseguida me tomo de la oreja y me miro. – El cepillo te lo doy yo, o esperamos a la noche a tu papa.
-          Tehehehehe… Perdon Señorita Y, soy una angelita.
Paula suspiro y dijo: Intento ser estricta pero no me sale… Al menos te vas a ganar tus reglazos. Y luego me llevo de la oreja al aula.

lunes, 22 de julio de 2013

Hija putativa 12.

Este capitulo es de relleno. Mmmmmm, no tiene tanto sentido, solo tenia ganas de escribir un poco. En la vida real descubris que una relacion como la de ellos es realmente muy complicada. Pero bueno, soñar es facil.

Hija putativa 12.



Esta vez me desperte atrapada en un mundo del cual no quería escapar. Y por eso ni siquiera me hice todas mis preguntas de siempre. Sencillamente me desperté, y gire un poco en la cama con ezoso abrazado. Me pare energizada, y me dieron ganas de jugar. Sabia que debía prepararme para el cole, pero seguro era temprano aun.  Sente a ezoso en la cama, y busque a ver si había algún juguete divertido.  Me sente en la alfombra y sentí un poco de escozor, pero no le di importancia esta vez, estaba mas concentrada en jugar. Hice muchas ridiculeces que me da vergüenza recordar, como hacer que ezoso tenga una discusión con el oso de mi pijama. Fue algo tan divertido que la verdad no puedo creérmelo, y lo siento como si hubiera sido un sueño.  Hasta que de repente escuche que abrían la puerta.
“Que hora será?” Me pregunte, y sentí mi corazón latir a prisa. Di un salto, y me meti en la cama, tapándome hasta arriba de la cabeza.
Senti la puerta abrirse, y escuche una voz masculina decir “Romina, aun estas en la cama?”… Voz masculina, que miedo.
“Lo siento papi, es que me quede dormida”. Respondi asustada.
-          Que rápido que te despertaste, y esos juguetes tirados? Y tu oso?-
Me quede en silencio escondida debajo de las sabanas y frazadas hasta que sentí la palma de su mano apoyarse en mi cola.
-          Parece que aun no aprendiste tu lección, levantate y ordena tus juguetes.-
Me daba miedo hacerle berrinche, ya que el no es Paula. Es el gigante, y me castiga muy fuerte.  Me levante obediente, mientras lo veía a el, gigante, esperando a que termine de hacerlo. Los ordene y le dije: Ya termine papi, me voy a bañar. Camine esperando distraerlo con eso, aun asustada. Pero me tomo de la mano y me dijo: Sabes que no te voy a dejar ir asi. Aun no pareces aprender tu lección.
Senti mi corazón saltarse de mi pecho, y solte un pequeño “No papi”.
-          No te comportas como una nena que fue castigada y que aprendió su lección. – Respondio el.
-          Pero me distraje jugando….
-          Y que tenias que hacer a la mañana en ves de jugar?.- Dijo el, y se sento en mi cama, preparándose para acostarme en sus piernas.
Menee un poco las piernas frotándolas y mire al piso. Con mi pijama enterizo me sentía dinminuta, y el era mas alto que yo sentado.
-          Ponerme mi uniforme…-
-          Entonces? Asi se comporta una nena que fue castigada y aprendió su lección?
-          No…
-          Ya sabes que tenes que hacer.
Lentamente me acerque a el, no había escapatoria. Con pau me gusta correr e intentar escaparme. Pero papi es tan estricto que hacerlo seria sinónimo de cepillo. Y odio el cepillo!!  Aparte me atraparía en dos segundos. Vi sus piernas, y me sentí como si me fueran a meter en el cepo. “Espero que solo sean un par de nalgadas” pensé. A veces no son tantas. Me recosté sobre sus piernas y patalee despacito nerviosa, con la expectativa de que las dolorosas nalgadas comienzen.
Senti las primeras y comenze a menear mi cola y a mirarlo de reojo.
Como siempre, con cada fuerte nalgada, comensaba el sermón. – Aun no aprendiste tu lección, ya llevas tiempo en esta casa y vas a tener que acostumbrarte por las buenas o por las malas que las reglas SE- CUM- PLEN!- Me dijo, mientras dio 3 azotes fuertes en los últimos. Senti mis ojos llenarse de lagrimas. No se por que! Me estoy volviendo una nena llorona, lloro por todo. En ese momento se sintió muy bien, pero luego me dio mucha vergüenza controlarlo. Portarme bien se me hizo mas difícil, asi que comenze a patalear y a menear mas mi cola. Me dio mucho miedo meter mis manos sin embargo, como suelo hacerlo con Paula, asi que apreté la frazada con fuerza y apoye mi cara contra ella.
Luego sentí que paro, y dulces mimiitos recorrieron mi cola. Se sentían muy bien, pero de reojo, vi como iba desabotonando lentamente cada uno de los botones.
-          No papi!- exclame asustada, y un chirlo fuerte cayo en mi cola haciéndome sobresaltar.
-          Si ayer no aprendiste tu lección, la aprendes hoy.- sentencio, y luego de terminar de desabotonar los 3 botones, comenzó y una larga nalgueada, que solo pude aguantar pataleando y llorando.
Llorar tanto me hizo olvidar cuando comenzó y cuando termino. Pero al final me hizo pararme,  y yo frote mi cola adolorida, flexionandome de piernas. Me tomo de mis manos con una sola, y me dio 5 fuertes nalgadas haciéndome saltar en el lugar.
Salte en una pierna y en la otra, quejándome y el me dijo: “Nada de frotarte, preparas tus utiles, y tu uniforme. Te lo pones, te peinas bien y te vas al comedor a desayunar que ya es muy tarde, y mas tiempo aun perdimos dándote el castigo que necesitabas.”
-          Si papi…- Dije limpiándome las lagrimas con una mano.
Me abrazo, me dio un beso en la frente y me dio una palmada en la cola recordándome el dolor.  Di un saltito y fui obediente a cumplir lo encomendado. Para mi sorpresa el sencillamente se quedo esperando a que haga lo que me dijo, haciéndome sentir mas nerviosa. Si me retrasaba o distraía seguro me volvia a nalguear. Asi que me fui al baño, para limpiarme la cara. Me hize mis dos coletas…. Que a esta altura la verdad me gustaban y me hacían sentir comoda. Le hubiera pedido a el que me peine, pero me las hace muy ajustadas y duele. Volvi a la habitación y meti mis utiles en la mochila. Luego me saque el pijama sonrojándome, por que el aun vigilaba que me estuviera portando bien. Saque una camiseta del cajón, y una bombacha blanca y rosa. Mientras me la ponía sentía el ezcosor, recordando que mejor me concentraba en ser obediente. La nalgueada había dolido muchísimo, y si mi papa me descubria portándome mal de vuelta, de seguro me tocaba el tan odiado cepillo.
Me puse mi  camisa, luego el jumper, y el resto del uniforme. Hasta me fui al espejo, a ajustame bien mi moño del cuello, como yo tanto detesto pero a ellos – por lo visto- tanto les gusta. Me acerque a el y le dije: Termine papi!
-          Sentate un poco- dijo.
Nerviosa asentí con la cabeza y lo hice. El se fue y volvió con dos listones rojos.
-          Te las hiciste mal, te las voy a hacer de vuelta.- Dijo.
Y obviamente me las hizo bien ajustadas de vuelta y con sus dos totos listones rojos.
Luego me levanto, y me llevo de la mano para desayunar. No pude sentarme sin quejarme, y continuar moviéndome en la silla.
-          Le traigo su almohadoncito señor?- Pregunto Pau.
-          Necesita aprender- Dijo X.
Antes no me costaba tanto, pero seguía muy sensibilizada.
-          La niña se esta portando muy mal, y esta siendo muy desobediente. Quiero que seas mas estricta con ella.
-          Si señor- Respondio Pau.
-          Si hoy no se comporta como debe, a la noche le doy otra nalgueada.
Me puse palida, seguro era cepillo, odio el estúpido cepillo.
-          Papi…- Suplique.
-          Sin pucheros, hace rato que tenes que empezar a portarte bien. Pero por lo visto solo aprendes por las malas.
Baje la cabeza y jugué un poco con la cuchara en mi cereal.
Lo escuche pararse, y luego apoyar las manos en mis hombros, remover mi flequillo y besar mi frente.
-          Me tengo que ir, ya es tarde, nos vemos a la noche princesita.-