domingo, 24 de enero de 2016

Maid Alice 3 pt 2.

Ea, segunda parte!!


-          OWWW OWW OWWWW OWWW….- Proteste tomando mis nalgas y saltando.
-          Desde el principio Alicia, a tu posición.
-          No… por favor..- suplique agitada sobándome y mirándola de espaldas.
-          Alicia son solo 4 azotes. Y debes contarlos. Manteniendote en tu posición.-
-          Antes no debía contarlos… ayy… arde mucho, no puedo….. ayyyy…-
-          Esta bien. Cuando “puedas” vuelve a tu posición, pero ahora serán 6.
-          Seiiiis?
-          Siete. Sin protestas Alicia.-
-          Si… Si… Ayyyy..- Me queje. Respire agitada unos segundos, y finalmente me incline, agarrando mis rodillas.
PAF!
-          OWWW… U…no madam!- Exclame. Y conte cada uno, hasta el final. Me pare luego de su orden sobándome  mis ojos llenos de lagrimas y mi adolorida colita. Ella me limpio una lagrima que alcanzo a escurrirse, y acomodo mi cofia, junto con mi pelo, la cual tendia a desacamodarse cada vez que adoptaba mi posición de castigo.
Tus calcetas Alice.
-          Si … madam… owww, por favor no mas castigos.
-          Es por tu bien alice…- Dijo abrazandome. Continuo arreglando mi uniforme, y me froto un poco la espalda intentando consolarme.
-          Apenas puedo caminar… me arde mucho.
-          Alice. Se una buena maid. No esta bien que protestes tanto. Ni que te sobes de esa forma tampoco. Sin sobarse, ¡¨YA!- Ordeno. Con un gran esfuerzo, entrelaze mis manos adelante e intente no hacerlo. Pero aun continuaba parándome en un pie y el otro.
-          Muy bien. Seras una excelente Maid, alice. Ya estas demostrando serlo incluso.
-          Si madam.
-          Continua con tus tareas. Recuerda que estamos trabajando en tu perfeccion si?
-          Si madam.- Dije.
-          Tu reverencia antes de irte, no la olvides.
Tome mi vestido de ambas puntas e hice una pequeña reverencia luego me fui. Aprovechando que no me veía, me sobe .
“Owwww arde tanto… No imagine que iba a ser asi. Maldita vieja sadica… Me tubo todo el dia de esta forma… Me habrá dado como 50 azotes hoy ya…” Proteste. Escuche mi localizador sonar, y vi que tenia otra tarea agendada. Senti mi panza llenarse de mariposas y rápidamente fui a realizarla. ” Mi cola no soporta mas azotes” Me decía a mi misma haciendo mis tareas apurada. Y al final de cuentas si terminaba resistiéndolos. Nunca crei que quien encontró mi celular con mi mayor secreto resultara ser tan pero tan sadica. Su rostro reflejaba una sonrisa sadica, y hoy me tubo a prueba todo el dia. Me dio muchas tareas, me ordeno verla muchas veces, y me dio un azote por cada minuto tarde en cada ocasión, mas azotes por cada falta en el uniforme, mas azotes por algún detalle que quería corregir. No alcanze a ver mi cola, pero seguro estaba roja como tomate a esta altura. Era tarde ya, y yo estaba sumamente adolorida y agotada. De vez en cuando, caminaba cerca, asegurándose de que mi tare asignada halla sido cumplida. Siempre con ese odioso tawse en sus manos. Mi cola nunca se salvaba de los azotes, a veces me los daba mas despacio si estaba adolorida, a veces me daba uno fuerte que me revivia el dolor. Apenas la veía, sentía miedo, mas cuando escuchaba esa odiosa frase “Alice, posición de castigo”. Al escucharla, inmediatamente debía darle la espalda, separar mis pies, y tocar mis rodillas. Al principio, si me paraba, volvia a comenzar. Y ahora, debía contarlos en voz alta, como si fuera un video de spank. Su disciplina, termino sirviendo, y ahora andaba como loca, de lado a lado, cumpliendo sus ordenes a toda velocidad, sintiendo mi cola punzar con anticipación. Este miedo, y sometimiento constante me generaba una mescla de sensaciones. Una parte mia quería arrojar la estúpida cofia al piso, y mandar el trabajo a la mierda pero recordaba el generoso sueldo. Y la otra, estaba absolutamente extasiada por el morbo y la dominación. “Estoy mojada… .creo que mis bloomers deben estar sucios” pensé. “Debo cambiármelos o se enterara… No, el localizador de vuelta.”
-          Si madam?- Dije presentándome rápidamente.
Ella me miro sonriente, y dijo: Espera ordenes aquí. Muy bien. De a poco mejoras tus tiempos y tu pulcritud.
-          Gracias… madam…- Respondi agotada. Hoy ya había lavado la casa entera, servido de desayunar, comer, y la había ayudado con sus pendientes en tiempo record. Entrelaze mis manos en frente de mi vestido, intentando asi, tapar mis bloomers y que no se note que yo ya estaba mojada. Cuando tenga tiempo, iria a cambiármelos. Desafortunadamente, tiempo no hubo, rápidamente me envio a prepararle el desayuno. Como un rayo, fui, sintiendo mi cola herbir a medida que me apuraba, y que esta rozaba contra mi vestido y mis calzones. Espere al lado de ella servicialmente, y me asegure de que mi cofia no se halla desacomodado en la corrida ni mis calcetas.
-          Muy bien Alice. Ves, solo necesitas motivación. Notaras como en un par de días, ya no será necesario que lleve mi flogger nuevo a todas partes.- Comento ella contenta. Finalmente, se hizo la hora de mi partida. Mientras me preparaba para irme, me queje en voz alta: Estoy tan cansada…. Con mi cola asi no voy a poder andar en bicicleta. Y si mis hermanos o mi familia me ven… owww… duele tanto…-
Camine cansada y cabisbaja y la escuche llamarme: Alicia.
-          Si madam?
-          Si quieres puedes quedarte.
-          Madam… Estoy agotada… y muy adolorida… no puedo mas…- Dijo. – Lo siento…- respondi. Ella sonrio y se acerco a mi. Tomo mi cofia y me la saco, lo cual fue raro, ya que hace poco me había demostrado como se sentía al respecto de verme sin mi uniforme intacto. Luego de eso, acaricio mi pelo y me beso la cabeza.
-          Alice, déjame cuidarte un poco. Hoy te has esforzado mucho. Recuerda que tienes un cuarto para ti. Ven conmigo.- Dijo llevándome de la mano a la habitacion.
La acompañe dócilmente y llegamos.
-          Espera aquí unos segundos ya vengo.-
-          MAdam… en serio, estoy.
-          Alice, has caso.- Ordeno. No pude resistirme a su orden. Al poco tiempo volvió y dijo: Dejame ver esa cola. Note que en sus manos tenia alcohol, y una crema. Me voltee y me baje mis bloomers, ya acostumbrada.
-          Si, debo curartela. Alice, no es solo castigo. No te preocupes.- Dijo. Y tomándome suavemente, me guio a acostarme en sus piernas.
-          Si no te curo, quedaras muy mal. Tu quédate quieta y déjamelo a mi si? Vas a ver que estaras mejor.
-          S-Si…- dije, sintiéndome de repente en lo que parecía ser una situación muy intima. Me acaricio despacio la cola, intente resistirme, pero comenzó a sentirse bien, y en sus piernas, me sentía vulnerable.
-          Esto te va a doler alice, pero es por tu bien.
-          Que… me va a hacer?
-          Alcohol. Necesito ponerlo en determinadas zonas. Ayudara a tu cicatrización.
-          Si..- dije. Y con mucho cuidado sentí el algodón húmedo apoyarse en mi cola. Rapidamente, empezaron a herbir.
-          AYYY- Proteste pataleando, pero la escuche decirme: shhh tranquila. Y acariciarme dulcemente la espalda y el pelo. Intente tranquilizarme y resistir, mientras ella aplicaba el alcohol en las otras zonas. Para cuando termino, el dolor en mis pompis había revivido y no podía dejar de menearme.
-          Tranquila, esta crema te relajara vas a ver. Tu quédate quieta y confía en mi.- Ordeno. Apenas comenzó a aplicarla, sentí una sensación muy refrescante en mis nalgas y muy placentera. Luego de eso, empezó a hacerme suaves masajes para que mi piel absorba la crema. Continuo asi por unos minutos y luego palmeo mi espalda.
-          Ya puedes levantarte alice. No te preocupes, la casa es tuya. Ahora no eres mi sirvienta, solo mi invitada. Al menos hasta mañana.- Dijo.
Me levante, poniéndome mis bloomers nuevamente. Y dije: Pero… Madam. Entiendo que debo estar orgullosa de mi uniforme… pero estoy muy cansada y ya no quiero usarlo.
-          Puedes cambiarte a tu ropa normal. Mejor hasme caso, pegate una buena ducha y te dare el camisón de una de mis sobrinas, asi estaras mucho mas comoda.
-          Bañarme, de vuelta?- Pregunte.
-          Hasme caso Alice. – Dijo. – Puedes utilizar mi baño personal. Tiene jaccuzzi.
-          Jacuzzi? Genial!!- Dije. Entusiasmada, fui al baño, y me relaje, preparándome una ducha. Mientras lo hacia, y el baño se llenaba de humo, sentí a mi ama, tomar mi uniforme y dejar el camisón. Me relaje, y mientras pensaba en lo sucedido., mis manos resbalaron hacia mi sexo y comenzaron a jugar en el. Tuve un orgasmo, y me sentí feliz. No me sentía mas triste por toda la humillación ni la dominación a la que me sometia. Al contrario, me sentía segura, refugiada en ella. Sentia que valia la pena. “Seguro mi uniforme lo llevo a mi cuarto…. Espera, mis bloomers…los habrá visto?” pensé. Sacudi mi cabeza, sintiéndome muy incomoda e intentando olvidar ese pensamiento. Seguramente me lo diría. Luego de eso, Sali de la ducha, y me observe en el espejo, desnuda, mi tez blanca, mis nalgas rojas haciendo contraste. Me seque con mucha paciencia, y decidi hacerle caso, y ponerme el camisón para relajarme el resto del dia. No era una chica de pijamas y camisones, pero decidi seguirle la corriente. Hasta que vi el camisón de su sobrina. Rosa, mangas cortitas con olanes, cuello blanco rectangular con un lasito rosa en el centro, y un nombre bordado en dorado. “Micaela”. No parecía ser muy largo, y al final del vestido también tenia olanes, y unas extrellitas amarillas. “NO PIENSO USAR ESTO!” Proteste. “Hasta puso unos chones de gatitos!!” me queje. “¿Como puede ser capaz de sacar los de su sobrina, esta loca?” Proteste. Y luego me di cuenta que eran los mios, seguramente los tomo de mi bolsa junto a mi ropa. “Debe… haber algún lugar donde pueda comprarme de mi talla..” Suspire, y me los puse. Luego de eso, me envolví en la toalla, y camine hasta mi habitacion, donde me puse mi ropa normal.
Volvi a la sala, y cuando me vio, puso un gesto de desilusión enorme.
-          Y el camisón?
-          El de tu sobrina?- Proteste. – Cuantos años tiene tu sobrina.
-          10 años.- Dijo ella con serenidad.
-          Se nota!!- Me queje cruzándome de brazos.
-          Bueno, es el único camisón de tu talla que tengo.- Comento ella molesta con mi actitud. – No entiendo por que te indigna tanto.-
-          Sabes bien que odio ser tratada como niña!- Me queje.
-          Jajaja, tenes 18 años. Y un camisón rosa no es algo tan malo. Ojala a mi me trataran como a una niña… En que vas a dormir sino?
-          En ropa interior no se…
-          Ay que impúdica. Bueno, como quieras. – Dijo desilucionada. – Es una lastima, seguro te verias muy linda con el.- Comento llendose. Mientras se alejaba dijo: Utiliza el televisor si quieres. Tienes hambre?
-          Si madam..- respondi.
-          No estas trabajando, no necesitas llamarme madam. – Comento. – Te preparare algo para merendar y luego la cena. Hoy has trabajado suficiente.
Contenta por ser consentida, lo agradeci ampliamente. No solo me hizo la merienda, también cene junto a ella. Me trato como a su princesa. Su princesa nalgueada, ya que puso un almohadoncito para que yo pueda sentarme. Me convido de su vino, y luego la acompañe a donde estaba su piano, en donde me deleite y tome junto a ella, mientras la escuchaba.
-          No sabia que tocara el piano.
-          Y por que pensabas que lo tenia?
-          No se… que era… de alguien…- Me rei. – Lo toca muy bien.
-          Muchas gracias…- dijo y se me escapo un gran bostezo.
-          Lo siento dije…
-          No te preocupes, ya es tarde, y estas muy cansada.
-          Gracias… por todo… Hubiera sido terrible llegar y tener que hacerle de comer a mis hermanos. A veces mis padres trabajan hasta muy tarde, y termino siendo su niñera.
-          No te preocupes Alice. Si quieres puedes irte a dormir ya.
-          Pero… me gusta estar con usted. Me hace sentir… calida.- dije.
-          Sino, pues traigo una sabana, te pones tu camisón, y te acuestas conmigo en el sofá mientras vemos una película.
Me puse roja como un tomate y me pregunto: quieres?
-          Yo…- respondi y dijo: Tranquila, mira, en tu habitacion hay una frazada de sobra, es muy abrigada. – Dijo.- Me acompaño a mi habitacion, y continuo: Te alcanzare unas pantuflas de mi sobrina. Entiendo que no te gustan pero son las que hay. Te esperare en la sala del televisor viendo una película. Si no vienes supongo que te quedaste dormida si?
-          Si…- Dije. Me meti y rápidamente me dejo en la puerta unas pantuflas de hello kitty.
Me quite la ropa pensando en irme a dormir. Pero la estábamos pasando bien. Pense en ir en camiseta y calzones, pero eso seria muy humillante. Hasta que vi el tonto camisón rosa. Y recordé la desilusión de ella de no verme en el. “Seguro debe verme como una…” pensé suspirando. “Por que?!” proteste nuevamente. Estoy harta de que siempre me digan que soy muy tierna, quiero que digan alguna vez… no se, otra cosa. Sin embargo, la estábamos pasando muy bien. Y el vino me había afectado. Y el dia tan pesado me había hecho sentir bien. Me dije a mi misma: “Deja de dar tantas vueltas y dale el gusto.” Y me anime a ponerme el ridículo camisón junto a las pantuflas.
“ME veo tan… paresco… paresco…” proteste frente a mi espejo. Moviendome un poco note que el camisón era muy corto y si me descuidaba enseñaba fácilmente mis chones. “En serio voy a hacer esto?” Me queje. Mirandome de costado, vi la irritación notarse a través de la transparencia del camisón, en mis cachetes. Tome una frazada y dije: “Ya fue! “.
Camine tímidamente con mi cara como tomate, viéndome a mi misma cada vez que frenaba e intentaba animarme a seguir. “Micaela…” pensé en el nombre bordado en el cuello. “Quien borda su nombre en un pijama”. Al llegar, el gesto de mi ama fue inigualable.
-          AWWW que tierna!!!- Exclamo. Se acerco y me abrazo. Yo no pude evitar poner una cara de entre odio y vergüenza, mientras, OTRA VEZ, era festejada por lo tierna que me veía.
-          Ayyy, creo que te voy a comprar mucha ropita.- exclamo con mucho sadismo.
-          Ropita? NO!- Proteste. – Ya basta, yo no soy una niña!!- Me queje de vuelta.
-          Ay alice, por que reaccionas asi.- Me dijo molesta, soltándome. – Acaso no te puedo regalar un vestido? No dije que fuera a ser de niña. LA modista que hizo tu uniforme puede hacerte otra ropa. Se que tienes problemas consiguiendo talla.
-          Es… que…- respondi sintiéndome culpable de repente. Cabisbaja abraze la cobija y dije: Lo siento…
-          Ay nena, deci que no estas trabajando o te daría unas buenas nalgadas por responder asi.- bromeo. Me sonroje y sorprendi por la amenaza y la acompañe al sofá a ver sus películas. Eran… aburridas. Pero ella las veía prfundamente concentrada mientras yo solamente disfrutaba la calidez de estar con ella.
-          La modista es muy buena.. A mis sobrinas le ha hecho ropa también, asi que seguramente te ayudara si necesitas ropa de tu talla.
-          Creo que debe ser cara…
-          Si, claro. Es la mejor calidad. Pero esta se puede apreciar fácilmente en tu uniforme. Es perfecto para ti. Tiene un estilo tan “comic japonez” que esta tan de moda hoy en dia. Siendo mi maid personal, quize elegir algo especial. Y siendo tan jovencita supuse que algo asi se te veria mejor que los típicos uniformes que las chicas de limpieza usan. Aparte, con el calor que hace en esta ciudad, y lo mucho que trabajas tu, quize que fuera algo comodo. ¿No es ideal?
-          Si… madam, por supuesto.- Conteste, siguiéndole la corriente. “Eso explica muchas cosas.” Pensé, imaginándola frente al catalogo de la modista, y señalando el uniforme “Estilo comic japonez” que le ofrecían.
-          Ay nena, te dije que no es necesario llamarme madam.- Comento. “Otra vez me llama nena…” suspire.
-          Perdon… jajaja… es que me acostumbre. Tengo miedo que se me escape alguna vez y llame asi sin querer a mis hermanos, o a mi mama.- Bromee. Y bosteze nuevamente. Ella me tomo con suavidad, y me hizo recostar mi cabeza en sus piernas.
-          Shhh… no te preocupes.
-          Pero?
-          Tapate.- Dijo ella y comenzó a taparme con la cobija. Luego de eso, me mimo mi espalda y mi cabello suavemente.

-          Alice, tu cabello es muy corto. Deberias dejártelo crecer. No te ves nada femenina asi.- Dijo. “Precisamente por eso lo tengo asi” pensé arrullandome, y me quede dormida.

Pd: Seguramente deba modificar varias partes. Creo que por ejemplo, Antonella le da 2 camisones blancos ademas de su uniforme. Se me hizo mas divertido esta escena, y por eso la deje asi. Como compensacion, este clip :D ¿No parece una muñequita al principio cuando pone sus manos detras de la cintura? Igual si, la cancion es tonta.



lunes, 18 de enero de 2016

Maid Alice 3 parte 1.

Bueno, esta parte es muy larga. Esperaba que termine mejor, pero se me termino extendiendo. Tengo muchas ideas para esta historia pero se me complica entrelazarlas. Lease, meter el relleno xD Aparte no quiero que sea solo spank y sadismo. PAra eso tengo e-institute y obsecion xD Bueno, espero les guste..


Maid alice 3


-          Aliciaaaa!!!- alcanze a escuchar a través de la puerta. Me di cuenta que golpeaban la puerta luego de escuchar ese grito, y baje el volumen de la música.
-          Alicia… Baja el volumen no puedo hablar!!!- escuche a mi hermano menor protestar.
-          No seas maricon.- Le dije. – Acaso no te gusta manson ahora? –
-          Si…- Mintio. – Pero… hoy estuviste todo el dia encerrada escuchando música. Sonrei un poco para mis adentros e intente volver, pero me tomo de la mano. - ¿no vas a jugar con nosotros? Es sábado…
-          Luego, ahora quiero estar sola. – Respondi, cerre la puerta y volvi a subir el volumen de la música. Yo aun continuaba en camisón. Por camisón me refiero a una camiseta de metal vieja y desgastada de uno de mis hermanos, tan desgastada que ya no se alcanzaba a distinguir de que banda era. Tome mi credencial y continue observándola.
“Sabra que soy spankee?” Pense poniendo una mano en mis nalgas, recordando cuando ardían y se sentían calientes.  “Ojala pudiera hablar de esto con alguien” Suspire recostándome boca abajo y tapando mi cabeza con la almohada. “Tengo tanta plata que no se que hacer con ella…- Pense en voz alta. Luego me rei. Obvio que si se que hacer con ella. Podria gastarla con mis hermanos, amigos y familia en un santiamén. O gastarlo sola. Pero me daba culpa gastarlo sola. Sin embargo quería estar lo mas alejada de todos posible. Mire el credencial y pensé: “Me veo… tierna”. Siempre fui tratada como niña y siempre intente evitarlo. Si alguien sabia como era mi relación con antonella…. O como es mi uniforme. No se si se burlarían de mi o la denunciarían. “Habra visto mi celular? Sabra que es el spanking? O estará sencillamente loca?”.
Aun no comprendia muchas cosas. Habia bajado videos, historias, imágenes de spank. Sabia que me excitaba verla, y me masturbe muchas veces pensando en ello. Pero ahora no se ni que me gusta. Nunca imagine que fuera ser nalgueada tantas veces. Sabia que existían grupos pero era algo que no planeaba contar nunca. Mantenerlo como una fantasia secreta… o un gusto extraño por historias. Ahora parecía que era parte de una de las historias que había leído. Sin embargo ninguna parecía ser tan retorcida como esta. Ahora era como una… ¿Sirvienta spankee? Era raro, la idea se me hacia ridícula, detestable, humillante, y aun asi, me excitaba de tal forma que no podía negarme. Y sin embargo… ¿Soy spankee? ¿Ella es spanker? No dejo de pensar en mi próxima nalgueada. Y cuando leia relatos en mi celular, imaginaba los castigos, y me daban tanto morbo. Sin embargo, nunca odie nunca tanto como ser enviada al rincón o que me pongan a escribir líneas. “Fui enviada al rincón y obligada a escribir líneas!!” exclamaba para mis adentros poniendo la almohada contra mi cara. Y … las nalgadas. Recuerdo la desesperación y el dolor, las lagrimas, y esa sensación de vacio luego. Y el consuelo. Y… bueno, el placer. “Me estoy volviendo loca no entiendo!! Me gusta o no me gusta? Esta bien tener una relación asi sin siquiera hablarlo? Por que hago estas cosas!!”.
Habia muchas cosas que no entendia, que quería hablarlo y que me daban muchísima vergüenza. Y tener una relación de este tipo con antonella sin siquiera consultarlo antes… “Hasta la llamo ama, y uso un uniforme con minifalda para ella… Sera lesbiana?”
Pero nuevamente, miraba la credencial. Y veía la foto de esa chica que hasta yo debía reconocer que se veía linda. Y recordaba que cuando vestia ese uniforme era ella. Era esa niña que solo quería sastisfacer a su ama, aprender y ser disciplinada. Ya no era la mujer que debía mostrarse fuerte a pesar de su altura, de ser la mayor de sus hermanos, y la única chica en grupos de hombres. Recorde de vuelta los castigos, sin entender por que me daban tanto morbo en las historias, y en real los detestaba tanto. Suspire agarrándome la cabeza y me reproche: “Sos como su mascota. O su esclava.” Pero nuevamente, recordé el entusiasmo que ponía antonella en hacerme sentir importante. El sueldo, la credencial, las responsabilidades… No era solo una sirvienta, mascota o esclava. “Al menos soy LA mascota”. Me bromeaba. Luego nuevamente miraba la credencial y suspiraba. Este ciclo de pensamientos se repetia una y otra vez en mi durante todo el dia. A tal punto que ni siquiera comi. A eso de las 9 senti que demolían mi puerta. La abri y eran… hermanos + amigos.
-          Que te pasa estas hecha un desastre?
-          Que quieren.
-          Queremos que vengas!!- Exclamaron. Todos se pusieron a festejar y por lo visto habían comprado alcohol y pizzas. Con que plata no se.
-          Necesitas comer algo!!- Protestaron mis hermanos. Yo sonreí y dije: Bueno, esta bien. Pero no voy a ir vestida asi.-
El resto de la noche nos la pasamos bebiendo y jugando videojuegos, mientras los veía pelear entre ellos. Me rei pensando en que debi haber celebrado comprando algo y no ser tan egoísta.
El domingo desperté con una obvia resaca. Sin embargo a las 12, mi casa ya estaba llena de gente otra vez. Fuimos a un parque donde continuamos comiendo, tomando y donde jugamos al futboll. Si, yo también. Al final del dia me sentía mas agotada que si hubiera ido a trabajar. Del trabajo nadie pregunto mas que lo justo y necesario. Afortunadamente para mi.
Pero cuando llego la noche, todas las preocupaciones volvieron a mi. Me sentía agotada, y aun preocupada. Era apenas la primer semana con ella y me sentía tan rara. Opte por concentrarme e ir a dormir.
Al otro dia…
Mierda, es tarde!!- Pense al despertarme. Mire el uniforme y apreté los dientes. Mi estomago mariposeaba pensando en ser castigada. Pero cuando recordaba lo horrible que era tener que esperar ordenes mirando al rincón, cambiaba rápidamente de opinión. “Es tu trabajo Alicia, no es un juego”. Sacudi la cabeza y opte por bañarme y ponerme el tonto uniforme.
“Supongo que el delantal, la cofia y el liston puedo ponérmelo alla” pensé. Me arregle rápidamente, y tome mi mochila que ya tenia preparada para este tipo de emergencias. Luego de eso Sali rápidamente de mi habitacion. Intente irme de la casa sin que nadie de la familia me vea. Pero el menor de mis hermanos me descubrió.
-          Wooow, que haces vestida asi?
-          No… te importa!- Proteste sonrojándome.
-          No te veo usar un vestido desde mi primera comunión. Estas bien?
-          Si!! Es que…. Bueno, no te importa! – Le grite y me fui sintiendo mi cara herbir. “Seguro va a preguntar cuando vuelva” pensé. Tome mi bicicleta y corri rápidamente. En el camino recordé que con la plata que aun tenia fácilmente podría haber ido en taxi. Y mientras bicicleteaba, escuchaba en mi mochila sonar mi odioso localizador. Finalmente llegue a la mansión, agotadísima. Me acerque al portero, naturalmente ya lo conocía. Lo salude, y le mostre a la credencial.
-          Alice… lo siento, pero si no te ves igual a la foto no te puedo dejar entrar.
-          Ay, dale, en serio?- P¨roteste. – No me voy a vestir aca afuera.
-          Por favor no comprometas mi trabajo…- dijo el señor. Supuse que no había opción, y de mala gana abri mi mochila, y me apresure a ponerme delantal, liston y cofia. Al hacerlo me dejo pasar y lleve mi mochila rápidamente. Guarde el localizador en mi delantal y camine apresuradamente. Note que ya estaba 15 minutos tarde. “Genial…” pensé sintiendo las mariposas. No sabia si las amaba u odiaba, ¡¡me daban tantos nervios!! Revise el localizador y vi además de la señal de presentarme 2 mensajes verdes. Suspire y me imagine viendo el lindo rincón de vuelta. Senti coraje pero opte por apresurarme. Al llegar, ella estaba como siempre, ocupada. Espere a que me viera aprovechando para descansar. Al verme, sonrio.
-          La lección del jueves sirvió no es asi? Que bien verte impecable con tu uniforme aunque llegues tarde. – Comento. Me sonroje un poco y baje mi cabeza.
-          Sirvio o no la lección señorita?
-          Si…- Respondi intimidada.
-          Muy bien. Recuerda tus mensajes señorita y vuelve a tus tareas. –
-          Si madam.- Respondi.
“No me dijo nada por llegar tarde…” pensé. No sabia si eso era bueno o malo a esta altura. Cuando se me paso la ansiedad y el cansancio, sentí una mescla de sensaciones viéndome de vuelta en uniforme, de vuelta siendo la niña servicial y obediente. Sacudi mi cabeza y me dedique a trabajar y a cumplir las tareas que habían quedado pendientes. Llego la hora de servir el desyuno y se lo servi dulcemente, pero me dio la orden de preparme el mio y desayunar junto a ella. Obedeci naturalmente y note que ella me observaba en silencio mientras yo desayunaba, tomando su te de vez en cuando.
-          Alice.
-          Si madam?
-          Como ya te he dicho mucho me alegra que estes trabajando para mi.
-          Muchas gracias madam.- Respondi sonriente.
-          Tu como te sientes aquí? Dime, con sinceridad.
Pense un poco intentando elegir las palabras.
-          Muy.. bien. Me gusta servirla.
-          Y en cuanto a tu disciplina como te sientes?- Pregunto.
Me sonroje y cabisbaja respondi: Eh… bien…
No sabia que decir ni hacer, no habíamos hablado hasta entonces de eso. Pero no quería darle ninguna señal de que deseaba que no continue mas con ella.
-          Me alegro que asi sea. Las dos veces que hemos recurrido a ella has mostrado muchas mejoras. Hoy llegaste con tu uniforme puesto como te ordene. Pero aun asi llegaste tarde. – Explico.
-          Va…. A castigarme madam?- Pregunte tímidamente. Intente dar a entender que aceptaba sus métodos como consecuencias de mi actos. Ella sonrio ampliamente y dijo: Que tierna eres. Tienes muchísimo potencial. Pero comprenderas que exijo la perfeccion en ti. Dime, ¿Qué opinas de tus castigos hasta ahora?
Nuevamente sonrojada. No supe que responder. Que decía: “Odio ir al rincón?”. “Me encanta que me nalgueen?”. No sabia escoger la respuesta.
-          Alice, debes responderme, se obediente.
-          No… No me gustan…- Dije, esperando que sea la respuesta correcta.
-          Bueno, son castigos, es lógico que no te gusten.- Respondio ella. – Pero espero comprenderas que tu vida como Maid será asi mientras estes bajo mi servicio. ¿Esta claro?
Asenti con mi cabeza.
-          Se que hay muchas cosas que no te gustan. Pero te acostumbraras rápidamente a ellas. Y como notaste el miércoles, no dudo en recompensarte cuando tu comportamiento es ejemplar y acorde a mis expectativas ¿no es asi?
Recorde el dinero y asentí rápidamente con mi cabeza.
-          Termina tu desayuno pequeña. Hoy continuaremos con tu disciplina. Habras venido con tu uniforme pero aun asi llegaste tarde.
-          S-Si madam…- respondi. ME puse mas nerviosa todavía y sentí mi pansa llena de mariposas a tal punto que mi hambre desaparecio. ME quede quieta en silencio unos minutos hasta que me ordeno.
-          Alice, come. Por eso no engordas. Si adelgazas mas no te entrara tu uniforme y debere hacerte uno aun mas pequeño.
“Aun mas?” Si madam- Respondi y obedeci.
Finalmente fuimos juntas a la que era mi habitacion. Ella me llevo de la mano y vi ahí un pequeño paquete.
-          Bueno Alice. Es hora de dar el siguiente paso en tu disciplina. Primero dime los castigos que has recibido de mi parte hasta ahora.
Aun me daba demasiado vergüenza imaginarlos. Y frente a la alta y autoritaria mujer, me sentía como una niña indefensa. Baje mi cabeza, pero tomo mi barbilla.
-          Ya basta de esquivar la mirada. Es de mala educación que una maid lo haga cuando se le habla. Responde tu pregunta por favor.
-          Si… madam… Ummm… - Dije, intentando controlar mis nervios. – Fui …nalgueada.- Comente sintiendo mi rostro ponerse rojo. – Enviada al rincón… y también me puso a escribir líneas.-
-          Muy bien. Veo que ya comprenderes en que se basaran tus castigos bajo mi servicio.
-          S-Si madam…
-          Pero si bien, esas técnicas disciplinarias ofrecen siempre muy buenos resultados tienen el problema de que ocupan demasiado tiempo. Ahora si puedes abrir el paquete.- explico.x Lo hice dudosa y encontré un flogger. La mire horrorizada y asintió con su cabeza.
-          Lo… me…- Intente decir sin encontras palabras. Se veía muy doloroso y vi en algunos videos las marcas que dejaba. Ya lloraba como niña pequeña con sus nalgadas. ¿Ahora eso? Yo nunca había fantaseado siquiera con algo tan heavy.
-          Entregamela Alice.
Asenti mi cabeza y se la antregue.
-          Hay muchos detalles que quiero corregir, y que no puedo ya que enviarte al rincón te ocupa demasiado tiempo. O que por ejemplo, estoy ocupada y no puedo darme el lujo de tomarme 10 minutos para disciplinar a mi Maid. Este nos ayudara.
-          Madam.. yo..
-          Tu nada. Yo se como educarte. Confia en mi. Vamos a trabajar juntas en esos pequeños detalles esta bien? Vas a ver como rápidamente te vas a ver perfecta. Ahora. Recuerdas cuantos minutos llegaste tarde?
-          No..
-          Fueron 15. Yo si los conte. A partir de ahora, es un azote por minuto.- Dijo dando un azote con el tawse en su mano.
-          QUINCE!- Exclame tapando mi colita con mis manos.
-          Sh!- Dijo ella levantando un dedo. Empece a sentir mucho miedo. – Ahora como buena maid, vas a ayudar con tu castigo ya que sabes que te va a ayudar a mejorar.-
-          P-Pero… eso.. debe..
-          Y si veo que no queres cooperar, entonces me vere obligada a tomarme el tiempo en darte un buen castigo.- aclaro. Trague saliva. No sabia realmente si preferia 15 azotes, o…. terminar en el rincón con mi cola roja.
-          Ahora cuando necesites ser castigada como ahora, sencillamente te deberas dar vuelta.- Dijo tomándome de los hombros como si fuera una muñeca y haciéndome girar. Yo me deje llevar por sus manos, viendo como me ponía una mano en mi espalda luego de voltearme.
-          Y te inclinaras mostrando tu colita.- Dijo obligándome a inclinar.- Las manitos en la rodilla.-  Ordeno. Alcanze a verme en el espejo por debajo de mis piernas, y vi como mi vestido se había levantado enseñando mis blancos bloomers con lazitos rosas.
-          Y ahora permanecerás asi, obedeciendo todo lo que tu ama te ordena. No podes abandonar esta posición Alicia si yo no te la ordeno, esta bien?- Pregunto.
-          S-Si madam…- Dije.
-          Probemos. Permaneceras asi un rato esperando tu castigo, como una Maid obediente.
-          Si…
-          Vas a ver que rápidamente desearas que tu castigo empiece.
Me sentí… extraña. Se estaba volviendo mucho mas sadica. Y si bien, me excitaba, estaba sumamente nerviosa y asustada. Sentiam ucha vergüenza… y humillación, al ser sometida asi. Pero todo eso me generaba un estado de excitación tan  grande que hacia que sencillamente no me preocupe eso. Solo “sobrevivir” mi castigo. Espere, viendo mis bloomers blancos en el espejo. Siempre que me veo en el espejo parece que soy otra chica. “Sin esos lazitos rosas, se confundiría con el vestido… Igual son chiquitos.” Pensé, empezando a sentir la sangre irse a mi cabeza. Mi ama decidio hacerme esperar un largo tiempo. Ella parecía nunca aburrirse.
-          Bueno, ya estas preparada?- Pregunto poniendo una mano en mis bloomers.
-          Ehh… No.. por favor, no puede ser solo con su mano?
-          Si no estas preparada seguiras esperando.
-          No… porfa.
-          Ahora cuando me digas “Ama por favor, empieze con mi castigo.” Comenzaremos.- Dijo y continuo esperando.
Nunca había dicho algo tan humillante. Ni siquiera en las peleas que teníamos jugando con mis hermanos.(A quienes nunca les importo que fuera chica, ellos jugaban peleando conmigo igual). Pero la incomoda posición y la sangre me hicieron decirlo. O al menos eso utilize como excusa.
-          Ama por favor, empiece con mi castigo…- Dije resignada.
-          Muy bien. – Dijo y sentí el flogger apoyarse en mi cola, y su mano en mi espalda. Por el espejo alcanzaba a ver el contraste del flogger negro y mis bloomers blanquitos. PAF ¡ SOno el primer azote. Rapidamente abandone la posición y di un salto tomando mi cola.
-          AYYYYYYYYYYY- Proteste apoyándome en un pie y el otro y sobándome.
-          Alice…. Debes permanecer en tu posición.-
-          Pero… OWWW…Oww…- Proteste de nuevo.
-          Empezaremos de vuelta.- Ordeno, haciéndome inclinar. – Y solo esta vez te dare la oportunidad, ya que es tu primer castigo con el.
-          Si.. madam.- Dije nuevamente en mi posición. Observer en el espejo mis piernitas temblorosas, y el flogger nuevamente apoyarse. PAF!!
-          AYYY… Ayyy.. ayyy.- Dije, y me apoye en una pierna y la otra intentando soportar el dolor y no levantarme. La sentí acariciar mi espalda y decir: Muy bien alice. Respira profundo. La obedeci, y empece a tranquilizarme. Las veces que me nalgueo en sus piernas, entraba en pánico, pataleaba y lloraba. El dolor era acumulativo, y llegaba a desesperarme. Los azotes con el tawse duelen mucho mas, pero no tanto como imaginaba. Dejan una sensación de ardor horrible, pero mi ama me daba espacio para respirar, y recuperarme. Tenia mis ojos llenos de lagrimas, pero sentía que podía aguantar los 15. Me concentre, y de a poco me los fue dando. A partir del sexto comencé a llorar, pero sentí que podía soportarlos todos. Ella me cuido, mimándome, para que pueda lograrlo, y cuando llegamos al decimo quinto, me hizo pararme y me abrazo. La abraze llorando y me contuvo unos segundos. Me sentí muy bien y calidad aunque mi cola ya herbia.
-          Bueno, puedes ir al baño a lavarte tu cara. Te espero en mi oficina cuando te recuperes. Tienes media hora, pero puedes llegar antes. Esta bien?
Agitada y con lagrimas en los ojos aun, intente sonreir y decir: Si madam. Ella me beso la frente y se fue. Toque mi frente en donde me beso, sintiéndome una niña de vuelta. Y mis nalgas rápidamente punzaron. – Owwww arde muchooo.- Pense. Me vi en el espejo, con mi cara roja por las lagrimas, y voltee.
“Al menos con mis bloomers ni se nota..” pensé. Me los baje para inspeccionar. Y vi mi cola bien roja, algunas marcas se alcanaban a ver. Me las toque y sentí un fuerte dolor. Subi nuevamente mis bloomers y me sobe un poco. Suspire cabisbaja y me acosté en la cama, con las manos en mi ardiente colita. “que hago… que me pasa..” pensé. “Esto era exactamente lo contrario de lo que… siempre pensé que debía hacer.  “ Sacudi mi cabeza de pensamientos que me molestan y me dije: “Alice, esto no es lo que siempre deseaste? Claro, no es como lo imaginaste… Y ojala no fuera tan pronto y tan rápido…” continue. – Ayy… mi cola arde…- Dije y vi la hora.  “Me quedan 10 minutos… y ella no va a dudar en azotarme de vuelta”. Resignada, fui al baño y me lave mi cara. Arregle mi uniforme y me asegure de verme bien. “Al menos esta vez no me los bajo. Y no me nalgueo mis muslos tampoco.” Pensé intentando re animarme. Luego de eso, me presente de vuelta en su oficina.
-          Alice, ya te recuperaste?
-          Si madam.
-          Tu cola? Como esta…
Avergonzada por la pregunta, baje mi cabeza y respondi: arde mucho madam.
-          A ver, ven aquí. Dejame ver como esta.
Asenti con la cabeza y fui, volteándome. Baje mis bloomers y dijo: Ummm… esta muy roja. Y estas marcas.?- dijo y las toco suavemente. – ow…- gemi.
-          Bueno, creo que si es efectivo el floggeer. Quiza demasiado. – comento. – Ves, esta colgado ahí. Para cuando lo necesitemos. A partir de ahora, cada pequeño detalle lo corregiremos con el. Y veras que rápidamente mejoraras mucho. ¿Esta claro?
-          Si madam…
-          Espero que no te lo tomes personal. Solo asi mejoraras. Eres una excelente maid, pero aun eres novata. Asi aprenderás rápidamente. Puedes continuar con tus tareas.-
-          Si señora.- Respondi y me retire.
Mi cola hirviendo continuo asi por 15 minutos, y luego me preocupe mas por mis tareas que por ella. Sin embargo de vez en cuando me acordaba de lo confundido. Sentia una sensación extraña de calidez, ya que después de todo, mi ama fue muy dulce conmigo mientras lo hizo. Y aunque odiaba ser tratada como niña, sin eso ahora me sentiría muy mal. No paso mucho tiempo hasta que volvi a ser la misma chica energica de siempre que limpiaba rápidamente la casa. Sono mi localizador indicándome que debía ir. Pero espere a terminar de limpiar y fui.
-          Alice, ya llegaste. Te demoraste 2 minutos.- Dijo ella.
-          Si madam.- respondi sin darle importancia.
-          Tus calcetas no están a la misma altura y tu delantal, manchado con polvo.
Lo vi, y lo sacudi, luego acomode mis calcetas. Note que tomo el terrible flogger. Tape mi cola defensivamente y dio un paso hacia atrás.
-          Vamos alice, se obediente. Seran 4 azotes.
-          Madam… mi cola arde mucho.
-          Has caso, o te vas a adornar el rincón. No tolero desobediencias. Ahora serán 5. Te quiero en frente mio en tu posición.-
-          S-Si…- dije nerviosa. “Genial, justo que se meestaba pasando”- Dije. Fui hacia ella y me incline poniendo las manos en mis rodillas. “Esto… es tan humillante” Pense desde mi posición, observando mi liston y mi delantal al inclinarme. PAF!- Sono el primer azote. – Ayyy—Me queje sacudiéndome.
-          Quietita, faltan 3. Si te moves empezamos de vuelta.- Dijo, y sentada cómodamente, me dio el siguiente.
-          OWWW…- Me queje. Estaba adolorida por la ultima azotaina. Pero me di cuenta que estos azotes no eran realmente tan fuertes. Los otros 2 cayeron igual, y me hicieron dar pequeños saltos.
-          Ya puedes pararte alice.
-          Si madam…- REspondi sobándome.
-          Alice, se que te arde mucho, y asi veras que aprenderás. Pero intenta no sobarte tanto. Menos frente a alguien, se ve muy mal. -Comento.
-          Si…- dije, intentando olvidarme del dolor. Los azotes sin embargo revivieron el ardor de la anterior azotaina.

-          Espera ordenes al lado mio Alice. Pronto te dare algo que hacer.- Comento.





(para quienes no saben que es un tawse 
La verdad nunca me nalguearon con un tawse. Si con un rebenque y un cinto.... supongo que el dolor debe ser similar no? )

lunes, 4 de enero de 2016

Maldita inspiracion (E-Institute 12)

A todos les gusto mucho maid alice, y esta genial!! Por que fue una historia que escribi con mucho entusiasmo, y que pense muchiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo. Pero, la inspiracion es caprichosa, y luego de lo que escribi YA NO SE ME OCURRE MAS. Y ojo que intente mucho pensar en eso. Algo se me va a ocurrir seguro. Espero. Pero el problema es que es una historia que me habia quedado bien, y no quiero arruinar con alguna idea estupida. Asi que para recompensarlos, al menos subo e-institute.

E-Institute 12.


- Waaaa waaaa lo siento señorita Gyz.
- Rebecca, apenas estamos comenzando!! – protesto la señora, intentando disciplinarla.
Paulina observaba asombrada.  Habia intentado sacarle palabras a Rebecca, pero era imposible. Solia perderse en sus pensamientos o leer su libro sin importarle quien estuviera cerca.A veces respondia con monosílabos, pero mas alla de su altanería cuando algo le parecía injusto la timida niña nunca hablaba. Hasta intento al menos hablar de los castigos, pero no tubo excito. A tal punto que opto por terminar su tarea sentada junto a ella. A comparación de sus otras compañeras, era como ir a la biblioteca. Sin embargo ahora estaba diciendo todas las palabras que no dijo en el dia, pataleando sobre las piernas de Gyz.
Paulina llegaba apenas al hombro de Rebecca, y al ombligo de Gyz, asi que era bastante impresionante desde su perspectiva ver a la inmensa señora, hacer patalear a una jovencita en sus piernas. Daba la imagen perfect de mama nalgueando a su hija a la vuelta de la escuela. Rebecca, sacudia sus piernas, pataleaba y abrazaba su almohada, mientras gyz azotaba fuertemente con su mano la colita de rebecca, apenas protegida por una bombcha blanca con florcitas rosas.
- No lo vuelvo a hacer Gyz, lo prometo!! Waaaa!!! –
- Siempre decis lo mismo, y siempre te pasa algo distraída. Acaso no entendes que es peligroso?
- Waaaa lo sientoooo!!!
- Te prometi una buena cepillada la próxima vez que te pasara esto y eso es lo que vas a recibir.
- Noooo waaaa lo siento1!!- Lloraba Rebecca.
Paulina, asustada, ponía una mano en su cola. Titubeando pregunto:  S-Señora Gyz… me va a castigar a mi también?
- No te preocupes. Estabas bajo la supervisión de Rebecca. Sin ella te hubieran teletransportado al centro de disciplina.
- E-Entonces puedo irme? – Pregunto. Para desgracia de Rebecca, todas sus compañeras se cambiaban a sus pijamas, y entre burlas y disgustos presenciaban su castigo.
- No. Debes entender que quieras o no, eres una niña ahora. Las chicas de mayor rango son responsables de ti. Te quedaras a observar lo que le paso a Rebecca por no saber cuidarte. – Explico.
Salvarse de un castigo asi le parecía raro, aun asi, recordaba a quien las había salvado de algo peor. Le daba aun mas ternura- y un poco de lastima- ver a su tierna amiga de coletas patalear sobre las piernas de Gyz.  Sin embargo había algo distinto en rebecca. Su llanto y balbuceo, eran por algunas razón idénticos a los de una niña. Sin embargo, cuando la vio ser castigada por primera vez, si bien lloro por los azotes de la paleta,no se comporto de la misma forma, suplicando y prometiendo portarse bien y “ser buena niña”. Esto parecía claramente molestar a sus compañeras.
Paulina se sobaba el trasero viendo la pesada mano de Gyz caer sobre los muslitos de Rebecca, quien reaccionaba dando saltos. Aun asi, aprisionada por Gyz como estaba, su fuerza era inútil. Parecia ya saberlo y a veces directamente abrazaba el almohadón con fuerza y lloraba procurando no patalear ni intentar liberarse en vano. Las veces que lo haciaera mas bien por que el dolor la desesperaba. Paulina recordaba bien lo que era ser nalgueada por Gyz. Al principio los azotes eran suaves, pero esa mañana los azotes con la mano dolían casi como los reglazos que daban las maestras. A veces mas.  Y el dolor del cepillo era indescriptible. Miraba fijamente la mano caer, y deseaba que nunca la valla a nalguear asi.
El cepillo finalmente sono sobre la pobre cola de Rebecca, y sus llantos mas el sonido de los azotes inundaron la recamara. Finalmente, la envio al rincón y se quedo vigilando.
Paulina, decidio ir con el resto de su compañeras y mientras se cambiaba a su pijama pregunto:
- Ashley… umm..-Dijo , pero luego elaboro mas la prgunta.
- Un… señor nos castigo por habernos alejado. Y luego mostro un brazalete azul. Quien era?
- Seguro era un tutor.- Explico Ashley, peinándola a Rebecca.  – Hay varias cosas que aun no sabes. Sin el seguramente hubieransido teletransportadas directamente a dirección. –
- Que es un tutor? –
-Es… Mira. E-Institute tiene distintas alternativas. Si tu comportamiento es muy bueno, podes acceder a un tipo deprision domiciliaria. En si, te asignan a un tutor y vivis en su casa. El te cuida y te disciplina, y todos los días te lleva al colegio. No cualquiera puede ser tutor no te preocupes. Y lo que hacen suele ser muy vigilado por la directora. Hay varios en la ciudad, y suelen ver si hay alguna alumna perdida o secuestrada.
- ah… -
- Recuerda que eres igual de indefensa que una niña o mas. Hoy en dia los niños ya saben hackear.- Explico Ashley.
Mientras Paulina suspiraba, y se ponía nuevamente el tonto mameluco rosa, observaba a Rebecca, recostada boca abajo en su pijama, aun llorando levemente. Gyz, sentada al lado de ella, la mimaba y la regañaba dulcemente. Paulina se sonrio enternecida. Gyz era estricta pero aun asi podía ser muy maternal.
Paulina recordó que pronto seria la hora de su revisión, asi que fue al baño. Observo de lejos a Maria y a Cintia. Ahora que tenían el pelo suelto era notoria la diferencia. El de Cintia llegaba a sus hombros, pero el de Maria llegaba a mitad de la espalda.
Finalmente llego la hora de revisión, y Paulina, Maria y Cintia esperaban en el baño, con la solapa de sus pijamas desabotonada. 
- Media vuelta las 3.- Ordeno Gyz.
Paulina se comporto obedientemente, sintiendo cierta calidez. Se sentía incomoda ante esto, pero aun sentía el horrible dolor de la cepillada de esta mañana. Si tenia suerte, capaz Gyz aliviaba el terrible ardor poniéndole crema. Por lo visto, Maria y Cintia querían lo mismo, ya que se comportaban como angelitas.
- Mmmmm Hoy empezaron sus clases de etiqueta no?
- Si…- respondieron las 3 al unisono.
- Ya veo, siempre son muy difíciles para las nuevas. Los sabados siempre van a tener su cola asi, excepto por Paulina quien además recibió su castigo a la mañana. Te resultaron muy difíciles las clases pau?
- No tanto… por suerte ya aprendi de niña.-
Rapidamente Maria puso gesto de sorpresa pero enseguida lo disimulo.
- Bueno, ustedes dos váyanse a dormir. – Dijo señalando a Maria y a Cintia. Ambas inmediatamente protestaron con pucheros y berrinches, pero Gyz tomo a ambas, les dio unas sonoras nalgadas y las mando a sus camas sobándose la cola.
Luego de eso tomo a Paulina, recostandola en sus piernas. Y comenzó a huntar la crema en sus adoloridas pompis.
- Bueno, hoy si que tuviste un dia largo… Dime que aprendiste.-
Sonrojadisima y sintiendo la aliviante y fresca crema, Paulina respondio: Aprendi a respetar siempre la etiqueta, a no decir groserías y a… Que soy una niña y dependo de los demás..
- Muy bien. – Explico . Luego de un minuto o dos la hizo parar. Y tomo un trapo y alcohol puro del botiquín. La llevo de la mano a la recamara que ya tenia sus luces apagadas y a todas acostadas.
Abrio la cama y la obligo a recostarse boca abajo. Paulina obedecio , abrazando una almohada con su brazo y acostando su cabeza en la otra.
- Esto te va a doler un poquito, en silencio si?
- Que es?
- Alcohol, voy dejarte un paño en tu cola, para mañana vas a estar bien.
- Pero… - Penso Paulina.
- E-world emula la piel perfectamente. Tambien debemos cuidarla. – Explico Gyz poniendo el pañuelo y tapando sus 2 nalgas. Paulina gimio levemente por el dolor, sin embargo por la acción de la crema, sentía como sus adoloridas pompis volvían rápidamente a la normalidad. Luego de eso la arropo. Y la despidió con una palmadita en la cola.
Paulina sintio una calidez especial que hace mucho no sentía. Un poco confundida opto por dormirse. Sin embargo habia tenido un dia muy largo. Tan largo que no le permitio concebir el sueño. Comenzo a preocuparle mucho no despertarse temprano, al otro dia como primer clase tenia a Brighton!! Su cola se apretaba apenas escuchaba el nombre.
Hasta que de repente escucho “AY!!”.
Abrio los ojos, e intento observar que pasaba desde su incomoda posición. Sus ojos estaban ya acostumbrados a la oscuridad, y entre tanto silencio sus oídos estaban muy sensibles. Asi que pudo divisar a 2 chicas en mameluco, y rápidamente supuso que eran Maria y Cintia.
- No puedo creer hasta la puerta tiene Hot seat!!- Escucho murmurar a una de las niñas. Esta se sobaba la cola adoloridamente.
- Mejor vámonos a dormir Mari… -
- Hace una semana que no voy al grupo!!  Necesitamos una chica de secundaria minimo para que nos ayude a salir. Solas no vamos a poder pasar el hot seat sin despertar a todos. En especial vos con lo llorona que sos. –
- Y el aerosol? –
- Tendria que pintar todo el dibujo y el nombre. Gastariamos como 5 usos, por cada una. Y eso por cada hot seat.
 - ¿Qué será Hot seat? – se pregunto Paulina. Por la reacción de Maria y lo que decían seguro no era nada bueno.  ¿Y cual será el dibujo de que habla Maria?
- Encima rebecca se quedo llorando y hoy no va a ir. – Protesto Maria. – Ella nos podría haber ayudado.-
- Ay si, jajajaja… No puedo creer que haya llorado tanto.
- No grites tonta!! Vas a despertar a Gyz, y nos va  matar.- Murmuro maria, tapándole la boca.
- Perdon… - Respondio Cintia en voz baja.
- Aunque tienes razón, le encanta llamar la atención. Tiene model de secundaria, pero llora aun mas que tu y Paulina juntas. – Comento.
Paulina se molesto por el comentario, pero guardo silencio.

 - Le diría que venga con nosotras, pero no tendría sentido si no podemos ni llegar a la puerta. Mejor vamos a la cama.