-Uffff empezó a hacer calor de repente y aca adentro no
llega el viento…- Se quejo Paulina estirando su cuello. Luego acomodo su
tirante por debajo del cuello de su blusa, el cual era muy amplio y llegaba
hasta casi la vertebra de su hombro.
Jeannie se saco su blazer, mostrando su camisa blanca manga
largas. Se desabotono los puños al hacerlo y se aflojo un poco la corbata.
Rocio también, desabotono el botón de su cuello y aflojo su moño levemente.
- Chicas! Estan usando el uniforme incorrectamente.
- Ashley, se que amarías ser Maestra o supervisora pero no
lo sos. Ya tranquila!- Protesto Rocio. – Este jumper es muy caluroso sabias?
Vos no lo tenes que usar.
- Uso blazers y camisa manga larga. Aparte si te ven te
castigan de vuelta. Y luego andas llorando.- Protesto Ashley. Rocio se sonrojo
un poco… por que efectivamente si luego andaba llorando.
- Ahora nos toca la señorita Siston… Sabes que ella nunca
nos dice nada.
- Si, tiene razón, yo por eso también me acomode. – Dijo
Jeannie.
Paulina observo a ambas, y vio en el gesto de Ashley que
ellas tenían razón. Aprovecho entonces para desabotonar el molesto botón de su
cuello y desajustar su liston.
- Paulina, tu tirante se volvió a caer.- Aclaro, mientras
entraban al aula.
- Ya, deja de molestarla- Se quejo Rocio. Luego vio el
asiento y dijo: Ojala los asientos no fueran tan incomodos….
- Ya es la ultima clase…- Dijo Jeannie, sentándose.
Paulina intento sentarse cómodamente. Noto como todas las
chicas se mostraban muy relajadas, dándole la razón a Rocio. De repente llego
la maestra, pero todas continuaron hablando frente a ella como si nada.
- C-Chicas!!! Dejen de hablar comenzó la clase.-
- Si profesora!.- Dijeron algunas.
- El uniforme chicas!!! Les dije que no debían usarlo asi!-
- Hace calor maestra…- Protesto Rocio.
- Si!! – Dijeron algunas.
- Es regla de la institución que lo usen bien no importa el
calor que halla.- Explico la maestra, anotando algo en el pizarrón. La mayoría
la ignoraba, y murmuraban entre ellas. Algunas intentaban estirarse, pero los
incomodos hacientos lo harian imposible. Si los asientos no fueran asi, Paulina
ya se imaginaba a todas recostadas . Incluso, una tenia su cabeza apoyada sobre
la mesa.
- Chicas!!! Presten atención!!!- Protesto la maestra. Ella
guardaron un poco de silencio, y la maestra comenzó a explicar. Pero
rápidamente comenzaron a murmurar. Paulina pensó que para ser la ultima clase
no estaba tan mal. El miedo desaparecio rápidamente, y en poco tiempo mas ya
era una chica mas, intentando conversar con Rocio y Jeannie. Ashley, sin
embargo, mantenía la compostura. Hasta
que repentinamente, todas se sentaron firmemente. Paulina las imito, notando el
gesto de terror y seriedad que tenían todas. Incluso Rocio se mostraba firme.
- Buenas Tardes Directora.- Dijeron todas al unisono.
Paulina asustada, las imito. Era una mujer canosa, alta en vestido negro. Tenia
una pose seria, con las manos entre lazadas en su espalda. Y en sus manos una
vara medianamente larga. Esa vara era de madera, color roja y no debía medir
mas de 30 centimetros, sin contar la empuñadura.
- No intenten disimular, vi como se comportaban. Señora
Siston, no puede permitir que sus alumnas se comporten asi.
- Yo las regaño, pero ellas no me obedecen.
- Y por que no las castiga entonces?- Dijo ella. Camino
lentamente entre las alumnas quienes bajaban la cabeza al hacerlo. – Les das un
poquito de libertad, y mire como ya se comportan.
Toda la clase, incluyendo a Paulina, se quedaba cabisbaja
mientras la directora recorria el aula entre los pupitres. Paulina escucho el
viento cortarse e impactar contra una cola ajena. Luego una chica soltando un
gemido de dolor, muy genuino.
- Señorita Siston.
Acaso no posee los elementos necesarios para disciplinarla? Ese rincón,
la paleta, el bonete, su regla, el pizarrón, los prendedores rojos.
- Si señora… Pero.
- Sin peros, recuerde que ellas necesitan ser Re-educadas. Y
usted solo les enseña a comportarse asi sin disciplina. Usted por ejemplo.-
La directora, tomo a una de la oreja, haciéndola pararse.
Ella se tomo su oreja con las manos y suplico: Lo siento Directora, perdón!!
- Por que estas pidiendo perdón?
- Y-Yo, lo siento…- suplico la jovencita. Era una de las de
blazer, pero se mostraba muy asustada. Paulina noto como el resto de las
chicas, se apresuraba en arreglar sus uniformes mientras la dirctora dirigía su
atención a otra alumna. Paulina intento aprovechar esa oportunidad también, se
abotono rápidamente el cuello, ajusto su liston y se acomodo sus tirantes.
- Ahora vas a sentir. Apoya las manos sobre tu pupitre. –
Dijo la directora.
- S-Si señora…- Dijo la jovencita temblorosa. LA directora
apoyo suavemente su vara en la cola de la chica. Ella cerro sus ojos apretando
sus dientes. Se podía ver como la vara, cubria perfectamente ambas nalgas. La directora levanto la vara y corto el
viento con ella, azotando las nalgas de la jovencita. Ella solto un grito de
dolor y salto en el lugar, cayendo sobre su pupitre.
- AYYYYY-
- A contar, son 5.
- 1 directora…-
Ella conto de a uno, hasta 5, gritando y jadeando entre cada
azote. Al quinto, mientras gemia y lagrimeaba dijo: Gracias por mi disciplina
señora… Y se sento en su asiento. Acomodando su uniforme. La directora volteo y dijo: Ve señorita
Siston? Rapidamente todas ya se portan bien no?
- Si señora…
- Todas, se inclinan sobre sus pupitres. Recibiran 3 azotes
cada una. Despues de esto, dejo en su responsabilidad decidir a quien le va a
dar un prendedor rojo, y quien pondrá en el rincón.
- Señora…-
- Observare la clase, si no la veo comportarse como una
disciplinadora, me vere en la obligación de buscar otra maestra.
Todas las chicas obedecieron,incluyendo a paulina, quien se
moria de vergüenza imaginando que al inclinarse le mostraba toda su cola a la
chica de atrás. Encima, su falda era cdemasiado corta. Aun asi, observo el
castigo de todas, y de poco su vergüenza se transformo en miedo. No había ni
una sola que no halla reaccionado como la primera. Y algunas de las que usaban
jumper, incluso comenzaba a llorar. A algunas les tocaban 5, en vez de 3, y se
mostraban muy adoloridas al terminar de recibirlos. Incluso Ashley, recibió sus
3 azotes, mostrándose muy adolorida al volver a sentarse. Todas agradecían su
disciplina, hasta que llego el turno de Paulina.
- Señorita, me contaron de lo que paso con su Model. Por eso
solo será 1, en vez de 3. Sin embargo no crea que podrá escapar de su
disciplina mucho tiempo.
Paulina estaba muerta de miedo, y solo asintió con la cabeza
diciendo: Si señora. La directora apoyo la vara sobre sus muslos, y paulina la
sintió directamente sobre su bombacha. Cerro los ojos preparándose para el
azote, y luego escucho el viento cortarse. PAF! El azote cayo dejando una línea
hirviente sobre los muslos de Paulina. Ella salto en el lugar, tomando su cola
con ambas manos. Gimio y sus ojos al instante se llenaron de lagrimas. El dolor
era horrible y ninguno de sus castigos se había comparado con un solo azote de
esa vara.
- Conta tu azote, y agradece tu disciplina o lo repito.
- 1 señora. Gracias por mi disciplina…!!- Dijo Paulina aun
adolorida. Se sento viendo como la maestra continuaba y al sentarse, vio como
se estaba sentando perfectamente sobre la línea que le dejo la vara. Aun
continuaba doliendo y Paulina hacia un gran esfuerzo para no empezar a llorar.
Cuando todas terminaron de recibir sus azotes la directora se fue, advirtiendo
a la maestra nuevamente y diciendo que las estaría vigilando.
El resto de las chicas, se transformaron en angeles
automáticamente, y las que le faltaba arreglar su uniforme lo hicieron. Eso no
quito que la maestra, se viera obligada a repartir castigos. A varias les puso
prendedor rojo, incluyendo a Jeannie. Rocio, muy a su pesar, y que no pudo
evitar hacer una protesta contenida, termino en el pizarrón escribiendo líneas
y sobando su cola. Y otra chica, fue enviada al rincón. Paulina pensó que
alguna terminaría usando el bonete, pero no. La clase se prolongo hasta que
finalmente, termino y todas terminaron juntando sus útiles.
Las 4 caminaban afuera de sus pasillos. Hasta Ashley tenia
una mano en su cola, y paulina no podía dejar de sobarse. Habia quedado en sus
muslos una perfecta línea roja.
- Ayyyy… esa odiosa vara… como duele!!!- Protesto Rocio. – Y
encima me pusieron a escribir líneas.
- Eso nos paso por confiarnos… - Dijo Ashley.
- A ti no te toco prendedor rojo..- suspiro Jeannie, llevando
el prendedor en su camisa blanca, y el blazer junto a su mochila.
- Como puede ser que duela tantooo…- Protesto Paulina, quien
apenas intentaba dejar de sobar, sentía el ardor horrible y volvia a hacerlo,
intentando aliviarlo.
- A ti te toco solo uno!-
- Rocio… entiende que con su model, debio haber sentido el
doble de dolor y miedo que nosotras.
Rocio hizo un silencio y Ashley explico, mientras llegaban a
la recamara.
- Recuerda que sto es E-world. En ningún momento nos
nalguean, solo envían a nuestro cerebro señales de dolor en determinados
nervios. Los castigos aquí, imitan la disciplina inglesa y estado unidense de
1900. Cada instrumento, incluyendo las manos son unprograma esta pensado para
emular los efectos de como eran los castigos entonces, teniendo en cuenta sus
resistencias, la resistencia de la ropa y todo. Pero la vara de la directora,
es un programa especial. Ignora toda resistencia y deja una línea perfecta que
arde y duele muchísimo.
- Y mucho tiempo también… - Se quejo Rocio, revisándose la
cola aprovechando que en la recamara solo estaban las 4. Se veian las 3 lineas
perfectamente marcadas.
- Por eso duele tanto…?- Pregunto Paulina, acomodando su
mochila y acostándose boca abajo en la cama.
- Si, y mientras mas zotes te den mas tiempo duran las
marcas. Las que recibieron 5 mañana aun las tendrán. – Explico Ashley.
- No te acomodes tanto en la cama.- Dijo Rocio. – Recuerda
que aun debemos hacer nuestras tareas.
- Chicas… yo tengo que ir al centro de disciplina.- Dijo
Jeannie. Y las 3 la despidieron.
- Estoy muy cansada… fue un dia muy fuerte…- Protesto Rocio
.
- Si no hacemos la tarea, mañana será un dia peor. Recuerdas
la clase de Filosofia?- Pregunto Ashley. Paulina la recordó. Suspirando, busco
su mochila y se paro.
- Jeannie, te vemos en la
biblioteca!- Exclamo Rocio, y las 3 se fueron.