Ok, los tengo abandonados.
Iba vino mi little , tuve exámenes, anduve a full.
Aun no subí 7 años, pero subí esta de un internado reformatorio muy similar a Saint francis.
En verdad dibuje 300 bocetos.
Pero les añadí historia.
Tengo que ver lo del nombre a medida si crece.
Caminaban
por el patio hacia direccion. Ambos padres conversaban entusiasmados con la
directora, mientras Cintia avanzaba cruzada de brazos, viendo a las colegialas.
Sus padres parecían
bastante decididas con la decisión, cosa que a Cintia la enfadaba.
Mirando a
las colegialas pensó “quizá no sea tan mal”. La idea de terminar en un
reformatorio era aterradora así, pero su alternativa no era mejor.
-
Este
lugar apesta a humedad . Se quejo Cintia.
-
Esta
institución tiene 120 años. Es muy antigua.
-
Oh,
genial. ¿entonces puede empezar hoy?
-
¿Q-Que?-
Protesto Cintia.
-
Hijita,
mi amor, tenemos que terminar nuestros viajes nosotros.
-
Ah,
eso es mas importante que yo?- Protesto Cintia poniendo las manos en la
cintura.
-
Te
hubieras portado BIEN en el viaje mi amor.- Insistio su mama, interrumpiendo a
su marido.
Derrotada, se volvió a cruzar de brazos y miro a un costado, mientras
ellos continuaban conversando con Directora.
Mientras Cintia continuaba cruzada de brazos, vio de reojos colegialas conversando.
“¿Por qué todas usan trenzas?” pensó. Había una fila para poder tomar
agua de un bebedero.
“Jaja… bebedero. ¿le podre sacar una foto?” pensó, pero justo vio una
chica media bajita que para poder tomar de el, dio un salto, colgándose de la
fuente, y empezó a tomar de la boca.
El resto del lugar era tan bullicioso como un internado de solo chicas podía ser.
Pero luego de verla por unos segundos llego a ver una notoria mancha
roja en sus muslos.
-
Mama…-
dijo murmurándole .
-
¿Qué
pasa mi amor?
-
No…
creo que no es buena idea quedarme acá. Mira esa chica….- murmuro Cintia.
-
Luego
hablamos nena.
-
No
no, creo que necesitan un momento a solas.- Dijo la directora.
-
No
es necesar….
-
Debo
hacerme un café. ¿desean café?- dijo retirándose.
Los 3
esperaron unos segundos y luego madre e hija gritaron.
-
¿Qué
te pasa?
-
¿A
mi que me pasa?
-
Hablen
de a una!- Interrumpió el padre.
-
¿En
verdad quieren que me quede acá? Este lugar es re raro!!
-
Ay
pobrecita mi amor. Luego de lo que hiciste deberían darte un hotel de 5 estrellas.
-
Ay…todo
por eso… lo hago todo los viajes y nunca pasa nada.
-
De
todos los lugares lo hiciste en rhezo angelle… Quedo causa de trafico.
-
Hija,
deberías estar agradecida de que encontramos una alternativa a…
-
¿Y
por que no pagan la fianza y ya?
-
Es
la quinta fianza ya Rocio…- Dijo seriamente el padre. – Cada viaje sucede algo.
-
Y
nuestros viajes deben continuar bebe. – Dijo la madre abrazándola.
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