-
Guarda
con bulto que esta caliente!!-
-
¿Qué pasa
que no venis a las regaderas? Te da vergüenza?
-
Es
que no quiere presumir!! Jjajajaja
-
Asi
dicen, es petiso pero se la pisa
Me escondi de la vista de todos en la fabrica y revise mi celular esperando
si habia llegado el mail. Nada…
-
Eh?
Gonzales!! Otra vez boludeando con el celular?
-
Ya realice
todo mi trabajo!
-
Siempre
hay trabajo para hacer!... Mira, lleva… estas dos piezas para alla. Y no te
quiero ver al pedo de vuelta, me dijo el jefe que iba a hablar con vos.
Enfadado, me fui llevando la pieza.
“Encima que no me pagan se ponen pretenciosos con las llegadas tardes. Odio
este trabajo… No veo la hora que… “ Proteste y senti mi celular vibrar.
“Cumplimos un año de esfuerzos. Superaste la prueba. En casa recibiras el
collar definitivo. “
Sorprendido festeje!
-
Al fin!!!
- festeje y rápidamente comencé a
despedirme de con quienes estaba trabajando.
-
Gonzales!!!
Otra vez boludeando??
-
Boludeando? Viejo sorete?? Me la paso trabajando aca y de paso te hago
tus favorcitos. Cornudo.
Al viejo se le puso la cara roja de bronca. Y fue peor cuando le enseñe el
dedo del medio.
-
Ojala
te mueras forro. Renuncio. -dije, llendome.
Tome mis cosas y rápidamente marque y me fui. En el camino, y cuando nadie
me miraba acaricie mi bulto sintiendo la superficie rigida del cinturón de
castidad.
No sabia con quien hablarlo. Mis amigos, no lo entenderían. Mi familia,
menos. Y por eso no me importaba irme. Fui a mi casa y busque un bolso. Guarde ahí
todas mis cosas. Por wzup avise que me iría a vivir soo. Y realmente nadie me
dijo nada, mas bien dijeron “ya era hora”.
Yo no soportaba mas, asi que ni siquiera lo pensé. Viaje hasta el centro, a
la zona lujosa, en donde esperaba encontrarme con mis amos. Alli, subi las
escaleras hasta el octavo piso. En la puerta, espere junto a otro chico. Igual
de bajito con el. Me había tocado compartir sesión con el una vez. El era
rubio, blanco de pelo alisado. Lo cual
me daba un poco de bronca. Al igual que yo, tenia el cabello muy largo, debido
a las ordenes de ellos.
Entramos y finalmente nos recibieron los dos.
El , estaba llevaba un traje, anteojos y se veía muy formal. Ella un
escotado vestido rojo.
-
Pasen
chicos, siéntense. Un cafecito?
-
Si.
-
…Si.
Nos sentamos mientras el hombre preparaba unos papeles.
-
Como
se les menciono por email se han ganado su collar definitivo. Durante el
transcurso del año, cumplieron sus ordenes y por sobre todo su castigo. A su
vez, fueron puntuales en nuestros encuentros.
-
Ay,
no seas tan frio!!! - Protesto ella, sirviéndonos
un café. – Los elegimos por que son adorables!
Yo me rei, y el otro chico se sonrio. El hombre, sin embargo se sonrojo
levemente.
-
En
eso también… se destacaron sobre los demás. ¿Entienden que es rack? – Dijo entregándonos
a cada uno unas 4 hojas.
-
Riesgo
asumido y consensuado.- Respondi.
-
Exactamente.
Por eso el contrato. Para…
-
Es
una forma de volver oficial esto chicos. No es para nada importante, es solo…
-
Donde
firmo?- Pregunto el otro chico.
-
Deberias
leerlo primero.- Aclaro el señor. – Una vez firmado no hay vuelta atrás. – Dijo
el, pero el chico apenas pudo tomo una lapicera y firmo.
Al verlo, me sorprendi. Yo no podía quedarme atrás. Ni podía volver a ese
trabajo. Automaticamente firme.
-
Muy
bien.
-
Bienvenidos
a la familia!!!- Festejo la mujer, abrazandonos y besándonos. – Vamos llendo mi
amor? No aguanto mas! Estoy tan entusiasmada!
-
…Esto
fue mas rápido de lo que esperaba. ¿Estan seguros de que no quieren leerlo?
-
Si! –
Dijimos los dos al unisono.
-
Se
dice “Si mama” o “si papa” – dijo ella, dándonos un beso. Me quede callado sin
saber que decir pero ella sonrio: Ya se acostumbaran.
Viajamos en un lujoso auto, hacia el interior, en un viaje que duro unas 5
hs. Durante el camino, escuhamos música clásica y ambos hablaron entusiasmados.
Sin embargo, el chico y yo estuvimos callados durante todo el viaje.
Tenia nervios y miedo, pero “¿Qué podría pasar además de lo que ya paso durante
el ultimo año?”
Durante el ultimo año, además de usar este cinturón las 24 hs, estuve depilándome
todo el cuerpo todos los días. Creo que ya ni me crecen pelos. Ademas de
obedecer cada orden que me mandaban, incluso por chat. Al fin estaba cumpliendo
mi sueño de dejar todo atrás y olvidarme de todo.
Llegamos a un lujoso barrio privado, donde ambos enseñaron sus
credenciales. Ingresamos, a través de un porton, a una casa con un enorme
patio.
Estacionamos y finalmente nos bajamos.
Vimos a una señora, en un uniforme tradicional de mucama negro, limpiando
apresuradamente.
-
Ramona,
buenas tardes.
-
Ya
casi termino señora.
-
Jaja,
no te preocupes por eso. Mire, ellas serán las nuevas niñas.
-
Ya
veo. – Dijo ella. – Saludos. –
-
Hola…-
Tituvee saludando.
Fuimos a través de la casa, a una habitación, con dos camas en el medio.
Tenia una alfombra en el piso, y estaba llena de peluches. Las paredes, tenían dibujos
de ositos, conejitos, estrellas y arcoíris en un fondo rosa. Coloque el bolso
en un costado y el chico hizo lo mismo.
-
Desnudense
y metan su ropa en sus bolsos, y celulares al bolso.
-
Si.-
Contestamos casi automáticamente y lo hicimos.
-
Ramona.-
Ordeno el señor y la mujer entro. Rapidamente nos tapamos nuestros genitales
mientras la señora se llevaba el bolso.
-
Donde
se lo lleva? – Pregunte, pero no respondieron.
-
Chicos.-
Dijo el señor pero la mujer lo miro. El sonrio y ella se adelanto.
-
Chicos,
finalmente hoy serán adoptadas. Como puede ver la habitación ya los estaba
esperando. A partir de ahora serán nuestras niñas. Se que se han esforzado
mucho el ultimo de año para cumplir todo al pie de la letra. Pero a partir de
ahora, nosotros nos encargaremos de eso, y ustedes de ser unas niñitas
adorables como lo demostraron hasta ahora.
Cuando escuche niñita adorable, una sonrisa enorme se dibujo en mi rostro.
Vi que el otro chico también, y hasta se sonrojo. Me dio envidia, sintiendo que
el era mas lindo que yo.
Y nuevamente me pregunte “Como podría hacer que mi familia y amigos
entiendan esto…”
-
EL
contrato dura 5 años, y hasta renovarlo controlaremos sus redes sociales y
todas sus decisiones.
-
Mi
amor!! Dejame a mi , yo se tratar con las niñas.
-
Necesitan
saber sus reglas para que esto funcione- Protesto el.
-
Va a funcionar
mi vida.- Dijo ella, apoyando la mano en su cara. – Ellas solo necesitan saber
que deben ser unas niñas obedientes y educadas.
-
En el
contrato – que no leyeron – se encuentra cada una de sus reglas. Y el
incumplimiento de ellas supondrá un inmediato castigo.
-
Pero
yo se que mis angelitas no las van a romper no?
-
- No…-
Dijimos los dos.
-
Vamos,
empiezen “No mami”. Como niñas buenas.
-
No
mami…- Contestamos.
-
Muy bien.
Ahora acérquense los dos. – Dijo sacando de su bolsillo la llave. Contento me
acerque y nos sacaron nuestros cinturones de castidad.
-
Ya se
graduaron de este, ahora pueden usar el definitivo. Considerenlo un collar.
El cinturón era dinminuto, rosa, y con un osito. Con dificultad me lo puso
y me senti atrapado, viendo como un aro envolvía mis testículos también.
-
Muy
bien! – Festejo ella. – Y como recordatorio del amor de mami, les hice estas
bombachitas semanales! Que me van a usar siempre eh? No necesitan que mami las
cambie diario, ya deben entender. –
Abrio el cajon de nuestra ropa interior, enseñándonos. Ademas de nuestras
bombachas semanales habían bloomers, soquetes de niña y camisetas. Nos entrego
una camiseta y el calzon del dia. Note que el mio tenia un osito rosa en la
cola y el dia. Me lo puse, junto a la camiseta y vi lo pequeño que era el bulto
en mi calzon con mi nuevo cinturón de castidad.
-
Ahora
niñas, quiero que vallan a la heladera y busquen un tupper. Lo encontraran en
el estante superior. –
“Asi?” fue lo primero que pensé, pero el chico inmediatamente fue, y yo lo
segui tapándome. Pasamos cerca de la mucama que nos vio pero nos ignore, y luego
de buscar un poco, encontramos la cocina. Mientras lo seguía, vi que su calzon
tenia un conejito en la cola.
En la cocina, sacamos de la heladera un tupper grande, con liquido adentro
y trocitos de jengibre flotando. Lo llevamos a la habitación, y de reojo, vi
una chica en uniforme de mucama. Debia tener mi edad, llevaba cola de caballo y
revisaba su celular. Intente disimular y me escape pero de repente escuche una
pequeña risa. Voltee a ver y no había nada.
Llegamos a la habitación y finalmente le entregamos el tupper.
Bien niñas. – Dijo el señor. Es hora que para completar su adopción,
conozcan sus paletas.
Sacaron, de anda a saber donde, dos paletas. ]Ambas eran blancas, pequeñas,
una decía Tatiana y tenia un osito rosa. El otro micaela, con un conejito
celeste.
-
Esos?
-
Estos
serán sus nuevos nombres, y vamos a completar la adopción, con el castigo mas severo
que les tocara aca en caso de no cumplir sus reglas. – Ordeno el señor.
El chico del costado, se sorprendio al escucharlo y puso gesto de miedo.
-
No
las asustes, es solo un ritual de adopción. Van a estar bien.- Dijo ella.-
Ahora quiero que como niñas buenas, apoyen sus manos en la cama, enseñando sus colitas.
Ambos lo hicimos, yo… con bastante entusiasmo. Senti mi bombacha bajarse, y
me prepare para los azotes, pero para mi sorpresa, abrieron mis nalgas y senti
algo meterse. La bombacha, volvió a subirse y empeze a sentir un ardor increíble.
-
Ayyyy
que es eso!! – Llore mientras que además, los paletazos comenzaron a caer
severamente en mi cola.
-
Jengibre
pequeña. Bienvenida a la casa.-
Mientras yo
intentaba recuperarme boca abajo en la cama, veía el esfuerzo que la señora ponía
vestir a mi “hermana” con un vestido celeste de satin.
-
Ya
voy pequeñita… Vamos mica, quieta mientras te peino. Aunque con este pelo no se
que hacer arghhhh- Protesto.
Hace como 20 minutos que yo esperaba desnudo, pero aun no podía recuperarme
del dolor. Mi cola herbia, en todas partes. En partes que ni conocía.
-
Es
oficial, si o si tenemos que salir. No puedo tenerlas asi.- Dijo ella.
Dejandole el pelo suelto, le puso un gran moño celeste y luego la sento.
-
Ya
podes jugar princesa. Ah mira… un conejito de peluche? Te gusta?.
-
Si!!
-
Ten!
Vamos Tati, tu turno.
Me termino vistiendo a mi también, en un vestido rosa de satin. Era normal
que en las sesiones no feminizen, pero esto era algo mas propio de una niña pequeña.
Y demasiado corto… Pero…
-
¿Por
qué tiene… nuestro nombre?- pensé viendo como el cuello cuadrado blanco, tenia
3 ositos rosas y el nombre “Tatiana” en cursiva.
-
Oh,
mientras mas rápido el personal se aprenda su nombre mejor. Aparte es lindo.
Me mire, jalándome el vestido y la mujer dijo: Jueguen tranquilas en su habitación.
Mami ya vuelve.
Intente recuperarme, viendo la habitación infantil a mi alrededor. Empece a
preguntarme en que me había metido. Y empecé a darme cuenta, que durante todo
el año me dio pistas de lo que iba a pasar.
El chico, se relajo y empezó a jugar con sus peluches. ME vio con recelo de
reojo, mientras intentaba perderse en sus juegos. Pero yo no sabia que hacer,
asi que me recosté boca abajo aburrido.
-
Bueno
niñas, …. Tati!! No arrugues tu vestidito. Ven aquí!- Dijo ordenandome.
-
PErdon
es que…
-
Quiero
que se vean elegantes!- Dijo, inclinándome, y dándome unas sonoras nalgadas. A
la primera comencé a gemir. El “Ritual” había sido demasiado fuerte, y ahora
otra nalgueada.
-
Portate
bien princesa. Mica, aprende de tu hermana. Quiero que las dos esten prolijitas.
Vamos. – Dijo tomándonos de la mano.
Nos llevo rápidamente por la casa, y jale mi vestido con mi mano libre
sintiendo como rebotaba al caminar.
Pero para mi sorpresa, nos iba a llevar afuera de la casa. Apenas salimos,
me encorbe, jalando mi vestido y viendo alrededor. No había nadie pero.
-
Vamos
bebe, no te demores.- Dijo jalándome de la mano y llevándome.
-
Pero…
nos van a ver.
-
Y? -Dijo y caminamos 3 casas después.
Finalmente
llegamos a una casa, con un garage. ALli adentro se encontraban dos mujeres.
-
Oh
vaya!!! Hace cuanto no te veo con dos niñas tan hermosas.
-
Gracias
nena, pero necesito hacerles un peinado urgente.
-
Sin
lugar a dudas… Sientelas aquí.
Al sentarme, senti el escozor y rápidamente envolvió mi cuello con un
trapo.
-
Tuvieron
su ritual ya, no? Se rio, mientras nos sonrojábamos.
-
Si! Y
ya quiero que esten listas, pero… Ay, no puedo peinarlas.
-
Tranquila
Gime, ya van a estar listas. ¿Te decidiste que queres?
-
Pense
en tenerlas como gemelitas, por eso los vestidos de colores. Pero…
Frunci el seño, al darme cuenta del obvio problema…
-
Claro,
pero una tiene rulos y la otra no. Ya se, tengo una idea.
La mujer, comenzó rápidamente a cortar mi cabello, y a hacerle distintos
arreglos. Pude ver en el espejo, como me empezaba hacer el flequillo, luego, me
hizo dos trenzas, con dos moños rosas en las puntas.
Me hicieron parar y vi que estábamos ambos, de trenzas con moños y
flequillo.
-
Ay,
que nenas mas hermosas!- festejo ella abrazandonos. Vamos niñas. Chicas, les
transfiero luego.
Volvimos rápidamente, mientras nuestros vestidos y trenzas rebotaban. Alli,
ella ingreso con nostros a la mansión.
-
Amor,
tengo que solucionar algo. ¿No llevas a las nenas a la pediatra?
-
Eso
te iba a decir. Yo me encargo.
-
Mami,
que tenes que hacer?- Pregunto el otro chico.
-
Esos
son cosas de grandes. – respondio ella. El hombre nos llevo de la mano al
porton, y al abrirse ya nos esperaba un auto.
-
Subanse
al asiento de atrás.-
Nos subimos, y empezó a palpitarme el corazón, sabiendo que nos llevaría asi
a otro lado.
-
Señor,
al lugar de siempre?- Pregunto el conductor cuando el se subio.
-
No
no, ve ahora a esta dirección.
Salimos del country y comenzamos a dar vueltas. Pasamos por un lugar
descampado hasta llegar a una enorme ciudad.
Y finalmente, nos bajamos. El chico parecio no titubear, bajo al instante,
y se estiro el vestido. Yo sin embargo…
-
Tatiana,
baja, se nos va a hacer tarde…
-
Pero…
-
Si
aca no nos conoce nadie. -Contesto el chico cruzado de brazos.
Finalmente me anime, tapándome y mirándome a ambos lados con desconfianza.
Entramos al lugar, y una señora atendio.
-
Señor
Lee, bienvenido. – Dijo la mujer quien apenas nos vio. – Lo están esperando.
Entramos al consultorio, el cual tenia motivos infantiles, y hasta un
televisor que transmitía caricaturas. Ahí había una chica de unos 35 años.
-
Vaya
vaya, las nuevas niñas llegaron. Hola señor Lee.
-
Niñas
saluden.
-
H-Hola…-
Dijimos ambos.
-
Que
hermosas nenas son.
-
Muchas
gracias. – Dijo el hombre.
La mujer, empezó a hacernos mediciones básicas.
-
¿les
puedo ver su pitito?
-
Niñas,
levanten su vestido y bájense la bombacha.
-
Eh?-
Dijimos mirándonos. Pero recordamos la imagen del dedo de jengibre y la
dolorosa nalgueada. Lentamente, obedecimos.
-
Awww,
esos cinturones son lo mas. Que ternura! ¿Dónde los conseguiste?
-
Luego
te paso el link.
Nuestra cara se puso roja de vergüenza, pero al menos ya sabíamos, era del
medio.
-
Pero
los necesito sin ellos, para una buena revisación.
El nos lo saco, y reviso bien primero a Micaela. O como se llame. La
verdad, nunca supe su nombre.
-
Ahora
le toca a tati… , mica, sacate la bombachita y acostate boca abajo. – dijo tocando
el mio. Apenas lo hizo tuve una ereccion.
-
Tenemos
aca una pequeña pervertida… no?- Dijo, mientras mica obedecia lo que dijeron.
Tape mi cara sonrojándome, y senti que apretaba mis testículos y masajeaba mi
pene.
-
Um ya
veo… Bueno, hay que ponerte el cinturón de nuevo, pero no creo que ahora se
pueda…-
-
No te
preocupes, tengo una forma.,…- Dijo el señor, y mi pene al instante se encogio.
No quiero imaginar que seria capaz de hacerme. Nuevamente enjaulado me acoste
boca abajo.
-
Bueno
señor, puede hacer lo suyo?- Dijo ella bromeando y vi como el señor, ya había amarrado
las muñecas y tobillos de Micaela dirigiéndose a hacer lo mismo con los mios.
Naturalmente me deje amarrar y luego acomodo mi cara en un almohadón. Ambos
quedamos viendo hacia el televisor.
-
Ay!!-
Protesto el, y vi como le inyectaban algo en la cola, luego vi que no, en
verdad le sacaban sangre. Y lo mismo hicieron conmigo.
-
Te
pasare la dieta que harán en una semana. Igual ya le avise a la señora Lee, de
que dieta preliminar harán. – Explico.
Son un poco sensible a las agujas, asi que me quede adolorido. Hasta que
senti como levantaban mi cadera, y algo de algodón debajo mio. Senti como ponían
calco en mi cola, y empeze a voltear para ver que era.
-
Un
pañal?- Me pregunte. Pero la mujer continuo hablando con el señor lee como si
nada.
-
En un
principio, les darán 4 supositorios al dia. Y recuerda que para eso, deben
tener el colon limpio.
-
Como
la ultima vez?- Pregunto.
-
No
mira, te enseñare.
Pude ver de reojo, como a un pico de enema, le ponía vaselina. El pico se veía
bastante grande, y empecé a forcejear con las manivelas. ¡Yo no había dicho que
haría esto!
Vi a mi costado, como Micaela ya tenia la manguera conectada a su trasera.
Y estaba usando un pañal. Pronto senti mis nalgas abrirse y proteste haciendo
fuerza.
-
Nena
mas fuerza, mas va a doler.- Dijo ella, masajeando el orificio. Intente relajarme
y senti mis ojos saltar cuando el pico ingreso entero. Luego, mi cola
envolverse por el pañal, y el vestido tapar mi trasero.
-
Ves?
Y ahora vamos, te quiero contar algo. Una vez que tenga los estudios, modificaremos
el tratamiento.
-
Tratamiento?
Para… Owww… que… ayy…es…
-
Eso es
cosa de grandes nena.- Me regaño el señor. Llendose con ella.
-
¿Pero
no se les saldrá el pico?
-
Tiene
sopapa, no te preocupes.
El liquido ingresaba rápidamente a mi interiro, y me retorcia al sentirlo,
sin lograr nada. Vi como mica padecia lo mismo también, con gemidos. Tanto era
el dolor, que para distraerme vi los dibujitos.
“… Asi es, siempre sere niño bueno, obedeceré a
mis padres y hare caso en todo! Asi soy yo!
-
Muy
bien!”
Volvimos a la
casa en la situación mas vergonzosa posible, mientras nos sobábamos e intentábamos
caminar en nuestros incomodos pañales, el señor Lee llevaba dos grandes
paquetes de pañales, unos con ositos rosas, otros con conejitos celestes. Practicamente
todo el barrio se entero de que eran para que los usemos nosotros.
Entramos a la mansión
y el señor rápidamente dijo: Tatiana, podes ir a jugar. Mica… vas por tu paleta
y un dedo de jengibre.
-
Quee???
Por que??
-
Despues
de la escena que hiciste preguntas por que?
-
No
quiero usar pañal!! No dijimos que íbamos a usar pañal!
-
Los
necesitas!
-
Por
que?
-
Vas a
usar pañales, por que yo te digo. No necesitas saber el por que. Y ya mismo haces
caso la orden que te di.- Dijo el con seriedad. El chico dio un paso hacia atrás
sintiéndose intimidado, y luego de titubear, obedecio. Yo me aparte lentamente,
y al poco tiempo empecé a sentir los gritos.
-
Hola Nena.
– Escuche decir detrás mio. Voltee y era la chica con cola de caballo.
-
H-Hola.
-
Jaja…
Que linda. No puedo creerlo era verdad.
-
Que
cosa?
-
Nada!
Es cosa de grandes!!- Bromeo ella. Tenia una sonrisa juguetona y un poco
maligna.
-
Como
te llamas?
-
Em…
Ta…Tatiana…- dije obedeciendo. Los llantos de Mica de fondo, me convencian de querer
ser obediente.
-
Jajaja,
Eso ya se Nena. Me refiero a tu nombre real.
-
Fabian…
-
Bueno,
no lo olvides!- Dijo y se fue dando un saltito.
Sigue sigue!!
ResponderEliminarpañales!
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