lunes, 27 de mayo de 2013

Regalito!

Explico, mi nena cumplio años el 23. Si! ea ea yay yay! Asi que este es su regalo. Bueno, se lo di el mismo dia, pero quería compartirlo con ustedes.


Mariano abrió la habitación de Pao. Se veía tan tierna durmiendo. “Cuando despierte va a poner la casa patas para arriba” Penso. No era bueno cocinando, pero al menos intento prepararle un desayuno. Hace muy poco tiempo que había adoptado a Paola y la había traido a su casa del orfanato. El cambio era difícil tanto para ella como para el. El, acostumbrado a estar solo. Ella, acostumbrada a ser una niña rebelde y manipuladora, educada por la escuela de la vida. Ahora el se había convertido en un papa, cuyo objetivo era hacer que esa niña rebelde se transforme en una angelita. Entro a la habitación y poniendo una mano en su hombro, Le dijo suavemente “A despertarse bebe”. Ella abrazo su peluche y se escondió debajo de la cama. “Genial…” pensó Mariano. Todas las mañanas hacia lo mismo, y el prefería no ser esctricto con ella.

-Pao… No te portes mal, tenes cole-

- No quiero! Mañana cumplo años, no necesito ir al colegio-

- Mañana lo festejaremos, hoy tenes que seguir con tus responsabilidades- Respondio mariano y le saco las sabanas. Luego le hizo cosquillas.

- Jajajajaja basta!!-

- Si queres que deje de hacerlo pórtate bien asi desayunas-

- Si papi jajajajaja- Respondio, y luego de eso el dejo de hacerle cosquillas. Pao se levanto confundida mirándose a si misma. Luego se miro al espejo.

- Que tengo puesto?-

- Tu nuevo pijama, ayer te lo compre. Te quedaste dormida jugando y no ibas a dormir en tu uniforme.–

- Es lindo…- Dijo Paola no entendiendo bien. Hasta entonces solo dormía en remera y ropa interior. Desde que tenia memoria su vida había sido asi. Uniforme del orfanato, y una remera para dormirse. Con Mariano estaba aprendiendo un mundo que no conocía. Y además, aprendía a sentirse cuidada. – Tiene dibujitos… Lo voy a llevar al colegio?- Pregunto.

- Jajajaja, se usa solo para cuando dormis, asi no arrugas tu otra ropa. Es comodo no?-

- Si!- Respondio Paola con alegría, y de inmediato comenzó a jugar. Mariano sonrio.

- Aun es temprano, podes jugar un poco mientras cocino, pero luego vamos a desayunar, y a ponerte tu uniforme.-

- Si papi!- Respondio dulcemente y continuo jugando.

Mariano continuo preparando el desayuno apurada, cuando pao entro corriendo. – Papi, papi!!! Quiero ir al baño!-

-          Ay pao, ya sos grande, mañana cumplis 6.-

Paola se sonrojo y dijo: No me sale sacarme todos los botones y me hago rapidooo!!!

Mariano sonrio y se acerco, tomandola de los hombros le desabotono los botones en la parte de la cola y le explico. Mira, este es enterizo, cuando queres ir al baño te desabotonas estos 3 ves? Y asi podes hacerlo. Pao apenas vio eso corrió al baño sin importarle. Mientras corria, Mariano le vio las nalgas aun rosadas. Suspiro riéndose frente a su inocencia. “Educar a esta nena rebelde es mas difícil de lo que esperaba.”

Pao volvió contenta, alegre y sonriente.

– Te limpiaste? – Pregunto el.

 – Si papi!-

-          Bueno a desayunar entonces.- Respondio mariano.

Paola  frunció el seño. – No quiero desayunar!- Exclamo y se fue corriendo a su habitación. Aun llevaba desabotonado el pijama por  que por lo visto, no sabe abotonarlo o se olvido de hacerlo.

Mariano suspiro, y la siguió a su habitación. Abrio la puerta e intentando tener paciencia explico: Bebe, necesitas comer sino vas a estar débil en el colegio y no vas a poder jugar.

-          Pero no quiero.- Respondio ella y siguió jugando.

Mariano la miro a los ojos serio y dijo estirando la mano. – Pero tenes que hacerlo.-

-          No quiero!!!- Protesto Paola.

Este tipo de escenas eran normales, y Mariano sabia que si no era firme y estricto, todo se saldría de control. Paola era muy tierna, pero manipuladora y rebelde. Rapidamente la tomo de la mano y estirándola hacia atrás le dio 5 sonoras nalgadas. Paola protesto gritando y luego le tomo las dos manitos, mirándola a los ojos. – Tenes que desayunar, ya sabes las reglas, no me hagas tener que castigarte.-

Paola miro a Mariano haciendo puchero, el la tomo de los hombros y la dio vuelta. – Cuando terminas de hacer tus cosas, esto lo abotonas asi vez? Asi no se te ve la colita y podes seguir jugando.

Luego de abotonarle el pijama, y tomandola de la mano, la llevo a desayunar.

-          Pero papi…- Protesto Paola mientras la llevaban.

-          Sin peros.- Dijo Mariano, y alzándola de las axilas, la sento en la silla. Tomo un pañuelo y se lo puso alrededor del cuello. – Esta rico, vas a ver.

Paola se cruzo de brazos.

-Pao, ayer fuiste nalgueada te acordaS?- Pregunto Mariano.

- Como me voy a olvidar…- Se quejo paola, intentando acomodarse en el asiento.

- Y sin embargo hoy seguís desobedeciendo?.-

- Esto no me gusta!- Exclamo.

Mariano se paro, y Paola comenzó a suplicar: No papi, porfa porfa.

Mariano tomo la cuchara y saco un poco de cereal con leche. – Abris la boca, o la cuchara la uso en tus pompis.

Paola refunfuño, pero cerro los ojos y abrió la boca. – Ya esta? No esta tan feo no?- Pero Paola era orgullosa e intento mostrarse enojada aunque le había gustado. Mariano continuo dándole de comer. – Pareces una bebe comiendo asi.- Le dejo la cuchara y dijo: Se una nena buena y come todo. Sino vas a adornar el rincón.-

-          Papi…-

-          Ya oiste.-

Paola, aun molesta, pero incomoda en su silla hizo caso.

-          No te gusta tu nuevo pijama?- Pregunto Mariano.

-          Si…- Se quejo Paola. En verdad le gustaba mucho, pero le molestaba haber sido obligada a comer.

Luego de un rato, termino y Mariano le saco el pañuelo.

-          Muy bien princesita, ahora a tu habitación. Te pones tu uniforme, y yo ahora te peino si? Dale que aun tenes que hacer tu tarea.-

-          Si papi!.- Exclamo Paola y se fue corriendo a su habitación.

Pasaron unos 5 minutos, y Mariano fue con dos listones rojos y el cepillo a peinarla. Pero como suponía que iba a pasar…. Paola solo jugaba y aun no se había sacado el pijama. Ella sonrio dulcemente y exclamo : papi!!!!

Mariano, frunció el seño y firmemente la tomo de un brazo y la recostó sobre sus piernas.

-          Q-Que hice!!! Basta!!”- Protesto Paola pataleando e intentando ddefenderse mientras los fuertes azotes caian sobre su sensible colita.

-          Sabes perfectamente las reglas. Si te digo que hagas algo, lo haces. Ayer te fuiste a dormir con 30 nalgadas. Hoy aun tenias la cola un poco rosa, pero seguís portándote mal.-

Paola pataleo mucho, con las 30 nalgadas.Y se levanto al final, sobándose la cola.

-          Al rincón, en penitencia señorita.-

-          WAAAAAAAA- Protesto Paola dando un pisotón. Pero sabia bien lo que signfiicaba ser desobediente. Su cola aun ardia de las ultimas nalgadas. Y tenia un recuerdo vivo de la vez que forzó demasiado la paciencia de su papi. Esa vez el ardor no se le fue en dos semanas. Refunfuñando y enfadada fue al rincón. Dio un sallto de una nalgada.

-          Ya sabe como debe estar en el rincón señorita.-

Paola dio un pisotón y se cruzo de brazos. Luego dio un salto y pataleo cuando 5 fuertes chirlos cayeron en su adolorida colita.

-          Y si no sos obediente ahora, volves a mis piernas. Total yo no me canso.

Resignada, se paro derechita, y puso su nariz entre las dos paredes.

Mariano la vio a su nena, con su pijama enterizo celeste, en el rincón. Sonrio un poco, al verla sobarse la cola, justo en el osito de su pijama, con el color sobresaliendo por las partes que el pijama no cubria. Paola había cambiado su vida, y ahora tenia alguien a quien cuidar y darle todo su cariño. Pero si no manejaba su rebeldía asi, ella terminaría por dominarlo a el. Mientras vigilaba que la niña cumpla con su penitencia, preparo su uniforme y lo puso sobre la cama. Saco una de sus bombachitas preferidas acomodándola también, y sus zapatitos y calcetas. Luego se acerco, le mimo un poco la espalda, y los hombros, y la abrazo. ¿ Con ganas de portarse mejor?- Pregunto Mariano.

-          Si papi…- Dijo Paola, su tono de voz había cambiado. Mucho mas dulce y tierno.

Mariano la abrazo fuertemente, y luego la mrio.

-          Por que no hiciste caso?

-          Queria jugar…. Y que vos me vistas.-

-          Ay bebe…-

Mariano comenzó a desvestirla a Pao.

-          Papi puede vestirte, pero ya sos grande. Entende que si estoy ocupado, vas a tener que vestirte sola.

-          Si, pero ahora no lo estas- Dijo Paola sonriente, desnuda, y aun sobándose la cola.

-          Si, pero tenes que irte acostumbrando.

Mariano le puso su camisa a Pao, luego le ordeno levantar los brazos para ponerle el jumper. Y asi continuo poniéndole su uniforme. Posteriormente, comenzó a peinarla suavemente, mientras le armaba sus dos coletas con dos moños grandes que hacían juego con su uniforme.

-          Ya estas lista, quiero que te portes bien y hagas tu tarea-

-          Pero mañana cumplo años! No tengo que hacer tarea.-

-          Mira princesita. Ya se que cumplis años. Y que estas muy entusiasmada. Pero por cumplir años, no tenes que dejar de lado tus responsabilidades. Quiero que te portes bien y me hagas caso. O sino?.-

-          Bleh…- Protesto Paola y se fue.

-          O sino?- Dijo Mariano tomandola de la mano.

-          Sino Chas chas…- Protesto Paola sonrojándose. Ella odiaba que siempre le haga repetir lo mismo.

Paola continuo haciendo la tarea. Y al finalizar se recostó mirando dibujitos.

-          Pao a Comer.-

-          Papi…-

-          No otra vez pao, no quiero castigarte. Hace caso si?-

-          Si papi…

Fue difícil convencerla a Paola para que coma, pero lo hizo, y finalmente la llevo al colegio. Luego de muchos besos y de “papi te quiero” Paola entro y el se despidió saludándola.

Mariano ocupo su dia preparándose para el cumpleaños de Pao. Se comunico con sus amigos, con Ale, la hermanita de Pao (que no vive con ellos por que aun es muy chica, pero sigue en el orfanato y va a visitarlos en su cumple), y con la modista para el regalo de su nena. Pero le llego una llamada telefónica del colegio.

Mariano ese mismo dia, paso a buscar por el Colegio a Paola. Ella estaba alegre, inquieta y sonriente, como si nada hubiera pasado.

Luego de muchas palabras cariñosas, llegaron a su casa, y Paola fue corriendo a su habitación. Sin embargo, mariano la tomo firmemente de la mano.

-          No hay nada que te olvides de contarme?.-

-          No papi.- Dijo Paola con ternura. Mas de la normal.

-          Segura? O queres recordarlo en el rincón.

-          Yo no hice nada.

-          Sabes el castigo por mentir.

Paola sin querer saco la lengua con un gesto de asco. Comenzo a ponerse nerviosa.

-          Omitir no es mentir…- Dijo Paola. Como siempre, tan inteligente y con una respuesta para todo.

Mariano le dio un chirlo sonoro y la mando al rincón del comedor.

-          A ver si te acordas. Cuando te acuerdes volves.- Dijo ordenandola.

Paola fue derechito, Portandose mejor que lo que siempre hace. Mariano la observo fríamente. De vez en cuando se frotaba las pompis, como con anticipación. Tomo una silla y se sento cerca a ella.

-          Papi… Puedo salir?.- Pregunto tímidamente.

-          Ya te acordaste?.-

Pao corrió hacia el y se sento a upa suyo. Lo abrazo fuerte poniendo su carita contra su pecho.

-          No nos portemos mal. No quiero tener que darte un castigo peor del que ya mereces. Contame como te portaste.

-          Mal….

-          Por que mal?

-          …. Queria un chocolate, y una niña no quizo convidarme. Se lo pedi muchas veces y no quizo. Y a ella le convido siempre. Asi que comencé a llorar y dije que me había pateado en la panza. A ella la castigaron…

Y a eso se refiere el autor… con inteligente y manipuladora.

-          La directora me conto que esto pasa seguido , pero que sin embargo nunca te ven el uniforme sucio.

-          Perdon papiii….- Protesto Paola y comenzo a llorar.

Rebelde y manipuladora. Mariano seriamente, pero sin mostrar signos de estar enojado la alzo, y la coloco sobre sus piernas. Sabiendo que el castigo era inminente y que pronto estaría pataleando sobre las piernas de su papi, Paola comenzó a protestar intentando taparse.

-          Perdon papi no lo vuelvo a hacer!.-

-          Sabes las reglas.- Dijo Mariano y PAF! Una fuerte nalgada cayo pegando en sus dos nalguitas a la vez. Paola dio un grito fuerte. Mas bien por el susto.

-          Pero mañana es mi cumple!.-

-          Y si te portas asi mañana, también vas a ser castigada. No voy a permitir que mi hija se porte asi.- Explico Mariano, y las nalgadas continuaron por toda su cola. Paola protesto, y lloro intentando taparse. Pero no pudo contra mariano, y al final solo se resigno esperando a que su castigo termine. Mariano al ver la resignación de su niña, solto sus manitos y continuo. Pero luego tomo la falda de su jumper. Paola grito “noooo” asustada y se la agarro. – No porfa…..- Dijo con mucha melancolía.

-          Hace cuanto que no te doy un buen castigo bebe?

-          No quiero por faaaa- Protesto ella.

-          Hice una pregunta.

-          ….. Creo que desde el sábado.

-          Creo que ya necesitas otro no?

-          - No papi!- Suplico Pao agarrando su falda con fuerza.

-          Si no lo necesitaras, te portarías bien no bebe?

-          Me voy a portar bien!

-          De eso me voy a asegurar.- Dijo Mariano firmemente. Tomo las manos de pao, y las ubico en su espalda, con su mano libre, levanto la falda, dejando ver la bombacha de florcitas de su nena, y la irritación rosa en su cola. Apenas tenia rosa las pompis, pero sin embargo eella hacia un escándalo.

-          No papi perdóname…. Ayyyy- Protesto Paola, frente a la primer nalgada.

Mariano continuo nalgueándola firmemente, asegurándose de que toda la colita de su niña, quede bien roja, enfocando bien a sus muslitos, para que cuando se siente, recuerde su comportamiento.

-          Si volves a portarte asi, te toca el señor cepillo..

-          No papi por favor.

-          Incluso lo mereces ahora, pero te doy una oportunidad.

-          No papi por favor arde arde ayyyy.-

-          Si no queres que pase, entonces te portas bien. Nada de desobedecer, nada de hacer trampas. O te toca cepillo y líneas.

-          Si papi perdooooon.-

Mariano continuo un rato mas, hasta que vio que Paola dejaba de pelear y solo lloraba resignada a su castigo. Luego de eso le dio 10 chirlos fuertes y la dejo llorar un poco sobre sus piernas, teniéndole las manitos para que no se frote y aun sienta el ardor en sus pompis. Comenzo a mimarla suavemente la espalda, para que se tranquilize.

-          Sana sana papi porfaaaa dueleee- se quejo ella, mientras pataleaba.

-          Vas a portarte bien?

-          Si papi.

-          Que aprendiste?

-          Tengo que ser obediente y no debo engañar.

-          …Esta bien.- respondió Mariano, y con suavidad le sobo las nalgas a Paola. “Sana sana colita de rana, si no sana hoy sanara mañana.

-          Otra vez.

-          Nop. – respondió mariano y alzándola la abrazo.

-          Ahora te me vas al rincón, a pensar en lo mal que te portaste.

-          Otra veeeez?

-          Queres mas chas chas?

-          No papi.

-          Entonces vas, y prohibido frotarte.

-          Si papi…- Protesto Paola, y obedientemente fue al rincón.

Mariano la observo un poco y luego fue a prepararle su merienda.

-          Pao  ya podes volver!- Exclamo Mariano.

Paola fue correindo hacia el y lo abrazo.

-          Puedo frotarme la colita?

-          Si bebe.

Aun adolorida, paola se froto la cola, parándose en un pie y en el otro.

Mariano le dio un beso en la frente y la llevo a Merendar. Era sorprendente lo bien portada que Paola es, luego de una buena nalgueada. Era obvio que seguía adolorida, se quejaba al sentarse y no dejaba de sobarse. Pero sin embargo, se comportaba educadamente, haciendo caso, terminando sus tareas y obedeciendo al comer, aunque sin mostras disgusto. Luego de eso, se puso a jugar con tanta alegría que parecía que nada había pasado. Mariano aun estaba ocupado, asi que le dijo a su nena: Bebe, ya es tarde, báñate y ponete el pijama.

-          Pero papiiii…- Protesto Paola.

-          Pero papiiii?-

-          Me voy a bañar!- Exclamo y fue corriendo al baño.

Mariano se rio. Verla tan obediente es raro en ella. Mañana iba a seguir adolorida, y portándose igual de mal que siempre.

Pasaron unos minutos, y de repente escucho: Papiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

-          Paso algo?

-          Ayudame a lavarme la cabezaaaaaaa.

-          Ay nena….

Naturalmente, Mariano fue a “Ayudarla”. Y luego de eso, la ayudo a ponerle el pijama. Paola jugo un poco mas alegremente, pero tanto jugar la tenia cansada. A eso de las 11 se fue a acostar. Pero cuando se hciieron las 12…

 

 

Paola a pesar del cansancio no podía dormirse. Mañana era su cumpleaños! Lo habiaesperado todo el mes. No entendía como a su papa no le interesaba. Incluso la nalgueo faltando solo un dia. Hasta que escucho abrirse la puerta, y vio una lucesita.

Asustada, se escondió debajo de las sabanas hasta que escucho: Que los cumplas feliz…

Alegre dio un salto: Papiiiiiiiiiiii!

Era solo el con un encendedor. Mariano prendió la luz, y Paola lo vio con una taza de chocolate.

-          Feliz cumpleaños, sopla- Sonrio Mariano acercándole el encendedor prendido.

Paola se rio y lo soplo con fuerza.

-          Hoy es tu cumple, pero quería celebrártelo por anticipado.

-          Graciaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!- Exclamo Pao alegre.

-          Tu regalo esta eeeeeeeeeeeeeeeeeeen, el closet!-

-          Paola salto de la cama y corrió hacia el.- En verdad, nunca se había molestado en revisar su propio armario. – WOOOOOOOOOOOOOOOOOOW- Exclamo alegre.

Era un hermoso vestido blanco y Rosa.

-          Contenta?

-          Quiero usarlooooooooooooooooo.

-          Aun no, lo vas a estrenar mañana. Ahora a la camita.

-          Pero papiiiiii.

-          Shhhhh…- Dijo el y la metió suavemente de vuelta en la cama.

-          Pero papiiiiiiiiiiiiiiiii.

-          Feliz cumpleaños Pao. Que sueñes con los angelitos- Dijo Mariano dándole un beso en la frente.

-          Poly…

-          Eh?- Pregunto el.

-          Llamame poly.

-          Feliz cumpleaños Poly.

 

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