Esa mañana Mariano fue a la habitación de su niña. Era su
cumpleaños y seguro la pobre no habrá podido dormir. Cuando golpeo la puerta no
respondió nadie. Asi que opto por entrar. Era peligroso que ella se encierre
sola siendo tan chica.
Al entrar vio que la cama estaba revuelta.
-
Poly donde estas? – Dijo llamándola con tono
tranquilo.
De seguro metida en problemas como era
normal.
Vio en un rincón, su pijama tirada en el
piso hecha un bollo. “Ay dios..”Protesto y comenzó a guardarla. Iba a tener que
lavarla y plancharla para esa noche. O hacerla dormir con la vieja.
Noto el armario abierto también.
-
Paola salis ahora mismo de donde estes
escondida.
-
Si salgo me vas a dar chas chas.- Escucho
mariano responder a una voz infantil y preocupada.
-
Si sabes que te voy a dar chas chas, entonces te
estuviste portando mal?- Pregunto mariano.
Si bien le daba culpa castigarla por todo,
si no era estricta con ella esta niña rebelde terminaría manipulándolo.
-
No hice nada malo…
-
Por que tu pijama estaba hecho un bollo en el
piso entonces? Andas jugando desnuda? Esta muy mal en una nena tan chica.
-
No es eso papi…
Era obvio por las voces que estaba
escondida debajo de la cama. Tan temprano y ya iba a tener que nalguearla, pero
no podía permitirle pasear desnuda por la casa.
-
Entonces? Sale ya mismo de donde este.
-
Es que estaba entusiasmada y…-
-
Ahora señorita.
-
Esta bieeeeeeeeeeeeen- Protesto Poly
emberrinchada.
Al salir, estaba usando su vestido, pero al revés,
con los botones por el lado de adelante.
Mariano se rio y Paola dijo: Me queda lindo?
Mariano le tomo los hombros y le pregunto? Tenias tanto
entusiasmo por usarlo?
Paola se sonrojo y asintió con la cabeza.
-
Awwwww… Pero lo estas usando al revés princesita?
-
Bueno, Ya mucho me cuestan los botones para que
los tenga en la espalda.
-
Aun es temprano para vestirte para tu cumple…
-
Por fa papi!!!- Protesto Poly.
-
Mmmmm…. Esta bien.- Dijo Mariano, y comenzó a
desvestirla.
-
Wiiiii!!!- Festejo Poly.
Luego de desvestirla, dejo el vestido en la
cama y la llevo al baño a bañarla.
-
Ya tenes que saber bañarte sola, y si queres
usar el vestido, tenes que dejar que lo planche por que lo desarreglaste todo.
-
Pero papiiiiiiiii.
-
Pudiste cambiarte de ropa sola no es asi?
-
No me salió tan bien…
-
Bueno, yo luego te labo la cabeza si?
-
Si papi!
Mientras planchaba el arrugado vestido, y
su pijama, escuchaba a su niñas bañarse. Preparo dos grandes moños rosas para
peinarla, un bombacha blanca con ositos rosas, y sus zapatitos junto a sus
calcetines. Luego fue a buscarla a su nena. Le labo el pelo y luego de secarla
la llevo a su habitación para vestirla. Paola se mostraba muy alegre y contenta
mientras era vestida y peinada por su papa. Cantaba o jugaba con sus manos, y
con el oso que le habían regalado cuando fue adoptada.
-
Si no te quedas quietita no puedo vestirte.- Dijo
Mariano mientras le abotonaba su vestido.
-
Si podes- Respondio Poly juguetona.
-
Dale poly pórtate bien.- Continuo Mariano y comenzó
a Peinarla.
Poly se relajo cuando su papa la peinaba, y
comenzó a protestar cuando le armaba las coletas bien tirantes. Luego le hizo
dos trenzas, y al final un moño grandote rosa en ambas.
Al final la levanto y la puso frente al
espejo.
-
Ahí estas, feliz? Lo vas a usar todo el dia.
-
Siiii!!! Wii- Festejo Paola, y tomando el vuelo
de su vestido dio una vuelta.
Paf! Sono la cola de Poly.
-
Au…- Protesto con un puchero Poly sobándosela.
-
No hagas eso, es de mala educación.
-
Por que…?
-
Por que no esta bien que muestres tu bombacha y
la cola.
-
Por que…?
-
Por que queda mal que otros te vean.
-
Pero si ya me vistes muchas veces.
-
Pero me refiero a quienes te visiten en tu
cumpleaños, no quiero que lo hagas todo el tiempo y que los adultos te vean.
-
A mi no me importa…
-
No te importa que los otros chicos te vean la
cola roja y sepan que tu papi te castigo?
Paola se quedo pensativa y se sonrojo,
luego se miro la cola en el espejo.
-
No esta roja…
Comenzo a frotarla para que la irritación se
valla, pero su papa le tomo la mano.
-
Pero lo va a estar.
-
No papiiiiiiiiii. – Exclamo Poly preocupada.
Mariano dio un suspiro. A poly se le
llenaron los ojos de lagrimas. Ella sabia perfectamente que si su papa le decía
que le tocaba una nalgueada se la iba a dar, y su única alternativa era
suplicarle para que no la hiciera. Esas lagrimas eran por un lado un mecanismo
defensivo y por el otro preocupación real.
-
No podes dejar el pijama hecho un bollo Pao.
-
Pero papi, no lo vuelvo a hacer…- Protesto Pao tapándose
la cola asustada.
-
Ademas, nadie te dio permiso para ponerte tu
vestido nuevo. Sabes que me tenias que esperar con tu pijama para que yo te
cambie.
-
Claro, y luego te enojas por que no me pongo el
uniforme ni mevisto sola.- Protesto Poly.
Como siempre tan inteligente… Mariano tubo
que pensarlo un poco.
-
Esta bien, de todas formas no hiciste caso, y
dejaste tu pijama hecho un bollo.- Explico Mariano. Luego de eso le solto la
mano y se sento. Dio dos golpes a sus piernas y dijo.
-
Sabes como son las reglas. Si demostras ser
obediente, voy a dismiuir muchísimo tu castigo. Pero luego te voy a enseñar de
vuelta, como doblar tu pijama y como ser ordenada.
Poly dio un pisotón y se cruzo de brazos.
-
Papi es mi cumpleaños!!! Nada de chas chas en mi
cumpleaños!
-
Tus disciplina no se ve interrumpida por eso
señorita. Y no quiero que añada ser desobediente.
Mariano comenzó a preocuparse. Solo
planeaba darle 30 nalgadas sobre su ropa por esa pequeña desobediencia. Pero
Poly insistia en ser rebelde.
-
No quierooooooooo no quieroooooooooooooooooo, yo
me porte bieeeeeeeeeeen.- Protesto Poly.
Se veía tan tierna, con su oso, su vestido,
y haciendo un berrinche por miedo a unas nalgadas. Pero no debía dejarse llevar
por eso.
-
Paola, Ahora mismo o te traigo de la oreja.
Poly hizo un puchero preocupada y dio un pisotón.
Mariano se paro, y tomandola de la mano la lleevo a la cama.
-
No hagas que sea difícil bebe.
-
No noooooooo- Protesto Poly tapándose la cola
con el oso.
-
Paola, Basta! Solo van a ser unas nalgadas.
-
NO QUIEROOOOOOOOOOOOOOOOO- Grito Paola
emberrinchada y pisando fuerte.
Mariano decidido, la tomo por la oreja. Pao
solto el oso y adolorida se la tomo con las dos manos.
-
Ay ay ay papi lo siento, perdón , perdón perdón.
-
Sos una niña desobediente. – La reto Mariano. Y rápidamente
la alzo, ubicándola sobre sus piernas.
-
No papi no quiero!!- Protesto Paola pataleando.
Mariano se qwuedo unos segundos quietos con
su niña sobre sus piernas.
-
Sos muy desobediente Pao. Durante toda la semana
te quedabas con el pijama puesto esperando a que yo te lo saque.
Luego se las ingenio para darle una nalgada
fuerte a pesar del pataleo.
-
Sin embargo hoy te cambiaste sola solo para
ponerte tu vestido nuevo. Sabias que no podias hacerlo no?
-
Y que tiene de malooo!!!- Protesto Paola aun
pataleando.
-
Que tenes que ser obediente.- Explico mariano.
Trabo sus piernas para que no pueda patalear mas. Ella enseguida intento
taparse con sus manos, pero el se las agarro.
-
Si Papi te dice, “no hagas esto” haces caso.
Sabias que no tenias que dejar el pijama hecho un bollo, pero lo hiciste. Y
sabias que no podias ponerte aun tu regalo y lo hiciste. No era algo grave, por
ende solo te iba a dar 30 nalgadas de advertencia.- Dijo Mariano, y luego le
dio 10 seguidas. – Sin embargo, hiciste todo un escándalo para evadir tu
castigo.
-
Yo no sasbia que solo eran 30, auuu!!!- Protesto
Paola luego de las 10.
Mariano continuo nalgueándola sobre su
vestido, y luego se lo levanto.
-
No papiiii, es mi cumpleaños por favoooor!!!-
Exclamo Poly y comenzó a llorar. Mariano sintió una leve puñalada en el corazón.
No podía dejarla desobedecer. Tampoco armar tanto escándalo frente a un
castigo.
-
Si en tu cumpleaños, yo te diera una orden y vos
hicieras todo un escándalo? – Pregunto Mariano intentando explicarle la
situacion.
-
No Papi!! Yo haría caso.- Respondio Poly,
preocupada por la nalgueada. Pero Mariano sabia lo rebelde que era su niña. Se
dijo a si mismo “Es Por su bien” y continuo nalgueándola. Paola lloraba y
pataleaba, moviendo su cola e intentando esquivar las nalgadas. Mientras
suplicaba para que su castigo termine. Mariano no pudo evitar sentir lastima y
le dio solo 30 mas. Luego de eso la alzo y la sento sobre sus piernas. Paola se
encontraba enojada, pero sin embargo lo abrazo y lloro un poco contra su pecho.
Al tranquilizarse pregunto con un puchero: Debo ir al rincón papi?-
Mariano sintiéndose un poco culpable le
dijo: No, si queres podes irte a jugar.
-
Quiero seguir a upa tuyo- Protesto Paola y lo volvió
a abrazar.
Mariano comenzó a mimar suavemente a su
niña. Haberla nalgueado le dejo cierto mal sabor de boca. Pero sin embargo, era
mejor eso, que tener una niña rebelde y desobediente que le contestara mal en
frente de todos. 60 nalgadas no eran una tortura como Poly, a veces lo hacia
hacer sentir. Pero al menos la advertía de lo que pasaría si ella se portaba
mal. Paola finalmente se tranquilizo, y se bajo. Mariano le acomodo un poco su
vestido por que estaba desarreglado. Sus coletas se habían desarreglado un poco
asi que se las armo.
Luego de eso, la observo un poquito. Paola
al sentarse hacia gestos de dolor. Luego se frotaba la cola. Se paraba frente
al espejo, y se la veía con gesto de preocupación. Luego se inclinaba frente a
el mostrando como con apenas inclinarse se podían ver sus muslitos rojos.
Mariano se acerco a ella poniendo una mano
sobre su cabeza. Paola abrazo su oso con ambas manos cuando el lo hizo. – Te preocupa
que tus amigos vean que te castigue hoy?- Pregunto Mariano. Pao asintió con un
puchero.
Mariano la abrazo luego de eso. Intentando
ser seguro dijo: Bueno nena, si te portas mal. Sos castigada. Y si te portas
mal enfrente de tus amigos, o de algún adulto. Vas a ser castigada en frente de
ellos.
-
Pero papiii.. es mi cumpleee…- Dijo Poly
preocupada.
Mariano en realidad solo la
amenazaba. No tenia intenciones de nalguearla frente a sus amigos. Y en caso
que sea necesario, la llevaría a una habitación. Pero Paola era una niña muy
rebelde. Y era normal que llegaran noticias del colegio. Lo que había sucedido
el viernes era algo normal. Asi que esta parecía la mejor forma de lograr que
ella este tranquila. Para intentar distraerla intento alegrarla.
-
Vamos nena! Hoy vas a jugar mucho, y comer
muchos dulces, y recibir muchos regalos.
-
Siiii!!!- Exclamo Poly, con un ataque de
entusiasmo, olvidándose por completo de la nalgueada.
-
Y miraaaaa, no te ves hermosa con tu vestido?
-
Si papi!!! Me encanta!- Festejo Poly, y comenzó a
jugar con el vuelo de este girando.
-
AY!... Au papi…- Dijo Mirandolo con un Puchero.
-
Reglas son reglas amor.