viernes, 1 de agosto de 2014

Arigato mr roboto.

Bueno, esta esta inspirada en la historia de los penitatas. Pero se basa en una historia vieja mia:




E-Prison.

Pam se despertó con un gran bostezo. Luego de desperezarse, se vio a si misma. Y como siempre tardo un tiempo en recordar que no era un sueño. “Hace un año que tengo 16…” Penso. Y se apresuro a ponerse su uniforme para desayunar con el resto de sus compañeras.  Falda casi arriba de la rodilla, camisa blanca, blazer, corbata y mallas junto a zapatos unisex.
Bajo rápidamente y se sento junto a sus compañeras, Ashley y jeannie. Luego de desayunar ambas comenaron a hablar, hasta que el tema naturalmente surgió.
-          No están nerviosas chicas?-
-          Por que?- Pregunto Pam curiosa.
-          Como por que?- Se sorprendió Ashley. – Todas las mañanas pasa lo mismo, no entiendo por que lo preguntas.
-          Yo ya estoy acostumbrada – Se rio Pam.
Lo que parecía ser un internado cualquiera, era en realidad, una prisión del e-world. Y entre los programas de re-educacion de reclusas, se incluia, la aplacacion de la rebelddia anticipada.
-          Yo estoy limpia. – Respondio Jeannie.
-          Yo me muero de miedo…- Suspiro Ashley.
-          Miedo? Hace cuanto que no sos castigada?- Pregunto Pam molesta.
-          1 mes?- Se sonrio Ashley.
-          Que tierna- Se rio pam. – A mi ni con la aplacacion anticipada logran controlarme. Yo creo que Ashley la dejan pasar a clases, sin siquiera hacerle interrogatorio. – Se rio Pam.
-          Para llevar solo un año aca, hablas como si llevaras 10.- Se quejo Jeannie. – Yo era asi a principio… Al final solo queda adaptarte.- Explico.
-          Chicas… Ya se hace tarde… Yo prefiero apurarme…- Aclaro Ashley, se paro y se apresuro despidiéndose.
-          Que maricona que es- Se quejo Pam.
-          Nos vemos mas tarde- Dijo Jeannie, retirándose también.
Pam decidió relajarse un ratito, siempre hay cola al cuarto gris, y no le gusta esperar mientras escucha lloronas.
Dado que es un centro de re-educacion de reclusas, la mayoría son generalmente rebeldes. Aquí las instruyen, dándoles educación, y disciplina. Pero para no tener que molestar a los profesores con la disciplina que todas exigen desarrollaron un pequeño método.
Finalmente llego al cuarto gris, y observo a 2 guardias.
“Creo que incluso en esta forma encogida de mi misma, podría pelear contra ellas. Las primeras veces lo hacia y era una perdida de tiempo. Al menos sin un plan, lo es”.
Se acerco y las guardias la tomaron de los brazos.
-          Puedo hacerlo sola, ya llevo un año aquí, ya se como es.-
Ellas no respondieron y la llevaron a la maquina. Esta contenía un potro, junto a un polo con una herramienta anexa. Pam nunca podía ver la herramienta por lo general, solo sabia que asignaban un numero, y la maquina le daba la “disciplina” que los maestros preferían ahorrarse. Al acostarse, inmediatamente, correas de cuero atraparon sus tobillos, piernas, cintura, espalda y brazos, dejándola totalmente expuesta. De todas, formas, desde que llego a esa prisión lo estaba y esto no genera cambio en ella. Si quería escapar, no iba a ser ahora.
El potro, se incorporo, dejándola inclinada y exponiendo aun mas sus trasero, para el aparato azotador que se encontraba detrás suyo.
Enfrente suyo, una señora frente a una pc solia hacerle preguntas. Esto era rutina diaria. Seguian su comportamiento, y basándose en su comportamiento le daban determinada cantidad de azotes, antes de comenzar la clase. Alumnas/reclusas adoloridas solian ser menos rebeldes, y si lo eran, era mas fácil darles un castigo efectivo. Quienes no eran rebeldes, por lo general evitaban este tipo de situaciones.
Pam no era una de ellas. Desde el principio dio problemas, y su edad fue ajustada a los 16 inmediatamente, ya que sino, daba demasiada pelea contra las guardias.
Veamos….. Ese peinado esta por debajo de los hombros. Sabes queminimo, debías atarlo.- Dijo la Mujer detrás de la computadora.
-          Si, lo se.- Respondio Pam. La maquina comenzó a ejecutarse con azotes suaves. Pam estaba acostumbrada a esto durante lo que ella llamaba “Interrogatorios”.
-          Okay…- Dijo la mujer, mostrando verdadero desinteres. Pam sabia que para ella era solo un trabajo. Ingresaba datos, y la misma maquina, basada en estadísticas, decidia el castigo. – Pongo aquí, rebeldía….. Realizaste tu tarea?-
-          No.
-          Desobediencia…- Cuantas veces fuiste disciplinada?
-          Ayer o en la semana.
-          S…o…b…e…r…b…i…a – Dijo la operadora mientras escribia.- En la semana y ayer.
-          6 y 3.-
-          Para un martes seria…. Okay…. Y por ultimo, supongo que hoy llegas tarde.
-          Si.
-          …..-
La operadora observo la pc un rato, mientras Pam esperaba.
-          Podria apurarse?. La Sangre se me sube a la cabeza.- Protesto Pam.
-          Genial…- Protesto la mujer- Como te gusta hacerme trabajar.
Pamela sintió como el potro se ponía en una posición que ya no hacia que la sangre se le suba a la cabeza. Y luego continuo esperando.
De repente llegaron dos mujeres.
-          Susana, aun no terminas? Tenemos nuestro tiempo libre.-
-          Tengo que reprogramar un model. Tengo para un ratito mas.
-          Eh… Reprogramar?- Pregunto Pam, con una mescla de curiosidad y miedo.
-          Si… el programa lo sugerio. Ahora voy, espérenme.
-          Pero.. que es eso?
-          Esta maquina no solo te castiga, también puedo usarla para configurar tu model. Tu rebeldía constante hizo que la maquina sugiera cambiar tu edad nuevamente.
-          Eh?-
-          Si, debo modificar tu model.
-          No!!! Y eso?
-          R-e-b-e-l-d-i-a antes las situaciones. Bueno, la reprogramación debo hacerla yo. Al menos voy a elegirte algo lindo por haberme hecho renegar tanto durante 365 dias.
En el e-world, la modificación de model era común, para poder ingresarlas. Por lo general solian asignarles una edad cercana a la adolescencia. Eso hacia mas fácil para las guardias controlarlas, y por lo general la volvían mas dócil. Solo que pam nunca imagino que la maquina de castigo tuviera la misma opinión.
-          Ya esta, espero que mañana no me des el mismo problema.- La mujer se retiro, pero antes dijo. Ah, para que no te asustes, ahora la maquina te realizara una inyección de datos. –
-          Pero!!!
-          Ah, - Espero en la puerta.- Por protocolo debo advertirte. Cambie el programa de tu uniforme para tu nueva edad. Todo elegido por mi con mucho cuidado. Y….-  La operadora se acerco a la pantalla, volteándola hacia Pam. – Preferis un video educativo, o ver tu castigo? Es largo.
-          Verlo…- Dijo Pam, expresando miedo ante la incertidumbre.
-          Bien.- Dijo la mujer, esta vez retirándose.
Pam giro, y vio que el brazo mecanico cargaba una extraña jeringa, el potro la inclinaba nuevamente, y un gancho, levantaba suavemente su falda. Lueego, bajaba levemente su bombacha, y ala jeringa se dirigía a su nalga. Ella intento no tensarlas y AUCH! La inyección entro. Y luego salió. El gancho, acomodo nuevamente su falda y ahí termino.
El dolor no era tanto como realmente imagino, y estuvo un minuto esperando a que algo pasara. Noto que no era necesario girar la cabeza. Las cámaras del cuarto, enfocaban distintos angulos de ella. Hasta que de repente sintió un hormigueo en su cuerpo. Y escucho una voz robotica.
-          Pamm Moonstar. Altura 1.60 Peso 1.53 edad corporal 16 años. Edad de la reclusa al ser incorporada, 35. Crimenes cometidos: Robo reiterado. Secuestro.
El hormigueo se incremento notablemente, hasta que sintió la habitación volverse mas grande, o su cuerpo mas pequeño. Lo primero que sintió también,  fue la disminución de sus senos, ya que ya no estorbaban tanto en el potro.  Intento escaparse aprovechando su nuevo cuerpo, pero noto que el potro y las ataduras, se encogieron con ella.
La voz robotica menciono nuevamente: Pamm Moonstar. Actualizaciones de model: Altura 1.42  Peso 42 kilos. Edad corporal : 12 años.  Advertencia:  Incremento de sensibilidad física y emocional en un 50% .
Pamm repentinamente sintió mucho miedo, pero hizo un esfuerzo en reprimirlo.
-          Procediendo a actualiacion de progama: Uniforme.
Pamm noto como su uniforme se modificaba en la cámara. Sus medias se achicaban hasta debajo de la rodilla. Su blazer desaparecia y su falda se convertía en un jumper. Sentia el jumper comenzar a cubrir su pecho, hasta verlo a unos 15 cm de su cuello. Vio su corbata convertirse en un liston rojo, su cabello se acorto y sintió repentinamente una presión. Luego vio dos coletas con listones asomar a ambos lados de su cabeza.
-          Modificaciones completadas:  Procediendo con castigo. 100 azotes con vara correctiva.
100?... Penso para si misma. Era poco para lo acostumbrado. Pero sin embargo una parte de ella se revoluciono del miedo. Pudo observar la vara correctiva, levantarse alto y grito sin querer “no!”. Paf! Sono el primer azote, y las correas se resistieron a la fuerza de pamm. “Acaso no se que las maquinas no escuchan?” Se quejo consigo mismo pamm. Pero no tubo tiempo para seguir pensando, enseguida el segundo azote callo. “AY!!!” Protesto sin querer. Desde cuando tan poco le dolia tanto? Se pregunto, sintió sus ojos llenarse de lagrimas, y protesto para si misma “no voy a llorar!!!”. Pero naturalmente, no pudo limpiarse las lagrimas, sus brazos estaban atrapados. Sintio sus lagrimas caer hasta llegar a su boca. Y asi los azotes continuaron callendo. Su nuevo cuerpo, y estado emocional la sorprendieron, pero con el tiempo pudo controlar sus emociones. Noto que la falda de su jumper era un poco mas corta, quizá por su nueva altura.
PAF!!!- Callo el azote 50. Pamm apretó los dientes y espero al otro. Hasta que vio el gancho acercarse a su falda. Al levantarlo noto que su ropa interior había cambiado. Ya no era como la que se había puesto antes, ahora era propia de una niña. Tapaba toda su cola y tenia un estampado de ositos.
-          Ay dios…- Se quejo ella, y un azote le hizo pegar un grito. Sin su jumper protegiéndola dolia mucho vas. Sus lagrimas comenzaron a fluir nuevamente, y otro azote cayo.
-          No voy a lloraaaaaaar!!!- Grito sin querer en voz alta. Su cara se puso roja, y sintió sus lagrimas meterse en su boca de vuelta. AY!!! Callo otro azote.  Y al azote 60, ya no pudo aguantarlo mas. Las ataduras la retenian, pero sin embargo, ella se movia y sacudia llorando y pidiéndole, a una maquina, que por favor se detenga.
-          Castigo concluido, Procediendo a liberar la reclusa.
El potro se paro, y Pamm se reincorporo, limpiándose las lagrimas, llorando vivamente, y sobándose su cola mientras daba pequeños saltos. Cuando logro terminarlo, vio a las guardias de reojo. Las veía gigantes desde su nueva perspectiva, incluso la maquina se veía gigante. Continuo sobándose, intentando reincorporarse. Hasta que al fin se tranquilizio. Se acomodo su uniforme, y vio que las guardias tenían cierto gesto de sonrisa.
-          Malditas…- Protesto… No era tonta. Sabia que con su nueva apariencia un golpe de ella causaría mas gracia que daño.
Camino rápidamente a su curso, afortunadamente, sus utiles ya la esperaban alla. Sin embargo, y afortunadamente, algo había pasado, y todas se encontraban aun afuera del aula. Sin eso, seguro era castigada por llegar tarde. Finalmente vio a Jeannie y a Ashley. Ambas se veian gigantes ahora. En especial Ashley, que incluso, se veía mas voluptuosa.
-          Espera Ashley….- Dijo Jeannie, viendo a la niña de al lado suyo. – Sos Pamm no?-
Pamm esquivo la mirada, sintiendo de repente mucha vergüenza.
-          Awwwww que tierna!!!- Exclamo Ashley.
-          Debimos haberle advertido…- Suspiro Jeannie.
-          AWWWW!!! Que tierna!!!- Exclamo Ashley.
-          Que te pasa estúpida!- Protesto Pamm enojada.
-          Hey, mas respeto con tus mayores. Agradece que no te asignaron a otra clase. Vamos a cuidarte – Dijo Ashley.
-          Los cambios de edades son comunes a las rebeldes. – Explico Jeannie.
-          A mi me la aumentaron, ahora tengo 18.- Dijo Ashley orgullosa.
-          Asi somos…- Dijo Jeannie y dio un suspiro.- Mas fácil de manipular supongo… Y de paso, bueno, juegan con nuestra vanidad…- Explico.- Si te comportas bien, volveras a ser como nosotras.

jueves, 8 de mayo de 2014

otra historia de Maids, parte 5

Bueno, es chiquita pero importante esta parte.
















-          Una nueva novata?-
-          Hay espacio aca para una mas?- Se pregunto Mariana.
-          Si, hay 4 camas, dos gemelas…- Respondio Romina. – En el orfanato eramos 8 en una habitación asi.-
-          Justo hoy tiene que venir una novata nuevaaaaaaa?- Pregunto Vanesa, avergonzada de estar con su cola en reposo.
-          Es una forma rápida de que aprenda como son los castigos- Se rio Romina.
-          Niñas, en silencio.
-          Y ese nuevo uniforme?- Pregunto Romina.
-          Ya se enteraran mas tarde, quiero que vean a la nueva Novata, y la saluden. Sin mas interrupciones.  Pasa a la habitación y acomoda tus cosas.-
Para sorpresa de todas, Rebecca entro, con el uniforme rosa de novata puesto, y trajendo sus cosas.
-          Parada aquí al lado mio.-
-          Si señora…-
Sus mejillas continuaban sonrojadas, y su rostro expresaba infitinita vergüenza.
-          Pero… yo crei que ella era una maid no?
-          Si, Era, pero como no la veo comportarse como corresponde, volvió a ser novata. Las dejo prepararse, y en una hora quiero que todas se presenten en el comedor para recibir una noticia.-
Las 4 permanecieron en silencio. Rebecca ordeno sus cosas sin soltar palabra, y Vanesa continuo esperando a que el paño se seque.
-          Bajamos a desayunar Romi? Vos venis Vanesa- Pregunto mariana, intentando romper el ambiente incomodo.
-          No voy a bajar con este pijama. Cuando se seque me pongo el uniforme. Aparte Rebecca disfruta verme, no voy a arruinarle su vista.- Contesto Vanesa, enfadada.
-          Si te alegra…- Respondio Rebecca seria y fría. Luego saco de su bolso un pijama enterizo. – Hoy a la noche lo uso. – Aclaro.
El ambiente continuaba tenso, hasta que vanesa se paro y exclamo molesta.
-          Por que no dejabas de molestarme! Crei que eras mi amiga!- Exclamo. – Hasta yo te enseñe a hacer muchas cosas, que a pesar de estar aquí mayor tiempo que vos no sabias hacer!-
-          No te pone feliz verme con este uniforme y volviendo a ser novata?- Exclamo también Rebecca.
-          Chicas chicas, si nos escuchan gritando…- Interrumpio romina, en vano.
-          No me importa!! Eras mi amiga! Eras! Y te vivías burlando de mi, y acosándonos!! Que me importa si tu uniforme es rosa, negro o naranja?
-          Bueno, ya recibi lo que me merecía… o peor.- respondió rebecca. Suspiro viéndose a si misma. – Y mis compañeras se van a burlar de mi, al verme asi. Espero que eso te consuele.-
-          Eso no me importa! –Exclamo Vanesa. Romina la tomo de las manos e interrumpió: Vane, vane, mejor ya cambiate y ya vamos a desayunar.
-          Soy capaz de ir asi con tal de no estar cerca de ella.
-          Abotonate ese pijama tonta- Se rio Mariana.
Vanesa giro enojada a verla, pero luego se sonrio.
Mejor me cambio…- comento.
Las 3 se apuraron a cambiarse rápido, y luego de arreglarse el cabello, bajaron a desayunar y prepararse para el dia de trabajo arduo, tan común en las novatas. Rebecca, ordeno lo que faltaba de sus cosas, y pensó en voz alta.
-          16 años…. Y aun con uniforme de novata. Cuanto tiempo mas lo usare ahora…-

Romina, Vanesa y mariana, desayunaban.
-          Sirvio la curación?- Pregunto Romina.
-          Si… - Suspiro Vanesa.
-          Tanto te molesta que haya otra novata?- Pregunto Mariana.
-          Cambiemos de tema, no les pareció raro verla a Paula con ese uniforme?
-          Creo que ahora, nos van a explicar por que no?- Respondio Mariana.
A la hora indicada, las 3 llegaron al comedor, en donde las maids ya se encontraban. Rebecca, llego 2 minutos antes, y se paro junto a las otras novatas. Todas comenzaron a Murmurar, Hasta que Stephanie llego.  Apenas se acerco, todas permanecieron en silencio.
-          Señoritas. Hasta ahora yo me estuve encargando, del cuidado de la casa, de darles ordenes, y de su disciplina. En especial de las novatas. Sin embargo, yo tengo otras ocupaciones, y me era imposible dedicarme especialmente a ustedes. Por eso, hemos decidido junto a mi hermano que alguien debería encargarse exclusivamente de esa tarea. Paula, pasa por favor.-
Paula ingreso al comedor, con un gesto de orgullo, presumiendo su nuevo uniforme.
-          Como notaran, usa un  uniforme nuevo, ella será una maid, como todas ustedes. Pero será su responsabilidad guiarlas, para que la mansión quede impecable. Y también, educar a las novatas. Espero que le tengan el respeto que se merece, ya que estará encargada de su disciplina.
-          Genial…- murmuro levemente Vanesa.
-          Chicas, como pueden saber, en esta mansión, la limpieza es una prioridad, como también la educación de las maids.  La perfeccion en la servidumbre, para la atención a nuestros huéspedes, es un factor importantisimo, en lo que son los negocios, que realiza nuestro amo, Mawell. Por lo tanto, no solo me encargare de que la educación de las novatas las lleve al nivel pretendido. Tambien quiero que las maids, tengan un desempeño no menos que perfecto. Y que todas podamos trabajar como un gran equipo. Planeo seguirlas de cerca, y lograrlo. Como podrán ver, una de ustedes, volvió a ser novata. Esa fue mi decisión. Si las maids, tienen mas experiencia que las novatas, no pueden andarlo presumiendo. Necesito que las ayuden a progresar. Si veo que una no maid alcanza la perfeccion deseada, se le dara un castigo ejemplar. Desde el momento que usan su uniforme negro, se supone que manejan todas las tareas perfectamente. Las equivocaciones solo puedo verlas como rebeldía, y  si queremos trabajar como equipo, no hay espacio para esta.
Si veo que una maid, no cumple con las condiciones necesarias, se trabajara en su reeducación. Como ya podrán ver, trabajare en la reeducación de una de ustedes. Planeo dedicarme al trabajo al 100%, y volverles a enseñar como si fueran novatas para mi no supone ningún problema.- Explico Paula. En ese momento, saco una fusta de un bolsillo de su vestido. El cual, parecía ser lo suficientemente largo como para guardarla. Tambien saco un delantal.
-          Soy una maid como ustedes, y no crean que solo dare ordenes. Si es necesario y si necesitan ayuda, me pondré este delantal. Pero he sido educada, al igual que ustedes, bajo esta disciplina desde muy niña. Y no temo, enseñarles de la misma forma que yo aprendi. Despues de todo, si la mansión, no se ve impecable, nuestros amos no dudaran en castigarme como aun lo hacían, antes de ocupar este puesto.- Termino de explicar, guardando la fusta y el delantal.
-          Las novatas, vallan a cartelera, a ver sus actividades. El resto de las maids, vengan conmigo. Tendremos una charla.-
Todas obedecieron, y romina, mariana y vanesa, fueron juntas. Rebecca se apuro a llegar a la cartelera. Y luego de eso se retiro rápidamente.
-          Escucharon eso?- Dijo Mariana indignada. – Me sentí como en el ejercito.-
-          Si, es verdad!- Mintio romina. La verdad, ni ella ni vanesa entendían acerca de cómo era estar en un ejercito.
-          Esta loca, les dije que esta loca!- Protesto Vanesa.
-          Pero capaz sea mas buena que Stephanie… ella siempre dice que esta cansada.-
-          Si.. y hace discursos acerca de uniformes, fustas y delantales?-
-          Les digo, esta loca!-
Las 3, llegaron a la cartelera, y revisaron sus tareas.
-          Nos vemos luego para almorzar. Suerte Romi esforzate, suerte Vanesa.
-          Suerte Mariana, suerte Vane- Dijo Romina.
-          Suerte chicas…!!- Respondio Vanesa. Luego se sobo un poco la cola y pensó: Creo que Paula me va a volver igual de loca a mi ahora.

martes, 6 de mayo de 2014

Otra historia de Maids, parte 4.

En serio que no se poner nombres. Sugerencias ser bienvenidas:

















Al salir, notaron que sus compañeras ya estaban despiertas. Claro que con ropa normal, a diferencia de ellas que siguen con sus uniformes.  Se las veía charlando en pequeños grupos, y mientras caminaban, de vez en cuando alguna giraba a verlas.
-          Se siente raro seguir en uniforme…. Cuando todas ya están vestidas normales.- Dijo romina.
Mariana puso una sonrisa débil, y dijo: Con el tiempo te acostumbraras. A mi me costaba mucho acostumbrarme a vivir con uniforme siempre, pero ya se me hizo normal. Antes me incomodaba mucho la cofia.
-          Es la vida de una novata… Igual seguro ahora viene lo mas molesto…- Se quejo Vanesa.
-          Y se quedan todas en la mansión?- Pregunto Romina.
-          No, la mayoría aprovecha para ir a la ciudad. Pocas se quedan aca. Excepto Paula que continua sirviendo, y sigue con su uniforme…- dijo Vanesa.
-          Esa no es Rebecca Vane?- Dijo Mariana.
-          Si… Mejor vallamos rápido a la cocina.- Dijo Vane, Pero Rebecca fue directo a ella.
-          Que tiernas ellas aun trabajando- Bromeo Rebecca. Sus amigas se acercaron por curiosidad. – Domingo de disciplina?- Pregunto.
-          Vos deberías saberlo mejor que nadie- Respondio Vanesa molesta. – Hace un mes estabas igual que nosotras.-
-          Vane, vamos mejor… tenemos que trabajar.-
-          Me gustaría quedarme a verlas trabajar asi, pero lamentablemente nos vamos a divertir a la ciudad- Continuo Bromeando.
Las 3 se alejaron del grupo rápido, y romina, en el camino, intentaba no sobarse por pura vergüenza mas que nada.
-          No entiendo por que me molesta tanto- Protesto Vanesa. – Desde que dejo de ser novata la tiene conmigo.-
-          La gente es asi creo… En el orfanato, las que eran adoptadas, prometían volver. Y cuando lo hacían, nos trataban mal.- Se quejo Romina.
-          Los domingos son asi… Espero que se vallan pronto.- comento Mariana.
-          Esa Rebecca esta obsecionada conmigo, es capaz de quedarse solo para verme trabajar asi. – Se quejo.
Llegaron las 3 a la Cocina, y sus amos las esperaban. Sin embargo, Stephanie se encontraba mas bien despreocupada. Alexander, se acerco a las 3 y dijo:
-          Hoy se van a encargar las 3 de prepararnos el almuerzo. Y también, de atender a las visitas cuando lleguen. Son solo amigos mios, Vanesa ya los conoce.
-          La familia Gonzalez mi señor? – Pregunto Vane entusiasmada.
-          Si, ellos. -  Aclaro el. Dirigiendose a Romina dijo:  Aun no los conoces, Pero Mariana y Vanesa si. Son una familia de confianza, asi que no tenes que preocuparte. Pero debes servirlos a la perfeccion. Pensa que es practica, son amigos nuestros, asi que están acostumbrados a ver novatas equivocarse. Pero cuando tengamos huéspedes importantes, ellos no serán en lo absoluto tolerables. Asi que velo como practica.
-          Si señor- respondió Romina, y luego se fueron a cocinar las 3. Tomaron un tiempo, en ponerse de acuerdo que hacer. Pero esta vez decidieron trabajar como equipo, asi que se repartieron las tareas, y comenzaron a trabajar arduamente. Romina observaba, como mientras sus amigas trabajaban, de vez en cuando se podían ver sus muslitos rojos, asomar por debajo del vestido. Obvio ellas estaban muy ocupadas para preocuparse por eso.  “Me pregunto si a mi también se me vera…” Penso Romina parar sus adentros, sonrojándose dijo en vozalta  “Que vergüenza…”
-          Romina, deja de jugar, que no tenemos tiempo, y Alexander nos castigara de vuelta si no lo atendemos.-
-          S-Si!- respondió Romina, sintió una punzacion en la cola y se apuro.
-          Justo hoy vienen visitas…- Suspiro Vanesa.
-          Si… que vergüenza- Respondio Romina.
-          Ellos ya están acostumbrados a ver a las novatas asi- Respondio Mariana, enfocándose en su trabajo. – Solo les preocupa que los atiendamos bien.-
-          Ay, yo no digo por eso!- Se quejo Vanesa. – Hoy viene Pablo!!! Y yo con la cola hinchada… que vergüenza…- Protesto.
-          Pablo? El hijo único de la familia gonzalez? Que le vez? –
-          Que le veo?! Es hermoso… Y tiene nuestra edad- Respondio Vanesa.
-          Ay Vane, a vos te gustan todos!-
-          Solo dije que nuestro amo es guapo… Pero Pablo es distinto, tiene nuestra edad. Ay, capaz se enamora un dia de mi, y me termina volviendo princesa…- Respondio Vanesa.
-          Tendria que ser príncipe para hacerte princesa- Bromeo Mariana.
-          Para el soy solo una tonta sirvienta…- Suspiro Vanesa.
Las niñas terminaron de cocinar, y llevaron el almuerzo a Stephanie y Alexander.  Las 3 esperaron impacientes, a que ellos lo degusten. Romina nerviosa, apretaba su delantal con sus manos, intentando no sobarse. Los castigos aun la aterraban, y mas con su cola asi de adolorida.
-          Los Domingos siempre disfrutamos buena comida, por que será?- Pregunto Stephanie.
Las 3 se sonrojaron, y Mariana respondió: Si estamos solas… podemos esforzarnos mas Madam.
-          Bueno chicas, bastante bien. No tienen la calidad de una profesional, pero para el tiempo que llevan esta perfecto. En una hora llegaran los invitados. Les recomiendo Desayunar ahora, para tener fuerzas para todo el dia.
-          Si señor- dijeron las 3 al unisono.
Mientras desayunaban, y observaban a sus compañeras retirarse, la visita de la familia les generaba expectativa. En especial a Vanesa, que con su cola Hinchada, debía comer de pie. Pero también a Romina, que nunca había estado en esa situación. Mariana, se veía mas confiada.
Finalmente tocaron la puerta.
-          Mariana, vos tenes mas experiencia, invita a entrar a los huéspedes. –
-          Si señor.
-          Mientras Mariana se iba, Alexander se quedo Romina y Vanesa.- Recuerden que deben servirlos a la perfeccion- Menciono el. – Y romina, no andes sobándote o hagas una escena, o a la noche te repito otro castigo- Le advirtió. – Se ve muy mal que lo hagas.-
Romina asustada apretó su delantal y respondió, - Si señor.- La reacción exagerada de Romina, le causo gracia a Vanesa, pero rápidamente silencio su Risa. Sabia con la seriedad que se tomaba las visitas Alexander. No tanto por quienes eran. En sus 5 meses, presencio visitas de huéspedes importantes, junto al dueño de la casa, Maxwell. Como novata, solo se encargaba de tareas menores de limpieza, que no requirieran mdemasiada responsabilidad. Pero las Maids mas expertas, se stresaban muicho en lograr esa perfeccion.
Al fin, las famosas visitas, llegaron. Eran un hombre y una mujer, de unos 40 años, aunque el hombre ya mostraba canas. Y un joven, de unos 17 años. Todos vestidos muy elegantemente. Mariana caminaba al frente, orgullosa de hacer  todo perfecto.
Al llegar, Alexander presento a Romina.
-          Bueno, ella es la nueva Maid. –
-          Que chiquita que es, cuantos años tiene?- Pregnto el señor.
-          13 años.-
Romina, como siempre se sonrojo otra vez, odiando los comentarios sobre su altura.
-          Jajajaja, parece una niña- comento la señora.
Romina frunció el seño ante el ultimo comentario, pero noto que el muchacho, la miro de reojo, al hacerlo bajo su cabezo.
-          Nosotros pensamos lo mismo, pero se esfuerza muchísimo, niñas, saluden a los invitados.
Vanesa y Mariana, hicieron una reverencia, y amablemente saludaron: Bienvenidos a la mansión.
-          Muy bien- Dijo Alexander, y luego observo a Romina quien continuaba cabisbaja.
-          Romina…-
Romina despertó de sus sueños, en los que aun continuaba sumergida protestando para si misma acerca de los comentarios sobre su altura, hasta que escucho  a Alexander. Sobresaltada, respondió.
-          Si- Si señor?
-          Tenes que saludar a las visitas.
-          Hola…-
Las visitas, se rieron, incluyendo el joven.
-          Se nota que es nueva.-
-          Si, y muy despistada. Pero trabaja mucho….- Aclaro Alexander. – Romina, a tu posición-
Al escuchar esa palabra, su cola pego otra punzada, llevo una mano a su pecho y apretó el delantal con fuerza con una mano. Pero recordando las advertencias, rápidamente grito si señor, y adopto la posición.
-          Que obediente-
-          Si, aun esta aprendiendo, solo tiene pocos días. Te quedas asi hasta que busque la fusta.-
-          Si señor!
Pablo observo a la niña, luego de hacer ese gesto de terror, inclinarse esperando su castigo. Desde niño que era traido a esta mansión, de visita. Y estaba acostumbrado a estas escenas. Pero desde los últimos años, le llamaba mas y mas la atención. Era divertido observarlas. La espalda de Romina, se movia, y sus piernas también, ante la anticipación. Y aunque las maid, estaban acostumbradas a ser observadas con indiferencia, esta vez, eran observadas con interés. El nerviosísimo en romina aumentaba, al sentir los pasos de su amo acercarse, y hasta el pudo observarla cerrar los ojos. Ante el primer azote, dio un salto en el lugar, haciendo un esfuerzo para permanecer en posición, y para contarlos. En el cuarto azote ya se le escuchaba la voz llorosa. “Domingo de disciplina” pensó pablo para sus adentros. Los domingos las novatas siempre están adoloridas.
Al pararse Romina, comenzó a pararse en cada pie, intentando no sobarse, y se limpio las lagrimas con su muñeca.
-          Saluda como tus compañeras.- Ordeno Alexander.
-          Bienvenidos a la mansión- Dijo Romina, haciendo una reverencia.
-          Bien, ahora anda a limpiarte la cara-
-          Si señor- Dijo Romina.
Pablo pudo observarla sobarse, al estar mas alejada.
Mientras se relajaban, y hablaban, pablo observaba a las novatas. Las 3 trabajaban adoloridas, y era genial ver por debajo de sus vestidos. Toda su vida, había visto infinidad de sirvientas. Perteneciendo a una familia rica, pertenecía a una de las mas caras instituciones. Pero su colegio, era de hombres. Y las veces, que veía niñas de otras familias ricas, eran jóvenes tan desagradables, y malcriadas, que muchas veces pensaba, que ellas merecían mas un castigo, que las pobres chicas de esa mansión, que se esforzaban tanto en lograr bien sus tareas.
-          Romina, anda y preguntale a las visitas, si desean algo, queda bien- Le dijo Mariana a Romina. Romina hizo caso al consejo, y fue a preguntar muy amablemente.
-          Si, un café.-  respondió uno de los señores. Y ella fue apresurada a preparárselo. Mariana continuo limpiando cerca y aclaro que estaba ahí por si la necesitaban para algo. Y pablo pregunto si podía retirarse al parque, a leer algo.
El muchacho se retiro. Se sentía raro observándolas asi. Observando a una en particular.
-          Seeeeeñor…- Dijo Vane.
-          Si?- Pregunto el.
-          Desea que lo sirva en algo?- Pregunto Vane con una reverencia.
-          No, muchas gracias.-
-          Seguro señor? En nada?-
-          No gracias-
-          Bueno, yo me quedare por aquí…. Aviseme en cuanto necesite algo.-
Pablo suspiro, y luego vio a una chica acercarse.
-          Pablo, como estas?-
-          Hola rebecca…- Respondio el.
-          Ignora esa novata, yo estoy en mi dia libre, queres que nos sentemos juntos?-
-          Yo lo estoy sirviendo Rebecca, y no tenes que meterte-
-          Ignora a la N O V A T A- Exclamo, y luego le dio un manotazo al vestido , haciéndolo levantarse. Vanesa se tapo rápidamente y Rebecca Bromeo. – Sabias que hoy es dia de Disciplina para las novatas? Y es obvio que ella hace las cosas muy mal no?-
-          COMO TE ATREVES?- Exclamo Vanesa.
-          VANESA, REBECCA, VENGAN AQUÍ MISMO!- Exclamo Alexander a lo lejos.
Las niñas pusieron gesto de terror, y al inmediato fueron. Pablo suspiro, por su poder económico, muchas las veian como una salida fácil de la servidumbre. Y no solo las maids, otras chicas también.  Vio a lo lejos, a Alexander regañándolas a las 2. Era obvio ya que ambas se encontraban cabisbajas. Esa escena siempre se le hacia entretenida. Una de las chicas, Rebecca. Se retiro rápidamente. Y luego observo como Vanesa continuo siendo regañada.
-          Solo estaba intentando servirlo.-
-          Y por que solo lo servis a el? A mi no me engañas, a tu posición..-
-          P-Pero… señor…-
Pablo vio que Vanesa giro a mirarlo de Reojo, y luego se inclino. Y luego la vio hacer la que el llama “Danza de los azotes”. Se notaba que el domingo de disciplina había sido duro para ella. Generalmente resiste mas los azotes. Es gracioso y triste a la vez como Vanesa, siempre quiere verse bien con el, y siempre termina siendo castigada en frente de el.  Luego de verlo a Alexander irse, Vanesa volvió y le dijo: Perdon por haberlo molestado, si desea algo avisenos, o solo vaya adentro.
-          Si, muchas gracias.- Respondio el.
Era obvio que Vanesa estaba muy interesada en el. Pero de las novatas, la que venia llamando su atención era Mariana. No solo por su belleza, y por su hermosa tez blanca que le recordaba a las chicas de las familias ricas, sino por ese orgullo, esa necesidad de hacer todo perfecto. Ver una chica sobervia, orgullosa, en posición de servidumbre, y trabajando cerca de el, con sus muslos rojos dejándose ver, en pequeños momentos, hacia que el no pudiera quitar su mirada de sus piernas. Y generaba en el, sentimientos, difíciles de explicar. Tan difíciles, que prefería irse al parque y estar en soledad.

 --------------------------------------------------------------------------------------------------------



-          Y encima, luego de eso, El señor Alexander me castigo en frente de el prácticamente…- Suspiro Vanesa con un puchero, mientras guardaba su cofia.
-          Pobrecita….- Dijo romina.
-          No entiendo como te puede gustar ese Pablo.- Protesto Mariana. Doblo su delantal y lo guardo doblándolo delicadamente.
-          Me ayudas a desabotonarme el vestido?- Pregunto Romina. – No llego.-
-          Si, yo te ayudo- Respondio Mariana.
-          Yo tampoco, capaz por que es imposible- Suspiro. Semi desnuda, se acerco a su cama, y luego miro con resignación su pijama.
Romina se encontraba de espalda, mientras mariana la ayudaba a desabotonárselo. – Se cree que es el rey del universo.- Dijo ella.
-          Si, luego de que entraste, ya no se acerco mas hasta irse.-
-          Nosotras estuvimos limpiando y sirviéndolos mientras vos estabas afuera- Comento mariana, mientras romina la ayudaba a ella. – Pero Romina se puso nerviosísima.-
-          Me incomoda…. No se, es raro… En el orfanato, solo tenia que limpiar. Pero ahora tengo que además servir, y hacer preguntas … Y encima me hizo llorar cuando me castigo…-
-          Ay vos también, mira si vas a saludar a……. Y ese pijama?
Vanesa estaba usando un pijama blanco enterizo. Romina giro a ver.
-          Jajajaja que tierna!!!- Se rio romina.
-          No se rian!- Se quejo Vanesa poniéndose roja.
-          Y tu camisón?- Pregunto mariana, conteniendo la risa.
-          …. Ustedes no entienden por que son nuevas…- Protesto ella, y giro para guardar su uniforme.- Hey soltame!!-
-          Y esto…? –Pregunto romina, tomando la abertura rectangular de atrás.
-          Es para que te nalgueen?- Pregunto Mariana. –Que raro, por que usas eso?!-
-          Ya vas a ver por que!- Se quejo vanesa, alejándola a romina. – Ustedes son nuevas, y nunca recibieron un castigo como el que me dieron a mi.
-          Cierto…- Penso romina. Le observo la cola a Mariana, que a través del camisón se podía ver bien. Ya estaba blanca. Y luego se vio a si misma. Aun tenia muchas marcas. Pero a través del pijama de Vanesa, aun se veía su cola bien roja.
-          Hola chicas, pasábamos por aca-
-          AY NO!!!- Protesto Vanesa, metiéndose a la cama.
-          Que pasa Vane, por que no queres salir?-
-          Rebecca, a que viniste aca?- Protesto Mariana, esta vez ya enojada.
-          Es domingo de disciplina, quiero ver el pijama de Vane. Se debe ver tan tierna.-
Rebecca estaba en la puerta de la habitación, junto a otras  chicas.
-          Por que me tenes que molestar siempre!!!- Dijo esta vez Vanesa. Su rudeza se había quebrantado, y ya estaba cansada.
-          Por que sos muy linda!- Bromeo Rebecca.
-          Eras mi amiga…-
-          Me quieren decir que hacen aca?-
-          Paula…- Dijo Rebecca.
-          Nosotras solopasabamos.-
-          Vayanse! Rebecca y yo vamos a hablar mas tarde.- Le dijo.
-          Que vas a hacer, acusarme?- Bromeo Rebecca- Solo sabes hacer eso.-
-          Se nota que aun no te enteraste…- Sonrio complaciente Paula. – Te recomiendo irte.-
Rebecca, la observo. Dudo un poco, pero sus compañeras se fueron. Y ella termino haciendo lo mismo.

-          Tambien viniste a burlarte?- Pregunto Vanesa, aun dentro de la cama.
-          No, vengo a curarte. Nuestra Ama Stephanie prefirió que yo lo haga. Ella esta cansada.- Comento Paula, mostrándole Alcohol.
-          Curarla?- Pregunto Romina.
Vanesa puso rostro de preocupación y apretó los dientes. –Ahora….?-
-          No des problemas Vane, sabes que es por tu bien. Se te va a curar mas rápido la cola, y no te van a quedar marcas.-
-          ….- Vanesa salió de la cama, y desabotono la parte de atrás de su pijama. Luego se recostó sobre las piernas de Paula.
-          Entonces si es para que te nalgueen- Comento Mariana.
-          Es peor…- suspiro Vanesa.
-          No es peor, y no duele tanto.- Comento Paula, manchando un algodón con alcohol.
-          Si lo es…- Respondio Vanesa, poniendo su cara contra la cama.
-          Va a nalguearla?- Pregunto Romina.
-          Solo voy a curar su cola. Esto se hace luego de castigos severos.- Respondio Paula, y comenzó a untar suavemente el alcohol sobre la cola de Vanesa.
Vanesa solto un gritto y comenzó a patalear rápidamente.- ARDE ARDE ARDEEEEEE AYYYYYYYYYYYY- Se quejo.
-          Si no te dejas curar, te voy a tener que nalguear-
-          Duele menos eso, AYYYYY- Grito Vanesa.
Paula se demoro un rato largo, en curar su cola, untando el alcohol prolijamente. Luego la recostó boca abajo, poniendo un paño sobre ella.
-          Cuando se seque, podes volver a abotonártelo a tu pijama, si?
-          Si… ya lo se…-
-          No respondas asi, que es por tu bien.- Respondio Paula, haciéndole un mimo en el pelo a Vanesa. – Duerman bien chicas-
-          Las chicas la observaron, y vanesa respondió.- Para esto es el pijama…. Cerra la puerta por favor, o van a venir a espiarme.-
-          Si Vane- Dijo Mariana.
Romina se recostó en posición fetal, y se sobo lentamente la cola. Sintio que se apago la luz, y se quedo dormida.

Al otro dia….

Romina dormía profundamente, hasta que de repente, la despertó un grito. Estaba cansada, de todas formas. Asi que intento continuar durmiendo. Pero el llanto continuaba.
-          Ayyayayayaya-
-          Vane!! Deja de hacer tanto escándalo.-
-          Arde horrible!!- Protesto Vanesa.
Cuando se despertó, Romina vio que otra vez la estaban curando.
-          Es por tu bien Vanesa.-
-          No es necesario tantas veces- Protesto con uun puchero.
-          No queda bien que andes con marcas moradas. Ni que estes asi una semana. Aun eres una niña, y esos castigos te pueden dejar marcas permanentes, que se verían horribles-
-          No impor… AYYYY AYAYAYA-
-          Vanesa!! Es muy temprano, por que gritas….. Hola Paula- Dijo Mariana, al despertarse.
Paula recostó de vuelta, a Vanesa boca abajo, y le puso un paño húmedo en la cola.
-          Buenos días…- Dijo Vanesa sonrojándose.
-          Buenos Dias.-Se sonrio Mariana.
-          Chicas, esperen aquí un momento.-
Romina y Mariana aprovecharon, para cepillar sus dientes. Mientras Vanesa aun esperaba a que el paño se secara.
-          Chicas- Dijo Paula al instante.
-          Ese uniforme…- Menciono Romina.
Paula, en efecto, estaba usando un uniforme nuevo, largo, y muy elegante. Aun portaba su cofia, pero ya no usaba delantal, y la tela se veía de buena calidad.
-          Quiero presentarles a la nueva novata.- Menciono Paula.