miércoles, 19 de mayo de 2021

Rack

 

 

-          Guarda con bulto que esta caliente!!-

-          ¿Qué pasa que no venis a las regaderas? Te da vergüenza?

-          Es que no quiere presumir!! Jjajajaja

-          Asi dicen, es petiso pero se la pisa

 

Me escondi de la vista de todos en la fabrica y revise mi celular esperando si habia llegado el mail. Nada…

-          Eh? Gonzales!! Otra vez boludeando con el celular?

-          Ya realice todo mi trabajo!

-          Siempre hay trabajo para hacer!... Mira, lleva… estas dos piezas para alla. Y no te quiero ver al pedo de vuelta, me dijo el jefe que iba a hablar con vos.

Enfadado, me fui llevando la pieza.

“Encima que no me pagan se ponen pretenciosos con las llegadas tardes. Odio este trabajo… No veo la hora que… “ Proteste y senti mi celular vibrar.

“Cumplimos un año de esfuerzos. Superaste la prueba. En casa recibiras el collar definitivo. “

Sorprendido festeje!

-          Al fin!!!  - festeje y rápidamente comencé a despedirme de con quienes estaba trabajando.

-          Gonzales!!! Otra vez boludeando??

-           Boludeando? Viejo sorete??  Me la paso trabajando aca y de paso te hago tus favorcitos. Cornudo.

Al viejo se le puso la cara roja de bronca. Y fue peor cuando le enseñe el dedo del medio.

-          Ojala te mueras forro. Renuncio. -dije, llendome.

Tome mis cosas y rápidamente marque y me fui. En el camino, y cuando nadie me miraba acaricie mi bulto sintiendo la superficie rigida del cinturón de castidad.

No sabia con quien hablarlo. Mis amigos, no lo entenderían. Mi familia, menos. Y por eso no me importaba irme. Fui a mi casa y busque un bolso. Guarde ahí todas mis cosas. Por wzup avise que me iría a vivir soo. Y realmente nadie me dijo nada, mas bien dijeron “ya era hora”.

Yo no soportaba mas, asi que ni siquiera lo pensé. Viaje hasta el centro, a la zona lujosa, en donde esperaba encontrarme con mis amos. Alli, subi las escaleras hasta el octavo piso. En la puerta, espere junto a otro chico. Igual de bajito con el. Me había tocado compartir sesión con el una vez. El era rubio, blanco de pelo alisado.  Lo cual me daba un poco de bronca. Al igual que yo, tenia el cabello muy largo, debido a las ordenes de ellos.

Entramos y finalmente nos recibieron los dos.

El , estaba llevaba un traje, anteojos y se veía muy formal. Ella un escotado vestido rojo.

-          Pasen chicos, siéntense. Un cafecito?

-          Si.

-          …Si.

Nos sentamos mientras el hombre preparaba unos papeles.

-          Como se les menciono por email se han ganado su collar definitivo. Durante el transcurso del año, cumplieron sus ordenes y por sobre todo su castigo. A su vez, fueron puntuales en nuestros encuentros.

-          Ay, no seas tan frio!!!  - Protesto ella, sirviéndonos un café. – Los elegimos por que son adorables!

Yo me rei, y el otro chico se sonrio. El hombre, sin embargo se sonrojo levemente.

-          En eso también… se destacaron sobre los demás. ¿Entienden que es rack? – Dijo entregándonos a cada uno unas 4 hojas.

-          Riesgo asumido y consensuado.- Respondi.

-          Exactamente. Por eso el contrato. Para…

-          Es una forma de volver oficial esto chicos. No es para nada importante, es solo…

-          Donde firmo?- Pregunto el otro chico.

-          Deberias leerlo primero.- Aclaro el señor. – Una vez firmado no hay vuelta atrás. – Dijo el, pero el chico apenas pudo tomo una lapicera y firmo.

Al verlo, me sorprendi. Yo no podía quedarme atrás. Ni podía volver a ese trabajo. Automaticamente firme.

-          Muy bien.

-          Bienvenidos a la familia!!!- Festejo la mujer, abrazandonos y besándonos. – Vamos llendo mi amor? No aguanto mas! Estoy tan entusiasmada!

-          …Esto fue mas rápido de lo que esperaba. ¿Estan seguros de que no quieren leerlo?

-          Si! – Dijimos los dos al unisono.

-          Se dice “Si mama” o “si papa” – dijo ella, dándonos un beso. Me quede callado sin saber que decir pero ella sonrio: Ya se acostumbaran.

Viajamos en un lujoso auto, hacia el interior, en un viaje que duro unas 5 hs. Durante el camino, escuhamos música clásica y ambos hablaron entusiasmados. Sin embargo, el chico y yo estuvimos callados durante todo el viaje.

Tenia nervios y miedo, pero “¿Qué podría pasar además de lo que ya paso durante el ultimo año?”

Durante el ultimo año, además de usar este cinturón las 24 hs, estuve depilándome todo el cuerpo todos los días. Creo que ya ni me crecen pelos. Ademas de obedecer cada orden que me mandaban, incluso por chat. Al fin estaba cumpliendo mi sueño de dejar todo atrás y olvidarme de todo.

Llegamos a un lujoso barrio privado, donde ambos enseñaron sus credenciales. Ingresamos, a través de un porton, a una casa con un enorme patio.

Estacionamos y finalmente nos bajamos.

Vimos a una señora, en un uniforme tradicional de mucama negro, limpiando apresuradamente.

-          Ramona, buenas tardes.

-          Ya casi termino señora.

-          Jaja, no te preocupes por eso. Mire, ellas serán las nuevas niñas.

-          Ya veo. – Dijo ella. – Saludos. –

-          Hola…- Tituvee saludando.

Fuimos a través de la casa, a una habitación, con dos camas en el medio. Tenia una alfombra en el piso, y estaba llena de peluches. Las paredes, tenían dibujos de ositos, conejitos, estrellas y arcoíris en un fondo rosa. Coloque el bolso en un costado y el chico hizo lo mismo.

-          Desnudense y metan su ropa en sus bolsos, y celulares al bolso.

-          Si.- Contestamos casi automáticamente y lo hicimos.

-          Ramona.- Ordeno el señor y la mujer entro. Rapidamente nos tapamos nuestros genitales mientras la señora se llevaba el bolso.

-          Donde se lo lleva? – Pregunte, pero no respondieron.

-          Chicos.- Dijo el señor pero la mujer lo miro. El sonrio y ella se adelanto.

-          Chicos, finalmente hoy serán adoptadas. Como puede ver la habitación ya los estaba esperando. A partir de ahora serán nuestras niñas. Se que se han esforzado mucho el ultimo de año para cumplir todo al pie de la letra. Pero a partir de ahora, nosotros nos encargaremos de eso, y ustedes de ser unas niñitas adorables como lo demostraron hasta ahora.

Cuando escuche niñita adorable, una sonrisa enorme se dibujo en mi rostro. Vi que el otro chico también, y hasta se sonrojo. Me dio envidia, sintiendo que el era mas lindo que yo.

Y nuevamente me pregunte “Como podría hacer que mi familia y amigos entiendan esto…”

-          EL contrato dura 5 años, y hasta renovarlo controlaremos sus redes sociales y todas sus decisiones.

-          Mi amor!! Dejame a mi , yo se tratar con las niñas.

-          Necesitan saber sus reglas para que esto funcione- Protesto el.

-          Va a funcionar mi vida.- Dijo ella, apoyando la mano en su cara. – Ellas solo necesitan saber que deben ser unas niñas obedientes y educadas.

-          En el contrato – que no leyeron – se encuentra cada una de sus reglas. Y el incumplimiento de ellas supondrá un inmediato castigo.

-          Pero yo se que mis angelitas no las van a romper no?

-          - No…- Dijimos los dos.

-          Vamos, empiezen “No mami”. Como niñas buenas.

-          No mami…- Contestamos.

-          Muy bien. Ahora acérquense los dos. – Dijo sacando de su bolsillo la llave. Contento me acerque y nos sacaron nuestros cinturones de castidad.

-          Ya se graduaron de este, ahora pueden usar el definitivo. Considerenlo un collar.

El cinturón era dinminuto, rosa, y con un osito. Con dificultad me lo puso y me senti atrapado, viendo como un aro envolvía mis testículos también.

-          Muy bien! – Festejo ella. – Y como recordatorio del amor de mami, les hice estas bombachitas semanales! Que me van a usar siempre eh? No necesitan que mami las cambie diario, ya deben entender. –

Abrio el cajon de nuestra ropa interior, enseñándonos. Ademas de nuestras bombachas semanales habían bloomers, soquetes de niña y camisetas. Nos entrego una camiseta y el calzon del dia. Note que el mio tenia un osito rosa en la cola y el dia. Me lo puse, junto a la camiseta y vi lo pequeño que era el bulto en mi calzon con mi nuevo cinturón de castidad.

-          Ahora niñas, quiero que vallan a la heladera y busquen un tupper. Lo encontraran en el estante superior. –

“Asi?” fue lo primero que pensé, pero el chico inmediatamente fue, y yo lo segui tapándome. Pasamos cerca de la mucama que nos vio pero nos ignore, y luego de buscar un poco, encontramos la cocina. Mientras lo seguía, vi que su calzon tenia un conejito en la cola.

En la cocina, sacamos de la heladera un tupper grande, con liquido adentro y trocitos de jengibre flotando. Lo llevamos a la habitación, y de reojo, vi una chica en uniforme de mucama. Debia tener mi edad, llevaba cola de caballo y revisaba su celular. Intente disimular y me escape pero de repente escuche una pequeña risa. Voltee a ver y no había nada.

Llegamos a la habitación y finalmente le entregamos el tupper.

Bien niñas. – Dijo el señor. Es hora que para completar su adopción, conozcan sus paletas.

Sacaron, de anda a saber donde, dos paletas. ]Ambas eran blancas, pequeñas, una decía Tatiana y tenia un osito rosa. El otro micaela, con un conejito celeste.

-          Esos?

-          Estos serán sus nuevos nombres, y vamos a completar la adopción, con el castigo mas severo que les tocara aca en caso de no cumplir sus reglas. – Ordeno el señor.

El chico del costado, se sorprendio al escucharlo y puso gesto de miedo.

-          No las asustes, es solo un ritual de adopción. Van a estar bien.- Dijo ella.- Ahora quiero que como niñas buenas, apoyen sus manos en la cama, enseñando sus colitas.

Ambos lo hicimos, yo… con bastante entusiasmo. Senti mi bombacha bajarse, y me prepare para los azotes, pero para mi sorpresa, abrieron mis nalgas y senti algo meterse. La bombacha, volvió a subirse y empeze a sentir un ardor increíble.

-          Ayyyy que es eso!! – Llore mientras que además, los paletazos comenzaron a caer severamente en mi cola.

-          Jengibre pequeña. Bienvenida a la casa.-

 

 

Mientras yo intentaba recuperarme boca abajo en la cama, veía el esfuerzo que la señora ponía vestir a mi “hermana” con un vestido celeste de satin.

-          Ya voy pequeñita… Vamos mica, quieta mientras te peino. Aunque con este pelo no se que hacer arghhhh- Protesto.

Hace como 20 minutos que yo esperaba desnudo, pero aun no podía recuperarme del dolor. Mi cola herbia, en todas partes. En partes que ni conocía.

-          Es oficial, si o si tenemos que salir. No puedo tenerlas asi.- Dijo ella. Dejandole el pelo suelto, le puso un gran moño celeste y luego la sento.

-          Ya podes jugar princesa. Ah mira… un conejito de peluche? Te gusta?.

-          Si!!

-          Ten! Vamos Tati, tu turno.

Me termino vistiendo a mi también, en un vestido rosa de satin. Era normal que en las sesiones no feminizen, pero esto era algo mas propio de una niña pequeña. Y demasiado corto…  Pero…

-          ¿Por qué tiene… nuestro nombre?- pensé viendo como el cuello cuadrado blanco, tenia 3 ositos rosas y el nombre “Tatiana” en cursiva.

-          Oh, mientras mas rápido el personal se aprenda su nombre mejor. Aparte es lindo.

Me mire, jalándome el vestido y la mujer dijo: Jueguen tranquilas en su habitación. Mami ya vuelve.

Intente recuperarme, viendo la habitación infantil a mi alrededor. Empece a preguntarme en que me había metido. Y empecé a darme cuenta, que durante todo el año me dio pistas de lo que iba a pasar.

El chico, se relajo y empezó a jugar con sus peluches. ME vio con recelo de reojo, mientras intentaba perderse en sus juegos. Pero yo no sabia que hacer, asi que me recosté boca abajo aburrido.

-          Bueno niñas, …. Tati!! No arrugues tu vestidito. Ven aquí!- Dijo ordenandome.

-          PErdon es que…

-          Quiero que se vean elegantes!- Dijo, inclinándome, y dándome unas sonoras nalgadas. A la primera comencé a gemir. El “Ritual” había sido demasiado fuerte, y ahora otra nalgueada.

-          Portate bien princesa. Mica, aprende de tu hermana. Quiero que las dos esten prolijitas. Vamos. – Dijo tomándonos de la mano.

Nos llevo rápidamente por la casa, y jale mi vestido con mi mano libre sintiendo como rebotaba al caminar.

Pero para mi sorpresa, nos iba a llevar afuera de la casa. Apenas salimos, me encorbe, jalando mi vestido y viendo alrededor. No había nadie pero.

-          Vamos bebe, no te demores.- Dijo jalándome de la mano y llevándome.

-          Pero… nos van a ver.

-          Y?  -Dijo y caminamos 3 casas después.

Finalmente llegamos a una casa, con un garage. ALli adentro se encontraban dos mujeres.

-          Oh vaya!!! Hace cuanto no te veo con dos niñas tan hermosas.

-          Gracias nena, pero necesito hacerles un peinado urgente.

-          Sin lugar a dudas… Sientelas aquí.

Al sentarme, senti el escozor y rápidamente envolvió mi cuello con un trapo.

-          Tuvieron su ritual ya, no? Se rio, mientras nos sonrojábamos.

-          Si! Y ya quiero que esten listas, pero… Ay, no puedo peinarlas.

-          Tranquila Gime, ya van a estar listas. ¿Te decidiste que queres?

-          Pense en tenerlas como gemelitas, por eso los vestidos de colores. Pero…

Frunci el seño, al darme cuenta del obvio problema…

-          Claro, pero una tiene rulos y la otra no. Ya se, tengo una idea.

La mujer, comenzó rápidamente a cortar mi cabello, y a hacerle distintos arreglos. Pude ver en el espejo, como me empezaba hacer el flequillo, luego, me hizo dos trenzas, con dos moños rosas en las puntas.

Me hicieron parar y vi que estábamos ambos, de trenzas con moños y flequillo.

-          Ay, que nenas mas hermosas!- festejo ella abrazandonos. Vamos niñas. Chicas, les transfiero luego.

Volvimos rápidamente, mientras nuestros vestidos y trenzas rebotaban. Alli, ella ingreso con nostros a la mansión.

-          Amor, tengo que solucionar algo. ¿No llevas a las nenas a la pediatra?

-          Eso te iba a decir. Yo me encargo.

-          Mami, que tenes que hacer?- Pregunto el otro chico.

-          Esos son cosas de grandes. – respondio ella. El hombre nos llevo de la mano al porton, y al abrirse ya nos esperaba un auto.

-          Subanse al asiento de atrás.-

Nos subimos, y empezó a palpitarme el corazón, sabiendo que nos llevaría asi a otro lado.

-          Señor, al lugar de siempre?- Pregunto el conductor cuando el se subio.

-          No no, ve ahora a esta dirección.

Salimos del country y comenzamos a dar vueltas. Pasamos por un lugar descampado hasta llegar a una enorme ciudad.

Y finalmente, nos bajamos. El chico parecio no titubear, bajo al instante, y se estiro el vestido. Yo sin embargo…

-          Tatiana, baja, se nos va a hacer tarde…

-          Pero…

-          Si aca no nos conoce nadie. -Contesto el chico cruzado de brazos.

Finalmente me anime, tapándome y mirándome a ambos lados con desconfianza.

Entramos al lugar, y una señora atendio.

-          Señor Lee, bienvenido. – Dijo la mujer quien apenas nos vio. – Lo están esperando.

Entramos al consultorio, el cual tenia motivos infantiles, y hasta un televisor que transmitía caricaturas. Ahí había una chica de unos 35 años.

-          Vaya vaya, las nuevas niñas llegaron. Hola señor Lee.

-          Niñas saluden.

-          H-Hola…- Dijimos ambos.

-          Que hermosas nenas son.

-          Muchas gracias. – Dijo el hombre.

La mujer, empezó a hacernos mediciones básicas.

-          ¿les puedo ver su pitito?

-          Niñas, levanten su vestido y bájense la bombacha.

-          Eh?- Dijimos mirándonos. Pero recordamos la imagen del dedo de jengibre y la dolorosa nalgueada. Lentamente, obedecimos.

-          Awww, esos cinturones son lo mas. Que ternura! ¿Dónde los conseguiste?

-          Luego te paso el link.

Nuestra cara se puso roja de vergüenza, pero al menos ya sabíamos, era del medio.

-          Pero los necesito sin ellos, para una buena revisación.

El nos lo saco, y reviso bien primero a Micaela. O como se llame. La verdad, nunca supe su nombre.

-          Ahora le toca a tati… , mica, sacate la bombachita y acostate boca abajo. – dijo tocando el mio. Apenas lo hizo tuve una ereccion.

-          Tenemos aca una pequeña pervertida… no?- Dijo, mientras mica obedecia lo que dijeron. Tape mi cara sonrojándome, y senti que apretaba mis testículos y masajeaba mi pene.

-          Um ya veo… Bueno, hay que ponerte el cinturón de nuevo, pero no creo que ahora se pueda…-

-          No te preocupes, tengo una forma.,…- Dijo el señor, y mi pene al instante se encogio. No quiero imaginar que seria capaz de hacerme. Nuevamente enjaulado me acoste boca abajo.

-          Bueno señor, puede hacer lo suyo?- Dijo ella bromeando y vi como el señor, ya había amarrado las muñecas y tobillos de Micaela dirigiéndose a hacer lo mismo con los mios. Naturalmente me deje amarrar y luego acomodo mi cara en un almohadón. Ambos quedamos viendo hacia el televisor.

-          Ay!!- Protesto el, y vi como le inyectaban algo en la cola, luego vi que no, en verdad le sacaban sangre. Y lo mismo hicieron conmigo.

-          Te pasare la dieta que harán en una semana. Igual ya le avise a la señora Lee, de que dieta preliminar harán. – Explico.

Son un poco sensible a las agujas, asi que me quede adolorido. Hasta que senti como levantaban mi cadera, y algo de algodón debajo mio. Senti como ponían calco en mi cola, y empeze a voltear para ver que era.

-          Un pañal?- Me pregunte. Pero la mujer continuo hablando con el señor lee como si nada.

-          En un principio, les darán 4 supositorios al dia. Y recuerda que para eso, deben tener el colon limpio.

-          Como la ultima vez?- Pregunto.

-          No mira, te enseñare.

Pude ver de reojo, como a un pico de enema, le ponía vaselina. El pico se veía bastante grande, y empecé a forcejear con las manivelas. ¡Yo no había dicho que haría esto!

Vi a mi costado, como Micaela ya tenia la manguera conectada a su trasera. Y estaba usando un pañal. Pronto senti mis nalgas abrirse y proteste haciendo fuerza.

-          Nena mas fuerza, mas va a doler.- Dijo ella, masajeando el orificio. Intente relajarme y senti mis ojos saltar cuando el pico ingreso entero. Luego, mi cola envolverse por el pañal, y el vestido tapar mi trasero.

-          Ves? Y ahora vamos, te quiero contar algo. Una vez que tenga los estudios, modificaremos el tratamiento.

-          Tratamiento? Para… Owww… que… ayy…es…

-          Eso es cosa de grandes nena.- Me regaño el señor. Llendose con ella.

-          ¿Pero no se les saldrá el pico?

-          Tiene sopapa, no te preocupes.

El liquido ingresaba rápidamente a mi interiro, y me retorcia al sentirlo, sin lograr nada. Vi como mica padecia lo mismo también, con gemidos. Tanto era el dolor, que para distraerme vi los dibujitos.

“… Asi es, siempre sere niño bueno, obedeceré a mis padres y hare caso en todo! Asi soy yo!

-          Muy bien!”

Volvimos a la casa en la situación mas vergonzosa posible, mientras nos sobábamos e intentábamos caminar en nuestros incomodos pañales, el señor Lee llevaba dos grandes paquetes de pañales, unos con ositos rosas, otros con conejitos celestes. Practicamente todo el barrio se entero de que eran para que los usemos nosotros.

Entramos a la mansión y el señor rápidamente dijo: Tatiana, podes ir a jugar. Mica… vas por tu paleta y un dedo de jengibre.

-          Quee??? Por que??

-          Despues de la escena que hiciste preguntas por que?

-          No quiero usar pañal!! No dijimos que íbamos a usar pañal!

-          Los necesitas!

-          Por que?

-          Vas a usar pañales, por que yo te digo. No necesitas saber el por que. Y ya mismo haces caso la orden que te di.- Dijo el con seriedad. El chico dio un paso hacia atrás sintiéndose intimidado, y luego de titubear, obedecio. Yo me aparte lentamente, y al poco tiempo empecé a sentir los gritos.

-          Hola Nena. – Escuche decir detrás mio. Voltee y era la chica con cola de caballo.

-          H-Hola.

-          Jaja… Que linda. No puedo creerlo era verdad.

-          Que cosa?

-          Nada! Es cosa de grandes!!- Bromeo ella. Tenia una sonrisa juguetona y un poco maligna.

-          Como te llamas?

-          Em… Ta…Tatiana…- dije obedeciendo. Los llantos de Mica de fondo, me convencian de querer ser obediente.

-          Jajaja, Eso ya se Nena. Me refiero a tu nombre real.

-          Fabian…

-          Bueno, no lo olvides!- Dijo y se fue dando un saltito.