miércoles, 7 de enero de 2015

Obsecion.

 Y como saben, a veces me viene la inspiracion. Pero entre todas las cosas, que me mantienen alejado, de mi pobre blo, ay una que es fundamental: No me anda bien el teclado, y escribo para el... tuje.

Asi que, sepan disculpar las molestas ocasionadas, este texto esta lo mas prolijo que el autocorrector puede:


Obsesión.

La conocí por internet. Era una señora mayor, de unos 50 años. Yo era una cica pequeña, de solo 19. Media 1.51 y pesaba 45 kilos. Le gustaba el aeplay, según ella. Como a mí, supuse yo. Siempre, además de ser spankee, fui muy infantil. Me gustaban secretamente, los vestidos de niña, y esos adorables pijamas enterizos. Cuando supe que sabia alta costura, me ilusione absolutamente. Rogué rogué rogué, y en poco me adopto, y me volví su hija. La conversación se prolongo por meses, y casi un año. Me quede sin trabajo, y perdí mi novio, así que enfadada, decidí aceptar la invitación de mi mama adoptiva, que venia siguiéndome por meses.
Después de todo, era el sueño de toda spankee: Ropa, nalgadas, y una mama estricta.
Luego de un largo viaje llegue, y al verla…. Note que debía medir como un metro 88. Y sin ofender, estaba excedida de peso. Me alzo al igual que una muñeca, y me abrazo. Sentí la presión de su cuerpo, y riéndome, me deje abrazar.
Mientras me llevo en el auto a la casa, y hablaba con ella, sentí que era la mama cariñosa que yo conocía. Me presumía de los regalos que me iba a hacer y la comida, y esto, y el otro. Y yo solo sonreía como bobalicona. Para entonces ya tenía 20 años.
Llegamos a la casa al final, y entro apresurada a lo que parecía, era s taller. Salió con un vestido rosa de niña precioso. Yo salte de alegría, preguntando si podía usarlo, a lo cual ella dijo que sí. Fui al baño, y me cambie de ropa. Y volví, haciéndome la niñita inocente. De repente, ella se acerco al lado mío, y me sentí una niñita inocente.
Ella invento un guion de la nada, y luego, me tomo del brazo, y como una niña pequeña, me recostó en sus piernas, y me nalgueo. La verdad, mi primera y última nalgueada la había recibido de mi papa, a los 6. Y fue exactamente así. Mi fantasía se cumplió al instante, y todas mis emociones se revolucionaron. Minutos luego, solloce en el rincón (siempre fui de llorar fácilmente) minutos más tarde, fui apapachada en las piernas de mi nueva mama. Ella, luego, procedió a peinarme, con dos grandes listones rosas. Y como rolleabamos por internet, yo me queje, y ella me amenazo con nalguearme de vuelta.
Termine fascinada, aunque mi vestido, seuro no combinaba con mis zapatos. Ni con mis pantaletas. Eran unas blancas, normales. De la mano, me llevo a mi futura habitación. Me sorprendí al ver, que era rosa, blanca y lila. Como la de una niña pequeña. Con estampado de osos y unicornios. Bastante amplia.
-          T-Tenias preparado esto para mí?
La señora, puso un rostro de tristeza enorme y dijo:  Perdí… una hija, Me adelante demasiado con los preparativos…
Compartiendo su tristeza, la abrace  y le dije: Me tienes a mí.
Ella me abrazo con mucha fuerza, y me dijo: Te dejo ordenar tus cosas.
Yo, feliz de la vida, las ordene. Puse  mis manos en mi cola, sintiendo el delicioso calorcito con el que soñé desde los 6. Y pensé que iba a vivir feliz para siempre. El día continuo normal, hasta que al otro día, me volví a poner el vestido rosa, planeando usarlo hasta que sea apestoso.
Llegue con ella, y me dijo: Toma, cámbiate de pantaleta.
La revise, y era una hermosa bombacita blanca, con un osito marron en la cola. Siempre había soñado con uno de esos, así que con mucha alegría, se lo agradecí. Me cambie de ropa interior al instante, y continúe con esa ropa durante el resto del día. Cuando procuraba, ir a conocer el pueblo, ella me insistía con que era peligroso, así que hice caso y me quede. De vez en cuando, le hacía aluna travesura, solo para patalear un poco en sus piernas. Mi cola, era sensible, y me encantaba llorar como una niña pequeña, aunque por dentro la excitación me revolucionara.
Siempre quedaba lagrimeando, y luego ella me consentía.
Siguieron los días, y disfrute de vuelta, tener una mama que sepa alta costura, cuando a los 4 días, me izo un precioso pijama enterizo. Siempre había soñado con uno así, y le prometí usarlo siempre para dormir. Claro, naturalmente, cambie a ropa normal, ya que el vestido rosa estaba todo arruado. El fin de semana, fue aburrido, pero para el lunes, ya tenía, 2 vestidos mas, y como 5 pantaletas nuevas, todas con dibujo distinto. Me sentí como niña en juguetería, y por insistencia propia, termine vestida así. Realmente me encantaba, saque todo mi lado infantil, juque, ize travesuras, y obtuve las consecuencias. Parecía perfecto.
Hasta que comenzaron las reglas. Recuerdo, que yo estaba con un vestido celeste, y mis trenzas con listones, cuando vi a la enorme mujer, acercarse y decirme: Bueno, ahora que ya tienes ropa, comenzaremos con las reglas, si vas a ser una niña, necesitas tus reglas.
-          Si mami- respondí, las reglas las teníamos en nuestro rolleo también.
-          Y por eso, te tengo un regalo,- Dijo ella, y aco unas hermosas Guillermina. – Te ice también estos soquetes.-
-          Gracias mami!!- Exclame. Eran geniales, geniales! Me cambie de calzado, y dijo:
-          Primera regla: Las niñas usan ropa de niña, no de adulta.
-          Si!- Dije, sin importar, ya que en realidad la ropa me encantaba.
-          Segunda regla: Las nenas siempre obedecen a su  mami.
-          Tiii!! – Dije infantilizando la voz. – Si no nos dan cas cas en la colita L- Dije con un puchero.
-          Tercera: Las nenas, van a comer a la hora indicada!-
-          Si!
-          Y cuarto, a las 8 te despertas, a las 8 pm te vas a dormir.
Esa regla no me gusto tanto…
-          Entendido?
-          ….- me quede con cara de poca simpatia.
-          Bueno, vamos a recordarte, que pasa!-
-          No…- Proteste. Y fui mi primer nalgueado que no fue forzada. Patalee, e intente escaparme. Pero solo logre terminar llorando en el rincón y sobándome la cola. Nunca me sentí tan estúpida, castigada igual que una bebe! Llore un largo rato, y cuando volví, me espero ella diciendo: - Segunda regla?-
-          No me acuerdo…- Proteste con un puchero, y sobándome mi adolorida colita.
-          Hace memoria o te doy de vuelta.
Un poco asustada, ya que esta vez NO quería ser nalgueada, pero razonar con spankers, casi siempre era muy difícil dije:  e… Las… niñas debemos obedecer…-
-          Muy bien! Podes ir a jugar.
Me fui protestando para mis adentros, “las niñas” me queje. Lo que me fascinaba, pasó a molestarme, pero cuando dejo de molestarme, paso a fascinarme de vuelta. Y aunque recibí, otra nalgueada, antes de dormirme, por protestar por el horario, las reglas eran comunes dentro de la vida spanko. Así que no me queje tanto.
Al otro día, la rareza, comenzó a multiplicarse. Mi nueva mama, quizo bañarme, proteste, y me bañe con la cola roja y llorando. Mi nueva mama quizo vestirme, peinarme, me llevo a la sala, me izo un babero, me lo puso y me dio de comer en la boca. Todo eso era sumamente vergonzoso, pero… un poco bien se sentía, ser tan consentida. Y luego juque como si nada. Al otro día continúe igual, hasta que vi, que me había eco, una nueva prenda infantil. Feliz, olvide las reglas ridículas y molestas. Tarde o temprano, me acostumbre a ser su hija, y ella repetía, varias veces, que yo era la hija que dios no le había dado. Y que tenía 5 años. Pero bueno, me consentía tanto, que no me molestaba. Y quizá por mi personalidad, también me gustaba. Reconozco, que en ese momento, debí haberme percatado. Ella era muy obsesiva conmigo, mis horarios de comida, de irme a dormir, etcétera, los sequia religiosamente. En su tiempo libre, me confeccionaba ropa. Y para el mes, tenía guardarropa completo. Pantaletas con todos los motivos, y dibujos existentes. Unas de ello kitty con días de la semana,  2 pijamas enterizos. Como 5 vestiditos de niña. 2 jardineritos, 1 jumper, 3 playeras infantiles, 3 faldas. Y una hija tonta, que se había acostumbrado a sus reglas, a las consecuencias, y a los peinados apretados. Y en ese momento, creo que cometí un error. Yo había eco una travesura, y la estaba pagando sobre sus piernas.  Fui al rincón, y cuando volví, me sentó en sus piernas. Yo lloraba, como siempre.  Mi cola no aguantaba tanto, así que raramente me nalgueaba por las reglas, solo por aluna travesura, que yo sabía que luego me nalguearía. Creo que soy muy sumisa, y obedecerla, se me izo muy fácil. Pero mientras me apapachaba, y yo lloraba. Ella me dijo: Ya ya, serás mi bebita para siempre?
-          Si mami.
-          En serio?- Pregunto mas seriamente.
-          En serio mami! Soy tu bebita, lo seré siempre, y no voy a cambiarlo por nada!. – Exclame. Lo sentí, como un acto de cariño normal. Pero ella me abrazo fuerte, puso su cara contra mi cabeza. Y dijo, llorosamente: gracias…
Estuvimos un tiempo así, yo, sintiéndome rara. Luego dijo: Bueno, esconderé toda tu ropa adulta, ya que las bebes no la necesitan.
-          Jajajaja… - Me rei. Bueno, nunca creí que todo se complique tanto.
A la noche, me aviso que iban a visitar sus amigas. Fui a mi habitación a buscarme ropa, y note que ya no tenía. Busque a la señora y le dije: Mami… y mi ropa?
-          Toda tu ropa esta ahí.
-          La ropa normal, la que traje antes de venir.
-          Te dije que la escondí bebe.
-          Pero!- Dije yo, sorprendida.
-          Pero que? Esa ropa te quedaba mal, una niña tan tierna vestida así. –
Le seguí la corriente, y dije: Pero mami, hoy vienen tus visitas.
-          Si, y estoy entusiasmada de mostrarles a mi hijita.
Me puse roja de vergüenza, pero ella reacciono normalmente.
-          Creo que voy a ponerte bien linda, para cuando lleguen. Igual solo van a verte una hora, ya que a las 8 a dormir.-
Suspire resinada, y en unos 30 minutos, me tenia arreglada. Cuando escuche el timbre, se me puso la cara roja, y no supe donde esconderme, ella abrió la puerta, y me escondí detrás de ella, intentando tapar al menos mi ropa. Luego inventaría una excusa, y me iría. Pero el señor, al entrar, me saludo al igual que una niña pequeña. Paso lo mismo, con el resto de las visitas, y al final, termine sin querer, aprisionada en sus piernas, en medio de la charla. Parecían ignorar mi presencia, o verla naturalmente. Uno de sus amigos, era carpintero. Y menciono varias veces, que debía pedirle unos favores. No entendí bien, pero cuando comenzaron a hablar, ella dijo: Bueno, es hora de que la bebita, vaya a dormir. Me esperan? Debo cambiarla, y meterla a la cama. Aunque pronto necesitara una cuna.
-          C-Cuna? Pense yo en voz alta.
Ellos se rieron, y luego mi nueva mama me obligo a saludar a todos con un beso en la mejilla. Y así, termine en pijama enterizo, esperando el nuevo día.
La semana, continuo con normalidad. Ella me izo un nuevo vestido, pero ese no me gusto tanto. Era mucho más infantil que los anteriores, con estampado, y dibujos. Y se veía muy infantil. Dejándome llevar por mi actitud infantil, hice un berrinche que resulto en terminar usándolo, con mi cola roja. Y para mi desfortuna, izo como 3 más, del mismo estilo. De a poco, mi guardarropa se volvió mucho más infantil también. Hasta que llego mi máxima sorpresa. Mi pijama, ya parecía de bebe, con estampados, y dibujitos. Y también, me habían dado por ese berrinche. Esas 2 semanas, todos mis berrinches y castigos, fueron por la renovación de mi guardarropa. La obsesión de mi mama, era tal que ya combinaba vestidito, con bombacha, con hebillas. Y me veía como payasa de circo. Pero para mi sorpresa, vi al amigo carpintero, entrar junto a otro hombre, quien me ignoro completamente. Y los vi, sacar mi cama de la habitación.
-          Mami, que pasa!- Pregunte.
-          Nada, seguí tomando tu lechita- Dijo como siempre.
Supuse, que capaz seria una cama nueva, y tome mi leche. Pero cuando mi mama llevo a cambiarme, vi que era una cuna.
-          Tara!! Te gusta?- Pregunto ella, súper contenta.
La vi… con cierto terror.
-          Que pasa, no te gusta?- Pregunto.
-          Es… bonita.- Dije, un poco aterrada. – aunque… no creo que pueda entrar y salir fácilmente.-
-          Crees que no?- Pensó ella. Y alzándome, me metió en l cuna. Metió mis peluches en ella, y dijo: Ves, ya está preparada, y lista para usarse.
-          N… Prefiero mi cama…- Dije yo.
-          Regla numero 2?-Ordeno ella, como solía hacer siempre.
-          Mami… yo no soy una bebe, esto no lo aviamos arreglado.
-          Si lo sos, prometiste ser mi bebita por siempre.
Me acorde de la frase. Y dije.
-          No me refería…. A ….
-          Regla numero 2. Decila ya, o uso tu método para refrescar la memoria.
Odio ser nalgueada como castigo. Así que dije, molesta.
-          Las niñas buenas obedecen a mami.-
-          Muy bien, disfruta tu nueva cuna, mientras te busco ropa.
Me quede, enjaulada, sintiéndome ridícula. Y sin embargo, aun no sospechaba  de que ella había puesto el primer barrote de mi jaula real. Aun creía, que era un juego, que tenia de vez en cuando. Hasta que en la noche, note que la cuna, literalmente se había convertido en mi cama.
Pensé que no era tan malo. Me costaba mucho salir de ella, ya que la había eco muy alta. Proteste e insulte, para mis adentros, por ser tan pequeña. Y esa semana, mi cola anduvo muy adolorida, por mis berrinches de no querer ser una bebe.
Hasta que las cosas, empeoraron. Una mañana, mi mama, me alzo de la cuna, y me llevo al comedor. Estaba dormida, así que no me di cuenta, y al llegar, note que había eco una silla alta. Patalee, y me queje.
No, no ,no ¡! Esto ya es el colmo, es muy exajerado.
-          Bebe hace caso por favor.
-          Nooo!!- Me queje. Pero ella, lo vio como una rabieta. Y lo soluciono igual que todas mis rabietas. Al instante, estaba en sus piernas, pataleando y prometiendo portarme bien. Y portarme bien, supuso, dejarme meter en la ridícula silla alta, ponerme el babero, y comer de la boca. Cuando se me paso el dolor, y el llanto, continuaba enfadada, prometiéndome vengarme. Pero lamentablemente, luego de comer, tuve que ir al rincón, hasta tranquilizarme.
Ahí fue cuando de a poco, sentí que la cosa se estaba descontrolando.  Continúe esperando en el maldito rincón, hasta que escuche a mi mama decir.
-          Mi niñita anda muy rebelde. Pero acabo de hacer una llamada, y ya tienen todo listo. Ahora vamos a cambiarte.-
Me llevo a mi habitación, vistiéndome con otros de los vestidos tontos y ridículos. Y me dio otra nalgueada, por un pisotón de coraje que di, al ver como todas mis peticiones, eran considerados rabietas, y solo me dejaban la cola más roja.
Paso un poco la tarde, y yo no estaba muy contenta que digamos. Tuve otro problema a la hora de comer, y otra nalgueada, y otra vez lágrimas. Mi cola ya ardía mucho, y yo no estaba de buen humor. No me gustaba ya este juego, y me sentía muy molesta.
Hasta que llego alguien y escuche que era la voz del carpintero.
Se me acerco  a mí y dijo: Como tú disciplina, parece no funcionar, vamos a incorporar algo, que te va a volver mucho más obediente. Me llevo a la mesa. Y vi, 3 sillas, como de niña pequeña. 3 pizarrones, también infantiles y pequeños. Y … 3 horribles instrumentos. Mis ojos se dilataron y dije: NO mami no….-
Pero ella me dijo: Nop, mira lo que dice en el pizarrón.
“rincón de la niñita traviesa”. Leí, que estaba escrito en cursiva. Y ahí conocí mi peor pesadilla.
-          Este, lo vamos a poner, en la cocina. – Dijo ella. Me llevo al rincón, coloco la silla de niña ahí. Note que en el respaldo, tenia gravado “Niñita en penitencia”.  Tomo un clavo, y lo coloco en el rincón.  Luego colo, el pizarrón de un lado, el cual incluía tizas, y tenía el suficiente espacio. Calculo la altura conmigo un par de veces. Y lo termino de colocar. Uno de los instrumentos, era una cucara de madera con un aujero. – Si crees que la mano de mami duele, espera a esto. Así quitaremos todos tus berrinches, a la hora de comer.
Realmente, me aterraba su nueva idea. Pero sabía que cuestionarla, iba a decirle que quería estrenarla.
Luego me llevo a la sala de estar, e izo lo mismo, colocando en el rincón más visible, la Sillita, el pizarrón, y en esta ocasión, una paleta.
-          Por si aluna vez, se te ocurre hacerme quedar mal en frente de visitas, yo te are pasar vergüenza frente a ellas.
Y luego fuimos a mi habitación, donde repitió lo mismo, salvo que en esta ocasión, colo una vara de corrección, que tenía inscripto: La disciplina otorga sabiduría.
Espero que esa lección, la tenas rabada en tu memoria, el comienzo de cada día.
Ya asustada, tome valor, e intente cambiar la situación.
-          Mami… esto… ya se está saliendo de control.
-          Por que bebe?
-          Ya… me nalgueaste 3 veces hoy.
-          Porque no dejas de hacer berrinches princesa.-
-          Y… esos instrumentos… eso se ve…-
-          Solo es un recordatorio, de que le pasa a las niñitas traviesas. Y solo iras ahí cuando seas una.
-          Esto ya me está asustando…
-          No tenas miedo, es lo que todas las niñas necesitan, disciplina. Y por cierto. – Dijo, y note que de la mano, me llevaba a la cocina.
-          Acaso crees que está bien, hacer una rabieta siempre que sea la hora de comer?-
Mis ojos se dilataron al ver cómo me llevaba al rincón.
-          Mami… es que odio esa silla.-
-          Segunda regla? Cuál es?.
-          Las… niñitas debemos obedecer. Pero por favor…-
-          Por favor nada.- dijo y tomo la cucara. Yo, lloro fácil, como siempre, y comencé a hacerlo.
-          Nooo… por favor…-
-          Te daré un buen recordatorio. Luego llenaras el pizarrón con tu segunda regla, y te quedaras sentadita ahí, hasta que te llame, está claro.
-          S…-Si mami..- dije limpiándome las lagrimas.
Me tomo de la cintura, y comenzaron a caer los azotes. No necesito levantarme mi vestido, ya ardía de sobremanera, patalee, y me sacudí intentando escaparme, pero solo logre agitarme mas. Me tense, rite, llore, suplique, pero no paró hasta darme unos 100 azotes.  Me paro, me dio la tiza y dijo:  A obedecer.
Con llanto tendido, y sobándome la cola con una mano, me puse a llenar el pizarrón con líneas, hasta sentir que se me dormía la mano. Por suerte, era un pizarrón pequeño. Y luego, al finalizar, me senté en la pequeña silla, con las manos en mi cara, llorando ampliamente. Era muy incómoda por ser tan pequeña, y hacia que mis pompis ardan más, recordándome como llegue ahí, y acongojándome más. Finalmente, luego de… no se cuanto tiempo,  la escuche llegar, y luego de ver unos segundos, ayudándome a parar. – La próxima rabieta, será sin vestidito si?-
-          Si mamiiiiiiiiii lo sientooooooo waaaaaaaaa- solo llore, hipócritamente. Sin embargo, me relaje en sus brazos, y me sentí mejor. A la hora de cenar, no tuve más opción, que sumisamente, dejarme subir a la silla alta. Y a la hora de dormir, también.  Desde ese momento “El rincón de la niñita traviesa” se volvió mi máxima pesadilla.
Antes de cada rabieta, lo veía, y terminaba optando por la vergonzosa opción de obedecer.  Durante cada nalgueada, prometía portarme bien, con el miedo de tener que visitarlo. Si escapaba sin ir, intentaba hacerlo luego. Y las veces que iba, lloraba durante todo mi castigo. Se había vuelto mi peor pesadilla, y el siguiente mes, de a poco, me fue transformando en una bebe, con ese rincón como amenaza. Comencé a acostumbrarme, a obedecer, y ya ni me molestaba en ir al comedor. Ella rutinariamente, me llevaba, y me sentaba, para darme de comer.
Cuando sus amigos me vieron, ya no me molesto. La primera vez que estrene el rincón de la sala, frente a sus amigos, ni me cuestione. Solo sentí que aprendí a ser una angelita, frente a ellos. Mi ropa se volvió infantil hasta el xartasjo, pero las veces que respondí mal por usarla, me encontré en el rincón llenando el pizarrón con la regla uno. Llego al punto tal, de mandarme a hacer un corralito, donde lo lleno con mis juguetes, y me metía cuando trabajaba.  Y al final, el máximo colmo, una vez, reviso mis pantaletas, y al verlas sucias… Sí, me obligo a usar pañal. Además, de la obvia visita, que ice al “Rincón de las niñitas traviesas” como 3 veces por cada rabieta.
Empecé a creerme, que en realidad era una bebe, solo que demasiado alta. Fui al parque junto a ella y sus amigos.  Juque sin darme cuenta. La vergüenza, que al principio sentía, inmediatamente se olvidaba. E incluso, una vez, me azoto en el parque con una varita, pero todo el mundo lo vio normal. Ya estaba perdida en mi mundo y hasta sentí que hablaba mal. Pero un día, me llevo al súper con ella. Primera y última vez. Llame demasiado la atención, sentí mucha vergüenza. En medio de esa vergüenza, me llevo a un lugar de ropa infantil. Veía si había algo que había la inspiraba.  Vi un osos de peluche, que lo ame. Y ella me lo regalo con mucha dulzura. Lo abrace, con mucha fuerza, y no me desprendí de él, ni para dormir. Al otro día, me desperté, con mi oso, mi pijama, mi cuna, y mi famoso rincón. Me cupe el dedo, como había tomado de costumbre hace poco, esperando que me pase a buscar para desayunar. Y asta en el fondo, deseaba que me ponga pañal, porque me daba flojera ir al baño. Pero luego, me autocuestione, en lo que me convertí. Una cosa, era  cumplir una fantasía, otra cosa, era vivirla. Pero yo ya estaba llegando al límite. No tenía otra función, más que remplazar a la hija perdida de mi mama. Cuanto tiempo llevaba así? 6 meses? Cuánto tiempo más podía llevar. Perdería toda habilidad. Solo estaría ahí, como una bebe, al servicio del gusto de su mama. No estudiaba, no trabajaba, no hacía nada más que obedecer. Sería “una bebita eterna” Y si, admití que en el fondo, me gustaba.  No tan en el fondo. Pero no solo por mis fetiches, no solo por mi deseo de spank, no solo por eso. Tenía una muralla, una mama que pensara lo correcto e incorrecto por mí. No necesitaba más que eso, dejarme guiar. Y lo venia haciendo. Hace 6 meses que siquiera elegía mi apariencia. Ni lo que iba a comer. Solo obedecía y me dejaba llevar. Llore y patalee en mi cuna, por la angustia de descubrir, que si dejaba pasar esta situación, podría vivir 30 años mas así. Y me propuse firmemente, cambiar las cosas.
La decisión, era simple. Pero convencer a mi nueva mama, de que no era una bebe, sino una adulta que debía vivir su vida, y como mucho, visitarla aluna vez… era difícil. Ese día, me deje llevar como siempre. Recuerdo que mi primer intento de convencerla, fue un día, que estaba en mi corralito, obligada a usar pañal, con dos grandes coletas, falda, y una playera muy infantil.
Proteste gritando: Mamiiiiiiiiii. Y ella vino.
-          Si bebita?
-          Ya no soy bebita, este juego se salió de control.
Ella me miro sorprendida y yo insistí: No puedo estar así para siempre, no soy una bebe!
Ella, me miro fijamente, y dijo: Estas haciendo un berrinche por tu pañal no?
-          N-No! Solo que paso mucho tiempo, y…-
-          Y qué?
-          Y ya no quiero ser una bebe, ni quiero ser tu hija!- Dije.
-          Se acabo.- Exclamo ella, me tomo de la oreja, abrió el corral, y me llevo lentamente al famoso rincón. Al notarlo, mi sentido del pánico se dilato.
-          No, no mami por favor, no!! Perdón, perdón.-
-          Ahora volves a ser la bebe de mami no? No te preocupes, que la paleta la vas a sentir a través del pañal.
Apreté las nalgas, mientras me llevaba, bien sabia ya lo mucho que ardía la paleta. Comencé a llorar sin querer, y mi intento de escapar de mi situación se termino.
-          Nooo, por favor, seré buena, por favoooor- Suplique, pero al instante, me tomo nuevamente, y me dio como 30 paletazos, que dejaron mis pompis ardiendo como el infierno.
-          Llenas el pizarrón de “Seré la bebita de mami para siempre”.
-          S-Si mami…- Dije y empecé a escribir.
-          Cuando vuelva, quiero el pizarrón lleno, y que estés sentada.
-          S-Si…- suspire aun llorando.
Y ese día, paso como imaginan, abre estado como una hora sentada en mi silla, hasta que me perdono, apapacho, y metió en la cuna, esta vez, ya que seguro tenia sueño por eso hacia berrinche.
Los siguientes 2 meses, mis intentos de hablar se solucionaron, o con el famoso rincón, o con una nalgueada express, que prometía rincón luego, y me obligaban a obedecer. El pañal, comenzó a hacerse más frecuente… porque ella, empezó a disfrutar incluso eso. Y a veces, hasta se volvía castigo, solo por “comportarse como bebe”. Termine decidiendo que lo mejor, era ser una angel, para que vea que no era un berrinche, y que en realidad la relación debía terminar. Hice mi mayor esfuerzo, y unos 2 meses, logre ser la bebe perfecta que ella quería. Solo me nalgueaba por aluna mini travesura, ya que tanto portarme bien, hacia que recordara lo bien que se sentía, solo ser su bebe. A veces me ponía pañal, los días de semana, cuando tenía mucho trabajo. Solo porque… extrañamente…. Le gustaba cambiármelo.
Los otros 2 meses, comencé mi plan de vuelta. Aun recuerdo que el primer día que lo intente, me veía ridículamente infantil, cuando intente hablar en serio. Tenía 2 coletas con moños rosas enormes, y un vestidito, corto, rosa y blanco, que en el peco, tenia dibujos de ositos, y dados de bebes, y escrito “Baby” en cursiva. Aun así, tome aliento. Seguramente, solo conseguiría una cola roja, pero era el momento. Aprovece, que no estábamos en la sala de estar, solo en la cocina. La paleta, es odiosa, pero la cucara, es mucho más soportable.
Y le dije: Mami… tengo que hablar algo en serio.
-          Si amorcito? Quieres un juguete nuevo?
-          No… mami… yo te amo, y me encanta estar contigo. Pero esto… ya llego muy lejos.
-          Nena, nada de berrinches.
-          No es un berrinche, me porte bien no?
-          ….
-          Y soy una  angelita no?
-          ….
-          Quiero demostrarte que no es un berrinche mami, por favor. Yo… quiero ser una adulta..
-          Te vas a tu habitación ya.
-          Pero mami.
-          Quieres ir a tu rincón de las niñitas traviesas?
Mi alerta de pánico se activo, y fui rápidamente a mi habitación. Primera vez que me mandaban, sin ningún castigo previo. Tome el oso que me regalo, y lo abrace llorando. Pronto tendría que despedirme de él.
Durante las próximas semanas, intente continuar siendo una angelita, pero una vez a la semana, hablarlo con ella. Alunas veces, me nalgueaba, por la frustración.  Otras veces, solo me mandaba lejos. Pero las veces que me nalgueaba, no era fuerte. Reconozco rápidamente una nalgueada fuerte. Sin embargo, yo lloraba igual. De a poco la fui convenciendo, hasta que un día…
-          Entendes
-          Si… entiendo… Pero… vendrás a visitarme? Podes irte cuando quieras.
-          No… tengo que recuperar la capacidad de valerme por mi misma… hace como un año que no me visto, no me baño, ni como por mi misma! Teno que volver al mundo adulto.
-          Está bien…. Podes retirarte. Guardare tus cosas intactas. Por si decides volver.
-          Tenes cel?- Pregunte.
-          No.
-          Cómprate uno, o acete un facebook. – Sonrei. Me agarro fuertemente mis mejillas, y me dijo: Te extrañare tanto. Siempre serás mi bebe.
-          Yo también mami…- Dije abrazándola.
Me llevo de la mano, a mi habitación, y me entrego mi bolso. Me dio plata, y dijo: Con esto, podrás valerte por ti sola, mínimo 3 meses. Lo tenia ahorrado, pero lo vales.
-          Gracias…- sonreí. Ella se fue, y yo, al fin, me cambie de ropa por mi cuenta, luego de 1 año. Me deshice el pelo, y me prepare, para viajar. Me acompaño a la estación, y me despidió con un beso en la frente.
El primer mes, además de intentar buscar trabajo, intente volver a mi vida adulta. Vivir sin horarios, sin nadie que aa todo por ti, y sin decir “Si mami” cada 10 minutos… fue difícil. A veces, me descubría esperando que vengan por mí a darme el desayuno. Tuve que volver a cocinar, y a recorrer las calles. Tuve que volver a sentir miedo del mundo exterior, en vez de estar encerrada en esa burbuja rosa. Y costo, pero a los 3 meses, conseguí trabajo. Me volví mucho más sensible que antes, desacostumbrada al trato en la ente. A un mundo, donde todos son depredadores, y los errores no se solucionan, con cas cas en la cola y rincón. Un mundo, donde si una presa tropieza, es devorada.
Y finalmente, creci.


viernes, 14 de noviembre de 2014

Parte 8




Al otro dia, me desperté con un poquitito de resaca. Bah, nada que un alical y un te no solucionen.
-          Al fin despertaste.- Dijo ella.
Para mi sorpresa, (Por que mucho no recuerdo), estaba con mi pijama puesto. Friz lucio poco espantada.
Revise si no lo había ensuaciado o algo. Y le pregunte.
-          Esta sucio?-
-          Ufff seguís jodiendo coneso, no no lo esta- Se quejo. Vi como se arreglaba para ir a trabajar.
-          Yo ahora me voy a trabajar, salgo a la misma hora, vos que vas a hacer? Por que otra llave no tengo.
-          Creo… Que voy a la calle.
-          Bueno, nos mandamos mensajes.-
Pense un poco que ponerme, no sea cosa que se molesten por que use dos veces la misma ropa. Se molestan por todo. “Bah, ya fue” pensé.  Me cambie a mi ropa normal, para poder fumar tranquila, y luego nos fuimos. Pasee un poco, pero termine aburriéndome asi que volvi a la casa.
Toque el timbre, pero no atendió nadie. Hasta que sono el interfone.
-          Hola?
-          Soy yo, romina!
-          Ah, romi, ahí voy a abrirte!.-
Espere un segundo, y vi una muy sexy Paula en bikini. Ah, y con una cofia.
-          Ehhh….-
-          Estabamos en la pileta.
Noto que sin mi no se aburren para nada.
-          Y la cofia…?
-          Ah…- Dijo, y se la saco. – Un jueguito- contesto riéndose.
Entramos, y ella se dirigió rápidamente a la alberca en el fondo, junto con los juegos. Y se metió junto con el señor X. No se en que momento el señor X hace ejercicio… pero tenia muy buen físico. Y Pau… definitivamente se veía muy voluptuosa. Vi que cerca de ellos se encontraba una botella de champagn.
-          Romi, no queres meterte a la pileta con nosotros? – Pregunto Y. Se notaba entusiasmada.
-          Seria divertido- Pense en voz alta. – Y el clima se ve bueno.
-          Anda por tu malla y veni- Dijo X.
-          Si, genial!- respondi.
Subi hasta mi habitación, y me desnude. Busque en mi armario mi malla hasta que la encontré. “En estos momentos agradesco tanto que ellos sean un poco otakus”. Es un sukumizu, con un letrero en… japones en el pecho?

(Asi son)

 Muy anime. Suelen hacerme usar siempre lo mismo, junto una blusa de marinera y falda (Lease, uniforme escolar japonez). Soy un cliché caminante para ellos… Pero lo prefiero definitivamente a una malla rosa con olanes de niña de 4 años.
Tome un par de flotadores que tengo, para aprovechar que la pileta es grande. Y me fui hacia alla.
Deje mi blusa y falda en una mesa, y fui corriendo con mis flotadores, saltando a la pileta.
-          Pileta, pileta!!- grite saltando. Nade bastante y jugué en el agua. Cuando saque la cabeza de debajo del agua los escuche discutiendo un poco.
-          Hubieras cuidado mas los champagne, sabias que…-
-          Romiiiiii- Dijo Pau, y jugo un poco conmigo.
-          Wow…- Pense estando cerca a ella. “Tiene tanta… Pechonalidad… me siento una tabla…”
(Salvando las distancias, me las imagino asi)

-          Toma un poco de champagn Romi.-
El señor X la miro con desconfianza a Pau, pero ella dijo. – Es fin de semana, hay que relajarnos un poco.
-          Solo una copa- Dijo el. Lo tene un poco incomodo. Que raro..
Yo me acomode y tome un poco.
-          ´Que significan estas letras japonesas y el numero? No será nada raro no?...- Pregunte mientras tomaba.
-          Ah, es solo tu nombre en japonez. Sabes que son los sukumizus.
-          Si, me lo explicaste. Pero antes no lo tenia.-
-          Ah, es que quería que se vea perfecto.
-          Esa fue idea de ella- Dijo el señor X. – Pero te queda bien.-
-          Supongo… Y los números?
-          Ah, a que clase y curso vas- Dijo ella riéndose y abrazando a X un poco. – Si supieras la cantidad de ideas que fueron de ella, no me odiarías tanto- Bromeo X.
Jugue hasta agotarme, y termine de tomar mi copa. Senti que pau se alejo, y me quede un segundo a solas.
-          Te ves muy tierna con tu sukumizu.- Dijo el.
-          Gracias papi.- Respondi dulcemente, mientras jugaba con el flotador.
Trayendo el champagne, Pau dijo:
-          Te pareces a Taiga, capaz hasta te haga rodetes.
Se metió en la pileta, y nos sirvió a los 3. X la miro de vuelta mal y Pau sonriente lo beso.
-          En serio? No puedo tener vacaciones de ser muñeca de los dos?-
-          Romi, no contestes mal.-
-          ….- Me quede callada haciendo puchero.
-          Ay, yo estoy muy relajada- Respondio Pau. – Pero luego te voy a probar como te quedan.
Sali de la pileta, y me puse a jugar en las hamacas.
-          Si estas no estuvieran en el medio del sol, jugaría siempre aca. Pero siempre que me siento , me quemo la cola…- Dije mientras me hamacaba.
-          Y si a eso le sumas, que la nalgueo dia por medio- Bromeo Y riéndose. Se notaba que el alcohol le hacia un poco efecto. Ya no la veía tanto como mi niñera estricta, y se comportaba muy juvenilmente.
-          Ahora vas a ver- Exclame, y fui corriendo, saltando al lado de ellos.
Cuando Sali del agua, el señor X me dio un buen tiron de oreja.
-          Ayyyyy-  me queje
-          Recorda que estamo tomando.
-          Perdon papi…- Dije con un puchero sintiéndome triste por el regaño.
-          Perdon nada, te voy a nalguear- me dijo Pau, y jugamos un poco a pelear en el agua.
Cuando dejamos de jugar le dije: Recorda que estoy castigada, nada de nalgadas hasta el jueves.
-          Si, seria muy aburrido ponerte a hacer líneas ahora… Pero te ves tan tierna con el sukumizu, hace cuanto que no jugamos aca en la pileta.
Yo bromeando le saque la lengua, dándole una pista de que… bueno, obvio, yo también quería. Pero ambas miramos al señor X y el concentrado en su bebida dijo:
Niñas, pórtense bien.
-          Sos un aguafiestas- se quejo Y.
-          Mmmmm…- Dijo X con un tono… bastante pervertido. La tomo suavemente del cuello, y… me miro, a mi, y la solto, volviendo a tomar. Se nota que por alguna razón, se siente incomodo conmigo.
Volvi a jugar a las hamacas, mientras ellos continuaban en las piletas. Pau se veía molesta, por que no pudo nalguearme, pero el señor X intentaba compensarla. Se veian un poco mas cariñosos, y me sentí un poco desubicada.
Me dio un poco de frio, y me puse mi blusa y mi falda encima.
-          Te ves genial- Se rio Pau. – Y hoy adonde salis a bailar?-
-          A obsidian creo.- Dije sentándome cerca de ellos. –No se enojan si me ensucio no?-
-          Nah, no te preocupes- Dijo Pau.
-          Y, no la malcríes, debe verse prolija siempre.-
-          Bueno, pero para que la hacemos estar en uniforme escolar y malla si ni siquiera puede sentarse cerca- Se quejo Pau. Por lo visto, ella andaba permisiva.
-          Papi… si te enojas sigo en malla…- Dije.
-          … Esta bien,  mientras Y no tenga problema en limpiarlos.- Respondio el. Me sente, y continuamos charlando.
-          Nunca fui a ese lugar, pero parece divertido…- explique.
-          Nosotros deberíamos salir mas. – Dijo Pau. Salio de la pileta y me ordeno darle la espalda.
-          Eh? Por que?.
-          Te voy a hacer rodetes- Dijo sacando dos ligas… no se muy bien de donde.
-          …aw…- Me queje. Mientras me las hacia, le reclamaba a X. – Nosotros también deberíamos salir a veces.-
El permaneció en silencio y ella continuo.
-          Solo nos quedamos a sesionar, y sino, te la pasas trabajando, o leyendo.-
-          Es lo que hace que estemos en una pileta tomando champagn- Se quejo el. Justo quede atrapada en una discusión de pareja.
-          AYYYYY- Me queje, al sentir como me hacia un rodete con fuerza. Se nota que se enojo, ¡por que se desquita en mi!
-          Podriamos ir a algún evento, o una reunión…-
-          Mañana vamos a hacer una.
-          Pero también quiero salir de casa!- Protesto ella
-          AWWW mi cabeza!!!- Me queje. Mientras me daba el rayo del sol, me empezó a dar mas calor.
-          Ademas de que salir a bailar alguna vez también seria genial!-
-          No me gusta bailar, ya lo sabes..- Continuo el serio.
-          AYYYYYY, En serio duele!!- Proteste agarrando mis rodetes.
Pau me miro con cara de “Ups” y luego me mimo una mejilla. –Quedaste preciosa, anda a jugar corazón-
-          Tratarme tierna no justifica tirarme tan fuerte el pelo..- Me queje sobándome la cabeza.
Ella me ignoro, y continuo discutiendo. Yo me saque la blusa, y la falda y me meti de vuelta a la pileta a nadar. La charla no me interesaba y me sentía jueves. Pero en un momento Sali y escuche.
-          Aparte sabes que no me dejan entrar en algunos eventos..-
-          Eh…- dije sorprendida.
-          Romina, no importa eso.-
-          Por que no te dejan ir papi?- Pregunte.
-          No improta romi, segui jugando.-
-          Awwwww- Exclamo Pau. – Pobrecita, deciselo.- dijo mientras agarraba mi cara.
-          Ayy.. Me apretas la caraaaa…- Me queje yo.
-          Decilo de vuelta con esa vocecita, mira que tierna que se ve.
-          Bleh…- Me queje yo.
-          Sigan asi, y las castigo a las 2.-
Note que se sentía incomodo, y comenzó a darme curiosidad.
-          …. Pero yo voy a seguir preguntando, y vas a tener que castigarme, y va a resultarte aburridísimo por que dijeron no nalguearme hasta el lunes.-
-          Romi… Pedi con la vocecita de recién- Se quejo Pau. Creo que si esta ebria.
-          Papi…. Por que no te dejan ir a Eventos?- Pregunte endulzando la voz.
-          Si se comportan lo cuento- Se quejo el.
-          Muy bien!!! Champagne, champagne!- Pregunto Pau, sirviéndonos.
-          Champagn!- Festeje yo.
El se mostro molesto y dijo:
-          Guerra entre leones.-


-          Y eso?- Pregunte.
-          Es una obra que hizo el…. –Se quejo Y. – Dale contale.
-          Que necesidad tiene ella de saber. Mañana va a haber reunión, y va a ser grande. Van a venir amos y sumisas si eso es lo que te interesa.-
-          Que no tengo que saber?-
-          Mira Romi, aca hay unos 4 grupos de BDSM. Y… estamos peleados en 3. – Explico Y.
-          En 3? Eso.. es un monton. Creo.- Dije yo.
-          Ella no esta peleada, se pelearon conmigo.- Se quejo X.
-          Por que?-
-          …. Hay muchos que no les gusta mi forma de ver el spank. Los amos son muy… competitivos. Y tienen mucho Ego.
-          Y nuestro señor es  el mas perfecto ejemplo de eso.- Se rio Pau.
El la miro frunciendo el seño, ella sonrio y lo abrazo.
-          Hay distintos grupos… Tienen sus nombres pero bueno… Yo nada mas conozco personas especificas. Void…- dijo con cierto tono de voz. – Desde hace mucho tiempo, que por lo visto me tiene cierta bronca. Considera que el bdsm es… una previa para el sexo. Tiene un bar por aca, creo que ya lo conoces. Le ofende un poco- Note que ponía cierta sonrisa .- Que siempre lo hago quedar como el ridículo que es en los foros. Subestima la disciplina y es la escencia del bdsm.
Su tono de voz se volvió… autoritario mientras lo decía.
-          Tiene su barcito patético, donde invita a sus putitas, y ahí hace sus orgias. Pero desde el foro, que me tiene prohibido entrar. Y tiene una obsecion con cada hija putativa que tengo. A todas las ha acosado en algún momento. –Se quejo. Baje un poco la mirada, ya que yo fui una de las “Acosadas”. Lo vi de reojo, y note que continuaba sintiéndose incomodo. Por lo que presiento, ese Void era un idiota, pero el también disfruta pelear con el…
-          Luego esta, Tigre. Es un viejo presumido. Hace sus fiestas. Según el son de disciplina, pero para el es una competencia en la que…- Dijo molesto, pero luego me miro a los ojos y continuo. – Y… Bueno, de paso, el quería con  Y.-
-          Pero yo lo elegi a el- Sonrio Pau.
-          Y por lo visto, su ego no lo soporto. Las próximas fiestas fueron mas y mas competitivas… Hasta que.
-          Hasta que lo echaron de vuelta- Se rio Pau.
Creo que mi nuevo “Papi” es muy conflictivo. Es raro que siempre se este peleando.
-          Y luego… esta el grupo de Dante, Diamond y esos…-
-          Dejame adivinar- Bromee yo. – Otra vez discutieron acerca de cómo hacer las cosas y los echaron- Sonrei. – AYYYYYYYY, eso dolio- me queje, luego de que X e Y me dieran un tiron de cada oreja. Primera vez que me tiran las dos orejas a la vez.
-          Tenemos que volver a intentarlo. – Se rio Pau.
Yo me tape las orejas. – No, no, duele…-
Pau se mostraba muy entusiasmada, pero el señor X se molesto. – Estoy explicando algo, no interrumpan. Romi, luego te vas al rincón.-
-          Eh, por que rincón?-
-          Asi aprendes a no interrumpir con bromitas.-
-          Buh… que aburrid…aYYY!!- Me queje de vuelta. – Me van a volver orejona.-
-          Ve que es divertidísimo!! La cara que pone- Se rio Pau. Me sobe las orejas y el señor X continuo.
-          Era un grupo de BDSM, que tiene un grupo en FB, y son de hacer reuniones. Son com… 5 que destacan. Pero los principales son, Dante y su sumisa Diammond. Les gustaba invitar a muchos novatos y novatas y hacer reuniones vainillas donde supuestamente les enseñaban. En eso se parecen a Void… Ya que obvio, ellos enseñan,  ellas aprenden, y luego con quienes van. Con quienes “Saben”.  Yo llegue como novato, pero luego tuve a Pau de sumisa, estuvimos bien unos años… Hasta que me surgió la idea de tener una hija putativa. Y bueno, íbamos a estas reuniones, y muchas chicas les interesaba la idea. Pero por lo visto se sintieron opacados, se hizo toda una escena…-
-          Y nos echaron de vuelta- Se rio Pau.
-          La gente es…rara.- Pense en voz alta.
-          Por que no le contas lo de la pelea?- Pregunto Pau.
-          Pelea? Cual pelea? – Pregunte.
El señor X, puso un gesto de seriedad rotunda.
-          Para que queres que ella sepa tanto?-
-          Por que seria divertido ir a alguna reunión, y que no tengamos que andar tapándole los ojos. Va a estar con nosotros hasta que termine la facultad. No seas.-
Ahí sentí, que se enojo del todo.
-          Suficiente, Romi tiene que cumplir su penitencia. Yo me voy a la pileta. Y nosotros vamos a hablar cuando ella salga.-
-          P-Pero… Papi… Aca no hay ningún rincón. Y si me meto a la casa… Bueno, la mojo toda – Me rei.
-          Eso lo solucionamos fácil- Sonrio sadicamente Pau. Instintivamente protegi mi cola.
-          No, ya lo hablamos. Hoy te voy a enseñar a respetarme- Se quejo X. – Y vos Romi.-
-          …Yo?- Respondi, y pase de proteger mi cola a mis orejas.
-          Vas a meterte a la pileta?- Pregunto el.
-          S-Si…- Dije. Hacia calor, y seguro si me metia a la casa, me hacia estar castigada a dentro. Y todo por un comentario tonto.
-          Bueno, vamos.-
Nos fuimos, y nos metimos a la pileta. Luego sentí que me tomo de la mano, y yo, curiosa lo acompañe. Hasta que me di cuenta que me llevaba al rincón de la pileta.
-          Ay no…-
-          Shhhh… sin quejarse.- Me regaño.
-          E-Esto es ridículo.- Pense en voz alta mientras estaba en el rincón. – AYYY—Me queje sobando mi oreja luego de un tiron.
-          Sin quejarse, se queda ahí.
“Tonto rincón” Proteste para mi misma . “Y encima en una pileta, ¿A quien se le ocurre? Me muero de frio ahora… “
-          Papi tengo frio, tengo que estar mas!?- Proteste.
-          Si, y en silencio- Lo escuche gritar. Por lo general me hubiera dado un tiron de oreja, creo que le dio flojera.
“Hubiera dejado que Pau me nalguee y listo” Proteste para mi. Compruebo por decimo octava vez la obsecion con la disciplina que tiene el señor X. Entre sus otras obseciones, claro. Antes pensé que la loca era Y , pero ahora me doy cuenta mas cuando hay cosas que hace por gusto – Como peinarme y nalguearme a cada rato – y las que hace por ordenes. Ahora incluso, según X, la van a castigar a la noche.
Pero claro, el aburrimiento del rincón te hace pensar, y mas que pensar en lo que hice… pensé en lo que hablamos.
“ No crei que fuera a tener problemas con tantos. Por algo a ese bar la dejaban entrar solo a Y. Pero… Parece que todos tienen su propia forma de ver las cosas y nadie quiere ver la de los demás” Pense. “Void se burlaba bastante del señor X… cuando me tubo. Y ahora entiendo como Friz lo convenció para que valla, el dia que me dejaron volver a la mansión. Debio… haber sido un gusto para el demostrar que otra vez estuvo con una de las hijas de X . “….  “En serio que esta empezando a hacer frio….” Pense. Por suerte, el señor X se compadeció y me djo salir. “Ok, nada de hacerle bromas a este amargado” Me queje luego de tanto rincón. “Al menos hasta que puedan nalguearme de vuelta”.
Tome una toalla, y me recosté un poco bajo el sol.
“Me pregunto por que será asi. Sera solo ego? O será que asi pueden conseguir mas sumisas. Odio esa forma de pensar de los hombres, hablan como si fueramos mercadería” Proteste. Una vez que me seque, me puse la blusa de vuelta y la falda.
-          Romi, ya te dio frio?- Pregunto Pau.
-          Y sueño luego de tanto jugar… A la noche salgo, creo que me voy a dormir una siestita.-
-          Esta bien, yo te despierto.
Subi las escaleras, y me puse mi pijama, me acoste y abraze a Ezoso.
“Y porlo visto, hubo una pelea que no me quisieron contar… Me pregunto que tan.. seguro será estar con ellos.” Me pregunte. Pero recordé todas las luchas que hubo, y vi la paleta, que tarde o temprano, representaba que soy de la familia. “Confio en ellos. Pero… Tan difícil será entender que hay gente con gustos distintos?” Me pregunte. Pero luego recordé a Friz. Y claro, para ella también ,estar con Void es un trofeo. Incluso luego de lo que paso.
 “ Creo que si…. “ suspire. Me acomode en la cama y me dormi.