martes, 2 de junio de 2015

E-Institute 5

Ea!!! Comentarios!!!



Antes de entrar a la biblioteca Ashley advirtió a Paulina. – Si hacemos ruido aquí nos pondrán un prendedor rojo.
- Y nos ponen uno a cada una aunque una sola sea la que moleste.- Dijo Rocio.
- En serio?
- Si, asi que en silencio. Aca también hay supervisoras.
Las 3 ingresaron muy silenciosamente. Notaron que parecía otro mundo, ninguna de las alumnas daba problemas ni conversaba entre ellas. Los asientos, por suerte, eran muchísimo mas comodos y acolchonados. Y las mesas estaban a a buena altura, asi que era muy comodo para estudiar y hacer tareas. Pero no había ni un solo sonido, y mientras hacia su tarea, paulina p udo ver que efectivamente una supervisora le puso un prendedor rojo a 3 chicas que estaban cerca, por que una se había puesto a hablar. Parecia que la fomar mas fácil de ganarse castigos era la biblioteca.
Paulina ya se encontraba agotada. No solo los asientos de las aulas eran incomodísimos, sino que también estudio todo el dia, y la castigaron 2 veces, mas el dolorisisimo varazo que aun le dolia. El dia había sido intensísimo, y pensó que aunque fuera una prisión lujosa, a veces preferiría una normal en donde solo estaría en su celda. Realmente se les exigia muchísimo a cada una, y la disciplina era constante. Le dolia la cabeza por el cansancio, pero sabia que mañana le pedirían la tarea, y no quería pasar por lo mismo que esa chica rubia de anteojos.
Finalmente noto como todas se retiraban y ella las imito también.
Al salir, pregunto: Ya? Yo aun no termine.
- Tenemos que ir a comer y estar listas para la revisión a las 9. Ya son las 8:20.
Las 3 comieron apresuradamente, y fueron a la recamara donde todas ya se estaban cambiando. Era incomodo para paulina, pero iba a ser su primera noche en donde compartiera la recamara con 15 chicas mas. Habia varios pasillos con recamaras asi, y regaderas con baños anexos. Todas se sacaban su uniforme, y se desnudaban, mostrando sus colas rojas por los distintos castigos. Ashley se quedo en ropa interior, mientras guardaba prolijamente el uniforme y sacaba su pijama: Un largo camisón verde clarito. Rocio se mostraba un poco mas avergonzada. Su ropa interior infantil, y su cola muy marcada por los castigos del dia la avergonzaban mucho. Rapidamente se puso su pijama, compuesto por una blusa con cuello plano recto celeste y mangas aglobadas, y un calzon bombacho, parecido a un bloomer. Tenia listones y olanes, dándole un aspecto muy infantil. Paulina se saco primero su calzon, guardándolo, le daba mucha vergüenza imaginarse a si misma asi. Se despeino, alisando su pelo al igual que el resto, y guardo su uniforme, desnuda y mostrando su blanco cuerpo con sus pequeñas pompis bien rojas. Al abrir el cajón, busco su pijama, y noto que era un mameluco rosa. Se abotonaba por adelante y tenia el dibujo de un osito marron en pijama. Paulina lo volteo, dándose cuenta que podía desabotonarse por atrás, y tenia el mismo dibujo en la cola, con su nombre en minúscula.
- En serio tengo que usar esto?- Dijo Paulina en voz alta.
- Cuando nos reasignan los uniformes, nos reasignan todos nuestros uniformes.- Dijo Rocio. – El mio también es ridículo y también tiene mi nombre.- Dijo ella señalando un rincón en su cuello plano recto.  Ashley sonrio, señalando su corazón.
Paulina sintiéndose avergonzada, no tubo otra opción que ponérselo, abotonandolo hasta arriba.
- Ya…- Dijo con su cara colorada.
- Ya te acostumbraras, aparte no eres la única. Hay otras 2 como tu .- Dijo señalando a otras 2, con su mismo pijama. Una era una niña rubia, y otra tenia el pelo castaño. La del pelo castaño era la que abia visto en el baño llorando por los varazos.
De repente llego Jeannie.
- Apurate que ya va a llegar Gyz.- Le dijo Ashley. Era lógico que abia estado llorando, aunque se lavo la cara, tenia los ojos un poco hinchados. Jeannie se desnudo rápidamente, exhibiendo su cola bien roja, con la marca de los 3 varazos de la directora. Sus muslos también se veian muy rojos, seguramente por el castigo que le dieron en el centro de disciplina. Rapidamente, se puso el camisón y el resto de su pijama, que era verde clarito como el resto de las chicas que usaban camisón. Paulina sentía vergüenza de estar vestida asi, asi que rápidamente se metio a la cama.
- Y? Como te fue?
- No te importa, ya tengo sueño, me voy a dormir.- Se quejo Jeannie. Se cepillo su cabeza, y subio a su cama. Las camas eran gemelas, asi que en las de arriba estaban Asley y Jeannie, ya que eran mas grands, y en las de abajo Rocio y Paulina. Pero Rocio justo estaba debajo de la de Jeannie, y aprovecho para contarme.
- No se vale, vivis viéndome castigada, pero cuando te toca a vos no me contas!-
- De repente llego la señora Gyz. Todas hicieron un pequeño silencio y voltearon. Pero luego continuaron conversando tranquilamente. La señora, parecía contar que todas estubieran ya en pijama y en sus camas.
- Bueno, las menores vengan conmigo.
- Menores?- Pregunto Paulina.
- Eres tu, ve.- Dijo Rocio, estirando sus piernas, y apoyándolas sobre la cama de arriba.
Paulina vio a las dos niñas de mameluco rosa, ir hacia la señora Gyz. Se veian dinminutas en comparación, y supo que ella debía verse igual. La niña de pelo rubio, supo que se llamaba Cintia. Lo supo por su pijama , obvio. Y la de pelo castaño, Mariana. Su pijama no alcanzaba a cubrir la marca de los varazos. Paulina sintiendo mucha vergüenza, se unio a las otras 3 niñas, notando que tenia la misma altura que ellas.
- Vamos.- Dijo la mujer, llevándolas al baño.
El baño, consistía de 3 partes, uno era en efecto, los baños. La otra, las regaderas. Pero se encontraban en la parte de los espejos, en donde el piso no estaba mojado ni se ensuciaban sus pijamas. La señora, tomo una silla y se sento, quedando a la altura de ellas.
- Bueno, desbotónense.
Paulina vio, como Mariana y Cintia, desabotonaban la parte de su cola, exhibiendo sus pompis. Ella las imito, pero sintió mucho miedo. – N-Nos va a castigar?-
- Mereces que te castigue?- Pregunto la señora.
- No… Bueno…- Dijo Paulina, teniendo miedo de que encima, la castiguen por mentir. – Aun no termine mi tarea, estoy muy cansada.
- Bueno, la terminaras mañana, pero haslo antes de las clases o te castigaran. Y si se te acumula terminaras en muchos problemas.
- Si señora…- Dijo ella. Se sentía dinminuta e infantil, mas junto a dos chicas que le daban una idea de como debía ser su apariencia.
- Quien quiere primero?
- Yo.- Dijo Mariana.
- No, Yo. Protesto Cintia.
- Dejame a mi.
- Vos siempre tardas mucho.
- Niñas, no se peleen.
- Yo lo dije primero…- insistio Mariana.
- Dejala que venga ella primero.-
Cintia se cruzo de brazos haciendo puchero y viéndose muy tierna. Mariana se adelanto y giro, mostrándole su cola a la sñora Gyz.
- Vaya…. Otro castigo fuerte. Que hiciste ahora?
- Miss Patrick me odia… Estube atrapada en esa maquina, como media hora.
- No exageres. Ven aquí.- Dijo palmeando su pierna. La niña sin titubear se recostó y al hacerlo, paulina pudo ver su pequeña cola cubierta en marcas de varazos.
- Hoy vas a dormir boca abajo parece.
- Siempre lo hago…
- Debes portarte bien mariana. Aunque te hagas la fuerte, siempre te veo llorando. No te gustaría no ser castigada siempre?
La niña suspiro, y se vio que iba a empezar a llorar. La mujer, tomo un ungüento, y empezó a aplicarlo suavemente sobre cada una de las líneas. La pequeña hizo un gesto entre relajación y ardor, al sentir el ungüento.
- Esto va a servir para que mañana puedas soportar la disciplina anticipada. Y seguro vas a dormir mejor.- Dijo la mujer. – Pero debes portarte bien. Se que odias a esa Maestra, pero si te portas bien no seras castigada tan frecuentemente.
- Yo no la odio, ella me odia a mi.- Protesto mariana. La mujer suspiro y dijo: Bueno, mientras la curo, puedo ver a la que sigue.
Cintia rápidamente giro se adelanto, enseñándole sin querer, sus pompis rosaditas a Paulina. Luego volteo, para enseñárselas a Gyz.
- Esto fue por la aplicación de disciplina anticipada?
- Si señora..
- Y tanto tiempo te duro?
 Cintia hizo un silencio y paulina la vio sonrojarse levemente. – Tambien en la ultima clase… Me dieron algunos reglazos.-
- Bueno, has mejorado al menos.-
Cintia giro, abotonando su pijama nuevamente. – Gracias señora.-
- Sigue asi, y capaz vuelvas a tu jumper.
- Ya puedo irme?- Dijo ella.
- Si, ve a dormir.
La niña se alejo, dando un pequeño salto. Paulina sintió a Gyz, muchísimo mas maternal que a la mañana.
- Tu turno.- Dijo ella. Luego la hizo parar a Mariana, quien se abotono el pijama, saludo a ambas, y se fue.
Paulina volteo, no sin sentir mucha vergüenza y enseño su cola.
- Mmmm… bastante roja todavía. Fue por mi nalgueada y la del centro. Y este varazo?
- La directora nos visito y me vio con el uniforme desarreglado.-
- Bueno, bastante bien… No fuerzes tu suerte de todas formas.- Dijo la mujer.- Ya puedes voltear y abotonar tu pijama.
Paulina llevo las manos a su cola, sobándola un poco. Luego levanto la parte del pijama que tapa su cola, y la abotono, cubriéndola. – Esto es todo?-
- Quienes están en estas edades son las mas problemáticas, pero también las mas sensibles. Necesitan fuerte disciplina y contención. Por eso, siempre hablo con ellas, y les pongo ungüento si lo necesitan. – Explico Gyz. – Vendre aca todos los días, y te escuchare antes de que vallas a dormir.-
Paulina sonrio, sintiendo una vibra calida de parte de Gyz. – Ya puedo irme?- Pregunto.
-Si.- Dijo Gyz.

Paulina volvió a la cama, y Gyz se retiro. Ella se recostó, mientras el resto conversaba sin parar. Intento dormir, pero no solo la luz le molestaba, su cola continuaba ardiendo, y tubo que recostarse boca abajo, arriba de las cobijas. Tenia ganas de desabotonar su pijama, pero le daba mucha vergüenza. A las 22 en punto, todas las luces se apagaron, y Paulina finalmente durmió.


Pd: Buscando imagenes que puedan servir para ilustrar la historia, encontre estas que la verdad tanto no tiene que ver pero me gusto. Suelo no poner imagenes con niñas de verdad..... Ay, pero estas se ven muy tiernas.


3 comentarios:

  1. muy buen desenlace la verdad es que tienes talento lo malo es que no puedes explotarlo al 100 porciento con escribiendo un libro o mas pero tu imaginación no tiene limites

    ResponderEliminar