lunes, 11 de septiembre de 2023

El Sector Little

Anduve llendo a eventos y me inspire.
Es una historia ficticia con elementos para darle adrenalina a la trama. Asi que no le den vueltas y disfruten.
Ah, y denle bola al dibujito que me costo 2 dias :(

Lady C a veces no podía creer lo que sucedía. Tenia 3 chicos, entre nerviosos, excitados y avergonzados esperando en fila. Apoyo un cepillo en su mano, y le dio un azote fuerte, los 3 fruncieron el seño, y ella sonrió.  Los 3 había sido específicamente escogidos. No tenían mas de 21 años, de apariencia un poco femenina, y baja estatura.

-          ¿ Y Martín?

-          Ni idea…

-          Otra vez! Esta vez va a ver… Bueno, ¿Quién es el primero?

Uno de ellos tímidamente levanto la mano. Ella se la tomo y caminaron hacia el cambiador.

Ella comenzó a desnudarlo y lo acostó en el cambiador. La mujer, además de ser robusta, estaba acostumbrada a cargar con el peso de ellos todos los fines de semanas.

Ella comenzó a murmurar. – Ya van a llegar todos, pero como siempre, el llega tarde. Pero va a ver…

Quienes hacían fila se reían, mientras que el que estaba en el cambiador, comenzó a ponerse nervioso.

Ella tomo las correas del cambiador, y las puso alrededor de sus tobillos y muñecas.

-          Jajajaj… -bromeo uno de ello. – Martin esta en problemas.

-          Meh… se lo merece.- Dijo el.

Sin embargo, la situación era excitante. Lady C, utilizaba un outfit que remarque su apariencia de Mommy. Un vestido verde clarito, con un delantal blanco, con bolsillos, llenos de chiches. Y una imponente y voluptuosa delantera, que los dejaba duros como piedra cada vez que la veían.

Una mujer se acerco a curiosear. Ingreso la cabeza y miro adentro del lugar. Un cambiador, un caballito de madera, una silla alta, una cuna. Era un verdadero sector Little. Tenia una alfombra llena de juguetes, y un rincón con un pizarrón, una paleta y un bonete de burro.

Miro a los chicos que esperaban en fila, uno, nervioso, miro hacia abajo, el otro, pelirojo, se sonrojo y tuvo una erección.

Ella se acerco sonriendo, y le dio una pequeña caricia con un dedo al chico.

-          Ahora vengo por vos bebote…- sonrió y se fue.

Ambos permanecieron en silencio hasta que se fue.

-          Le gustaste jijiji…- Se rio uno de ellos.

-          …Las doms tienen mirada muy penetrante.

-          Jaja… Seguro no va a ser lo único que penetre.

-          Cállate! Tenemos play list. No nos pueden hacer eso.

-          Um… pero pueden hacernos enemas.

-          Cállate!

-          Listo, el que sigue… Veni vos colo que ya tenes una erección.

Los chicos voltearon, su compañero ya estaba en el rebotador de bebe, jugando alegremente mientras veía los dibujitos en la enorme tv.

-          Podemos ver otros? Ese se me los diálogos de memoria.

-          Luego vemos eso nene.- Dijo tomando al pelirojo de la mano. Lo llevo al cambiador, y comenzó a desnudarlo. Su pene erecto rápidamente se achico.

-          Te dio vergüenza ternurita?- Pregunto ella poniendole los amarres.


El se sonrojo y esquivo la mirada.

-          Capaz pueda hacer que se levante otra vez.

Ella tomo su cabeza y le puso una gorra de bebe, lo amarro en su cuello, y luego, de la corra, tomo un chupete bastante grande, se lo metió en su boca, y con una correa que venia incluida, se lo trabo, con un pequeño candadito.

Luego, tomo su mano derecha, y agarro uno de los mitones. Abrió el interior del mitón, revelando sus 3 agujeros e hizo ingresar la mano, con los dedos separados en 3 en el. Tomo la correa de este, y luego de darle una vuelta alrededor de la muñeca, la paso por una hendidura y con un pequeño candadito, la trabo. Repitió el mismo proceso con su mano izquierda, y luego tomo unas botitas celestes. Le puso cada una de ellas, y también las trabo con un candadito.

Se agacho , y del cambiador saco un abultado pañal. Levantándolo de la cadera, lo coloco debajo de el. Se puso unos guantes de plástico y sonrió.

-          Oh… ya no esta tan chiquito. Funciono un poco bebe? – Bromeo mientras se ponía los guantes de plástico. – Pero creo que antes vas a necesitar tu babero.-

Le puso un babero con un dibujo del osito, entre el chupete, y lo que iba a pasar, seguro babearía mucho.

Tomo su pene con una mano, y sus huevos con el otro. Lentamente comenzó a acariciarlos, mientras el chico movía su cabeza y luchaba contra las correas. No tardo mucho en tener el pene bien erecto. Luego, tomo una toallita, y comenzó a masturbar el pene vigorosoamente. Ella ya se había aprendido técnicas para hacer acabar a los 4 rapidamente.

El chico termino acabando en la toallita, la cual ella limpio, y luego, comenzó a limpiar todo su pene y testículos. De un vasito que ya tenia preparado, tomo un cubito de hielo. Y suavemente, comenzó a pasarlo por todos sus testículos y pene.

Entre haber acabado, y el hielo, sus genitales no tardaron mucho en volverse dinminutos.

En ese momento aprovecho y ¡Click! Le puso su jaulita de castidad con un candado.

El chico ya estaba agotado, ella libero sus tobillos de la correa y con una mano la alzo.

-          Mmmm…

-          Ya se que duele, pero sabes que a las mommys les gusta que tengan la cola un poco roja.

Comenzó a nalguearlo en todo su trasero. El chico se resistió , pero no demasiado. Cuando su cola ya estaba roja, le echo talco, y finalmente le abrocho el pañal.

Tomo un cubre pañal de plástico, el cual tenia un osito en la cola con un corazón, y la palabra “baby6” en el. Luego de ponerlo, lo trabo también con un candadito.

-          Listo!- Dijo desamarrándolo. Lo hizo bajar, y el salto sobre el piso.

-          MMMM!!! – Protesto. Ella lo alzo en el aire y dijo: Pobrecito bebe, tendrías que haber esperado a que te ayude, sabes que si no pisas en tu alfombrita con esas botitas te duele.

Comenzó a llevarlo al caballito de madera, y el chico que esperaba protesto.

-           El caballito? Pero yo quiero ese!

-          Vos siempre tenes el caballito, y no dejas jugar a lxs otrxs littles.

Lo subió al caballito de madera, y unió sus mitones y botitas, a los candados del caballito. Finalmente quedo atrapado ahí.

Aun agotado, comenzó a hamacarse un poco, y se puso a ver los dibujitos junto al bebe en el baby bouncer. El rebotaba alegremente, con sus mitones también unidos a los tirantes del rebotador.

-          Ufaaaa!!! Yo quería! Por que siempre me toca el mas aburrido!!- protesto el otro mientras lo llevaban a la camilla.

-          Vos vas a usar el chupete de una me parece. Quiero bebes bien portaditos. – Se quejo.

Lo puso en la camilla y repitió el mismo proceso con el.

Mientras tanto martin llegaba al bar. Se pidió un speed con wodka y le pidió que sea extra cargado. Estaba un poco ansioso, iba a pasar toda la noche de bebe. Aun no se acostumbraba, hace poco había empezado a trabajar ahí. La rutina de los últimos dos fines de semana no parecía instalarse, se sentía como un sueño.

Una chica llego y se sento junto a el. Ella no llevaba outfit bdsmero como las demás, solo un vestido verde escotado.

-          Hola… Venis siempre acá? Soy nueva.

-          Hola, si.

El chico comenzó a hablar con ella, la chica mostraba interés en el, y era muy bonita. Ella lo trataba como la voz de la experiencia, mientras el le contaba del lugar, las perfo, el calabozo, y distintos protocolos del lugar.

Repentinamente paso una chica. Llevaba orejas de gatita de latex, un arnes, y una mini falda.

-          Martin. Te busca Lady C. Anda Ya!

Martin puso cara de miedo. A la chica se le hizo simpática. El chico que hablaba como sabelotod, puso cara de nene regañado.

El se despidió, y fue corriendo a Little space.

-          Ya llegue!

-          Marti, estas en problemas. Ya empezó, y ya sabes que pasa cuando llegas tarde.

El chico se cruzo de brazos.

-          Quiero verte responder como nene obediente, o te hago esperarme en el rincón.

-          ….Si Mommy…- Contesto volteando los ojos.

El espero, pero comenzó a notar que el lugar se llegaba. Aun no entraban en el sector de Little space, pero a través de la puerta podía observar mas gente en el bar, y en el sector Dance. También vio gente a entrar al calabozo.

Una profesora, con dos alumnas en jumper escolar entraron. Luego de saludar se fueron al rincón escolar, cercano a la cuna.

El rincón escolar era el lugar mas sobrio de la sala.

Tenia un pizarrón grande, un banquito de madera en el rincón, junto a un reloj y una paleta. En el banco, había un bunete de burra con una gran B.

La chica de trenzas lo vio traumada, mientras ambas se acercaban al pizarrón. Regla en mano, las alumnas comenzaron a realizar tareas en el pizarrón mientras sus profesora las vigilaba.

La mujer lo bajo y comenzó a llevarlo a la silla alta. El chico se resistió emberrinchado, pero un par de nalgadas lo hicieron movilizar, hasta al fin sentarlo. Cerro la silla alta trabandolo, y luego trabo sus tobillos en ella. Por ultimo, sus manos fueron unidas a esta a través de sus mitones. Los 3 ya estaban atrapados, y transformados en bebes. Solo quedaba martin.

El chico en la silla alta miraba con tristeza, como los otros podían jugar y el no.

“odio la silla alta”. Protesto “Encima solo me dan de comer acá…”

-          Venga para acá…- dijo la mujer tomándolo de la oreja a Martin.

-           Ay ay!!

-          Y no sabes la nalgueada que te espera. – Dijo subiéndolo a la camilla, y comenzando a desnudarlo.

Sentado, comenzó a ver como personas ya entraban al sector. Esta parte era realmente vergonzosa. Si ya lo veían como bebe era mas fácil, pero ahora que no lo era pero lo iba a ser era confuso.

Una pareja de lesbianas jovencitas entro tomada de la man, observaron maravilladas alrededor, y luego lo miraron a el.

Y luego… entro la chica con la que había estado en la barra.

-          No!- Protesto el al verla avergonzado.

Ella le saco rápidamente la remera que llevaba. Y luego le intento bajar el pantalón.

-          No…- Protesto tapándose.

Ella lo vio serio, y de un jalon se lo quito. Las chicas se acercaron curiosas para poder ver mejor.

Luego entro una pareja gay con dos hombres, uno mas grande, con barba y pelado, y otro en un kigurumi de dinosaurio.

La mujer vio su confusión y rápidamente lo acosto en la camilla amarrándolo.

Completamente desnudo, le puso primero su gorro de bebe, y luego partio por sus mitones.

Las chicas observaron maravilladas. Los chicos estaban completamente depilados y sin un solo pelo. Y lo peor, martin debido a la vergüenza llevaba una fuerte erección.

La mujer le puso el babero, coloco un pañal debajo de su cadera, y vio el pene erecto. Pudo hacerlo acabar con facilidad, y encerrarlo en su jaulita. Finalmente le puso su pañal, y empezó a bajarlo de la camilla ya transformado.

Avergonzado, el chico se tapaba la cara con los mitones. Pero no terminaba ahí.

-          Chicas, con permiso, tengo que castigar al bebe.- Dijo Lady C,  llendo al rincón. Dejo el bonete en un costado, tomo la paleta, se sento en el banquito y comenzó a nalguearlo firmemente.

-          Mami ya te dijo que no te portes mal!- dijo mientras lo nalgueaba fuertemente.

La mujer era habilidosa, y sabia apuntar partes donde el pañal no tapara bien. El dolor era fuertísimo, y el ruido estruendoso.

Martin veía como todos se acercaban a ver su castigo, algunos con caras de ternura, otros de sadismo.

La nalgueada fue tan fuerte que Martin llevo sus manos a sus ojos y comenzó a llorar.

La mujer lo paro, y lo hizo sentarse en el rincón.

-          Ahora se queda aquí en penitencia, y luego le toca la cuna.

“La cuna…!” Protesto el para sus adentros.

Era el peor lugar. Ese y la silla alta. Pero en la silla alta a veces le sacaban el chupete y podía hablar con los demás littles. Acá estaba apartado de todos. Además, muchas veces no se daban cuenta que estaba ahí. Por ende, las mommys no lo podían ver y nadie lo adoptaba.

Como si fuera una guarderia, el hombre saludo al del kigurumi de dinosaurio, y el se fue corriendo a la alfombra.

Con dos bebes jugando en esa área, los demás littles comenzaron a sentirse motivados a jugar también.

La colegiala de trenzas, quizo ir a jugar también, pero la profesora le dio un reglazo en la cola, y las hizo seguir haciendo ejercicios. Ella sin embargo se distraía mucho con las caricaturas.

Pasaban “Care bears: Unlock the magic”, Lo tenían en ingles. El dibujito era tierno, muy infantil, y de vez en cuando pasaban una electrónica que combinaba con el resto del lugar.

El pelirojo soltó un suspiro. Estaba medio harto de ver el mismo todo el tiempo. Había que intentar convencer a las mommys de que pongan otro. El televisor podía pasar otros canales. Pero el control remoto lo tiene Lady C, y con sus mitones ellos no pueden hacer nada.

Pero a la chica de trenzas si le gustaba mucho.

Lady C, finalmente se desocupo. Y la gente se le acerco a hablar.

-          Si, los juguetes y los outfits son gratis. Solo las llaves se alquilan. El kit lo pueden comprar.

-          Genial!- Dijeron las lesbianas al unísono.- Tomaron un vestido rosa y amarillo del closet, moños, botitas, mitones y fueron corriendo al sector Little. Lady C, tuvo que ayudarlas a ponerse los mitones.

-          ¿Cómo es lo de las llaves? –

Al reconocer la voz de la chica de la barra, martin rápidamente volteo.

-          Vos mira al rincón!- Se quejo Lady C, quien siempre los tenia vigilados. El chico rápidamente lo hizo.

“No es justo…” pensó. Hablar de las llaves es literalmente hablar de ellos.

-          Las llaves controlan todos los candaditos de los bebes. Se alquilan por hora.

-          Por hora?

-          Ellos están atrapados ahí hasta que alguien los libere. –

-          ¿Entonces con la llave puedo sacarlos?

-          Si, y jugar con ellos a lo que quieras. Pero tenes que dejarlos atrapados de nuevo cuando termines de hacerlo.

-          Mmmmm… ¿Y puedo jugar con ese chico?

-          Si, acá tenes la play list y… Ah no… con el ahora no. Esta en penitencia.

Martin escucho decir eso y se sonrojo. Quizo voltear pero Lady C seguro le daría una nalgueada en frente de ella.

-          Aw pobrecito…. Bueno, esta bien.- Sonrio la chica y se fue.

-          Casi te adoptan. – Sonrio Lady C llendose del sector Little.

Martin aprovecho a voltear. Justo vio como la chica de colitas, ponía las manos en su rodilla, mientras la profesora la nalgueaba con la regla. La de trenzas sin embargo veía los dibujitos maravilladas.

La de vestido rosa no paraba de saltar y jugar hasta que “Ay!” Piso con la botita fuera de la alfombra, pinchándose el pie.

La de vestido amarillo sin embargo veía los dibujitos embobada también. El del kigurumi de dinosaurio tomo crayones y comenzó a dibujar.

La mujer llego con vasitos de agua para niños. Le saco el chupon al colorado, desencadeno sus mitones y se lo dio. Luego hizo lo mismo con los demás.

-          Aw que lindos. Puedo tener uno también?- Pregunto la del vestido rosa.

-          En la barra venden, y también mamaderas y golosinas.

Las chicas se fueron corriendo, pero otra vez, se olvidaron de sus botitas.

-          ¿nos la sacas?

-          Si Claro.- Dijo la mujer.- Pero sáquense los vestidos por si otras littles lo usan.

-          Ufaaaa.

-          Bueno, esperen aquí, yo ahora les traigo. Luego me pasan el dinero por Mercado pago.

-          Yay!

-          A ver bebe…- Dijo acercándose a martin. Abrió la cuna de par en par, y lo saco del rincón metiéndolo. Le saco el chupon de la boca y le dio uno de sus vasos. Luego lo metió en la cuna, subió los barrotes y bajo la tapa. Finalmente le puso el candado.

Martin se arrodillo, y puso las manos contra los barrotes, viendo los dibujitos desde su cuna.

-          Ya vengo nenas.

-          Es injusto!- Protesto el chico en la silla alta.

-          Vos ni jugas en el caballito pero te lo dieron a vos.

-          Estoy… preocupado.

-          Por la dom? Ella es…. Amazona77 no?

-          Ay dios…- Dijo el.

-          Ayy no seas lloron. – Se rio el otro. En serio es re injust…- Dijo pero apenas ingreso Lady C, los dos volvieron a tomar su agua.

-          Aquí tienen nenas…. Ay bebe…. Saltas tanto que se te cayo tu aguita. Voy a tener que darte yo en la boca.- dijo Lady C.

Martin, continuaba arrodillado en la cuna. Observo como entro un hombre con una chica bajita que hacia berrinche. Sus ojos se iluminaban al ver cosas tiernas, pero frente al señor, todo el tiempo berrincheaba.

Lady C termino de darle agua al bebe, y luego le coloco su chupon de nuevo. Posteriormente lo hizo con los dos bebes.

-          Hola Lady C.

-          Vicious.

-          Quiero comprar el kit.

-          Que? El kit? Nooo.

-          Claro que si señor.

Martin miraba la chica berrinchear, pero finalmente ser cambiada en el cambiador a un onesie verde, pañal, mitones y botitas. Y el babero de osito. Además, le hizo dos colitas.

-          Bebe, quieren usar la silla alta, así que vas a poder jugar.

-          Mph!!- Festejo alegremente, mientras lo liberaban.

Lady C miro de reojo, y vio a entrar a Amazona 77. Ambas se dieron una mirada cómplice. Amazona era una mujer hermosa, de infartante vestido rojo, y cuerpo voluptuoso, formado por gimnasio y dotes femeninos.

La mujer sencillamente se acerco al stante, tomo una llave, y se acerco al pelirojo.

-          Dije que iba a volver por vos…- sonrio la mujer mientras lo sacaba del caballito. Levantandolo con ambas manos, lo llevo al cambiador atrapándolo.

-          Estas bien bebe?- Escucho martin.

-          Sip… estoy bien.

-          Por que no tomas tu aguita?

-          Por que… me van a dar ganas de hacer pipi y no se si alguna mommy  me va a cambiar.

-          Aw, yo puedo ser tu mommy y cambiarte.

Martin se acerco gateando a los barrotes, y vio que le hablaba la chica de la barra.

-          Te duele mucho?

Sonrojado dijo: Un… poquito…

-          Pero lloraste

-          Siempre lloro…

-          Pobrecito mi bebote. No te preocupes. Mami te va a cuidar.

Lady C se acerco y la chica se fue.  2 Parejas mas ingresaron. Una se acerco a preguntarle a Lady C.

Martin vio como la chica recién llegada era arrastrada a la silla alta. Mierntras tanto, la clase había terminado y las dos alumnas estaban castigadas.

Una de ellas protestaba intentando escribir “No debo desobedecer” en el pizarrón, mientras que la maestra le daba reglazos en la cola ante la mínima falta.

La otra, llevaba el bonete de burra puesto, y veía de reojo, sentada en su banquito y con un enorme puchero las caricaturas.

La del vestido rosa, jugaba felizmente en el caballito, y la del vestido amarillo volvía a ver embobada los dibujitos. Mientras, el chico de la pijama continuaba coloreando.

-          ¿Cómo se llama?

-          Como quieras!

Martin escucho de corrida, y gateo hasta los barrotes para poder observar. En la otra punta del sector, la chica de la barra revisaba outfits.

Lo miraba de reojo sonriéndose, mientras Martin veía avergonzado un infantil traje de marinerito, con gorra y shorts cortísimos. La otra opción, era un aniñado y cortito vestido infantil marron.

Fin




Termina así? Si! El dibujo me costo un montón. Llegar hasta esta parte tambien. Si se portan bien y me comentan cosas la continuan. Hasta le pueden decidir el outfit a Martin y su nuevo nombre (?)


domingo, 13 de agosto de 2023

Feliz dia del niño

 Vane le regala un dibujito con un consejo a todxs les littles en su dia.

martes, 11 de julio de 2023

Vane´s Wet Dream 1

 So we, es un remake. Igual creo que eventualemente va a incluir escenas del original. Asique quienes lo vieron en el wattpad, no se aflijan tanto. Pueden aportrarme a patreon si quieren que no tenga errores de ortografia (?)

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-          D-Donde estoy?- Dijo el chico levantándose.

-          Hola bello durmiente. – Sonrio la mujer.

-          Y esto?- Dijo viéndose la ropa. Llevaba un anticuado y largo camison rosa.

-          Perdon que te puse uno de los mios. Es que, tenias toda tu ropa vomitada.

El chico hizo fuerza intentando recordar. Pero a medida que hacia su cabeza dolía mas.

-          Ven, te compre algo para la resaca. No podía abandonarte así. – Dijo, haciéndolo levantarse tomándolo de la mano.

-          Y mi ropa?

-          La puse a lavar.

Ambos salieron de la habitación, y al salir, el chico quedo maravillado ante semejante casa.

-          Wow….

Ella se sonrio, y lo hizo sentarse en el sofa del comedor.

El chico timidamente se sento en el sofa y la mujer se fue. El chico se quedo cabisbajo.

“cierto… hubo…. Un alter…. En Palermo anoche… y yo… Ay dios…” dijo tomándose la cabeza.

Para quienes no lo sepan, un alter es una reunión bastante informal de la comunidad bdsm. Se realiza en un bar, por ende no están permitidas las practicas. Es donde se va a hacer sociales.

-          Toma nene.- dijo la mujer, dándole una pastilla y un vaso de agua.

El chico puso gesto de molestia. No se veía precisamente como un “nene”. Despeinado, con rulos, ojeras de desvelo, y una barba mal afeitada.

-          Gracias…- Dijo y le dio un sorbo.

-          Espera aquí, ya vuelvo.

“No tengo que portarme mal con ella. No puedo creer que me trajo hasta su casa. Es tan lujosa.” Dijo viendo alrededor.

La mujer le trajo un vaso con chocolatada.

-          Toma bebe.- Dijo dándosela, y luego le puso dibujitos en la tele.

-          No soy un bebe.- Protesto el.

-          Jajaja, tenes 20, sos una criatura.

-          Tengo 24…- Insistio el, cabisbajo, pero no tardo mucho en perderse viendo los dibujitos.

Continuaron en silencio un rato, y el chico nerviosamente jugo con uno de sus rulos, mientras que con el otro tomaba su chocolatada. La mujer lo vio sonriendo, llevaba mas de 10 años, para ella el era una criatura.

Comenzó a acariciarle el pelo y el se quedo paralizado.

-          Que tímido que estas, ¡con todo lo que hablabas anoche!

-          P-Perdon…

-          Ahora no se si mentias o no. Anoche estabas incluso mucho mas atrevido. Hasta querias que…tengamos algo… en un momento. Lastima que… no funciono. Pero quizá ahora…- Dijo acariciándole la pierna y acercándose a sus genitales. El chico salto de un susto y se alejo.

-          Estas bien?- Pregunto ella.

-          S-Si, Si, estoy bien…

-          Sos virgen no?

-          No NO!- Se quejo el.

-          Jajaja… perdón, soy una maleducada. Debi respetarte, es que los chicos a tu edad son….

-          Ya me quiero ir…

-          No seas así. Espera a que se seque tu ropa. Te prometo que no te vuelvo a molestar, si?

El chico suspiro. Le molestaba no ser tan “macho” como los demás hombres. Y que se lo refrieguen por la cara. Y esta mujer encima, lo trataba como si fuera un nenito.

-          Decime. ¿Es verdad que trabajas en un taller y que estudiabas psicología?

El chico asintió con la cabeza.

-          Jaja, vos en un taller. ¿Y que te llevo al alter? ¿Sos sumi?

-          No soy sumi.- Dijo molesto. – Soy spanker. –

-          Ah… ¿Te gusta spankear?

-          No es solo eso… me gusta la disciplina.

-          Disciplina… - Dijo ella. – Pero? Sos spanker, y te gusta vestirte de colegiala?

El chico empezó a darse cuenta de lo ilógico de su comportamiento y por que ella estaba confundida. Entonces intento explicar.

-          No… es que, todas las sumisas son mucho mas grandes que yo. Y encima no tengo experiencia. Entonces… pensé.. que de alguna forma debía conseguir experiencia.

-          Me han hablado sobre vos.  – Dijo ella. El chico observo en ella una genuina curiosidad.- Así que disciplina. Y colegiala. Sos una trolita?- Bromeo.

-          NO, Soy una nena!- Contesto el, molesto.

-          Ey eey, no es necesario que te enojes por todo.

-          Es que siempre me dicen lo mismo. Por que nadie me entiende!-

-          Jaja… recién te molestaba que te llame bebe. Y ahora decis que sos una nena.

-          No…Es lo mismo…

-          ¿Queres que te “spanquee”?- Sonrio ella.

-          Eh- dijo el sonrojándose. De repente ya no podía emitir palabra.

-          Toma tu chocolatada “nena”.- Dijo ella. – Vamos que si no la terminas, te hago chas chas en la cola.- Bromeo.

-          S-Si.- Dijo el.

Ella sonrio con ternura. Y un poco de sadismo. Claramente era un chico muy sensible, que podía educar a su manera. Pero requeriria mucho trabajo hacerlo ceder. De a poco.

-          Y-Y vos?.

-          Y yo? No me hice chocolatada.- Se rio.

-          No no… vos.

-          Yo que? Que paso, te comieron la lengua los ratones?

-          DALE!- Protesto molesto.

-          Soy dominante. Tengo 38 años. Soy historiadora.

-          …. Wow. Has tenido… sumisos, antes?

-          Si. Obvio…- Dijo ella.

-          Y que haces, con ellos?

-          Muchas cosas que a los n e n e s, no les incumben. Pregunton.- Bromeo ella. Al chico se le escapo un puchero. Ella sonrio y le dio un beso en la frente.

-          Me voy a hacer un café. Portate bien y termina tu leche.

“Me trata como a un nene” protesto el, sintiendo su masculinidad herida. Pero, la mujer era sexy. Era alta, tenia el cuerpo trabajado, y tenia un aura de seguridad impecable. Era decidida en su forma de hablar. Volvió y se sento en frente suyo, cruzada de piernas. De vez en cuando las abría, dejando ver su ropa interior. Los ojos del chico se disparaban cada vez que lo hacia, y ella se sonreía.

-          Tenes algún hobbie?

-          Videojuegos…. Y … escribir.

-          Oh, mira vos. ¿escribis?

-          Si. Hace mucho.

-          Luego me tenes que pasar así leo. Yo también he escrito un poco.-

-          Ok.

-          Toma tu leche que se te enfría.

-          Si.- Dijo el, nuevamente. Luego se quedo cabisbajo. La mujer comenzó a frustrarse un poco. Era muy difícil hacerlo hablar. Todo lo contrario al chico de la noche anterior que no paraba de hablar y decir tonterías.

-          Y…vos?

-          Yo?

-          Si…

-          Si no hablas, no te voy a entender.

El chico trago saliva y dijo: ¿Y vos tenes algún hobbie?

-          Me gusta ver películas… a veces toco el piano. Y me gusta la costura.

-          Wow, en serio?

-          Si… Especialmente la ropa vintage. Me fascina.

La mujer vio los ojos del chico brillar cuando dijo lo ultimo.

-          C-Como te llamas?

-          En la comunidad soy madam enigma. Pero ahora soy Gimena.

-          Y gemis mucho? – dijo el casi sin pensarlo. Y luego se tapo la boca.

-          P-Perdon. Fue sin querer.

-          Jajaaj. – Se rio ella. – Si, un montón. Y vos? –

-          No lo se… Digo… no…

Ella sonrio y aclaro: Bueno, tu ropa ya se debió haber secado.

-          Tan rápido?

-          Si, estaba en la secadora. No se si tenes que irte o algo, así que por las dudas la puse ahí. Si te incomoda estar así, ya podes cambiarte. Aunque te queda lindo eh!... Claro, yo te haría usar algo mas apropiado para una nenita.

El chico se sonrojo.

-          Vos sos… Vicious no?

-          Si.

-          Pero cuando andas de colegiala como te llamas?

-          Vane.

-          Por que vane?

-          Es un personaje… de una historia.

-          Entonces ahora te llamo vane?

-          No.- Dijo el. – No… estoy de nena. Estoy lleno de pelos, y…

-          Esta bien esta bien. Sos vanidosa.- Bromeo. -Entonces como te llamas?

-          Mario.

          Bueno Mario. Cuando quieras irte avísame y te pido un uber. Yo voy a preparar la comida. Si queres podes quedarte a comer. Estamos lejos de capital. Vas a tardar bastante en llegar a tu casa.

-          Ok. – dijo el.

-          Ven, te dare tu ropa, así te cambias en tu habitación.

La mujer se la entrego, y luego menciono: Cierto! Tengo que preparar la clase de mañana, y pensar en la investigación. Disculpame, pero es algo urgente. Cuando quieras decime y te pido el uber.

La mujer se perdió en su trabajo por dos horas. Hasta que pensó “pobre, me debe estar esperando, y es demasiado tímido para decírmelo.”

Cuando fue a buscarlo, el seguía en el camison rosa.

-          Vane?- Pregunto ella. El negó con la cabeza.

“Es muy difícil hablar con el así” pensó frustrada.

“Ya se”.

-          Bueno, vamos a hacer la comida. ¿Te quedas a comer no?

El chico solo asintió con lascabeza.

La mujer fue a preparar, nada demasiado complicado. Solo un guiso de arroz.

-          A comer!- Dijo en un tono maternal, y el chico corrió a la mesa. La mujer le sirvió un plato de comida, y se sentaron a comer juntos.

Empezaron a comer, pero ella noto como el ponía a un costado del plato todo el morron.

-          Come toda tu comidita.

-          ….No me gusta lo rojo.

-          Vamos, no desperdicies.

-          No me gusta…

-          Esta bien bebe.- Sonrio ella. El chico se quedo cabisbajo. Terminaron de comer y ella levanto los platos y los puso en la mesada. Comenzó a lavarlos, pero noto que el continuaba de pie al lado de ella.

-          Pasa algo nene?

-          Yo….

Ella sonrio, y siguió lavando los platos. Cuando termino el continuaba ahí.

-          ¿queres decirme algo?

El continuo cabisbajo. Ella se puso las manos en la cadera.

-          Si continuas así no puedo entender que queres. Vamnos! Sin vergüenza.

-          Es…Que…. AHHHHH!!- Grito. – QUE SI ME NALGUEAS!- Exclamo. Luego se tapo la boca. – Lo siento…

-          Awwww… querias eso???- Dijo apretándole una mejilla. – Bueno, hay que hacerte tus chas chas, por sr una mala bebe y no comer toda tu comidita. Esperame acá que voy a traer la fusta.

-          … No puede ser con tu mano?

-          ….Esta bien…. Con miu mano. Inclinate sobre la mesa.

-          Pero…No puede ser sobre tus piernas?

-          ….Como pasaste a ser tan toppinero en tan poco tiempo?

-          Que es… toppinero?

-          Es cuando el sumi manipula al dom para que cumpla lo que el quiere.

-          Es que…

-          Esta bien su señoría. Sobre las piernas.

La mujer se sento, y palmeo dos veces su pierna. El chico se sonrojo, quedándose quieto.

-          Vamos. ¿no querias esto?

-          Es que así….

-          Dale!

-          Përo… quiero que me,… obligues..

-          No puedo obligar a cada persona que traigo a mi casa, a que haga lo que yo quiero. Tenes que hacerlo vos. Aparte vos querias esto, ¿no?

-          Si pero… bueno…- Dijo el. Timidamente se acosto sobre sus piernas, y la mujer pudo sentir su ereccion.

-          Ah, ahora si se te paro.

-          Ya no quiero! – Protesto el, intentando pararse. Ella lo freno, y le dio un sonoro chirlo.

-          AY! –

-          Jaja… te dolió? Queres que pare…? – Pregunto ella.

-          No.- Dijo el. Pero ella noto que a diferencia de los sumis, el gemia con cada chirlo. Eso era inusual. La mayoría de los sumis suelen ser masoquistas, se quedan quietos estoicamente mientras reciben los azotes. Disfrutan servir a su ama y sastisfacerla. El gemia y pataleaba como una niña castigada.

-          No seas maricon, quédate quieto!- Bromeo Gimena.

-          …Para hacerme el macho y no quejarme cuando algo me duele ya tengo el taller…- Dijo el, con su voz impregnada de seriedad, soledad y dolor.

Ella suspiro, pensando en que quizá se desubico un poco al hacer eso. Decidió hacer un poco de lo que se llama “dominación  la carta.

-          Acordate, la palabra de seguridad es rojo. ¿si?

-          Si….

Giimena levanto el camison de Mario, revelando un boxer negro con elástico deportivo.

Mario volteo a ver de costado y PAF! El primer chirlo callo, y el soltó un grito exagerado y pataleo como una niña. Gimena noto que exageraba y empezó a nalguearlo de verdad.

-          Ay ay eso duele!!- Protesto.

-          Quiero que seas una buena nena, y comas toda tu comidita, esta claro??-

-          Atyyyy ayyy.- Dijo l. Rápidamente se dio cuenta que no necesitaba hacerlo a propósito, salía involuntariamente.

-          No te escucho!!- Dijo ella y continuo nalgueándolo firmemente. El intento defenderse con sus manos, pero ella se las puso firmemente sobre la espalda. Ahí, el chico noto que ella, tenia fuerza.

-          Ay ay ay si si no me porto mal de vuelta ayyy- Dijo el, y ella continuo nalgueándolo. Hasta que lo escucho llorar.

-          Estas bien? – Pregunto ella. Pero el no respondió. Ni dijo su palabra de seguridad. Ellla entendio que el necesitaba llorar, y continuo nalgueándolo. El finalmente lloro como una niñita bien castigada. Cuando lo hizo ponerse de pie, el chico se arrodillo y lo a abrazo fuertemente, llorando sobre su pecho.

Sentirlo sobarse contra sus senos, comenzó a excitarla. Pero noto que el estaba muy angustiado. Lo dejo llorar tranquilo, y así, el chico tímido se convirtió en una nena pegote que buscaba mimos todo el tiempo.

Así hasta que finalmente se durmió con la cabeza en sus piernas, mientras miraban dibujitos.